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Introducción

Escribir sobre obligaciones no deja de ser en primera instancia un tabú debido a la importancia
misma que tienen éstas y a la percepción inicial de que se trata de un tema reservado para los
grandes tratadistas y que, adicionalmente, éstos yahan dicho todo lo que hay que decir al
respecto.

Es posible que mucho se haya escrito sobre muchos temas relativos a las obliga- ciones; de
hecho, en todos los libros de obligaciones se hace mención obligatoria al tema de la extinción
de las mismas, sin embargo, pocas conclusiones existen al respecto. El estudio de la extinción
de las obligaciones se limita a hacer un análisis de la ley y en pocos casos encontramos un
estudio juicioso del desarrollo jurisprudencial en la materia. En el caso particular de la
transacción, no se encuen- tran mayores aportes en torno a la naturaleza jurídica de ésta
figura o siquiera un panorama amplio y claro sobre las principales controversias que pueden
surgir en torno a ésta.

Por lo anterior y sin mayores pretensiones, el objetivo básico del presente escri- to es, por un
lado y de manera muy general abordar el tema de la extinción de las obligaciones y su
clasificación dentro de nuestro ordenamiento, para luego entrar a hacer un análisis detallado
sobre la verdadera esencia de la transacción y sus carac- terísticas particulares que la
diferencian de otros modos de extinguir las obligacio- nes. Del mismo modo se buscará
establecer cuál es el ámbito de aplicación de ésta figura así como la materia objeto de
transacción de conformidad con nuestra ley y el desarrollo jurisprudencial.

Finalmente y luego de dar un vistazo ala transacción, no sólo como método de extinción de
las obligaciones sino también como forma anormal de terminación del proceso en el evento
en que exista un litigio de acuerdo con nuestro Código de Procedimiento Civil, también se
busca analizar la importancia de esta figura dentro de los métodos alternativos de resolución
de conflictos.

LOS MODOS DE EXTINGUIR LAS OBLIGACIONES


Los modos de extinguir las obligaciones son los actos o hechos jurídicos que
ocasionan la liberación del deudor de la prestación a que se encuentra obligado.

Por regla general, esta liberación del deudor se produce a consecuencia de


extinguirse la obligación, y por eso se habla de modos de extinguir “las obligaciones”.
Las obligaciones se extinguen, en todo o en parte:

1. Por convención de las partesinteresadas,


2. Por la solución o pago efectivo;
3. Por la novación;
4. Por la transacción;
5. Por la remisión;
6. Por la compensación;.
7. Por la confusión;
8. Por la pérdida de la cosa que se debe
9. Por la declaración de nulidad;
10 Por la rescisión.
11. Por el evento de la condición resolutoria; y,
12. Por la prescripción

Desde el punto de vista de satisfacción

Los modos de extinguir las


obligaciones se clasifican en satisfactorios y no satisfactorios, siendo los
primeros aquellos que con la extinción de la obligación producen la
satisfacción del interés del acreedor (el pago por ejemplo). Son modos no satisfactorios
aquellos que extinguen la relación sin que el crédito quede satisfecho (novación,
remisión, pérdida de la cosa que se debe).

– Legales y voluntarias

Las primeras cuando operan


por el ministerio de la ley o de pleno derecho como la compensación; y, las
segundas, que carecen de dicha virtualidad, pues el deudor debe invocar y
acreditar el modo de extinción (pago, novación, etc.)

– Originarios y derivados

Directos e indirectos. Los


modos originarios extinguen la obligación en sí mismo; mientras que los
derivados son aquellos por los cuales desaparece el elemento genético de la
relación obligacional y de rebote se extingue la obligación (rescisión,
resolución, etc.)

– Por hecho del deudor, acreedor o conjunto o externo

Por lo general la extinción


de la obligación se dará por un hecho del deudor como el pago, pero también
puede suceder por un hecho del acreedor como la remisión; o, por un hecho objetivo
como el mero transcurso del tiempo, o la pérdida de la cosa que se debe.

Siguiendo la enunciación del


Código Civil, procederemos a analizar cada una de las formas de extinción de
las obligaciones, debiendo indicar que la extinción de las obligaciones por la condición
resolutoria, fue analizada en el acápite de las obligaciones condicionales.

En esta oportunidad se
realizará un análisis sobre las dos primeras formas de extinguir las
obligaciones: Por convención de las partes interesadas, que sean capaces de
disponer libremente de lo suyo; y, Por la solución o pago efectivo.

¿Por quién?

