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CAPÍTULO 15

GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS

INTRODUCCIÓN

El ser humano, desde sus orígenes, genera materia que necesita descartar. Esta necesidad se
debe a que prácticamente todos materiales luego de su utilización presentan una degradación tal
que no le ofrecen al hombre ninguna utilidad, o incluso en algunos casos, le puede resultar
perjudicial no descartarlos.

La evolución socio-económica, industrial y cultural del hombre amplía constantemente el


espectro de los materiales descartados. En nuestra sociedad actual, marcada por la economía
de mercado, con grandes conglomerados urbanos, se incrementa día a día la necesidad de
contar con una adecuada gestión de los residuos domiciliarios e industriales. Un aspecto de
creciente interés público en esta área lo constituyen los residuos generados por las actividades
que involucran materiales radiactivos: medicina, investigación, industria y, particularmente,
generación de energía nucleoeléctrica. Esta última es una alternativa imprescindible de los
países desarrollados de hoy y de la cual, se prevé, la humanidad dependerá en forma creciente
en el próximo siglo.

Los residuos radiactivos son consecuencia inevitable de estas actividades y actualmente se


cuentan con metodologías consideradas apropiadas para su gestión por la comunidad científica
internacional especializada en la materia. La industria nuclear es una de las pocas actividades
que ha encarado en forma satisfactoria la gestión de sus propios residuos.

En este trabajo se exponen los principios en los cuales se basa la gestión segura de los residuos
radiactivos. También se presentan en forma resumida las opciones para su manejo en
instalaciones nucleares y por los usuarios de material radiactivo, y su disposición definitiva en
instalaciones apropiadas.

DEFINICIONES
DEFINICIONES

El término Residuo Radiactivo (RR) se utiliza para referirse genéricamente a materiales


conteniendo, o contaminados con, sustancias radiactivas en niveles tales de actividad que las
dosis asociadas con su eliminación superen los criterios de exención establecidos por la
Autoridad Regulatoria, y para el cual no se prevé ningún uso futuro.

El manejo de este tipo de residuos debe efectuarse en forma segura, de acuerdo con los
criterios de seguridad radiológica vigentes y principios generales de gestión. La gestión de
Residuos Radiactivos engloba todas las tareas que involucran el manejo, tratamiento,
acondicionamiento, almacenamiento, transporte, o eliminación de RR.

Una de las etapas más importantes de la gestión de RR es su disposición definitiva (o eliminación


o evacuación). Con esta denominación se conoce el procedimiento mediante el cual se colocan
los RR en un sistema específicamente diseñado y licenciado para esa finalidad, sin intenciones
de una posterior recuperación o re-tratamiento.

CAPÍTULO 15 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS 191


Efluentes y residuos radiactivos

Estos dos términos, que frecuentemente se utilizan en forma indistinta, presentan diferencias
originadas en la forma en la cual se eliminan al ambiente, y que es conveniente distinguir:

Efluentes radiactivos (ER): Son corrientes gaseosas o acuosas que se descargan de las
instalaciones nucleares o radiactivas directamente al medio ambiente, y que contienen
pequeñas cantidades de material radiactivo. El nivel de actividad de este tipo de corrientes
debe ser compatible con los límites derivados de descarga establecidos por la Autoridad
Regulatoria.

Residuos radiactivos (RR): Son aquellos materiales para los cuales no se prevé ningún
uso futuro, y que contienen sustancias radiactivas en niveles tales de actividad que no
pueden descargarse al ambiente tal cual se encuentran y deben ser sometidos a
tratamientos ya sea para su acondicionamiento (si son sólidos) ó, para separar las sustancias
radiactivas de la corriente gaseosa o líquida que los contiene. Estos materiales separados,
concentrados en actividad, son RR y requieren tratamientos subsiguientes de concentración,
acondicionamiento y/o inmovilización a fin de garantizar su aislación del medio ambiente en
sistemas apropiados por un período tal que decaiga gran parte de la actividad que
contienen.

