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IÑAKI MARKEZ

FREUD Y LAS GUERRAS

Resumen Abstract

Se recogen las opiniones que mantuvo Sigmund Freud The views held by Sigmund Freud on war, a phenomenon
sobre la guerra, un fenómeno entendido como síntoma understood as a social symptom, are collected. It brings
social. Recoge las ideas sobre la guerra a lo largo de su obra, together his ideas on war throughout his work, especially
sobre todo en el período en torno a la I Guerra Mundial in the period around the First World War and the years
y los años previos a la II Gran Guerra. Freud tuvo como leading up to the Second Great War. Freud’s starting point
punto de partida el psiquismo individual y las relaciones was the individual psyche and social relations, analysed from
sociales, analizadas desde un esquema teórico elaborado para a theoretical framework developed for the understanding
la comprensión del funcionamiento del psiquismo. Con of the functioning of the psyche. With a critical analysis
un análisis crítico del concepto de pulsión —de vida y de of the concept of drive - of life and death - in Freudian
muerte— en la teoría psicoanalítica freudiana. psychoanalytic theory.

Palabras clave Keywords

Sigmund Freud, guerra, paz, educación, pulsión de vida, Sigmund Freud, war, peace, education, life drive, death
pulsión de muerte, psicoanálisis drive, psychoanalysis

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Sigmund Freud conoció de cerca la guerra en su serbios, precipitó la declaración de guerra de Austria
infancia. Tenía diez años y vivió la guerra entre el contra Serbia, que a su vez desencadenó la Primera
Imperio austríaco y Prusia que pugnaban por conseguir Guerra Mundial. Se activaron los sistemas de alianzas:
el liderazgo de la Confederación Germánica. Prusia, Alemania y Francia se declararon la guerra, Rusia se
con una mayor organización militar, resultó vencedora movilizó para apoyar a Serbia, Alemania invadió a la
y en 1871, tras del triunfo germano, se formó el Imperio neutral Bélgica que precipitó la entrada en contienda
alemán. Tiempo donde Alemania aparecía como un de Inglaterra… La Gran Guerra comenzaba de forma
país de progreso mientras Austria tenía demasiados brutal en el territorio europeo. Aquel estallido de la
vestigios del pasado. A sus 23 años, en el verano de guerra condujo a que los países más cultos entraran a
1879, le llamaron para realizar el servicio militar, un conflicto que supuso la aniquilación de amplísimos
del cual llegó a ausentarse en repetidas ocasiones, sectores de las jóvenes generaciones.
incumpliendo el reglamento, siendo arrestado por ello.
Aunque de niño había fantaseado llegar a ser general, Las disputas en el movimiento psicoanalítico
estando en la mili, frente al aburrimiento y las rutinas precedieron a la guerra, y quienes se habían opuesto
cuarteleras, para aprovechar el tiempo se dedicó a a Freud perdieron algunas batallas. Adler, Jung y sus
traducir algunos ensayos de la obra del filósofo, político seguidores fueron «víctimas» mientras Freud no veía
y economista británico John Stuart Mill impulsor motivos para cuestionar sus aptitudes militares. Daba
de la filosofía del libre mercado y que después se por sentada la paz que se había producido en un mundo
inclinaría a posiciones más socialistas, además de ser estable donde estudiantes, pacientes, dinero e ideas
un notorio defensor de los derechos de las mujeres. atravesaban libremente las fronteras internacionales,
Tres años después conoció a Martha Bernays en Viena facilitando la difusión del psicoanálisis (Breger, 2001).
prolongando su «compromiso» más de tres años pues La declaración de la guerra puso fin a esa situación.
sus escasos recursos económicos impedían que fueran a Los escritos de Freud respecto al tema de la guerra, no
vivir juntos, con una intensa comunicación a través de siendo un tema de primer orden en su obra, coincide
centenares de cartas. con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914,
con ocasión del desarrollo y final de esta en 1918, y
Vivió los tiempos herederos del autoritario estadista y en la década de los años 30, con los conflictos sociales
promotor de la unificación alemana Otto von Bismark previos a la Segunda Guerra Mundial en septiembre
—el Canciller de Hierro— en la segunda mitad del de 1939 y el exilio en Londres, donde partió gracias a
siglo XIX, un período en el que también coincidió con Marie Bonaparte, donde permanecerá un año.
Francisco José I, emperador de Austria y rey de Hungría,
el último gobernante de los Habsburgo, caracterizado La muerte
por la lucha contra la oposición nacionalista y el
liberalismo imperante en su época. Ya Freud invitaba a vincular la muerte con la realidad
de la vida, en lugar de desconsiderarla como venía
A finales de 1912 ya escribió a Ernest Jones diciéndole ocurriendo, ofreciendo una presencia viva de la muerte
que la situación en Austria era tormentosa y que tendrían que sea más más soportable, pues preservar la vida nos
que prepararse para los malos tiempos, aludiendo a las lleva a tratar de seguir vivos. Sabemos que la muerte es un
relaciones con Serbia y Rusia (Jones, 1984). El 28 de junio tabú social, sobre todo algunas expresiones de muerte.
de 1914 el asesinato del archiduque y príncipe heredero Algunos son perseguidos y enjuiciados moralmente,
Francisco Fernando —hijo mayor del archiduque como hemos podido observar en opiniones sociales
Carlos Luis de Austria (hermano del emperador y partidarias en torno al suicidio y la eutanasia. Esto
Francisco José)— y de la esposa de este en Sarajevo, ocurre hoy y ocurría hace más de un siglo, de ahí que
por un nacionalista bosnio instigado por conspiradores los escritos de Freud adentrándose en ese tabú fueran de

