Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tarea Académica - Enfoque Civil
Tarea Académica - Enfoque Civil
OBJETO DE INVESTIGACIÓN:
CURSO:
CURSO INTEGRADOR I: INTERDISCIPLINARIAS
PROFESORA:
ERIKA ELENA MATEO JESÚS
ALUMNOS:
Introducción -------------------------------------------------------------------------------------------------------2
2
Introducción
Es por ello que es importante analizar las diferentes problemáticas que se dan en el
ámbito de violencia hacia las mujeres, ya que definitivamente las estadísticas que se ven en
el día a día denotar que existe pues una marcada violencia contra, lo que dan cuenta de la
importancia del tema y de la necesidad del mejoramiento de las políticas sociales de
promoción y protección de la mujer y de la familia y que estas no se vean inmersas en un
entorno donde se les vulnere de diferentes formas.
Cabe señalar que en el 2015 se promulgó la Ley N° 30364, un mecanismo legal creado
con la finalidad de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar, la misma que ha demostrado ser uno de los mecanismos para
la lucha contra la violencia, debido a que busca proteger los derechos humanos, brindando
así medidas de protección para aquellas víctimas que se encuentren en una situación de
peligro a fin de evitar mayores perjuicios en la víctima.
Es por ello que analizaremos las diferentes problemáticas que se suscitan basados
desde un enfoque civil, donde se abordará la naturaleza jurídica de las relaciones jurídica, la
capacidad jurídica de las partes, la teoría del acto jurídico y la responsabilidad civil,
analizaremos derecho comparado de estas problemáticas y como se aborda en otros
países, jurisprudencia y todo lo que acarrea a este ámbito.
3
I. IDENTIFICACIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS PROBLEMAS JURÍDICOS
Conforme a ello sabemos que todas las mujeres tienen derechos fundamentales, es
así que “toda mujer tiene derecho a una vida libre de violencia en todas las etapas de su
vida y en cualquier ámbito” (Convención De Belem Do Para, 1994, artículo 3). En base a
esto tienen el derecho a ser respetadas, valoradas y protegidas en su integridad. Hablar de
violencia familiar es definitivamente referirnos a un fenómeno social que ocurre en distintos
países. La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (1993) define la
violencia contra la mujer como: "Todo acto de violencia basado en el género que tiene como
resultado posible o real un daño físico, sexual o psicológico, incluidas las amenazas, la
coerción o la privación arbitraria de la libertad, ya sea que ocurra en la vida pública o en la
vida privada." Aunque cada vez más personas solicitan asistencia profesional para enfrentar
las diversas formas de violencia familiar lo cierto es que las cifras son alarmantemente
notorias hasta la fecha.
Este trabajo tiene como objetivo principal determinar los criterios de las diferentes
problemáticas suscitadas en el ámbito civil respecto a las medidas de protección brindadas
especialmente a las mujeres en un marco de violencia familiar, ya que consideramos que
está problemática cada vez se hace más evidente en nuestro país. Asimismo, consideramos
que este trabajo se justifica puesto que se trata de determinar los diferentes aspectos del
ámbito civil y la teoría del mismo y por qué a pesar de que existe una ley de violencia
familiar sigue suscitándose diferentes problemas y muchas veces se tienden a incumplir o
no cumplir con lo que establece esta ley y se hace caso a las diferentes consecuencias que
acarrean.
4
En este sentido, hemos podido identificar los siguientes problemas jurídicos
desde el enfoque civil como son: i) La desproporcionalidad de la indemnización por
resarcimiento de los daños y perjuicios causados a las víctimas de violencia familiar, ii) El
incumplimiento del pago de la indemnización por resarcimiento de los daños y perjuicios
causados a las víctimas de violencia familiar, iii) La suspensión de régimen de visitas
dictadas por medidas de protección una vulneración a la patria potestad e interés superior
del niño y iv) La conciliación un desequilibrio entre las partes.