En la Figura 1 se representan las diferencias entre ambos conceptos.

Figura1. Efluentes radiactivos vs. residuos radiactivos

OBJETIVOS DE LA GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS

Generales

Garantizar la protección radiológica de los seres humanos y del medio ambiente, por
períodos adecuados a cada tipo de residuo, en conformidad con los principios vigentes de
protección radiológica internacionalmente acordados.

192 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS CAPÍTULO 15


Particulares

Aislar los residuos radiactivos en sistemas específicamente licenciados para esa finalidad
(repositorios) y adecuados a cada tipo de desecho, durante períodos apropiados, sin
transmitir a generaciones futuras la responsabilidad de mantener la integridad de ese
sistema, ni imponerles condicionamientos significativos debido a la existencia del repositorio.

Garantizar la seguridad del repositorio durante el período posterior a su cierre definitivo de


forma tal que no dependa de la vigilancia radiológica y vigilancia física activas, ni de otros
controles institucionales o medidas correctoras.

Asegurar el grado de aislamiento de los residuos radiactivos de forma tal que no existan
riesgos futuros previsibles para la salud humana, ni efectos sobre el medio ambiente que no
sean aceptables actualmente.

ALTERNATIVAS EN LA GESTIÓN
GESTIÓN DE RESIDUOS R
RADI
ADIACTIVOS
ADIACTIVOS

Los residuos radiactivos provienen de un amplio espectro de actividades, desde el uso de


radionucleidos en hospitales para diagnóstico y tratamiento, y en laboratorios de investigación;
pasando por el uso de materiales radiactivos en procesos industriales; hasta la producción de
electricidad en reactores nucleares (que involucra también las actividades asociadas al ciclo del
combustible nuclear). Este último tipo de actividades genera el mayor volumen de RR, con
mayores niveles de actividad que las otras fuentes de generación, y debido a esto la mayor parte
de los criterios y tecnologías de gestión se han desarrollado en este campo.

Las alternativas de manejo se basan fundamentalmente en las características de los residuos:


los nucleidos contenidos (tanto por naturaleza como por cantidad) y el volumen generado;
influyen también los aspectos químicos y físicos.

OPCIONES DE MANEJO DE
RESIDUOS RADIACTIVOS EN INSTALACIONES NUCLEARES Y RADIACTIVAS

Los fundamentos de estas opciones se encuentran en el objetivo de mantenerlos aislados por


períodos apropiados a cada tipo de RR. Para implementar este objetivo, la forma física de los
RR, su actividad y los nucleidos presentes definirán si es apropiado utilizar sistemas de
decaimiento o purificación. En los sistemas de decaimiento se utiliza esta propiedad física para
disminuir la actividad, y dependiendo del nucleido presente se definen los períodos de aislación
requeridos. En base a estos últimos se toma la decisión de su almacenamiento en forma
temporaria (para luego eliminarlo directamente al medio ambiente como efluente o residuo
exento) o su aislación en repositorios. En este último caso, es necesario tratar previamente los
RR a fin de obtener un producto final apto para su aislación en sistemas de eliminación, y así
cubrir los períodos de aislación requeridos para su decaimiento en forma segura. Los
tratamientos a los que se someten los RR cubren un amplio espectro de posibilidades
dependiendo de su forma física: pre-tratamiento, purificación o concentración, solidificación o
inmovilización.

SISTEMAS DE TRATAMIENTO POR DECAIMIENTO

Consisten de dispositivos que admiten el almacenamiento ya sea de líquidos, gases o sólidos, por
períodos tales que por decaimiento se obtienen efluentes o residuos exentos que pueden
descargarse al medio ambiente. Este tipo de tratamiento se utiliza cuando los nucleidos presentes
131
tienen períodos de semidesintegración cortos (I , etc.) y la actividad remanente se ajusta a los
límites de descarga autorizados o los niveles de exención o desregulación recomendados.

