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1 THI (3 vols.) GONZALO AGUIRRE BELTRAN OBRA ANTROPOLOGICA (TULO El setorio de Cuauhtocheo La poblacién negra de México Problemas de la poblacién indigena de ta euenca del Tepalcatepec Formas de gobierno indigena Programas de salud en la situacién intercultural El proceso de.aculturacién. Problemas cientificos y filoséficos Cuijla, Esboz0 etnolégico de un pueblo negro Medicina y magia Regiones de refugio Teoria y préctiea de la educacién indigena Obra polémica Lenguas vernéculas Antropologia médica Zongolica. Encuentro de dioses y santos patronos Critica antropolégica LENGUAS VERNACULAS Su uso y desuso en la enseitanza: la experiencia de México Cum (a8 UNIVERSIDAD VERACRUZANA INSTITUTO NACIONAL INDIGENISTA. GOBIERNO DEL ESTADO DE VERACRUZ, FONDO DE CULTURA ECONOMICA MEXICO, 1993 --VILLALLINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS EL pesempeNo de Francisco Boas como uno de los pilares mas sdlidos en que se funda la antropologia americana de la primera mitad de este siglo es reconocido ampliamente en los Girculos académicos de los diversos paises del mundo; en cam- bio, sus esfuerzos por establecer y desarrollar la antropologia profesional en México —incluida en ella la lingiifstica— en buena parte se ignoran. En cierta medica esto se debe a que, hoy en dia, Boas aparece como una personalidad desconcer- tante, Trabajador de campo y organizador infatigable, con un claro sentido de la misién que se impone cumplir en la vida, ‘construye, con admirable paciencia y con tes6n que no tiene desmayos, la urdimbre de relaciones en donde se sittia como maestro indiscutible, como figura sefiera, durante largos y fe- cundos afios. No produce obra teérica importante, ni siquiera una monografia comprensiva del grupo étnico que toma como objeto de estudio; simplemente selecciona y adiestra en el método historico-cultural a j6venes destacados por su talento, quienes luego de realizar una investigacion etnografica 0 lingiiistica ejemplares, pasan a fundar Ios departamentos de antropologia en las universidades numerosas de la América sajona, Eduardo Sapir, Roberto Lowie, Alfredo Kroeber, Ale- jandro Goldenweiser, Rafael Linton, Pablo Radin, Mel Hers- Kovits, entre los hombres; Elsie Parson, las tres Ruth biblicas — Benedict, Bunzel, Underhill— y Margarita Mead, entre las mujeres, y toda esa pléyade de antropélogos y lingtistas que Henan con sus publicaciones y con su renombre los afios de en- treguerra, son discipulos o corresponsales de Boas y actian ba- jo su influencia o direccién.' Entre los primeros es preciso Uubicar al mexicano Manuel Gamio, quien funda el Departa- mento de Antropologia en la Secretaria de Agricultura, en de- bida congruencia con la concepcién que tiene de la antropo- Jogia como una ciencia aplicada. ur LENGUAS VERNACULAS Los PRIMEROS ANOS Boas es, pues, maestro de maestros, investigador de campo, pionero y administrador extraordinario, con todo el peso seman. tico que en lengua inglesa se asigna a tal desempenio. Nace el ano ‘en Minden, Westfalia, en el seno de una familia ju- dia y rece durante los aiios en que madura y fructifica, con la unidad de Alemania, el nacionalismo prusiano. Oto von Bis- marek, el canciller de hierro, hace realidad el suefio de los ro- mnticos de fines del xvity principios del x1x, que en el Volks- geist, espiritu o genio del pueblo, fundan una concepcién del mundo particular creada por la comunidad de habla, por el Jenguaje. En las universidades de Heildelberg y Bonn recibe una sélida preparaci6n en ciencias fisicas y naturales; en 1881 se grada en geografia en la Universidad de Kiel e inicia su ca- rrera profesional como Privaldozent. Su maestro Teobaldo Fis- cher inclina su voluntad a los estudios ¢ investigaciones antro- Pogeograficos; el Berliner Tageblatt le costea una expedici6n a la Tierra de Baffin, habitat de un grupo de esquimales con q nes convive. Pasa el invierno 1883-1884 en el paisaje inh yen él inquiere la relacién del hombre con otros hombres y del hombre con el medio, Regresa a Berlin y se le nombra cu- rador en el museo de la ciudad, el Real Museo Etnografico, donde conoce a Bastian, Seler y otros etndlogos famosos que fortalecen su vocacién antropolégica? En 1886 planea y realiza una nueva expedicién etnogréfic esta vex se establece entre las tribus de la Columbia Britanica. Logra el patrocinio de Eduardo Tylor, la figura relevante de la antropologia inglesa, pero no asi el financiamiento, por lo que se obliga a solicitar la ayuda de amigos y parientes. Esta segun- da incursi6n en el mundo salvaje le permite salir de Alemania y lo hace para siempre. En 1887 se naturaliza norteamericano; dos anos después adquiere su primer trabajo estable en la Uni- versidad de Clark, pero su situacién personal durante largo tiempo es insegura y sorda su insumisi6n al medio familiar, tal y como se desprende de su correspondencia.’ Esta, ademas, revela desesperanza ¢ iracundia frente a sus informantes cuyo ritmo de trabajo esta muy distante de las expectativas y ansie- dades del aprendiz de etndlogo. Pero jamais cede en su propé- sito. Acude en solicitud de ayuda a museos y universidades de LA LINGUESTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 149 su pais de adopcién para satisfacer los costos de sus expedicio~ nes cumpulsivas a la costa norte del Pacifico que lo convierten en un fieldworker impenitente. De ahi en adelante y durante un poco menos de sesenta aiios ocupa su tiempo en el estudio Ininucioso, profundo y riguroso de los kwakiutl y tribus afines cuyo tipo, cultura y lenguas analiza desde sus mas diversos 4n- alos." # Gomo resultado inevitable de su trabajo de campo, de su es- trecha convivencia con las lenguas, fas costumbres, las practicas y los valores indios, Boas se da cuenta pronto de que la antro- pologia cultural, para alcanzar la categoria y la capacidad de predicci6n de las ciencias naturales, no puede descansar en los relatos y apreciaciones recogidos dle labios de misioneros, fare cionarios coloniales y viajantes de comercio.* La recoleccion de materiales, advierte, debe realizarse por profesionales de la in- vestigacién antropol6gica debidamente adiestrados en la mas meticulosa metodologia cientifica. Esto ocurre en un momen- to de la de la ciencia del hombre en que se tiene en muy baja estima el trabajo de campo. Una anécdota, frecuente- mente referida, es en extremo ilustrativa. Jaime Frazer, célebre autor de La rama dorada, obra en doce espesos tomes, traduci- da al castellano y divulgada profusamente todavia a mediados de este siglo por el Fondo de Cultura Econémica, es el primero en ocupar en Inglaterra la catedra de antropologia social. Pre~ guntado el sabio si convive a menudo con los salvajes cuyas for- nas de vida tan minuciosamente describe, sin titubeos res- ponde: “A Dios gracias, nunca.” Frazer, no es excepci6n, sino la regla en que estan incluidos particularmente los antropélogos evolucionistas. EL DERRUMBE DE LOS DOGMAS jempo en que Boas inicia su trabajo de campo entre los ‘Nakiutlel evclucionismo es la teorfa dominante en antro- tos resultados que esta teorfa tiene para el deserrollo la ciencia son de trascendencia tal que hoy apenas po thediria, El efecto que el nuevo sistema de ideas produce de- rrumba el imperio milenario de la iglesia judeo-cristiana en cuanto hace a su exégesis sobre el origen del mundo y el de- sarrollo del hombre. Los dogmas contenidos en las Sagradas 180 LLENGUAS VERNACULAS Escrituras no son, de entonces en adelante, la guia del pen- samiento racional; hay ya una teorfa del origen de las especies, que Carlos Darwin configura y una doctrina sobre las etapas historicas de la humanidad que Luis Enrique Morgan pone en circulacién y Federico Engels populariza.° El evolucionismo so- Gial no tiene el respaldo objetivo, la evidencia incontrovertible de hechos comprobables que otorgan validez y fortaleza al evolucionismo natural. El hombre no tiene programada su existencia a la manera, genéticamente determinada, que go- bierna la conducta animal. La facultad de crear cultura, de iti inte la enseitanza y aprendizaje la experiencia acumulada en la historia del género humano hacen in- sostenible la transferencia y extrapolacién de las hipétesis bio- J6gicas al ambito cultural, tal y como pretende hacerlo, sin em- pacho alguno, el darwinismo social, El evolucionismo sitiia.a la tivilizacion europea como la coronacién del desarrollo hu- mano y es, consecuentemente, etnocéntrico y proclive a levan- tar formas irracionales de racismo. La unidad psiquica de la humanidad leva a los evolucio- nistas a postular un origen univoco para instituciones, comple- jos culturales, précticas y valores de los pueblos mas distantes y a suponer que las ideas elementales se originan independien- temente en los més diversos grupos étnicos y que basta com- Parar estadios distintos en salvajes, barbaros y civilizados para descubrir una secuencia de progreso que, clevada a la cate- goria de ley, predice el desenvolvimiento unilineal, necesa- riamente idéntico, universal, del hombre en todo lugar del mundo. El método comparativo se basa en el cotejo de para- Ielismos, en la correspondencia de semejanzas y en una deses- perada biisqueda de origenes. La ausencia de datos y la poca, confiabilidad de los suministrados por personas indoctas no es Sbice para llenar las lagunas innumerables, los hilos desatados, con deducciones dudosas y conjeturas audaces por su con tenido imaginario. El trabajo de campo entre los kwakiutl abre a Boas perspectivas novedlosas y resultados discrepantes, opues- tos a los que rinden las lucubraciones del método comparativo, No es el tinico que pone en duda la validez cientifica de los procedimientos y las argumentaciones que conforman las tesis evolucionistas, pero Boas, sin duda, es el critico que, por la convivencia directa con comunidades calificaclas como salvajes, LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 151 4 en la mejor posicién para reducir a sus justas proporciones fas hip6tessgranioais de on pensadores del segunda mitad del siglo decimonono. En 1886,n aft después de haber gana’ do un sélido statusen el Museo Americano de Historia Nature lad de Columbia, publica en Scienceun articulo “Las limitaciones del método comparativo yen la Unive seminal intitulado en antropologia”.” EVOLUCIONISMO ESPECULATIVO gan, el representante més vigoroso de la tesis ais Enrique Mor »80 ¢ ra lowlsta,inica la Sociedad Antigua con las siguientes par evolucionista, Tabras: Las tiltimas