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1.

INVOQUÉ TU NOMBRE
I

Invoqué tu nombre, pues mi alma moría.


En mi desaliento me acordé de ti.
Con brazos abiertos, imploré tu ayuda
y dulce socorro en mi desamparo recibí de ti.
CORO:
Bendigo tu nombre, Señor de la vida.
Bendigo tu nombre por tanta bondad.
Levanto mis manos ante tu presencia
para agradecerte, y es tu amor inmenso
que me hace cantar.
II

Hoy guardo recuerdos, de amargos momentos,


de días de pruebas que tanto sufrí.
Ahora contigo, me siento seguro,
pues mi alma proteges y en tu amor inmenso
habré de vivir.

2. DESESPERADO
I
Desesperado me encuentro Señor.
Ayúdame hoy, yo quiero saber lo que debo hacer.
Muéstrame el camino que debo seguir.
Señor por mi bien yo quiero vivir un día a la vez.
CORO:
Un día a la vez mi Cristo es lo que yo quiero de ti.
Dame las fuerzas para vivir un día a la vez.
Ayer ya pasó mi Cristo, mañana no sé si vendrá.
Ayúdame hoy, yo quiero vivir un día a la vez.
II

Tú ya viviste entre los hombres Señor.


Tú sabes que hoy el mundo está peor,
y es mucho el dolor.
Hay mucho egoísmo y mucha maldad.
Señor por mi bien yo quiero vivir un día a la vez.
3. EL PODER DE DIOS
I
El poder de Dios se muestra en cada amanecer,
en la rosa, en el aire y el atardecer.
En la noche más oscura su poder se ve,
sí, tú puedes creer en Él.
II
Aunque todo pareciera que va a fracasar,
aunque todos te dejaren él te ayudará.
En sus manos tan preciosas esculpida estás,
porque Él es tu amigo fiel.
CORO:
Lo puedes ver, el suplicio, el madero
y esa noche cruel. Trae a mi alma la alegría
de saber que en Él, en Él, hay un amigo fiel.
Puedes oír, el llamado de este amigo que te dice:
“Ven, ya no sufras hijo mío”. Jesús está aquí,
sí, tú puedes venir a Él. -coro-

4. SI DURO ES EL CAMINO
I
Te quiero preguntar hermano porqué estás
quedado en el camino. Te sientes perecer
porque tu corazón hoy llora de dolor.
Te sientes fracasar, muy triste tú estás.

CORO:
Si duro es el camino y solo hoy te cuesta más,
si todos tus amigos te dejan y se van.
Jesús no te abandona, Él siempre es amigo fiel.
Te llevará consigo a la eternidad.

II
Aquí este mundo cruel, pronto se acabará,
pues todo es pasajero. El reino de Jesús,
se acerca más y más. ¡Qué glorioso será!
Corona incorruptible los fieles tendrán.
5. ÁNGELES DE DIOS
I

Si sentís un murmullo muy cerca de ti.

Un ángel llegando para recibir

todas tus oraciones y llevarlas al cielo.

Así, abre el corazón y comienza a alabar,

el gozo del cielo todo sobre el altar.

Hay un ángel llegando y bendiciones en sus manos.

CORO:

Hay ángeles volando en este lugar.

En medio del pueblo y junto al altar,

subiendo y bajando en todas las direcciones.

No sé si la iglesia subió o si el cielo bajó

si sé que está lleno de ángeles de Dios,

porque el mismo Dios está aquí.

II

Cuando los ángeles pasan, la iglesia se alegra,

ella canta, ella llora, ella ríe y congrega.

Enfrenta al infierno y disipa el mal.

Siente la brisa del vuelo de tu ángel ahora,

confía hermano pues esta es tu hora,

la ben-dición que hoy te vas a llevar.


6. ORA MI HERMANO
I
Pedro en la cárcel espera aquella sentencia de su hora final,
ya a Jacobo han matado a otros golpeado y de él qué será.
Pero la iglesia oraba, Dios la escuchaba y su mano movió,
envió un ángel del cielo que a Pedro libró.

CORO:

Ora mi hermano que hay almas que sufren cadenas, que sufren prisión.
Ora mi hermano por el que tendido sin fuerza el camino dejó.
Ora ferviente si el mundo ha atado a tu hermano, a vicios y error.
//Ora iglesia porque tu oración llega a Dios// (repite última vez)

II
Mientras la iglesia oraba, aquella prisión se iluminó.
Levántate pronto Pedro, ciñe tus sandalias el ángel le habló.
Las cadenas se cayeron las puertas se abrieron, esto sucedió,
porque la iglesia oraba y Dios la escuchó.

7. SI HAS PERDIDO LA CONFIANZA


I
Si has perdido la confianza que pusiste en el Señor,
y tus fuerzas ya te faltan porque es grande tu dolor.
//Recuerda que Jesús, nunca te desamparó
y en las pruebas que tuviste te ayudó.//

II
Has dejado de orar, ya no cantas al Señor,
ahora tienes una piedra donde hubo un corazón.
//Has perdido el gozo santo del Espíritu de Dios
¿Qué has hecho del talento que Él te dio?//
III

Mas tus lágrimas están en las manos del Señor.


Tu esfuerzo y tu trabajo no fue en vano para Dios.
//Lo que esperas recibir, ten confianza lo tendrás
si te humillas al Señor de corazón.//

IV
Aunque todos te dejaren Él de ti se acordará.
En tu hora más difícil el Señor te ayudará.
//Porque has puesto la confianza en el Señor Jesús,
y sólo en Él recibirás consolación.//

8. ALABAR A DIOS

I
Si tu quieres alabar a Dios,
tendrás que saber que no basta la voz.
La alabanza que brota de labios
no llega hasta el cielo, no honra al Señor.

CORO:
Lo importante es cantar con el alma
lavada en la sangre de Cristo el Señor.
Lo importante es darle las gracias
con todas las fuerzas de tu corazón.
II
Si tu vida no es santificada, III
si guardas pecado en tu corazón.
Sobre todas las cosas hermosas
Es mejor que no cantes entonces
sin antes ponerte a cuenta con Dios. ponedlo a Jesús en cada canción.

Porque Él es autor de tu vida,

si vives, si cantas es por el Señor.


9. NO DEJES DE LUCHAR
I
Yo sé que el camino es muy largo,
y que a veces la carga es pesada
y que es fácil poner la mirada en cosas que perecerán.
Te digo una cosa yo sé Jesús nunca te dejará
no hay otro amigo más fiel
y en Él solo debes confiar.

CORO:
No, no dejes de luchar porque
Satanás se aprovechará, y que triste
será volver a verte una vez más
caído, rendido y sin fe... no dejes de luchar.

II
Yo sé que el camino es de espinas,
y que a veces lastiman el alma
y no puedes seguir las pisadas
de aquel que primero pasó.
Esfuérzate y toma su mano.
Jesús no te abandonará,
no quites de él la mirada
en Él sólo debes confiar.

10. EN ESTE DÍA FELIZ


En este día feliz, en este santo lugar,
quiero tener un encuentro con Dios.
Su amor es real y su paz gozaré,
quiero tener un encuentro con Dios.
Quiero tener un encuentro con Dios
en este santo lugar de oración.
Su amor es real y su paz gozaré.
Quiero tener un encuentro con Dios.

11. TENGO MANSIONES


I
Llevome Cristo en visiones al cielo
y me mostró la Jerusalén.
Ciudad hermosa en los cielos habitada
para morada de todo fiel.

CORO:

Tengo mansión más allá de los cielos,


en ese sitio do Cristo está.
Y cuando venga promesa cumplida
con él al cielo nos llevará.

II
Sus doce puertas son de perlas preciosas
y la ilumina gran claridad.
Y las naciones que fueron salvadas
eternamente allí estarán.

III
El primer cielo y la tierra pasaron,
también los mares ya no serán.
Y nuestras penas, dolores y afanes
al mismo tiempo terminarán.
IV
Un cielo nuevo, una tierra esplendente,
calles de oro, mar de cristal.
Preciosa perla resplandeciente
es la hermosa y bella ciudad.

12. CUÁN GLORIOSA SERÁ LA MAÑANA

I
Cuán gloriosa será la mañana
cuando venga Jesús el Salvador.
Las naciones unidas como hermanas
bienvenida daremos al Señor.

CORO:
No habrá necesidad de la luz, el resplandor
ni el sol dará su luz, ni tampoco su calor.
Allí llanto no habrá, ni tristeza, ni dolor
porque entonces Jesús el Rey del cielo
para siempre será consolador.

II
Esperando la mañana gloriosa
para dar la bienvenida al Dios de amor.
Donde todo será color de rosa
en la santa fragancia del Señor.

III
El cristiano fiel y verdadero
y también El obrero de valor,
y la iglesia, esposa del Cordero
estarán en los brazos del Señor.

13. HAY UNA SENDA


I
Hay una senda que el mundo no conoce.
Hay una senda que yo pude encontrar.
//En Cristo tengo la salvación de mi alma.
Cristo es la senda que yo pude encontrar.//
II
Las amistades y todos mis parientes
fueron la gente que yo relacioné,
//me aborrecieron a causa de su nombre
cuando supieron que a Cristo me entregué.//
III
Aquel camino de tantos sufrimientos.
Aquel camino que el cielo me trazó,
//fue transformado en aquel feliz momento
cuando mi Cristo a su lado me llamó.//

14. LEVÁNTATE
I
Hasta el Enebro, llegó Elías,
estaba cansado allí se acostó y se durmió.
Pero el Señor lo despertó, largo camino
aún te resta levántate.
CORO:
Levántate, levántate, tu eres mi siervo
no estés así, levántate.
Levántate, levántate no estés así.
Te necesito para mi obra pero de pie.
II
Si en el Enebro te has quedado,
y tus problemas te quitan fuerzas
para trabajar. Mira a Jesús, él no se cansó.
Largo camino aún te resta, levántate.
15. EN ESTA NOCHE
I
En esta noche mi Señor he comprendido
que eres mi escudo, también mi protector,
que estás conmigo Señor a cada instante
y ya no temo porque tú me guardarás.

CORO:
Siento tu mano Señor sobre mi vida.
Siento tu gracia Señor sobre mi ser.
//Y oigo tu voz diciéndome al oído
yo estoy contigo y no te dejaré//

II
Por mucho tiempo mi Señor yo tuve
miedo y como Pedro te quise yo negar.
Pero al mirarte Jesús sentí vergüenza
y arrepentido me puse a llorar.
16. FRENTE A UNA FLOR
I
Frente a una flor yo me detuve a ver un día,
lo singular de la belleza que hizo Dios.
Si Salomón con todo el lujo que tenía
no consiguió vestir como una simple flor.
Si lo silvestre de la vida es tan hermoso
como lo expresan las abejas del panal.
Si el Señor cuida de cosas tan pequeñas,
Oh cuánto más no cuidará la humanidad.

CORO 1:
Frente a una flor mi corazón
se eleva a Dios en oración,
y en cada pétalo un misterio hay para mi.
Y las tristezas que sufrí se desvanecen frente a Dios.
Porque si él cuida de una flor, cuida de mi.
II
Y la canción que vuela por el aire manso,
Tiñe de ensueño la armonía vegetal.
Aunque los hombres hagan cosas muy hermosas,
la simple flor me está diciendo mucho más.
La flor no es fruto del evolucionismo,
no puede ser fruto de la casualidad,
no es la suma del espacio más el tiempo,
ni mutaciones selectivas del azar.

CORO 2:
La flor fue hecha por un Dios que es creador universal,
inteligente, afectivo y personal.
El azar nunca creará, belleza viva e integral,
son pinceladas de alguien que sabe pintar.

17. CLAMA A MÍ
I
Hay momentos en la vida donde todo oscuro está,
no encuentras la salida a tu triste condición.
Mas hoy debes recordar que la llave tienes ya
para abrir puestas de gracia, sólo tienes que orar.

CORO:
Clama a mí (con fe), dice el Señor.
Clama a mí con fe, y yo responderé.
No tardes más, fuerza y gracia alcanzarás.
Ven pide hoy con fe la respuesta llegará (sí llegará).

II
Te encuentras hoy cautivo del pecado y la aflicción.
Te persigue el enemigo, te ha robado la oración.
Mas hoy debes recordar que la llave tienes ya
para abrir puertas de gracia sólo tienes que orar.

18. NO HAGAMOS LLORAR A DIOS


I
Yo vi en visión hermosa llorar a mi maestro,
le pregunté a mi Cristo, porqué lloraba Él.
Este es mi pueblo amado, es muy desobediente,
no sigue las pisadas que yo les ordené.
De ver llorar a Cristo expresando sus quejas
que tenía del hombre que tanto amaba Él,
Un nudo en mi garganta ahogaba mi lamento,
pero Cristo me dijo mi siervo seme fiel.
CORO:
//No hagamos más llorar a Dios
su llanto me entristece, me aflige el corazón.//

II
Hoy pueden comprender que una es mi doctrina.
//Señor// me dicen, mas todos no entrarán.
Señales me han pedido, señales les han dado
pero mi pueblo insiste en desobedecer.
Si mi pueblo se humillare y viniere a mi presencia
yo les perdonaría de todo corazón.
Entonces mandaría lo que tanto esperaban
un gran avivamiento y quién lo apagará.
19. ELEVO MI CANCIÓN
I
No existen palabras en el mundo
con las que yo pueda expresar
la inmensa gratitud que siento tan solo al cantar.
La gente le canta a la vida
y entona canciones de amor.
Yo quiero agradecer con el canto de mi voz.

CORO:
//Y elevo mi canción
como el ave que puede volar,
tan lejos hasta llegar al altar de mi Dios,
y sé que hasta el final Dios será mi razón de cantar,
pues mi voz es talento que Dios me ha querido entregar.//
II
No canto al placer de esta vida,
ni alabo lo que es vanidad,
yo llevo en mi canción salvación para la humanidad.
Cantando voy con mi guitarra
y aquel que me quiera escuchar
tendrá que saber que a Jesús sólo quiero cantar.

20. AMOR TAN GRANDE


I
Amor tan grande profundo y sublime
Es el amor de mi salvador
No hay nada en el mundo
Que pueda igualarse
Al tierno amor de mi salvador.

CORO:
//Dios de Amor//
Sólo eres tu el Dios de amor
No hay otro Dios fuera de ti
Sin tu poder //para mi no hay amor//

II
Tan solo él nos libra
Nos protege y nos guarda
De todos los males que existen aquí
Por eso le alabo con toda mi alma
Porque me ha dado Jesús dulce calma.

21. NO TE FÍES DEL MAÑANA


I
Cuántas veces hemos llegado a la casa del Señor,
Cuántas veces hemos doblado las rodillas en oración,
pero nada hemos sentido y así nos hemos ido,
sin oír la dulce voz de Dios.
Si otra vez hemos llegado en la misma condición,
pues no vasta tu presencia si no hay consagración,
no te vallas a tu casa sin la bendición de Dios.
Quizás sea ésta tu última ocasión.

CORO:
No te fíes del mañana, que el mañana no es nuestro.
Cristo hoy te está llamando,
dio su sangre por salvarte en aquella horrenda cruz,
tus errores y pecados el pagó.
No hagas vano su martirio
porque un día darás cuenta ante el grande tribunal
si no escuchas su tierno llamar: Ven a Jesús.

II
Los problemas y tristezas de esta vida terrenal,
han logrado distraerte del tesoro celestial,
ya no sientes la presencia del Espíritu de Dios
y hasta culpas a tu hermano de tu error.
Quizás piensas que eres joven y no buscas al Señor,
te desvías por el mundo despreciando su perdón,
afanado y turbado has dejado de orar,
si la muerte te sorprende a dónde irás?

22. HUELLAS
I
Caminando solitario en una playa,
al mirar al cielo vi con emoción
//Que mis huellas se marcaban// junto a las de mi Señor.
Fue así como me dije no estoy solo,
Jesucristo va conmigo yo lo sé
y aunque a veces en mis días
se marchita mi alegría, Conmigo va el Señor.

CORO I
Huellas de mi Cristo, huellas de mi Dios.
Huellas que me hablan de su inmenso amor.
Ya no tengo dudas el conmigo va,
y en sus tiernos brazos me puede llevar.

II
Muchas veces en momentos de tristeza,
al mirar atrás le dije al Señor
//Veo sólo unas huellas// y las tuyas donde están?
Cuan ingrato me quedé cuando me dijo:
“Hijo de tu lado nunca me aleje,
esas huellas que veías esas huellas eran mías,
porque en brazos te lleve”.

CORO II
Huellas de mi Cristo, huellas de mi Dios.
Huellas que me hablan de su inmenso amor.
Huellas sacro santas que me dan valor.
Huellas que me dicen cuanto me ama Dios.
Ya no tengo dudas el conmigo va
y en sus brazos //me puede llevar//.

23. DAME TU MANO


I

A dónde volveré mis ojos oh Señor para encontrar ayuda,


de quién sino de ti socorro me vendrá en horas de aflicción.
En sombras o en luz, envuelto en gran quietud si oro me sustentas,
en paz o en aflicción la mano del Señor me da seguridad.

CORO:
Dame tu mano, toma la mía Dios amado.
Cuando estoy débil, me hace más fuerte tu poder.
Tu compañía y tu calor divina mano,
me lleva al cielo, donde un día te veré.
II
Riquezas y poder, fama y felicidad rasguñaron mis manos,
tratando de alcanzar lo que podía anhelar como supremo ideal.
Pero el mirarte a ti de pronto comprendí que estaba equivocado,
un mundo descubrí más allá de la cruz donde sangró tu mano.

III
En dónde encontraré refugio sino en ti que eres mi Dios amado,
las olas de este mar rodean sin cesar mi barca al navegar.
Pero Señor en ti confío en gran quietud, si oro me sustentas.
Porque eres tu mi Rey y puedo serte fiel hasta la eternidad.

24. NEHEMÍAS LLORÓ


I
Noticias le llegó, de su amado país,
no eran buenas no, sólo devastación.
La puerta se quemó, caído el muro está,
y el remanente fiel está en muy grande mal.
A nadie le contó, y Nehemías lloró,
el rey se conmovió y permiso le dio
para poder volver y así reconstruir
lo poco que quedó de su amada ciudad.

CORO:
Otra vez, volverá como ayer, el pueblo a adorar.
Y en el templo la gloria de Dios, mayor que ayer será.
Y en las calles de Jerusalén habrá restauración,
y en mi pueblo paz.

II
Concédenos Señor que aún podamos ver,
del polvo renacer, de las ruinas de ayer,
las piedras que quemó el fuego abrasador,
son vidas que el Señor aún puede restaurar.

25. LÁVAME SEÑOR


I
Aunque todos te dejaren, mi vida daré por ti.
Tu mis pies no lavarás Señor, eso me corresponde a mí.
//Si tus pies yo no lavare dijo el Señor, no tendrás parte en mi reino,
lo que tu hoy no comprendes, luego lo comprenderás.//

CORO:
//No sólo mis pies, también mis manos,
mi cabeza también, lávame Señor.
Necesito que me limpies, necesito que me limpies.//
II
Muchas veces como Pedro, también te negué Señor,
y he llorado amargamente al sentirme lejos de tu amor.
//Pero tus ojos tiernos me miraron y me dieron perdón,
sólo por tu amor que es grande, hoy estoy aquí Señor.//

26. LA CARTA A TIMOTEO


I
Ésta, es una carta que un siervo escribió,
Estando preso por la causa del Señor;
ya en su último tiempo que él vivió.
Así, aconsejaba a un hijo en la fe,
trayendo a su memoria aquella misma fe,
que en su abuela y en su madre habitó;
En ti…, aviva el fuego del don que Dios te dio,
no te avergüences de dar el testimonio del Señor,
ni de mi preso suyo por la voluntad de Dios.
CORO:
Ésta preciosa carta, que Pablo escribió,
ha llenado mi vida, también mi corazón.
El Espíritu Santo, por ella me enseñó,
como ser un buen soldado,
como ser un buen obrero,
obediente al Señor.
II
Éste siervo sufrido, incansable, luchador,
a Timoteo despedía con amor,
con bellas instrucciones para su labor.
Tú esfuérzate en la gracia del Señor Jesús,
se sobrio en todo y soporta la aflicción,
haz obra de evangelista, tu ministerio cumple fiel.
Tu… predica siempre la palabra de verdad,
exhorta con toda paciencia y doctrina sin dudar,
cual obrero que no hay nada que le pueda avergonzar.
Recitado:
“Pero tú se sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio. Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está
cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez Justo, en
aquel día; y no sólo a mi, sino también a todos los que aman su venida.” 2 Timoteo 4:5-
8

27. LA MUJER QUE TOCO EL MANTO

I
Si tan solo tocare sus vestiduras,

dijo alguien que frustrada se sintió.

