Los crímenes de la calle Morgue, de Edgard Allan Poe.

La piedra lunar, de Wilkie Collins. El sabueso de Baskerville, de Arthur Conan Doyle.

El misterio del cuarto amarillo, de Gaston Leroux.

Arsenio Lupin contra Herlock Sholmes, de Maurice Leblanc.

El candor del Padre Brown, de G. K. Chesterton.

El asesinato de Rogelio Ackroyd, de Agatha Christie.

Los nueve sastres, de Dorothy L. Sayer. El tribunal de fuego, de John Dickson Carr.

El monasterio encantado, de Robert van Gulik.

El caso Saint-Fiacre, de Georges Simenon. El hombre demolido, de Alfred Bester.

El percherón mortal, de John Franklin Bardin.

El nombre de la rosa, de Umberto Eco. Huye rápido, vete lejos, de Fred Vargas.

Corpus delicti, de Andreu Martín.

Sacad lápiz y papel; ahí van unas cuantas joyas del género:
” El largo adiós “, de Raymond Chandler.
” Cosecha roja “, de Dashiell Hammett.
” 1.280 almas “, deJim Thompson.
” El hombre enterrado “, de Ross McDonald.
” Por amor a Imabelle “, de Chester Himes.
” La mirada del observador “, de Marc Behm.
” Ocho millones de maneras de morir “, de Lawrence Block.
” El juego de Ripley”, de Patricia Highsmith.
” El caballero y la muerte “, de Leonardo Sciascia.
” El juez y su verdugo “, de Friedrich Dürrenmatt.
” La tercera virgen “, de Fred Vargas.
” Trampa para cenicienta “, de Sébastien Japrisot.
” La dalia negra “, de James Ellroy.
” Mister Paradise “, de Elmore Leonard.
” Muerte en la escuela “, de Giorgio Scerbanenco”.
” Un extraño en mi tumba ” de Margaret Millar.
” Perdición “, de James M. Cain.
” Viernes 13 ” de David Goodis.
” El negro sendero del miedo “, de William Irish.
” El pequeño césar “, de William Riley Burnett.
” Laura “, de Vera Caspery.
” ¿ Acaso no matan también a los caballos ? “, de Horace McCoy.
” Violetas de mayo “, de Philip Kerr.
” Nada ” de Jean Patrick Manchette.
” Total Kheóps”, de Jean Claude Rizzo.
” Un diamante al rojo vivo “, de Donald Westlake.