Respecto a esta problemática cabe señalar que estas medidas de protección se dieron en el
marco de evitar que se cometan más feminicidios, sin embargo, en los casos que se
suscitan día a día se ve que no todos tienen la misma condición es por ello que es
importante que el juzgador utilice los principios básicos del derecho a fin de que a las
víctimas de violencia familiar se les resarza en base al daño causado, pero teniendo en
cuenta los diferentes aspectos y factores que se suscitan en cada caso concreto. Es allí
donde se da la desproporcionalidad de la indemnización por resarcimiento de los daños y
perjuicios causados a las víctimas de violencia familiar, donde muchas veces se fijan montos
ínfimos en base al daño que se ocasiona a la víctima, las cuales lejos de reparar o restituir el
daño causado, permite que los agresores sigan cometiendo agresiones físicas, psicológicas
y/o económicas en desmedro de las víctimas. Es por ello que es pertinente tener en cuenta
esta problemática ya que consideramos que el monto que fija como indemnización debe ser
coherente y basado en los criterios lógicos del daño que se le ocasiona a la víctima.
Consideramos también que es importante analizar esta problemática y que a la misma vez
los operadores de justicia tendrían que realizar seguimiento a los montos que se fijen por
indemnización de daños y perjuicios a la víctima nuestra coyuntura, ya que muchas veces
los juzgadores incurren en error al no justificar los motivos por los cuales fijan sumas ínfimas
como indemnización, en los procesos regulados por la Ley N° 30364, puesto que no
precisan el daño afectado, ni el razonamiento que los llevó a concluir que determinado
monto resarcirá tal daño.
5
2.2. El incumplimiento del pago de la indemnización por resarcimiento de los daños y
perjuicios causados a las víctimas de violencia familiar
Respecto a esta problemática cabe señalar cuando se dicta sentencia por violencia
familiar y se impone un monto de indemnización por daños y perjuicios ocasionados a la
víctima, lo cierto es que con ello el juzgador lo que busca es que en parte la víctima no
vuelva a caer en ese círculo de violencia y no se cometan más atropellos contra ellas y de
esta manera evitar situaciones peores como el feminicidio, sin embargo en la realidad a
pesar de existir sentencias donde se fija un monto reparatorio los agresores no cumplen con
ella y muchas veces caen en ineficientes estas sentencias, ya que no existe un seguimiento
completo a los diferentes casos que se suscitan lo que conlleva pues a que la víctima no
encuentre la justicia del todo. Es por ello que consideramos que es pertinente tener en
cuenta esta problemática ya que se debe buscar y hacer seguimiento a que los agresores
cumplan con la indemnización fijada y no caigan en inefectos y cumplan con ella y no se
siga vulnerando más los derechos de las víctimas. Es sabido que nuestro sistema procesal y
judicial es bastante engorroso a fin de hacer requerimientos a los agresores es por ello que
es importante que estos montos indemnizatorios conlleven en parte a darle una nueva
oportunidad a la víctima y por ende hacer cumplir a los responsables ya que no debe ser
necesario que este sea impulsado por la víctima, sino que nuestro organismo debe pues
plantear los mecanismos necesarios a fin de que en parte se pueda resarcir el daño
ocasionado a la víctima.
Según el Art. 75 inciso “e” del Código del Niño y Adolescente, nos menciona que una
de las causas que suspenden la patria potestad es el maltrato físico o mental de los
menores, lo cierto es que cuando se dictan medidas de protección como medida cautelar se
dicta que el agresor se aleje de la víctima y en muchos casos se dicta como medida
complementaria se dicta la suspensión temporal del régimen de vistas al padre investigado
por el delito de violencia familiar, lo cierto es que allí existe una problemática ya que si bien
es cierto se dicta como medida cautelar este alejamiento lo cierto es que existen casos
donde se comprueba que los padres son inocentes y es allí donde se llega a vulnerar los
derechos de los menores de edad, que es tener un vínculo con ambos padres y que no se
les prive de seguir compartiendo con los mismos o peor aún se debe tener especial cuidado
6
al dictar estas medidas ya que puede ocurrir alienación parental, lo que acarrea pues daño
psicológico y emocional a los menores.
Es por ello que es pertinente investigar esta problemática ya que existe según el
Código Civil nos menciona que existen ciertas causas para suspender la patria potestad o
en tal caso impedir que un padre visite a su hijo o hijos. Es importante estudiar este
problema porque se necesita esclarecer estos aspectos y que se tenga en claro el interés
superior del niño antes de dictar estas medidas, y tener especial que no se vulneren
derechos primordiales más que todo de los menores, ya que consideramos que existe una
vulneración a la patria potestad o régimen de visitas; ya que los niños tienen derecho de
vincularse con ambos padres.