Su problema era tan grande, pero en Jesús creyó

y abriéndose paso a la gente fue y le tocó.

Como esa mujer quiero ser, si tan solo pudiera creer

un milagro hoy recibiría si pudiera creer.

CORO:

Un milagro yo necesito, si pudiera creer

yo iría y le tocaría y virtud saldría de Él.

Un milagro tú necesitas, si pudieras creer

cambiaría la historia en tu vida;

Si tan sólo hoy pudieras creer.

II

Si tan solo pudiera vencer yo mis dudas,

entraría en el ambiente del milagro.

De seguro hoy recibiría, de mi fe el se agradaría


porque esto es lo que necesito para recibir.

Y si tú hoy preguntas quien fue

que extendió su mano de fe,

yo quisiera decir que fui yo, que creí y te toqué.

28. EL PODER DE LA ORACIÓN

El poder del cristiano está en la oración


el que ora constante
vencerá en todo tiempo la tentación.

El poder del cristiano está en Jesús


Y Cristo nos dijo: orad siempre, siempre
Porque la respuesta está en la oración.

CORO:
Y el enemigo caerá vencido
Caerá ante tus pies.
Y en toda lucha y en toda prueba
Tú podrás vencer.
Si oras ferviente con toda tu mente y tu corazón
Las fuerzas del mal querrán destruirte
Y tu fe herirte pero no podrán.

29. PON TU FE EN JESÚS

Dicen que la vida es amarga,

pero no, no lo es cuando se cree en Dios.

Y dicen que la carga es pesada,

pero no, no la es cuando la entregas a Dios.


CORO:

//Pon tu fe en Jesús y verás que fácil es,

compartir, vivir, amar, caminar, correr, volar.

Pon tu fe en Jesús, y verás que tú podrás,

luchar sin miedo a nada, y sin necesidad de espada,

si pones tu fe en Jesús//.

II

Dicen que el camino es muy largo,

pero no, no lo es cuando caminas con Dios.

Y dicen que luchar es en vano,

pero no, no lo es si luchas junto con Dios.

30. EL AFÁN Y LA ANSIEDAD


I
El afán y la ansiedad,
son problemas que al hombre le impiden esperar en Dios.
Lo que tengo, lo que tendré, si me falta, si me faltará,
la ansiedad por querer añadir un codo a mi altura.
Si consigo, si conseguiré, si me esfuerzo, tal vez llegaré.
Si no tengo ese bien anhelado, quizás no seguiré.
CORO:
¿Por qué buscais tesoro en la tierra,
Donde hay ladrones y todo es incierto?
Buscad primero el reino del Cielo y lo demás añadido será.
Este mensaje Jesús ya lo dijo:
Mirad las aves, los lirios del campo,
si ellas comen, si ellos se visten, a ti nada faltará.
II
Bendiciones nuevas por ti yo crearé
para que no dudes que yo te sustentaré.
Preocupado por lo que has de comer.
Preocupado por lo que has de beber.
Son las cosas que gente del mundo ansía en la tierra.
No temáis manada pequeña,
que del cielo enviaré providencia.
Porque donde este tu tesoro, estará el corazón.

31. ¿DÓNDE ESTÁ EL NIÑO?


I
¿Dónde está el niño? ¿el niño, dónde está?,
lo están buscando sus padres sin cesar.
Hace tres días que con ellos no está,
todo es tristeza angustia y gran pesar.

CORO I:
¿Dónde está? ¿el niño dónde está?
Quiero encontrarlo y llevarlo hasta mi hogar.
¿Dónde está? ¿el niño dónde está?
Quiero sentir esas caricias de bondad,
quiero escuchar esa voz tierna,
quiero sentir de su presencia.
Quiero encontrarlo y no dejarlo nunca más.

II
¿Dónde está el niño? ¿el niño, dónde está?
En los negocios del Padre Celestial,
allá en el templo lo pueden encontrar
y nuevamente todo es felicidad.
¿Dónde está el niño? ¿el niño dónde está?
Hermano mío, te quiero preguntar si lo has perdido
y triste tu estás hoy nuevamente lo puedes encontrar.

CORO II:
¿Dónde estás mi Cristo? ¿dónde estás?
Quiero encontrarte y llevarte hasta mi hogar.
¿Dónde estás mi Cristo? ¿dónde estás?
Quiero sentir esas caricias de bondad,
//quiero escuchar esa voz tierna,
quiero sentir de tu presencia.
Quiero encontrarte y no dejarte nunca más.//

32. VENGO ANTE TI


I
DO FA SOL
Vengo ante ti mi Señor para contarte lo que quizás
DO La m
Nadie podría entenderme ni siquiera podría escuchar.
FA SOL DO La m
Vengo a decirte que tengo miles de errores falencias sin par
FA SOL DO – DO 7
Ruego Señor que me ayudes te quiero agradar.

CORO:
FA SOL DO La m
Si tu manto yo tocare, seguro estoy que libre seré.
FA SOL DO La m
Si tu manto yo tocare mi alma tendrá el soberano poder.
FA SOL DO La m
Que al mundo has vencido por eso he venido Señor a tus pies
FA SOL DO
Dame Señor tu virtud porque quiero vencer.

II
DO FA SOL
Quiero contarte Jesús que este mundo me presiona más,
DO La m
y seguir tus pisadas día a día me cuesta más.
FA SOL DO La m
Pero la gran multitud no pudo apagar la fe de esa mujer.
FA SOL DO – DO 7
Dame Señor de tu gracia y aumenta mi fe.

33. TODO CAMBIO


I
Todo cambió en ese día, yo derrame mi alma a Dios y mi corazón.
Todo cambió cuando yo fui a él con amargura del alma llore y le clamé.
Si te dignares de mí y miraras mi aflicción y te acordares de mí
y no olvidares que sirvo soy.
Si tú me dieres hoy, lo que yo anhelo aquí, yo cantare así.
CORO:
Todo cambio ya no hay tristeza en mi
Dios me escucho, Dios se acordó de mí.
Y esa amargura que había en mi alma

Dios la cambió en dulce calma.


No hay aflicciones solo alegría, solo alegría.

II
Puedes cambiar si tú le clamas hoy y derramas tu alma a Dios y tu
corazón, puede cambiar si no escucharas aquel que te acusa sin ver tu gran
aflicción. Entonces dirás yo soy aquella mujer que atribulada fui Dios se
acordó de mí.
Lo que a Dios pedí el me lo dio aquí por eso canto así.

34. TE PREGUNTAS POR QUÉ


I
Te preguntas por qué Dios permite que a tu vida llegue la aflicción.
Por qué a tu alma la inundado la angustia y el dolor.
Parece un camino de derrota no encuentras explicación.
Mas si el Señor al mundo venció tu eres más que un vencedor.
CORO:
Cuando al calvario el ascendió parecía derrota pero resucitó
Y al tercer día de aquella tumba se levantó.
Quizá te sientas también derrotado pero no llores querido hermano
Ya viene el día en que la iglesia volará
Entonces será la gran desilusión del diablo que se cree un gran vencedor
El es un perdedor Jesús lo venció y a mí me salvó.
II
Ya no preguntes por qué el Señor hoy ha venido te quiere responder.
No ves la razón de tus lágrimas la sabe sólo él.
Cuando tú piensas que estás sólo no te abandona el Señor
Si el de la muerte se levantó te levantará a ti hoy.

35. QUIERO SEÑOR


I
Hoy he llegado a tu casa Señor sabiendo,
que si tu Espíritu hoy no me asiste, voy a perecer.
Siento que el mundo invade mi vida y turba mi mente,
haciendo aquello Señor que aborrezco y no quiero hacer.
CORO:
Quiero Señor, hoy me quemes con fuego santo,
quiero Señor me revistas con tu poder,
porque afuera el mundo me espera,
pretende golpearme y mi vida quitar.
Pero si hoy tu revistes mi vida yo voy a triunfar.
II
Estando aquí en tu presencia me siento seguro,
quisiera que el tiempo detenga su marcha y no avance más.
No quiero dejar este Santo Lugar sin ser revestido,
afuera el mundo me espera y quiere tratarme muy mal.

36. NO TE VAYAS SIN EL

No te vayas sin El, no te dejes vencer.


Pues vivir sin Jesús no tendría razón.
Deja todo por El, ven y ríndete a El.
Pues con El llegaras a su gloria sin par.
Antes cuando esclavo era del mundo,
no quería ni siquiera oír de Jesús.
Pues creía que Jesús era una gran mentira,
que todo eso era solo una gran fantasía.
Y en un canto pude oír la voz de Jesús,
que decía fue por ti que moría en la cruz.
Ven conmigo hoy tu vida yo quiero cambiar.
Y así fue y ahora te puedo invitar.

///No te vayas sin El, no te dejes vencer.


Pues vivir sin Jesús, no tendría razón.
Deja todo por El, ven y ríndete a El.
Pues con El llegaras a su gloria sin par. ///

37. SI EN ESTA VIDA

I
Si en esta vida me ha tocado la pobreza,
y si en el mundo un lugar no tuve yo.
//que más me da la sociedad, yo soy feliz junto a mi Dios.
Tengo su paz dentro de mí y eso me basta!//

CORO:
Y sí tuviera que llorar hasta que tenga que morir.
Yo esperaré en aquel que dijo yo muy pronto volveré.
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que inmolo en la cruz por mis pecados.

Final:
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que inmolo en la cruz por mis pecados.
Yo se que el día llegara que al fin mis ojos han de ver
aquel que dijo yo muy pronto //volveré //

II
En mi camino muchas veces me he quedado,
también la muerte mi mirada visitó.
//Pero Jesús mi amigo fiel su mano nunca me dejó.
Si esta conmigo hasta el final, eso me basta!//

38. JESÚS PASA POR AQUÍ

I
Sol Do Sol
Si te sientes muy cansado y tus fuerzas ya te faltan,
Do Sol
y si piensas que no puedes proseguir en tu jornada.
Do-Re Sol
Alza tus ojos a los cielos y contempla a mi Jesús,
Do Re
quien llevó nuestro dolor, en aquella cruenta cruz
Sol
y Él te quiere ayudar.

CORO:
Re Sol
Jesús pasa por aquí y Él te quiere bendecir.
Do Re
Si quisieras recibir abre hoy tu corazón,
Sol
Bendición recibirás.
Re Sol
Y el cielo está abierto, el poder ha descendido.
Do Re
Es la gloria del Señor que se manifiesta hoy,
Sol
su ayuda te dará.

II
Do Sol
Ya no pienses en tristeza, en problemas o aflicción,
Do Sol
pues con Cristo en tu vida siempre habrá consolación.
Do-Re Sol
Si cayeres en flaquezas, puedes tener esta certeza,
Do Re
que Jesús es poderoso, Él es siempre victorioso
Sol
y te quiere ayudar.
39. QUE GRAN AMOR
I
Do
Que grande amor
Fa
Tú nos has dado
Sol Do
Amor sin condición nos has brindado.
Fa
Que tú al morir crucificado
Sol Do
Nuestra redención habías comprado

CORO:
Lam
Amor tan grande amor
Rem
Tú nos has dado
Sol Do
Pagando el precio que yo debía de pagar.
Lam
Tu sangre se derramó
Rem
Lavó nuestras culpas.
Sol
Ahora con gratitud
Do
Te amamos Señor.

II
Fa
Vengan a mirar sus tiernas manos
Sol Do
Que dieron forma al sol y a las estrellas.
Fa
Heridas con dolor por esos clavos
Sol Do
Se extienden con amor para salvarnos.
40. QUIÉN ME APARTARÁ

I
Yo sé que debo aceptar, aquello que has decidido, //yo se que debo seguir//
Yo sé que tu gracia me basta, y que debo seguir avanzando,
y todo lo que has permitido vendrá en beneficio de mí,
¿Quién me acusará se Dios me justifica?
¿Quién condenará si Cristo intercede por mí?
Quién intentará ponerse en mi camino?,
si Dios es conmigo, quién contra mí?
CORO:
Quién me apartará del amor de Jesucristo?,
Tribulación, angustia o desnudez?,
Ni la muerte, ni la vida, ni lo presente, ni lo porvenir,
Nada de eso podrá separarme del amor de mi Dios.
II
Yo sé que el consuelo vendrá cuando llegue al final del camino,
poder con mis ojos mirar, aquello que has prometido.
Estar con aquellos que un día, al irse dejaron tristeza,
con ellos será mi alegría, contigo Señor que grandeza.
Yo quiero llegar a ver tu gloria eterna,
llegar al final, sentir que me llamas Señor,
quién intentará interponerse en mi camino,
si Dios es conmigo, quién contra mí?
41. LLÉNAME
I
Mi vaso, hoy quiere rebosar
de gozo, amor y dulce paz.
Inundado ser por ese Río Santo
que hoy siento correr por todo mi interior.
Si tengo algo en mi corazón,
que impide sentir la comunión,
con el gran poder de tu preciosa sangre
hoy límpiame Señor, Señor hoy límpiame.

CORO:
Y lléname, si lléname con el calor,
con el calor de presencia.
Y cólmame, si cólmame.
Hoy cólmame de tu eterna bendición.
Y lléname y cólmame de tu presencia y bendición.

II
Tus manos cual alfarero,
bien pueden mi vida trabajar
y hacer de mi una vasija nueva
que tu puedas usar según tu voluntad.
42. HOY QUIERO ADORARTE

I
Hoy quiero adorarte a ti, humillarme
y bendecir tu nombre y entregarte todo mi ser.
Ya el mundo dejo atrás, para poder vivir en sincera integridad.
No quiero aceptar las ofertas que me hace el mal
que me invita a renunciar a la vida que tú me das
no apartaré mis pisadas del sendero fiel
que me conducen hacia a ti y hacia la eternidad.

CORO:
Señor Jesús tu eres mi amigo,
nadie me puede dañar si tú vas conmigo,
hasta en el valle de sombra y de muerte
tu determinas mi suerte siempre en ti confiaré y en ti esperaré.

II
Sé que tú eres mi pastor nada me faltará
y en delicados pastos me harás descansar.
Más cuando rendido esté tu me confortarás y aliento me infundirás.
Aunque pecador indigno de tu santo amor
lavado yo fui así por tu sangre carmesí
el acusador ya no puede alejarme de ti
eres tú mi salvador mi buen redentor.
43. CUAL ES TU ENEMIGO
I
Cual es la lucha que enfrenta tu vida,
y cual el enemigo que te hace sufrir,
escucha bien la historia que llevo en mi memoria y hoy traigo para ti.
Es sobre un pueblo elegido, que estaba esclavizado en la tierra de Egipto,
pero un día Dios ordena que tienen que ser liberados
y con gozo emprenden el nuevo camino a la Tierra prometida.
Pero al salir al desierto por Dios fueron probados
y sus fuerzas flaquearon porque de Dios dudaron
y no entiendo porque si el mostraba su poder.
Si una nube de día y fuego de noche su camino marcaban
y el sendero alumbraba si al llegar al Mar Rojo
este se abrió en dos y el pueblo en seco pasó.
CORO:
¿Cual es tu enemigo?, ¿quien amenaza tu vida?,
¿Cual es el ejército que viene tras de ti?
Mejor mira adelante que hay un Dios potente
marcando el camino y el peleará por ti,
marchemos con gozo que hay una tierra en el cielo esperando está.
II
No desanimes arriba mi hermano,
ya no pases más tiempo llorando en tu desierto,
no sirve lamentarse ni tanto reclamarle a Dios porque hay problemas.
Quizás ya estás dudando, por dolor atormentado solo ves a tu enemigo,
que te viene intimidando y el mar ya se está acercando
y no encuentras salida y el fin de tu vida se aproxima en este día.
Mas yo te digo confía la victoria es segura,
por mas grande que sea la prueba en tu vida,
hoy olvida quien viene alcanzándote detrás,
y recuerda que sirves a un Dios que es mas grande
que ha vencido en la cruz a tu enemigo gigante.
Sólo aumenta tu fe en ese Dios de poder y así su gloria verás.
44. SIGO DE PIE
I
El dolor que hay en mí, el que me hace llorar,
y hasta me hace creer, que a mi lado no estás.
Necesito sentir, de tu mano el calor,
tu presencia en mi, me infunde valor.
Porque debo seguir esperando que un día del cielo,
mi respuesta vendrá y el dolor y al angustia allí terminarán.
CORO:
Porque sigo de pie, hasta el alba yo lucharé.
Yo no te dejaré, quiero oír esa voz, hoy te bendeciré.
Tu rostro quiero mirar, mi alma libre al fin será,
ya la noche pasó y el sol alumbró, puedo verte Señor.
Porque sigo de pie.
II
Ya el triunfo alcancé, pues Jesús me ayudó,
nuevas fuerzas tendré y se que yo venceré.
Necesito tener, en mi vida el poder,
y tu mano tomar y poder avanzar.
Porque debo seguir, el camino que Dios me ha trazado,
terminar mi carrera y aunque vengan las pruebas lucharé hasta el final.
45. NECESITO DE TI
I
Muchas veces me pregunté que quieres de mi Señor,
si estando en luchas y pruebas mi vida, quise seguir.
Pero no pude Señor, soy muy débil, necesito de ti
y ahora no sé que debo cambiar para poder continuar.
CORO:
Necesito de ti para seguir, yo quiero alabarte,
también adorarte, quiero seguir.
“Necesitas de mí, debes seguir, yo quiero limpiarte,
también perdonarte, quieres seguir. Yo estoy junto a ti.”
II
Ahora comprendo Señor, que quieres de mí, pues no entendía cuanto me
querías, hoy te siento en mí, y ahora puedo continuar mi vida, junto a ti.
Señor me has librado, también perdonado y hoy puedo seguir.

46. CORITOS
//Cuando tu estás aquí, veo tu mano, veo tu mano obrar en mí//
//Los cojos andan, los mudos cantan, los ciegos ven cuando tu estás aquí//

Puedo sentir en el dolor, tu presencia que camina junto a mí,


una voz que me dice yo contigo estoy, y una fuerza me ayuda a continuar.
Puedo sentir tu protección, cuando males me atacan sin cesar y mi vida el
enemigo quiere derribar, tu presencia me ayuda a continuar.
Quieres sentir en el dolor, esa presencia que camina junto a ti,
esa voz que te dice yo contigo estoy, ya no tardes abre tu corazón.
47. BÁSTATE MI GRACIA
I
“Ya tres veces he orado al Señor por mi aguijón,
ya tres veces he pedido que lo quite el Señor.
Es que no debo gloriarme ni exaltarme en lo que soy,
pues la gloria eterna es de Dios.”
Esta son palabras santas de un siervo del Señor,
el cual por amor de Cristo se gloriaba en su aflicción,
en debilidad, afrenta y en gran persecución.
Pues la gloria eterna es de Dios.
CORO I:
Y le dijo: “Pablo, bástate mi gracia nada más,
porque mi poder se perfecciona en tu debilidad.
Y cuando tu eres débil mi poder contigo esta y mi gracia te sostendrá”.
II
Cuantas veces mi hermano has orado al Señor
por cualquiera que sea tu debilidad
y no sientes la respuesta del cielo a tu favor.
Trata de escuchar la voz de Dios.
Quien te habla como a Pablo en medio de la aflicción
con palabras de poder y de gran consolación
que su gracia te regala por tu gran necesidad.
Pues la gloria y gracia son de Dios.
CORO II:
Y te dice: “Hijito, bástate mi gracia nada más
porque mi poder se perfecciona en tu debilidad
y cuando tu eres débil mi poder contigo esta y mi gracia te sostendrá.
Porque mi poder se perfecciona en tu debilidad y mi gracia te
sostendrá”.
48. EL CAMINO A EMAÚS
I
Dos de los suyos caminan con gran tristeza.
Van camino a la aldea que está en Emaús
Un forastero a su lado con ellos camina.
¿Qué platicas son las vuestras?
¿Por qué estáis tristes? Les pregunto.
Pero no conocieron que era el Señor.