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una osadía increíble para muchos bien pensantes. El concepto de pulsión en Freud se asocia
con el propósito de explicitar sus desviaciones y
Hemos asumido que la muerte es el desenlace final, contradicciones más importantes. Consideró la pulsión
obligado, de la vida y para la cual suponemos que como un estímulo interno (somático), diferente de los
tenemos que estar preparados; la muerte como cuestión estímulos externos que son captados por los órganos
natural e inevitable. La realidad es muy diversa, de los sentidos, y distinto también de necesidades
tratamos de evitarla, de no considerarla en la vida, de endógenas como el hambre o la sed, de allí que en
silenciarla y en el inconsciente cada uno de nosotros principio lo relacione con la sexualidad. En efecto,
está convencido de su inmortalidad (Freud, 1915). ante la sed y el hambre no hay más camino que
Asumimos que puede suceder a través de un accidente, satisfacerlas cuando se hacen necesarias, mientras que
catástrofe, una enfermedad, una infección o la edad la sexualidad es diferente: puede reprimirse, satisfacerse
avanzada. Curiosamente frente al muerto tenemos autoeróticamente o con otra persona, sublimarse o
una conducta peculiar, casi de admiración, evitamos restringirse, entre otras posibilidades. Esto no es posible
la crítica hacia el fallecido, le disculpamos de su mala con el hambre o la sed, no tienen esa plasticidad de la
práctica, y hasta justificamos en el discurso fúnebre o de pulsión sexual, pero Freud las englobó como pulsiones
Hemos asumido que la muerte es el desenlace final, obligado, de la vida
y para la cual suponemos que tenemos que estar preparados; la muerte
como cuestión natural e inevitable.
despedida que se le honre con decoro. Pedimos respeto de autoconservación, y así el concepto de pulsión no se
por el muerto, y la mayoría lo valora más incluso que al restringía a las tendencias sexuales.
respeto por los vivos. Esa actitud hacia la muerte tiene
un fuerte efecto sobre nuestra propia vida. La guerra Las pulsiones sexuales a las que se refirió Freud, entre
sellaría el descubrimiento de la pulsión de muerte, 1905 y 1932, fueron: la oral, anal, pulsión de ver, de
si bien, ningún descubrimiento freudiano fue más apoderamiento y uretral. Aunque no mencionó una
rechazado por los propios analistas que este concepto pulsión sobre oír, sí hubo referencias a la excitación
de pulsión de muerte. Las atrocidades de la guerra sexual en la costumbre de espiar con las orejas el acto
marcarían la vida de Freud y alcanzó a su propia teoría. sexual de otros en su trabajo sobre La represión (Freud,
1905); y por estar todas estas referidas a partes o zonas
En el libro Tótem y tabú me he empeñado en erógenas, las denominó pulsiones parciales. En su obra
desentrañar la naturaleza de esta antigua culpa, y Pulsiones y destinos de pulsión (Freud, 1905) emprendió
opino que la doctrina cristiana de nuestros días esta caracterización y señaló que se definen a partir de
nos permite inferirla retrospectivamente. Si el Hijo varios aspectos:
de Dios debía ofrendar su vida para limpiar a la
humanidad del pecado original, entonces, según la ley 1) la fuente, que es somática (biológica);
del talión (la venganza con lo mismo), ese pecado ha 2) el esfuerzo constante, la medida de trabajo,
sido una muerte, un asesinato. Solo esto pudo exigir que su producción constante lleva a la necesaria
como expiación el sacrificio de una vida. Y si el pecado tramitación;
original fue un agravio contra Dios Padre, el crimen 3) el objeto, que es lo más variable, pues la sexualidad
más antiguo de la humanidad tiene que haber sido un puede satisfacerse en una multiplicidad de objetos; y
parricidio, la muerte del padre primordial de la horda 4) la meta, la descarga o satisfacción, se logre o no.
primitiva, cuya imagen en el recuerdo fue después
trasfigurada en divinidad (Freud, 1912). En dos de sus obras La represión y en Lo inconsciente,

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ambas de 1915, Freud intentó responder a la pregunta Tausk, Ernest Simmel…) que habían sido reclutados
de si es posible reprimir la pulsión, y sugirió que en diferentes ejércitos beligerantes durante la Primera
cuando se reprime la representación no se permite a Guerra Mundial. Fue un recurso frecuente el de las
los afectos expresarse plenamente, sino como una señal, metáforas bélicas: estamos en guerra (militar, social,
un conato; en cambio, si la represión falla, el afecto económica o cultural), si estamos invadidos (por un
se expresa intensamente. Pulsiones eróticas versus ejército, las falsas noticias de guerra o la ideología
pulsiones destructivas, en la concepción de la cultura del líder), que si las trincheras de la acción social
como proceso (Freud, 1915, 1913), en sus estudios (con la población civil o con sectores etarios), que si
sobre la represión y la sublimación (González Alonso son tiempos de resistencia (ante la precariedad, o por
et al, 2007). la tragedia con numerosas muertes, ante la represión
política y social), etc. Le permitió manejar conceptos
No satisfecho con lo anterior, optó por una bélicos como indefensión infantil, paz como antónimo
clasificación dualista para las pulsiones: de vida de guerra en tiempos de represión, el debilitamiento de
(Eros) y pulsiones de muerte (Tánatos), si bien con los mecanismos de defensa, trauma, duelo, armisticio,
contradicciones (Lopera, 2019). Uno vital y unificador hostilidades, invasiones y muchos más… viviendo la
mientras que el otro es destructivo. Eros se refiere a la guerra con una especie de febrilidad, incluso participa
cohesión, lo que une, aunque no siempre los procesos de las victorias, llegando a decir: «hago entrega de mi
de cohesión son compatibles con la vida o están más libido a Austria-Hungría» pensando que iba a ganar
próximos a la destrucción. Uno instinto de vida y el aquella guerra. Durante dos años, Freud simpatizó con
otro de muerte, precursores de las relaciones humanas, las potencias centrales, los países con los que se sentía
y además explicativos del origen de la vida y de las íntimamente asociado. Los primeros meses se identificó
acciones de los hombres. Algo que ocurre, por ejemplo, con los avances de los ejércitos alemán y austrohúngaro,
en los fenómenos de masificación (Freud, 1921), ya confiando en un rápido triunfo militar.
sea entre dos personas, un grupo, una multitud: en esa
masificación está actuando Eros puro. Es de destacar la Pero la guerra hizo mella en su mente al comprobar
importancia del diálogo del psicoanálisis con la biología que no terminaría pronto. Sus hijos luchaban en el
y con la psicología en lo que concierne al concepto de frente. Martin, su hijo mayor, en artillería, en Galitzia y
pulsión. Rusia; Ernst, en Italia tras la entrada de esta en la guerra.
Su otro hijo, Oliver, estuvo en trabajos de ingeniería
Primeros escritos sobre la guerra con construcciones diversas. Anna, la hija menor, se
encontraba en Londres al estallar la guerra y regresó a
Los escritos de Freud en torno a la guerra no se Viena vía Gibraltar e Italia. La industria editorial frenó
hicieron esperar. Se ocupa de este tema propio de su sus publicaciones, aunque mantenía su escritura.
actualidad y ante la preocupación por los efectos para
la vida psíquica de las personas. Cabe recordar las Vivo, como dice mi hermano, en mi trinchera
metáforas sobre la guerra utilizadas en sus trabajos, particular. Especulo y escribo, y tras duras batallas
ensayos y, también, cartas a distintos ilustres de la época traspaso con éxito la primera línea de misterios y
(Albert Einstein, Thomas Woodrow Wilson, Romain dificultades. La angustia, la histeria y la paranoia han
Rolland…) a quienes admiraba en algunos casos y capitulado. Ya veremos hasta donde pueden llevarse
fueron en algún momento sus amigos o sentía aversión los éxitos.
como ocurrió con el presidente norteamericano Wilson
tras haberse ilusionado con sus discursos iniciales; Llegaba la gran sangría de bajas en los ejércitos, en
y con los pioneros de los círculos del psicoanálisis todos ellos, y tenía a tres de sus cuatro hijos en ella.
(Sándor Ferenczi, Karl Abraham, Ernest Jones, Víctor «Mi confianza en el futuro después de la guerra es muy

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escasa», decía, y mantuvo un escepticismo creciente se confronta con la muerte.