investigaciones sobre el origen de Ia raza humana wer a anak meine vane epee ee ‘0 mas de tales circunstancias. :n la brevedad del parrafo Morgan postula el estudio de la toelidad de la cultura humana en el Gempo y en el espacio; In evolucién dela humanidad en unasola,dnica y necesaria dr reecin la marcha de lo simple alo complejo, de lo homogé= To heterogéneo, de lo irracional alo racional, Ia estat wn de las instituciones humanas en niveles distintos q) ‘como supervivencia de fases an- teriores del desarrollo humano, las culturas natives lmadas jes y, como meta o culminacién del crecimiento de la fac al san: la sociedad europea capitalisia —pagada de s tnisma— del siglo decimonono. El ataque de Boas al evolucio- ismo es contundente pero bien medido en cuanto al objeti tienen como punto de partida, LENGUAS VERNACULAS que elige para destruir las falacias mas evidentes. Escoge cuidae oso a sus contradictores; menciona a los grandes maestros de su tiempo—Federico Ratzel, Adolfo Bastian, Eduardo Tylor, Heriberto Spencer, Daniel Brinton—e ignora a Morgan, En. gels, desde luego, el Manifiesio comunista, con su rigido evolu. Gionismo unidireccional.” No objeta la teoria de la evolucién, Ia acepta; lo que contradice es el método comparativo, tal y co. mo lo emplean los evolucionistas, asi como la construccién de hipétesis grandiosas, de sintesis monumentales, a base de he- cchos inciertos, de similitudes superficiales, de pruebas supues- tamente cientificas, carentes del anilisis de los usos y procesos formativos de las instituciones de los rasgos culturales com- parados, aparentemente semejantes, a los que se asigna el mis mo origen. Se opone al empeno fantastico de los pensadores y filésofos que consideran posible descubrir las leyes de la evolu cién humana sin el conocimiento razonable de los hechos y de los procesos que configuran la dinamica cultural. Se rebela contra el intento de quienes, en un tiempo en que la disciplina antropolégica da sus primeros pasos, pasos titubeantes, favore- cen con sus ambiciones desmesuradas Ia proliferaci6n de los aprendices de brujo en lugar de propiciar la tarea formativa de cientificos sociales con el rigor y Ia seriedad que las necesi- dades de la nueva disciplina implican. Boas, investigador de baja con hechos y nada mas con hechos y los enfoca n que le proporciona su adiestramiento temprano. en ciencias exactas y naturales que le condiciona a describir las cosas como son observadas positivamente, para estar seguro. que los materiales recopilados no sean distorsionados en un afin prematuro por probar puntos de vista te6ricos. Una cien- cia que nace, que aiin esta en pafiales, no puede correr; la inti il busqueda de leyes universales que nos expliquen los com- plejos procesos del desarrollo de la sociedad debe sustituirse por la descripcién de las constantes sociales sin forzarlas a que se inserten en tal 0 cual orden preestablecido. La simple des- cripcién permite dilucidar los principios que rigen los cambios sociales en el marco de una evolucién histricamen- te comprobada. En fin, Boas invita a la mayor prudencia en la comparacién de rasgos y complejos culturales, observados en dades distintas, que se advierten semejantes; esto no im- mente tin origen comin ni es posible inferir del LA LINGOISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 158 os humanos hayan de ser colocados en :tivo. En consecuencia, incita a poster an futuro todavia in- parecido que tales grup el mismo peldaiio evolu gar la biisqueda de leyes culturales para u definido. EL METODO HISTORICO-CULTURAL e, en el articulo de 1896, a una critica me- : ;ne como contrapartida un método, el 1, si es permisible emplear un pleonas- Boas no se const ramente negativa; propo! método historico-cultural mo heut de las costumbres en su relaci6n con la cul: Un estudio detallado cisn on lect ccm peep Winodificado los elementos culturales; 2) puede aclarar los facto- a zn sobre el crecimiento de la cultura. tier Boas subraya a nfluencia de los Factores externos siguiendo apes i 2 jega que tales fac- al e contrariamente al maestro niega que eee Jmplemente limitan el desarrollo. mento de Bastian acepta I in é ero le interesa, mas que ¢ mncia de factores psicol6gicos; pero ve flescubrimento de igeas elementaes, el estudio de las relacio~ fies entre uibus en contacto que ilumina los préstamos mutuos dle rangos cultural, lingisticos y racials, y pone de manifies ce resto y el grado del proceso dle mestizaje o aculturacién. tores sean determinante: En congruencia con el pen: LA ANTROPOLOGIA COMO ESTUDIO INTEGRADO Boas sostiene que las culturas estén consttuidas por raakos ji c Juicto de las condicion ‘omplejos de rasgos que son el prod las condicioy Seibbtates, los fatorespsicl6gicos as reactoneshistrieas cuyo estudio, paciente y cuidadoso, no debe exceder los fen { | 154 LENGUAS VERNAGULAS: ‘menos locales y regionales, la comprensién de un espacio geo- grafico bien definido, reducido en tamaiio, donde sea posible realizar comparaciones limitadas al area cultural, base material de los grupos étnicos ahi enclaustrados. De tal estudio pueden ir historias de las culturas tribales y comparando esas his- torias individuales, cuando el mtimero de grupos étnicos profe- sionalmente investigado constituya un acervo representativo y ‘empiricamente confiable, es de preverse la factibilidad de des- cubrir las leyes generales de la evolucién humana. En el méto- do hist6rico cultural de Boas la ling inistra el mode- lo operante que da forma al concepto de patron cultural. El conocimiento de la lengua del grupo étnico objeto de pes- quisa, su reduccién grafica al alfabeto latino, la recopilacién de s, relatos populares, biografias y andlisis consecuente per- mite usar los datos lingtiisticos como medio para iluminar y fi- Jar la realidad de los patrones culturales. El énfasis que pone Boas en el estudio total de la cultura del grupo étnico bajo examen, le lleva a contemplar los campos distintos que integran la disciplina antropoldgica como méto- dos complementarios mas que como cuerpos de doctrina dife- rentes. La antropologia fisica, la etnologra, la lingiiistica y la arqueologia constituyen para él un conjunto integrado de co- nocimientos y précticas que varfan s6lo por los procedimientos ‘que emplean en la investigacién, pero no en sus finalidades ti- timas, todas ellas dirigidas a estructurar una ciencia del hom- bre. Esta concepcién repercute en la organizacién de los de- partamentos 0 escuelas de antropologia fundados bajo su direcci6n o influencia —como Ia Escuela Nacional de Antro- pologia de México— donde los estudios integrados permiten salidas especializadas que conservan una base 0 fondo comin de sabiduria antropoldgica. Por otra parte, la importancia que asigna al estudio de las culturas individuales como configura- ciones con valor propio le leva de la mano a recomendar y ejercitar un relativismo metodolégico que obliga a investigar cualesquier forma o rasgo culturales, siempre relacionados con el contexto en que tienen significado y funci6n. Relativismo que, ademis, pone sobre aviso al trabajador dle campo sobre las, experiencias de su propia cultura como una constante ame- naza respecto a su habilidad para contemplar sin prejuicios otras culturas." LA LINGOISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 185, FORMAGION DE ANTROPOLOGOS PROFESIONALES Los cinco aiios que siguen a la publicacién critica que en 1896 encabeza el embate contra las figuras sagradas de fa antro- pologia evolucionista son, ciertamente, pocos; pero bastantes para recoger los frutos de la audacia. Rapidamente adquiere Boas fama y renombre como fieldworker y también, como antropélogo fisico, etndlogo y linglista. Sus relaciones con los museos y universidades del pais se dilatan hasta comprender el Ambito de Norteamérica. Desde la perspectiva que le propor ciona la cétedra en la Universidad de Columbia tiende sus re- des por el territorio, hace amistades y enemistades con colegas y prospectos a los que Hama en auxilio de su causa. Entre los primeros se encuentra Celia Nuttall, estudiosa del pasado me Foamericano, quien después de realizar algunas expediciones por cédices y sitios arqueol6gicos, establece su residencia en Goyoacan, en la casona de Alvarado que adquiere en propie~ dad. Boas corresponde con Nuttall durante los diez primeros afios de este siglo. En carta fechada el 16 de mayo de 1901 le hace saber con detalle inusitado los proyectos que abriga para profesionalizar la ensefianza, fundar departamentos de ’ntropologia en museos y universidades, entrenar alumnos que tomen sobre sus hombres la tarea por él iniciada en el Pacifico norte y para hacer realidad el deseo de ver representada la antropologia, tanto en sus aspectos fisicos cuanto en los psi coldgicos, y en su faz, comparativa, por estudiosos de nivel uni yersitario capaces de desempeiiar trabajos en arqueologia, etnologia y lingiiistica entre los pueblos de América, China, el Archipiélago Malayo, las Indias Orientales, Africa. “Estoy ple- namente consciente —escribe a Nuttal— de las dificultades de evar a cabo, realmente, esta empresa, pero tengo una gran confianza en el éxito final."* Boas disefia sus planes a largo plazo y los realiza al pie de la letra; en 1901 amengua el trabajo de campo durante ms de tuna década y dedica todos sus esfuerzos a la administracion de la empresa. En Columbia pone particular empeno en la en- sefianza de la lingiistica, la etnologia general y la metodologia especializada en antropologia fisica. Por otra parte, requisa fondos para la investigacién y concentra en sus manos una gran parte del trabajo dle campo que por tales aiios se lleva a 156 LLENGUAS VERNAGULAS cabo en el continente. Ademis, sugiere al Bureau of American Ethnology la publicacién de una magna obra sobre las lenguas americanas que se ofrece a editar y cuya introduccién escribe.