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SISTEMAS DE TRATAMIENTO POR PURIFICACIÓN

Se fundan en la disminución de la actividad presente en corrientes líquidas o gaseosas mediante


la remoción de los agentes contaminantes, generándose RR con estos últimos (Ver figura1). Se
utilizan cuando no es posible aplicar los sistemas por decaimiento ya sea por la magnitud de la
actividad, por el tipo de nucleidos presentes, o por el volumen a tratar. Estos sistemas presentan
características particulares según se trate de corrientes gaseosas o líquidas. En el caso de las
corrientes gaseosas, si ésta arrastra vapores (o gases solubles en agua) o aerosoles, el
tratamiento se debe adecuar a estas características; para la primer situación se utilizan sistemas
lavadores de gases, mientras que en el segundo, sistemas de filtros (absolutos, mecánicos, de
adsorción, etc.). En el caso de las corrientes líquidas, las alternativas cubren un amplio espectro
de operaciones unitarias y procesos químicos: concentración por evaporación, precipitación,
sedimentación, pasaje por resinas de intercambio iónico, centrifugación, etc. Ambas situaciones
(corrientes gaseosas o líquidas) generan como mínimo dos corrientes resultantes: una
purificada, que por lo general puede descargarse directamente al ambiente, y otra concentrada
en radionucleidos, y que debe ser tratada como RR (dispuesta con o sin acondicionamiento
previo en recipientes e instalaciones adecuadas).

OPCIONES EN EL AISLAMIENTO RESIDUOS RADIACTIVOS

Los tiempos requeridos para el aislamiento de RR definen las necesidades que deben cubrir los
sistemas destinados a tal fin. La estimación de estos tiempos requiere un mayor conocimiento
que el volcado hasta este punto, por lo tanto se tratará mas adelante en la sección “Clasificación
conceptual de residuos radiactivos en base a los tiempos de aislamiento necesarios”, aquí sólo
se expondrán las alternativas existentes en la actualidad.

ALMACENAJE VS. ELIMINACIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS

Deben distinguirse las diferencias conceptuales de dos términos (utilizados en forma errónea
indistintamente para discutir estos temas): almacenaje y disposición definitiva (o eliminación o
evacuación). Por almacenaje se entiende la conservación transitoria de los residuos en sistemas
que admiten su recuperación, y por lo tanto implica que requieren vigilancia y mantenimiento
operativos que involucran la exposición operacional del personal asignado a esas tareas, con el
consiguiente riesgo de liberaciones accidentales y el incremento en los costos operativos. Por el
contrario, la eliminación de RR implica el emplazamiento de los desechos en sistemas diseñados
y licenciados para la contención de los mismos por periodos prolongados sin el requisito de
mantenimiento operativo y con sólo (en algunos casos) la vigilancia radiológica habitual en toda
instalación nuclear, hasta la finalización del control institucional del sitio, liberándola al uso
público una vez concluida esta etapa. Ambos conceptos difieren entonces en el grado de
recuperación de los nucleidos contenidos y en la duración de la contención.

SISTEMAS DE ELIMINACIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS

Sistemas de eliminación próximos a la superficie simples o Trincheras: Los desechos se


eliminan tal cual o en recipientes en excavaciones superficiales. En esta categoría pueden
incluirse los sistemas de semicontención para residuos líquidos (trincheras para líquidos). Las
actividades que pueden disponerse de esta forma requieren de serias restricciones, aunque
continúe el control institucional luego de la clausura.

Sistemas de eliminación próximos a la superficie con barreras de ingeniería: Son en


general, construcciones bajo superficie terrestre, en donde el acondicionamiento de los residuos,
la integridad de las estructuras construidas y las características geoquímicas del sitio de
depósito pueden inmovilizar y aislar los radionucleidos del residuo por un tiempo considerable.
La proximidad de los residuos a la superficie requiere, sin embargo, un control institucional por
un período adecuado a fin de evitar posibles intrusiones.

