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FILOSOFÍA

TEMA 1

I. ¿QUÉ ES LA FILOSOFÍA?
1. En busca de respuestas

Las personas somos unos seres muy peculiares. Nosotros podemos actuar de manera racional,
aunque no siempre lo hagamos. La capacidad que tenemos para razonar, pensar, comprender,
interpretar y dar respuestas es una de las características que nos distingue de los animales.

A diferencia de los animales, los seres humanos no solo vivimos, sino que además nos
planteamos preguntas sobre nuestra vida.
Desde la más remota antigüedad nos hemos formulado cuestiones sobre todo tipo de temas, como
si hay algo después de la muerte, por qué debemos hacer el bien, cuál es el sentido de nuestra
vida,etc.

Cuadro: Hombre y mujer contemplando la luna (1824)(Romanticismo alemán) -> los seres humanos
siempre se han planteado preguntas acerca de la vida y la realidad.

2. Mito y razón

La necesidad que tenemos los seres humanos de encontrar respuestas para nuestras preguntas
aparece en todas las culturas, tanto en el pasado como en la actualidad. En casi todos los pueblos las
respuestas han consistido en mitos.

Un mito es una narración sagrada de acontecimientos sucedidos hace mucho tiempo, en los que
seres sobrenaturales (como dioses o héroes) realizaron acciones memorables que explican el
mundo actual.
Los mitos ofrecen relatos trascendentes (lo que está más allá de lo perceptible y de las posibilidades
de lo inteligible y se opone al concepto de inmanencia), en los que se recurre a dioses y fuerzas
maravillosas que están más allá de este mundo. La razón, en cambio, proporciona explicaciones
inmanentes (que es interno a un ser o a un conjunto de seres, y no es el resultado de una acción
exterior a ellos), en las suponemos que los motivos de las cosas pueden encontrarse en la propia
naturaleza.

Los mitos ofrecen una visión del mundo en la que todo está dominado por el destino y la voluntad
de los dioses.

La realidad aparece, así como algo caótico y caprichoso que no sigue una pauta previsible y que a
menudo escapa a la compresión humana. Las explicaciones racionales, en cambio, tratan de
averiguar las leyes que sigue la naturaleza.

Desde un punto de vista racional, la realidad responde a una serie de leyes que el ser humano puede
investigar y entender.

ME FIJO
Un ejemplo: Los griegos sabían por apariencia que todos los años había un período, en el que la
tierra dejaba de dar frutos y la naturaleza parecía estar dormida. Se preguntaban porque las cosas

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sucedían de este modo. Para explicarlo, contaban una historia protagonizada por Perséfone y su
madre Deméter, la diosa de la vitalidad.
La historia del rapto de Perséfone creaba una explicación para la sucesión de las estaciones del
año. Del mismo modo, los griegos también creaban muchos otros mitos para explicar lo mismo.

3. El amor a la sabiduría

3.1. Los dos sentidos de la filosofía

La palabra sofía significa en griego "sabiduría". En la antigua Grecia se llamaba sofós ("sabio") a la
persona que destacaba por sus conocimientos en un campo concreto. Filosofía, en cambio, significa
"amor a la filosofía".

Según una antigua tradición, la primera persona que empleó esta palabra fue Pitágoras, un célebre
matemático y pensador presocrático. Pitágoras le dio este nombre porque creía que la filosofía
consiste en sentirse atraído por ella y en tratar de alcanzarla.

Hay dos sentidos de la filosofía. Por una parte, la filosofía es una disciplina académica, pero por otra
es una actividad de indagación muy particular.

Como disciplina académica, la filosofía es un cuerpo de conocimientos.


En este sentido, la filosofía incluye las teorías y los sistemas elaborados por diversos pensadores a lo
largo del tiempo.

Sin embargo, el sentido originario de la palabra filosofía no se refería a una asignatura o disciplina
sino más bien a una actividad.

Como actividad, la filosofía consiste en tratar de buscar respuestas racionales para las grandes
preguntas que todos nos hacemos.
Este es el sentido etimológico de la expresión "amor a la sabiduría", que recoge el deseo de
encontrar explicaciones últimas para nuestros grandes interrogantes.