® ‘Al dar término a sus confidencias hace saber a Nuttall que se considera obligado @ mantener cierta suma de control sobre las actividades que delinea y concluye: “No estoy, en lo absolu- to, en favor de la politica de que un solo hombre retenga, mas alla de lo precisamente necesario, la direccién de tan gran y variada multitud de proyectos[...] por eso es mi propésito en- contrar tan pronto como sea posible hombres sobre cuyas ¢s- paldas pueda traspasar ciertas partes de estos planes." MEXICO EN LA AGENDA DE Boas. En el calendario de actividades de Boas la ensefianza y la inves- tigacién antropologicas en México figuran como contenido de propésito. En 1909 escribe a Nuttall para pedirle elija entre los ‘mexicanos aficionados a las antigtiedades un candidato con in- teligencia y deseos de recibir enseiianza profesional en antro- pologia. Gelia Nuttall, con muy buen ojo, propone a Manuel Gamio, joven de elevada estatura, buena presencia y mejor dis- posicién, para satisfacer las metas que Boas con anticipacién se traza. Nuttall usa sus buenos oficios cerca del subsecretario de Educacién, Ezequiel Chavez, para conseguirle una beca a Gi mio y éste embarca en el puerto de Veracruz rumbo a la Uni versidad de Columbia, el 5 de noviembre de 1909. En a agenda de Boas esta previsto, ademis, el estableci- miento de un departamento de antropologia en México. Por Nuttall conoce la riqueza étnica y arqueolégica del pafs y le in- teresa profundamente la creacién de un centro que adiestre a profesionales para el estudio y conocimiento de tan excep- cional acervo. Sin embargo, el departamento no puede fun- darse en el Museo Nacional porque en su gobierno domina la recia personalidad de un favorito del dictador y presidente Por- firio Diaz. Leopoldo Batres es un aprendiz de brujo que hace daiios irreparables a los monumentos arqueolégicos puestos bajo su custodia; Celia Nuttall la lleva mal con Batres y no le parece recomendable que la instituci6n en proyecto quede ba- jo el mando directo de una persona indocta, Boas piensa en- LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 137 tonces en la creacién de la Escuela Internacional de Arquee, logia y Etnologia Americanas bajo el patrocinio de Prusia —la vinculos que a ella le unen—, de la Universidad de Columbia y del gobierno del pais sede. La celebracién en la ciudad de Mé- xico, en 1910, del Congreso de Americanistas da a Boas la opor- tunidad de fundar la escuela en presencia de los més distingui- ddos antropélogos de Europa y América del Norte y el presidente dde la Repiblica la inaugura el 20 de enero de 1911. Se designa primer director a Eduardo Seler; Boas se reserva el cargo de se- Eretario perpetuo del Comité Directivo."* De 1911 a 1912 asu- ine la direccién en los momentos en que la Revolucién Mexi- ‘cana instala el gobierno efimero de Francisco I. Madero. LA INVESTIGAGION LINGUISTICA En México, Boas hace arqueologia en compaiia de Gamio —ya para entonces alumno de la escuela— y de otros estudi- antes. Por primera vez en el pais Gamio —como auxiliar de Boas utiliza el método estratigrafico para detectar la secuen- ‘cia historica de las culturas que florecen en el valle de Anahuac, del tiempo de su primera ocupacién al presente. En el curso de Ja ensenanza antropologica Boas realiza también medicines antropométricas y difunde el método estadistico en la inter- pretation de los datos. Pero el principal interés lo finea en la Rnvestigacin lingiistica. Atos después, como resultado de su trabajo de campo entre los nahuas de Milpa Alta, en los alrede- dores de la ciudad capital, de Pochutla, en Oaxaca, y de algu- hos otros lugares mas, publica articulos sobre la fonética del idioma y sobre sus variaciones dialectales, asf como las modifi caciones que experimenta en el transcurso prolongado del Contacto intimo y de primera mano que atin sostiene con la lengua castellana."* tere eanso de antropologia que dicta en la Escuela de Altos Estudios de la Universidad de México, Boas se ocupa de com- patir las ideas de fondo racista, propaladas por los evolucio- nistas, Con ejemplos tomacos de su experiencia de campo, de~ nuestra hasta la saciedad la engafosa ficcién en que incurre la imaginacién teorica desbordada, A propésito de la evolucién = 158 LLENGUAS VERNAGULAS del idioma, Morgan, con certeza magistral, afirma: “El lengua- je humano se fue perfeccionando de las formas mas toscas y sencillas de la expresién. Como lo indica Lucrecio, el lenguaje de los gestos y sefias debe haber precedido al lenguaje articu- lado, asi-como el pensamiento precedi6 a la palabra, Ellengua- je monosilabico precedié al silabico, asf como éste precedi6 al ‘de las palabras concretas. La inteligencia humana, sin concien- cia de designio, desarrollé el lenguaje articulado mediante la utilizaci6n de sonidos vocales.”” La incursion de Morgan en los lejanos origenes de la lengua, en el Ursprache, y en su infini- tay variada diversificaci6n, no es ciertamente feliz ni existe ain en nuestros dias la posibilidad real de probar la veracidad de sus asertos. Para una mente cientifica, como la de Boas, tal manera de construir teorfas sin hechos verificables es de todo punto inconcebible, insustancial y frivola. Sin embargo, en aseveraciones como la que antecede basan los evolucionistas —en lo particular los epigonos— la supuesta superioridad de las lenguas europeas de flexién sobre los idiomas congluti- nantes o polisintéticos que se hablan entre algunos pueblos lla- mados, por ello, inferiores. Influido por las ideas de Herder y Humboldt," quienes otor- gan a la lengua la capacidad creativa de conformar el pensa- miento genuinamente caracteristico de cada comunidad de habla, su Wellanschanungo concepcién del mundo, que a su vez ‘en acci6n reciproca configura la forma y el contenido del len- guaje, Boas aborda el problema de la lengua desde una pers- pectiva distinta, Para él un juicio correcto de la influencia que la lengua ejerce sobre el pensamiento debe tener presente que los idiomas —entre ellos los europeos— son moldeados hasta cierto grado por el pensamiento abstracto de los fil6so- fos.!” Los idiomas del mundo actualmente hablados disponen de iguales facultades para la expresin dle ideas abstractas; no pueden ser ubicados en una secuencia de progreso que haga a unos salvajes, a otros barbaros ya los menos civilizados. Los idio- mas cambian, en su léxico, en la estructura y en el significado, pero sus modificaciones no tienen correlacién con las que su- {fren el tipo fisico o la cultura de las poblaciones que los hablan. Raza, lengua y cultura varfan independientemente.” En la “Introduccién” al volumen inicial de International Jour ‘nal of American Linguistics; que Boas funda en 1917, insiste en LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 159 Ia necesidad de una eritica precauci6n en cuanto hace a los in- tentos por descubrir el origen comtin de las lenguas que se han desarrollado por diversificaci6n cuando no se cuenta con los. documentos que ilustran sus conexiones. Las lenguas influyen unas sobre otras y los préstamos léxicos legan a tal extremo que pueden cambiar la sustancia del idioma sin que se alteren las formas internas. Antes de resolver los problemas de origen y desarrollo del idioma es preciso describir los procesos que ‘curren ante nuestros ojos; los cambios dinamicos en Ia so- ciedad que es factible observar en el tiempo presente. En todas partes de América —dice— las lenguas nativas son modificadas por el contacto con lenguas europeas tanto en el vocabulario cuanto en la fonética y en la gramatica. La influencia mayor se puede advertir en las lenguas modernas de México y América Central que, bajo el imperio de la espaiiola a lo largo de centu- rias, no s6lo pierden gran parte del vocabulario, con las anti- guas ideas en él incluidas, sino que, ademés, desarrollan una nueva sintaxis y, en parte, nuevas formas morfoldgicas. CLASIFICACION DE LAS LENGUAS Tres afios después, en un articulo publicado en American An- thropologist, al advertir la tendencia de los estudiosos america- nos a poner una mayor atenci6n en clasificar las lenguas en Iu- gar de ocuparse en la inteligencia, entendimiento y anilisis de idiomas particulares, hace notar la necesidad urgente de enfo- car el fenémeno lingiiistico a través de una tarea que contiene tres momentos fundamentales. El primero consiste en el estu- dio de la diferenciaci6n dialectal que facilita el conocimiento de las semejanzas morfolégicas entre estructuras de habla veci- nas antes de proceder al examen de formas mas diversificadas. Elsegundo lo constituye el estudio detallado de la distribucién de las manifestaciones fonéticas, gramaticales y lexicogrificas, incluyendo la descripeién de los principios en que se basa el \grupamiento de conceptos. El tercero, finalmente, pone inte- rés no sélo en la investigacién de las similitudes lingiiisticas sino, igualmente, de las disimilaridades entre las lenguas. Para Boas una clasificacion meramente genealogica no representa adecuadamente el desarrollo de las lenguas en contacto, es 160 LENGUAS VERNAGULAS, preciso tomar en cuenta, ademés, la hibridacién, esto es, la aculturacién lingiistica.™ ‘demas de sus estudios y publicaciones sobre el nahua y las lenguas del Pacifico norte la contribuci6n de Boas a la lingiifs- __tica ‘americana, medida por pardmetros académicos, es parca. ‘Sin embargo, su valimiento trasciende con creces lo escrito, va mas alla de ello, porque marca apenas el inicio de una tenden- cia que en el curso de unos cuantos afios crece y madura hasta alcanzar la condicién de una escuela lingitistica, la Escuela Lingistica Norteamericana. Hoy en dia asi es cominmente designada por seguidores y contradictores quienes unanimes, atribuyen a Boas la paternidad. Esta escuela, con Boas, Sapir y Bloomfield a la cabeza, es distinta de las escuelas europeas en muchos sentidos, pero singularmente porque analiza y com- para las lenguas que constituyen su objeto desde perspectivas que le han sido determinadas por la naturaleza de los hechos ‘con que trabaja, La variedad y riqueza de los materiales que ‘componen su acervo, la diversidad de sus formas léxicas, mor- foldgicas y sintacticas y la general carencia de representacién grifica del sonido articulado que priva de historia escrita a las comunidades de habla, de datos confiables que aseguren Ia ¢s- timaci6n correcta de semejanzas y diferencias, obliga al uso de una teoria y una metodologia adecuadas a tales circunstancias Los NEoGRAMATICos Boas y Sapir nacen y se forman en Alemania, Leonardo Bloom- field nace en los Estados Unidos pero recibe adiestramiento n prusiana; ambos en tiempos del tercio 10 del pasado siglo y primeros aiios del presente en que los neograméticos (junggrammatiker) dominan el escenario de la lingiiistica europea. Son ellos quienes perciben como urgencia inaplazable la necesidad de que la comparacién histérica de principios del xix cumpla los requisitos metodol6gicos que le son ineludibles para alcanzar la condicién de ciencia, y son ellos quienes se proponen encuadrar Ia lingitistica con las cien- cias naturales y los métodos exactos que tan extraordinarios avances producen. Una vez més, tendencias opuestas entran en conflicto; la una encaminada a la recoleccién de hechos, la LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 161 otraa la especulacién teérica. Los neogramaticos eligen los he- chos y las leyes que los rigen; se basan en la fisiologia para el es- tudio de la fonética, a la que dan relevante importancia y, en la psicologia, para comprender la dinémica de los cambios f6- nicos y de las modificaciones analégicas. Fijan los pies en el suelo, pero al hacerlo abandonan la creatividad que conlleva la teorfa Educado de acuerdo con los moldes neogramaticos, Boas da consideracién especial en sus estucios lingiifsticos a los dos campos —Ia fonética y la dialectologia— que la doctrina con- sidera importantes y relega a un segundo término las genera- lizaciones. El estudio detallado del funcionamiento de una lengua en comunidades pequeitas, con variaciones dialectales comprendidas en la circunscripcién geografica de un érea cul- tural, es congruente con el método histérico tal y como lo con- ciben Jos neogramaticos y como Boas lo aplica y extiende a la investigacion etnografica, Pero no echa por la borda, como lo hacen los neogramaticos, la herencia imponderable de Hum- boldt y aprovecha sus ideas estructurales, en lo particular, la teoria del innere Sprachforn, Ia forma interna del lenguaje que constituye su genio, su identidad, para construir el postulado de un niicleo interno que exhibe la mayor complejidad en toda cultura en torno del cual se articulan formas externas que cam- bian sin que se modifique la peculiaridad que le da caracter.