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Sistemas de eliminación en formaciones geológicas profundas: Provee largos períodos de
aislamiento si la permeabilidad al agua del medio geológico es muy baja, o‚ si los flujos de agua
son sumamente lentos. Actualmente están en estudio en diversos países distintas formaciones
como zonas potenciales: domos de sal, granitos, arcillas, y rocas volcánicas.

Disposición en formaciones geológicas debajo del lecho marino: Involucra consideraciones


similares al depósito en formaciones geológicas profundas, con el beneficio adicional del
aislamiento marino. Actualmente está en estudio y presenta inconvenientes económico-técnicos
y jurídicos (por la utilización de aguas internacionales).

La trasmutación de radionucleidos de vida media larga en otros de vida media más corta podría
reducir teóricamente los riesgos a largos plazos. Esta opción implica nuevas instalaciones de
procesos y separaciones, que disminuyen notoriamente la cantidad de residuos de alta actividad
a eliminar, pero generarían más residuos secundarios, con la consiguiente exposición
operacional. Actualmente está en etapa de investigación, y se considera que involucra un mayor
riesgo operativo que las otras opciones.

Una práctica que actualmente no es utilizada es el vertimiento en el mar. Los desechos


convenientemente acondicionados se eliminaban en el mar en zonas preestablecidas
caracterizadas por sus fosas sinclinales profundas. El fundamento de esta práctica se basaba en
que la actividad liberada en las profundidades marinas es diluida y dispersada en un gran volumen
de agua, y en algunos casos es absorbido en los sedimentos. La aislación de los radionucleidos
estaba provista por la inaccesibilidad de las profundidades del lecho oceánico. Sin embargo,
podría esperarse cierto retorno de nucleidos de vida media larga al medio ambiente accesible al
ser humano, por mecanismos de dispersión y transporte, por este motivo estos nucleidos tenían
estrictos límites de vertimiento. Actualmente estas actividades están prohibidas por la
Convención de Londres.

PRINCIPIOS
PRINCIPIOS DE PROTECCIÓN RADI
RADIOLÓGICA
OLÓGICA
APLICADOS A LA GESTIÓN
GESTIÓN DE RESIDUOS RADIA
RADIACTIVOS
CTIVOS

Los principios de protección radiológica recomendados por la Comisión Internacional de


Protección Radiológica (ICRP, en inglés) fundamentan los objetivos enunciados precedentemente.

En cuanto al requerimiento de justificación de la práctica, existe el consenso general que debe


aplicarse a una práctica completa, tal el caso del ciclo del combustible nuclear o la utilización de
materiales radiactivos en la industria, medicina o investigación, con todos los beneficios y
detrimentos asociados. La gestión y disposición de RR son pasos necesarios en el uso de la
energía nuclear y los materiales radiactivos y por lo tanto no se requiere su justificación en forma
separada, aunque sus implicancias radiológicas deben considerarse en la justificación de la
práctica en su totalidad.

El requerimiento de optimización es utilizado frecuentemente como un medio de selección entre


diferentes cursos de acción u opciones en la gestión y disposición de RR y en la decisión si
cambios futuros en el diseño de los sistemas conducirán a una reducción (o no) de las dosis.
Puesto que algunos de los criterios empleados en el proceso de optimización pueden entrar en
conflicto con otros, la evaluación requerirá algún tipo de auxiliar para tomar la decisión de
diferenciar entre opciones alternativas desde un punto de vista de protección radiológica. Entre las
aproximaciones que pueden utilizarse en este proceso pueden incluirse métodos multicriterio y
agregativos, en particular la técnica del análisis costo-beneficio.

El tercer principio de protección radiológica requiere la limitación de las dosis incurridas por
individuos, ya sea en el curso de su vida normal como miembros del público o como resultado de
su ocupación, los cuales no deben exceder los límites de dosis recomendados por la ICRP. El
caso de la limitación de la dosis del público debido a la eliminación de RR en formaciones
geológicas merece un análisis particular.