Siendo lo más lógico que el deudor sea quién extinga la deuda, realizando el pago efectivo, en
la práctica cualquier persona puede realizar dicho pago, ya que al acreedor le es indiferente
quién realice el pago, lo verdaderamente importante es que la obligación quede extinguida
en el mismo modo en que fue contratada.

Código Civil, artículo 1588: “Puede pagar por el deudor cualquiera persona a nombre del
deudor, aún sin su conocimiento o contra su voluntad, y aún a pesar del acreedor. Pero si la
obligación es de hacer, y si para la obra de que se trata se ha tomado en consideración la
aptitud o talento del deudor, no podrá ejecutarse la obra por otra persona, contra la voluntad
del acreedor.”

Lacruz Berdejo: “El deudor como legitimado para el pago (...) a pesar de ser el natural y más
corriente sujeto de pago, amén de obligado (...) Este puede efectuar el pago, bien
personalmente, bien por medio de representante, sea voluntario o legal.

¿A quién?

En este caso el Código Civil es restrictivo, ya que solamente se puede realizar el pago al
acreedor o a su mandatario autorizado para aquello, el pago no puede efectuarse ni siquiera
a los familiares del acreedor, debido a que esto puede acarrear la imputación del pago, en la
que el acreedor argumentará que no se le ha pagado.

Código Civil, artículo 1592: “Para que el pago sea válido, debe hacerse, o al acreedor mismo,
bajo cuyo nombre se entienden todos los que le hayan sucedido en el crédito, aún a título
singular, o a la persona que la ley o el juez autoriza a recibir por él, o a la persona diputada
por el acreedor para el cobro. El pago hecho de buena fe a la persona que estaba entonces en
posesión del crédito, es válido, aunque después aparezca que el crédito no le pertenecía.”

Código Civil, artículo 1593: “El pago hecho a una persona diversa de las expresadas en el
artículo precedente es válido, si el acreedor lo ratifica de un modo expreso o tácito, pudiendo
legítimamente hacerlo; o si el que ha recibido el pago sucede en el crédito, como heredero
del acreedor, o bajo otro título cualquiera. Cuando el pago hecho a persona incompetente es
ratificado por el acreedor, se mirará como válido desde el principio.”

1. Por la transacción

Etimología. El término Transacción, proviene del latín transactio, -nis, de donde se deriva el
verbo transigo, transigere, que significa transigir, esto es "consentir en parte con lo que no se
cree justo, razonable o verdadero, a fin de acabar con una diferencia".

De acuerdo a lo señalado en nuestro Código Civil, es un contrato en que las partes


terminan extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual (art.
2348).

Otra definición sostiene sobre el término transacción como el “acto bilateral por el
cual las partes, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones litigiosas o
dudosas”.

No puede transigir sino la persona capaz de disponer de los objetos comprendidos en


la transacción (art. 2349).

Todo mandatario necesitará de poder especial para transigir. En este poder se


especificarán los bienes, derechos y acciones sobre que se quiera transigir (art. 2350).
No vale la transacción sobre derechos ajenos o sobre derechos que no existen (art.
2354). (La transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente o precaven un litigio eventual. No es transacción
el acto que sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa.)
La transacción surte el efecto de cosa juzgada en última instancia; pero podrá pedirse
la declaración de nulidad o la rescisión, en conformidad a los artículos precedentes (art.
2352).

La transacción no surte efecto sino entre los contratantes (art. 2363).

Según el Código Civil, artículo 2348: “Transacción es un contrato en que las partes terminan
extrajudicialmente un litigio pendiente, o precaven un litigio eventual. No es transacción el
acto que sólo consiste en la renuncia de un derecho que no se disputa.”

Según Ruiz Serramalera: “Este contrato es clasificado por algunos autores en el grupo de los
contratos de superación de una controversia, cuya característica estriba en ser medios
dirigidos a eliminar una incertidumbre jurídica, sin intervención de los órganos jurisdiccionales
ordinarios”. En este grupo, dichos autores incluyen la transacción (en donde las propias partes
resuelven convencionalmente y por sí mismas las diferencias que les afectan) y el compromiso
(en donde las partes convienen en confiar a una o más terceras personas privadas, la solución
de sus conflictos), y Ruiz Serramalera agrega que: “es esencial de este grupo de negocios
jurídicos, su carácter contractual, pues existen otros medios procesales extracontractuales de
poner fin a un proceso (desistimiento, renuncia, abandono o allanamiento) que nunca pueden
considerarse como negocios definitorios de una controversia”.

1. Concepto

De conformidad con lo señalado en el artículo 2469 de nuestro Código Civil,

"La transacclón es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio


pendiente o precaven un litigio eventual No es Transacción el acto que sólo consiste en la
renuncia de un derecho que no se disputa".

