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INTRODUCCIÓN

“La escalera de descenso”, contiene: Las siete evidencias por las cuales, Dios Juzgará al mundo.

Romanos Capítulo 1:29- 32, habla del sumario pavoroso, que expresa más de veinte cargos en
contra de la conducta del pecador. En ellos se basará el justo juicio de Dios contra la conducta
humana. Síntesis, la carta a los romanos desde el Capítulo 1:18-3:8, argumenta que, todo ser
humano que está en el mundo, y no tiene a Cristo, es reo, del razonable juicio de Dios.

La escalera expresa en forma descendente, lo siguiente:

La Primera
Justo Juicio De
Dios, Según
“verdad”. Rom.
2:1-3
La Segunda
Justo Juicio De
Dios, Según la
Culpa retenida y
Acumulada de
cada persona.
Rom. 2:5
La Tercera
Justo juicio de
Dios, Pagará
conforme a sus
obras. Rom.
2:6-10
La Cuarta
Justo Juicio De
Dios, No hay
Acepción de
personas para
con Dios. Rom.
2:11
La Quinta
Justo Juicio De
Dios, no del
Conocimiento,
sino de la
práctica. Rom.
2:13-15
La Sexta
Justo Juicio De
Dios, será
“según los
secretos de
Los hombres”.
1 Tim. 5:24
La Septim
Justo Jui
De Dios,
es lo
exterior
sino lo
interior.
Rom. 2:2
29

Texto Romanos 1:1-3:30

La epístola a los romanos fue escrita por el Apóstol San Pablo, según se cree en el año 58. D. C. Y
es conveniente, que cada creyente la estudie como texto principal. Ya que Roma fue el lugar de
acopio del imperio en donde reposaba el trofeo de su poderío.

EL tema principal de esta carta: “ES EL EVANGELIO DE DIOS”. . Romanos 1:1; Cuyo texto “Áureo”
es Romanos 1:16. Porque no me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios…

San Pablo, se identifica en este Comunicado como siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol,
apartado para el Evangelio de Dios. Romanos 1:1; Además, fue asignado para ser apóstol y
maestro de los gentiles, en fe y en verdad. Romanos 15:14,16.

MARTÍN LUTERO, exponiendo su asignatura en su magisterio, llamó esta carta “la cátedra
del cristianismo ”. Por la forma universal en que se encuentra la epístola.

En este Manuscrito Paulino, existe una exposición del plan de Dios universal, colocando como eje
primordial la doctrina de la “justificación” y la ética cristiana, cuya práctica, es la conducta que el
cristiano debe llevar, como resultado de haber recibido el Evangelio glorioso de las inescrutables
riquezas de Cristo.

Luego, describe el trato de Dios con Israel, en el pasado, en el presente y en el futuro; quien a su
vez, fue dejado del plan de Dios por su trasgresión, y los gentiles fueron injertados en lugar de
ellos; hasta la restauración, devolviéndose el injerto a su propio tronco, en un futuro cercano.

Un recuento exegético de esta eminente epístola, donde se observan las doctrinas de la iglesia,
como un ente exploratorio, ético, sobre la conducta que el creyente debe llevar para vivir la vida
cristiana; desde este punto de vista, se congratula la responsabilidad de continuar hacia la meta,
siguiendo el cuadro tangible de la evidencia del Evangelio reflejado en los primeros ocho capítulos.

Cuando se habla del Evangelio, obviamente, El evangelio, es Dios en Cristo descendiendo al mundo
de pecadores. Sn Lucas 19:10; Efesios 2:1-5. La carta a los Efesios 2:11-16. Nos explica que el
Señor nos encontró sin Dios, sin salvación y sin esperanza.

El Reverendo Eliseo Duarte, glosaba en su charla ministerial que, la carta a los Efesios 2:1-5 nos
cuenta que allí, donde el Señor tomó la escalera de descenso hasta bajar a la sima, en el fondo nos
encontró, y a su vez, tomó un proceso de ascenso hasta que llegamos al capítulo ocho de los
Romanos que se le llama la escalera de la justificación para llevarnos a su altura; ya que este
capítulo nos muestra una comparación paralela del cuerpo con la cabeza, nos presenta en el mismo
nivel, donde está la cabeza está el cuerpo. S. Mateo 28:20. Yo estoy...