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LIMITACIONES INDIVIDUALES DURANTE PERÍODOS DE AISLACIÓN

Restricciones de dosis individuales

1
Los límites de dosis individuales se aplican a la distribución de dosis debido a las liberaciones
por eventos normales en repositorios de RR. Estas restricciones son equivalentes a los
aplicados a otros tipos de instalaciones. Deben considerarse dos requerimientos básicos:

El grupo crítico debe ser identificado, éste puede comprender personas existentes o un
grupo hipotético. Este grupo recibiría mayor dosis que la población en general. Cuando no
puede definirse un grupo actual, se define uno hipotético o individuos representativos. La
definición de los hábitos y características de este grupo deben basarse en el conocimiento
actual, y con suposiciones prudentes y razonables.

El diseño y operación del repositorio debe asegurar que la dosis al grupo crítico no
supere los límites de dosis, considerando otras fuentes posibles (presentes y futuras),
excluyendo las exposiciones médicas y naturales. La consideración de otras fuentes se
efectúa fijando una restricción de dosis a la fuente individual, la cual es una fracción del
límite de dosis recomendado. En nuestro país la Autoridad Regulatoria ha fijado (para
propósitos de planificación) la restricción de dosis máxima resultante en un grupo crítico
hipotético, debido a la eliminación de RR en un dado emplazamiento, en 0,1 mSv integrado
en un año, en base a metodologías de cálculo preestablecidos.

Restricciones de riesgo individual

El sistema de limitación de dosis se sustenta en la apreciación del límite inferior de un rango


implícito de riesgos individuales, que se estima inaceptable. Esta apreciación se basa en otros
tipos de riesgos que un individuo puede modificar solamente en muy pocos casos, y que puede
ser regulado por autoridades nacionales.

Dado que es factible se produzcan dosis significativas debido a eventos que alteren el
comportamiento normal de un repositorio, cuyas probabilidades supuestas de ocurrencia, en un
dado tiempo son inferiores a uno, es necesario agregar un requerimiento de limitación de riesgos
individuales a fin de lograr el objetivo de protección individual debido a todos los eventos de
exposición asociados con repositorios. En base a esto, la ICRP recomienda establecer límites de
riesgo y restricciones de riesgo máximo en directa analogía con los límites de dosis y
restricciones superiores para liberaciones normales.

Para una mayor comprensión del tema la ICRP recomienda que riesgo se defina como la
probabilidad de que ocurra un efecto de detrimento serio en la salud de los individuos
potencialmente expuestos o en sus descendientes.

El criterio aplicado por la Autoridad Regulatoria argentina, con fines de planificación, es una
-6
restricción de riesgo anual máximo aceptable de 10 .

1
Con el término dosis se entiende la suma de la dosis efectiva resultante de la exposición externa durante un
año y la dosis efectiva comprometida incurrida debido a la incorporación de radionucleidos por inhalación e ingestión.

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BARRERAS MÚLTIPLES PARA AISLAMIENTO DE RESIDUOS RADIACTIVOS

Los criterios de seguridad radiológica requieren que la confinación de los RR en sistemas


diseñados para su eliminación (repositorios) sea efectiva mientras los radionucleidos contenidos
decaen a niveles aceptables para su ingreso al medio ambiente accesible al hombre.

La implementación de estos criterios de seguridad radiológica a la aislación de RR requiere del


uso del concepto de barreras múltiples: interponer entre los RR y el ambiente ocupado por el
hombre una serie de barreras, geológicas y de ingeniería, independientes y redundantes, de
manera que la falla de alguna de ellas no comprometa la seguridad del sistema.

Se consideran barreras naturales a las formaciones geológicas en las cuales se sitúan los
repositorios y el medio geológico que los circunda. Estas proveen la aislación física necesaria y
la retención de los radionucleidos. En situaciones normales de liberación, la única vía probable
de acceso de los nucleidos a la biosfera desde el repositorio a través del medio geológico es la
vía hídrica. Durante su migración están sometidas a una amplia gama de procesos físicos y
geoquímicos, que se traducen en un retardo efectivo respecto a la velocidad del agua.