CORO:
Quédate no te vayas, en esta noche ven a posar.
Quédate, forastero la noche ya viene, el día se va
Entra en mi aposento, si solo y vacío se encuentra hoy
Llénalo con tu presencia bendito Señor.

II
En el camino le cuentan de su tristeza
Que han matado al Cristo, el Mesías, El Señor
Y Jesucristo les dice era necesario
Que el hijo del hombre muriera en la cruz por el pecador
Y llegaron a la aldea y se quiso marchar.

CORO:
Quédate no te vayas, en esta noche ven a posar.
Quédate, forastero la noche ya viene, el día se va
Entra en mi aposento, si solo y vacío se encuentra hoy
Llénalo con tu presencia bendito Señor.

CORO 2 (última repetición):


Quédate no te vayas, en esta noche ven a posar.
Quédate, forastero mi pecho arde escuchando tu hablar
Entra en mi aposento, si solo y vacío se encuentra hoy
Llénalo con tu presencia bendito Señor.
49. EL PERDÓN DE JESÚS
I
DO SOL Lam

Si la tristeza hoy visita tu corazón.


FA SOL DO- DO7
Y la amargura inundó todo tu ser.
FA SOL DO
Si te sientes derrotado porque fe no te
Lam FA SOL DO- DO7
ha quedado, Jesucristo hoy está mirándote.

Coro I:
FA SOL

Ya no estés triste te ha mirado,


DO Lam
tu amargura se ha llevado.
FA SOL
Y si en algo le has faltado
DO Lam FA
esa página ha borrado, una nueva
SOL DO
tienes hoy por comenzar.

III
SOL Lam
Si en la prueba ha faltado tu fe y amor
FA SOL DO- DO7
y tus hechos han negado al Señor.
FA SOL DO Lam
Si te sientes acusado porque sabes que has fallado,
FA SOL DO- DO7
Jesucristo hoy te ofrece su perdón.

Coro II:
FA SOL
Ya no estés triste te ha mirado,
DO Lam
tu amargura se ha llevado.
FA SOL
Y si en algo le has fallado
DO Lam
en la mar lo ha sepultado.
FA SOL DO- DO7
Desde hoy en adelante serle fiel.
50. EL PODER DE MI GRAN DIOS

Do
En los tiempos de Moisés
Sol
se encontraba Israel atrapado frente al mar

Y tenía gran temor pues venía Faraón


Do
con su ejército detrás.

Pero hablo allí Moisés no temáis y firme estáis


Do7 Fa
y veréis que con nosotros esta Jehová
Do Sol
Y su vara levantó y extendiéndola hacia el mar
Do
un sendero en el Mar Rojo se formó.

CORO:
Sol
El poder de mi gran Dios nadie lo igualara.
Do
¿Quién otro como Jehová, en poder y santidad?
Do7 Fa
Este canto se escucho a la otra orilla del mar
Do
pues el pueblo había pasado
Sol Do
y el Mar Rojo sepultaba los carros de Faraón.

Si hoy te encuentras frente al mar


Sol
como el pueblo de Israel
Do
y en ti un gran temor quiere hacerte perecer
Do7 Fa
no te olvides que tu Dios es el mismo de ayer
Do
y si crees tu mi hermano
Sol Do
Dios extenderá su mano y hoy dirás como Moisés.
51. EL SEÑOR DE GALILEA

I
Soy un enfermo que han traído
a orillas de este camino a buscar mi sanidad.
Pues me han contado que el que pasa
a todos les da esperanza y un nuevo corazón.
Dicen que es de Galilea,
que recorre las aldeas, derramando su poder,
y aunque no merezco lo que quiero,
yo se bien que Él ha venido escuchará mi petición.

CORO:

Pasa Jesús por el camino,


sé que a este pueblo tu has venido.
Puedo entender que tú te acercas
mucha gente manifiesta: “el Señor esta aquí”,
y aunque no merezco lo que quiero,
yo se bien que tu eres bueno y escucharás mi petición.

II
Hoy mi ser a ti ha llegado
porque soy necesitado, y carezco de amor.
Pues me han contado que el que pasa
es la fuente de esperanza, para todo pecador.
Hoy reconozco mis errores
te pido que me perdones y me llenes de fervor.
Hoy reconozco mis errores
yo se bien que tu has venido y escucharás mi petición.
52. EXAMINANDO
I
Examinando toda mi vida, yo he notado,
que muchas veces mi buen Jesús yo te he fallado.
Tu dulce amor, lleno de gracia, tus tiernas manos,
todos los días aún en mi error, siempre han estado.
Tu fiel Palabra, que con ternura me amonestaba.
Y tus promesas que al cielo siempre me trasladaban.

CORO:
He aquí, yo vengo pronto.
Y el que venciere será vestido de ropas blancas.
Y no borraré su nombre del libro de la vida.
He aquí, yo vengo pronto.
Y el que venciere será vestido de ropas blancas.
Y confesaré su nombre delante de mi Padre.

II
Señor Jesús, guarda mi vida de la corriente
que este mundo trae a mi vida constantemente.
Y no permitas que me desvíe de tu camino,
porque yo quiero cuando tu vengas irme contigo.

FINAL:
He aquí, yo vengo pronto.
Retén lo que tienes para que ninguno tome tu corona.
53. LA SENDA ESTRECHA
I
Tal vez estás cansado de luchar,
decepcionado y te sientes derrotado.
La angustia te oprime el corazón,
no encuentras la razón para seguir viviendo.
La senda es estrecha y escabrosa,
con cardos y espinas que te rozan.
Jirones de tu vida vas dejando.
//Pero presta atención, escucha por favor:
Jesús te quiere hablar.//

CORO:
“Hijo mío, por qué piensas que de ti yo me olvidé.
Fue tan grande el castigo que por ti yo soporté.
Si yo di toda mi sangre fue para que seas feliz.
//Hijo mío no lo olvides quiero verte sonreír.//”

FINAL:
Hijo mío, no lo olvides //que mi vida di por ti.//

II
Quizás estás cansado de esperar
que nubes de pavor se aparten de tu lado.
La pena no te deja ver la luz de Cristo junto a ti
brindándote sus manos.
Te llama con voz dulce el buen pastor,
curando tus heridas con amor.
Su sangre limpiará todo pecado.
//Al cielo volarás, Jesús te llevará y ya no llorarás//
54. BENDICE ALMA MÍA
I
Bendice alma mía a Jehová
y bendiga todo mi ser su santo nombre.
Por que olvidar beneficios que de Él alcancé
cuando enfermo su mano de amor de mi no apartó.
Si mi maldad perdonó, y mis dolencias sanó.
Estaba en un pozo y Él con ternura me rescató.

CORO:
Me coronó de favores y misericordia.
Ha saciado mi boca de bien
y es por eso que mi alma le alaba.
//Me elevó hasta la peña y allí me cuidó
renovando mis alas para volar.
Prolongada mi vida el tiempo que sea le voy ha alabar//

II
Alaba alma mía a Jehová
y eleva canciones a Él, a su santo nombre.
No olvidaré los momentos de gracia y poder
cuando el quebranto y el abatimiento de mi se adueñó.
Mas como el águila soy, que eleva sus alas
y ve el sol de justicia aunque halla en la tierra tristeza y dolor.

55. VAGASTE
I
Vagaste por este mundo buscando libertad
Placeres, amigos no pudieron te saciar
Sin Cristo tú nunca serás feliz
Sin Cristo no conseguirás triunfar.
CORO:
La vida sin Jesús es una vida triste y sin paz
Si vienes hoy a Dios él cambiará tu vida y te dará
La paz que tú no encuentras hoy
Y ríos de agua viva //correrán por tu interior//
II
Los días van pasando, tú buscas la verdad
Tristezas, decepciones encuentras por doquier
Jesús de Nazaret es la verdad
En él tan solo encontrarás perdón.

56. LEVANTAD VUESTRAS CABEZAS

Se escucha el clamor de media noche


Noche de este mundo que se va acercando
A la eternidad.
//Vírgenes prudentes cuidad vuestro aceite
porque se hace tarde para ir a comprar//.

CORO:
Cuando esto suceda erguíos mis siervos
//Levantad vuestras cabezas
porque vuestra redención
está presta por llegar//.

II
Se escucha el clamor he aquí que Él viene
Es la media noche los segundos vuelan
Hacia Armagedón.
//es tiempo de ayuno, tiempo de oraciones
de arreglar las vidas para irnos con Él//.
57. LOS HÉROES DE LA FE

I
Me faltaría el tiempo para poderles contar
De aquellos hombres de ayer,
Que muy valientes batallaron por la fe
Y alcanzaron promesas que jamás se olvidarán
Y ni el fuego ni el mar los pudo detener.

CORO:
Por esa fe aquellos conquistaron reinos para Dios
Y de los cuales yo sé que el mundo nunca digno pudo ser
Por esta fe otros sufrieron vituperios y dolor
Y no dudaron jamás fueron valientes hasta el fin
//Por esta fe que hoy tú puedes alcanzar
Por esta fe que lleva vida eterna//

II
Y anduvieron errantes sin tener aquí cuidad
Porque anhelaban aquella cuyo arquitecto es el Señor
Y saludaron de lejos la morada celestial
Y con nosotros también un día reinaran.

58. SIERVO

Siervo que llegaste a la Gloria, lugar anhelado por ti,


//Cuando fuerzas te faltaban y cansado tu estabas,
tu pensabas en el cielo para seguir//
Siervo que la buena batalla, has peleado guardando la fe.
//Tu corona que fue reservada Dios te dio al fin de tu jornada,
fue la paga de todas tus obras que hicisteis aquí//
Y aunque males recibiste, en silencio lo sufriste,
esperando la promesa que vendría por ti.
Porque el Señor estuvo a tu lado, te dio fuerzas para seguir
y cumpliendo esa promesa hoy está junto a ti.
Siervo que camino te resta, come y bebe para poder seguir.
//Aún hay almas que te esperan, y hay un trecho que nos queda,
que la ayuda de quien te ha llamado no ha de faltar//
Y aunque males tu recibas hay un Dios allá arriba,
que te dice que al cielo, el valiente lo arrebatará.
//Mira aquellos que llegaron y su espada ya entregaron
si te esfuerzas tu escudo también allí colgarás.//

1. EL CARPINTERO

Cargando va el carpintero, en medio de la multitud,


una cruz muy pesada en su espalda lastimada.
Directo va Él hacia el monte que le llaman “La Calavera”,
con sus pies polvorientos, enmudeció y no dijo nada.

Con un beso lo entregaron, fue un mentado Iscariote.


Y con palos lo golpearon y ni una queja de Él salió.

Lo acusaron por pararse en el templo a predicar


del amor y la justicia, la paz y la hermandad.
Crucificado está mi Cristo,
martilláronle los clavos en sus pies y en sus manos,
su costado está sangrando.

¡Esta vivo! No está muerto.


Con su sangre el me ha salvado
y la piedra de su tumba está movida y Él no está.
Tres mujeres van corriendo, a contarles que lo han visto.
¡Cristo Vive para siempre y muy pronto volverá!
63. SALIENDO DEL PRETORIO
I
Saliendo del pretorio, marcha una procesión.
Con rumbo al Calvario, sufriendo va un varón.
La cruz sobre su espalda llagándole está, no puede caminar.
No puede dar un paso y cae por el camino.
Recibe un latigazo sobre su cuerpo herido,
No puede avanzar se escucha solo un grito:
“Levántate maldito”.

CORO:
¡No!, no puede ser maldito aquel que en su dolor,
exclama con un grito: “Perdónales Señor,
Perdónales sus faltas, no mires su actuación,
de ellos ten compasión”.

II
Sed, sed tengo de un amigo, sed tengo de amor.
Sed tengo que un humano tenga comprensión.
Que acepte esta sangre que derramando estoy, por su salvación.
No, no puede dar un paso y cae por el camino.
Recibe un latigazo sobre su cuerpo herido.
No puede avanzar se escucha solo un grito:
“Levántate maldito”

CORO II:
//¡No!, no puede ser maldito aquel que en su dolor,
exclama con un grito: “Perdónales Señor,
Perdónales sus faltas no mires su actuación,
de ellos ten compasión”.//
64. LA FUENTE
I
Jesús es la fuente de vida, Jesús es la fuente de amor.
Y todo cansado y sediento en Él puede saciar su sed.
No debes pagar ningún precio si quieres de ella probar;
su puerta abierta espera, amigo no pierdas el tiempo,
acércate a Él sin tardar.
CORO:
Él es la fuente de vida y amor.
Es manantial de agua viva y poder,
Al alma triste consuela y renueva
si de su agua acepta beber.
En este mundo no busques amigo,
en los placeres no lo encontrarás,
y si de ella hoy mismo tomares
serás saciado y descanso tendrás.
II
El mismo dejo su enseñanza,
sus bellas palabras que habló.
Allí al pasar por Samaria con una mujer platicó.
Habló de ese agua de vida
que tiene para el pecador
que vive agobiado en los vicios
y busca de Él paz y calma.
Jesús es la fuente de amor.
RECITADO:
Porque le era necesario a Jesús pasar por Samaria, allí junto al pozo
de Jacob, tenía que ofrecer del agua de vida a aquella mujer que
adoraba lo que no sabía. Hoy te damos gracias Señor porque aquellas
palabras llegaron hasta lo más profundo de nuestro corazón, porque
por tu palabra somos bienaventurados, porque aún sin haberte visto,
hemos creído en ti, fuente de vida y de amor.
65. SI VIVO
I
Si vivo es porque tu vives,
soy salvo pues tu me salvaste.
Si canto, tu me diste alegría,
si ando, tu me levantaste.
Es tengo mil razones que declaran tu grandeza.
Lo que soy, lo tengo, te lo debo a ti.

CORO:
Te lo debo a ti,
que viniste a morir para darme alegría.
Tu cargabas la cruz, tu sufrías por mi,
tu pensabas en mi.
Tu viniste a cambiar mi tristeza en canción
y mis noches en día.
Si hoy tengo un lugar,
si me espera un hogar te lo debo a ti.

II
No tengo recuerdos amargos,
porque todo Señor por amor lo has llevado.
Aquello que fue de mi vida es historia,
de tu fidelidad solo tengo memoria.
Es tengo mil razones que declaran tu grandeza.
Lo que soy, lo tengo, te lo debo a ti.
66. CAMINO DEL MAR
I
Camino del mar, por la otra ribera, antigua ciudad
de un pueblo de barcas y humildes pesqueros.
De triste mirar, de ojos cargados de sueños,
de rostros curtidos por el viento frío,
de hombres sencillos como Andrés y Pedro.
La brisa invernal sopla suave en la playa
y por el arenal muy lento camina Jesús el Maestro.
En la soledad contempla aquellos obreros
que arreglan sus redes gastadas del tiempo
son Juan y Jacobo hijos de Zebedeo.
CORO:
El hijo de Dios. El verbo hecho carne.
Sandalia en sus pies transitó Galilea.
Su luz alumbró al pueblo asentado en tinieblas,
como lo anunciaba de antaño el profeta:
al fin llenará de su Gloria la tierra.
Recitado:
Así comenzó su ministerio Jesús, el hijo del carpintero.
Tan humilde, pero en Él estaba la vida,
en Él estaba el amor, en Él estaba el perdón.
II
Les dijo: “os haré pescadores de hombres”.
Se escucha su voz, retumba su eco por toda la costa.
Y ella también en el corazón de Andrés y Pedro,
de Juan y Jacobo que allí le siguieron,
que dejaron todo por ser mensajeros.
Grande multitud de afligidos y enfermos
acuden a él en busca de auxilio, en malos momentos.
Mas con su poder liberta y transforma las vidas,
llevando del pueblo todas las dolencias.
Predicando el Santo Evangelio del Reino.
67. DIOS ES ASÍ
I
¿Cuántas veces corriste cuando Dios te estaba llamando?
¿Cuántas veces dijiste ocupado estoy?
Fueron los días, los meses y también los años.
Pero siempre esperando a que tú regresaras.
CORO:
Es que Dios es así, siempre ama hasta el final.
Es que Dios es así, es su forma de ser.
Siempre ama hasta el final, siempre ama hasta el final.
Es que Dios es así, no lo puedo entender. (Repite Coro2)
II
Nunca reprochó que tú le negaras.
Fueron muchas las veces que tú le fallaste.
Pero Él todos los días a ti regresaba,
deseando cuidarte, esperando ayudarte.

68. CARTAS A DIOS


I
Si el mundo y sus afanes tu vida han abatido.
Te sientes perseguido por un terrible mal.
Y no encuentras palabras para expresar de tu alma,
tu miedo, tu angustia o tu pesar.
CORO:
Si puedes tu llorar, llora para Dios.
Tus lágrimas son cartas, leídas ante Él.
Podrás tú cantar y también loar,
//porque al corazón contrito Dios no desoirá//.
II
Ana frente al templo lloraba amargamente.
Le pedía a Dios un hijo, que no podía tener.
Y escuchó del cielo el Dios que escucha el llanto,
y a Ana un hijo le dio.
69. BÚSCALE
I
Si Jesús viniera hoy, ¿qué cuenta le irías a dar?,
Si viniera hoy por su pueblo, y tú preparado no estás.
Si sigues viviendo así, ajeno a su voluntad,
tu llorar va a ser en vano, si Él viene y tú listo no estás.
CORO:
Búscale, búscale ahora que hay tiempo.
No desperdicies tu tiempo, que mañana tarde será.
Búscale, te aseguro que te irá muy bien.
Si le buscas hoy, cuenta te darás de que se vive más seguro con él.
II
Dime que es lo que te detiene, para entregar tu vida a Él,
lo que sea él lo entiende, porque Él vino y fue humano también.

70. ALMA CANSADA


I
Alma cansada sin Dios, sin fe, caminas agobiada y en soledad.
Tus manos se han cansado de tanto batallar contra la adversidad.
Hay una realidad que necesitas ver,
que puedes tu con dios comunión tener,
para que todo cambie en ti.
CORO:
Deja que more Jesucristo en ti.
Deja que él entre a tu corazón.
Entonces cantarás nueva canción,
de las tinieblas nacerá la luz.
II
Alma cansada, ¿hacia dónde vas?
detente un solo instante, no sufras más.
Con tu queja y lamento, no podrás resolver la triste realidad.
Levanta tu mirar hacia aquella cruz,
adonde Jesucristo por ti murió, veras que todo cambiará.
71. HAY UNA GRACIA
I
Hay una gracia bendita
que un día del cielo me vino a encontrar,
perdonando mis pecados, quitó mi tristeza y mi enfermedad.
Cuando yo estaba perdido,
era el más perdido de los pecadores.
//Él se acercó a mi lado,
Me dijo mi hermano te vengo a buscar//
CORO:
Puso la paz dentro de mí, que no merecía.
Preciosa sangre carmesí, limpió mi vida.
//Ahora le quiero yo encontrar, más allá de ese cielo azul,
donde un día le alabaré será mi gratitud//
II
Hay un camino en mi vida
que día tras día me eleva hacia el cielo.
En los terribles momentos de mis desalientos su mano Él me da.
No me ha dejado un instante
que dicha que siento de ser redimido.
//Puedo sentir su presencia, su dulce mirada,
que me hace llorar//

72. MI ABOGADO
I
Un día en los cielos, estará mi alma frente al tribunal.
El juez será el Dios eterno, el Rey de los cielos quien todo creó;
Estarán todas mis faltas, todos mis errores que me acusarán,
//Pero estará mi abogado, el crucificado por mi abogará//
CORO:
En la cruz del calvario, yo todo he pagado por el pecador.
“Y éste que han acusado en mí ha confiado” dirá el Señor.
Y al terminar el juicio, el Juez majestuoso dirá con amor:
“Por ese sacrificio, que hizo mi Hijo, oye pecador,
Tú entrarás en la gloria a gozar por siempre del reino de Dios”.