Los estudiosos de la carta a los Romanos, nos cuentan que, el capítulo 1:18-28 habla de la
degradación del hombre en tres niveles de decadencia. La degradación viene para aquellos que
habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios... Romanos 1:21, 24,26.

Así, como el Evangelio es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; también la ira de
Dios se revela desde el cielo a los que no creen. Romanos 1:18.

En este manual, dirigido a los Romanos Capítulo 1:29- 32 habla del sumario pavoroso, que expresa
más de veinte cargos en contra de la conducta del pecador. En ellos se basará el justo juicio de
Dios. Romanos. 1:29-32; Los cuales, son los siete motivos primordiales donde Dios se basará para
juzgar el pecado del hombre. También se le llama: Los siete principales fundamentos, en los cuales
Dios se apoyará para ejecutar su justo juicio sobre la conducta humana.
Los juicios son dictámenes condenatorios o absueltos, otorgados por un facultativo después de
haber reflexionado y constatado con las leyes y las evidencias pertinentes del caso; sea
condenatorio o para ser absuelto.

PRIMERA EVIDENCIA

Por motivo a la degradación de la que se habla en Romanos 1:29-32. Eres inexcusable


(Injustificable, imperdonable, ilógico). Esto da margen a la PRIMERA EVIDENCIA del justo juicio de
Dios, que es según “verdad”. Capítulo 2:1-3. Como si dijera: no por imaginaciones ni acusaciones
humanas.

En los Evangelios se dejan ver tres personalidades con características diferentes:

a) Los acusadores que hacen igual y para justificarse acusan a otros que hacen lo mismo; el caso
de San Juan capítulo ocho, los acusadores de la mujer adultera.
b) Los Fariseos, texto descrito en la parábola de San Lucas 18:10.
c) Los Publicanos.

Los fariseos quienes eran los separados, los éticos; trataban de hacer algo bueno para justificarse
por ello; señalaban a los publícanos, a las remeras, a los samaritanos y a los gentiles como
inmundos e inmorales. San Lucas 18:10.

El fariseo decía en la oración, gracias te doy ¡oh Dios!, porque no soy como los otros hombres...
Supuestamente, lo que él hacía y otros no, eso lo ubicaba a él, en buen puesto, y lo ponía dentro
de una sociedad distinta, una cultura muy aparte.

Los publicanos que representaban a los inmorales, los impúdicos, éste, decía en la oración: ¡Señor!,
sé propicio a mí, que soy hombre pecador. (Obsceno, profano).

Los publícanos, eran unos de los que se encontraban fuera de ese marco de la religión, de la
sociedad de esa época. El publicano ante Dios, estaba tomando una forma convicta con lo que se
expresaba, estaba reconociendo que era un pecador, que merecía la ira de Dios ; pero decía:
¡Señor!, sé propicio a mí, pecador. En otras palabras aplácate para conmigo que soy hombre
pecador.

Esa condición amena, es la actitud que debemos tomar hoy en día, para alcanzar la justificación,
claro está, en este día de la gracia. San Lucas 18:14.

A los fariseos y saduceos mencionados en San Juan Capítulo ocho, San Pablo le aplica a Romanos
2:1-3: Por lo cual eres inexcusable, oh hombre... pues en lo que juzgas a otros te condenas a tí
mismo. En otras palabras si juzgas a otro y haces lo mismo, ¿piensas que por eso te escaparás del
justo juicio de Dios?

Esta primera evidencia del justo juicio de Dios, que es según “verdad”. Quiere decir: Dios no
juzgará a nadie: por Apariencia, por imaginaciones, ni por acusaciones humanas. Sino según
“verdad”, Ezequiel 7:8,9. (Lo que el hombre sembrare eso recogerá).