Las barreras de ingeniería son las provistas por el hombre para aumentar la confinación:

Matriz que incluye a los RR.


Contenedor(es).
Barreras adicionales: materiales de sellado, relleno, retardadores geoquímicos, etc.

Mediante la combinación adecuada de estos tipos de barreras, en función del tipo de RR del cual
se trate, se podrá limitar o demorar la liberación de material radiactivo; además, el transporte de
los nucleidos liberados será retardado o la concentración de los nucleidos liberados estará
suficientemente diluida para asegurar que el impacto en el hombre permanezca dentro de niveles
aceptables. El efecto de la demora en el impacto resultante puede observarse genérica y
cualitativamente en la Figura 2.

Figura 2. Comparación cualitativa del efecto de la eliminación


de RR con y sin barreras para el confinamiento

CAPÍTULO 15 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS 197


Son por lo tanto requisitos fundamentales de un repositorio de RR subterráneo: el diseño apropiado
de las instalaciones y su ubicación en un medio geológico estable, con características
hidrogeológicas favorables, donde eventos disruptivos naturales o humanos son extremadamente
improbables en las escalas de tiempo requeridas.

Debido a todas estas características, los desechos permanecerán aislados del medio ambiente
accesible al hombre, sin embargo se requiere que las barreras de ingeniería ofrezcan una
aislación equivalente en forma independiente y paralela. La elección de estas barreras
dependerá del tipo y cantidad de residuos a emplazar y de las características de las barreras
geológicas. Sin embargo, la seguridad de todo el sistema debe evaluarse en conjunto. Este tema
se tratará en más detalle en la Sub-Sección “Evaluaciones de seguridad de la eliminación de
residuos radiactivos”.

CLASIFICACIÓN CONCEPTUAL
CONCEPTUAL DE RESIDUOS RADIACTIVOS
RADIACTIVOS EN BASE
A LOS TIEMPOS DE AIS
AISLACIÓN
LACIÓN NECESARIOS

Una clasificación de RR estrictamente generalizada es difícil de realizar, ya que inciden una


amplia gama de factores, por ejemplo nucleidos contenidos, estado de agregación, grado de
contaminación química, condiciones operativas, sistemas de tratamiento, acondicionamiento y
depósito, etc. Sin embargo, es factible una clasificación de RR de orden conceptual, en base al
tiempo de aislamiento requerido, en tres grandes grupos:

RESIDUOS DE BAJA ACTIVIDAD (RRBA)

Requieren un tiempo de aislación del mismo orden o menor que el de la vida útil de las
instalaciones que las generan (de algunas decenas de años). En esta categoría se encuentran la
mayoría de los residuos sólidos que se producen durante la operación de instalaciones nucleares y
por usuarios de radioisótopos (por ejemplo, materiales descartables: papeles, plásticos, telas,
etc.). Las barreras consideradas adecuadas para su aislación son:

Acondicionamiento en bolsas plásticas dentro de tambores metálicos.


Disposición en trincheras de escasa profundidad, ubicadas en formaciones geológicas
adecuadas, recubriéndolas con barreras múltiples apropiadas.
Barrera física que impide el acceso del público a la zona de eliminación durante el período
de control institucional.

RESIDUOS DE MEDIA ACTIVIDAD (RRAI)

Requieren tiempos de aislación superiores que los de la vida útil de las instalaciones que los
producen, pero no mayor que la vida útil de ciertos materiales, tales como el hormigón o
compuestos orgánicos, fácilmente utilizables como barreras de ingeniería. Dentro de esta
categoría se incluyen las resinas, barros y filtros del circuito primario de centrales nucleares y las
fuentes de uso médico e industrial en general. Las barreras consideradas adecuadas para este
tipo de residuos son:

Inclusión en una matriz estable (por ejemplo, cemento, polímeros, bitumen, etc.).