sobre la victoria final y comenzó a cuestionarse sus
anteriores ideas sobre la guerra. Sigmund Freud, El 28 de junio de 1914, Freud escribió a Sándor
que era de edad avanzada no pudo participar como Ferenczi: «Escribo bajo la impresión del impacto del
combatiente en ella, pero sí lo hizo con sus escritos y a increíble asesinato de Sarajevo, cuyas consecuencias son
través de sus hijos enrolados en la guerra. imprevisibles». Un mes después, con motivo del ataque
austrohúngaro a Serbia, escribe a Abraham expresando
El Yo, la parte consciente de la mente que nos permite mayor interés por el psicoanálisis que por la guerra, con
tomar conciencia de uno mismo, que ha de satisfacer escasa situación sobre lo que podía ocurrir:
los impulsos instintivos, a su vez, está sometido a los
ideales del Yo (cómo está construido el aparato psíquico) …por primera vez en treinta años me siento
que proceden de su identificación con ese Otro que austríaco y con deseos de ofrecer a este imperio,
regula, desde dentro de la persona, su relación con la no demasiado prometedor, otra oportunidad. En
Ley, la Patria, la tradición y con la organización edípica todas partes la moral es excelente. Además, el efecto
familiar. Dios, Patria y Hogar (Braunstein, 1993). Un liberador de acciones valerosas y el apoyo de Alemania
lema que, con sus variantes interesadas, esgrimen las contribuyen a ello en gran medida… Toda mi libido
organizaciones políticas reaccionarias. Si no se cumple pertenece a Austria-Hungría.
con este requisito, es la guerra en los frentes, el interior,
para protegerse de los asaltos pulsionales; y el exterior, En los inicios de 1915 Alemania lograba victorias
con los sistemas represivos institucionalizados en cada sobre los rusos y rechazaba las ofensivas del oeste.
La Patria, el clan, el tótem, el Dios verdadero, el común estilo de vida,
los bienes compartidos. Hay un exceso de religión en muchos de los
conflictos bélicos.
sociedad. La Patria, el clan, el tótem, el Dios verdadero, Freud se sentía esperanzado, era optimista acerca
el común estilo de vida, los bienes compartidos. Hay de la paz. Que escribiera un ensayo en primavera de
un exceso de religión en muchos de los conflictos 1915, poco después del inicio de la Primera Guerra
bélicos, en muchas guerras. La guerra es siempre Mundial en julio de 1914, con sus opiniones y medidas
defensa de estos valores y combate contra lo que los desconcertó a algunos seguidores. Inicialmente no tuvo
amenaza. En ese marco, la guerra es un acontecimiento una posición contraria a la guerra. Aunque dos de sus
histórico-político, que cambia a través de los siglos hijos, Jean Martin y Ernst, fueron movilizados por el
en sus formas de organización, y es una conducta ejército austríaco, su consulta se vio muy reducida, se
adoptada y declarada por un grupo sociocultural contra dejó llevar por el entusiasmo patriótico dominante en
otro (Braunstein, 1993). Morir por la patria es dar la la sociedad vienesa. Poco a poco, con el avance de la
vida por un objeto de respeto excepcional: un texto contienda bélica fue modificando su posición hacia la
(la constitución, la Biblia, el Corán…), una enseña (la decepción ante la guerra y su desilusión por la actitud
bandera nacional), un pedazo de territorio o un líder y ante la muerte que el conflicto bélico iba ocasionando
una imagen deificada. Aunque esté bien visto definirse en aquella ciudadanía.
como pacifistas, incluso actuar como tales, pero el
impulso hacia la guerra impregna nuestro ser y nuestra Freud habla de un cambio en nuestra actitud hacia
cultura. Es más, la guerra es una expresión de nuestros la muerte que ha de ser pensado como un cambio en
vínculos sociales y forma parte del discurso individual y relación con los ideales de la civilización, una arremetida
social dominantes. Participa de la cultura, en tanto que de lo inconsciente en la cultura. La modernidad y su

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ambiente de regulación de los vínculos entre los seres reprimidos, en el inconsciente, y que esperan las ocasiones
humanos a través de la figura del Estado fracasan propicias para desarrollar su actividad.
cuando entran en pugna las condiciones en las que
existen los pueblos y estalla un evento como la guerra, Y se refería a los acontecimientos de la guerra —las
que «extirpa las capas más tardías de la cultura y hace crueldades e injusticias— causadas por las naciones y
que en el interior de nosotros nuevamente salga a la gentes a quienes se presumía civilizadas, apuntando al
luz el hombre primordial» (Freud, 1915) y con ello su diferente criterio con que juzgan sus propias mentiras
actitud hacia la muerte. Ser héroes que no creen en su y las de sus enemigos, no perdiendo ocasión para
muerte, señalar a los extraños como enemigos cuya mencionar que el psicoanálisis hubiera acertado en
muerte debe procurarse o desearse y pasar por alto la sus valoraciones, al igual que otros pensadores y los
muerte de personas amadas (Moreno, 2009). estudiosos de lo humano, empleándolas para descifrar
muchos enigmas de la psicología.
Realizó unos escritos bajo el concepto de
«metapsicología», como descripción de todo proceso En esos tiempos le preocupaba el desenlace de la
psíquico, con un papel central en la teoría freudiana, guerra y, entre las consecuencias, la suerte de sus
siendo de nuestro interés el titulado: Consideraciones familiares y también el porvenir del movimiento
de actualidad sobre la guerra y la muerte (Freud, 1915), psicoanalítico que, aunque notablemente perjudicado
realizado unas semanas después de despedirse de su socialmente, también se vio favorecido de que algunos
hijo Martin que partía hacia el frente de Galitzia. Allí analistas movilizados a los hospitales de campaña dieran
define la guerra como una transgresión mayor de la a conocer los beneficios de la terapia psicoanalítica.
civilización y un fracaso en relación con los ideales de
la modernidad. La guerra evidenció la necesidad de Los pueblos deben adquirir comprensión suficiente
revisar la actitud civilizada ante la muerte, basada en de sus elementos comunes y tolerancia bastante de
la aparente aceptación de esta como fin de la vida. Más sus diferencias como para no fundir en uno solo los
tarde, dirá también que la guerra es el afloramiento de conceptos de extranjero y enemigo.
uno de los estados más primitivos de la cultura. «La
guerra, en la que no quisimos creer, ha estallado ahora Durante los años 1915 y 1916 ofrece varias conferencias
y trajo consigo… la desilusión». bajo el título de «Nosotros y la muerte». La elección del
tema
Poco antes había escrito una breve carta al doctor
Frederik van Eeden, un amigo holandés, psicopatólogo […] es una consecuencia de la horrible guerra que
y escritor, y a finales de ese año 1914, el 28 de diciembre, impera con su furia en estos tiempos y que nos está
escribió otro ensayo con muchas coincidencias, La privando a todos de la orientación en la vida. Creo
transitoriedad. Fue pocos meses después de estallar haber percibido que lo que ocupa el primer lugar
la Primera Guerra Mundial y pocos meses antes de entre los agentes que favorecen esta desorientación es
redactar «De guerra y muerte». La carta fue publicada la modificación de nuestra posición ante la muerte».
en un semanario de Amsterdam, De Amsterdammer.
Se adentra en la posición ante la muerte:
Partiendo del estudio de los sueños y las acciones
fallidas que se observan en personas normales, así como Aunque admitimos que finalmente hay que morir,
de los síntomas de los neuróticos, el psicoanálisis ha logramos alejar este «finalmente» a una lejanía
llegado a la conclusión de que los impulsos primitivos, inescrutable.
salvajes y malignos de la humanidad no han desaparecido
en ninguno de sus individuos, sino que persisten, aunque Reflexiona sobre la vida que solo la muerte limita,

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sobre la pluralidad de las vidas. Pero le preocupa el primeros mandamientos éticos. Para continuar con
vínculo de la muerte con la guerra: preguntas:

¿Qué es lo que la guerra ha alterado en esta relación ¿Cómo se comporta nuestro inconsciente frente
nuestra con la muerte? Muchas cosas. Nuestras al problema de la muerte? […] Pero la guerra no
convenciones acerca de la muerte, si puedo decir así, es eliminable. Mientras siguen siendo tan grandes
ya no las podemos sostener. Ya no podemos pasar las diferencias entre las condiciones de existencia
por alto la muerte, debemos creer en ella. Ahora la de los pueblos y la aversión entre ellos, seguirán
gente se muere de verdad, y ya no son tampoco unos produciéndose guerras a la fuerza ¿No deberíamos
cuantos sino muchos, con frecuencia son decenas de reconocer que con nuestra posición cultural ante la
miles en un día. Además, la muerte ya no es ninguna muerte hemos vivido psicológicamente por encima de
casualidad… La vida recobra así, ciertamente, su nuestro estado?¿No sería mejor ofrecerle a la muerte el
interés, vuelve a tener su contenido pleno. lugar que le corresponde en la realidad y en nuestros
pensamientos y poner al descubierto nuestra relación
Aprovecha las ocasiones para debatir sobre el inconsciente con la muerte, hasta ahora tan reprimida?
comportamiento del hombre primitivo frente a la
muerte:
Atribuía la depresión, la
Lo que nuestros hijos aún hoy en día estudian en «melancolía», a la pérdida del
la escuela como historia mundial, es esencialmente
una sucesión de genocidios. El impreciso y pesado amor y del objeto amado.
sentimiento de culpa que domina a la humanidad Se percibe a un Freud muy afectado por el impacto
desde sus comienzos y que se ha condensado, en de aquella guerra, era la primera vez que la civilización
algunas religiones, en la suposición de una culpa occidental estaba envuelta en una guerra mundial.
primitiva, de un pecado original, muy probablemente
es la expresión de una culpa de sangre que cometieron Con anotaciones y escritos varios presentados a
los hombres de la prehistoria. En la doctrina cristiana Ernest Jones, a Abraham y a Fliess desde 1914 fue
aún podemos adivinar en qué consistió esta culpa de perfilando su trabajo definitivo Duelo y melancolía, que
sangre. Si el hijo de Dios tuvo que sacrificarse para dio por definitivo en 1917. Atribuía la depresión, la
liberar a la humanidad del pecado original, se trataba, «melancolía», a la pérdida del amor y del objeto amado.
según la ley del Talión, de la venganza por lo mismo, Veía similitudes entre el duelo normal y la depresión
del pecado de un homicidio… Si el pecado original sin síntomas similares (abatimiento, tristeza, pérdida
fue una culpa para con Dios Padre, el crimen más de interés por el mundo, falta de energía, incapacidad
antiguo de la humanidad tuvo que ser un parricidio, para amar, etc.) aunque en la depresión añadía la baja
por la horda primitiva humana, del padre primitivo, autoestima que, en ocasiones podía llegar a odio hacia
cuya imagen rememorada se idealizó más tarde como sí mismo y autoagresión. Con este trabajo, en sus
divinidad […] la doctrina del pecado original no es conferencias abordaba la cuestión de la muerte y la
una innovación cristiana sino una parte de la creencia pérdida, algo de tanta actualidad por toda Europa. La
prehistórica que se perpetuó a lo largo de casi todos los conjunción de melancolía y el duelo se justifica por el
tiempos en corrientes religiosas subterráneas. cuadro total de esos dos estados. Coinciden también las
influencias de la vida que los ocasionan. A considerar
El tema le permite ahondar en las religiones, la que el duelo que puede llevar a graves desviaciones de la
doctrina del alma y la creencia en la inmortalidad, conducta normal en la vida, no se considera un estado
el sentimiento de culpa, el miedo a la muerte y los patológico ni precisa de tratamiento salvo en algún

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caso, el llamado «duelo patológico». Freud planteó que lesiones físicas y alto número de síntomas neuróticos
en la melancolía puede ocurrir también una pérdida en personas que no llegaron a ir al campo de batalla.
de un objeto amado, muerto o perdido de forma más Además, la Primera Guerra Mundial ocasionó toda una
ideal, o como objeto de amor. En otras ocasiones, se epidemia de enfermedades mentales reflejadas bajo la
supone una pérdida, pero no se sabe lo que se perdió. denominación de «neurosis de guerra» o «psicosis de
Puede ocurrir aun conociendo la pérdida que ocasiona guerra».
la melancolía; puede saber a quién perdió, pero no lo
que perdió en él. La melancolía se refiere por tanto a El primer psicoanalista que presentó una concepción
una pérdida de objeto sustraída de la conciencia, algo sobre estas patologías fue Sandor Ferenczi, jefe médico
en lo que se diferencia del duelo. del Departamento Hospitalario para Enfermedades
Nerviosas, en el hospital militar María Valeria de
Llegó la derrota con el colapso del Imperio Budapest (Brunner, 2000). En 1916, tras la observación
austrohúngaro. Freud escribía que la época era de de 200 soldados enfermos, realizó una conferencia hacia
una tensión terrible, hablaba de incertidumbres con los médicos de ese hospital, publicada un año después
el destino de Alemania o de Austria y manifestaba su bajo el título de «Dos tipos de neurosis de guerra
enfado hacia el presidente norteamericano Wilson por (histeria)» (Ferenczi, 1917).
haber engañado a Europa con muchas promesas que
no estaba en condiciones de cumplir. Escribió a Sándor Sus tres hijos regresaron sanos y salvos en marzo
Ferenczi (17-XI-1918): de 1918, con el enorme alivio para los padres que
habían conocido la muerte de un sobrino pocos meses
También nuestro psicoanálisis ha tenido mala suerte.
Tan pronto como comenzó a interesar al mundo a Se plantearon la pregunta sobre si
causa de las neurosis de guerra, la guerra llega a su fin. existía una psicopatología asociada a
Un comentario verdadero ejemplo de fina ironía de la guerra susceptible de ser valorada
Freud, pues habían celebrado el Congreso de Budapest y atendida desde el psicoanálisis.
(28 y 29 de septiembre de 1918) organizado por
Ferenczi y dedicado monográficamente al papel de las antes. En 1918, se realizó en Budapest el 5º Congreso
neurosis de guerra, con representantes de los gobiernos Internacional de Psicoanálisis que contó con la
de Austria, Alemania y Hungría, por su posible presencia de delegados gubernamentales y de oficiales
repercusión en la estrategia militar. Después llegó la militares de los imperios alemán y austrohúngaro, un
derrota y la desintegración del imperio austrohúngaro, importante reconocimiento oficial del psicoanálisis
los años de crisis económica y el hambre por las regiones en el marco de la guerra y sus neurosis (Jones, 1919;
centroeuropeas. Brunner, 2000; Faldezer, 2002). Ferenczi fue uno de los
tres oradores que abordaron explícitamente el tema de
En el conflicto bélico, las deserciones en el ejército las neurosis de guerra junto a Karl Abraham y Ernst
británico por casos de neurosis habrían conducido al Simmel. Se plantearon la pregunta sobre si existía
rechazo de los enfoques que consideraban estos casos una psicopatología asociada a la guerra susceptible
como «orgánicos e intratables» (Rose, 1990). Se suponía de ser valorada y atendida desde el psicoanálisis.
que los síntomas de los soldados dependían de alteración Necesitaban estudiar y debatir sobre la existencia de
orgánica y psicológica y la rápida proliferación de las neurosis y las psicosis de guerra para determinar,
casos había permitido asignar la categoría de «neurosis en primer lugar, si eran diferentes a las llamadas
traumática», con un carácter excepcional de los neurosis traumáticas. Necesitaban estudiar sobre las
síntomas neuróticos en quienes presentaron serias etiologías, los mecanismos existentes, los síntomas y

