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COMPETENSIAS DEL SIGLO XXI EN LOS CURRICULOS DE

EDUCACIÓN RURAL

El currículo de la era industrial, con su énfasis en la transmisión y reproducción de


conocimiento, no está siendo capaz de preparar a nuestros estudiantes para vivir y desenvolverse
con éxito en la era globalizada del conocimiento, y afrontar un mundo en continua y profunda
transformación. La globalización y la incursión de las tecnologías en todos los ámbitos del quehacer
humano han modificado radicalmente la manera en que las personas se comunican y colaboran, la
forma en que se produce conocimiento, los requerimientos del mundo del trabajo y las posibilidades
de impacto a escala local y global.
Ante este nuevo panorama, para llegar a ser personas saludables, felices, con capacidad de
contribuir al bien común, nuestros estudiantes requerirán mayores habilidades analíticas y
comunicativas, capacidad para resolver problemas, creatividad e iniciativa, y saber colaborar de
manera constructiva y efectiva con otros. Estos aprendizajes se conocen como competencias del
siglo XXI y mi investigación tiene como propósito articular estas competencias al currículo rural y
cómo se pueden desarrollar en el aula.
El objetivo de esta propuesta es presentar un análisis sobre el currículo en la educación
rural, contextualizarlo ante las competencias del siglo XXI Llamamos COMPETENCIAS DEL
SIGLO XXI a las destrezas, conocimientos y actitudes necesarios para enfrentar exitosamente los
retos de esta época, y que nos invitan a reformular nuestras principales aspiraciones en materia de
aprendizaje y a hacerlas más relevantes para esta nueva era, y plantear su relación con el discurso de
las competencias, cuyos enfoques han ejercido un fuerte impacto en las políticas institucionales, los
perfiles y la identidad institucional y transversalizar en cualquier escenario escolar dichas
competencias, generando sujetos autónomos y capaces de enfrentar los retos de los cambios
actuales de la globalización.
Las competencias del siglo XXI propuestas por el proyecto Banco Interamericano se
dividen en las siguientes CUATRO CATEGORÍAS MANERAS DE PENSAR Creatividad e
innovación: capacidad para generar ideas originales que tengan valor en la actualidad, interpretar de
distintas formas las situaciones y visualizar una variedad de respuestas ante un problema o
circunstancia. Pensamiento crítico: capacidad de interpretar, analizar, evaluar, hacer inferencias,
explicar y clarificar significados. Resolución de problemas: capacidad de plantear y analizar
problemas para generar alternativas de solución eficaces y viables. Aprender a aprender: capacidad
de conocer, organizar y auto-regular el propio proceso de aprendizaje. MANERAS DE VIVIR EN
EL MUNDO, Vida y carrera: abarca, por ejemplo, capacidades de planeamiento y fijación de
metas; capacidades para persistir y sortear obstáculos en el camino, como la resiliencia, la tolerancia
a la frustración, el esfuerzo y el diálogo interno positivo, Responsabilidad personal y social:
capacidad de tomar decisiones y actuar considerando aquello que favorece el bienestar propio, de
otros y del planeta, comprendiendo la profunda conexión que existe entre todos ellos. Ciudadanía
local y global: capacidad de asumir un rol activo, reflexivo y constructivo en la comunidad local,
nacional y global, comprometiéndose con el cumplimiento de los derechos humanos y de los
valores éticos universales HERRAMIENTAS PARA TRABAJAR, Apropiación de las tecnologías
digitales: capacidad para explorar, crear, comunicarse y producir utilizando las tecnologías como
herramientas. Manejo de la información: capacidad para acceder a la información de forma
eficiente, evaluarla de manera crítica y utilizarla de forma creativa y precisa. MANERAS DE
TRABAJAR, Comunicación: capacidad que abarca el conocimiento de la lengua y la habilidad para
utilizarla en una amplia variedad de situaciones y mediante diversos medios. Colaboración:
capacidad de trabajar de forma efectiva con otras personas para alcanzar un objetivo común,
articulando los esfuerzos propios con los de los demás.
Las transformaciones del currículo en el siglo XXI se inscriben en los cambios profundos
de las bases sociales que han afectado a los actores que hacen parte de los procesos formativos,
como consecuencia de esta transformación en el mundo actual en los diversos entornos, cambios
que ya no son solo físicos y locativos, también se suman los virtuales, se devela la necesidad de
transformar en la educación las prácticas de enseñanza para gestar un sujeto competente en la nueva
realidad.

“La multiplicidad, la pluralidad y la transversalidad han erosionado las bases sociales de la


cultura de la modernidad. Para bien o para mal, estos conceptos se han convertido en principios
dominantes en el siglo XXI y han introducido en el campo de la educación una multiplicidad de
lenguajes (académicos, oficiales, institucionales) a los cuales no ha podido escapar el currículo
como discurso y como práctica” (Hernández, 2022). En la medida en que cobró vigencia la
flexibilización de los procesos educativos en las nuevas modalidades de educación en las diversas
plataformas educativas y entornos virtuales, las instituciones educativas se fueron convirtiendo en el
reservorio de una multiplicidad y de roles académicos. Esto condujo a la revaluación de su
singularidad de cara al horizonte institucional posmoderno y a que la formación en la básica debiera
incluir en los currículos nuevas formas de ser (identidad), saber y hacer para la vida social y
educativa.