Comenta el erudito W. Newel, en su biblioteca ROMANS. Hablando de las evidencias de Dios. El


juzgará de acuerdo a los hechos, con las realidades que, naturalmente, le son conocidas. 2ª
Crónicas 16:9. Salmos 94:9. Proverbios 15:3. Dios, no necesita de “jurado” para decidir en algún
caso. El mismo es testigo ocular, jurado y Juez.

LA SEGUNDA EVIDENCIA

Según la culpa retenida y acumulada de cada persona. Romanos 2:5. Pero por tu dureza y por tu
corazón no arrepentido, atesoras para tí mismo ira para el día...

Los hechos vergonzosos y ocultos que los seres humanos hacen, están atesorando, amontonando
combustible para sí mismos; como si estuviesen amontonando leña para el fuego en el día de la ira
de Dios . Esa actitud de justificarse y señalar con el dedo a los demás, Comenta William R. que
con eso están menospreciando la “benignidad”, la “bondad” y la “longanimidad de Dios”, que es la
que nos guía al “arrepentimiento”.

Pero el que confía en su justicia es el que se sigue aferrando a su marco religioso y diciendo: “qué
bueno es el Evangelio para la gente de los barrios marginados, para los depravados, maldicientes,
estafadores, como si solamente para los que están en esos extremos es el Evangelio”.

El que cree en Jesucristo tiene vida eterna. San Juan 3:16

Puede ser la dama, la doncella, el anciano, la persona más ejemplar; pero si no tiene a Jesucristo,
está perdido. Romanos 2:4 ¿O menospreciáis las riquezas de su benignidad...? Por esa razón el
justo juicio de Dios es Según la culpa retenida y acumulada de cada persona. Hay que notar que lo
que guía a la gente al arrepentimiento es la benignidad y la bondad de Dios, es decir que el
hombre sepa lo que Dios ha hecho, que sepa como Dios lo ha amado, que sepa la obra que El
hizo.

LA TERCERA EVIDENCIA

PAGARÁ CONFORME A SUS OBRAS ROMANOS 2:6-10.

Israel, en cierta vez en la historia se quejó contra Dios, diciendo: que unos se habían comido las
uvas agrias y otro estaban pasando la dentera, Ezequiel 18:1-4,20. Apocalipsis 20:11,12.

Desde tiempos antiguos ha habido dos grupos de gente:

Los que le aceptan y reciben la benignidad de Dios.


Los que le refutan y desprecian la benignidad de Dios.

LOS QUE ACEPTARON Y RECIBIERON LA BENIGNIDAD DE DIOS.

? ABEL dio mejor ofrenda como testimonio de haberle creído a Dios.


? NOE, le creyó a Dios y construyó el Arca.
? ABRAHAM, le creyó a Dios, y como testimonio dejó lo que tenía que dejar.
? MOISÉS, desprecio ser llamado nieto de Faraón.
? PEDRO, le creyó al Señor Jesús, quien a su vez, dejó sus redes.
? ZAQUEO, le creyó al Señor que descendió del Árbol y expresó palabras de arrepentimiento.

LOS QUE REFUTARON Y DESPRECIARON LA BENIGNIDAD DE DIOS.

? CAÍN, se enfureció contra la ofrenda de su hermano.


? FARAÓN, dijo y ¿quién es Jehová para que deje ir a Israel?
? SAÚL, despreció la palabra de Jehová.
? JOAQUÍN, Rey apostata de Judá. Se indignó con la profecía de Jeremías y mandó a quemarla.
? LOS ESCRIBAS Y FARISEOS, despreciaron el bautismo de Juan.
? SIMÓN EL MAGO, despreció la benignidad de Dios y quiso comprar el poder del Señor con dinero.

LA CUARTA EVIDENCIA

NO HAY ACEPCIÓN DE PERSONAS PARA CON DIOS ROMANOS 2:11.

El Hermano Duarte, haciendo énfasis en el justo juicio de Dios, comentaba: Dios en el juicio no
hace acepción de personas, Él juzga según la obra de cada uno 1ª. Pedro 1:17. Pero hay que
considerar que Dios en las demás cosas, si hace excepción de personas, A los corintios dice: ¿son
todos apóstoles?... 1ª.Corintios 12:11, 18,29-30.