Asimismo, la Ley N° 30364 “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer y los integrantes del grupo Familiar” establece en el artículo 9 sobre el derecho a
una vida libre de violencia, donde dice que las mujeres y los integrantes del grupo familiar
tienen derecho a una vida libre de violencia. Conforme a ello, el Tribunal constitucional nos
dice que las medidas de protección vendrán a ser un mecanismo por el cual se busca
asegurar la integridad psíquica, psicológica, física de la víctima de violencia (Exp. N.° 03378-
2019-PA/TC, 2019, pág. 8).
El daño a la persona es una de las instituciones más importantes del Derecho Civil a
razón que se comprende la protección del ser humano mismo, quien es, tal y conforme lo
establece nuestra Carta Magna, el fin supremo de la sociedad y el Estado, además de ser el
artífice y protagonista del Derecho, es por ello que a las víctimas de violencia familiar se les
debe fijar un monto indemnizatorio prudente y coherente en base a los daños que se le
ocasiona y no un monto ínfimo en las cuales sienta que no encuentra justicia.
El doctor Prado Saldarriaga (2000) suscribe que el delito genera también un derecho
de resarcimiento o indemnización para la víctima. A esta consecuencia jurídica que surge
por el daño y perjuicios generados al agraviado y que es totalmente distinta de la sanción
penal (pena, medida de seguridad o consecuencia accesoria aplicable a personas jurídicas)
es a lo que en la doctrina y en la legislación se denomina reparación (citado por Casa, 2017,
p. 137). De otro lado, en la Casación N° 657-2014-Cusco, del 3 de mayo de 2016, se lee lo
siguiente: La reparación civil, entonces, se constituye como una de las consecuencias
jurídicas del delito, que se impone conjuntamente con la pena a la persona responsable de
la comisión de un delito, con la finalidad de resarcir el daño ocasionado a la víctima, en
razón de restituirle al status anterior al desarrollo del suceso delictivo (párr. décimo
segundo). Podríamos concluir que la reparación civil es el resarcimiento del bien o la
indemnización, a favor de la víctima, de parte de quien cometió el hecho ilícito, así que es
una consecuencia jurídica del delito.
10
En base a lo estipulado líneas arriba si bien es cierto se busca fijar un monto
indemnizatorio este debe cumplir con la eficacia que se busca porque lo que con la finalidad
de buscar que se cumpla se deben implementar mecanismos más satisfactorios para que la
víctima pueda cobrar esa indemnización, por lo que es importante que se recurra a la
doctrina, la jurisprudencia y las normas supletorias, como es el Código Civil a fin de buscar
este cumplimiento.
Si bien es cierto con las medidas de protección de retiro del agresor del domicilio, está
“(…) destinada a establecer la no permanencia del agresor en el mismo inmueble en el que
vive con la víctima, a fin de evitar la sobrevictimización de esta” (Fiscalía de la Nación, p.
73). En ese aspecto consideramos que estos actos deben estar probados con medios
probatorios fehacientes y no meras sospechas y el juzgador debe actuar utilizando criterios
lógicos cimentados en el interés superior del niño. Esta medida de retiro del agresor del
domicilio deberá ser evaluada en el caso concreto por el juez señalando de manera clara el
plazo razonable de duración, siguiendo criterios de razonabilidad y proporcionalidad.
Rodembusch (2015), en su tesis denominada “La tutela de los miembros del núcleo
familiar en condiciones de vulnerabilidad. El estado como impulsor de políticas públicas de
prevención y lucha contra la violencia intrafamiliar. Estado de la cuestión en Brasil y en
11
España”; nos dice que en relación a los menores: “Las personas menores expuestas a
violencia de género son víctimas con identidad propia y, por tanto, sujetos de intervención.