Final: Por ese sacrificio, que hizo mi Hijo, por ti pecador


II
Un día en los cielos estará mi alma frente al tribunal.
El Juez será el Dios eterno, el Dios de Abraham, de Isaac, de Jacob.
Si hoy al mirar mis vestidos que tal vez manchados, no podré entrar,
//Pero tengo mi abogado el crucificado por mi abogará//
73. LOS ENFERMOS DE GENESARET
I
Hubo gran gozo en Genesaret, porque llegaba el Mesías;
Había tristeza por la enfermedad, pero llegó la alegría.
Los cojos andaban, los mudos hablaban,
y aún los ciegos veían.
Sólo su manto tocaban y cambiaban sus vidas.
CORO:
// Ven hoy Mesías toca mi vida,
Llévate el dolor, venda mis heridas,
Da salud a mi alma, hasta tu venida//
II
Hoy éste pueblo como el de ayer, debe llamar al Mesías;
En Él está la salvación, el poder y la vida.
Si hay tristeza, si hay enfermedad,
Si la pobreza, llegó hasta tu hogar,
No te aflijas porque hoy ha llegado el Mesías.
CORO 2:
Ven hoy Mesías toca mi vida,
Llévate el dolor, venda mis heridas,
da salud a mi alma, hasta tu venida.

Ven hoy Jesús toca mi vida,


Llévate el dolor, venda mis heridas
da salud a mi alma, hasta tu venida.
74. AQUELLA LUZ
I
De andar cansado con mi vida sin destino.
Tanto buscar lo que este mundo no me dio,
//Era una sombra nada más, sin un camino por andar,
era alma triste y en mis espaldas el pecado//
Pero un buen día oí una voz que me hablaba:
“Yo soy Jesús que tanto tiempo te esperó,
no llores más, ve la luz que tu buscabas”
Bellas palabras que llenó mi corazón.
CORO:
Y aquella luz que a este mundo descendió,
llegó a mí enterrando mi pasado.
Lo más sublime del cielo esta aquí,
Él vive en mí su poder me levantó.
II
Ven amigo si tu quieres ven conmigo,
que un gran amigo yo te quiero presentar.
//El es Jesús mi hermano fiel, no hay otro amigo como Él,
te da su mano, no te deja en el camino//
Y si le quieres escuchar hoy Él te llama
ven a Jesús toda tu vida cambiará,
no llores mas que pronto llega la mañana,
dentro de tu alma vivirás por la verdad.
Final:
Él vive en mi su poder me perdonó.

75. DAVID EL PASTOR


Anda hijo pastor, y hazme saber de tus tres hermanos.
Que en la guerra están, llévales pan y hazme saber.
Deja el rebaño y ve a la batalla, adonde lucha el pueblo de Israel.

Al llegar al lugar, encuentra a su pueblo vencido y turbado,


Por un gran paladín, que no teme a hombre ni respeta a Dios.
Es un gigante fuerte y armado, y nadie se atreve sus fuerzas vencer.

Permítame oh rey yo iré por él, exclamó el pastorcito,


Y corriendo al arroyo, tomó cinco piedras y fue contra aquel,
E hirió al gigante justo en la frente, y gran victoria al pueblo le otorgó.

Rubio y valiente pastor, con una honda venció a Goliat.


También Jesús el más tierno pastor,
venció al gigante más fuerte que hay.
Cuando en la cruz le derrotó y ese triunfo a su pueblo le dio.
Por esa obra yo puedo decir
que con Jesús soy más que vencedor, amén, amén, amén.

76. CANTA HERMANO, CANTA


I
Si te sientes muy cansado, triste, enfermo o confundido.
El diablo te tiene atado y no encuentras el camino.
Pero Dios tiene un remedio para todo este mal,
es la sangre de mi cristo y el poder de la alabanza
que al infierno hace temblar.
CORO:
Canta hermano, canta
una canción que llena el alma.
Cántale a Dios en tu tristeza
que hoy el cielo escuchará.
Canta hermano, canta
que en el dolor te purificas.
Tras la tormenta el día aclara
y brillarás tu más que el sol.
II
Si es tu vida una derrota, y el problema tu amigo.
No consigues la victoria es muy grande tu enemigo.
Pero Dios hará un milagro, Él te quita la aflicción.
Solo quiere que le alabes y su espíritu bendito
llenará tu corazón.
77. CASA DE DIOS, PUERTA DEL CIELO
I
Sobre una piedra, junto al camino Jacob cansado se ha dormido.
Pero del cielo una escalera, junto a él ha descendido.
Ángeles suben, ángeles bajan desde la gloria del Dios divino.
Que de lo alto de esa escalera, dice a Jacob yo estoy contigo.
CORO:
//Casa de Dios, puerta del cielo,
no es otra cosa dijo el patriarca y tuvo miedo//.
II
Aquella piedra que el patriarca, puso debajo de su cabeza
es Jesucristo la piedra viva, el fundamento de la iglesia.
Él da descanso y nuevas fuerzas, Él da consuelo y fortaleza.
Por eso hermano ten confianza, pon sobre Él hoy tu tristeza.
RECITADO:
Y despertó Jacob de su sueño y dijo: “ciertamente Jehová está en este lugar y yo
no lo sabía” y tuvo miedo y dijo: “cuán terrible es este lugar, no es otra cosa que
casa de dios y puerta del cielo”.
III
Yo no sabía, no imaginaba, que en este sitio mi Dios estaba.
Pero hoy comprendo como Jacob, que la Iglesia es casa de Dios.
Ella es la puerta, puerta del cielo, es escalera para mis sueños,
por ella me habla Jesús mi dueño, me da su amor, paz y consuelo.
CORO 2:
Casa de Dios, puerta del cielo,
hoy es la iglesia porque por ella, vamos al cielo.

78. COMO EL CIERVO


I
Como el ciervo ansioso brama, buscando, que beber,
buscando el agua fresca, donde pueda saciar su sed.
Así mi alma te busca, y quiere beber.
Vengo triste y agobiado, confundido, trabajado,
buscando tu presencia, que se pose sobre mi.
Y así renovada mi vida, hoy pueda salir.
CORO:
Tu prometes dar descanso al alma cansada que hoy viene a ti.
Tu presencia derrama en tu pueblo y que llegue hasta mí.
Como el día de Pentecostés,
a esa gran multitud tu presencia llegó.
Hoy mi alma espera tu gracia divino Señor.
II
Considero la grandeza, que este mundo ha realizado,
y no es nada comparado, al amor que tú me has dado.
En tu amor yo encuentro la paz, que el mundo me ha quitado.
Hoy te quiero dar las gracias, y expresarte mi alegría,
porque siento dentro mío, tu presencia todavía,
que me dice: hoy sigue adelante, ve al frente y camina.

79. AUMÉNTAME LA FE
I
Es pues la fe: la certeza de lo que se espera,
la convicción de lo que no se ve.
Sin fe es imposible agradar a Dios.
Por gracia somos salvos. Por medio de la fe
Escucha oh Dios mi ruego: Auméntame la fe.
CORO:
Auméntame la fe y milagros veré.
Cada día Cristo dio su ser explícamelo Señor.
Auméntame la fe y que en mi puedan ver,
//que yo sirvo a un Dios eterno y fiel,
lleno de gracia y de poder.//(Repite al final)
II
Si tu fe, como un grano de mostaza fuere
montes moverás. Por fe el justo vivirá.
Por gracia somos salvos. Por medio de la fe
Escucha oh Dios mi ruego: Auméntame la fe.
80. TRAYENDO CONSUELO
I
Elías pedía y Dios respondía, fuego y lluvia del cielo cayó.
Y cuando estuvo triste, Dios le consoló,
y en un torbellino, y en carro de fuego, al cielo voló.
Si tu quieres que Dios te responda, mira hacia el cielo,
verás a un Dios grande,
que nunca está ausente, que siempre está atento.
Si estas triste, cansado y sin fuerzas, tirado en el suelo,
hoy siente que Dios ha enviado su ángel, trayendo consuelo.
CORO:
Trayendo consuelo ha venido Jesús.
Para el alma triste y llena de dolor.
Para aquel que no entiende lo que sucedió, y solo hay preguntas.
Él puede entender si sufriendo estás,
él sabe de muerte y de soledad.
Mira hacia adelante, lo mejor está aquí,
un gran triunfo te espera.
Porque lloras, si de aquí pasarás a un servicio más alto.
Porqué lamentas creyendo perder, si al final has ganado.
Él puede entender si sufriendo estás,
Él sabe de muerte y de soledad.
Mira hacia adelante, lo mejor está aquí,
un gran triunfo te espera.
II
Ya siento alegría, Dios me consoló.
Y siento el fuego del cielo que arde, en mi corazón.
No existen preguntas, porque sucedió,
mas veo la gloria y la lluvia cayendo del cielo bajó.
Si tu quieres que dios te responda, mira hacia el cielo.
Verás a Jesús que con autoridad, hoy te dice no llores.
Si tu quieres tener fortaleza, hoy come y bebe,
Que largo camino de pruebas tendrás, mas el cielo te espera.
81. EL BUEN SAMARITANO
I
De Jerusalén salía, un hombre se disponía descender a Jericó.
Caminó por el camino buscando aquel destino, pero algo sucedió.
Fue apresado por ladrones, hombres que sin corazón
le golpearon sin piedad, le robaron
y su cuerpo quedó tendido y envuelto
en un terrible dolor.
Cuando la agonía llegaba un sacerdote pasaba pero no se conmovió.
Pasó también un levita, que le importó más su prisa que el dolor de aquel varón.
Pero algo muy extraño sucedió allí mi hermano, pues el socorro llegó.
Era un samaritano, el cual con sus propias manos las heridas le vendó.
Puso aceite, puso vino y llevó al afligido a cuidar en el mesón.
CORO:
Pasa por aquí, samaritano, pasa por aquí, Jesús amado.
Quiero que vendes mi herida y que en este mismo día
por mi cuerpo hagas correr,
//de ese aceite de ese vino para que por el camino
ya no vuelva a descender//
II
Cuando llegó al mesonero, le entregó de su dinero y así le encomendó:
Cuida bien de este herido, que de lejos lo he traído, trátalo con mucho amor.
Que en mi segundo regreso, pagaré con un gran precio lo que demás el gastó.
Es Jesús querido hermano, este buen samaritano que hasta la iglesia llegó.
A curarnos con aceite y en su sangre tiernamente,
limpiar nuestro corazón.
82. DIOS, TE EXALTO

83. JESUCRISTO ES EL MISMO


I
Alguien le dijo a Jairo no molestes más,
la niña que tu amas en la casa muerta está.
Mas el Señor habló, dijo la iré a despertar.
Se oían voces, llanto de dolor,
otros que se burlaban del Señor.
Mas el Señor habló, la niña resucitó.
CORO:
Este Cristo de ayer, hoy salva y sana.
Jesucristo es el mismo, de ayer, de hoy y por los siglos.
II
Junto al camino un ciego, escuchó un rumor,
Jesús de Nazaret está pasando por allí.
Con voz entrecortada comenzó a decir:
“Jesús divino, Hijo de David”
misericordia ten pronto de mi;
Jesús le contempló, la vista le devolvió.
III
Subían Pedro y Juan al templo a la oración,
cuando un pobre mendigo una limosna le pidió.
Mas Pedro le miró y con poder le habló:
“No tengo plata ni oro para dar,
mas algo tengo, eso te daré.
Levántate de allí en el nombre de Jesús”.

84. DISPUESTO ESTOY


85. EL CIEGO BARTIMEO
I
Otra vez me encuentro mendigando, a la orilla de un camino olvidado.
Sin saber quien está a mi lado, sólo siento las monedas en mis manos.
En mis ojos una luz nunca he tenido, no conozco el rostro de un amigo,
tampoco la tierra en que he nacido,
sólo escucho el caminar del peregrino.
Un bullicio en la calle se comenta, alguien grita que Jesús está muy cerca,
he oído de sus hechos y milagros,
tal vez sea este el Cristo que he esperado.
CORO:
//Y gritaré, clamaré, le diré: Hijo de David,
escucha mi clamor, ten misericordia de mí//.
RECITADO:
Y aunque la gente me pedía que me callara, había algo en mi corazón que me
hacía clamar más fuerte: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. De
pronto sentí una mano sobre mi hombro, y una voz que con seguridad me dijo:
ten confianza, el maestro te llama. Y poniéndome de pie, arrojé mi capa, y con
pasos temblorosos me dirigí hacia él. Y postrado, con mi rostro en tierra,
escuché su voz, su dulce voz, que me dijo:
II
¿Hijo mío, qué quieres que te haga?; esa voz, penetró hasta mis entrañas.
¡Oh Señor! quiero recobrar la vista, sé que eres mi única esperanza.
De pronto, sucedió lo que he soñado, y me dijo que mi fe me había salvado,
mis pecados y mis faltas perdonados. Y mis ojos contemplaron a mi amado.
Si hoy escuchas que Jesús está muy cerca, clámale a fuerte voz que se detenga,
tal vez sientas hoy el toque de su mano,
ten confianza que Jesús hoy te ha llamado.
CORO 2:
Y grítale, clámale, pídele: Hijo de David,
escucha mi clamor, ten misericordia de mí.
Y gritaré, clamaré, le diré: Hijo de David,
escucha mi clamor, ///ten misericordia de mí///.
86. EL LEPROSO

Mi Jesús por ciudades y aldeas va caminando,


no hay enfermo, no hay imposible que no pueda sanar.
Todo aquel que le busca le encuentra y recibe el milagro.
El poder de Jesús no ha cambiado, si le quieres buscar.
El leproso encontró nueva vida en Jesús,
hoy tu vida él puede cambiar.
Si el ciego vio luz ¿que te impide mirar, el camino que trazó mi Jesús?

CORO:

Búscale, encuéntrale. Dile a Él: si tú quieres limpiarme Jesús,


Cuéntale, que pudo en ti, que vencido tu estás,
y que ya no se puede ocultar, mírale, escucha bien su voz:
“Quiero, sé limpio”.

II

Mi Jesús hoy te espera si quieres darle las gracias.


¿O serás como aquellos que limpios no regresaron?
Sólo uno entendió el milagro de verse limpiado,
regresó le adoró y por la fe, pudo verse salvado.
Si en tu vida hay lepra como hubo en aquel,
hoy Jesús te puede limpiar.
Y verás la paloma en el cielo volar,
hoy hay triunfo porque limpio tú estás.
87. HOY RENUNCIO A LA MISERIA
I
Hoy renuncié a la miseria, al pecado que había en mí,
para servir a mi rey;
Hoy quedó atrás mi pasado, mi vieja vida; mis malos actos,
para servir a mi rey.
Hoy decido ordenar mi vida para poderte entregar,
un servicio que agrade a tus ojos, que pueda honrar.

CORO:

Hoy decido volver a la fuente y cambiar mi camino,


Claudicar entre dos pensamientos de nada me sirve,
//Renunciar a la vida pagana, hoy yo debo tomar decisión,
yo y mi casa serviremos al señor//

II
Renunciar es volver a empezar, es dejar no volver a fallar,
para servir a mi rey,
Es tomar la armadura y pelear, y vencer toda hueste del mal,
para servir a mi rey,
Es, decirle que no al enemigo y así poder resistir,
El que anhela verte vencido tendrá que huir.
88. LA TROMPETA
I
Yo se que pronto volverá. Si, ese día esperaré;
Cuando en los cielos se oirán,
todos los fieles de la tierra.
La muerte ya no existirá, y sé que ya no sufriré;
Ya divisa la mañana, de aquel día jubiloso,
en que vuelves otra vez.

CORO:
Una trompeta sonará, como un estruendo en el cielo.
Anunciándole a la novia que la boda empezará.
Y ese día cantaran, los redimidos de la tierra,
los que fueron perdonados, por la sangre de Jesús.
II
Si estas cansado de luchar, quizás se terminó tu fe,
recuerda aquel que prometió que pronto habría de volver.
No te detengas a pensar, pronto la noche pasará.
Sigue adelante peregrino, que Jesús está contigo,
y pronto te viene a buscar.
(Final repetir 2 veces)
89. POR QUÉ ESTÁS TAN TRISTE
I
Has pensado un momento,
que Dios más grande tenemos.
No existen barreras que le puedan detener.
No tiene principio, no tiene fin.
Acaso hay alguien puede
retenerle un momento cuando nos dice:
“Yo te bendeciré”.
CORO:
¿Por qué, estás tan triste?,
¿Por qué, estás llorando?,
¿Por qué teniendo a un Dios tan grande?
¿Por qué sangra la herida de tu corazón?
II
Has pensado un momento
que Dios más grande tenemos,
no hay batalla en el mundo que lo haga retroceder.
Del cielo manda fuego, enmudece el mar.
En su nombre podemos
caminar sobre las aguas, sanar a los enfermos
como lo hizo Él.
90. LA MUJER ENCORVADA

I
Encorvada y prisionera,
de ninguna manera se podía enderezar.
Sola, triste y sin consuelo,
con la vista hacia el suelo se la podía mirar.
Hasta que la vio Jesús y llamándola
con voz de autoridad, estas palabras le habló:
“Eres libre de tu enfermedad” y el milagro recibió.

CORO:
Eres libre de tu enfermedad.
Ahora podrás mirar el rostro de quien te sanó.
Eres libre de tu enfermedad.
Ya no andarás más encorvada sino que erguida,
glorificando siempre a Dios,
porque en ti hoy se fijó,
con su mano te tocó, su poder te libertó.

II
Cuánto tiempo hace que esperas
que ligaduras se corten y poderte enderezar.
Elevar tu vista al cielo
y cantar alabanzas al que tiene autoridad.
Porque un día él te vio
y llamándote te ofreció la libertad.
La paz él te dio y te dijo:
“Eres libre nueva vida tienes hoy”.
91. AURORA CELESTIAL

I
Cuando vi la aurora celestial que iluminó mi ser.
Renació en mi alma la esperanza
de beber del agua de vida,
fresca y cristalina que a raudal fluía allí,
por el manso río del amor de Cristo donde le encontré.

CORO:
Y fue la aurora celestial que iluminó mi corazón.
Por esa obra puedo yo cantar así
y hacer su voluntad, caminaré en su luz.
//Hoy mi alma le canta y esa es la esperanza que vivo por Él.//

II
Aguardo con ansias el contacto entre los salvos.
Cuando la jornada en breve tiempo al concluir,
y ser preservado de la cruel tragedia
que le aguarda al mundo aquí.
Que es la consecuencia de no haber amado la senda del bien

Cristo es el camino, es la verdad, también la vida.


Y nadie va al padre si no viniere por Él.
Y no hay otro nombre debajo del cielo
otorgado al hombre aquí.
Sólo Jesucristo y el que en Él creyere, muerto vivirá.
92. LLUVIAS DE BENDICIÓN
I

Lluvia en los tiempos de Elías no descendía


y la tierra gemía por la sequía.
Mas el varón de Dios a su criado a ver mandó
y éste observó: “Mi señor allá a lo lejos
se puede ver una nube pequeña como la palma de mano”.
Y ambos se apresuraron porque
muy pronto vendría la lluvia que traería la esperanza y la vida.

CORO:
Lluvias de bendición a la tierra llegó
y a la voz del profeta el agua cayó.
//Clama hermano la lluvia se acerca,
sentirás que tu ser se refresca.
Tu presencia Señor, es un río en mi corazón.//

II
Lluvias que descienden del cielo son enviadas por ti,
para un pueblo que anhela
y que espera lluvias de bendición,
lluvias que dejarán consolación.
Oh Señor cuánto tiempo ha pasado
que en mi vida no hay ríos. Pues se han ido secando.
Hoy te espero humillado si tu quieres
hoy mismo derramar de tu Espíritu que venga con fuego santo.

CORO II:
Hoy te espero Señor. En mi vida hay dolor,
hay tristeza, hay llanto y desolación.
//Pero hoy puedo estar en el santo lugar.
Tus promesas nos dicen que allí estarás.
Tu presencia Señor, es un río (que fluye) en mi corazón.//
93. PRECIOSA GRACIA DEL AMOR DE DIOS

I
Alguna vez sin razonar en transgresión caí.
Quise hallar las cosas que el mundo da valor.
Al intentar volver a Cristo el mundo me atrapó.
Mas mi Jesús al acercarse me levanta con piedad,
Me da perdón.

CORO:
Preciosa gracia de amor de Dios.
Que en Jesús hay salvación, hay compasión.
En la cruz al dar su vida se entrego en mi lugar.
Hoy ya soy libre, fui perdonado.
Preciosa gracia de amor.