En la parábola de los talentos repartió como él quiso. San Mateo 25:14-15.

En el juicio juzgó de acuerdo a la evidencia de cada uno. San Mateo 25:19-30.

Una cosa es en el juicio y otra cosa es fuera del juicio. Cuando el Señor manda a sus siervos que
tengamos que juzgar, lo exige que lo hagamos sin excepción de persona.

En la iglesia no todos tenemos que hacer lo mismo; pero cada uno haga lo que el Señor le mandó
que hiciese. Por eso en la iglesia parece que se nota la acepción de personas, porque no todos
pasan por el pulpito; No todos evangelizan; no todos curan enfermos. Pero si así, fuera, sería un
desacierto, porque no todos tenemos el mismo don. Él repartió los dones como él quiso.

San Pablo trae a memoria una evidencia del pasado... porque todos los que sin ley han pecado… La
ley vino 2500 años después del pecado de Adán. Durante estos 2500 años no hubo ley, sin
embargo los descendientes de Adán no pecaron a la manera de Adán, porque ellos no tenían un
mandamiento expreso, como lo tuvo Adán.

Adán, sí recibió un mandamiento específico, Dios le dijo: de todos los árboles podrás comer, del
árbol de la ciencia del bien y del mal, no podrás comer; eso era una orden expresa. El comió y
pecó, porque trasgredió un mandamiento. Pero, para los descendientes de Adán, la ley no tenía
más preceptos o mandamientos expresos. Sin embargo ellos murieron ocasionados por la paga del
pecado trasmitido o heredado.
Los que vivieron antes de la ley y después de ella, porque la ley, la recibió fue Israel; y esa ley sólo
trascendió a los pueblos cercanos, Es decir; antes de haberse dado la ley y después de la ley
muchos pueblos han vivido sin la ley. La ley que se habla en Romanos 2:12 es la ley de Moisés. Los
que sin la ley pecaron, sin ley también perecerán y todos los que en la ley han pecado, por la ley
serán juzgados. Israel estuvo bajo la ley, y no solo Israel, sino muchos pueblos que les gustó esa
ley y la adoptaron, y por ende, se hicieron prosélitos.

Cristo le dijo a los fariseos en su censura: vosotros escribas y fariseos, recorréis el mundo para ser
un prosélito, pero lo hacían doble hijo del infierno. Entonces los que sin ley pecaron, sin ley
perecerán. Los que bajo la ley pecaron, con la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la
ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley, serán justificados. Con estas palabras
concluyó el Rev. Duarte, este seminario.

La venida del Evangelio.


Todo lector de las santas escrituras debe saber: que Pasados 1.500 años después que vino la ley
Mosaica en el monte Sinaí, El Señor Jesucristo trajo el Evangelio y expresó una nueva ley, San
Marcos 16:16. El que creyere y fuere bautizado será salvo; es decir: La gente de hoy día se salva o
se condena es porque quiere. Por ello, la predicación del Evangelio es sin acepción de persona. Id
por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura. San Marcos 16:15

LA QUINTA EVIDENCIA

NO DEL CONOCIMIENTO SINO DE LA PRÁCTICA. ROMANOS 2:13-15.

Los baluartes donde se afianzaba la ley expresada en el Sinaí, era el verbo hacer. Para poder vivir
tenía que hacer lo que ella dijera, le gustara o no a la gente. Por ende: nadie se justifica por la ley;
más bien es censuradora y condenadora. San Pablo observa esta verdad: No eran los oidores de la
ley los justos para con Dios, más bien los hacedores.

En el caso del Evangelio.


Los fuertes del Evangelio son los verbos creer y obedecer. No son salvo los que oyen el Evangelio
sino el que cree y le obedece. San Marcos 16:16; 1ªCorintios 15:1-2; 2. Tesalonicenses 1:7-10;
2:11-12; Romanos 1:16; 2:16.