* Boas no reconoce el crédito que implica su deuda con Hum- boldt, pero tampoco lo concede Saussure en su Cours de lin- ‘guistique général, no obstante que las tesis que le dan renombre tienen vigencia en Humboldt cien aiios antes. El violento re- chazo e inexorable ostracismo con que los neograméticos conde- nan las hipétesis creativas de sus inmediatos antecesores tal vez, explique el extrafo silencio de Boas y Saussure. Bajo la direccién de Boas la lingiifstica antropolégica conju- ga, en la mas intima colaboracién, los fines tedricos y practicos de la antropologia con los propésitos de conocimiento y aplica- cién de la ciencia del habla. Desde entonces antropélogos y lin- giistas —formados muchas veces en las mismas aullas— toman bajo su responsabilidad el desafio que significa el anilisis de las formas gramaticales de las lenguas amerindias para ofrecerles, con la comprensién de sus estructuras y significados, Ia posibili- dad de proyectarse en el futuro como lenguas con literatura es- 162 LENGUAS VERNACULAS crita, El objeto de estudio elegido por Boas y sus seguidores ‘carece, con pocas excepciones, de bibliografia; los lingiiistas y antropélogos deben aprender la lengua al paso que realizan el trabajo de campo en las condiciones inhéspitas que son co- munes en las. comunidades indigenas.* INTRODUCGION A LAS LENGUAS INDIAS Boas inicia el trabajo pionero en 1886, desde su estancia en Ia Columbia Britanica; pero es la “Introducci6n” al Handbook of American Indian Languages, de 1911, donde fija las metas por al- canzar y los principios que norman la lingiiistica descriptiva. Ocupa en ello las primeras ochenta paginas del manual y en tan reducido espacio discute con maestria el genio peculiar de las lenguas americanas como nuevo campo de la lingiiistica Analiza, en un primer capitulo, los problemas involucrados en las relaciones de caracter determinante que es comin atribuir al tipo fisico, en su correspondencia con el lenguaje y las cos- tumbres, para demostrar la inexistencia de un enlace causal, Los cambios en Ia lengua o en la cultura son independientes de la variabilidad 0 permanencia de la constitucién racial. El tipo anatémico, ta lengua y la cultura no sufren necesariamen- te un mismo destino. La hipétesis de una correlaci6n original de tipo, lengua y cultura es insostenible; todas las clasificacio- nes de la humanidad tienen un aire de artificio. La historia de cada uno de estos universales es auténoma; en consecuencia, la investigaci6n lingiifstica s6lo desvela la evolucién de las len- guas, los contactos que una comunidad de habla tiene con ‘otras en el curso del tiempo, los motivos que conducen ala ferenciaci6n lingiifstica o a la integraci6n, sin que la raza o la cultura tengan que ver seriamente en su génesis. En una segunda seccién, Boas estudia las caracteristicas fonéticas del lenguaje y al hacerlo postula ciertos principios generales. Gada lengua—dice— usa un ntimero limitado de sonidos para hacer posible una facil y rapicla comunicaci6n; la ausencia de diferenciacién de sonidos que se alega estar pre- sente en las lenguas primitivas es un mito; el earacter limitado y fijo del sistema fénico de cada lengua no es un impedimento para que los sonidos seleccionados por diferentes tipos de LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 16, habla muestren grandes diferencias, consecuentemente parece necesario comparar grupos de lenguas desde el punto de vista de sus elementos fonéticos constituyentes; cuando se realiza una descripcién fonética debe tomarse en cuenta que el so- nido simple no tiene existencia aislada, existe s6lo como parte de un complejo fénico que conlleva un significado definido; en el habla articulada los grupos fénicos y los grupos de ideas que en ellos encuentran expresién son limitados y fijos, pero el ango total de la experiencia personal que la lengua alcanza a revelar es infinitamente variado. En lo que concierne a los procesos gramaticales Boas hace notar que en todas las lenguas del mundo es limitado el nd- mero de los que son utilizados para expresar relaciones entre términos, Considera el enunciado como la unidad natural de expresin y define la palabra como un grupo fénico que, debi- do a su permanencia de forma, claridad de significado e inde- pendencia fonética, es facilmente separable del enunciado to- tal. El tratamiento analitico del lenguaje da como resultado la separacién de un niimero determinado de diferentes grupos de elementos del habla. Sujeto y predicado, ntimero, tiempo y persona son formas habituales en nuestras gramaticas; pero en las lenguas americanas la distincién entre gramética y lexi- cograffa es, a menudo, oscura. En toda discusién de las cate- gorias gramaticales deben contemplarse tres puntos basicos: 4@) los elementos fonéticos constituyentes del lenguaje; 0) los grupos de ideas expresadas por los grupos fonéticos; ¢) los mé- todos de combinar y modificar los grupos fonéticos. Las catego- rfas nominales —género, niimero, caso—, el tiempo en los pro- nombres personales y demostrativos y las categorias verbales no son los mismos en todas las lenguas. Dedica Boas el tercer apartado a discutir la clasificacién de las lenguas: el origen de los dialectos, la comparacién de las distintas lenguas, la influencia mutua en la fonética, la gramati- cay la lexicogralia, Estudia el origen de las similitudes, tanto las que derivan de la diseminaci6n o difusién desde una fuente comin cuanto las que se originan independientemente en versas partes del mundo como tn desarrollo paralelo. Analiza la acci6n del medio ambiente sobre el lenguaje y con ejemplos tomados de las lenguas articas concluye que, si ésta existe, es evidentemente remota. Igual incertidumbre encuentra en el 164 LENGUAS VERNACULAS ‘supuesto que afirma la presencia de rasgos psiquicos peculiares comunes a las divisiones geograficas de la misma raza y de- jaabierto el problema de la definitiva clasificacién de las Tenguas en tanto el concepto de familia lingtistica no esté bien definido. | cuarto paragrafo trata sobre la funcién de la lengua en la pesquisa etnografica y pone énfasis en la importancia te6rica de los estudios lingtiisticos, en lo particular, en la intima cone- xin que parece haber entre lengua y pensamiento, asi como en el caracter subconsciente de los fenomenos lingiiisticos. En el curso impartido en México el aio de 1911, Boas discurre en derredor del punto, pero en la “Introduccién” trata con amp tud el asunto y Hega a extraer conclusiones que inauguran campos de investigacién prometedores. Afirma que el lengua- je parece ser tuna de las éreas mas instructivas de encuesta en la investigacién de la manera como se constituyen las ideas ét cas fundamentales. Lagran ventaja que ofrece la lingiiisica a este respecto—dice—es el hecho de que, en su totalidad, las eategorias que se forman per- ‘manecen siempre en el subconsciente y, por esta razén, el proceso we conduce a su formacién puede seguirse sin los factores enga- ‘nosos y perturbadores contenidos en las explicaciones secundarias que son tan comunes en la etnologia; tanto que generalmente os- curecen la historia real del desarrollo de las ideasf...] Si se juzga la importancia de los estuclios lingiisticos desde este punto de vista parece de inmenso valor sujetar el rango total de los conceptos lin- giifsticos a un andlisis penetrante y buscar en las peculiaridades del agrupamiento de ideas en diferentes lenguas una interesante ca- racterfstica en la historia del desarrollo mental de las varias ramas de la humanidad{...] Hay atin otro aspecto teérico que merece es pecial atencién. Cuando tratamos de pensar claramente, pen- samos, del todo, en palabras, y es bien sabido que, aun en el ade- lanto de la ciencia, la imprecisién del vocabulario es, a menudo, el impedimento que hace dificil alcanzar conclusiones correctas|...] ‘Todos estos rasgos del pensamiento humano que se sabe influyen sobre la historia de la ciencia y juegan un rol ms o menos impor- ‘ante en la historia general de la ciilizacién, ocurren con igual fre- ‘cuencia en los pensamientos del hombre primitivo."