II
Recibo alivio de Jesús postrado en oración.
Me dice lo que debo hacer, me rodea con sus brazos.
Al acercarse vi en sus manos las marcas de mi maldad.
Y comprendí que mi pecar rompió su corazón.

FINAL:
Fue en la cruz que al dar su vida se entrego en mi lugar
Hoy ya soy libre, fui perdonado
Preciosa gracia //de amor//
94. SÓLO UN POCO MÁS

Una vez más oscureció


y el sol se fue del corazón.
Yo ya no puedo soportar
sentir la falta de mi hogar.

Oré a Dios en mi aflicción,


a Él abrí mi corazón.
Fue cuando alguien me tocó.
Era Jesús quien me habló:

Es sólo un poco más, sólo un poco más.


Porque ya te iré a buscar.
Hay amor real, hay un río de paz.
Hay un cielo que será mi hogar.

Una vez más amaneció,


el sol se fe en mí nació.
Y cuando pienso en desistir
Jesús me llama y dice así:

Es solo un poco más,


Sólo un poco más
Porque ya te iré a buscar
Hay amor real, hay un río de paz
Hay un cielo que será mi hogar.

Es solo un poco más,


Sólo un poco más
Porque ya te iré a buscar
Hay amor real, hay un río de paz
Hay un cielo que será mi hogar
95. ¡QUE GRAN AMOR!
I
Una frente ha sido coronada y espinas han clavado en aquella hermosa sien.

Una cruz sobre sus hombros ponen

y conducen aquel hombre hacia el Gólgota Cruel.

Paso tras paso es azotado ni una queja se ha escuchado ¡Qué gran Amor!.

Paso tras paso es injuriado duramente castigado pero no habló ¡Qué gran Amor!

II

Sus ojos han sido vendados porque no han soportado el reflejo de su amor.

Esos labios que han abofeteado se han abierto y exclamado:

¡Padre Mío perdónalos!

Manos y pies han perforado, duros clavos le han clavado ¡Cuánto dolor!

Manos y pies han traspasado y su sangre derramado ¡Cuánto dolor!, ¡Qué gran
Amor!

III

A diestra y siniestra dos ladrones y uno de ellos cruelmente injuriándole está.

Pero el otro le ha reconocido y ferviente le ha pedido, en tu reino quiero estar.

De cierto os digo que hoy conmigo gozarás del paraíso por la eternidad.

De cierto os digo que hoy conmigo estarás en las moradas por la eternidad ¡Qué
gran Amor!

IV

Su espíritu al Padre ha entregado pero antes ha exclamado ¡Consumado es!

Pero al hombre no le ha bastado y cruelmente en el costado una lanza le clavó.

Agua y sangre ha derramado y nació de aquel costado la iglesia de Dios.

Agua y sangre ha derramado y nació para mi alma la Salvación ¡Qué gran Amor
el del Señor! Amén.
96. SE MARAVILLABAN (Música)

Se maravillaban, por todo lo que hacía,


Los ciegos veían, los mudos daban gloria a Dios.
Se maravillaban, por todo lo que hacía,
El viento y el mar, su voz obedecía.
Se maravillaban, por todo lo que hacía,
Paralíticos andaban, a los pobres bendecía.
Se maravillaban, por todo lo que hacía,
Aún muriendo en la cruz, pecadores recibía.
Ayer y hoy, es el mismo Dios, es el mismo poder,
Es el mismo amor, ayer y hoy.
Estoy maravillado, por todo lo que haces,
Cuando triste y abatido tu palabra en mi renace.
Estoy maravillado por todo lo que harás
Cuando un día entre las nubes por tu iglesia volverás.
Ayer y hoy, es el mismo Dios, es el mismo poder, es el mismo amor.
Ayer y hoy. Ayer y hoy es el mismo Dios,
Es el mismo poder, es el mismo amor.
Ayer y hoy es el mismo Dios, es el mismo poder, es el mismo amor.
Ayer y hoy, por los siglos de los siglos Amén.
97. AVE PEREGRINA

I
Como el ave peregrina, hoy yo vivo en esta vida.
Entre el mundo y su montaña
de problemas y afanes por doquier.
Mientras tanto tengo en Cristo roca fuerte y mi castillo;
Un seguro escondedero en el tiempo de angustia y aflicción.
CORO:
Cuando viene la tormenta tempestuosa de la prueba
y a mi vida con violencia ella quiere sacudir,
remontado en las alas del amor y la esperanza
yo me elevo a las alturas por la fe en oración.
Y de allí feliz regreso, aferrado en los brazos,
de la paz de Jesucristo mi eterna salvación.
II
Ella ve pasar los días en su nido temporario.
Busca abrigos y alimentos, se renueva el invierno llegará.
Yo también en esta tierra de paso estoy viviendo.
El Señor es mi sustento, su palabra me hace rejuvenecer.
III
En lugares escondidos tiene siempre su guarida.
Escapando de la vista del terrible y acechante cazador.
Como el ave peregrina también esta mi vida escondida
en la herida, el costado traspasado del Señor.

98. JOVEN EUTICO


I
Un joven llamado Eutico, sentado en una ventana,
dormido en un sueño profundo cuando Pablo allí predicaba.
//Y vencido por el mismo sueño se cayó del tercer piso abajo.
Pero muerto él fue levantado y abrazándolo Pablo les dijo:
“No os alarméis porque el joven no está muerto sino que está vivo. //
CORO:
Joven, ¡despiértate ya!
Porque hay peligro de muerte.
En la ventana tú estás,
te distrae el mundo y puedes perderte.
Y si te sientes morir Cristo hoy quiere abrazarte,
vida eterna tendrás y el gozo del cielo tu recibirás.
II
Cuántas veces tu me hablabas y yo sentado en una ventana.
Dormido y sin ver el peligro de morir, yo me encontraba.
//Y vencido por tu amor inmenso, despertándome pronto me dijo:
“No os alarméis porque tú no estás muerto sino que estás vivo. //

99. INCOMPARABLE DIOS DE ISRAEL

I
¿Quién midió en el hueco de su mano las aguas y los cielos?
¿Quién juntó el polvo de la tierra con sus dedos?
¿Y quién le enseñó?
CORO:
//Incomparable es nuestro Dios.
Incomparable es nuestro Dios.
Todo lo puede, todo lo sabe, todo lo puede hacer.//
II
¿Quién logró que nuestra boca se llenara de risa y de alabanza?
¿Quién nos dio la fe para creer que un imposible en Él es posible?
FINAL:
//Éste es el Dios, el que nos cuida.
Éste es el Dios, el que nos guía.
Es nuestro Dios y como Él no hay otro igual.//
100. RAYO FUGAZ
Como un rayo fugaz
que se pierde entre la oscuridad.
Como un gran manantial, calma completamente mi ser.
Así es el amor, de mi hermoso Señor.
Él es brisa del mar,
el rocío del mañana. Es la miel del panal.
Medicina y es cura hasta mi enfermedad.
Así es la grandeza del amor de Dios.
Por favor nunca digas que Dios
te ha desamparado.
Si supieras que es sólo su amor
el que te ha sustentado.
Ámale, como a nada en el mundo, búscale.
En el gozo y la pena, escúchale.
Sólo él puede ayudarte
cuando tu alma gime.
Y exáltale cuando nadie en Dios crea, tú adórale.
A mi Dios de la gloria, cántale
Que después de la prueba el sol brillará.
Y levántate, en el nombre de Cristo Anímate.
Pronto viene a buscarte, esfuérzate.
Seca ahora tus lágrimas
y ven a alabar al Dios de Israel.
Al dueño de tu vida, Jehová Jireh.
Al que todo lo puede, ven a Él.
Que todos tus vacíos los puede llenar
El amor de mi Dios.

Él es brisa del mar


el rocío del mañana es la miel del panal.
Medicina y es cura hasta mi enfermedad.
Así es la grandeza de mi hermoso Señor.
Por favor nunca digas que Dios
Te ha desamparado
Si supieras que sólo es su amor
El que te ha sustentado.
103. OH QUÉ INMENSO AMOR/VEN AMIGO A JESÚS

//¡Oh qué amor! ¡Qué inmenso amor! El de mi Salvador. //


Dios desde el cielo al Salvador, mandó a morir por mi.
Por ti murió, por mi murió, dio sangre carmesí.

Ven amigo a Jesús, pues el murió por ti.


Recibirás la luz que quiere darte a ti.
Mi buen Jesús murió para darte perdón;
Abre tu corazón y dulce paz tendrás.

Día fatal vendrá cuando no habrá lugar;


La puerta se abre hoy, y tu podrás entrar.
Más gracia ya no habrá pues despreciaste hoy.
Acepta, pecador, la salvación de Dios.

Las manos del Señor se abren hoy para ti.


Ven y confía en Él y serás muy feliz.
Tus cargas pon en Dios pues el las llevará.
Quitará tu pesar con su consolación.

¡Oh qué amor! ¡Qué inmenso amor! El de mi Salvador.

//Te alabo, te alabo.


Y mi alma no se cansa de alabarte.
Te alabo, te alabo.
Mientras vida exista en mi ser.//
104. EL AMOR DE DIOS
INTRODUCCIÓN

I
Cuan sublime es el amor, el que no mide distancia.
Como suave brisa llega y te llena el corazón.
Él es quien te fortalece, con su diestra te sustenta.
Salvación para el perdido, agua fresca al peregrino,
galardón del vencedor.
CORO:
Es el amor de Dios, el que llena nuestras vidas,
Él que cura las heridas, esas que te hacen llorar.
Te da su mano, como Él no hay otro amigo,
no te deja en el camino siempre a tu lado Él estará.

II
Es la angustia o la prueba lo que te tiene afligido,
el viento sopla contrario y no te deja avanzar.
Pero no te desanimes, que Jesús hoy ha traído
a tu lámpara el aceite.
Oh soldado sé valiente, él te puede levantar.

CORO II:
Es el amor de Dios, el que llenará tu vida,
Él te curará la herida y ya no vas a llorar.
Te da su mano, como Él no hay otro amigo,
no te deja en el camino, siempre a tu lado Él estará.
Final:
Es el amor de Dios, el que llenará tu vida,
Él te curará la herida, siempre a tu lado Él estará.

105. PERTENECER A CRISTO

I
En las noches largas o en el frío invierno,
hay un compañero que a tu lado está.
Cuando el sol calienta o en la cruel tormenta
este compañero no te va a dejar.
Sana tus dolencias, perdona tus faltas
y de tentaciones te sabrá librar.
¡Oh que lindo es pertenecer a Cristo!
¡Oh que lindo es pertenecer al Señor!
CORO:
Pronto la noche pasará, también las pruebas cesarán,
pero entre tanto quiero yo con el estar.
Con todos quiero compartir que soy feliz junto a mi Rey,
que ya no puedo yo vivir sin mi Jesús.
II
El pan cotidiano Dios pondrá en tu mesa,
tus necesidades Él las suplirá.
Mil caerá a tu lado, diez mil a tu diestra,
pero a tu vida no podrá llegar.
Todos tus cabellos los tiene contados
y hasta el fin del mundo con nosotros está.
¡Oh que lindo es pertenecer a Cristo!
¡Oh que lindo es pertenecer al Señor!
106. Y SI VINIERA HOY…
I
Anoche después que salí del templo sentí mucha pena,
al ver que mi cuerpo estuvo presente pero mi alma no.
Entonces llorando (por el camino) miré las estrellas
y vi la distancia que había de mi alma a mi Señor.
Llegando a mi casa entré en mi cuarto y doblé mis rodillas
con mi alma angustiada miré hacia el pasado con muco dolor.
Pasé tantas veces sentada en la iglesia oyendo mensajes,
que tiempo perdido pues no he obedecido tu ley mi Señor.
CORO:
Y pienso angustiado si en horas más tarde llegara la muerte
a buscar mi alma y yo en la iglesia sin seguridad.
Mas ahora yo entiendo que ser un creyente es vivir con Cristo
encontrarse hoy mismo con plena certeza de la eternidad.
FINAL:
Y ahora yo afirmo si en horas más tarde llegara la muerte
a buscar mi alma yo respondería: ¡Heme aquí, Señor!
Pues he comprendido que cosa terrible es ser condenado
si Cristo me ofrece tan sólo por gracia su gran salvación.
II
Por eso es que ahora prometo ya nunca ser sólo apariencia
que causa vergüenza a tu nombre santo mi Señor Jesús.
Pues hoy reconozco que anduve en tinieblas ante tu presencia.
Si tu me perdonas no seré ya el mismo, yo he de ser luz.
107. EL LEPROSO
I
Un hombre leproso se acerca a Jesús meditando,
Es tanta la pena que lleva por su enfermedad.
“He oído que sanas a muchos sin nada cobrarles,
He oído que haces el bien donde quiera que vas.
Por eso te ruego que escuches mi humilde plegaria:
Si quieres Señor, límpiame”

CORO:
///Quiero/// curar tus heridas.
Quiero curar tus heridas, calmar tu dolor.
///Quiero/// que tu tengas vida.
Quiero limpiar el pecado de la humanidad.

II
De pronto un poder muy extraño recorre su cuerpo.
No sabe otra cosa que hacer, mas se pone a llorar.
Sus manos que ayer eran sucias ahora son blancas,
Limpiadas han sido por ese poder celestial.
Por eso mi hermano que ahora te encuentras enfermo,
Ten fe que mi Cristo está aquí y Él te quiere sanar.
108. INMOLADO FUE
I
Ciertamente llevó nuestras enfermedades,
sufrió nuestros dolores, Cristo el Redentor.

Ciertamente llevó nuestras enfermedades,


sufrió nuestros dolores, Cristo el Redentor.
Se asombraron de Él cuando desfiguraron
su parecer y hermosura con tanta crueldad.
CORO:
//Inmolado fue el Cordero que redimió (el cordero de Dios)
con su sangre el linaje que alabe a Dios.
Es aquel león de la tribu de Judá,
la raíz de David, dueño de la potestad.//

INTRODUCCIÓN

II
Por sentencia jurídica fue su muerte en la cruz,
era imprescindible para nuestra redención.
Fue el gran sacrificio aceptado por Dios,
se sentó a la diestra del trono de Dios.
RECITADO:

Ciertamente llevó nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores Cristo


el Redentor. Se asombraron de Él cuando desfiguraron su parecer y
hermosura. Fue con tanta crueldad.
CORO 2:
Inmolado fue el Cordero que redimió (el cordero de Dios)
con su sangre el linaje que alabe a Dios.
Es aquel león de la tribu de Judá,
la raíz de David, dueño de la potestad.
109. PARA IR A SU ENCUENTRO
110. PORQUE TAN GRANDE

I
El amor de mi Jesús me ha colmado el corazón.
Por su gracia vivo hoy otra vida.
Fue su muerte en la cruz que limpio mi corazón.
Esa sangre derramada, que me trajo redención.
CORO:
Porque tan grande fue su amor,
que llegó hasta la Tierra a cargar con mi dolor.
Se ha llevado la miseria.
Realmente ahora libre soy, siento paz dentro del alma.
Su promesa me dejó: Pronto vengo, recuérdalo.
II
Como poder olvidar lo que Cristo hizo por mi,
si ese era mi lugar, mi destino.
Hoy disfruto de su paz, la que Cristo conquistó.
En el Monte del Calvario, mis pecados enterró.
III
Cada día al despertar con mi pobre corazón
voy buscando a mi Jesús que Él me ayude.
Y allí con su amor nuevas fuerzas Él me da
para enfrentarme al mundo y llegar hasta el final.

111. PRIMER AMOR


I
Frecuentemente has oído el mensaje del Señor
y su Palabra tu corazón tocó.
Te has quebrantado y llorado al oír de su amor,
mas no cambió tu manera de vivir.
Hay un nacimiento nuevo en Cristo Jesús
y hay una experiencia llamada primer amor.
CORO:
Primer amor es cambiar. La conversión es volver.
//Es una transformación que se inicia en tu interior
pero se exterioriza en tu forma de vivir.//
II
Te ha sacudido el mensaje de la vuelta de Jesús,
por las misiones tu corazón lloró.
Te ha conmovido el deseo de ir a predicar
más sin embargo tu vida sigue igual.
Un poco en el mundo y otro poco en el Señor.
Un creyente tibio es lo más triste que hay.

112. ORARÉ POR TI


“Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados y yo os haré descansar. Llevad
mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón y
hallareis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.”
I
¿Cuál es tu tristeza hermano querido? ¿Cuál es tu dolor?
Andas abatido, de brazos caídos. ¿Cuál es la razón?
Si es dura la lucha y pesada es tu carga, yo te quiero ayudar.
//Oraré por ti hermano querido que el Señor del cielo sane tus heridas.//

“Pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de
Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo más no angustiados, en apuros
más no desesperados, perseguidos más no desamparados, derribados pero no
destruidos.”
II
Hermano querido Él te está esperando para trabajar.
Hoy dale tu mano, toma el arado sin mirar atrás.
Levanta tu cabeza, deja la tristeza. Hay que continuar.
//Oraré por ti hermano querido, el Señor del cielo sane tus heridas//
113. CUÁNTAS VECES
I
Cuántas veces estuve a tu lado y tú no me escuchaste.
Cuántas veces te sentiste solo y tú no me llamaste.
Con problemas, con luchas y sin fuerzas tú te quedaste,
no miraste al cielo ni a mí, para que te ayudase.
Pero yo te amo tanto hijo mío y quiero ayudarte.
Hoy extiendo mis manos hacia ti para poder levantarte.
CORO:
Yo soy Jesús que hago lo imposible
aunque el hombre diga lo contrario
Yo soy aquel que levanto tus manos.
No hay enfermo que no haya sanado.
Yo soy Jesús no temáis estad firmes,
mira la salvación que yo te he dado,
que yo te he dado. Yo soy Jesús.
II
Hoy que estoy a tu lado hijo mío quiero decirte
que mi mano se ha extendido para restaurarte.
Ten confianza en el salvador, no te dejará.
Porque Él es Señor de Israel y a tu lado estará.
Pero yo te amo tato hijo mío y quiero ayudarte.
Hoy extiendo mi mano hacia ti para poder levantarte.

114. CON JESUCRISTO QUIERO VIVIR


I
Oh Jesús en este día a ti te entrego mi corazón.
Yo quiero que sea tuyo para siempre poder gozar
de las moradas que tu te fuiste a preparar.

CORO:
Hoy yo con los santos quiero morar.
Hoy con Jesucristo quiero vivir
en las moradas que tu te fuiste a preparar.

“Cuan amables son tus moradas, Oh Jehová de los Ejércitos.


Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios del Señor.
Mi corazón y mi voz cantan al Dios vivo y verdadero.”

II
Mi Jesús en el Calvario dio su vida por nuestras almas.
Hoy hermano ama la iglesia como Cristo nos enseñó.
Él viene pronto para llevarte a las moradas que prometió.

115. TRIUNFO

I
Triunfo es el lema del cristiano. Triunfo es el muro derribado
Triunfo es el gigante ya vencido. Triunfo es el que nos da Jesús.
Triunfo es vencer al pecado. Triunfo es sentirse ya limpiado.
Triunfo es sentirse perdonado. Triunfo es el que nos dio Jesús.

CORO:
Cuando en la cruz entregaba su vida
por ti Él lo hacía, por ti Él vencía.
Te limpió y echó tu pecado en el fondo del mar.
Preparó una morada en el cielo por ti.
Si eres santo allí entrarás
cuando venga Jesús a la tierra a su iglesia a buscar.

II
Triunfo es Jesús resucitado. Triunfo es el pacto renovado.
Triunfo es la muerte ya vencida. Triunfo es el que nos dio en la cruz.
Triunfo es perdonar a tu hermano. Triunfo es sentirte libertado.
Triunfo es cantar que ya he vencido. Triunfo es el que nos dio Jesús.
116. JESÚS NAZARENO

I
Camina Jesús al Calvario cruel
llevando la cruz que pesada es.
La gente lo ve pasar y comienza a llorar.
Jesús Nazareno al Gólgota va.
CORO:
Sus manos clavaron y sus pies traspasaron esos clavos
por tu salvación querido hermano.
Su costado fue traspasado y su sangre ha derramado
para perdonar hoy tus pecados.