LA SEXTA EVIDENCIA

SERÁ SEGÚN LA CONCIENCIA Y LOS SECRETOS DE LOS HOMBRES. ROMANOS. 2: 15,16.

La ley de la conciencia. 1 Timoteo 5:24-25.


Todas las gentes en todas las épocas de las más remotas tribus del mundo, aunque no conocieron
la ley de Moisés, han tenido una ley en su conciencia, una ley en sus tribus donde se aprueban y
desaprueban ciertas cosas, aún las más salvajes.

En la humanidad a lo largo de toda su existencia, aunque han andado alejados de Dios, han tenido
unas leyes en la conciencia y otras orales y escritas en sus pueblos. (No dice que eso los va a
salvar).

Pero dice que si los gentiles que no teniendo ley fueron leyes para sí mismo, ese será el argumento
que los acusará o los defenderá en el día en que Dios juzgará los secretos de los hombres
conforme al Evangelio.

Por eso hay un juicio final, el juicio del trono blanco donde el mar y los cementerios entregarán a
sus muertos grandes y pequeños, según dice Apocalipsis 20. En el caso del juicio de la mujer
sorprendida en adulterio de San Juan 8:9.

Se ve en dos Ángulos: a) El de los acusadores. No se llevó a cavo por la conciencia de ellos.

b) El de Jesús. No se llevó a cavo porque Él no vino a condenar a nadie. 1ª Timoteo 4:2; Tito 1:15.

La predicación del Evangelio

San Marcos 16:16, es para la persona que oye el Evangelio. Toda persona que ha escuchado la
predicación del Evangelio por el poder de Dios, lo ha aceptado, se ha bautizado y ha recibido el
Espíritu Santo. Su conciencia se ha despertado; ella le acusará o le defenderá en el día del juicio.
1ª. Corintios 4:4,5. Romanos 2:16. San Juan 16:8.

El Evangelio concientiza a las personas a tener una nueva vida.


Hebreos 9:14. 1. Pedro 3:21. Hechos 24:16.

LA SÉPTIMA EVIDENCIA

NO ES LO EXTERIOR SINO LO INTERIOR. ROMANOS. 2:28-29

Una hipótesis había en el mundo de los orientales:

La religión, no es profesar ciertas creencias sino vivirla interiormente.

Dios dijo a través del profeta Isaías, este pueblo con sus labios me honran pero su corazón lejos
está de mí. Isaías 29:13; El Salmo 50:16-21.

Hay muchas gentes que viven de apariencias. Apocalipsis 2:19-23.

El primer rey de Israel. Saúl quiso vivir esa vida, ser honrado por los ancianos de su pueblo aunque
su corazón y sus acciones eran otras. 1ª. Samuel 15:30.

El Señor Jesucristo instruyó a sus discípulos tocantes a estas verdades, en el sermón de la


montaña. San Mateo 6:5.

San Pablo en Romanos 2:17-29. Habla de la religión del judío, que se vivía por apariencia. Ellos se
conformaban por tener el sobre nombre de “Judío”, conocedor de la “voluntad de Dios”, e instruido
por la “ley”, guía de los “ciegos”, luz de los que “estaban en tinieblas”, instructor de los “indoctos”,
“maestros de niños”, se engreían porque en la ley tenían la Formación, la ciencia y la verdad. Pero
todo esto era superficialmente. Romanos 2:21-23.

Es posible que, en el Evangelio se pueda vivir estas dos vidas: la superficial y la real. Pero una sola
se escapará en el día del juicio.

San Pablo a los Corintios se les expone: 2ª. Corintios 5: 11,12. Creciendo, pues, en el temor del
Señor, persuadimos a los hombres; pero a Dios les es manifiesto lo que somos; y espero que
también lo sea a vuestras conciencias.

Jesús les dijo a sus discípulos. San Juan 7:24. No juzguéis según las apariencias, sino juzgad con
justo juicio.