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estructuras que surgían en las personas. Y así surgieron neurosis de guerra son efecto de un conflicto en el yo
sus ponencias que fueron publicadas en el libro El entre el ideal guerrero y las aspiraciones civiles en la
psicoanálisis y las neurosis de guerra (AA.VV., 1921), con propia vida individual (Elkin, 2008). La pulsión de
una introducción de Freud (Freud, 1919) basada en la muerte, la modificación de la concepción del sueño
comprobación de que quienes habían combatido en la y la emergencia del trauma pasan a estar en primer
guerra seguían soñando con ella y revivían todo tipo de plano. En este período se reconstruye el comienzo
escenas trágicas, algo que hoy día vincularíamos con los de la historia de la noción neurosis de guerra que
trastornos de estrés postraumático. Ferenczi insistió en emerge a partir del encuentro entre el psicoanálisis y
que «el experimento masivo de la guerra» confirmaba la la contingencia de la guerra; se verifica la existencia de
insuficiencia de las perspectivas orgánicas para explicar la psicopatología de la guerra, así como la consistencia
el surgimiento de casos de neurosis: y validez de la epistemología y la clínica, además de la
potencia explicativa desde el psicoanálisis.
Las neurosis de guerra, de acuerdo con el
psicoanálisis, pertenecen a un grupo de neurosis en las Desde 1920, año que perdió a su hija Sophie, tras
cuales está afectada no solo la sexualidad genital, como publicar Más allá del principio del placer, donde
en la histeria ordinaria, sino también su precursor, el postulaba las pulsiones destructivas, Freud explicó
así llamado narcisismo, amor a sí mismo, como en la diversos tipos de agresión, incluidas las guerras. Se vio
demencia precoz y la paranoia (Ferenczi, 1919). con la imposibilidad de explicar los comportamientos
agresivo-destructivos del ser humano. Para resolver el
Tras los primeros consensos conceptuales, el problema opuso a las pulsiones de vida, que resultaban
inmediato debate fue sobre la eficacia del psicoanálisis de la integración de las sexuales y de autoconservación
como recurso de tratamiento más humanitario que o del yo, las pulsiones de muerte (Freud, 1920). Plantea
el preferido por los psiquiatras militares, conocido dos tipos de pulsiones, de vida y de muerte, antagónicas,
como la «cura de Kaufman»1. La mayoría de los aunque pudieran coaligarse.
psicoanalistas abordan este tipo de neurosis desde la
teoría del psicoanálisis. Simmel, en cambio, establecía Escritos tardíos sobre la guerra
un tratamiento que obtuviera resultados rápidos y eso
pasaba por técnicas no psicoanalíticas, aunque fuera En agosto de 1930, en Frankfurt, se le concedió el
menos eficaz. Orientan los títulos de las ponencias: la importante Premio Goethe por su trayectoria científica
de Ferenczi se titula «El psicoanálisis de las neurosis de y humanística y fue tras escribir su relevante ensayo en
guerra»; la de Abraham, «El psicoanálisis y las neurosis el campo de la psicología social El malestar en la cultura
de guerra». Además, se intercala el comentario de (Freud, 1930), a sus 74 años, impugnando en términos
Freud, incluido un año después como introducción severos las ideologías basadas en el amor al prójimo,
al libro sobre las neurosis de guerra y en el que se buscando una teoría de la sociedad y de la cultura según
recogen las principales ponencias del congreso y donde enunciados pulsionales, esa exteriorización de la vida.
se adjunta el trabajo de Jones, «Neurosis de guerra y Para Freud, cultura no son los conocimientos a través de
teoría de las neurosis de Freud». Después, Víctor Tausk las capacidades intelectuales, la ilustración o la formación
expuso su trabajo sobre neurosis y psicosis de guerra en intelectual, sino las normas restrictivas de los impulsos
la Asociación Psicoanalítica de Viena, donde señalaba humanos, sexuales o agresivos, necesarias e impuestas
que en los psicoanalistas prevalece la idea de que estas para mantener el orden social. Las prohibiciones y los
tabús en la vida sexual generan frustración pues limitan
1. Cura de Kaufman: electrochoques combinados con sesiones de
hipnosis y sugestión, que producían intenso dolor. Los neuróticos de la libertad. Planteaba que la insatisfacción humana por
guerra rechazaban la simulación que los psiquiatras militares le suponían la cultura se debía a que esta controlaba sus impulsos,
a esta neurosis; eran enfermos que, según esos médicos, querían eludir de
modo cobarde su deber militar. al tener una agresividad innata que pudiera destruir

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lo externo, hacia la sociedad misma, y destrucción Tres años más tarde, no llegaron las necesitadas dosis de
hacia la persona, convirtiéndose en autocastigo, cultura y, en cambio, si fue tiempo para el desánimo.
en sentimiento de culpabilidad inconsciente y, en Aconteció el final de la República de Weimar y el acceso
consecuencia, menor felicidad. Puso en evidencia que de Hitler al poder.
la cultura, los descubrimientos tecnológicos, trabajan
para la destrucción del hombre, una evidencia que no Al llegar Hitler al poder, los libros de Freud fueron
es soportable, aunque también podría ser, al mismo quemados, confiscado el material de la Editorial
tiempo, para su salvación temporal. La cultura podía, Psicoanalítica Internacional y prohibida la práctica del
así, controlar esa agresividad. psicoanálisis. Sus amistades trataron de persuadirle para
que emigrara, pero él se negó a abandonar su domicilio,
La vida nos obliga a tres posibles soluciones: su trabajo y, como no, a su familia y amigos. El nazismo
distraernos en alguna actividad, buscar satisfacciones se veía en el poder y los tambores de guerra resonaban
sustitutivas (como el arte), o bien narcotizarnos. La por Europa, aunque desde algunos gobiernos, la
religión busca responder al sentido de la vida y, por otro mayoría, mirasen para otro lado. Se han difundido con
lado, buscamos el placer y la evitación del displacer, extensión el cruce de cartas entre Einstein y Freud con
cosas irrealizables en su plenitud. Es así como rebajamos sus reflexiones sobre las medidas más apropiadas para
las pretensiones de felicidad, aunque busquemos otras no llegar a la confrontación bélica. Opinaban que el
posibilidades como el hedonismo, el estoicismo, etc. derecho y la cultura debían prevalecer sobre cualquier
Otra técnica para evitar los sufrimientos es reorientar los violencia, pero los hechos resultaron ser antagónicos.
fines instintivos para poder eludir las frustraciones del
mundo exterior. Esto es la sublimación, es decir, poder
canalizar lo instintivo hacia satisfacciones artísticas,
Freud pronto percibió que la
científicas o de otro tipo que alejan al sujeto cada vez guerra era la mayor explosión de
más del mundo exterior. La religión impone un camino
único para ser feliz y evitar el sufrimiento. Para ello
la pulsión de muerte que podía
reduce el valor de la vida y delira deformando el mundo producirse.
real intimidando a la inteligencia, infantilizando a la
persona y produciendo delirios colectivos. Tampoco Observaba y quedó muy preocupado por la desilusión
puede eliminar totalmente el sufrimiento. No obstante, provocada por la guerra. Quedó decepcionado por
Freud advirtió una analogía entre el proceso cultural lo que pasa con la guerra y temía por la humanidad.
y la evolución libidinal: en ambos casos las pulsiones Hasta dejó de creer en las victorias de Austria-Hungría.
pueden seguir tres caminos: se subliman (arte, etc.), se Ya había escrito antes: «la guerra como transgresión
consuman para procurar placer (por ejemplo, el orden mayor trae para la humanidad dos efectos: una
y la limpieza derivados del erotismo anal), o se frustran. profunda desilusión y un cambio en nuestra actitud
De esto último deriva la hostilidad hacia la cultura. El hacia la muerte» (Freud, 1915). Freud encontró pronto
precio por el progreso de la cultura reside en la pérdida de su verdadera posición respecto de la guerra. Percibió
felicidad por aumento del sentimiento de culpabilidad que era la mayor explosión de la pulsión de muerte
cuya génesis se encuentra en las tendencias agresivas que podía producirse (Bélilos, 2006), resultado de una
pues al impedir la satisfacción erótica, volvemos la gran represión que no dejó manifestarse a las pulsiones
agresión hacia esa persona que prohíbe. Nos acercó a los esenciales.
efectos del conflicto entre la cultura y la vida pulsional,
adentrándose en la crítica a la filosofía. En suma, el Un tiempo determinado por la información
destino de la especie humana depende de hasta qué unilateral que carece de límites para las mentiras como
punto la cultura pueda hacer frente a la agresividad. instrumento de guerra contra el enemigo, sin opción a