“Como en aquel día que llegó María al sepulcro y vio removida la piedra, hoy
pedimos Señor que tu quites toda piedra de nuestro camino. Porque yo por la
ley soy muerto para el mundo a fin de vivir para Dios; y hoy con Cristo estoy
juntamente crucificado, mas no vivo yo, sino vive Cristo en mí. Y lo que ahora
vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a
sí mismo por mí.”
II
Camina Jesús por su iglesia hoy
dejando bendición a cada corazón.
Hermano déjale entrar y comienza a clamar:
“Jesús Nazareno, ven hoy a posar”.

117. CULPABLE SOY YO

I
Culpable soy yo de tu tristeza en Getsemaní,
culpable soy yo de tu escarnio allá en la cruz.
Fue por mi, sangre allí derramó.
CORO:
//Culpable soy yo de los clavos,
tu sed, la corona y la lanza que insertada
fue en el cuerpo del Salvador.// Culpable soy yo.

II
Culpable soy yo de tu martirio y tu dolor,
culpable soy yo de tu soledad allá en la cruz.
Fue por mi, sangre allí derramó.

118. OH BUEN PASTOR


I
Por amor hoy estoy en tu presencia.
Por amor puedo alabar tu nombre Dios.
Por amor soy parte de tu rebaño
cuando perdido en el mundo me has llamado.

CORO:
//Oh buen pastor hoy descanso en tus brazos,
toda mi culpa y pecado me has quitado.
Junto a las aguas de reposo me has dejado.
Gracias Jesús pues tu mi alma has salvado.//

II
Oh que amor Jesús tu has tenido.
No merezco Señor tan grande amor.
Hoy te entrego a ti toda mi vida.
Gloria, Honra y Alabanza a ti Señor.

“Jehová es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará


descansar, junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará
por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra, de
muerte, no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me
infundirán aliento.”
119. VUELVE SEÑOR

I
El tiempo hoy pasa veloz,
lo puedo notar cada instante.
Un año que llega y se va,
los días son cortos, se acaban.
La noche no tarda en llegar
y pronto habrá un nuevo día.
Y al ver otro amanecer,
yo espero Señor tu venida.
CORO:
Vuelve Señor, regresa ya.
Escucha el clamor con llanto y dolor
de un pueblo que espera por ti.
Vuelve Señor sin demorar,
ya no tardes más desciende a llevar
tu pueblo te espera Señor.
II
Mas pienso y vuelvo a meditar
leyendo tu libro sagrado.
En esas promesas de amor
que tu al andar has dejado.

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mi. En la casa de mi
Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho. Voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez y os
tomaré a mi mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
120. QUE GRAN AMOR
I
Qué gran amor de Dios hacia su pueblo infiel,
que escogió servir a los dioses y dejarlo a Él.
Que se fue tras amores pasados
creyendo que ellos darían su pan.
Rodearé su camino de espinas, no los alcanzarán.
Qué gran amor de Dios hacia su pueblo infiel,
quien no entendió quien le daba
y multiplicaba el dinero y vestía también.
Aunque los pies se deslicen y oídos no escuchen con vara yo les cercaré,
y dirán con mi amado es mejor a Él volveré.

CORO:
Yo la atraeré y la llevaré al desierto y allí hablaré a su corazón.
Allí cantará como aquella vez que era joven, libre y fuerte para vencer.
Y segura podrás tu dormir, no habrá guerra ni espada, conmigo tu estás.
Y alianza conmigo tendrás, por siempre será.

II
Qué gran amor de Dios hacia su esposa fiel,
a quien compró con su sangre, limpió su pecado y anhela irse con Él.
Aunque manchó sus vestidos, quedó en el olvido,
sus manchas con sangre lavó.
Y muy pronto por ella Él viene, Él lo prometió.
Qué gran amor de Dios hacia su esposa fiel,
cambiará su tristeza en gozo
y vestida de gloria podrá ella ser.
Ya ha llegado el momento esperado,
trompetas lo anuncian la boda empezó
y alianza en el cielo habrá, perpetua será.
121. EL MANTO BLANCO

En cierta ocasión una hermana tenía un vivo deseo de que Dios la bautizara y sucedió
que en una noche, estando en su cuarto orando de pronto un manto blanco la cubrió.
Tenía dos grandes alas y un canto angelical. Y el manto cubrió su alma y el canto
creció en su voz y el Señor la bautizó. Tal vez tú estás esperando algo para tu vida y
piensas que Dios se ha olvidado de ti, no es así, Dios está a tu lado dispuesto a
bendecirte, pídele ahora que este manto caiga sobre tu alma, ese cántico pueda brotar
de tus labios y verás como Él no se olvida de ti.

Un día un manto blanco, me cubrió.


Tenía dos grandes alas y un canto angelical.
Estaba de rodillas orando a mi Dios
y fue de pronto cuando sus alas
comenzaron ha moverse vez tras vez.
//Y el manto cubrió mi alma
y el canto creció en mi voz y el Señor me bautizó.//

122. ÉL TE AYUDARÁ
I
No hay problema tan grande que Dios no resuelva.
No hay montaña por alta que Él no mueva.
No hay tormenta obscura que Dios no aplaque.
No hay profunda tristeza que Él no calme.
CORO:
//Si Él llevó el dolor del mundo sobre sus hombros,
yo sé mi hermano que Él te ayudará.//
Él dice, venid a mí todos los que estéis trabajados
y yo os haré descansar.
123. ENTRADA TRIUNFAL
I
Entrada triunfal a Jerusalén,
la multitud gozosa alababa al Rey,
le recibió con cánticos de júbilo,
maravillados por los milagros que pudieron ver.
Al templo llegó y alzando su voz
echó a quienes vendían y compraban en él.
“Escrito está, mi casa será casa de oración
y vosotros la habéis hecho cueva de ladrón.”
CORO:
Esta es mi casa, aquí estoy yo.
Nada del mundo aquí entrará,
sólo mi espíritu tiene lugar.
Nada impuro allí estará,
sólo mi santidad allí debe morar.
//Porque celoso yo soy,
no comparto el lugar que alto precio pagué
por estar sólo contigo y escucharte alabar.//
II
Aquí estoy yo y hoy alzo mi voz
limpiando toda tu mente y tu corazón,
haciendo yo en ti morada para mí
verás que sólo allí mi voz tu podrás oír.
Al templo Él llegó, escucha su voz
que está echando lo que impide
que seas templo de Dios.
“Escrito está, tu cuerpo será templo santo de Dios,
no será cueva de ladrón porque aquí estoy yo.”
124. BUSCA A DIOS
I
Cuando solo tú estás y en tu vida no hay paz
y en el mundo hoy todo injusto ves.
Bien podrías escapar y a tu pasado retornar
o cambiar las circunstancias al orar.
CORO:
Cuando todo vaya mal busca a Dios.
Cuando sientas desmayar levanta a Él tu voz.
“Eres mi Jesús, mi gran consolador y tu sanas mi dolor.”
Cuando solo tú estés busca a Dios.
Si quebrantado tú estás levanta a Él tu voz.
Grande es Jesús quién habita en mi,
ha sanado mi dolor. Tan sólo busca a Dios.
II
Tu podrás vencer por la sangre de Jesús,
por el poder de su testimonio.
Tinieblas ya no habrá y tu fe renacerá.
Solo no estás Jesús está contigo.

125. OH AMOR DE DIOS


I
Oh amor de Dios, tu inmensidad el hombre no podrá contar,
ni comprender la gran verdad que Dios al hombre pudo amar.
Cuando el pecar entró al hogar de Adán y Eva, en Edén,
Dios los sacó mas prometió un salvador también.
CORO:
Oh amor de Dios brotando estás, inmensurable, eternal.
Por las edades durarás, inagotable raudal.
II
Si fuera tinta todo el mar y todo el cielo un gran papel
y todo hombre un escritor y cada hoja un pincel
para escribir de su existir no bastaría jamás.
El me salvó y me lavó y me da el cielo además.
III
Y cuando el mundo pasará con cada trama y plan carnal
y todo reino caerá con cada trono mundanal.
El gran amor del redentor por siempre durará.
La gran canción de salvación su pueblo entonará.

126. CANTA MI HERMANO


I
Ayer escuché un suave y dulce cantar, que un ave pequeña, podía entonar.
Ella estaba presa sin su libertad, pero aún cantaba en su soledad.
Al verla sentí yo tristeza sin par pero en el momento pensé sin dudar
que hasta los cielos quería llegar y a Dios con su trino pedir libertad.

CORO:
Como Pablo y Silas pudieron cantar
cuando estaban presos por predicar.
Y Dios desde el cielo, les dio libertad.
Hoy canta mi hermano, canta sin dudar,
canta porque Cristo te escuchará,
canta a Jesucristo por tu libertad.

II
En ésta enseñanza pude recordar que estando en pecado solía cantar.
Estaba muy triste y quería encontrar en Dios el consuelo, el amor y la paz.
Mi cristo bendito pudo escuchar el clamor de mi alma y me vino a salvar.
Extendió su mano y me dio libertad y hoy puedo con gozo su nombre alabar.

III
Si por este mundo, hoy preso tu estás. Placeres y vicios que te hacen pecar.
Y triste te encuentras, sin amor, sin paz. Hoy canta mi amigo por tu libertad.
127. MEFI-BOSET

I
Allá en el olvido se ve a Mefi-boset
Lugar de refugio y sustento; es joven y ve
que solo se encuentra esperando que alguien le dé.
Él no puede andar, es lisiado de los pies.
Su padre un príncipe fue, él ya lo olvidó.
Él solo ha quedado y nadie pregunta por él.
No puede entender que han venido buscándole.
Humilde y con miedo se encuentra delante del rey.

CORO:
No tengas temor, porque a la verdad haré
misericordia por ti, por amor a quien tanto amé.
En mi mesa estarás, como un príncipe más.
Y hoy te devolveré todo cuanto tenías también.
Nunca más estarás postrado allí,
si sufriste el dolor por haber tú quedado así.
Si lisiado tú estas, te dejaron caer;
pero el rey te ha traído aquí, misericordia hará por ti.

II
Allá en el palacio se ve a Mefi-boset,
sentado a la mesa comiendo al lado del rey.
No puede entender por qué vive y pregunten por él,
que ya no esté solo y un reino para él.
Olvida y mira a aquel que te trajo hasta aquí,
que viéndote así desvalido él quiso suplir,
con ojos de misericordia, tu hambre y tu sed,
sentarte a la mesa y que vivas siempre con él.
128. JESÚS EL DUEÑO DE LA VIDA

I
Jesús, el dueño de la vida, va rumbo hacia Naín.
La muerte lleva al cementerio al hijo de una viuda
que llora su amargo adiós.
Mucha gente la acompaña en su duelo,
mas no tiene consuelo su corazón.
Jesús la mira compasivo y le dice: “no llores”.
La muerte detiene su marcha
y huye de la presencia del hijo de Dios.
Que vino a dar a dar vida en abundancia
y a librar de la muerte y del Seol.

CORO:
//¿Dónde está sepulcro tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?
Oh muerte yo seré tu muerte.
Oh muerte seré tu destrucción.
¿Dónde está (donde está) sepulcro tu victoria?
¿Dónde está, oh muerte tu aguijón?
Sorbida es la muerte por la vida, y la vida// es Cristo el Señor.

II
La muerte es la paga del pecado,
y el alma que muere en pecado
sin haberse arrepentido (A Cristo el Señor)
irá a condenación.
Mas Cristo es la vida y el camino que Dios
ofrece al hombre para su salvación.
129. SI HOY HAS VENIDO A EL

I
Si hoy has venido a Él
y has traído un fruto de alabanza.
O tal vez, estás triste, sin fe
y ya sientes que tus fuerzas no alcanzan;
Para elevar al cielo tu voz de gratitud.
Sólo preguntas a Él si te ama, sólo derramas tu alma.

CORO:
Escucha bien, Jesús espera de ti
que abras tus labios diciendo: ¡Aleluya!.
Que abras tus labios porque Él está aquí.
Jesús esta aquí, muy cerca de ti.
Tanto te ama que ha hecho posible que estés hoy aquí.
Se puede sentir cual silbo apacible,
no está en el trueno ni en el terremoto, está en tu adoración.
¿Cuál es tu ofrenda para Él?
Dos palominos tal vez.
//Aunque sea pobre Él lo recibe. Alábale!//

II
Si hoy lo has sentido a Él
que ha traído la alegría que te falta.
Y también te ha traído la fe,
la perfecta y los milagros se alcanzan.
Y elevaras al cielo tu voz de gratitud
cuando comprendas que tanto te ama
y sientas que está enjugando tus lágrimas.
130. JESÚS NUNCA ME ABANDONÓ

Caminabas al lado mío sin poderte reconocer,


era ciego como Bartimeo, más incrédulo que Tomás.
Cuantas veces te habría negado
como Pedro en el Sanedrín, como Judas
que al maestro con un beso lo entregó.
Cuando enfermo yo me encontraba,
muy triste en mi condición,
sin amigos y sin dinero, mi Jesús me consoló.

Nunca me abandonó, de su mano yo caminé.


En sus hombros Él me cargó, mis heridas siempre curó.
Él es el Dios de amor, el único Salvador,
Él nunca me abandonó y a su lado caminaré.

RECITADO:
Cuantas veces escuché al Anciano predicar:
“Jesús te ama, Jesús nunca te abandona.
Jesús en la iglesia siempre te espera.”
Y allí, y allí tirado como un mendigo
las palabras del Anciano rondaban en mi mente.
Volví a ti, y he aquí estabas con tus brazos abiertos,
tu corona de espinas, tus manos ensangrentadas.
Me abrazaste fuerte diciéndome:

//Nunca te abandone, de tu mano yo caminé.


En mis hombros yo te cargué, tus heridas siempre curé.
Yo soy el Dios de amor, el único Salvador,
yo nunca te abandoné y a tu lado caminaré.//
131. JESÚS ES FIEL

Espéralo, aunque tardare, vendrá, y no tardará.


Jesús es fiel, y Él cumplirá, sus maravillas pronto verás.

El pedido que le has hecho, Él lo oye,


El problema que te estanca, Él lo ve,
No perdáis vuestra confianza.
Porque tiene un grande galardón.

Espéralo, aunque tardare, vendrá, y no tardará.


Jesús es fiel, y Él cumplirá, sus maravillas pronto verás.

Tu paciencia es necesaria, espera en Él,


No preguntes hasta cuando, pronto será,
Hay un tiempo señalado.
Permanece, sigue firme hasta el final.

//Espéralo, aunque tardare, vendrá, y no tardará.


Jesús es fiel, y Él cumplirá, sus maravillas pronto verás.//
//sus maravillas pronto verás.//

132. CALEB
I
Joven valiente era Caleb.
Puesto los ojos en Dios pudo ver
la tierra que Dios prometió al gran Moisés.
Tierra de fruto y riqueza para Israel.
Y aunque vio los gigantes allí,
el creyó que el poder de Dios iba a vencer.
Recordó que el Mar Rojo se abrió por orden de Él.
De regreso y el fruto en sus manos,
irrumpe en el pueblo y habla a gran voz:
“No temáis que Jehová es con nosotros y la tierra nos dio”.

CORO:
Esto es para ti, tierra de bendición.
Porque cumpliste y confiaste en Aquel que te libertó.
Y aunque el tiempo pasó, su palabra Él le dio.
Y aunque ya viejo su fuerza está intacta
porque Él es su Dios. Es nuestro Dios.

II
¿Quieres también tus gigantes vencer?
Puestos los ojos en Dios, podrás ver
que años pasaron, y digan no se,
se termino tu carrera, ya no eres aquel.
Y aunque sé que hay gigantes allí,
tengo fuerzas de cielo y quiero seguir.
Confiare en mi Dios que de una roca agua hizo fluir.
Que al final del camino Él me espera,
y el fruto en mis manos yo le entregaré.
Y Él dirá lo que vez con mi sangre, por ti lo compré.

CORO II:
El cielo es para ti, es de valiente seguir.
Nada te impida abrazar tu corona y el rostro mirar
de quien por ti en la cruz tu vida quiso salvar,
y de escuchar benditos del Padre aquí hay lugar.
///Venid y entrad///
133. VEN
I
Ya ves que en esta vida nada es fácil.
Y a veces los problemas cotidianos,
no sabes si es desgracia o mala suerte,
y piensas que la culpa es de Dios.
Pero yo quiero hablarte de algo claro,
hay alguien que te ama demasiado.
Ya no sigas sufriendo por tus culpas
y ven a sumergirte en la luz.
CORO:
Ven, ven, ven, te llama. Ven, ven, ven, te espera Él.
Ven, ven, ven, tú alma vivirá feliz con Él.
II
A ti que estás cansado de promesas,
y todos tus caminos se agotaron.
Y los que prometieron se olvidaron,
y el odio endureció tu corazón.
Pero yo quiero hablarte de algo claro,
hay alguien que te ama demasiado.
Ya no sigas sufriendo por tus culpas,
te espera aquí el amor de mi Jesús.
134. LLENA HOY MI VIDA
I
Eres agua que sacia la sed del peregrino
que camina por el desierto procurando llegar hasta el final.
Eres agua que riega los corazones
reviviendo la esperanza y llenando los rincones.
Y al sentir de tu presencia
esta tierra que está seca comienza a revivir.
CORO:
Llena hoy mi vida con tu presencia.
Llénala de tu existencia y que empiece a florecer.
Quiero ser un árbol bueno y que lleve muchos frutos,
frutos dignos para él.
No quiero ser la higuera, que muy frondosa,
mas sin frutos se encontraba, solamente aparentaba.
Cava y riega hoy mi vida
para que muy pronto pueda frutos buenos ofrecer.
II
Como rama injertada yo soy, que por tu gracia
yo tengo vida. Porque no falta la rica sabia
de aquel que me injertó. Permanecer junto al olivo
siempre está verde, nunca le falta el aceite,
siempre se mantiene vivo.
Si me falta tu presencia
que es la sabia que da vida oh Señor yo moriré.
135. LA ZARZA
I
Quisiera comprender por qué Dios eligió para hablar a Moisés
aquella humilde zarza, plantada en el desierto, habiendo tanta flor.
La voz de su presencia, la llama de su gloria entre sus hojas ardió.
//Y parado en una zarza// al mundo se mostró.
II
No puedo imaginar por qué Dios me eligió, si no soy el mejor.
Delante de sus ojos, tanto nos parecemos aquella zarza y yo.
//No lo hubiera creído// que Dios me quisiera amar.
//Si una zarza pudo arder// arder quiero yo también.
CORO:
//Quémame, quémame, quémame.
Tan sólo una vez.//
III
Hay tanta zarza triste plantada en el camino, que nadie mira ya.
Los vientos del desierto la golpearon, la quebraron y casi muerta está.
Pero si vales poco, o si no vales nada el cielo no te olvidó
//Aunque seas una zarza// te sigue mirando Dios.
136. QUIERO QUE ME MIRES HOY

I
Señor yo nunca te dejaré.
Señor contigo siempre estaré.
Nadie te podrá tocar, mi vida pondré en tu lugar,
siempre prometo señor que yo te he de amar.
“De cierto te digo que hoy tres veces me negarás.
Antes de que el gallo cante esto sucederá.”
//Cuando el gallo cantó, Pedro se estremeció
y saliendo para afuera muy triste lloró.//

CORO:
//Quiero que me mires hoy con tus ojos de amor.
Y a través de tu mirada sentir el perdón.//
FINAL: Perdón Señor.

