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La Revolución Industrial transformó la producción y la sociedad a través de la mecanización e innovaciones como la máquina de vapor entre fines del siglo XVIII y el siglo XIX. Llevó a una migración masiva a ciudades y la introducción de la línea de ensamblaje. Aunque generó desafíos sociales, sentó las bases para el desarrollo industrial moderno.
La Revolución Industrial transformó la producción y la sociedad a través de la mecanización e innovaciones como la máquina de vapor entre fines del siglo XVIII y el siglo XIX. Llevó a una migración masiva a ciudades y la introducción de la línea de ensamblaje. Aunque generó desafíos sociales, sentó las bases para el desarrollo industrial moderno.
La Revolución Industrial transformó la producción y la sociedad a través de la mecanización e innovaciones como la máquina de vapor entre fines del siglo XVIII y el siglo XIX. Llevó a una migración masiva a ciudades y la introducción de la línea de ensamblaje. Aunque generó desafíos sociales, sentó las bases para el desarrollo industrial moderno.
La Revolución Industrial fue un periodo de transformación económica, social y
tecnológica que tuvo lugar principalmente en Gran Bretaña a finales del siglo XVIII y se extendió a otras partes del mundo durante el siglo XIX. Se caracterizó por el cambio de métodos de producción agrícola y manufacturera, así como por el desarrollo de nuevas tecnologías.
Las principales características de la Revolución Industrial incluyen la transición de
la producción manual a la maquinaria, el aumento de la eficiencia en la producción gracias a la mecanización, el crecimiento de las ciudades y la migración masiva de la población rural a los centros urbanos en busca de empleo en fábricas. Además, se produjo un cambio en la organización del trabajo con la introducción de la línea de ensamblaje y la especialización de tareas.
Las innovaciones tecnológicas clave durante este periodo incluyeron la máquina
de vapor, la hiladora mecánica, la locomotora y la producción en serie. Estos avances no solo transformaron la producción de bienes, sino que también tuvieron un impacto significativo en la sociedad, cambiando las formas de vida, la estructura económica y las relaciones laborales.
A pesar de los beneficios económicos y tecnológicos, la Revolución Industrial
también trajo consigo desafíos sociales, como las malas condiciones laborales, la explotación infantil, la urbanización descontrolada y la desigualdad económica. A lo largo del tiempo, la Revolución Industrial marcó el inicio de la era moderna y sentó las bases para el desarrollo industrial y tecnológico que caracteriza al mundo contemporáneo.