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reflexionar sobre las impresiones y juicios de valor que Freud añadía:


llegaban a través de ella. Sin opción a la imparcialidad
donde la propia ciencia era arrastrada por la pasión y, si Cuando la pugna salvaje de esta guerra se haya
es preciso, se psiquiatrizará al oponente. La maquinaria decidido, los combatientes victoriosos regresarán a
de guerra no se limita a la contienda bélica en el frente su hogar, junto a su mujer y a sus hijos, y lo harán
de batalla y alcanza a la productividad industrial, la impertérritos y sin que los turbe pensar en los enemigos
opinión pública a través de los medios de comunicación a quienes dieron muerte en la lucha cuerpo a cuerpo o
y, para mayor daño, ser capaces de desvirtuar los mediante las armas de largo alcance […]
sentimientos y emociones hacia el sufrimiento en la
tragedia y la muerte mismas. Iba más allá, hasta los pueblos primitivos, algunos
aún existentes:
Deseamos que las guerras terminen, pero las
guerras no podrán cesar mientras las desigualdades El salvaje —australiano, bosquimano, o de la Tierra
sociales pervivan en los pueblos, naciones, clases y sus del Fuego— en modo alguno es un matador sin
gentes. Desigualdades, odios y rechazos de los que la remordimiento; cuando vuelve a casa triunfante de la
humanidad ha participado a lo largo de su historia, empresa bélica, no osa pisar su aldea ni tocar a su mujer
en los pueblos primitivos y los civilizados, siendo las antes de limpiarse de sus hechos de muerte por medio
guerras un recurso para mantener el poder quienes de una expiación a menudo prolongada y trabajosa
parten de una situación de dominio. En el último […] Pero este espíritu no es sino la expresión de su
siglo, los pueblos han tenido una aproximación a la mala conciencia por causa de su culpa de sangre; tras

La devastación en las guerras para quienes las descalifican es


directamente proporcional al salvajismo del agresor; para quienes las
justifican son proporcionales al saber científico que favorece el triunfo
ante los objetivos que la iniciaron.
democracia formal en sus órganos de gobierno, incluso esta superstición se oculta un filón de fina sensibilidad
en sus Estados. Pero en las guerras los Estados limitan ética que nosotros, los hombres civilizados, hemos
los derechos y la justicia misma para ser quien domine perdido.
su monopolio, exigiendo a su ciudadanía obediencia y
sacrificios extremos que después llamarán patriotismo. La guerra está ahí, no puede eliminarse; mientras las
condiciones de existencia de los pueblos sean tan diversas,
¿Qué provoca esa desilusión por la guerra? Por un y tan violentas las malquerencias entre ellos, la guerra
lado, la escasa ética demostrada por más que de puertas será inevitable. La frecuencia, la crueldad y los desastres
adentro del Estado y hacia los gobernados se insistiera que provocan las guerras aumentan según aumenta
en grandilocuentes principios y normas a mantener el saber de quienes deciden y participan en ellas. La
para una adecuada gobernanza; por otro, la pérdida de devastación en las guerras para quienes las descalifican
influjo de la cultura y la educación adecuadas, si estas se es directamente proporcional al salvajismo del agresor;
desvirtúan y se orientan hacia discursos y aspiraciones para quienes las justifican son proporcionales al saber
que se verán empujadas a añorar comportamientos científico que favorece el triunfo ante los objetivos que
violentos. ¿Son pulsiones básicas de las personas para la iniciaron.
satisfacer no se sabe qué necesidades?
Con la mirada puesta en el psicoanálisis, oiremos y

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leeremos que la guerra implica goce, un goce bajo las no hay nada más peligroso que nuestro semejante,
banderas del Padre y por lo tanto un goce fálico. Nos quien es igual a mí, de quien debo diferenciarme
han dicho que las mujeres no han ido a la guerra por estableciendo cualquier diferencia que sirva de base
su cuenta. Las amazonas eran un mito y un fantasma para la afirmación de mi yo en oposición al del otro.
masculino. La única verdadera heroína en la guerra es Freud afirmó la primacía del odio sobre el amor y luego
la Lisístrata de Aristófanes, que organiza la guerra de las completó su descubrimiento al afirmar que el primer
mujeres que reclaman por su goce femenino en oposición objeto de ese odio no era el otro sino el propio sujeto:
al goce fálico de los hombres que se matan entre ellos era el masoquismo primario. La vida y la civilización se
dejándolas en una forzada castidad (Braunstein, 1993). desarrollan desde la lucha entre fuerzas interpersonales
En esta comedia el arma de las mujeres es la privación de amor y odio. En la confrontación bélica será o guerra
del sexo, aunque a ellas también les suponga un coste contra sí mismo, melancolía; o guerra contra el Otro,
esa renuncia. Lisístrata sabía bien que ellos no tenían paranoia. Elección de una destrucción u otra.
otro falo que sus mujeres y les obliga a renunciar al goce
bélico con la amenaza de castración. Así los hombres «A raíz de la hostilidad primaria y recíproca de los
no alcanzarán el Otro goce, pero y dejarán de privarlas seres humanos, la sociedad culta se encuentra bajo una
a ellas del suyo. permanente amenaza de disolución» (Freud, 1930).

En la guerra el neurótico, que enferma de pura Volvería sobre el tema de la guerra, en su cruce
represión, tiene la certidumbre de lo que el Otro epistolar con Albert Einstein, «¿Por qué la guerra?», en
quiere de él. El goce es abanderado por los emblemas 1932-33. Para Adolf Hitler y el partido nazi, el fracaso de
del Otro, la Causa exige la renuncia al deseo propio, las alternativas democráticas de la República de Weimar
la obediencia es la virtud dominante, el enemigo toma favorecieron su crecimiento electoral, convirtiéndose en
forma y la acción contra él es justificada porque hay que la primera fuerza política ya en 1932. En verano se dio
defenderse o porque hay que vengar un perjuicio previo dicho cruce epistolar entre Einstein y Freud, el primero
(Braunstein, 1993), sin entender que ese enemigo quiera en julio, con respuesta del segundo en septiembre.
realizar sobre nosotros, lo que nosotros quisiéramos
hacer de él. También acceden no pocos psicópatas Einstein era en ese momento un afamado científico,
enmascarados en iniciativas presuntamente solidarias antimilitarista y radical en su liberalismo que vivía en
que buscan descargar sus pulsiones reprimidas en su Berlín, pero con incertidumbres sobre el futuro de
cotidianidad urbana. Alemania ante la llegada del régimen nacionalsocialista
que le retira la ciudadanía alemana por sus ideas. Llegó
Freud no dejó de reconocer el goce, hablando de la a escribir:
pulsión de muerte, decía de ella que
«Europa, en su demencia, ha dado inicio a algo
«aún donde emerge sin propósito sexual, incluso en increíble. En épocas así uno comprende a qué triste
la más ciega furia destructiva, es imposible desconocer especie de animal pertenece. Yo continuo en silencio
que su satisfacción se enlaza con un goce narcisista con mis pacíficos estudios y reflexiones, y solo siento
extraordinariamente elevado». lástima y repugnancia».

