se transmiten en propiedad plena por la simple tradición o entrega, siempre que sean corporales, y por ello, susceptibles de entrega.
2.20. Así, si yo te entrego, a causa de
venta, de donación o por otra causa cualquiera, un vestido o una cantidad de oro o plata, la cosa se hace inmediatamente tuya, con tal de que yo sea dueño de ella.
2.41. Pues si no te transmito por
mancipación o cesión ante el pretor una cosa mancipable, sino que te la entrego simplemente, aquella se hace de tu propiedad bonitaria (pretoria), pero sigue siendo mía por derecho de los quirites hasta que tú, poseyéndola, la adquieras por usucapión, pues, una vez se haya cumplido la usucapión, se hace tuya de pleno derecho, es decir, en propiedad bonitaria y civil a la vez, como si te hubiera sido transmitida por mancipación o por cesión ante el pretor.
2.42. La usucapión de los bienes muebles
se cumple al año, la de un fundo o de una casa en dos años (immuebles). Así está dispuesto en la ley de las XII Tablas.
2.43. Por lo demás, también podemos
usucapir las cosas que nos fueron entregadas por el que no era su dueño, sean mancipables o inmancipables, siempre que las hayamos recibido con buena fe, creyendo que el que hacía la entrega era su dueño. 2.49. Cuando se dice que la usucapión de las cosas robadas y poseídas por la fuerza está prohibida por la ley de las XII Tablas, esto no quiere decir que solamente el mismo ladrón o el que posee por la fuerza no pueda usucapir, sino que tampoco ningún otro, aunque sea comprador de buena fe, tiene derecho a usucapirlas.
2.50. Por eso no es fácil que en las cosas
muebles competa la usucapión a un poseedor de buena fe, porque el que vende una cosa ajena y la entrega, comete hurto; y lo mismo ocurre si la entrega por otra causa. Sin embargo, a veces no ocurre así, pues si un heredero vende o regala una cosa entregada al difundo en comodato, arrendamiento o depósito, creyendo que pertenece a la herencia, no comete hurto; del mismo modo, el que tiene el usufructo de una esclava y vende o regala el parto, creyendo que le pertenece, no comete hurto, pues no hay hurto sin intención de robar. También de otros modos puede ocurrir que uno transmita a alguien una cosa ajena sin cometer hurto, de forma que ésta puede ser usucapida por el poseedor.
2.51. Igualmente, se puede entrar en
posesión de un fundo ajeno sin cometer violencia, cuando está deshabitado por abandono, muerte sin sucesor o larga ausencia del dueño. Y si se transmite este fundo a un tercero, de buena fe, éste, poseyéndolo, puede usucapir, y aunque el mismo que ha tomado la posesión del inmueble deshabitado sepa que el fundo es ajeno, sin embargo, esto no impide en absoluto la usucapión del poseedor de buena fe, ya que no es admisible la opinión de los que creyeron que un fundo era susceptible de hurto.