Abogamos por una respuesta de los distintos ámbitos de intervención (institucional, judicial o
administrativo) adecuada a las necesidades específicas de estos niños y niñas. El interés
superior del menor debe ser el principio informador de todas las actuaciones que se
desarrollen en caso de conflictos familiares, siendo necesario escuchar al niño o niña,
haciendo posible que participe en los procesos de toma de decisiones que le pudieran
afectar”. (p. 461).
Uno de los temas más controvertidos dentro del campo de la conciliación y mediación
se refiere a la pertinencia de estos mecanismos en casos de violencia familiar, algunas
instituciones se han manifestado en contra de esta posibilidad y otras, en cambio, no han
descartado la posibilidad de utilización de este mecanismo en este tipo de situaciones. Sin
embargo, la legislación peruana ha venido gradualmente introduciendo un conjunto de
normas en las cuales se faculta a diversas entidades a realizar funciones conciliatorias en
casos de violencia familiar.
Para tal efecto, con la finalidad de buscar una solución que permita el cese de los
actos de violencia, se podría implementar los mecanismos alternativos de resolución de
conflictos como es la conciliación, si bien es cierto la víctima no va a renunciar a sus
derechos sin embargo el juzgador implementando estos mecanismos se buscaría la
12
celeridad procesal y por ende implementar otros mecanismos a fin que la víctima no regrese
a ese círculo de agresión. Al respecto cabe mencionar que la conciliación debe ser
entendida como una vía para resolver un problema que consiste en la intervención de un
tercero en este caso el Fiscal de Familia que habrá de buscar un acercamiento entre las
partes procurando el acuerdo basado en la voluntad de ellas. Dada las características de la
violencia familiar en la que existe desequilibrio de poder entre las partes, se requiere de la
intervención calificada del Fiscal de Familia para evitar el uso erróneo y distorsionado que,
en muchas ocasiones, se suele hacer de la conciliación entendiéndola como "reconciliación"
que prioriza la "unidad familiar", sin poner atención en los derechos y en la protección de la
(o de las) víctimas.
Al respecto vemos que los jueces obvian esta etapa conciliatoria, y por ende muchas veces
se suelen vulnerar derechos ya que puede suceder y siempre se debe tener en cuenta la
presunción de inocencia del denunciado, lo que existiría pues un desequilibrio entre las
partes; ya que es importante que todos los involucrados hagan sus descargos acordes a
nuestro ordenamiento sin que vulnere o restrinja sus derechos así por así.
Las medidas de protección tal como lo hemos señalado son mecanismos procesales
que tienden a salvaguardar la integridad física, psicológica, moral y sexual de las personas
víctimas de violencia familiar. Ahora bien, cabría preguntarnos cuál es su naturaleza jurídica,
debido a que de este modo podremos aplicar un determinado régimen jurídico específico a
las mismas. Respecto a la naturaleza jurídica de las medidas de protección consideramos
que no poseen naturaleza cautelar, anticipada o autosatisfactiva por las diferencias antes
anotadas, lo cual nos hace concluir que si bien tiene algunas características propias de
estos procesos urgentes no necesariamente deben de tener una naturaleza jurídica similar;
por tanto, las medidas de protección “ (…) constituyen una forma sui generis de tutela de la
persona víctima de las agresiones intrafamiliares, caracterizados por su inmediatez, y, a
veces por el modo equivalente a la sentencia, en que se restablece la integridad afectada,
patentizando de esta manera algunos rasgos propios de los procesos urgentes en sus
distintas modalidades de protección jurisdiccional” (Ramos, 2008, p.130).
Asimismo, mediante auto de vista expedida por la Segunda Sala Civil de la Corte
Superior de Justicia de La Libertad (conformada por los jueces superiores Hilda Chávez
García, Wilda Cárdenas Falcón y el ponente Félix Ramírez Sánchez), recaído en el Exp.
05098-2017-93-1601-JR-FC-02, aclararon la naturaleza jurídica de las medidas de
protección, debiéndose entender como un proceso sui generis de tutela urgente y
diferenciada, que tiene carácter sustantivo, representando así un medio autónomo, a través
del cual se pretende cesar la violencia, salvaguardando en forma inmediata, célere y eficaz
la integridad psicofísica, la dignidad, la libertad de las mujeres y de las personas integrantes
del grupo familiar.