San Pablo le dijo a su homólogo Timoteo. 2ª. Timoteo 3:5. Que en los postreros días habrá
hombres que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Ananías y Safira querían demostrar con su apariencia de piedad que eran buenos creyentes, siendo
dadivosos; pero el juicio los alcanzó. Hechos 5:1-10.

LA DEGRADACIÓN COMO CONCLUSIÓN

A través de este estudio podemos considerar la decadencia de la humanidad en todas las edades
pasadas, las cuales, nos sirven como modelo para no caer en el mismo desenfreno de descenso.

En la era pre y pos diluviana, la humanidad que vivió en esos tiempos se hicieron consientes que
había un Dios y por esta razón, deberían de adorarle como a Dios; San Pablo al escribir esta carta,
glosa: que lo que de Dios se conoce les eran manifiesto, pues, Dios se lo había manifestado…
Siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen escusa. Romanos.
1:20,21.

Pero ellos conociendo a Dios de esa manera, no le dieron gracia, ni le glorificaron y sus corazones
fueron entenebrecidos. Hechos 10:16. En las edades pasadas, él ha dejado a la gente andar en sus
propios caminos, si bien no se quedó sin testimonio.

Conociendo a Dios, viendo en la creación las huellas del invisible, Salmos 19:1. Ellos viendo esto,
no le dieron gracias ni le glorificaron como a Dios. Por eso hicieron la torre de babel.

El pensamiento de ellos fue: “hagamos una torre y hagamos un nombre”. Ellos no tuvieron en
cuenta a Dios, cuando decían hagamos. Dios está fuera de sus pensamientos, fuera de sus
acciones fuera de sus planes.

Estas generaciones por no obedecer a Dios, Dios las entregó a los Peldaños del descenso, de la
depravación; y como consecuencia de la altivez, orgullo y arrogancia, Dios los entregó a las
pasiones desordenadas; y por haber cambiado la verdad por la mentira y haber dado culto a la
criatura antes que el creador, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no
convienen. Romanos. 1:24-28.
Si hablamos de Israel, en la historia tuvo dos revelaciones ; la primera fue el éxtasis que tuvo
Moisés al mirar lo sucedido lo que se conoce como la era prehistórica; desde Génesis 1:2 en
adelante. La segunda fue en la subida de Moisés al Sinaí, cuando Dios lo llama mediante relámpago
y truenos. Solamente el pueblo de Israel tuvo este privilegio de haber visto esta grandiosa y
majestuosa manifestación de un Dios que Abraham en sus días lo llamó el “Omnipotente”

Con estas dos manifestaciones, era de considerar que Israel había sido el pueblo privilegiado, y por
ende, debía no solo tenerlo como su Dios, sino, brindarle la alabanza, la pleitesía, el honor y la
adoración permanente, como gente única, conocedora de los principios de la creación terrestre y
del plan expuesto por Dios.

Sin embargo, Israel, igual que los primeros, descendió tres niveles hasta completar el tope de la
degradación. Ese fue el motivo del sumario del pecado. Romanos 1:29-32. En este sumario de
pecado se encuentra toda la depravación del hombre desde Adán en adelante, todas las naciones
llegaron a este estado, a causa de que no solo nacieron pecadores sino que desconocieron al
creador y no quisieron reconocerle ni darle el culto que le corresponde.

Esta es la amonestación que tenemos hoy día en la era cristiana, Dios se nos ha manifestado, se
está predicando a todas las gente, para tomar para sí un pueblo, procedente de todas las etnias y
razas.

Dios vino al mundo manifestado en carne, llamado Jesucristo. Lo que encierra el evangelio: “Dios
en Cristo descendiendo al mundo depravado, al mundo degenerado”, donde el pecado se
multiplicó, se acrecentó, y llevó a las naciones a todas estas clases de perversidades que en estos
textos leídos se mencionan.

Hoy día que somos salvos, regenerados por su gracia; Dios nos exige que, permanezcamos
reconociéndoles cada día, porque separados de él nada podemos hacer; a la viceversa
descenderíamos al nivel de las demás generaciones del pasado y nunca más tendríamos otra
oportunidad.

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