El filósofo griego Aristóteles, reflexionando sobre el origen del pensamiento racional, afirmó que la
filosofía empieza con el asombro. Esto se debe a que la filosofía nos hace reflexionar sobre
cuestiones que habitualmente nos parecen ordinarias o evidentes.
Immanuel KANT -> XVIII
Julián MARÍAS -> XIX
Cuadro: Filósofo meditando (1632)(Barroco) -> La actitud filosófica se caracteriza por la reflexión y el
análisis racional.

3.2. Una actividad radical, universal y crítica

Lo importante en la filosofía consiste en plantearse preguntas e intentar contestarlas de manera


racional. A menudo, las respuestas que se han dado no han resultado satisfactorias, duraderas o
convincentes. Sin embargo, lo verdaderamente valioso de la filosofía es la actitud de indagación y la
búsqueda racional de respuestas. Por eso la filosofía no puede ofrecernos un catálogo de soluciones,
sino más bien una búsqueda incesante que nos obliga a pensar por nosotros mismos.

La actitud filosófica supone también cuestionarse la validez de lo que solemos dar por sentado de
forma habitual.

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Las respuestas de la filosofía

No siempre que nos planteamos alguna pregunta estamos haciendo filosofía, puesto que el
cuestionamiento filosófico busca unas respuestas muy especiales.

Las respuestas filosóficas aspiran a ser racionales, universales, radicales y críticas.


• Racionales: porque rechaza las explicaciones basadas en los mitos o en la tradición. Cuando
filosofamos pretendemos encontrar explicaciones argumentadas, con las que podamos
justificar adecuadamente nuestras respuestas.
• Universales: porque pretende que sean explicaciones globales para las grandes preguntas que
nos planteamos. La filosofía aspira a un saber total que vaya más allá de lo específico.
• Radicales: porque intentan encontrar las respuestas últimas y el sentido profundo de las
cosas. Cuando hacemos filosofía también intentamos aclarar el motivo último que explica por
qué es así.
• Críticas: porque se enfrenta a las opiniones establecidas. Para una persona que lo importante
es analizarlo racionalmente y cuestionarlo para discernir si es válido o no.

Teniendo en cuenta su aspiración a un saber racional, global, radical y crítico, la filosofía es una tarea
inacabada. Aunque necesitamos buscar respuestas, sabemos que nunca será posible contestarlas de
forma completa. Las respuestas de otros pensadores pueden servirnos como un punto de partido,
pero no podemos tomarlas como una solución definitiva.

La actitud filosófica consiste en cuestionar las respuestas que otros han dado para elaborar nuestro
propio pensamiento.

Cuadro: Aristóteles contemplando el busto de Homero (1653) (Barroco) -> La filosofía aspira a
convertirse en un saber racional, universal, radical y crítico que nos ayude a encontrar respuestas para
nuestras preguntas.
André COMTE-Sponville -> XX

II. LA ESPECIFICIDAD DE LA FILOSOFÍA

4. FILOSOFÍA Y CIENCIA

Desde que apareció el pensamiento racional en Grecia, los pensadores se han planteado todo tipo de
preguntas relacionadas con el universo, la naturaleza y el ser humano. Durante mucho tiempo la
filosofía no se distinguía de la ciencia, por lo que es habitual encontrar razonamientos filosóficos y
científicos mezclados sobre estos temas en muchos autores de la Antigüedad y de la Edad Media.

Sin embargo, el surgimiento de la ciencia moderna en Occidente hizo que la situación cambiase por
completo.

Durante los siglos XVI y XVII se produjo en Europa un espectacular cambio intelectual con la aparición
de la revolución científica. El trabajo de autores como Kepler, Galileo y Newton permitió establecer
un nuevo y eficaz método para estudiar las leyes de la naturaleza.

El método científico se basa en la experiencia, que sirve para comprobar si nuestras


suposiciones acerca de la realidad son ciertas o falsas.
Aplicando la experimentación, los científicos son capaces de establecer las leyes matemáticas que
gobiernan el comportamiento de la naturaleza. De este modo surgieron diversas ciencias empíricas
(ciencias que se basan en la observación y que elaboran sus saberes mediante la experimentación.

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La mayoría de las ciencias empíricas aspiran a plasmar las regularidades de la naturaleza mediante
leyes matemáticas) como, por ejemplo, la física o la química, que lograron avances espectaculares en
muy poco tiempo.

El desarrollo de la ciencia moderna, a partir del siglo XVI, ha permitido ofrecer respuestas precisas a
muchas preguntas. Hoy la ciencia nos puede decir contestar con el método científico todas estas
preguntas, que durante mucho tiempo se consideraron filosóficas.

