PAULO
FREIRE
EL GRITO MANSO
>« sree2. Practica de la pedagogia
critica*
Para empezar, quiero agradecer esta de-
‘montracin deafecto de gente que viene de lejos,
Viajando horas aun sabiendo que el tempo que
tenemos a disposicién es excaso. La segunda cost
‘que quiero agradecer es el silencio que hacen ya
‘que me ayuda al hablar.
sta tarde vamos a trata el tema de la rica
‘atucatio, de cémo venimos comprencliendo 0 ine
tentando comprender esta pretica, nist com
promiso con la vay el mundo.
Ante todo, no es posible ejercer la tarea edu:
«ative sin preguntarnos, como educadores
cedueadoras, cul es nuestra concepeién del
hombre y de la mujer. Toda prictica educatva
vplica esta indagacién: qué pienso de mi mis
mo y de los otros. Hace tiempo, en Pedagosia del
‘rimido anaicé lo que ahi denominabs la bi
queda det ser mas. En ese libro defini al hombre y
«la miyjer como seres hstricos que se hacen y
se rehacen socialmente. Bs la experiencia social
ta que en dima instancia nos hace, la que nos
amos endo. Me gustaria ine
fm este punto: los hombres y las mujeres,
ae‘Sonat ree
incomes
{en cuanto sereshisticos, somos seres incom
pletos,inacabados o ineonelusos. La inconch
sidn del ser noes, sin embargo, exclusiva de
especie humana ya que aharea tambien a cada
‘specie vital. EI mundo de la vida es un mand
permanentemente inacabado,
Sin embargo, en un momento particular de
‘nuestra experiencia historiea, nosotros, mujeres
hombres, conseguimos hacer de nuestra exis
tenia algo mis que meramente vivir, En certo
sentido, los hombres y las mujeres,
Jo que lamamos
mos “la existencia humana" non
Psimos de pie yiberamos las manos; a liber
Nadie
‘opt por Ia miseria. En Rio de Jancito, un home
bre que onganiza una de las ezoas de samba del
camaval dijo una ver una gran verdad “Sélo.a
los intelectuales pequeioburgueses les gusta la
‘miseria. Al pueblo le gustan las cosas bonitas”
Obviamente al pueblo le gusta el bienestan,
quello que no puede tener. Lo que nosotros
Aebemos querer no es que el pueblo siga en ta
Imisera, sito que supere ta miseria, Hay que pee
lear para que el pueblo viva bien, para que teria
«amisas como ésta, a que en Tos alos setenta hi
biera sido considerada seal de bunguesia. Hay
cette Manso 58,
aque democratiza las coms buenas y no supr-
tira, Yo no rechao las conn burgess sao
Ia concepcin burgess dead Hay que st
perar alguns equivacs del pasado, como per
Er que a soldtida con ls opriniden ena
Cen de geogaia, que es necro al del
Sea elegant delacudad era vir en lami
ria para entoncesw ser abvolutamente soldario
on low oprimiden, Esto no siempre rela,
SAprender a excichar implica no minimizar al
oro, no ridicularzarlo, zen puede un profe-
Cul prevamente desalorr6o sobre el cul iro
nina? Como puede un profesor machisin sc
Chara una mujer oun profesor aca aun ne
jo? Digo en el ibe: °Si used es tachi,
imase como machina pero no se presente
ome demécrta, sted no Hen nada que ver
con Ia democacin ten cambio wted inst
co io corde ene a
‘clan, su racno™ En os Btados Unidos
sc de gai de eae com
Tos negro en primer gat no tiveran alma, 7
segundo laren eh eato de que adniers
tor quctenen ala, como ol ana negra c=
‘nnd la bangla ae aroga el derecho de
ocrain del mundo.
ser la pedagoga de la de
increible einismo!
sin tnconmzln5 PauLo rine
tra de las convieciones propias del docente
democrdtico consiste en saber que ensciar no 6
transfer contenidos de su cabeza la eabra de ls
‘lunos. Ensear es posibilitar que los alum
‘nos, al promover su curiosidad y volverla cada
vex ms eritica, produzcan el conocimiento en
colaboracién con los profesores, El docente no
tiene que dedicarse a transmitirel conocimiemto,
s6lo debe proponer al alumno elaborar los mes
dios necesarios para construir su propia com-
del proceso de conocer y del objeto
1a compleidad de la pric edueatna ea
‘que nos plantes la necesidad de considera to
dos fos elementos que puedan conduc un
Inuen proceso educatvo, nos impone la neces
dd iver tains cade see in
Ince prt educa stenen
dia dare digo eno porque artes yas
condiciones propicas part la buena prices
ftiucatva no caen cee del elo, No hay
dios que envi ides de regalo no hay una
burocracia divin encargeda de iba
des. Sart tues den st eade, ronda
por nas Nati nace generic, ont
foo responnble. Newer maces con ean
Prides pero tenes eer desaro
Mats cular en esr prc
nLoxrro mateo 55,
proceso y un proyecto, yno un destino. Fs pre-
‘iso que en mi propia experiencia social, en mi
propia prictica, yo descubra los caminos para
hacer mejor lo que quiero hacer. En mi prict-
ca docente aprendi la necesidad de la coheren-
cia, que no podia tener un diseurso aejado de
mi préetica, que tenfa que buscar una identi
cacién casi absoluta entre lo que decfa y lo que
hacia. ¥ ésta es una virtud que se lama coh
rencia, Descubri también que la efectividad de
‘i prctca estaba ligada ala necesidad de acc
tare! protagonismo de ls demas, ata necesidad
de no pensar que soy el vinico en el mundo que
puede hacer clertas cosas, ya la necesidad de
‘ho tener resentimiento con las personas que
pueden hacer las cosas que me gustaria hacer y
‘no hago porque no soy capar. Descubsi que no
podia oda a quien estaba felie en el
simplemente porque estaba feliz, pero aprend
tambien que debia continuar indignad ante la
dlfclsituacién que genera la infelciiad de Tox
dems. Este respeto al derecho de los otros, este re
conocer que los otros pueden heer Ins coms
{que nosotros no hacemos, se Hama humildad. Y
Ja humildad no implica el gusto de ser hurillado,
por el contrario, a persona humilee rebvisa la
hhumillacion,
En con soresy profesorss, educado
res y educadons, alunos y alumnas, preocupé
reac y la rereacién en nosotros
‘monon po96 rauio rane
yen nuestros lngares de trabajo de aquellas cus
lades fundamentales que som ls
permitir realizar nuestros suefios.
4, La lucha no se acaba,
se reinventa*
_{Cémo motvar alos alumnos ¢ impedtir
«que se adapten al desinterés, al individualism y
‘la falta de solidaridad imperante?
Evitar el empaquetamiento de los alumnos es
tuna de nuestra tareas. Obviamente, frente al
problems del desempleo no es fil motivar ala
‘gente, mantenerl incluso en una posiién de es
PPeranza, pero es fundamental que discutamos
‘on los limos la propia razén de ser, el origen
ide nuestra difeulades. Si nosotros conseguimos
‘convencer a ls jvenes de que la realidad, por
“ificil que sea, puede ser transformada,estare-
ios cumpliendo uns de la tareas hist6ricas del
‘momento, Hay que tener en cuenta que la histo-
‘ia no termina com la historia individual de cada
luno, Yo voy a morir dentro de poco, pero la his
toria de Brasil sigue con los otros braslefos y
Drasiefias. La historia es un proceso, i nosotros
hhacemos nuestra parte, contribuiremos la Iie
‘cha de la generacidn siguiente, Aun cuando en
‘iertos momentos uno pueda sentise cansado,