Wacka Bar bere Jesus (2014)
14 nTRODUCCION ec can Los Cos. Como ne (a oon
fynter ab Pura - FCE -Os AS — |
sa ano lade un autor fret a, sino tambign con tro. Lo queasy | :
ee coacine eeacuei ae selena cutdaneis ae ENTRE EL MIRAR Y EL VER
‘ aticulares. En el captulo 1 enunclamos los cami.
znosacadémicos de eada uno de los autres. Por separado,rememoramos
el camino que hemos hecho para inentar “ver con los ot", Mat
tin-Barbero cuenta como ha sido habitar, desde América Latina, tanto el
Tundotiperdn gob emoclloeatnaly arisen
rere tos Mion ene qe ver cone entice sa LOS INESPERADOS EFECTOS
ere erie cela
ee Tae Ese didlogo es la provocacién para crear el capitu- Jestis Martis-BARBERO
to 2.Contate en abode ads une, dnd ates eperenas
empty perspec eres, eaos una propos pare “Yer cn _awros de analizar la pregunta zqué hace la gente con lo que ve ms acd y
es ees eas air alé de fo quese ve en la pantalla? deo situr al lector en el proceso
ee eee ae eae & sil gue, deade mis primeras Teiciones con el cine y mis primers
ques pues pra ve ons otro Sera de comienzo snaliss dela televisi6n, me condujeron a pensar ever.
decor cn os vis "les de oA mane mani cine tue, dew ml adolescenci, algo més que una diversi6n. Bn a
tdci omen epicentre pr pent} dn gia nit reine exe ano de los pocos aguje70s Por los
Fae ee a ee ae ne inl eseapar a la trstezarambiente, Es lo que nos propoxcionaban
eee Ni siquiera los que se Buster Keaton, Charles Chaplin, cierta comedia italiana y el western nor~
Baa aeqeeineatt tte teamericano: in relato en imagenes que, ese a suf ams torpe de las
censuras, me sumergia en un Becreto | ‘modo dé conexidn con otras mundos.
Frente a esos tempraniés buceos en €l jundo de la imaginacién y sus na-
thay sealzaban la exGuelay la iglesia con Si miedo 0, peor ain, su
‘evs ant las imagenes. Imagenes que cuand nos venfan en “ibs
jlustrados” sufrian casi siempre la censtire del letrero al pie de la ima-
gen diciéndones lo que: ‘estébamos viendo, o peor: lo que jdebiamos ver!
peat que mut temprano comencé a escribir sobre ls peliculas que
vei. To havia en un alayado cuaderno forrado de hule negro, bien re-
stonte pues tenia muchas paginas y me duré un montén de afios, hasta
shoe en ii primer viaje largo se me qued6 en alguna paste. Peto, por
se tea comienzos de los aos sesenta la censurafranquista empezs &
svergenaarse de si misma y un buen dia nos legé el cine de Inginar
Bergtuan: Et séptimo sello, El manential de 1a dancella, y muy eSPe~
cialmente Fresas salvajes. Bsas tres peliculas fueron las que me ayuda-
on a entender qué er o que yo buscaba/encontraba en el cine, omoF
thé tha hacer cuando iba al cine. ¥ 1a respuesta fue: a aprender ota
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Cee16 E305 MARTIN-BARBERO
idioma, un lenguoje que ensanchaba mis modos de ver ef mundo. Yano
slo el mundo géogratico o exterior sino @milindo interior, ése del que
ya sabia algo a través de la literatura —novela, poesia— que lo sumergfa
uno en Ja desconcertante experiencia de la iniciacién, del descubri-
rmiento de wn otro “yo" oscuro, tan oscuro como el enigma del propio
cuerpo. Nunca, antes del cine de Bergman, me habia topado con unas
pesadillas tan capaces de atravesar el espesor de lo cotidiano pata salir
una “luz” cuya inseguridad era radiante. Ver cine entonces comenz6 a
ser el maravilloso modo de escapar de la cotidiana ordinariez pesadilles-
ca en que el franguismo nos encerraba, y poder mirar entonces 1o mas
lejos posible. Fue esa lejanta, que buscaba y buscaba, Ia que acabaria la-
‘mandose Colombia: un pais atin sin cine nacional (1963) pero con tna
casi recién estrenada television.
Pero fa television que me intrigé de veras en Colombia fue la que en-
contré al regreso de mis estudios de doctorado, a comienzos de los aiios
setenta, y ya como estudioso de sus géneros y sus relatos, especialmente
de sus comedtias y su publicidad: un estudio que conforma las titimas 50
pginas de mi primer libro: Comunicacin masiva: discurso y poder, pur
blicado por Ciespal en 1978. Y fue justo en esas péginas donde, de ana
‘manera sorprendente para mi mismo, alcancé a vislumbrar el que serfa
elhilo conductor de mi pensamiento durante muchos afios, y que con
fAguraba esta clave: la escsiém del ver que, en la mirada de los letrados,
Introducen las interferencias de tas culturas pobres (p. 254, en su iltima
‘edicién, Ciespal, Quito, 2015), Resume las ideas que constituyen el ger-
‘men, olvidado por mi mismo y casi por completo, de la investigacién
‘que, casi 10 atios después, se convertiria en De fas medios a las media-