Es por ello que la naturaleza jurídica de violencia familiar vendría a ser las mujeres en
todos sus ciclos de vida, considerados el concebido y las mujeres discapacitadas y vendrían
a ser personas naturales.
Según el TUO de la Ley 30364 precisa, en el art. 7, qué sujetos son los destinatarios
de la finalidad protectora de esta norma, de manera que el inciso a del mencionado artículo
identifica a la mujer sin importar su edad. Por lo que los sujetos de derecho vendrían a ser la
mujer en todos sus ciclos de vida, teniendo en cuenta que se toma en cuenta también a las
mujeres discapacitadas que actualmente gozan de todos sus derechos.
14
Según el Artículo 7.- Sujetos de protección de la Ley dice que son sujetos de protección
de la Ley: a. Las mujeres durante todo su ciclo de vida: niña, adolescente, joven, adulta y
adulta mayor. Como nosotros sabemos según lo que estipula el Código Civil La persona
humana es sujeto de derecho desde su nacimiento. La vida humana comienza con la
concepción. El concebido es sujeto de derecho para todo cuanto le favorece. La atribución
de derechos patrimoniales está condicionada a que nazca vivo.
Los sujetos jurídicos que intervienen en los actos de violencia familiar vendrían a ser la
víctima en este caso la mujer (víctima) y el agresor. El sujeto activo vendría a ser el
AGRESOR, y son todas aquellas personas que cometen actos violentos hacia su pareja o
hijos; también puede ser hacia otros en general. El sujeto pasivo vendría a ser LAS
VICTIMAS y según lo señala el artículo 2° del Decreto Supremo N° 006-97-JUS, Texto
Único Ordenado de la Ley N° 26260, Ley de Protección Frente a la Violencia Familiar,
señala lo siguiente: “A los efectos de la presente Ley, se entenderá por violencia familiar,
cualquier acción u omisión que cause daño físico o psicológico, maltrato sin lesión, inclusive
la amenaza o coacción graves y/o reiteradas, así como la violencia sexual, que se
produzcan entre conyugues, convivientes (…). Estadísticamente, ha quedado en evidencia
que en la mayoría de casos son las mujeres quienes son víctimas de violencia familiar.
Según el artículo 3 del Código Civil dice que toda persona tiene capacidad jurídica para
el goce y ejercicio de sus derechos. La capacidad de ejercicio solo puede ser restringida por
ley. Las personas con discapacidad tienen capacidad de ejercicio en igualdad de
condiciones en todos los aspectos de la vida.
El artículo 42 del Código Civil que versa sobre capacidad de ejercicio plena, dice que toda
persona mayor de dieciocho años tiene plena capacidad de ejercicio. Esto incluye a todas
las personas con discapacidad en este caso a la mujer discapacitada, tendrán igualdad de
condiciones como las demás y en todos los aspectos de la vida, independientemente de si
usan o requieren de ajustes razonables o apoyos para la manifestación de su voluntad.
Toda persona con discapacidad que requiera ajustes razonables o apoyo para el ejercicio de
su capacidad jurídica puede solicitarlos o designarlos de acuerdo a su libre elección.
Excepcionalmente tienen plena capacidad de ejercicio los mayores de catorce años y
menores de dieciocho años que contraigan matrimonio, o quienes ejerciten la paternidad.
Según el artículo 44 del código civil que versa sobre capacidad de ejercicio restringida,
las personas que se encuentren en estado de coma, siempre que no hubiera designado un
apoyo con anterioridad.
15
V. ANÁLISIS DESDE LA TEORÍA DEL ACTO JURÍDICO
a) El acuerdo que existe entre el agresor y la víctima de violencia familiar de regresar a vivir
juntos
d) El contrato entre el agresor y su hijo menor de vivir juntos, a pesar de que existe como
medida cautelar la suspensión del régimen de visitas o que el agresor se acerque a la casa
Conforme a lo que establece el Artículo 140 de nuestro Código Civil establece que
para la validez del acto jurídico se requiere: a) Que el sujeto tenga plena capacidad de
ejercicio, salvo los casos de excepción previstos en la ley, y esté legitimado para celebrarlo.
b) Que la relación jurídica sea lícita. C) Que cuando recaiga sobre bienes, servicios o
abstenciones, sean físicamente posibles, determinados o determinables, y susceptibles de
tráfico jurídico. d) Que su finalidad sea lícita. e) Que se cumpla la formalidad que, bajo
sanción de nulidad, establece la ley. Conforme a los hechos jurídicos planteados y según
los requisitos de validez estipulados en nuestro Código Civil se puede apreciar que todos
quedarían como hechos jurídicos ya que no cumple con los requisitos establecidos por la ley
a fin de que se convierta en acto jurídico.