® Estas afirmaciones y las que niegan una relacién directa en- tre la cultura de una tribu y el lenguaje que habla, parecen dis- LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS 18 crepantes, Boas, cauteloso, acepta que la forma del lenguaje es moldeada por el estadio evolutivo de la cultura, pero no admi- te que un estadio de cultura esté condicionado por los rasgos morfolégicos del lenguaje. Eduardo Sapir, unos afios después, toma el hilo del pensamiento de Boas para perfeccionarlo, y un poco mas tarde, Benjamin Whorf lo conduce a sus Gltimas consecuencias, recorriendo en su cabalidad el camino abierto por el maestro. Ambos atestiguan la acci6n dialéctica, la dina- mica del movimiento reefproco, entre lengua y cultura que las lucubraciones lingiiistico filos6ficas de Juan Godofredo Her- der, desde fines del siglo xvi, postulan. En el quinto y tiltimo aparte de la “Introduccién” Boas es- boza las caracteristicas de las lenguas americanas, y en una evi- dente alusi6n a la innere Sprachform de Guillermo de Humboldt daa conocer el criterio metodolégico de la investigacion de las, Ienguas americanas. "No se hace intento alguno —dice— de comparar las formas gramaticales indias con la gramatica del inglés, el latin, © aun entre ellas mismas; pero en todo caso los agrupamientos psicolégicos que se ofrecen dependen entera- mente de la innerform de cada lenguaje.”” LA FIGURA MAYOR Sin ser un lingiista profesionalmente adiestrado, Boas ¢s la figura mayor en la escuela americana de lingiiistica. Sapir, que tiene formacién universitaria como lingiista, sufre la influen- cia venturosa de Boas y encamina sus intereses y disquisiciones te6ricas por el émbito inédito cel estudio ¢ investigacién de las lenguas agrafas. Por supuesto, realiza la tarea con intuicion ge- nial y se ubica, sin lugar a dudas, como el exponente més Iti do de la nueva tendencia. Del triunvirato que orienta los pri meros pasos de la lingiifstica norteamericana, sin embargo, Bloomfield, con su riguroso positivismo conductista, ¢s quien tiene la mayor y mas prolongada ascendencia sobre un nmero crecido de generaciones de lingiiistas; todos ellos egresados de las universidades norteamericanas. De 1933, fecha de la publi cacién de su obra Language —que tiene uso como libro de tex- to— hasta 1965, aito en que la revolucién iniciada por Choms- ky se consolida, el dominio de Bloomfield no advierte grave f | 166 LLENGUAS VERNACULAS. contradiccién. No obstante el status de privilegio en que lo co- loca el éxito de Language —que es mas que un simple texto— Bloomfield, con decoro que le honra, dice que Boas “en un sentido 0 en otro fue el maestro de todos ellos”.* Alfredo Voget-hace.un-buen. resumen. del historicismo-cul- tural de Boas. Su postura teérica, afirma, se encuentra en el postulado basico de que el proceso humano esta estructurado yretiene un nticleo interno que permanece relativamente es- table, Las formas externas se coordinan con las estructuras in- ternas pero cambian con las circunstancias. Boas ubica la es- tructura interna en los procesos subconscientes fundamentales de la psicologia humana. El analisis de los materiales lingti cos le hace advertir los modos diferentes como la gente percibe y categoriza las cosas de la naturaleza y concluye, congruente con su relativismo, que la estructura psicolégica interna comin a la humanidad contiene tendencias generales pero no da di- rectivas especificas. Esto es, la gente clasifica cosas, lo que pue- de ser tomado como una propensién humana general; pero lo que clasifica y como lo hace muestran una variacién considera- ble. Cada cultura en su nticleo es un fenémeno local. El méto- do histérico provee los controles que el etndlogo necesita para penetrar en la mentalidad nativa y comprender cémo crece la cultura, Las formas externas son engafiosas, parecen seme- Jantes pero en muchas ocasiones su significado difiere; tienen, por tanto, historias psicolégicas desiguales. Es, pues, claro que las cualidades que la humanicad comparte son demasiado im- precisas para prdducir leyes universales que gobiernen la ope- Facién de la vida social y su desarrollo.” INFLUENGIA EN MEXICO Boas ejerce en México una influencia directa mediante Ia en- seiianza y la investigacién tica; pero, ademas, prolonga ese ascendiente a través de seguidores y opositores. Entre los Ailtimos se encuentra Roberto Redfield, destacado antropélogo social mejor conocido como creador del continuum folk-urba- no, quien con Sol Tax, Norman McQuown y otros colegas de la Universidad de Chicago hacen investigacion y adiestran en el trabajo de campo —de los afios treinta y los afios cincuenta— LA LINGUISTICA ANTROPOLOGICA EN MEXICO: BOAS er a varias generaciones de antropélogos en nuestro pais. La es- cucla funcionalista estructural que en Gran Bretana tiene co- mo cabeza visible a Radcliffe Brown, en Estados Unidos y en México esta representada por Redfield, sus colegas y discipu- los; a diferencia de la hist6rico-cultural boasiana, pone el énfa- , sincrénica y en gran medida ahistéri- ca. En la"Introduceién” que en 1937 Redfield escribe para la ‘Antropologia social de las tribus norteamericanas, contradice el en- foque temporal de Boas y le acusa de incapacidad para confir- mar un sistema cientifico al negarse a for mular reflexiones te6ricas, leyes o principios generales que desemboquen en una sélida teoria etnolégica.” - Por otra parte, Julian Steward en Estados Unidos y Angel Palerm en México, por los afios iniciales de la posiguerra, se re- belan violentamente en contra del dominio dilatado que Boas mantiene, atin después de muerto, sobre la antropologfa ame- ricana. Vuelven a pensar en las posiciones evolucionistas, pero esta vez expurgadas de los errores y fantasfas de los primeros maestros. Desde la nueva perspectiva que les ofrece la hipétesis del modo asiatico de produccién se lanzan a fundamentar supuiestos que les llevan a propalar un evolucionismo de carac- ter multilineal. Palerm se duele del tiempo perdido por la an- tropologia americana durante el largo reinado de Boas. La sus- pensién provisional del pensamiento teérico —argumenta— ‘conduce a la parilisis progresiva. “A continuacién de un perio- do brillante de investigaciones orientadas a probar las falacias de los evolucionistas el trabajo de campo cae en a irrelevan- cia." Inculpaciones de igual tono se producen en Europa, donde Juan Poirier incrimina a Boas por su propensiGn a dis- persarse en el estudio e investigacién de los aspectos variados de la antropologia —de la antropologia fisica al folklore— con mengua del rigor cientifico al convertirse en un fouche-d-tout, en un sabelotodo.® PostrivisMo MEroD6LOGICO A decir verdad, la supuesta ausencia de teoria en la obra de Boas no es sino un simple y ail arbitrio que le ubica en Ia pos- tura mas cémoda para demoler contundentemente las teorfas 168 LENGUAS VERNACULAS. especulativas dominantes e implantar, a través de la metodo- logfa histérica, un positivismo metodolégico, una nueva teoria sobre la dinémica cultural, la aculturacién y la difusién de la cultura con base en hechos y observaciones verificables. La acumulacién paciente de materiales a que él y sus seguido- res se dedican es la tarea ingente que exige toda disciplina cuando inicia sus primeros pasos si es que ha de alcanzar la condicién de ciencia. Boas sabe muy bien que atras de esa tarea de acopio es preciso el respaldo de una orientaci6n teér- ca definida para elegir los hechos pertinentes, y que es el pro- cedimiento empleado en la investigacién un buen recurso para encaminar la btisqueda y valoracién de los datos. En cuanto a la ambiciosa meta que se traza —la conformaci6n de una cien- cia del hombre comprensiva que abarque ramas multiples extraidas de otras disciplinas— para dar a la antropologia un cardcter integral es ciertamente una utopia dificil de lograr pero en modo alguno irrealizable. Sin trabajo teérico brillante, sin una sintesis ejemplar plas- mada en la etnografia de un grupo étnico 0 en el andlisis exhaustive de una lengua nativa, con escasa originalidad en sus concepciones metodolégicas, Boas, no obstante, contiene en su prolongada actuaci6n una extraordinaria presencia en la titucionalizaci6n de la etnologia norteamericana y de la lin- giiistica antropol6gica. Su valimiento es tal que Lowie le eleva a la estatura y al papel prominente que Tylor detenta en Ingla- terra; Erasmus le considera el padre de la antropologia norte- americana” y tollos quienes hacen historia etnolégica le con- ceden el merecimiento de ser el fundador indiscutible de la Escuela americana de Lingiiistica. Esta es la paradoja descon- certante que encierran la vida y la obra de Boas. VII. NACIONALISMO REVOLUCIONARIO: GAMIO Con SUERTE adversa en cuanto hace a la prosperidad y a la su- pervivencia, el establecimiento en México de la Escuela Inter- nacional de Arqueologia y Etnologia Americanas tiene efectos ir del 20 de enero de 1911 en que la inaugura el presi- ‘ador Porfirio Dfaz. Dos meses antes el incidente represivo que pone en marcha el movimiento social conocido por Revolucion Mexicana altera y destruye el ren de ‘orden y progreso, patrono de la institucién. A Ia inestabilidad de los gobiernos, compuestos por facciones revolucionarias 0 contrarrevolucionarias en pugna, se suman al poco tiempo las secuclas de la primera Guerra Mundial cuyo término marca la derrota de Prusia, otro de los patronos de la Escuela, Los di- rectores del centro de investigacion y ensefianza, organizado conforme al modelo de otro semejante que opera por esos afios en Roma, son profesionales de renombre, quienes con- vienen en relevarse en el cargo al cabo de un aio lectivo. En Jos cuatro primeros que siguen a la fundacién se suceden Eduardo Seler, curador del Museo Real de Berlin; Francisco Boas, secretario perpetuo de la Junta Direetiva y profes lar de la Universidad de Columbia; Jorge Engerrand, gedlogo de la Universidad de Pensilvania y Alfredo Tozzer, maestro de la Universidad de Harvard. Manuel Gamio, el quinto y titimo €8 un estudioso mexicano, alumno atin no doctorado de la Universidad de Columbia y becario de la Escuela Internacio- nal, cuyo ascenso al cargo de director—sin menoscabo de la capacidad profesional del incumbente— lo decide la situa- cin anémala de México y del mundo. E124 de enero de 1916 la Junta Directiva, presidida por Tozzer, se retine en Nueva York y nombra a Gamio “encargado de los trabajos de la es- cuela’.' Dura en el encargo hasta 1920, en que la Escuela se le desvanece entre las manos 170 LENGUASVERNACULAS 1 EL DEsINTERés LINGOIsTICO Manuel Gamio nace el 2 de marzo de 1883 en la ciudad de México; de ascendencia navarra por el lado de los abuelos pa- ___ternos, sus raices maternas lo fincan en la mexicanidad pro- fundamente reaccionaria de la ciudad episcopal de Zamora, Michoacan. El padre es persona acomodada; posee una finca, mediana propiedad territorial, ubicada en el trépico veracru- zano, en la parte baja de la sierra lluviosa ¢ inhéspita de Zon- golica. Recibe educacién primaria en una escuela particular , el Colegio Fournier; el bachillerato lo cursa en la Escuela Nacional Preparatoria, fundada por Gabino Barreda, donde adquiere un firme condicionamiento a la filosofia posi- tiva de Augusto Comte. Esta temprana experiencia perdura en la orientaci6n de su vida y a ella debemos achacar la escasa permeabilidad a la revisi6n de las ideas y la ausencia