El ejercicio de la destrucción se convierte en goce, Más tarde se marcharía, huye a Estados Unidos.
dominando una relación de exclusión: o él o yo, donde Defiende el derecho, la cultura, las instituciones, la
la agresividad es el correlato de la tensión narcisística. educación y la ética frente a las guerras.
Todos como Caín o como Abel. Actuemos hacia
adentro o hacia afuera, se impone la defensa pues Sigmund Freud, médico y psicólogo, era un personaje

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con gran reconocimiento internacional, de opiniones «¿Hay algún camino para evitar a la humanidad
muy controvertidas. Vivía en Viena y estaba en un el amargo destino de la guerra y protegerlos de sus
momento complicado de su vida, con los inicios de estragos? […] ¿Cómo es posible que esa minoría
afección del cáncer de boca, su sordera que empeoraba ponga al servicio de sus ambiciones a la gran masa del
y algunas pérdidas en la familia. Dolencias, pesimismo y pueblo que de las guerras solo obtiene sufrimiento y
decaimiento por lo que ocurría a su alrededor, mientras empobrecimiento?… ¿Cómo es posible que la masa,
la sociedad austríaca veía el derrumbe político de sus por efecto de esos medios artificiosos, se deje inflamar
dirigentes. con tan insensato fervor y hasta el sacrificio de la
vida?… ¿Existe la posibilidad de dirigir el desarrollo
Europa vivía aún las secuelas de la Gran Depresión psíquico del hombre de manera que pueda estar mejor
económica de 1929; crecían algunos nacionalismos junto armado contra las psicosis de odio y de destrucción?».
a líderes que centralizaban el poder, mientras también
aumentaba la inestabilidad política de los pequeños Cierto que inicialmente Freud se sorprendió por la
países. En Alemania vencía el Partido Nacionalsocialista petición ya que opinaba que era algo utópico, pero
mientras la Italia fascista se consolidaba; el totalitarismo accedió y, con ello, ambos pudieron reflexionar con
de la URSS, en plena hambruna, trataba de extender su su cruce de cartas. Dos meses después le responde con
ideología en los sectores de izquierda de muchos países; una carta con idéntico título, «¿Por qué la guerra?»,
en Gran Bretaña, como en los Estados Unidos, la crisis Freud apunta que no se le invitaba a ofrecer propuestas
fue grave, pero fue esencialmente una crisis económica; prácticas, sino solo a indicar el aspecto que cobra
el problema de la prevención de las guerras desde
¿Hay algún camino para evitar a una consideración psicológica o, más estrictamente,
la humanidad el amargo destino psicoanalítica. Le aclara que se debe ocupar no tanto de
la guerra sino de la violencia apelada por los intereses
de la guerra y protegerlos de sus y conflictos. Los conflictos de intereses se zanjan en
estragos? principio mediante la violencia, es decir el recurso a la
fuerza impositiva sobre otro u otros.
en Francia se vivía cierta prosperidad, al menos las
clases medias, aunque sin privarse de disturbios Desde su teoría de los instintos afirmaba que la
políticos e institucionales… y España estaba sumergida humanidad solo podrá manejar la guerra cuando
en su división sociopolítica. Demasiada diversidad controle sus propios instintos, base de las conductas.
autoritaria que hacían presagiar algún grave conflicto Como otros animales que buscan sobrevivir, pero no
internacional. reflexionan por unos logros mayores, solo ser más
fuertes que los demás. Las personas pueden razonar
Ante ese panorama Einstein, que se opuso a la guerra sobre otras personas y sobre otras culturas, ser
desde el primer momento, como también la socialista creativos, reforzar sentimientos y actitudes que generen
alemana Rosa Luxemburgo, el novelista francés Romain comunidad. Su propuesta pasaba no solo por moderar
Rolland —Nobel de Literatura en 1915— y otros y controlar el instinto de destrucción (Tánatos), sino
líderes del socialismo y liberalismo europeo. Einstein se dar mayor importancia al placer (Eros). Generar y
preguntaba si podía existir algún medio que librara de consumir cultura (educación, entretenimiento) para
la amenaza de la guerra, buscaba las causas y la necesaria someter la violencia, el instinto de destrucción. Claro
reflexión sobre el presente y el futuro de la humanidad. que Freud expone su duda y desconfianza sobre el papel
¿Quién mejor para esta tarea que Freud por su gran moderador del derecho las leyes, por un lado, junto a las
conocimiento sobre la psicología de las personas? Y le instituciones y una posible fuerza militar internacional
envía una carta: «¿Por qué la guerra?» Le pregunta: que frene los riesgos de la guerra como instrumento

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ilegal y regulador de las relaciones entre países. pero tal vez no sea una utopía esperar que la acción
de la concepción cultural y el temor justificado de
«El derecho es la fuerza de una comunidad […] las repercusiones de una conflagración futura pueda
para que el paso de la violencia al nuevo derecho se poner término a la guerra en un futuro próximo».
cumpla, es preciso un requisito psicológico. La unión
del grupo debe ser estable y duradera. Si se creara solo
para combatir a uno más poderoso, para disolverse una «Por qué caminos o desvíos, es imposible adivinarlo.
vez vencido este, el resultado sería nulo. El primero Por ahora solo podemos decirnos: todo lo que
en considerarse más fuerte trataría de nuevo imponer trabaja en favor del desarrollo de la cultura trabaja
su hegemonía por la violencia, y el juego se repetiría también contra la guerra». Concluye que «todo lo que
indefinidamente». promueva el desarrollo de la cultura, trabaja también
contra la guerra».
E insiste sobre el instinto de vida y el instinto de
muerte, una pulsión destructiva. Hay entonces culturas que, rechazando la dimensión
pulsional, hacen que ella se acreciente llevando a la
«Usted se asombra de que sea tan fácil incitar a los guerra, y otras que posibilitarían un destino pulsional
hombres a la guerra y supone que existe en los seres diferente, que trabajaría «contra la guerra».
humanos un principio activo, un instinto de odio y de
destrucción dispuesto a acoger ese tipo de estímulo. En 1933 la Sociedad Alemana de Psicoterapia pasó
Creemos en la existencia de esa predisposición y a ser controlada por los nazis según los principios de
durante estos últimos años nos hemos dedicado a la Revolución Nacional Alemana, imponiendo a sus
estudiar sus manifestaciones […] Quisiera insistir miembros el estudio del Mein Kampf de Hitler. Las
en nuestro instinto de destrucción, al que no se da autoridades exigieron la cancelación de la afiliación a la
la importancia que merece. Con un pequeño esfuerzo Asociación Psicoanalítica Internacional. En 1934 hubo
de especulación hemos llegado a concebir que esta una importante fuga de analistas judíos de Alemania
pulsión actúa en todo ser viviente y tiende a provocar tras plantear Hitler su «liquidación». Tres años después
su ruina… Una inclinación semejante merecía la Freud se preocupó por la aproximación y actuaciones
denominación de instinto de muerte, en tanto que las del nazismo:
pulsiones eróticas representaban los esfuerzos en aras
de la vida. Ese instinto de muerte se convierte en una «La situación política comienza a hacerse cada
pulsión destructora…». vez más sombría. Probablemente nadie detendrá la
invasión nazi, con sus funestas consecuencias para el
Surge de nuevo la incertidumbre y el pesimismo psicoanálisis y para todo lo demás. Mi única esperanza
cuando no la resignación: es que yo no llegue a vivir lo suficiente para verlo».