4.1. Las preguntas filosóficas

De las cuestiones que pueden responderse empíricamente se ocupa la ciencia, que puede darnos
respuestas precisas aplicando el método experimental. Esto ha hecho que el desarrollo de las ciencias
haya recortado el contenido de la filosofía,

Sin embargo, existen muchas otras preguntas que los seres humanos nos planteamos pero que la
ciencia no puede responder, como, por ejemplo, ¿Existe Dios?

Estas grandes preguntas son las cuestiones filosóficas. La filosofía es la actividad que nos invita a
pensar por nosotros mismos para alcanzar una respuesta de nuestra propia razón.

Tanto la filosofía como la ciencia se ocupan de responder preguntas. La diferencia entre ambas está
en el tipo de preguntas y en el modo de contestarlas.

Cuadro: Experimento con un pájaro en una bomba de aire (1768) (neoclasicismo) -> La realización de
experimentos es una característica esencial de las ciencias que nos permite distinguirlas de la filosofía

5. Religión y filosofía

La gran variedad y diversidad de las religiones existentes hace que no sea fácil proponer una definición.
Decir que la religión se ocupa de la divinidad no sería correcto, porque existen religiones – como el
budismo – que no se refieren a los dioses. Por eso resulta más adecuado relacionar la religión con el
concepto de lo sagrado.

Decimos que algo es sagrado cuando por su gran valor nos parece merecedor de respecto y
veneración.

La religión establece el límite entre lo sagrado y lo profano, y nos indica cómo debemos
acercarnos a las cosas sagradas para tratarlas con el cuidado que se merecen.
Al hablarnos de lo sagrado, las religiones también nos ofrecen respuestas. Sin embargo, la religión se
apoya en la fe, que es una creencia personal basada en la revelación, la tradición o el sentimiento.
Muchas religiones se apoyan en dogmas, que son verdades fundamentales que no pueden razonarse
y que los creyentes deben aceptar sin cuestionamiento.

Frente a lo que sucede con las religiones, la filosofía se basa en la razón y rechaza los
argumentos basados en la autoridad o en los dogmas. Para la filosofía no hay ninguna verdad
que escape a la indagación racional. Cuando filosofamos todo puede ser cuestionado.
¿Cómo podemos saber si un texto determinado pertenece al ámbito de la religión o de la filosofía? La
respuesta es sencilla. Cuando el autor hace afirmaciones que se basan en la fe, en lo que dicen las
escrituras o en lo que deben aceptar los creyentes, el discurso es religioso. Cuando el autor ofrece
explicaciones racionales y argumentaciones, está haciendo filosofía.
Emile Durkheim -> XIX

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Cuadro: Moais de la Isla de Pascua (Chile) (XIII-XVI) -> La actitud religiosa se diferencia de la filosófica
porque se basa en la fe.

6. Arte y filosofía

Los griegos utilizaban el mismo término (logos) para referirse a la razón y a la palabra.

La razón filosófica es una razón discursiva, porque para hacer filosofía necesitamos el lenguaje. Con
las palabras los filósofos elaboran conceptos, argumentaciones y teorías con las que tratan de aclarar
las cuestiones que les preocupan.

La literatura es una forma artística que aspira a crear belleza utilizando para ello las palabras.
El objetivo del arte – y por tanto también de la literatura - es producir sentimientos. Cuando leemos
lo que buscamos es disfrutar con la belleza del lenguaje, entretenernos y vibrar con las emociones que
le texto nos evoca.

Esto es lo que nos permite distinguir la literatura de la filosofía. Cuando el objetivo principal de un
texto sea emocionarnos y producir belleza, estaremos ante una obra literaria. En cambio, cuando el
propósito central de un texto sea buscar respuestas, estaremos ante una obra filosófica. Sin embargo,
en ocasiones ambos aspectos – el filosófico y el literario – aparecen unidos. Por ejemplo, con las obras
de Platón, que son capaces de transmitirnos pensamientos de gran profundidad con un lenguaje
extraordinariamente hermoso.
Friedrich NIETZSCHE -> XX

III. LAS RAMAS DE LA FILOSOFÍA

7. Los dos usos de la razón

La filosofía intenta contestar estas cuestiones utilizando la razón en dos sentidos uno teórico y otro
práctico.