II
Señor también yo te prometí.
Señor serte fiel tan solo a ti.
//Pero como pedro soy, mis fuerzas flaquean Señor.
Es por eso que llorando te pido perdón.//

137. MENSAJERO DE LIBERTAD


I
Por las sombras va, mensajero de libertad
esperando ser por el hombre en totalidad.
Desde Nazaret es un carpintero que va,
que cambió el taller por la humanidad.
Siempre a caminar por calles de polvo y dolor.
Tendrá que olvidar el cansancio y el sudor
sólo al pensar en aquellos rostros que vio,
que no tienen paz, que piden amor.
CORO:
Va rumbo al mar a dar y a sanar, con su poder a consolar y enseñar.
La multitud reclama sin cesar esa mirada de amor,
esas palabras que traen libertad.
II
Era rico allá y eligió ser pobre acá.
Es el Creador y parece un hombre no más.
Es Eterno Dios y nació igual que un mortal.
Nadie como él en su humanidad.
Sus palabras van resonando cada vez más.
Sus milagros son credenciales de autoridad.
Su persona es admirable aún sin hablar.
Yo contemplo en él la divinidad.
CORO II:
Y sigue aún, a dar y a sanar con su poder, aún permanece igual.
La multitud sigue hasta encontrar //esa mirada de amor, esas palabras que
traen libertad//.
138. LAS PISADAS DEL MAESTRO
I
Va caminando, va caminando, sobre la arena se ve.
//Son las pisadas del Nazareno que junto al mar se lo ve//
CORO:
Pedro tira la red,//no ves que el pueblo que ya espera,
pescador de hombre te haré// (Repetir dos veces el final)
II
Allá en el muelle, allá en el muelle junto a dos barcas está,
//lavan sus redes, van muy de prisa porque el maestro vendrá//
Recitado:
Para esto fuisteis llamados, porque también Cristo padeció
por nosotros, dejándonos ejemplo para que sigáis sus pisadas.
III
Oh Cristo amado, en tu palabra, yo confiando estoy.
//Y he prometido que tus pisadas siempre las he de seguir//
139. VENGO A TU CASA
I
Vengo a tu casa esta noche, para escuchar tu palabra.
Rendido ante tus pies, como María en Betania.
Espíritu, alma y cuerpo quiero Señor entregarte
y libre de mis afanes quiero en verdad adorarte.
CORO:
Señor, ¡Qué hermoso es estar contigo!
y sentir que esos ríos de agua viva
corren por mi ser.
Señor, ¡Qué hermoso es estar contigo!
y sentir que tu Espíritu Santo
va llenando nuestro ser.
II
Sobre tu cuerpo la iglesia. Mi corazón te derrama
este alabastro quebrado, perfume de alabanza.
Recitado:
Gracias Señor porque cuando llegué a tu casa, vine cansado y trabajado por el afán y
la ansiedad, pero al oír tus palabras pude sentir que por mi interior corrieron esos
ríos de agua viva, llenando mi vida de gozo, de amor y de paz.

140. CAMINO VOY


I
Camino voy hacia la eterna morada. Caminando voy al encuentro de Jesús.
Quiero llegar hasta esa patria preparada donde por siempre con Jesús yo estaré.
Allí no habrá más tristezas ni quebrantos, no habrá lucha, no habrá llanto, ni dolor.
Cielo nuevo y tierra nueva allí veremos los que un día aceptamos a Jesús.
CORO:
//Quiero llegar a los cielos para vivir con Jesús.
Junto con los redimidos quiero yo llegar a Sión.
Y nunca más separarme de Jesús el Nazareno,
//del Cordero que inmolado con su sangre nos lavó.// (Al final repite dos veces.)
II
Nadie podrá apartarme del camino, del camino que me lleva a la morada
donde por siempre con los santos estaremos alabando a Jesucristo el Salvador.
141. JESÚS Y PILATO

“¿Rey de los judíos? ¿Eres el rey de los judíos?” – le preguntó Pilato. Jesús con su rostro
ensangrentado levantó su tierna mirada y le dijo: “Tu lo has dicho”. Las carcajadas y las
risas se escucharon hasta el último rincón de la gran ciudad. “Nada tengo yo con este
hombre” – dijo Pilato. Se dio la vuelta y se fue; y el Señor quedó solo con aquel que una
vez fuera su pueblo y que amaba tanto desde antes de la creación del mundo.
Una piedra golpea sobre su rostro, la turba comienza a golpearlo, a ensañarse con tanta
vehemencia que gotas de sangre caían al piso. El látigo feroz, implacable en las manos
del soldado romano deja llagas y heridas irreparables, casi a punto de morir. Y como si
fuera poco, cargan el peso del mundo en su espalda, un enorme madero el cual le sirvió
de apoyo mientras se moría. Balbuceando palabras, algunas dijo: “Padre mío, perdónalos
porque no saben lo que hacen. ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?”
I
“Eli-Eli Lamac Sabactani” clamaba el Maestro.
Su espíritu entregó.
El sol no quiso estar presente, la tierra se estremece.
Jesucristo murió. Los soldados murmuran en silencio:
“Verdaderamente es el Hijo de Dios”.
CORO:
La tumba no pudo detenerlo,
el Rey de los judíos con poder se levantó.
Perdona por tanto sufrimiento
y gracias hoy te damos por esta salvación.
II
Tres cruces en el monte Calvario.
Silencio y dolor, Jesucristo murió.
“Padre perdónales, mi Dios”.
Mataron al Cordero y el velo se rasgó.
Los suyos mirando de lejos,
Jesús crucificado; para ellos terminó.

142. TE QUIERO AGRADECER


I
Oh Señor yo te quiero agradecer
por ser tan fiel en tu bondad,
por salvarme de este mundo pecador
y así darme la gran salvación.

CORO:
//Quiero estar en tus atrios
día y noche alabándote a ti.
Quiero estar en tu gloria
y adorarte por la eternidad.//

II
Tu llenaste mi vida oh mi Dios
de paz, alegría y amor.
Y no sé como pagarte oh Jehová,
solamente te puedo alabar.

143. NO EXISTEN TRISTEZAS


I
Hay algo muy simple que todo cristiano
no debe olvidarse al peregrinar.
Que en todo momento sus labios se abran
cantando alabanzas al Dios de verdad.
Si estas enfermo o muy abatido,
si algo perdiste y no te entiendes por qué,
Alaba a Cristo aunque te falten las fuerzas,
porque la alabanza traerá bendición.

CORO:
No existen tristezas para el cristiano,
Que estando en pruebas alaba al Señor.
Un gozo muy grande inunda su alma,
Porque la alabanza traerá bendición.
II
¿Por qué estas callado, ni amén hoy has dicho?
¿No sabes que Cristo nos vino a bendecir?
Pero tu silencio, tus labios cerrados,
están impidiendo una gran bendición.
CORITO:
Que se deje sentir tu presencia, y que llene nuestro corazón.
Que se deje sentir tu presencia, te pedimos bendito Señor.
Te alabo, te alabo, y mi alma no se cansa de alabarte
Te alabo, te alabo //mientras vida exista en mi ser//.

144. CRISTO VIENE


I
Las señales ante el fin en la tierra hoy se ven,
lo que un día habló el Señor hoy se cumple por doquier.
Todo esto hace pensar que se acerca el tiempo ya,
que el Señor regresará a su iglesia a buscar.
CORO:
//Cristo viene// Cristo viene a su iglesia a buscar.
//Cristo viene// En las nubes con poder descenderá.
//Cristo viene// Cristo viene a su iglesia a buscar.
II
El principio de dolor hoy se siente en derredor.
Hay guerras, hay dolor, nación contra nación.
Terremotos por doquier, hambre y pestilencias hay
y las olas de la mar se levantan fuerte ya.
III
Mirad que no os turbéis porque necesario es
lo que sucediendo está, lo que habrá de acontecer.
Meditad, velad y orad porque aún no es el final,
son señales antes del fin que en la tierra se verá.
145. POR AMOR
I
Más tierno que el amor de una madre
Más fragante que las bellas flores.
Más hermoso que la risa de un niño.
Es tu amor, es tu amor mi Señor.

II
Agobiado caminaste en silencio
Y esa cruz destrozaba tus hombros
Tus amigos ya no están a tu lado
Lo sufriste por amor, por amor.

CORO:
// Por amor tu asumiste la muerte de un reo
Por amor tú elegiste el suplicio y la cruz
Esos clavos que abrieron las manos y pies
Fue por amor que diste Señor tu vida en la cruz.//

III
Si Satán me ofreciese su reino
Todo cuanto se llame placer
A mi Cristo no cambio en su amor me deleito
Es tu amor, es tu amor mi Señor.
146. YO SÉ QUE ÉL VIVE
I
“Porque de Dios recibiremos lo bueno y no lo malo”,
dijo aquel llamado Job.
//Cuando todo lo perdió, cuando nada le quedó,
pudo decir. “Dios me dio, Dios me quitó”//
Que integridad Dios me pide hoy recordarla,
que siendo justo aquel varón Dios le probó.
//Con todo esto él no pecó, ni de su boca una queja salió,
sólo bendijo a Dios que del cielo lo aprobó.//
CORO:
Yo sé que Él vive, yo sé que es mi Salvador.
Y aunque la prueba sea muy dura yo le veré.
Yo sé que Él me ama y que en vano no he de sufrir
y que después de pasada la prueba me bendecirá.
II
Que integridad yo te pido poder alcanzarla.
Que el mundo vea que en el sufrimiento te puedo alabar.
//Que no hayan quejas sino una canción,
que no hayan tristezas ni desolación,
sólo bendice al Señor que del cielo dará bendición.//

147. PEDRO Y JUAN

I
Pedro y Juan subían al templo a la hora novena del día,
a orar con el pueblo y unidos alabar todos juntos al Señor.
Cuando iban entrando a la puerta los detuvo el clamor de un mendigo,
que era cojo desde nacimiento que pedía limosna a ellos,
pero Pedro mirando le dijo:

CORO:
“Oye amigo, yo no tengo nada. Mucho menos plata ni oro.
Lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo: ¡Levántate!”
Y aquel hombre sanado al momento entró saltando y llorando al templo.
Dando gloria al Señor de los cielos, alabando a este Dios verdadero.

II
Asombrado y perplejos quedaron al mirar esta obra gloriosa.
Aquel hombre que estaba postrado una nueva criatura en Jesús.
Este cojo así fue curado en la puerta llamada La Hermosa.
En el nombre de Cristo el Cordero por el mismo Señor que hoy amamos,
por el mismo poder que hoy vemos.

148. QUÉ ESTÁ PASANDO


I
¿Que está pasando, hermano mío? ¿Cómo has llegado hoy ante Dios?
Te noto triste, muy confundido. Perece que las cosas van peor.
No pienses más en tus problemas, deja que Dios, Él obrará.
//Aliviará todas tus quejas y libertado tu quedarás.//
CORO:
Recuerda siempre que hay un camino que fue hecho con su sangre,
para librarte del pecado y de la muerte. Si Él dio su vida, ¿no te podrá libertar?
Si tu problema se ha hecho grande como era aquel gigante,
recuerda al niño que juntó las cinco piedras. Tan sólo una al gigante derribó.
II
¿Cómo has cambiado, hermano mío? Ya no eres el mismo de ayer,
hay algo en ti que te ha vencido y sólo te hace retroceder.
Anímate en su presencia, en este día está aquí.
//Clama poder, pide clemencia y al enemigo podrás vencer.//

149. ALFARERO
I
Cuando llegué a la casa del alfarero,
él trabaja en la rueda y pude ver
que la vasija que hacía en su mano se hachó a perder.
//Y volvió e hizo otra nueva según quiso él//.
CORO:
¡Oh alfarero, hazme de nuevo!
Hoy en tus manos toma mi vida y empieza a moldear.
¡Oh alfarero, hazme de nuevo!
Haz de mi vida un vaso de honra que puedas usar.
II
Si cual vasija rota está tu vida.
Una derrota parece. Todo va mal.
Ponte en las manos de Dios su amor te restaurará
//y un vaso de honra tu vida será.//
150. SI HAY ADVERSIDAD
I
Si hay adversidad, si hay tormentas mil.
Si ya no brilla el sol no te desanimes aun puedes confiar.
Se estaba aproximando para nuestra vida una bendición
y Satanás quería empañar las cosas con su oposición.
Haciendo de las suyas una y mil veces intento frenar,
entristecernos y robar el gozo que nunca debíamos perder.

CORO:
Si queremos la victoria tendremos q batallar.
Si queremos ver su gloria debemos vencer.
No es mala señal cuando se enoja el enemigo,
es un buen indicio cuando esta enfurecido.
Hay una victoria a las puertas hay un triunfo.
El león de nuestra paz aplastará en breve a Satanás
///debajo de nuestros pies///. (Repetición al final.)

II
Dios tiene algo mejor, Jesús es superior.
Serás un vencedor cuando comprendas que puedes vencer.
No hay explicaciones, ni existen razones si te sientes mal.
Reina la impaciencia y a veces pensamos que el culpable es Dios,
y no nos damos cuenta que hay un enemigo que vencido está,
que sometiéndonos a Dios le resistimos y huirá.
151. EL MONTE
I
Al monte los llevó y allí su gloria les mostró.
Que bueno es, estar aquí, no quiero descender.
Quedarme y contemplar lo hermoso de su gloria
yo quiero hacer lugar para ti.
Y una nube de gloria con mis ojos vi,
todo el monte temblaba, Dios estaba allí
y una voz en el monte se escucho decir:
este es mi hijo, a Él oíd.
CORO:
Si estas en monte, hoy sientes su gloria.
Jesús quien te trajo hoy quiere llenarte
y cambiarte la historia, //prepara un lugar para Él
no lo dejes ir (no lo dejes ir),
el valle esta lleno de sombra de muerte puedes morir//.
II
El valle donde estás hay lágrimas, necesidad,
luchar sin el tu no podrás, vencido caerás.
Si quieres hoy sentir lo hermoso de su gloria,
no dudes hoy el monte temblará.
Y una nube de gloria hoy se siente aquí.
Mi alma, espíritu tiembla tu estas aquí.
Libertad has traído yo la siento en mí,
puedo creerlo no hay duda en mí.
CORO FINAL:
Si estas en monte, hoy sientes su gloria.
Jesús quien te trajo hoy quiere llenarte
y cambiarte la historia, prepara un lugar
para Él no lo dejes ir (no lo dejes ir),
///el quiere que vivas la gloria del cielo
porque Él está aquí (Él está aquí)///.
152. CUANDO TU PRESENCIA
I
//Cuando tu presencia pasa por aquí
todos los problemas tienen que huir.
La aflicción se aleja todo se disipa,
cuando tu pueblo comienza a alabar.//
CORO:
Estoy sintiendo ya, tu fuego Santo en mi.
Es una llama y va quemando todo mi interior.
Se cortan ligaduras, se rompen las cadenas
con su gran poder.
Clama con fuerzas hoy que para ti también
hay libertad en Jesucristo si puedes creer
Abre tu corazón, Él cambiara tu vida.
II
Siento tu presencia en este lugar,
y mi corazón comienza a palpitar
al ver a su pueblo pidiendo
que descienda hoy a bautizar.

153. NO TEMAS
I
Cuando me siento triste siento tu mano que me acaricia.
Cuando estoy en pruebas y ya sin fuerzas, escucho tu voz:
CORO:
“No temas, yo estoy contigo. Mía es la lucha, por ti pelearé.
Confía, oh hijo mío, porque en mis brazos yo te sostendré.”
II
Recuerda que prometiste allá en la fuente seguirle hasta el fin.
Toma hoy la mansera porque hasta que Él vuelva debes trabajar.
154. MI PRESENCIA IRÁ CONTIGO
I
Dijo Moisés a Jehová: “No nos saques de aquí,
si tu presencia no va. No, no quiero seguir”.
CORO:
“Mi presencia irá contigo y descanso te daré.
Maravillas en mi pueblo nuevamente mostraré.”
//dijo Jehová a Moisés.//
II
Como tu siervo Moisés, nos encontramos aquí.
No nos queremos marchar sin tu presencia sentir.
CORO II:
“Mi presencia irá contigo y descanso te daré.
Maravillas en mi pueblo nuevamente mostraré.”
//dice Jehová a su grey.//

155. RECUERDA QUE HAY ALGUIEN


I
Hay momentos que en la vida son muy tristes.
Hay momentos que son de felicidad,
que lloramos muchas veces de alegría,
que lloramos cuando estamos en soledad.
Sí, mi hermano, este camino es muy difícil.
No es de rosas ni de flores el sendero.
Hay momentos que tenemos compañía
y hay momentos que sufrimos el desprecio.
CORO:
Pero recuerda que hay alguien que te ama.
No te olvides que nunca te desampara.
Que aún en pruebas y dolor está contigo.
Él es Jesús, él es tu Dios, él es tu amigo.

II
Hubo uno que pagó todo el desprecio.
Del silencio, del martirio y del dolor.
Pero aún en la agonía de su muerte solo dijo:
“Padre mío, perdónalos”.
Sí, mi hermano, este camino es muy difícil.
No es de rosas ni de flores el sendero.
Hay momentos que tenemos compañía
y hay momentos que sufrimos el desprecio.
156. PRECIOSA SANGRE
I
Hay un poder que no resiste el enemigo,
hay un poder que hecha fuera todo mal.
Rompe cadenas y levanta al que ha caído,
al oprimido que ya no puede avanzar.
Ese poder está en la sangre del Cordero.
Sólo al nombrarla ella trae libertad,
ya no me importa si me acusa el enemigo,
en esa sangre me puedo yo lavar.
CORO:
Preciosa Sangre! El enemigo ya se tiene que marchar.
Preciosa Sangre! Ya está bajando desde el cielo libertad.
Preciosa Sangre! Poder tan grande que ha llenado este lugar,
mi vida nunca será igual. Señor tu sangre me revista,
quiero siempre cubierta de ella estar.
II
Yo creo ver cómo está huyendo el enemigo.
Él no soporta verme limpio una vez más.
Y aunque pretende hacerme ver que yo he caído
está vencido y se lo quiero recordar.
Yo estaba destinado al sufrimiento eterno
pero esta sangre mi rumbo ya cambió.
Hoy voy con gozo a donde esperan redimidos
los que con sangre comprados ya están.
157. ESPÍRITU SANTO, SOPLA
I
Ciento veinte esperaban la promesa.
Una mente, la esperanza y la certeza
de saber que llegaría, el Espíritu Santo, el Consolador.
Reunidos aguardaban su venida
que vendría dentro de no muchos días,
y con ella el poder del Espíritu Santo que ayuda a vencer.

CORO I:
Sopla, con el viento que aviva el fuego en la Iglesia, hoy sopla.
Que repartas los dones en los corazones.
Sopla en mi corazón y que llene mi vida.
Hoy sopla Señor.
II
Si en mi vida hoy soplas, en mi ser tu derrotas
lo que el mundo en mi logra enfriándome en tu obra.
Oh Señor quiero ser libre y ante ti todo rendirme.
Necesito el calor de ese fuego abrazador
y en libertad alabar y ensalzar
a quien murió un día para que yo tenga vida.

CORO II:
Sopla con el viento que aviva el fuego en la Iglesia, hoy sopla.
Que repartas los dones en los corazones.
Y sopla en mi corazón y que llene mi vida.
Hoy sopla, Señor.
Sopla con el viento que lleva rencores, temores, hoy sopla.
Que unifique y limpie nuestros corazones.
Hoy sopla en mi corazón y que llene mi vida, hoy sopla Señor.
Sopla…. Sopla….
Sopla en mi corazón y que llene mi vida. Hoy sopla Señor.
158. Y TÚ
I
Hay una voz que te llama desde la cruz,
y unos ojos que miran tu corazón.
Hoy unos brazos se abren para tu alma.
Los mismos que en el Calvario tu mal llevó.

Ya no sigas escapando, vuelve a tu Padre.


Tal vez pienses que la suerte te va a cambiar.
Hoy tienes que decidirte, mañana es tarde
y tendrás que arrepentirte, vas a llorar.

CORO:
Y tú, ¿te vas a quedar sin su amor?
¿Qué quieres hacer con Jesús?
Yo quiero hablarte de Aquel
que murió en la cruz.
Y tú, ¿qué piensas en tu corazón?
Es tiempo de buscar la luz.
Yo quiero hablarte de aquel que se llama Jesús.

II
Hoy es un día de fiesta para su pueblo.
El canto se oye, el invierno ya terminó.
Hay una mesa servida, un vestido nuevo.
En la sangre del Calvario está el perdón.

Mira que hoy día la gracia ya está a tu puerta.


Quizás la busques mañana, ya no estará.
Tienes que hablar con el Padre, ponerte a cuenta.
Antes que llegue la noche y ¿a dónde irás?
159. NO TE RINDAS

I
¿Cuánto tiempo llevas con tu sufrimiento?
No hay remedio que te sirva de consuelo.
Te has cansado de esperar, te has cansado de llorar,
te has cansado de luchar y trabajar.
No te rindas la carrera aún no termina,
no te rindas solo tienes que llegar.
Y aunque solo te has sentido es Jesús tu fiel amigo,
siempre estuvo allí y siempre allí estará.