La situación actual, el giro educativo hacia las competencias y la recontextualización de la


identidad obligan a pensar qué le ha sucedido al currículo en este siglo y se ha generado la
necesidad de la actualización de este con la articulación de las competencias del siglo XXI
entendidas como “los rasgos que definen los diversos campos que lo determinan (económico,
político, social, cultural, científico y tecnológico)” (Hernández, 2022). María Teresa de Jesús Carrillo

Se plantea una reflexión sobre el currículo y tiene como objetivo principal la


reestructuración del Currículo en la ruralidad, enfocado en las nuevas formas de comprensión y
adquisición del conocimiento en la actualidad, haciendo referencia a la estructura de la educación
cuya base epistémica sufrió la influencia de los cambios en la disciplina y su implementación al
interior de los centros educativos.

Se analiza el concepto de competencia, que en el siglo XXI se caracteriza por su


multiplicidad del sujeto, visto como un ser integral, ético, cognitivo, estético inmerso en las nuevas
tecnologías (TIC’s). y se hace referencia a la identidad escolar y, en coherencia con los puntos
anteriores, se requiere plantear un nuevo currículo donde se visualice la pluralidad del sujeto,
planteando la multiplicidad de perfiles y de las competencias.

Realizar el análisis del currículo y reconstruirlo desde las competencias del siglo XXI para
una nueva ciudadanía lleva a vincular tres ejes fundamentales:

 La ciudadanía para el desarrollo sostenible: Una forma de vida apropiación de los


derechos humanos y responsabilidades ciudadanas para armoniza el desarrollo social con el
desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental donde se considere la sostenibilidad de los
recursos disponibles de acuerdo al entorno geográfico, ambiental social, económico y culturales y
promover acciones locales con una meta global.
 La ciudadanía planetaria con identidad nacional: Identidad construida en el contexto
de un territorio nacional enfocado en su ruralidad democrática, pluricultural y multiétnica
 La ciudadanía virtual con equidad Social: con buenos recursos tecnológicos, acceso
en redes de conocimientos, influencias, emociones, ideas que inciden en nuestras decisiones
cotidianas y un pensamiento proactivo y responsable

Lo anterior incidirá en una política educativa de calidad, inclusiva y con equidad


fortaleciendo la profesión docente con atención integral a la primera infancia y participación activa
en la construcción de alianzas y de consensos requeridos para el desarrollo de la Agenda Educativa
Interamericana, aportando al cuarto de los ODS “Garantizar una educación inclusiva, equitativa y
de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos” una
estructuración sistemática a los procesos educativos, para lograr al interior de los Centros
educativos rurales una educación inclusiva y de calidad para todos los estudiantes. Articular el
entorno y la cultura a la escuela para que la educación sea de calidad y contextualiza, pertinente a
las necesidades de la comunidad y ver mejoras en los procesos de aprendizajes de los estudiantes
para así propiciar una educación con calidad.

En el marco de las competencias del siglo XXI donde se encuentran articuladas no solo el
conocimiento científico, sino también, el conocimiento ético, tecnológico y las habilidades
ciudadanas y artísticas entendidas como competencias de alta habilidad, capacidades de
pensamiento superior, competencias de trabajo en equipo y competencias en TIC, tecnológicas,
pedagógicas y éticas” (Almerich, G.; Suárez-Rodríguez, J.; Díaz-García, I. y Orellana, N., 2020), se
cuestiona el planteamiento actual de los currículos, que sí tienen un enfoque actitudinal y se genera
la necesidad manifiesta de contextualízalos a la globalización y al desarrollo de la sociedad actual.

Globalizar la educación rural mediante la reforma de los currículos, implica que se debe
incorporar otros ámbitos del ser en la planeación y desarrollo institucional. Es aquí donde se ve la
importancia de articular las competencias del siglo XXI, que tienen como fin el desarrollo integral
del sujeto en formación a nivel cognitivo, ético, artístico y tecnológico, para formar un ser
competente, autónomo y buscar contribuir en los en la educación con un currículo pertinente a las
necesidades actuales y aras del desarrollo comunitario.

Teniendo en cuenta el papel actual de la familia en la vinculación del proceso académico


de los y las niñas en edad escolar y realizando una reestructuración del Curriculo y plan de estudios
se pretende articular las competencias socioemocionales y cognitivas para lograr en los estudiantes
un conocimiento significativo y perenne, donde no solo el contexto de la escuela sea el espacio que
genera conocimientos; también recuperar el papel protagónico de su entorno familiar y cultural,
haciendo lectura de los territorios y reconocer el entorno natural, social y cultural, y las diversidades
que en él se encuentran. En esta experiencia de reconstrucción se quiere generar un espacio de
reflexión para repensar en metodologías, recursos, didáctica y con ello la importancia de hacer del
acto pedagógico algo cercano y motivador.

Por los procesos actuales donde se incorporan nuevos escenarios de formación, y que no
solo la escuela es el único sitio de enseñanza, urge una transformación en los currículos rurales
mediados por las competencias del siglo XXI, se genera el siguiente interrogante ¿Los currículos
actuales en la educación rural están transversalizados por las competencias del siglo XXI para
formar un sujeto integral y competente para la sociedad capaz de trabajar en equipo para el
desarrollo cultural de su entorno y comunidad?

Al realizar una reestructuración en los currículos en la educación rural se acorta la brecha


existente entre la educación rural y urbana y se generan más posibilidades que los actores que hacen
parte de la educación rural se acerquen a las mismas capacidades competitivas que los actores
vinculados a la educación urbana.

Por otra parte, en cuanto a la calidad educativa, los actores rurales, a medida que pasa el
periodo de formación en los centros educativos, se van atrasando notoriamente en relación con los
actores de las zonas urbanas, estas notables diferencias hacen dilucidar que es imperante el
intervenir los currículos rurales, articular las competencias del siglo XXI a ellos y así lograr una
educación más incluyente y equitativa.

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