casi com- pleta de relativismo cultural que descubre el cuerpo de su doctrina o teoria social. Terminada la educacién media se ins- cribe en la Escuela de Minerfa, pero a los pocos pasos deserta y el padre lo envfa a Ia finca para que aprenda a administrarla, De Ia estancia en la lejana propiedad familiar conserva gratos recuerdos; al hacer confidencias sobre sus aiios mozos, nunca olvida aludir a la honda impresi6n que en su énimo produce la vida primitiva, En el aislamiento de la selva, exuberante, ca- lurosa y hiimeda, convive con la peonada constituida por in- dios de habla nahua cuya lengua aprende en los dos aios que permanece en el cantén. Un brote grave de paludismo lo pes- cay obliga a regresar al altiplano y asu ciudad capital? Ignoramos cual es el accidente hist6rico que le inclina por el estudio de las antigitedades. A él le gusta atribuir la voca- cién antropolégica al impacto que le produce su residencia entre los indios; pero su proclividad por la aplicacién, por la praxis, es fruto evidente de la filosofia social de la Revolucion Mexicana a la que tempranamente se afilia. De 1906 a 1909 aprende y trabaja en el Museo Nacional, explora los monu- mentos de Chalchihuites, Zacatecas, y los de otros sitios ar- queolégicos. En alguna de estas expediciones entra en conflicto frontal con el hombre fuerte de la arqueologia por- firiana, Leopoldo Batres, quien le prohibe continuar los tra- bajos sin su permiso y supervisi6n. Algo debe haber influido NAGIONALISMO REVOLUCIONARIO: GAMIO m este pereance en la simpatia que le dispensa Celia Nuttall y que le vale ser elegido candidato a una beca para estudiar con Boas, el hombre futerte de la antropologia norteamericana, de quien es discipulo y colaborador en la Universidad de Co- lumbia y en la Escuela Internacional, de 1909 a 1913. Gamio, que en Ia antropologia boasiana representa el rostro aplicado, la dimensién social, de la ciencia del hombre, al tiempo de su asociacién con el maestro, paradéjicamente se desempena como el puntal arqueolégico que falta a Boas para dar firmeza y congruencia a la concepcién integral de la antropologia.” Boas, notable como antropélogo fisico, destacado como etnélo- go, eminente como lingtista, carece de experiencia arqueo- logica; ésta la adquiere en México teniendo como ayudante pal a Gamio. La utilizacion del método estratigrafico en la interpretacién de las secuencias de las culturas indigenas y el uso del criterio convencional en la valoracién del arte pre- hispénico, innovadores y trascendentes para el conocimiento del pasado americano, pueden atribuirse tanto al maestro cuanto al discipulo. Cuando Boas corona, con el establecimiento de la Escuela Internacional, un plan de actividades que se traza diez aitos antes y que cumple puntualmente en sus detalles minimos, envia a Ezequiel A. Chavez, presidente de la Junta Directiva de la nueva institucién, como obsequio intencionado, un ejemplar recién salido de la imprenta del Handbook of Ameri- can Indian Languages en cuya “Introduccién” el distinguido antropélogo fija las bases de la lingiiistica americana. La carta que acompaiia el envio contiene un parrafo significativo: “Hasta la fecha —escribe dle.su puiio y letra— he adiestrado a tantas personas en Estados Unidos que ya se ha asegurado el que aun sin mi se complete la obra. Si logramos hacer lo mismo en México toda la labor lingitistica estara sentada so- bre nuevas bases.” Por otra parte, sabemos que el interés de Boas, durante el aito de su estancia en México, se enfoca slo en lugar secundario a la arqueologia; los temas que particular- mente atraen su atencién y ocupan su tiempo son los que conciernen a las relaciones que el nahua tiene con las lenguas norteamericanas y a las que guardan los distintos dialectos del nahua entre si. No s6lo analiza la estructura del idioma en los lugares inmediatos a la capital sino que, sin titubeos, se aven- m LENGUAS VERNACULAS tura por comunidades de habla tan poco accesibles como Pochuila. En tales investigaciones no cuenta con la ayuda y colaboracién de Gamio, muy a pesar de que éste tiene un do- minio corriente sobre el nahua, consecuentemente, no se be- __ neficia con el adiestramiento linguiistico que Boas puede pro- porcionarle. Todo ello concurre, segtin adelante se advierte, al desinterés de Gamio, nahuatlato, por el estudio cientifico y por la preservacién de las lenguas originalmente americanas. MILITANCIA REVOLUCIONARIA Los afios que siguen a la fundaci6n de la Escuela Interna- cional son tiempos arduos en que los mexicanos desesperada- mente buscan definir st identidad; lo hacen con las armas, ‘con las ideas y con la expresién artistica o literaria. La Revolt. cién Mexicana es populista y en gran medida aborrece al inte- lectual como una reaccién violenta contra el europeismo de la oligarquia positivista a la que derroca; no es, pues, extraiio que sean los hombres doctos los mas renuentes a sumarse al movimiento social. Este nace impregnado de un nacionalismo exultante pero intransigente que opone a lo extranjero occi- dental los valores de las culturas nativas originalmente ameri- canas, apasionada, fandticamente idealizados. Como notable excepcién, Gamio es de los hombres pensantes que primero se afilian al nacionalismo revolucionario y a las reivindica- ciones agrarias que agita Emiliano Zapata en el estado sureio de Morelos. Zapata, lider campesino de indios y peones irre- dentos, tiene entre la gente decente de la ciudad capital la reputacién execrable que se asigna al asesino, al bandido in- misericorde; la prensa periédica le lama el Atila del Sur. Gamio comete Ia audacia de exaltarlo, de defenderlo, atin mis, dle calificar de indianismo el pronunciamiento del diri- Kente de los hombres risticos del campo.” Gamio hace piiblica su militancia en una coleccién de ar- ticulos y ponencias que acomoda con cierta dificultad en un pequeio libro de titulo y subtitulo significativos: Forjando Pa- tria, Pro Nacionatismo, impreso por Porria en 1916. En el pri- mer ensayo discute ¢l concepto de patria. Cuando concurre en Washington, diciembre de 1915, al 2° Congreso Cientifico NAGIONALISMO REVOLUGIONARIO: GAMIO. V8 Panamericano, advierte con asombro cuan escasa es la repre sentatividad en raza, idioma y cultura de los delegados latino- americanos a quienes juzga simples voceros de no més de un 25% de las poblaciones de sus respectivos paises; el 75% res- tante son hombres de raza, lengua y cultura indigenas que se toman en cuenta, a lo mas, como objeto de especulacion et- nol6gica. Los paises latinoamericanos no forman, es evidente, nacionalidades definidas ¢ integradas; para configurarlas es inexcusable que llenen condiciones de unidad étnica, idio- matica y cultural de las que carecen. La condicién cultural, tal ver la més importante, la concibe Gamio como la participa- cién consciente en una tradicién, “pedestal arcaico donde se yergue la Patria, vive palpitante y vigorosa en hombres, mu- Jeres y niftos, en sabios e ignaros, en los hijos de la gleba y en Jos petimetres refinados, en los altos cultores del arte y en po- brecillos rapsodas de aldea”.® Ademas, precisan un minimo de integraci6n territorial, econémica y politica. “Las clases indi- genas han sido forzadas a vivir bajo el gobierno de leyes que no derivan de sus necesidades sino de las de la poblacion de origen curopeo. que son muy distintas[...] se desconocen los idiomas que hablan, se ignoran las caracteristicas de su natu- raleza fisica y no se sabe cudles son sus ideas étnicas, estéticas y religiosas, sus habitos y costumbres."” EI conocimiento integral de los distintos sectores que com- ponen la poblacién de un pais se logra mediante una correcta metodologia etnolégica que debe ir acompafiada de estudios fisiograficos, biolégicos, arqueol6gicos, hist6ricos y estadisti- codemogrificos complementarios; pero es necesario no per- der de vista que las metas, te6rica y practica, a que tienden las Investigaciones antropolégicas no son meramente especulati- vas; estan destinadas a deter les, las carencias de ess grupos étnicos para deducir y suministrar los medios para remediarlas y para establecer la observacin cientifica de su desarrollo, a fin de colaborar desde hoy al acrecentamiento de su futuro bienestar fisico e intelectual. El conocimiento y la accién integrales son, pues, imprescin bles. Los gobiernos que proceden dle otra manera van al fraca- so ya que no pueden gobernar, légicamente, a pueblos que desconocen; éstos, por su parte, al no poder desarrollarse bajo los sistemas empiricos que se les imponen, vegetan dege- 174 LENGUAS VERNACULAS | nerados y débiles, o bien hacen estallar sus justificadas protes- tas por medio de continuas revoluciones." Gamio CONTRA Boas Bueno es detenerse un momento a comentar las ideas de Gamio cotejandolas con las de Boas para advertit coinciden- cias y divergencias. Desde huego, la posicién de ambos es la misma en cuanto a la integralidad del enfoque antropol6gico, como paginas atrs se hace notar; en cambio, es distinta la postura en cuanto concierne al nacionalismo y a la aplicacién de la antropologia en asuntos de administracién. Boas hace clara advertencia respecto al peligro que implica el nacionalis- mo como factor responsable de ciertas formas de racismo,” y en lo que hace a los aspectos aplicados de la antropologia elu- de pronunciarse en cuanto al valor que pueda tener para “la administracin politica de razas extranjeras 0 con cuestiones nacionales”.” Prefiere asignar al conocimiento antropol6gico Ja mayor importancia como instrumento capaz. de hacernos comprender la relatividad de nuestra cultura. Gamio no sigue ‘a Boas en su relativismo cultural; permanece fiel al evolucionis- mo positivo de los aiios juveniles; cree firme en la inevitabilidad de una sola cultura como destino necesario del mexicano; ubica a la civilizaci6n europea en la cumbre del desarrollo de la humanidad y, en consecuencia, pugna por la incorporacién del indio a esa civilizacion. Para ello atribuye a la antropologia un cometido practico, un propésito pragmatico, una finalidad politica; hacer de México una nacién moderna ¢ integrada con base en Ia pluralidad de poblaciones regionales comprendidas en su extensidn territorial. Gamio es el diltimo gran positivista mexicano; es quien complementa la filosofia social de Ricardo Flores Magén, con tuna teorfa del cambio integral que proporciona a la Revolu- cidn el rationale para transformar a la sociedad heredada de la Colonia, y de la Independencia, en parte consustantiva del mundo capitalista, como paso previo para alcanzar formas superiores de convivencia."' La derivaci6n a la praxis de la an- tropologia no es ciertamente original en Gamio; otros antes que él la proponen como itil instrumento para el control de NAGIONALISMO REVOLUGIONARIO: GAMIO 175 os pueblos sometidos al régimen colonial.'