Si analizamos con cuidado el anterior artículo podemos extraer las siguientes características:

- Al decir el artículo que se trata de un contrato, tenemos como consecuencia que se


trata de un acto jurídico bilateral, del cual se derivan derechos y obli- gaciones en
cabeza de cada una de las partes contratantes.
- Del mismo modo podemos concluir del artículo citado que la causa del contrato es la
voluntad de las partes de dar por terminado un litigio o evitar uno eventual;
- Por su parte, el objeto se encuentra limitado por aquello susceptible de transacción;
es decir que no todo es transigible.
- Del último inciso se infiere que la renuncia que se hace debe ser de un derecho objeto
de disputa y no de cualquier otro derecho. Es decir, el derecho o los derechos objeto
de transacción tienen que estar en disputa, pues de lo contrario no tendría sentido la
transacción, pues no habría causa del contrato y nos encontraríamos con otras figuras
como el desistimiento, entre otras.

Lo anterior, si bien nos muestra los rasgos característicos de la transacción, no nos permite
descifrar sus elementos esenciales. En este punto debemos agradecer a la jurisprudencia y al
desarrollo doctrinal, que se han encargado de establecer de manera reiterada los elementos
esenciales de la transacción como se verá mas ade- lante.

Materia susceptible de transacción

Una vez esbozado el concepto de transacción, consideramos importante anali- zar el punto
relativo a la materia transigible, teniendo en cuenta la importancia del objeto mismo dentro
de todo contrato. De conformidad con el artículo 1502 de nuestro Código Civil: "Para que una
persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad, es necesario: 1°) que sea
legalmente capaz; 2°) que consienta en dicho acto o declaración
° y su consentimiento no adolezca de vicio; 3°) que recaiga sobre un objeto lícito; 4°) que tenga
una causa lícita.". En la medida en que el contrato de transacción es esencialmente un
acuerdo de voluntades, es necesario que para su validez se cumplan todos los requisitos
mencionados. No obstante, cabe mencionar que la capacidad y el con- sentimiento son
requisitos sin los cuales se genera nulidad relativa del acto y en

E consecuencia es saneable, por el contrario, con relación al objeto y causa lícita, son éstos
requisitos de validez sin los cuales se produce nulidad absoluta y por lo tanto no se puede
sanear el acto. Por lo anterior resulta tan importante determinar aque- llo susceptible de
transacción de conformidad con la ley, con el fin de evitar que el acto se encuentre viciado de
nulidad absoluta por ilicitud del objeto y en conse- cuencia determinar si el contrato fue o no
válidamente celebrado.

En casi todas las leyes y Decretos que desarrollan los métodos alternativos de solución de
conflictos, sistemas de solución de conflictos entre particulares o méto- dos para la
descongestión de los despachos judiciales se prevé como condición esencial de uno u otro
arreglo que el objeto del acuerdo sea materia susceptible de transacción; sin embargo en
ninguna de las leyes o Decretos se establece expresa- mente cuál es la materia efectivamente
transigible, con excepción de las prohibicio- nes que se encuentran consagradas
expresamente en nuestro Código Civil en rela- ción con los derechos transigibles.

En principio, es susceptible de transacción todo aquello de lo cual podamos disponer


libremente y según nuestra voluntad. Es decir todo derecho renunciable es susceptible de
transacción siempre y cuando se tenga la capacidad jurídica para disponer del derecho objeto
de transacción.' Recordemos que la manifestación de la voluntad producirá efectos jurídicos
siempre que no se encuentre viciada de error, fuerza o dolo, de acuerdo con el artículo 1502
del Código Civil.

No obstante lo anterior, existen varias limitaciones a ésta potestad dispositiva. La ley señala
algunas materias no susceptibles de transacción, en consecuencia la celebración de un
acuerdo de transacción que recaiga sobre alguna de éstas mate- rias expresamente
prohibidas, se encuentra viciada de nulidad absoluta por objeto ilícito.

En primer lugar, la ley prohibe la celebración de contratos de transacción que recaigan sobre
el estado civil de las personas' y sobre derechos ajenos o inexistentes'.