El uso teórico de la razón consiste en utilizar nuestra razón para conocer.


Esto es lo que hacemos cuando tratamos de contestar preguntas acerca de las realidades que
existen, de la forma en la que podemos alcanzar la verdad o de la manera en la que tenemos que
ordenar nuestros pensamientos.

El uso práctico de la razón consiste en emplear la razón para actuar.


Es lo que sucede cuando decidimos cómo comportarnos, cuando pensamos cuál puede ser la mejor
manera de organizar nuestra convivencia o cuando analizamos qué acciones son justas o injustas.

El filósofo Immanuel Kant partió de esta distinción para desarrollar su pensamiento. Sin embargo, Kant
insistía en recordar que la razón es única. Las personas no tenemos dos razones, sino solo una, que
podemos emplear para hacer dos cosas diferentes.

La distinción entre los dos usos de la razón puede servirnos para clasificar las preguntas de la filosofía.
Las cuestiones que tengan que ver con el conocimiento corresponderán a la razón teórica. Las
preguntas relacionadas con el comportamiento y la acción a la razón práctica.

Actualmente, los filósofos suelen clasificar las cuestiones filosóficas en las siguientes ramas
principales:

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El uso teórico de la razón comprende, entre otras ramas filosóficas, la lógica, la epistemología,
la metafísica y la antropología filosófica; el uso práctico incluye, entre otras, la ética, la filosofía
política y la estética.
Rafael GAMBRA -> XX

8. La racionalidad teórica

8.1. La lógica

La lógica es la parte de la filosofía que estudia los razonamientos.


Este estudio es de especial importancia porque toda la filosofía se basa en el uso de la razón. La lógica
nos ayuda a comprender cuándo un razonamiento está bien construido. Esto resulta fundamental
para que podamos argumentar y organizar nuestros pensamientos de forma adecuada.

La lógica fue inicialmente desarrollada por el filósofo griego Aristóteles hacia el siglo IV a.C. Aristóteles
consideraba que la lógica era una herramienta al servicio del pensamiento, y por eso creía que debía
servir como base para organizar nuestros razonamientos filosóficos.

El carácter instrumental de la lógica explica su utilidad y su importancia. Se trata de una disciplina muy
valiosa, que debemos conocer si queremos pensar con rigor. Por este motivo, a menudo se ha
considerado la lógica como una disciplina preparatoria para la filosofía. En efecto, si queremos
filosofar, primero debemos aprender a formular correctamente nuestros razonamientos para evitar
errores.

Sin embargo, es importante recordar que la lógica solo nos enseña cómo hay que organizar los
razonamientos para que estos estén bien formulados. La lógica no nos puede decir si las afirmaciones
que utilizamos son verdaderas o falsas. Tan solo nos puede señalar si los razonamientos que
empleamos están bien estructurados o no.

La lógica nos ayuda a detectar errores en nuestros razonamientos. Los razonamientos que a primera
vista parecen bien construidos, pero que en realidad son incorrectos, se llaman falacias. La lógica nos
enseña a detectar las falacias y a distinguirlas de los razonamientos bien formulados.

Las falacias son muy frecuentes en nuestras conversaciones ordinarias. Si estudias lógica, podrás
descubrir estos fallos. Así aprenderás a razonar adecuadamente y evitarás ser engañado con sofismas
(falacia intencionada. Un sofisma es un razonamiento incorrecto que se elabora intencionadamente
con el propósito de confudir o engañar al interlocutor) y con argumentos incorrectos.
Dan Cryan, Sharron Shatil, Bill Mayblin -> XX

8.2. La metafísica

Una filosofía primera

Aristóteles fue el primer filósofo que trató sistemáticamente la metafísica. Aristóteles pensaba que
cada una de las ciencias se ocupa de estudiar un tipo de seres específicos.

Sin embargo, Aristóteles creía que, más allá de las diferencias que hay entre estas distintas realidades,
todas ellas comparten una propiedad fundamental: su existencia. Por eso Aristóteles consideró
necesario crear una nueva disciplina que se ocupase de estudiar las propiedades generales de todo lo
que existe.

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Aristóteles llamó "filosofía primera" a esta disciplina que estudia las propiedades generales de los
seres que existen. Hoy en día a esta rama de la filosofía la llamamos metafísica.

La metafísica es la parte de la filosofía que estudia la realidad.