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Disposición en sistemas de disposición final con barreras de ingeniería apropiados (hormigón
por ejemplo) superficiales o de escasa profundidad, a fin de garantizar su integridad e
impermeabilidad por 100-200 años.
Relleno de los sistemas de depósito con cemento.

Emplazamiento de los sistemas de depósito en formaciones geológicas que aseguren una


demora en la liberación de los materiales radiactivos superior a la centena de años.

RESIDUOS DE ALTA ACTIVIDAD (RRAA)

Requieren un tiempo de aislación superior a algunas centenas de años. Residuos de esta


categoría son los que provienen de la primera etapa de extracción del reprocesamiento de los
elementos combustibles irradiados o incluso, estos mismos elementos dispuestos en
contenedores apropiados (en los países que escogieron la estrategia del ciclo abierto del
combustible nuclear). Se consideran como adecuadas las siguientes barreras:

Inclusión de los residuos en una matriz estable: de muy baja tasa de disolución, alta tasa de
disipación térmica, resistente a las radiaciones y a lo impactos térmicos y mecánicos. Entre
las matrices con estas características la más estudiada (e incluso ya utilizada a escala
industrial) es el vidrio borosilicato; otras alternativas en desarrollo son materiales cerámicos,
esferas de vidrio dispersos en matriz metálica (Vitro-met), roca sintética (SYNROC), etc. En
el caso de disposición directa de elementos combustibles irradiados el óxido de uranio
formaría una matriz adecuada para la contención de los productos de fisión.
Contenedor, que garantice la aislación absoluta de los residuos durante los primeros 1000
años de depósito, para lo cual se utilizan contenedores compuestos por más de un material,
actuando alguno de ellos como blindaje contra las radiaciones.
Disposición en una formación geológica continental estable, en profundidad. Una de las
características más importantes que debe reunir, a fin de garantizar la aislación seguro, es
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que su conductividad hidráulica debe ser muy baja (en el orden 10 m.s o menor).
Relleno de las instalaciones excavadas a fin de restituir al medio geológico las características
mecánicas e hidrológicas. Para este fin se utilizan materiales arcillosos (tipo bentonita), que
poseen una elevada capacidad de retención de radionucleidos y constituyen amortiguadores
geoquímicos.

La aislación que ofrece la combinación de las barreras antes mencionadas está en el orden de
5 6
10 - 10 años, tiempo suficiente para que los nucleidos presentes en los residuos de alta
actividad decaigan a niveles despreciables.

OTROS TIPOS DE RESIDUOS

Residuos que contienen emisores alfa

Este tipo de residuos no puede incluirse en la clasificación anterior, ya que por la presencia de
actínidos, emisores α, de largos períodos de semidesintegración, pueden requerir distintos
tiempos de aislación que los mencionados en los dos primeros tipos de RR enunciados. Sin
embargo, puede hablarse de distintos niveles de estos residuos en función de sus actividades
específicas. Una clasificación acorde a la planteada aquí y que incluye los emisores α fue
recientemente publicada por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) (Ver
Figura 3).

CAPÍTULO 15 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS 199


Figura 3. Sistema de clasificación de Residuos Radiactivos del OIEA actualizado

Los desechos provenientes de la minería del uranio poseen una muy baja actividad específica.
El riesgo individual que implican estos residuos es pequeño, pero debido a los largos períodos
que permanecerán en la biosfera, las dosis colectivas esperadas no son despreciables, y
constituyen una de las mayores contribuciones en las integraciones de dosis colectivas (debido
al ciclo total del combustible) a largos plazos; además, las barreras de ingeniería modificarían
muy poco esta situación. Es práctica habitual la disposición de estos RR en la misma zona
donde se extrae el mineral, rellenando depresiones de terreno, recubriéndolas posteriormente
con barreras múltiples apropiadas. De esta forma se reduce la emanación de radón
(consecuentemente su concentración en aire a niveles del mismo orden de magnitud o menores
de los que había antes de la explotación del yacimiento) y la tasa de erosión y dispersión.