Respecto a los hechos a sobre el acuerdo que existe entre el agresor y la víctima de
violencia familiar de regresar a vivir juntos, el acuerdo entre el agresor y la víctima de
suspender las medidas de protección, el acuerdo entre el agresor y la víctima de privar o
suspender a uno de ellos de la patria potestad de sus hijos; lo cierto es que si bien es cierto
tanto el agresor como la víctima tienen capacidad plena de ejercicio, lo cierto es que no
cumplen estos hechos jurídicos con el fin lícito que requiere nuestro ordenamiento jurídico
ya que al existir una resolución o sentencia por violencia familiar recae muchas veces en
consentida y por ende dejarlos sin efecto no se puede hacer por el simple hecho de acordar,
existe un procedimiento, existe una formalidad tanto para poder dejar sin efecto las medidas
de protección y también para poder privar de la patria potestad a uno de los padres, ya que
se toma en cuenta al menor de edad o a las personas discapacitadas y estos de algún
manera pueden manifestar su voluntad. Ahora llegar a un acuerdo de ese tipo pues
ciertamente va en contra de la legalidad y de lo que establece nuestro ordenamiento jurídico
y va en contra de las buenas costumbres.
16
Ahora bien, respecto al hecho jurídico, el contrato entre el agresor y su hijo menor de
vivir juntos, a pesar de que existe como medida cautelar la suspensión del régimen de
visitas o que el agresor se acerque a la casa, pues ciertamente cae en inválido ya que un
menor de edad goza de capacidad jurídica restringidas y por ende pues no puede contratar
y peor en esos aspectos cuando existen medidas que de alguna manera buscan
salvaguardar al menor y no viva en un círculo de violencia familiar, jurídicamente no cumple
con los requisitos que establece la ley y no cumple con la capacidad.
Los actos jurídicos celebrados por menores de 16 años tras la modificación realizada
por el Decreto Legislativo Nº 1384. Mediante Decreto Legislativo 1384, publicado el 04 de
setiembre de 2018, se realizaron diversos cambios al Código civil para incluir el régimen de
ajustes razonables y apoyos entre otros, requeridos para proteger los derechos de personas
con discapacidad; ello a la luz de lo establecido por la Convención sobre los Derechos de
las Personas con discapacidad de las Naciones Unidas – ONU.
Los actos jurídicos celebrados por menores de 16 años tras la modificación realizada por
el Decreto Legislativo Nº 1384. Mediante Decreto Legislativo 1384, publicado el 04 de
setiembre de 2018, se realizaron diversos cambios al Código civil para incluir el régimen de
ajustes razonables y apoyos entre otros, requeridos para proteger los derechos de personas
con discapacidad; ello a la luz de lo establecido por la Convención sobre los Derechos de
las Personas con discapacidad de las Naciones Unidas – ONU. Según al artículo 43º del
Código civil, modificado, se mantienen como absolutamente incapaces los menores de 16
años, salvo para aquellos actos determinados por la ley. De acuerdo al artículo 44º, también
modificado por el Decreto Legislativo Nº 1384, tienen “Capacidad de ejercicio restringida”,
los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad.
La responsabilidad civil nace de la relación jurídica de los sujetos, en donde uno de las
partes, por acción voluntaria o determinada por la Ley incumple una obligación o causa un
daño. Por lo tanto la responsabilidad civil, es la indemnización por daños y perjuicios que el
sujeto afectado puede solicitar a su contraparte como una forma de restablecer el daño
causado, sea patrimonial o extrapatrimonial, en el caso de violencia familiar cuando se
dictan medidas de protección, y cuando se comprueba el daño a la víctima se puede pedir
ciertmente indeminización por daños y perjuicios tanto en la vía penal como en la via civil.