Se trata de una rama muy general y abstracta de la filosofía que examina las propiedades que tienen
todos los seres simplemente por el hecho de ser.

La metafísica también se plantea preguntas acerca del cambio y la permanencia. El objetivo que
persigue es aclarar cuáles son las realidades que verdaderamente existen, más allá de las simples
apariencias.

La importancia de la metafísica

La metafísica tiene fama de ser oscura y difícil de entender, y hay críticas hacia los filósofos que la
emplean como ella en sí. ¿Están justificadas estas críticas?

La metafísica es fundamental, porque cualquier sistema filosófico siempre parte de alguna


interpretación sobre la realidad.

Estudiar metafísica puede servirte, entre otras cosas, para descubrir cuáles son las ideas sobre la
realidad que están en la base de nuestras palabras y creencias cotidianas.
Aristóteles -> I d.C.

8.3. La filosofía del conocimiento

La filosofía del conocimiento estudia cómo conocemos la realidad. Hay una diferencia muy importante
entre preguntarse qué es lo que existe y plantearse cómo conocemos lo que existe. La filosofía del
conocimiento trata de responder la segunda cuestión.

La parte de la filosofía que se plantea preguntas acerca del conocimiento se llama gnoseología.
En ocasiones los filósofos distinguen la gnoseología de la epistemología.

La epistemología es la rama de la filosofía que trata cuestiones relacionadas con la ciencia.


La gnoseología es una disciplina más general que incluye a la epistemología.

La filosofía del conocimiento nació en la antigua Grecia. Los primeros filósofos insistieron en
diferenciar la apariencia de la verdadera realidad. Solo podemos decir que conocemos algo de verdad
cuando somos capaces de ir más allá de lo que parece para captar lo que las cosas verdaderamente
son. Por eso tiene sentido analizar cuidadosamente cómo conocemos.

La gnoseología es la disciplina que se ocupa de estudiar el modo en que funciona el conocimiento


humano. Para ello presta especial atención a la manera en que podemos alcanzar la verdad sin
dejarnos engañar por las apariencias.

Hoy en día, tras el desarrollo de la ciencia moderna, los filósofos del conocimiento se hacen preguntas
acerca del método científico y de los límites de la razón humana para comprender la realidad.

ME FIJO

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En ocasiones se distingue entre la metafísica y la ontología, aunque no siempre resulta fácil. Para
aclarar esta cuestión podríamos decir que la metafísica es una disciplina que estudia el problema
de la realidad. La ontología, en cambio, estudia los seres que existen. La palabra ontología
proviene del griego y significa “estudio del ser”. Así pues, la ontología es la parte de la filosofía
que se dedica a estudiar los seres existentes.

8.4. La antropología filosófica

La antropología filosófica se plantea preguntas acerca del ser humano.


Esta rama de la filosofía trata de aclarar cuáles son las características básicas que todos los humanos
compartimos y que, a su vez, nos distinguen de los demás animales. Asimismo, la antropología
filosófica analiza la relación que hay entre nuestro cuerpo y nuestra mente, y examina preguntas
acerca del valor, el sentido y la importancia de las personas.

La antropología, entendida como el estudio del ser humano, también ha dado lugar a una ciencia
llamada antropología cultural.

La antropología cultural estudia las costumbres, creencias y formas de vida de los diferentes
pueblos que existen en nuestro planeta.
Como se basa en la observación y el estudio empírico de las culturas humanas, la antropología cultural
es una ciencia.

9. La racionalidad práctica

Existen otras ramas filosóficas que se asocian al uso práctico de la razón, porque se ocupa de la acción
y no del conocimiento.

9.1. La ética

La ética se ocupa de responder preguntas relacionadas con la moral.


Al actuar, las personas orientamos nuestra conducta de acuerdo con valores, normas y criterios que
distinguen lo que está bien de lo que está mal. Estas pautas que diferencian lo correcto de lo incorrecto
forman nuestra moral. Cada persona tiene sus propias reglas morales, que están a menudo influidas
por el conjunto de creencias y expectativas que existen en la sociedad donde se vive.

La ética es una reflexión teórica sobre los fundamentos de la moral.

9.2. La filosofía política

La política se ocupa de la organización de la vida en común y la convivencia. Esto puede analizarse


desde dos perspectivas diferentes, la ciencia política y la filosofía política.