* Gamio, sin em- bargo, piensa desde la perspectiva de un nacionalismo revo- lucionario que condena la explotacién colonial y que procura el beneficio de un desarrollo evolutive normal para la totali- dad de los habitantes del pais, Muchos son los que por esos afios iniciales de la Revoluci6n coinciden en la postura asumi- da por Gamio; basta leer los postulados educacionales de los regimenes revolucionarios, y la accién concomitante que im- plementan, para percatarse al punto de la pasién y diligencia con que se pretende incorporar al indio y al campesino a la nacionalidad. NACIONALISMO REVOLUCIONARIO, La detallada rel: ci in de hechos que conducen a la concep- nn de la Escuela Rural Mexicana forma parte de una obra ya publicada por nosotros;"* ahf seitalamos los esfuerzos heroicos desplegados por los maestros para impartir educacién pri- maria a una poblacién de analfabetas que en 1910 representa e1 70% del total. Para el maestro rural el desconocimiento de las lenguas y culturas indigenas no es ébice que impida la en- seiianza de la lengua oficial por el método directo al que dota de la capacidad de vencer los problemas de comunicacién. Gamio —discipulo de Boas, nahuatlato y estudioso de las civi- lizaciones indias «lel pasado— contra lo que puede suponerse a primera vista, se inclina por el nacionalismo revolucionario que postula la incorporacién del campesinado a la eivilizacion ‘occidental, con todas sus consecuencias. Una entre otras es la jucién de las lenguas vernaculas por el castellano, idioma romance de ilustre prosapia imperial. Los pensadores mexicanos del siglo decimonono —con Ia solitaria excepci6n de el Nigromante—"* concuerdan en juzgar un obstaculo de la mayor cuantia para la unidad nacional la extrema diversidad de lenguas vernaculas habladas en el pats. Francisco Pimentel calcula en una centena y més las comu- nidades de habla original mente americana y acepta la propo- sicién de que la lengua es el signo caracteristico que distingue a una naci6n de otra; sigue a Pedro Felipe Monlau cuando afirma que la lengua es la nacién y todos convienen en que la — 176 LENGUAS VERNAGULAS existencia de tan numerosas lenguas representa un serio im- pedimento a la “completa formacién de una conciencia de patria”? De aqui el caracter que adquiere la singularidad lin- giiistica como rasgo definitorio de la nacionalidad. Pero los | __ pensadores mexicanos al otorgar a la lengua tan elevada esti- ma piensan fundamentalmente en ¢l castellano. Justo Sierra se pronuncia abiertamente, desde la tribuna que le depara el alto cargo que desempeiia en la Secretaria de Instruccién — ficial mayor, subsecretario y ministro, suicesivamente, de 1901 a 1910— por la uniformidad del lenguaje y su empleo como vehiculo invaluable de unificacién social. Al mismo tiempo expresa la esperanza de que el uso del castellano en las escue- las “haria que las lenguas locales se atrofiaran y desaparecie- ran”."® Los educadores, que en las décadas subsecuentes re- ciben la responsabilidad de hacer de México terra labij unius!” —como ciento cincuenta afios antes el arzobispo Francisco Antonio Lorenzana lo propone—, reifican este anhelo y llegan al extremo de aseverar con firmeza, y creer por aiiadidura, en lun proceso de menoscabo acelerado de las lenguas vernaculas. Gamio sufre, igualmente, la ilusin de dar por realidad un deseo, una aspiracién profundamente sentida por el naciona- lismo revolucionario. En 1916, en las paginas de Forjando Pa- tia, al referir la falta de integracién de los pueblos americanos con idiomas y dialectos miiltiples hace notar que las nacional dades definidas poseen y usan un idioma comin, “sin perjuici de poder contar con otros idiomas o dialectos secundarios.”* En 1922, en su estudio sobre La poblaciin del valle de Tetihuactn, descubre que el idioma nahua, antiguamente hablado en la regidn, ya no es mas el medio habitual de expresi6n por hi berlo desplazado el castellano y juzga “sustitucién laudable” el cambio de lengua. En 1935, en su libro Hacia un México nuevo, insiste en el estado indeseable de los paises americanos con pluralidad de lenguas y afirma que “...tan desfavorable situacin puede corregirse... generalizando el uso de un solo idioma”, que no ha de ser otro sino el castellano, ya que la per- sistencia de las lenguas autéctonas “...no traeria consigo el progreso cultural de los aborigenes, que es lo que se pretende alcanzar”.® Finalmente, en 1940, en la ponencia que presenta ante el I Congreso Indigenista Interamericano, cuando la ma- rea desbordada del relativismo cultural emite un juicio adver- NACIONALISMO REVOLUGIONARIO: CAMIO To so sobre Ia incorporacién y la ensefanza directa del castel- ano, persiste en afirmar su conviccién de que *... en un futu- ro no lejano el problema indigena sera menos complejo pues no influira en él el factor lingiiistico, ya que los idiomas y dialectos aborigenes estan destinados a desaparecer, como historicamente lo demuestra su incesante y progresiva dismi- nucién”. UNA OBRA EJEMPLAR Si bien las ideas germinales que dan forma a la teorfa antro- polégica de Gamio se encuentran todas presentes en los en- sayos recogidos en Forjando Patria, no es sino en La poblacién del valle de Teotihuacéin. EL medio en que se ha desarrollado. Su ‘evolucién étnica y social. Iniciativas para procurar su mejoramiento, magna obra en tres voliimenes, impresa en los Talleres Grafi- cos dle la seP en 1922, por encargo de la Direccién de Antro- pologia de la Secretaria dle Agricultura y Fomento, donde la doctrina, en su confrontacién con la realidad, cristaliza en un conjunto coherente de razonamientos y pricticas; de investi- gacién y accién. El trabajo se inicia en 1917 y termina en 1924 al pasar el director del proyecto a ocupar otro empleo; pero los resultados de Ia accién-investigacién son conocidos desde 1921 en un avance que de ellos hace Gamio en la tesis que es- cribe como uno de los requisitos para obtener el doctorado.” EI plan general del proyecto contiene estudios de campo y gabinete que pretenden abarcar los diversos angulos del con- texto de situacién, al tiempo que implementa un programa de actividades que tienen por finalidad manifiesta transfor~ mar el medio fisico y social, la naturaleza de la composicién racial y cultural, y la estructura de la sociedad civil en su for~ ma de articularse con el modo de produccién dominante, El trabajo es multidisciplinario y en cierta medida integrado. Cuando en 1922 se publica el desarrollo del proyecto, la mag- nitud de la obra, la composici6n y la variedad de los temas terrelacionados, dan la impresi6n de una integracién mayor de Ta que en verdad aleanza. La poblacién, en sti conjunto, es una obra de recia envergadura y relevante excelencia que no tiene parangén en la antropologia mexicana, En otros lugares y en distintas ocasiones Gamio mismo trata de rep 178 LENGUAS VERNACULAS intento pero jamas consigue segundarlo; La poblacién perma- nece como logro tinico, como obra maesira indisputable. La tarea de llevar adelante durante siete aiios largos un pro- yecto de accién-investigacién integrales en un pais sacudido por la lucha armada y por el derrumbe de las estructuras so- Ciales de antiguo establecidas, con movilidad incesante en los cuadros dirigentes de la administraci6n ptiblica, en suma, orden ni progreso, es obra de romanos que requiere mistica en el propésito que persigue ¢ imaginacién creadora para subsistir en la voragine de los cambios y para adaptarse a ellos con presteza. Ignacio Marquina cuenta cémo, a sugerencia del ingeniero José Reygadas Vértiz, el hombre fuerte del equi po de Gamio, orienta su capacidad profesional a la investiga- Gién, Revela los arbitrios de que se valen para satisfacer las ne- cesidades de especialistas en diversas disciplinas, con escasos recursos, y asegura que la tenacidad de Gamio y la de sus cola- boradores es la energia que al fin y al cabo supera obstéculos, interrupciones en el trabajo por cortes presupuestales y otras incidencias. No pocas veces las reducciones en las néminas ponen en trance de extincién la obra emprendida. Conferen- Gias, exposiciones, publicaciones de lo que se hace y de lo que se planea, destinadas a obtener el apoyo y Ia simpatia de mi- nistros, senadores y funcionarios, emanados de las filas de la revolucién armada —para quienes los intelectuales no son gente de confiar— ayucan a mantener vivo el proyecto pero no pueden evitar que éste se realice en condi ni que la accién y la metodologia integrales dec niveles 6ptimos. Si juzgamos la obra desde Ia perspectiva ac- tual bien puede afirmarse que la accién y la investigacién en Teotihuacan no son en ningtin momento integrales como se lo propone Gamio, apenas son multidisciplinarias; pero, dadas las circunstancias, nada mas puede pedirse. A este respecto, Marqui significativo.® Como parte conjunta del equi dores trabaja un americanista prusiano de alto nivel profe- sional, el profesor Hermann Beyer. Se advierte pronto la necesidad de contar con un traductor de aleman y para selec- cionarlo se abre un concurso entre las personas que acuden a solicitar el puesto. Pablo Gonzalez Casanova, recién desem- barcado de Alemania, donde concluye con éxito estudios de [NACIONALISMO REVOLUGIONARIO: GAMIO. 1m lingiiistica, es uno de los aspirantes. La sorpresa de Marquina riscula al advertir en el concursante un amigo de la infancia a quien pierde de vista por largos afios y, de pronto, lo encuentra convertido en hablante experto de lenguas ger- manas y, lo que es una fortuna para el proyecto, en un ana- lista de Ia estructura de esas lenguas con calificacién profe- sional bastante. Gamio no encomienda a Gonzalez Casanova ‘el estudio de la dialectologia del castellano hablado en el valle y la interpretacién dinamica del asedio que condujo al aniqui- Iamiento de la lengua india. Durante el corto tiempo que per- manece como miembro del proyecto lo ocupa en el examen del nahua hablado en Mazapan, San Martin, Auatongo, Xo- metla y Acolman, donde el idioma agoniza, comparado con el dialecto Hamado clasico, el nahua extinto del siglo xvi." Gamio pone énfasis en el proceso de sustitucién idiomatico y hace notar que s6lo el 5% del total de habitantes del valle habla el nahua; subrepticia, vergonzosamente. Esta consciente de la importancia de la lengua como factor que define la na- cionalidad y de que el estudio integral queda cojo al no tomar en cuenta fa evolucién de la lengua dominante. *No fue posi- ble —dice— investigar los verdaderos motivos que contribuye- ron a hacer factible la sustitucién del idioma mexicano por el espafiol, ni menos los fendmenos de relacién entre estos moti- vos y los que produjeron el retraso social y cultural. Para subsa- nar tal deficiencia esta Direccién proyecta estudiar en lo futuro el proceso histérico que ha precedido a la aludida susti- tucién lingiistica, considerada en sf misma y en funcién de los fenémenos sociales que directa o indirectamente le estén rela- cionados.”