Ahora bien para que se concrete el aspecto de la responsabilidad civil debe concurrir ciertos
17
aspectos o elementos obviamente que estos tendrán relación directa las medidas de
protección brindadas en un marco de violencia familiar. En consecuencia, cuando se
determine la indemnización de daños y perjuicios que corresponda tendrá que recurrirse,
necesariamente, al análisis de estos elementos.
A nivel internacional países han tomado la reparación en sus leyes de protección contra
la violencia. En ese sentido, la Ley 54 de Puerto Rico dispone que: «El tribunal puede
ordenar al agresor indemnizar los daños causados, incluyendo gastos de mudanza,
reparaciones de la propiedad, gastos legales, médicos, psiquiátricos o de orientación,
alojamiento, albergue». En el caso de los Estados Unidos, en estatutos y códigos de las
jurisdicciones, las órdenes civiles de protección se encuentran disponibles en todas las
jurisdicciones de dicho país y su finalidad es sumamente amplia. De esta manera, en
algunas jurisdicciones se autoriza a prohibir la destrucción necesarios para asegurar que la
mujer objeto de violencia tenga acceso efectivo al resarcimiento, reparación del daño u otros
medios de compensación justos y eficaces.
b. El daño causado. - El otro elemento fundamental para que exista responsabilidad civil es
el daño causado. No puede existir responsabilidad civil sin daño, pues simplemente no
habría nada que indemnizar. El daño es un elemento tanto de la responsabilidad civil
contractual como extracontractual. En este caso, si bien no es definido por la norma; sin
embargo, tiene consecuencias personales evidentes, por la afectaciones psicológicas y
físicas que comprenden el ejercicio de acto u omisiones de las conductas que caracterizan
la violencia, por ello, se dan daños subjetivos, el daño moral, el daño psicológico e incluso
dependiendo de la magnitud del daño conlleva a la frustración al proyecto de vida. Lo
expresado no excluye daños extra personales y por ende el daño emergente por los gastos
de recuperación por parte de la víctima de la violencia.
18
c) El nexo causal o relación de causalidad.- Una vez determinada la existencia de un
daño jurídicamente indemnizable, no puede aún atribuirse responsabilidad civil alguna, pues
aún se requiere de un vínculo causal entre la conducta del autor y el daño causado. En este
caso vemos que existe una relación de causalidad de origen extracontractual ya que la
violencia familiar muchas veces es de carácter físico y psicológico.
VII. CONCLUSIONES
19
3. Respecto a la tercera problemática que es sabido que la característica principal de
estas medidas de protección son pues de alguna manera temporales o son medidas
urgentes y cautelares a fin de salvaguardar a la víctima, es allí donde se puede
evidenciar que en el afán de proteger a la víctima se restringa al padre de la patria
potestad y del régimen de visitas a sus menores hijos, lo que consideramos que
vulnera el derecho de los menores de poder relacionarse con su progenitor ya que en
base a ello el juzgador debe tener en cuenta la opinión del menor y más aún no
restringir ese derecho de un padre a fin de tener en cuenta el derecho de presunción
de inocencia, lo que se debe buscar es no generar un daño psicológico al menor con
restricciones.
4. Respecto a la cuarta problemática, si bien es cierto nuestro ordenamiento jurídico cada
día se adecua más y más a aplicar los mecanismos alternativos de solución de
conflictos consideramos que en un proceso de violencia familiar existe una etapa
conciliatoria o una audiencia , sin embargo en este extremo muchas veces el
denunciado ya tiene ordenes de restricción lo que se evidencia que no existe un
equilibrio entre la partes; ya que hay muchos casos donde a lo largo del proceso se
logra comprobar que el denunciado es inocente. Es por ello que el jugador deberá
tener en cuenta todos los medios probatorios y aunado a ello no restringir los derechos
de ninguna parte y que siempre debe velar por el equilibrio entre las partes en esta
etapa conciliatoria y no se haga un uso erróneo y distorsionado que algunos
operadores de justicia hacen de la institución de la conciliación, mal entendiéndola
como una "reconciliación" que prioriza la preservación de una mal concebida "unidad
familiar" y que deja de lado la protección de la víctima. Por ello, es importante que las
autoridades responsables de aplicar la norma conozcan con claridad lo que debe
entenderse por conciliación.