La ciencia política estudia la sociedad mediante la observación y la investigación empírica. La


filosofía política trata sobre la legitimidad y los principios de justicia de las formas de
organización política.
La filosofía política se plantea más bien cómo debería organizarse la sociedad para que reine la justicia
y podamos convivir satisfactoriamente.

9.3. La estética

La estética es la rama de la filosofía que se ocupa de la belleza y del arte.


Es habitual suponer que el sentimiento de lo bello es únicamente una cuestión personal. Se suele
pensar que acerca de la belleza cada cual tiene una opinión diferente que debe ser respetada.

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Pero a pesar de ello, cuando sentimos que algo es verdaderamente bello nos da la impresión de que
esa belleza está por encima de nuestra valoración personal. Es como si lo bello se nos impusiera,
como si su evidencia y su fuerza nos obligaran a reconocer la hermosura que está ante nosotros.

Por eso a veces nos cuesta tanto comprender los gustos estéticos de los demás cuando no coinciden
con los nuestros.

9.4. Otras disciplinas filosóficas

Las ramas que hemos visto no agotan las cuestiones filosóficas. Existen disciplinas filosóficas que se
ocupan de examinarlas.

Antes de la aparición de la ciencia positiva en el Renacimiento, encontramos en las obras filosóficas


cuestiones que actualmente forman parte de las ciencias empíricas.

Esto sucede, por ejemplo, con la cosmología, que es la disciplina que se ocupa del estudio global del
universo. Los filósofos antiguos estaban muy interesados por describir la estructura del universo. En
sus escritos filosóficos propusieron elaborados modelos que pretendían explicar el origen y el
funcionamiento del cosmos.

En la actualidad, la cosmología forma parte de la física y nos ofrece explicaciones sobre el universo
apoyándose al tema de Dios de dos maneras distintas, por lo que la teología puede enfocarse de dos
modos diferentes.

La teología forma parte de la religión cuando nuestro conocimiento sobre Dios se basa en la fe, las
creencias, las escrituras sagradas o la tradición. Pero la teología es una rama de la filosofía cuando
nuestro conocimiento sobre Dios se basa en la razón.

En tiempos más recientes, la filosofía ha experimentado un notable desarrollo que ha conducido a la


aparición de nuevas ramas filosóficas. Una de las más importantes es la filosofía del lenguaje, que
trata acerca de las palabras que empleamos para comunicarnos. Otra rama de gran relevancia en la
actualidad es la filosofía de la mente, que reflexiona sobre el pensamiento y la conciencia, así como
sobre las posibilidades y limitaciones de la inteligencia artificial. La filosofía de la historia también es
una rama de gran interés, puesto que trata de aclarar si los acontecimientos históricos tienen un
sentido que nos permita comprender el modo en que ha ido evolucionando la humanidad a lo largo
del tiempo.

Cuadro: Línea transversal (1923) -> La estética se plantea preguntas filosóficas relacionadas con el
arte y la belleza.

IV. LOS CAMINOS DEL PENSAR

10. Métodos y herramientas de la filosofía

Filosofar es emprender una investigación en busca de la verdad mediante el uso de la razón. Solo
podemos realizar esta tarea con éxito si dominamos las herramientas de la filosofía.

Para poder formular un problema filosófico y para poder darle alguna respuesta resulta
imprescindible utilizar el lenguaje. Desde el inicio del pensamiento racional en la antigua Grecia, la
indagación filosófica ha estado siempre unida a una reflexión acerca de las palabras que utilizamos
para nombrar la realidad y para plantearnos preguntas.

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10.1. El sentido de los conceptos

En filosofía resulta de gran importancia aclarar el sentido exacto que tienen los conceptos que
usamos para pensar. Esto requiere que seamos capaces de definir adecuadamente los términos que
empleamos, distinguiéndolos de otros conceptos y sabiendo cómo emplearlos en la práctica de
manera adecuada. Todo este trabajo de conceptualización resulta esencial para delimitar con rigor el
significado de las palabras que empleamos en nuestra búsqueda filosófica.

El lenguaje que usamos para comunicarnos es un patrimonio común que pertenece a todos los que
emplean una misma lengua. Como el lenguaje es una realidad compartida resulta que el significado
de los conceptos no es privado, sino que es producto del modo en que los hablantes usan las
palabras. Por eso el diálogo es una herramienta filosófica tan importante desde los inicios del
pensamiento.