Con relación al estado civil es necesario hacer una precisión al respecto en el sentido en que
si bien no es posible transigir sobre el estado civil, sí es posible hacerlo sobre los derechos
patrimoniales derivados de dicho estado, pues precisa- mente por ser derechos patrimoniales,
su titular está en la capacidad de disponer de ellos.10
La Corte ha sido enfática en éste sentido manifestando que "No se puede confundir la cesión
de un derecho de herencia con la transacción de un pleito en el que se discuten derechos que

puedan tener relación con aquél. (..) transigir sobre la calidad de hijo es quebrantar la noción
elemental del carácter irrenunciable de éste derecho. Pero no así en cuanto a los alcances
estrictamen- te patrimoniales, que se pueden negociar por medio de la transacción sin
necesidad de escritura pública, pero siguiendo las reglas de los artículos 2469 del Código Civil
(.)La transacción, pues, alrededor de las consecuencias económicas resultantes de la acción de
filiación. con petición de heren- cia, se admite, por encuadrarse en el marco de los
derechospatrimoniales"11.

Por otro lado, nuestro Código Civil establece en su artículo 2484 que "La transac- ción sobre
alimentos futuros de las personas a quienes se deba por ley no valdrá sin aprobación judicial
ni podrá el juez aprobarla, si en ella se contraviene a lo dispuesto en los artículos 424 y 425".

El artículo trascrito no prohibe expresamente la transacción en esta materia, pero sí hace una
restricción importante en el sentido de exigir previa aprobación por parte de un juez y bajo el
cumplimiento de ciertos requisitos específicos, con el fin de proteger en especial a los
menores.

Por otro lado, encontramos que también se encuentran excluidos de la transacción los
derechos de contenido personal es decir "aquellos cuyo ejercicio es enteramente personal o,
lo que es lo mismo, se le ha otorgado a una persona en rayón o consideración a sus calidades
personales o para su uso y disfrute personal” No obstante lo anterior, en algunos casos, como
en el caso de los frutos obtenidos como consecuencia del ejercicio del derecho real de uso, si
bien a quien se le concede el derecho no pude transigir sobre el bien otorgado en calidad de
uso, pues la nuda propiedad la conserva el dueño de la cosa; el dueño de los frutos puede
disponer de éstos.

Otro caso de intransigibilidad previsto por le ley tiene que ver con la acción penal, pues la ley
prohíbe expresamente que se celebre contrato de transacción sobre ésta, debido a su carácter
inminentemente público, es decir, por tratarse de normas de orden público se encuentra
prohibida expresamente la transacción so- bre estas, pues, como ya se mencionó, sólo se
puede transigir sobre aquello sobre lo cual se pueda disponer. A pesar de lo anterior, la norma
da la posibilidad de celebrar transacciones sobre la acción civil derivada de la acción penal ya
que en la medida en que la acción civil derivada de la acción penal busca resarcir los perjui-
cios causados a la víctima y estos perjuicios son de carácter patrimonial, estos son
renunciables yen consecuencia también transigibles.13

Finalmente, la ley establece ciertos casos en los cuales se considera nula la transacción, estos
casos son los siguientes:
- La transacción obtenida por títulos falsificados, y en general por dolo o violencia.1
- La transacción celebrada en consideración a un título nulo, a menos que las partes
hayan tratado expresamente sobre la nulidad del título
- La transacción, que, al tiempo de celebrarse, estuviere ya terminado el litigio por
sentencia pasada en autoridad o cosa juzgada, y de que las partes o alguna de ellas no
haya tenido conocimiento al tiempo de transigir.

Así pues, teniendo claro qué materia no es susceptible de transacción de confor- midad con
nuestra legislación, pasemos ahora a analizar los elementos esenciales de esta figura y su
alcance jurídico.

CLASES DE TRANSACCIÓN

- Judicial: toda transacción aprobada por un juez.

- Extrajudicial: aquella en la cual las partes transan sin llegar a la intervención del juez.

El carácter de cosa juzgada que se da a la transacción manifiesta su firmeza y


obligatoriedad, que se puede hacer valer sobre las mismas partes.
La diferencia entre unas y otras es sencilla. La TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL es el acuerdo
que se sella para prevenir un litigio, es decir, para no tener que ir a juicio a reclamar la
declaratoria de un derecho o el pago de una obligación. Por regla general -sin que sea requisito
indispensable- esta clase de transacciones se realizan con reconocimiento de firmas ante
Notario público. Si alguna de las partes incumple con lo pactado en el documento que sella el
acuerdo transaccional, la otra puede demandar este incumplimiento por procedimiento
ejecutivo, siempre que el documento contenga los requisitos de los títulos ejecutivos.

La TRANSACCIÓN JUDICIAL, por su parte, es una de las formas extraordinarias de terminar los
procesos judiciales, según lo prescribe el artículo 235 del COGEP. Implica que, en cualquier
momento del juicio (inclusive en fase de ejecución de la sentencia), cualquiera de las partes
puede presentar un acta transaccional que contiene el acuerdo al que han llegado las partes
litigantes para dar por concluido el proceso.