Los desechos con mayor actividad específica, provenientes del reprocesamiento de elementos
combustibles deben eliminarse en formaciones geológicas estables, en profundidad.

Residuos exentos

En la escala de clasificación de RR del OIEA (Figura 3) se encuentra este tipo de residuos que,
por el muy bajo nivel de actividad que poseen, no se justifica mantenerlos dentro del sistema de
regulación y control. Estos se generan en prácticas exentas o en prácticas reguladas. Para estas
situaciones se aplican los criterios de exención y desregulación o dispensa. Los residuos que se
ajustan a estos criterios podrán eliminarse directamente en el medio ambiente como residuos
convencionales (inmediatamente después de su generación o luego de un período de
almacenamiento que permita ajustarse a los niveles requeridos). Por este motivo, la decisión de
incluir los residuos generados por una práctica o instalación en este rango requiere la evaluación
del impacto radiológico asociado.

200 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS CAPÍTULO 15


CRITERIOS OPERATIVOS
PARA LA GESTIÓN DE RESIDUOS
RESIDUOS RADIACTIVOS

En el manejo diario de RR es necesario tener en cuenta una serie de criterios operativos a fin de
garantizar una gestión adecuada de los mismos. Pueden discriminarse una serie de procedimientos
recomendados:

Minimizar la generación de RR (se reducen así los costos de gestión).


Segregar los RR en la fase de generación, evitando además, mezclarlos con residuos
convencionales. La segregación se efectuará cuando diferencias tales como contenido de
radionucleidos, período de semidesintegración, concentración, volumen y propiedades físicas
y químicas lo hagan necesario, teniendo en cuenta las opciones disponibles para su
disposición final.
Almacenar en forma segura y totalmente identificable los RR a la espera de su destino
final.
Reducir el volumen de los residuos (se incrementa así la capacidad de almacenamiento o
disposición final).
Solidificar aquellos residuos que no pueden ser descargados al medio ambiente.
Efectuar el control de inventario de los desechos eliminados y de los efluentes descargados
al medio ambiente.

EVALUACIÓN DE SEGURIDAD
SEGURIDAD
DE LOS SISTEMAS DE DISPOSICIÓN
DISPOSICIÓN DEFINITIVA
DEFINITIVA

Para tomar decisiones acerca del desarrollo, construcción, operación y licenciamiento de un


repositorio para RR se requiere la evaluación de la seguridad del sistema propuesto. Mediante
distintos procedimientos se calcula el impacto radiológico a los trabajadores (para la fase
operacional) y al público (fase post-cierre) resultantes del repositorio y se los compara con los
estándares de protección radiológica.

Dado que es imposible lograr un gran grado de detalle en la adquisición de datos desde un
principio (ya que el sistema de eliminación es sumamente complejo), se procede a un proceso
iterativo, desde lo genérico a lo especifico. En consecuencia, se debe efectuar el análisis de
seguridad de los subsistemas que conforman el repositorio con distintos grados de detalle,
según la etapa de implementación alcanzada: diseño conceptual, diseño de ingeniería básica,
anteproyecto de ingeniería, proyecto de construcción y operación, clausura y cierre. El
requerimiento de datos propios del sitio y del diseño de los subsistemas son por lo tanto de
distinto nivel para las diversas etapas de diseño.

Si los resultados de las evaluaciones de la seguridad durante alguna de las etapas para la
operación o para el post-cierre no concuerdan con los estándares de protección radiológica,
deberá reverse el diseño del subsistema crítico o suplementarlo con alguna barrera adicional. Se
han desarrollado una serie de criterios de aceptación para la eliminación de RR en sistemas de
depósito superficiales y en profundidad en base cualitativa. Existe además una amplia gama de
bibliografía que orienta acerca de los procedimientos adecuados de evaluación, análisis y
requerimientos de información sobre los sistemas de confinamiento, y además, ejemplos de
cálculo.

CAPÍTULO 15 GESTIÓN DE RESIDUOS RADIACTIVOS 201

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