* El estudio, por supuesto, jamas llega a hacerse. CONDICIONAMIENTO POSITIVISTA La indecisién que Gamio pone de manifiesto cada vez que arrostra la necesidad de asignar valor a las lenguas indias, en cotejo con el castellano, le hace incurrir en evidente contra- diccién. Por una parte, afirma la condicién sustantiva de las Ienguas nativas como uno de los caracteres que definen el na- Gionalismo de las pequefias patrias constituidas por los grupos étnicos americanos; acepta el derecho irrecusable que esos 180 LENGUAS VERNACULAS grupos tienen “de conservar el terreno en que se desarrollan y continuar la existencia libre que siempre han vivido”, pero, por otra parte, se pregunta “es sensato dejar abandonadas esas criaturas a un sistema de vida que por propio y legiti que sea, contribuye a retardar la fusion étnica, cultural y lin- giistica de la poblaci6n?” Resuelve la antinomia proclaman- do, en una y otra ocasi6n, Ia inevitable decadencia de las len- guas indias al confrontar el valor positivo del castellano, en su cometido como idioma oficial. Todo el equivoco nace de la obligacién que advierte de adaptar el nacionalismo revolu- cionario que profesa, a la teoria y practica de la ciencia antro- pologica en su concepcién positiva.” En una resefa critica del pensamiento antropolégico de Gamio, publicada en otro lugar, hacemos notar cémo el con- cepto de cultura que propala y la dicotomfa entre la cultura material y la cultura intelectual que sostiene, le Hevan a reificar la primera y a concederle condicién independiente; lo que le hace suponer que la sustitucién de unos productos culturales por otros es capaz de producir cambios sustantivos. El uso del criterio cientifico le conduce a negar valor a conceptos y prac- ticas populares, en medicina y religidn, a los que califica de perjudiciales. Aunque lucha por desprenderse de su temprano condicionamiento positivista nunca llega a lograrlo, a ello se debe la contradiccién aparente que hay entre la proposicién de un método de investigacién y accién integrales, la defensa de la dicotomia materiatintelectual y la consecuente valoraci6n de las manifestaciones culturales en positivas y negativas. Esta filosofia es la base que da sélido apoyo a la teoria de la incor- poracién del indio a la civilizacién, uno de cuyos postulados trascendentes —ya en manos y bajo Ia responsabilidad de los epigonos— es asignar un valor negativo o perjucicial a las len- guas indigenas y, en debida congruencia, otorgar un valor po- sitivo al castellano para racionalizar la homogeneizacion lingiistica del pafs mediante procedimientos coercitivos IMPOSICION CULTURAL. eCémo puede explicarse el hecho de que Gamio, discipulo de Boas, en su afan patridtico por favorecer la unificacién lin- NACIONALISMO REVOLUCIONARIO: GAMIO 181 giistica, arroje por la borda los principios mismos que dan raz6n de ser a la antropologia de! maestro? Boas, a lo largo de toda su vida y en su obra escrita, manifiesta una actitud firme, consistente, en defensa del relativismo cultural ¢ insiste en la guarda de los valores étnicos que obligan al investigador a po- ner los intereses cientificos sobre cualesquiera otros, aun los que pueda reclamar el deber de solidaridad como miembro de una comunidad nacional. La mente del hombre primitivo, publicada en Nueva York, 1911, y el Gurso de antropologia, impresa en México, 1912, son obras polémicas en las que Boas combate a quienes consideran infe- riores las formas mentales de los pueblos indigenas y, como corolario, sus expresiones lingiifsticas, Las cdtedras que im- parte a sus alumnos como base de la formacién antropolégica y a las que, consecuentemente, asigna una importancia capi- tal, son dos: 1) teoria estadistica y 2) lenguas indigenas de ‘América. En cuanto hace a su intransigencia respecto a la mo- ral cientifica bueno es conocer la posicién que asume en 1918, todavia en plena Guerra Mundial, contra colegas an- tropélogos, comprometidos en trabajos dle inteligenci tras se desempeitan como investigadores en una exped la América Latina. Boas publica una carta abierta a la nacién en la cual condena la conducta de los profesionales y los acu- sa de “prostituir la ciencia al usarla como cobertura para sus actividades de espionaje”, lo que le vale una reprensién for- mal por parte de la Sociedad Americana de Antropologia en una sesin tormentosa celebrada en la reunién anual de 1919, en Cambridge.” Gamio no ignora, pues, cual es la postura de Boas. Atin més, dedica un articulo de Forjando Patria a recensar La mente del hombre primitivo y, en supuesto acuerdo con el relativismo cultural del maestro, se expresa como sigue: “Resumiendo, puede decirse que todas las agrupaciones humanas poseen iguales aptitudes intelectuales en iguales condiciones de edu- cacién y medio, y que para imponer determinada civiliza © cultura a un individuo o a una agrupacién, debe suminis- trarsele la educacién y el medio inherentes a la cultura que se trata de difundir."® Hay una evidente falta de congruencia entre la proposicién que resume las ideas de Boas —"todas las agrupaciones humanas poseen iguales aptitudes intelectuales _ programa cuyo fin es imponer una deter 182 LENGUAS VERNAGULAS en iguales condiciones de educacién y medio”— y la con- clusion que infiere Gamio en la sentencia que complementa el parrafo. A decir verdad, lo que postula Gamio es la instru- mentaci6n de una forma de actuar que asegure el éxito de un ada civilizacién 0 cultura; para ello, a su juicio, es preciso se satisfagan ciertos Fequisitos de educacién y medio. Entre el relativismo cultural de Boas y el nacionalismo cultural de Gamio, corrientemente conocido como incorporacién del indio a la civilizacién, hay manifiestas discrepancias. INSTRUCCION RUDIMENTARIA Al tiempo en que Boas dicta el curso de antropologia en la Escuela de Altos Estudios ¢ investiga y ensefia en la Escuela Internacional, se produce en la ciudad de México un debate acalorado en torno a la conveniencia de establecer escuelas especificamente destinadas a la educacién de los indios. Fran- cisco Belmar, ministro de la Suprema Corte de Justicia, secre- tario perpetuo de la Sociedad Mexicana de Geografia y Esta- distica, y estudioso de las lenguas originalmente americanas, se propone y logra reunir a una selecta copia de intelectuales que se pronuncian por la redencién de la raza vencida. Cele- bran el 1*r Congreso Indianista el 30 de octubre de 1910, una vez fundada la Sociedad Indianista Mexicana en la metrépoli y en diversos estados de la Reptiblica.® Entre los propésitos de la Sociedad esta procurar por todos los medios que estén a su alcance extender entre la raza indigena el uso del idioma castellano, Jestis Diaz de Leén, presidente de la Sociedad, en el discurso que pronuncia en el Concurso Gientifico y Artisti- co de! Centenario, aclara: “tenemos que asimilar las razas que no pertenecen al organismo nacional para constituir con ellas la nacionalidad mexicana, y ésta quedara consolidada el dia en que en todo el territorio se hable la lengua que es el nexo vital de todo nuestro organismo. Esto no quiere decir que se pierdan los idiomas que han formado parte integrante de las diversas razas y euyo cultvo sera en el porvenir Ia clave para descifrar muchos enigmas arqueolégicos."" Con motivo de este acontecimiento, y de otros a él encade- NAGIONALISMO REVOLUCIONARIO: GAMIO 185, nados, como la celebracién del Gongreso de Americanistas, el presidente-ictador accede a implementar un programa edu- cacional destinado a castellanizar a los grupos étnicos que ig- noran la lengua oficial, La Revolucién, sin embargo, irrumpe inesperada y es el gobierno provisional de Francisco Leon de Ia Barra el que ordena, mediante decreto de 1° de junio de 1911, el establecimiento de escuelas de Instrucci6n Rudimen- taria que “tendran por objeto enseiiar, principalmente, a los individuos de la raza indigena a hablar, leer y escribir el caste- ano y a ejecutar las operaciones fundamentales y més usuales de la aritmética”." Bl primer gobierno revolucionario hereda el compromiso de continuar la empresa, pero abriga temores y reservas bastantes, muy a pesar de que al frente del proyec- to coloca a un maestro eminente, Gregorio Torres Quintero, promotor de la educacién popular y padre putative de la Es- ‘cuela Rural Mexicana. Guando en 1911 el ministré y vicepresidente José Maria Pino Suarez llama a Torres Quintero para echar a andar la Instruccién Rudimentaria, el maestro es un hombre de 45 aiios y fama bien ganada como te6rico de la pedagogia y ex- perto administrador en la organizacién escolar, Torres Quin- tero pertenece a la primera o segunda generacin de egresa- dos de la Normal de México; sus dotes como estudiante aplicado le facilitan ser elegido por el gobierno de Colima, su estado natal, para el disfrute de una beca en la ciudad capital. En 1891 obtiene su titulo como normalista y luego de estruc- turar con éxito la ensefianza primaria en la entidad de origen, vuelve a México donde se requieren sus luces en la Direcci6n de Instruccién Primaria.” Pronto se hace de renombre al pro- poner un libro sobre escritura y lectura, del cual es autor, como sustituto del texto de Rébsamen sobre la misma mate- ria. Para entonces Rébsamen, que muere ese aiio de 1904, es el maestro més ilustre del Porfiriato. El libro de Torres Quin- tero no difiere, en lo fundamental, del de Rébsamen, como este tiltimo tampoco mejora en lo sustancial el anterior, sobre ‘el mismo t6pico, redactado por Laubscher, que introduce el fonetismo en nuestro pais; pero los discipulos del maestro suizo aleman no lo juzgan asi y consideran una intolerable im- pertinencia la audacia del maestro novel. A mayor abun- damiento, Torres Quintero se siente un poco el heredero de

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