«…creo que la razón esencial por la que nos En 1938, el ejército nazi liderado por Hitler, invade
rebelamos contra la guerra es que no podemos hacer Austria y anexiona su territorio. Freud ya es un enemigo
otra cosa. Somos pacifistas porque tenemos que serlo a perseguir por sus ideas, por el psicoanálisis, por ser
en virtud de móviles orgánicos…». judío… conflicto entre la cultura judía, pues a pesar
de ser ateo, de la que jamás renegaría, y la germánica.
Y termina su carta: Llegó el momento en que ya no se libraban su familia
de la represión: todos eran acosados por los escuadrones
«¿cuánto tiempo será necesario para que a su de las SS, su hijo Martin es detenido y encarcelado,
vez los demás se vuelvan pacifistas? No lo sabemos, su hija Anna arrestada e interrogada por la Gestapo,

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cuatro hermanas son arrestadas y trasladadas a campos Freud, Vol. XIII. Buenos Aires, Amorrortu editores.
de concentración, paso previo al exterminio. Sophie, la —Carta al doctor Frederik van Eeden (1914). L. Rosenthal.
hija favorita, murió a causa de la infección provocada Versión castellana de la biografía de E. Jones, incluye esta carta,
por aquellos desastres, las detenciones en su familia se Buenos Aires, Asociación Psicoanalítica Argentina, 3 vols.,
repitieron y destruyeron sus pertenencias. 1960, págs. 387-8.
—(1915). Pulsiones y destinos de pulsión. Obras Completas de
Definitivamente decide huir de Viena, marcha a París Sigmund Freud, Vol. XIV. Buenos Aires, Amorrortu editores,
y de allí a Londres. Allí, en 1939, llegan momentos de 1998.
inaguantable dolor y en aquel septiembre pide a su —(1915). De Guerra y Muerte: Temas de Actualidad. Obras
médico que le inyecte la cantidad suficiente de morfina Completas de Sigmund Freud, Vol. XIV, Buenos Aries,
que calme el dolor, llegando a la muerte si fuera preciso. Amorrortu editores, 1998.
Coincide con la invasión de Polonia y con ello el inicio —(1915). La represión. Obras Completas de Sigmund Freud,
de la Segunda Guerra Mundial. Sigmund Freud vivió Vol. XIV, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1998.
diversas guerras y se implicó con sus análisis y opiniones —(1915). Lo inconsciente. Obras Completas de Sigmund
públicas. g Freud, Vol. XIV, Buenos Aires, Amorrortu editores, 1998.
—(1916). «Nosotros y la muerte». Revista de Psicoanálisis –
Bibliografía Edita la Asociación Psicoanalítica Argentina - Tomo LXVII,
Diciembre 2010, Nº 4, Buenos Aires.
AA.VV. (1921). Psycho-analysis and the war neuroses. Londres, —(1915-17). Duelo y melancolía. Obras Completas de
Viena, Nueva York, The International Psycho-Analytical Press. Sigmund Freud, Vol. XIV, Buenos Aires, Amorrortu editores,
Bélilos, M. (2006). «Freud y la guerra. Entrevista con Eugénie 1998.
Lemoine-Luccioni». Virtualia. Nº extraordinario. Mayo/junio —(1920). Más allá del principio de placer. Obras Completas de
2006. Sigmund Freud, Vol. XIV, Buenos Aires, Amorrortu editores,
Braunstein, N.A. (1993). El psicoanálisis y la guerra, 129- 1998.
138. Versión mejorada y ampliada de War and defense in —(1921). Psicología de las masas y análisis del yo. Obras
Psychoanalysis, presentado en la Universidad de Columbia, Completas de Sigmund Freud, Vol. XVIII. Buenos Aires,
Nueva York. Amorrortu editores, 1998.
Breger, L. (2001). Freud, el genio y sus sombras. Buenos Aires, —(1929). «Conferencias de introducción al psicoanálisis»,
Ediciones B. parte III, Obras Completas de Sigmund Freud, Vol. XVI,
Brunner, J. (2000). “Will, desire and experience: Etiology and Buenos Aires, Amorrortu editores, 1976.
ideology in the German and Austrian medical discourse on war —(1930). El malestar en la cultura. Obras Completas de
neurosis”. Transcultural Psychiatry, 37(3), 295-320. Sigmund Freud, Vol. XXI. Buenos Aires, Amorrortu editores,
Carina Dip, P. (2018). «En torno a la ‘guerra’: Freud y Gramsci». 1998.
Teoría y Crítica de la Psicología 10, 83-103. Freud, S. & Einstein, A. (1933). ¿Por qué la Guerra? Obras
Elkin Ramírez, M. (2008). «Psicoanalistas en el frente de Completas de Sigmund Freud, Vol. XXII. Buenos Aires,
batalla. Las neurosis de guerra en la Primera Guerra Mundial». Amorrortu editores. También en Ed. Minúscula, Barcelona,
Affectio Societatis Nº 9/ diciembre/ 2008. 2001.
Falzeder, E. (2002). Sigmund Freud. Karl Abraham. González Alonso A, Sánchez de Miguel, M., Alzate Sáez
Correspondencia completa. 1907-1926. Madrid, Síntesis. de Heredia, R. (2007). «Sigmund Freud: consideraciones
Ferenczi, S. (1917). Dos tipos de neurosis de guerra (histeria). sobre la guerra». Revista de Historia de la Psicología, vol. 28, nº.
Obras completas, Tomo 2 (edición 1981). Madrid, Espasa Calpe. 2/3, 121-127.
—(1919). Psicoanálisis de las neurosis de guerra. Obras Jones, E. (1919[1921]). War shock and Freud’s theory of the
completas, Tomo 3 (edición 1981). Madrid, Espasa Calpe. neuroses. En AA.VV.. Psychoanalysis and the war neuroses. Londres,
Freud, S. (1912). Tótem y tabú. Obras Completas de Sigmund Viena, Nueva York, The International PsychoAnalytical Press.

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—(1984). Freud. Barcelona, Salvat Editores. Versión española


del original: The Life and Work of Sigmund Freud. Basic Books
Publishing Co.
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Moreno Camacho, MA. (2009). «Algunas reflexiones desde el
Psicoanálisis acerca de la guerra». Revista Electrónica de Psicología
Social Poiésis, Nº 17, Junio 2009.
Rose, N. (1990). The Psychology of War. En Governing
the soul. The shaping of the private self. Londres y Nueva
York, Routledge. Traducción castellana disponible en www.
elseminario.com.ar.

Iñaki Markez
[@] imarkezalonso@gmail.com

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