Puesto que el lenguaje nos pertenece a todos, la mejor manera de aclarar el sentido de los
conceptos que empleamos consiste en buscar este significado conjuntamente contrastando nuestras
diferentes maneras de entender el modo en que pueden usarse las palabras. De hecho, para algunos
filósofos, como Sócrates o Platón, el diálogo era la principal herramienta del pensamiento. Para
ellos, hablar con los demás para contrastar racionalmente nuestros distintos puntos de vista era el
camino más adecuado para encontrar la verdad.

Sócrates -> V a.C.

La argumentación

Cuando entablamos un dialogo racional con otra persona, lo que hacemos es relacionar distintas
afirmaciones para ver cuáles resultan más adecuadas y cuáles parecen menos plausibles. Para
realizar esta tarea necesitamos dominar el arte de la argumentación que es otra herramienta en la
filosofía.

Argumentar consiste en elaborar razonamientos que nos sirvan para apoyar o discutir un
determinado punto de vista.
Para hacer filosofía es muy importante saber distinguir razonamientos correctos de los incorrectos,
porque toda la argumentación que hemos elaborado se vendrá abajo si no son válidos.

Las preguntas

Otra técnica filosófica es la de formular buenas preguntas. La filosofía siempre parte de las
cuestiones que nos planteamos, aunque rara vez capaz de ofrecer respuestas definitivas.

En filosofía a menudo el interrogante es más importante que las posibles respuestas, porque una
buena pregunta puede ayudarnos a descubrir nuevas perspectivas sobre las cuestiones que nos
preocupan. Por eso, un aspecto esencial de la actividad filosófica es la capacidad de problematizar
las afirmaciones de los demás.

En lugar de aceptar sin más lo que los demás piensan, la filosofía nos invita a explorar esas ideas
para identificar sus posibles problemas o inconsistencias.

La escritura

Si queremos exponer y articular nuestras ideas filosóficas resulta de ayuda recurrir a la escritura.

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Para hacer filosofía necesitamos aprender a desarrollar por escrito lo que pensamos de una
manera rigurosa, ordenada y comprensible.
Por escrito es más fácil explicar lo que queremos decir, desarrollando ordenadamente nuestras ideas
y aclarando nuestros argumentos con ejemplos concretos. Además, la escritura facilita la tarea de
explorar a fondo nuestras ideas, profundizando en ellas y contrastándolas con otros puntos de vista.

Para ello puede ser necesario recurrir al análisis, que consiste en descomponer el pensamiento en
los elementos que lo constituyen para explorar cada uno de estos aspectos por separado. También
puede ser precisa la capacidad de síntesis, con la que reunimos e integramos en una unidad
coherente distintas partes previamente separadas.

11. Recursos para filosofar

Durante mucho tiempo la fuente más importante para cultivar el pensamiento han sido los textos
filosóficos. Por ende, es de gran importancia el comprender e interpretar adecuadamente dichos
textos del pasado.

La hermenéutica se dedica a la interpretación de los textos filosóficos.

Aunque los textos del pasado son importantes en nuestra tradición filosófica, lo cierto es que hay
muchas otras formas a las que podemos recurrir, como las imágenes. Por ejemplo, a partir del
cuadro de Las Meninas de Velázquez, el filósofo francés Michel Foucault elaboro una aguda reflexión
filosófica sobre la representación pintoresca y sobre el papel del sujeto en la época moderna.
Michel FOUCAULT -> XXI
11.1. La importancia de las actitudes

¿En qué consiste la actitud filosófica hacia la realidad? En primer lugar, en la capacidad de
plantearnos preguntas, para lo cual hace falta maravillarnos con las cosas que nos rodean. La actitud
filosófica implica además un ansia de saber.

La filosofía es una actividad radical, porque no se queda satisfecha con explicaciones parciales o
incompletas, sino que aspira a profundizar para llegar a la raíz última de las cosas.
Por eso la actitud filosófica implica también ponerlo todo en cuestión, dudar, indagar e investigar.

Este es el sentido ultimo que tiene la palabra filosofía, que como sabes significa “amor a la
sabiduría". El verdadero filósofo no es quien se considera sabio, sino que es alguien que reconoce su
ignorancia pero que trata honesta y sinceramente de buscar la verdad, aunque esta sea muy
diferente de sus opiniones o de sus creencias personales.

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