CORO:
Dios va a mandar restauración, prosperidad.
Él va a llegar con libertad con santidad.
Ya pasará ese problema que te aflige pasará (pasará).
Levántate, se fue el invierno, hoy es tiempo de cantar.
No te rindas, no abandones, si resistes triunfarás.
Queda un poco más pronto llegará el final,
se valiente la victoria cerca está.

II
Como Elías en aquel monte Carmelo,
de rodillas humillado oró hacia el cielo.
Y aunque grande la sequía, esperanzas ya no habían,
él confiaba que su Dios no iba a fallar.
Sólo escucha una lluvia grande viene,
y esa nube que se asoma ya es nuestra.
Ese tiempo que faltaba se cumplió y no falta nada.
Dios ha sido fiel y siempre fiel será.
160. YO ERA POBRE

I
Yo era pobre pero me enriqueció.
Me abatió hasta el polvo pero me enalteció.
Llevo un cántico en mi alma hacia ti,
por la deuda pagada por mí.
¡Que dichosa se siente mi alma! Te lo debo a ti.

CORO:
Puedo cantar, puedo reír,
puedo decir que no fue en vano llorar.
Que mis lágrimas tu recogiste
y quitaste mi afrenta Señor.
Puedo ver como el cielo envió para mí,
bendición que a mi vida alegría le dio.
Tu trajiste perdón a mi alma,
la libraste de la perdición.
Puedo ver como el cielo se abrió para mí
y al Espíritu Santo obrando en mi ser.
El infierno hoy está temblando
porque siento tu presencia aquí.

II
Tu eres rico porque tienes su amor.
Ya no digas soy pobre porque alto precio pago.
Soportó lo que nadie en la tierra sufrió,
para que hoy seas lleno de gloria
y aquel día un vestido de lino muy fino tendrás.
161. NO TEMÁIS (Jn. 6:16-21; Mt. 14:22-27; Mr. 6:45-52)
I
Entrar en la barca para llegar a la otra rivera,
hay que atravesar el ancho mar.
Pero en el monte el maestro su barca contemplaba
y los vio remar con dificultad.
Sus fuerzas se terminan porque grande es la tormenta
sienten que van a naufragar.
Pero el maestro no está allí en el monte
sobre el mar Él va caminando.
Junto a ellos les dice: “no temáis”.

CORO:
“No temáis” dijo Jesús. No temáis.
Aunque grande es la tormenta donde tú estás.
Cuando fuerzas ya no queden
y te sientes que no puedes no te olvides
Jesús dijo: “no temáis”.
Final: No te olvides Jesús dijo: “no temáis”.

II
El mar es este mundo que pretende aquí dejarte.
Recuerda bien que dijo: hay que cruzar.
Si queremos escuchar su voz diciendo aquí entrad,
no desmayes y rema hasta el final.

162. LA VICTORIA ESTÁ EN JESÚS

La victoria está en Jesús, sólo tienes que saber

que mayor es el poder de Dios que el poder de Satanás.

La victoria está en Jesús sólo tienes que pensar

que aunque pasen malos tiempos donde el mundo se destruya.


//Y aunque estés pasando pruebas el Señor te ayudará,

te dará alguna salida para poder soportar,

extenderá su mano amiga, te dirá por dónde andar.

Multiplicará tus fuerzas, te consolará.//

163. LA MANO DE MI CRISTO


I
La mano de mi Cristo que nunca me ha dejado,
cuando estoy en tristeza, cuando siento morir
me anima, me levanta, me pone de su lado,
cuando yo estoy enfermo, cuando no soy feliz.
Cuando me siento solo Él viene a visitarme
me toma con su mano por eso estoy aquí.
La mano de mi Cristo que nunca me ha dejado,
me rosa cada día, que bien me siento así.

CORO:
Cristo bendito hoy quiero agradecerte
por todo lo que hiciste en mi vida Señor.
Yo te agradezco porque estas cada día
llenando de tu gracia, sembrando de tu amor.

II
Hoy que he llegado Señor a tu presencia,
trayéndote mi vida la quieras bendecir.
Te traigo esta alabanza como agradecimiento
por todo lo que hiciste Señor dentro de mí.
Te ruego que tu luz more sobre mi vida,
que de tu unción bendita hoy me quieras ungir.
Señor yo necesito tu mano cada día
porque quiero servirte Señor hasta morir.
164. EN EL TEMPLO DE LA HERMOSA (Hch. 3:1-11)

I
En el templo de la Hermosa, diariamente y de hace tiempo,
han traído nuevamente al cojo de nacimiento.
Se ha sentado como siempre a la puerta a mendigar,
Pidiendo: “misericordia, solamente una limosna,
para mi sustento hallar.”
Se aproximan dos varones, estos son Pedro y Juan.
Se conocen a lo lejos, solo por su caminar.
Son aquellos pescadores que el maestro escogió
para llevar el mensaje de poder y salvación.
CORO:
Ponte de pie, camina hermano.
No ha cambiado el Señor ni su poder.
Ponte de pie, porque hoy mi hermano,
//este mundo verá en ti, el poder que te ha cambiado//
II
Estuvo atento esperando de ellos algo recibir.
Míranos le dijo Pedro, no tenemos para ti,
ni plata, ni oro, que te podamos dar.
Pero algo si tenemos, en el nombre del Cordero,
hoy comienza a caminar.

165. TU CORAZÓN EN HOREB (Éxodo 3)

I
En el desierto Moisés se encontraba, cuidando ovejas, sus horas pasaba.
Vio en Horeb una zarza que ardía, pero la llama no la consumía.
De la ardiente zarza una voz se escuchó, no era un ángel, era el mismo Dios.
1º CORO:
“Quita el calzado que traen tus pies, Yo soy Jehová el mismo de ayer.
Yo soy el gran amigo de Abraham, el Dios de Isaac, de tu padre Jacob.
Y hoy he venido a traer a mi pueblo la liberación.
II
Hermano mío que ahora te encuentras, en un desierto de luchas y pruebas.
Pídele a Dios que hoy ha venido a darte paz, y alumbrar tú camino.
Y como aquella zarza de Horeb tu corazón hoy puede arder.
(Repetir 1º coro, y después 2º)
2º CORO:
“Quita el calzado que traen tus pies, Yo soy Jehová el mismo de ayer.
Yo soy el gran amigo de Abraham, el Dios de Isaac, de tu padre Jacob.
Y hoy he venido a traer a tu alma la liberación.
166. ALFARERO (Jer. 18:1-6)
I
Alfarero que das forma a la vasija con tus manos,
como el hombre en el Edén que fue formado.
Lo hiciste perfecto, él era a tu imagen, por ti fue creado.
Alfarero, tu que tienes potestad sobre el barro,
que transformas lo vil de este mundo en vaso de honra.
Tu misericordia declara tu amor.
CORO:
Alfarero tu que vuelves la rueda a girar,
tu que puedes el barro amasar,
si quisieras mi vida formar según mejor te parezca.
Alfarero en tus manos yo quiero estar,
solo en ellas podré encontrar
la forma perfecta de tu voluntad.
FINAL:
//Alfarero las vasijas ya limpias están
tu presencia nos ha de llenar de aceite del cielo en este lugar.//
II
Alfarero que conoces mí salida y entrada.
Tú viste la aflicción de mi llegada.
Mi alma te anhela, espera en tu gracia, sin ella no es nada.
Alfarero que viniste a redimirnos del pecado
que das fuerzas al caído y al cansado.
Derrama tu gloria te ruego Señor.
167. YO CONOZCO (Ap. 2:1-5)
I
Quien tiene los ojos de fuego
y su voz como estruendo de agua,
su boca es como una espada
que traspasa cuerpo y alma cuando habla.
Aquel que se mueve en la iglesia
y que juzga al hombre con amor eterno.
Aquel que te lleva a la gloria,
que conoce tus obras hoy te dice: “Yo conozco”.
CORO:
Yo conozco tus obras, yo conozco tu esfuerzo.
Que trabajas, trabajas, te esfuerzas, y lo haces por mí.
Que has tenido paciencia, que has sufrido dolencias.
Que no has desmayado, que no te has cansado
porque tu fuerza está en mi.
Yo conozco.
II
Mis ojos de amor que hoy te han mirado,
aunque he visto tus obras una falta he notado.
Tu primer amor ¿a dónde has dejado?
se ensombrecen tus obras si te lo han robado.
Aquel que se mueve en la iglesia
y que juzga al hombre con amor eterno.
Aquel que te lleva a la gloria
que conoce tu historia hoy te dice: “Yo conozco”.
CORO 2:
Yo conozco tus obras, yo conozco tu esfuerzo
pero falta el amor que un día brillaba en ti.
Si te falta ese amor de que sirven tus obras,
tu trabajo y tu esfuerzo no sirven si falta tu primer amor.
Yo conozco.
168. LAS BODAS DE CANÁ
I
Las Bodas de Caná de Galilea,
Jesús fue invitado y todo era normal.
De pronto una voz al oído: “No tienen vino”.
Era María, la madre,
que viendo tristeza acudió al que puede cambiar.
Escuchad lo que Él dice y haced lo que Él os dijere,
las tinajas con agua hasta arriba hay que llenar.
Y sacad, y llevad no dudéis el milagro que viene,
y probando el agua hecha vino se regocijaran, regocíjate hoy,
Porque Él puede cambiar.
CORO:
Si invitado tú fuiste aquí, es Su casa y abunda la paz.
Y la Iglesia la madre que ha visto a Jesús le dirá:
No hay gozo en el alma Señor, si tu quieres hoy puedes llenar,
las vasijas vacías del gozo que perdurará.
Y cambiar la tristeza y el llanto en gozo Santo que es celestial.
Hoy hay fiesta el esposo ha venido,
y ha traído consigo la paz, que hoy te dará.
II
El milagro de Caná de Galilea,
hoy quiere Jesús en tu vida realizar.
Él sabe de toda tu angustia y como has venido,
porque falta de gozo has tenido,
y acudiste a Jesús tu amigo, porque Él puede cambiar.
Escuchad hijo mío y haced lo que hoy te dijere,
tu tinaja con gozo hasta arriba hoy voy a llenar.
No dudéis y creed que es así el milagro que viene,
Y tu alma ya libre de angustia se regocijara,
Regocíjate hoy porque Él quiere cambiar.
169. JESÚS Y EL LEPROSO (Mt.8:1-4; Mr.1:40-45)

“Cuando Jesús descendió del monte, le seguía mucha gente.


Y he aquí vino un leproso que se postró ante Él con su rostro en tierra,
diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.”

I
Al descender del monte, un leproso a sus pies se postró.
Si quieres hoy puedes limpiarme, el leproso a Jesús le rogó.
Quiero, le dijo el maestro y extendiendo su mano tocó al leproso,
y al momento como un niño su piel restauró.

CORO:
Yo soy leproso, tú eres poderoso,
yo sé que tú puedes limpiarme Jesús.
Di la palabra, extiende tu mano,
seré transformado Señor por tu luz.
La dicha del leproso que se postró ante tus pies
concede para mi alma. Señor límpiame.
Yo soy leproso, tú eres poderoso,
yo sé que tú puedes limpiarme Jesús.
Di la palabra, extiende tu mano,
seré transformado Señor por tu luz.
//Has que mi ser resplandezca, has que brille tu luz,
para que muchos leprosos vengan a Jesús.//

“Y Jesús teniendo misericordia de él,


extendió la mano y le tocó diciendo:
Quiero, sé limpio.”
170. JEHOVÁ CONTIGO ESTÁ

I
Era amado por su padre, era joven y era fiel.
Él soñaba, no entendía lo que Dios hará con él.
La envidia y el odio de su padre lo alejó
y vendido como esclavo de repente se encontró.
Encumbrado por su amo, que su casa y sus bienes le confió.
Solo en un país lejano, separado de su pueblo.
Pero no de su creador.
CORO:
No hay cadenas ni cerrojos que lo puedan separar,
aunque está en una cárcel Dios con él allí está.
Su pasado no recuerda cuando él tuvo que llorar.
Solo espera aquel momento que Dios le levantará.
La confianza no perdió, sabe que Dios cumplirá,
que en sus manos hay abundancia y en su corazón piedad.
Porque Jehová con él está.
II
Soy amado por mi Padre, él me acepta como soy.
Si me ve en debilidades nunca falta su perdón.
Él conoce de mis sueños y también mi tentación.
Hay un día señalado para mi liberación.
Puede ser hoy el gran día, que soy libre,
prisionero ya no soy. Tengo vestiduras nuevas.
Separado estoy del mundo, pero no de mi creador.
CORO II:
No hay cadenas ni cerrojos que te puedan separar.
Ya no estás en un cárcel todo eso quedó atrás.
//No recuerdes tu pasado, si tuviste que llorar.
Ha llegado aquel momento que Dios te levantará,
no es un sueño es realidad lo que un día Dios mostró.
De la cárcel te liberta en palacio vivirás,
porque Jehová contigo está.//
171. DESPIERTA
I
Despierta, la mañana que esperabas
va llegando apresurada, esta vez será.
Despierta ya, este mundo y sus placeres
han logrado distraerte del día que aguardabas.
Despierta, el reloj allá en el cielo
está marcando, ya es la hora, él regresará.
Los salvos volarán a su encuentro, qué feliz será!

CORO:
Despierta, el Rey de reyes está volviendo
en las nubes a reinar, todo su pueblo se levanta
para recibir al Rey que viene ya, viene ya, viene ya.
Por qué serás tú el postrero en hacerle volver,
tú eres parte de su cuerpo, lo debes saber.
Ahora levántate, viene ya, viene ya. Cristo viene ya.

II
Despierta, pues tu amor se fue enfriando,
ya no oras ni le sirves, no le adoras más.
Despierta ya, ese gozo que sentías
y esa paz que te invadía cuando antes le servías.
Despierta, el invierno ha pasado y la lluvia se ha mudado,
tiempo es de cantar.
Pues vuelve con las nubes del cielo el que te redimió.
172. NO TEMERÉ
I
No temeré si un ejército acampa contra mí.
Porque Dios está conmigo y seguro estaré.
No, no temeré.
Dios es mi luz, es mi roca de refugio,
Él es mi salvador, quien me libra del peligro
y mis pies de caer. No, no temeré.

CORO:
No temeré a las luchas de la noche
porque en ti confiaré.
Tu presencia mi infunde hoy de fuerzas
para vencer. Hoy los males caerán a mis pies.

II
No temeré si la guerra se levanta contra mí.
Aunque a mi vida amenace, Dios me ceñirá de poder.
Con su ayuda fortalezas venceré.
Tengo su amor y es aquel amor perfecto
que hecha fuera mi temor
cuando mi alma esta luchando.
Trae paz a mi corazón,
fortalece a mi espíritu con valor.

173. ARDIENDO EL FUEGO


//Ardiendo el fuego en mi alma está.// Gloriosa llama me limpiará.
Oh Aleluya! mi alma ardiendo está. Oh Señor quiero que ardas en mi ser.
Como una zarza quiero arder con tu poder.
A los perdidos ganaré como señal que estoy ardiendo con el fuego celestial.
Quiero alabarte y adorarte sólo a ti, como se adora en Espíritu y en verdad.
//Oh señor quiero que ardas en mi ser. Como la zarsa quiero arder con tu poder.//
174. ¿A QUIÉN QUERÉIS QUE OS SUELTE?
I
¿A quién queréis que os suelte?
¿Qué pues haré de Jesús llamado el Cristo?
Pilato pregunta, el pueblo responde
y el silencio y la paz de Jesús
que el hombre no entiende. Calmo y sereno.
Su acusación se hace mas tensa,
Jesús no responde ni una palabra,
no es un hombre cualquiera,
sus ojos reflejan la calma del cielo,
y su intento de redención no se altera.
¿Qué debo hacer con Jesús?, Pilato pregunta,
¿si condenar o tal vez soltar?, mi mente se turba.
CORO I:
¡Crucificadle! Gritó el pueblo, pidió matad a Jesús.
Soltad al ladrón. “No hallo maldad en este hombre, para mi es inocente.”
Gritaban más fuerte: ¡Que sea colgado! Pilato con agua lavó se las manos
y al fin el ladrón queda libre, mas Jesús es crucificado.
II
Allí se ve, al Salvador suspendido
entre el cielo y la tierra.
La tierra rechaza, el cielo le espera
y gota a gota vertía su sangre allí en esa cruz.
Calmo y seguro.
Todas las fuerzas del mal le rodean
y la potencia del cielo pelea,
el mal es vencido.
Las rocas se parten, la tierra se abre
y los santos que estaban dormidos se levantan.
Que tiemble esta tierra porque hoy
ha venido el que venció, el que salvo, libertad ha traído.
CORO II:
Él es Jesús, el gran Rey, el principio y el fin.
El que es Sí, el que era y el que ha de venir,
el que estuvo muerto y hoy vive por eso tú vives.
Yo estoy en el medio de un pueblo que alaba,
yo estoy con el alma que vino angustiada, yo estoy y me muevo en la iglesia
y le pongo fin a toda tristeza.Limpieza he traído para el alma que pecó,
mi sangre le limpia y le otorga el perdón. Si quieres ser limpio acude al Señor
//tendrás vida eterna y con el comunión//.

175. EN EL EDÉN
I
El hombre en el huerto del Edén disfrutaba tu gloria.
La dicha que día tras día vinieras a él.
Pero pecó, olvidando el mandato de Dios.
Desechado de aquel paraíso el hombre quedó.
Aquello que hiciste a tu imagen estaba perdido,
desobediencia y tambien el pecado lo ha corrompió.
Pero tu amor, hacia el hombre perdido,
decidiste enviar a tu hijo para redención.
CORO:
El sacrificio en la cruz del Calvario te puede salvar.
No en vano vertió Él su sangre, fue para limpiar.
Si el pecado en tu vida causó una frustración,
hoy la sangre de Cristo te limpia y te otorga el perdón.
II
La gracia que halló el penitente hoy es para ti.
Por más negro que sea el pecado, depende de ti.
Su espíritu, alma y cuerpo al cielo ascendió,
pero en tierra dejó Él su sangre la que limpia hoy.
CASA DE DIOS Y PUERTA DEL CIELO

I
Casa de DIOS y puerta al Cielo,
es la morada que tengo en la tierra para ti.
En ella tú encontrarás, paz y descanso.
La tristeza y el llanto se tienen que ir.
Casa de Dios refugio del Cielo,
donde el consuelo y el poder abundan allí.
Y todo el que viene a mí con amargura de alma,
buscando paz, dulce calma, hay una fuente para ti.

CORO:
Porque cualquiera que en su corazón la plaga sintiera
y si el dolor del pecado o la enfermedad le tocara,
en una oración tu rostro buscara, en la intimidad
contigo hablara, tu oirás, tu oirás.
Si Dios cerrara la ventana del Cielo
y lluvia faltara
o si el hambre y la pestilencia a tu casa llegaran.
Si alzares tu voz se abrirá hoy el cielo.
Tu respuesta vendrá y sabrás que hay consuelo.
Porque Dios oirá, Dios oirá.

II
Casa de DIOS, lugar de los santos.
Donde la gloria y la honra son para ti.
Te mueves con libertad .
Y no hay barreras en tus obras.
Existe un día y la hora, en que tú responderás.
Casa de Dios, asilo del cielo.
Donde el cansado peregrino descansará.
Y todo lo encontrarás aquí no hay nada que falte.
Cuando tú hables el cielo al mismo tiempo se moverá.
170. LEVÁNTATE (Isaías 40:28-31)

¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la
tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;

Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

¡Levántate! No te quedes ahí, hermano mío.

Si grande es el dolor que hay en tu corazón recibe fuerza ahora.

Jesucristo te da la fe que necesitas para que te levantes. ¡Levántate!

CORO:

Si el justo cayere, no quedará postrado.

Se levantará, así dijo el Señor.

Se levantará, porque conoce a Dios.

II

¡Levántate! Sé valiente y camina, hermano mío (no dejes de caminar).

Que hay un galardón para todo el que creyó en la tierra prometida.

Jesucristo te da la fe que necesitas para que te levantes. ¡Levántate!

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