Las enfermedades de transmisión sexual (ETS), también conocidas como
infecciones de transmisión sexual (ITS) o enfermedades venéreas, son infecciones
que se transmiten de una persona a otra durante el contacto sexual. Algunas de las ETS más comunes incluyen:
1. Clamidia (Chlamydia trachomatis): Es una infección bacteriana común que
puede afectar los órganos sexuales de hombres y mujeres. A menudo es asintomática, pero si no se trata, puede causar complicaciones graves. 2. Gonorrea (Neisseria gonorrhoeae): Otra infección bacteriana, la gonorrea puede afectar los genitales, la boca, la garganta, los ojos y el recto. Los síntomas pueden incluir dolor al orinar y secreción anormal. 3. Sífilis (Treponema pallidum): Es una infección bacteriana que puede afectar diversas partes del cuerpo, incluyendo los genitales, la piel y otros órganos. Puede progresar a lo largo de varias etapas si no se trata. 4. VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana): Ataca el sistema inmunológico y puede llevar al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Se transmite a través de fluidos corporales como sangre, semen y secreciones vaginales. 5. Virus del Papiloma Humano (VPH): Hay muchos tipos de VPH, algunos de los cuales causan verrugas genitales, mientras que otros pueden aumentar el riesgo de cáncer cervical y otros tipos de cáncer. 6. Herpes genital (Virus del Herpes Simplex): Causado por el virus del herpes simple, puede provocar llagas dolorosas en los genitales y alrededor. 7. Hepatitis B (Virus de la Hepatitis B): Aunque se transmite principalmente a través del contacto con sangre y fluidos corporales, también puede transmitirse sexualmente. Puede causar daño al hígado. 8. Tricomoniasis (Trichomonas vaginalis): Una infección parasitaria que afecta a los genitales. Puede causar picazón, ardor y descarga. 9. Vaginosis Bacteriana (VB): Aunque no es una ETS en sí misma, puede estar asociada con la actividad sexual y puede aumentar el riesgo de contraer otras ETS.
Es importante practicar sexo seguro, utilizar condones y someterse a exámenes
regulares para detectar y tratar las ETS, ya que algunas pueden ser asintomáticas en las primeras etapas. Además, la comunicación abierta con la pareja sexual y la adopción de prácticas sexuales seguras son fundamentales para prevenir la transmisión de enfermedades. Si hay preocupaciones sobre ETS, se debe buscar asesoramiento médico.