VIII. RECOMENDACIONES
1. Consideramos que el Estado debería capacitar a los juzgadores de diferentes ámbitos
para que de manera obligatoria fijen sus sentencias indemnizaciones por daños y
perjuicios por cuantum apropiados conforme al daño ocasionado a la víctima, en donde
tengan los criterios adecuados a fin de evaluar el daño a la misma y no fijar montos
indemnizatorios tan ínfimos. Es por ello que es importante que se unifiquen en cuanto a
los criterios para fijar indemnización en los casos de violencia familiar que son
significativos porque no se tienen en cuenta los certificados médicos físicos y psíquicos, ni
en los casos de lesiones leves, graves y muy graves. Finalmente, resulta sumamente
importante tener en cuenta que para fijar una Reparación Civil que pueda resarcir los
20
daños ocasionados a las víctimas y la indemnización de los mismos, el Juzgador deberá
aplicar en la mayor medida posible, los diferentes criterios que existen para hacer
prevalecer y respetar los Derechos Humanos de las víctimas, y que no sean
menoscabados por su condición de género o por la solvencia económica del agresor, sino
que la Indemnización, deberá reconocer la afectación o daño causado y de esa manera
permita encontrar una adecuada compensación o reparación, el cual se hará efectivo con
los diferentes mecanismos e instrumentos que permitan acercarse de manera óptima a un
monto de Indemnización que permita tutelar el bien jurídico; puesto que actualmente, fijar
la Reparación Civil corre una suerte de lotería, lo que conlleva a una defectuosa
predictibilidad al momento de resolver.
21
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
https://sites.google.com/site/violenmuje/
https://definicion.de/violencia-familiar/
Casa, Y. (2017). La reparación civil en el delito de robo agravado. Tesis para optar el título
profesional de abogada. Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga.
Recuperado de file:///C:/Users/Usuario/Desktop/civil%20integrador/432-
Texto%20del%20art%C3%ADculo-1243-3-10-20220116.pdf
Defensoría del Pueblo del Perú (2006). Violencia Familiar: Un análisis desde el derecho
penal. Lima: Defensoría del Pueblo del Pueblo.
22
Ley N° 30364 “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y los
integrantes del grupo Familiar”. Recuperado de
https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/ley-para-prevenir-sancionar-y-
erradicar-la-violencia-contra-ley-n-30364-1314999-1/
León, E. (2015). Criterios para fijar una indemnización por daños y perjuicios en los casos de
violencia familiar. Tesis de grado. Trujillo: Universidad Privada Antenor Orrego.
Recuperado de
file:///C:/Users/Usuario/Desktop/civil%20integrador/RE_DERECHO_CRITERIOS.PARA
.FIJAR.UNA.INDEMNIZACI%C3%93N.POR.DA%C3%91OS.Y.PERJUICIOS_TESIS.p
df
Morales Benavente, L. (2010). La indemnización por hechos de violencia generados por los
sujetos comprendidos en el Artículo 2 de la Ley de Protección Frente a la Violencia
Familiar. Recuperado de: http://revistaiddes.blogspot.com/2010/09/laindemnizacion-
por-hechos-de.html
RAMOS RÍOS, M. Violencia Familiar, medidas de protección para las víctimas de las
agresiones intrafamiliares. Idemsa, Lima, 2008
Rojas, V. y solano, B. (2017). “La indemnización en los casos de violencia familiar y los
criterios del juzgador en el distrito de chilca –2017. Tesis de grado. Huancayo:
23
Universidad Peruano de los Andes. Recuperado de
https://repositorio.upla.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12848/666/TESIS.pdf?sequenc
e=1&isAllowed=y
Ventura, B. (2016). “El proceso por violencia familiar, como garantía de los derechos de las
víctimas de violencia de género en el segundo juzgado de familia de huánuco, 2014.
Tesis de grado. Huanuco: Universidad de Huánuco. Recuperado de
http://repositorio.udh.edu.pe/bitstream/handle/123456789/157/VENTURA%20DOMING
UEZ%2C%20BEATRIZ.pdf?sequence=1&isAllowed=y
24