La diferencia con la anterior, como queda en evidencia, es que esta clase de transacciones se
producen “dentro de un proceso”, o tienen necesariamente a un proceso como antecedente,
en cambio que las primeras se realizan sin mediar proceso entre las partes.
La reforma de junio de 2019, aclaró la redacción del numeral 6 del artículo 363, señalando que
es título de ejecución “la transacción aprobada judicialmente en los términos del artículo 235
del presente código”; pero a continuación, en el numeral 7, introdujo también como título de
ejecución “la transacción, cuando ha sido celebrada sin mediar proceso entre las partes”, es
decir, la transacción extrajudicial
Elementos esenciales

La Corte Suprema de Justicia ha establecido en varias ocasiones" que los requi- sitos esenciales
o de existencia del contrato de transacción son los siguientes: i) existencia de una diferencia
litigiosa, (ii) Voluntad manifiesta de ponerle fin extrajudicialmente o de prevenir dicha
diferencia y (iii) Existir concesiones recíprocas otorgadas por las partes.

Diferencial Litigiosa: Con relación al primer punto es claro que para que exista la transacción,
es necesario e imprescindible que exista un litigio o que pueda llegar a existir, es decir, que
exista un derecho en disputa. Si la transacción se celebra antes de que exista un proceso en
curso, evidentemente se trata de una transacción extrajudicial y las normas a las que debe
Sujetarse, serán aquellas previstas en el Código Civil. Si por el contrario la transacción se
celebra cuando existe un proceso en curso, su celebración y oponibilidad deberá sujetarse a
unas normas expresas establecidas en el Código de Procedimiento Civil.

Esto nos lleva a dar un vistazo ala Transacción en el ámbito procesal. Cuando la controversia
suscitada entre las partes ya ha dado origen a un litigio, la transacción debe someterse a las
reglas previstas en el Código de Procedimiento Civil que la incluye como una de las formas de
terminación anormal del proceso.

Así, el artículo 340 del mencionado Código establece que "En cualquier estado del proceso
podrán las partes transigir la litis. También podrán transigir lar diferencias que surjan con

ocasión del cumplimiento de la sentencia.

Voluntad manifiesta de ponerle fin extrajudicialmente o de prevenir dicha diferencia: Como


vimos este elemento es esencial, pues sin ésta voluntad el contrato carecería de causa en sí
mismo.

Concesiones recíprocas otorgadas por las partes: Finalmente con relación a la condición de
que existan concesiones recíprocas otorgadas por las partes, es preciso aclarar que se trata
de un desarrollo eminentemente jurisprudencial, pues de la norma en cuestión no se deriva
tal condición. Lo que se infiere de la norma es que es necesario que la renuncia que se hace
debe recaer sobre un derecho objeto de disputa, pero no menciona por ningún lado que esta
renuncia tenga que ser recíproca o mutua.

3.5. Efectos de la transacción

De conformidad con el artículo 2483 y 2484 del Código Civil, los principales efectos de la
transacción son (i) el efecto de cosa juzgada en última instancia y (ii) relatividad del contrato,
es decir que el efecto se produce sólo con relación a las partes involucradas.
3.1. Cosa juzgada

El concepto de cosa juzgada tiene relevancia jurídica principalmente en el terri- torio del
derecho procesal, en el cual lanosa juzgada consiste en el fin último de un proceso, es decir la
sentencia de última instancia que, una vez en firme, no puede ser impugnada.

Sin embargo "no puedepredicarse del contrato de transacción todas las mismas consecuencias
o efectos de una sentencia, así, por ejemplo no puede aplicarse a la transacción—dado su
carácter de

pacto contractual- las leyes que determinen la prórroga en el tiempo del cumplimiento dele
dispuesto en ella, como sí puede suceder con una sentencia, como cuando una norma en
especial autorizare prorrogaren el tiempo el cumplimiento de una sentencia que ordene es
desalojo de un predio de poseedores invasores hasta el momento en el cual, por
consideraciones de tipo social, se les encuentre otro lugarpara albergarlos"

3.2 Relatividad

Otro de los efectos derivados de la celebración de un contrato de transacción es el hecho de


que la transacción, en estricto sentido, sólo produce efectos entre los contra- tantes. No
obstante lo anterior, como bien lo señala el mismo Código Civil en el inciso final del artículo
2484, la transacción puede afectar a terceros interesados en la misma

4. La Transacción como método alternativo de solución de conflictos: ¿género o especie?

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