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Habilidades y Competencias en un mundo incierto

Cambio de paradigma.

Del VUCA al BANI

El contexto hace las competencias. Es decir, las habilidades blandas que se demandan en un trabajador y
en sus líderes no son las mismas dependiendo de las circunstancias. De hecho, se adaptan y se modifican
en función a ellas. Por eso es importante entender el mundo que nos rodea.

Hasta hace muy poco, en la gestión de recursos se viene usando un término creado en los años 90 en el
entorno del Ejército norteamericano para describir la sociedad y el contexto empresarial en el que nos
movemos. Se trata del entorno VUCA, que hace referencia en su acrónimo a: Volatilidad, Incertidumbre
("uncertainty", por si sigla en inglés), Complejidad y Ambigüedad.

Sin embargo, hasta la pandemia parece haber dejado desfasado VUCA. Los expertos comienzan a hablar
de BANI: Brittle (frágil), Anxious (ansioso), Nonlinear (no lineal), e Incomprehensible (incomprensible).
Entender este nuevo marco es importante para saber qué se requiere de nosotros como profesionales,
más allá de nuestras capacidades técnicas.

¿Qué ha cambiado en estos dos años?

Lo que ha cambiado, ante todo, es la estabilidad y las certezas, por precarias que fueran, en que se movía
el mercado laboral y los canales de trabajo. Hemos pasado de estar en entornos controlados y familiares,
en espacios físicos, con una relación diaria con nuestro círculo, a una rápida digitalización en el que todos
los contactos se virtualizan y las conexiones se pierden.

Estas son las principales softs skills

1. Flexibilidad: La “cintura” para no quebrarse ante los cambios es importante en un contexto BANI.
Ser como juncos, flexibles pero firmemente arraigados.
2. Adaptabilidad: Vinculado a la flexibilidad, la capacidad de adaptarse rápidamente permite
transitar con eficacia y calma hacia nuevos escenarios.
3. Empatía: Las habilidades de escucha y gestión emocional son cada vez más importantes en el
mundo empresarial y laboral.
4. Comunicación: Saber transmitir ideas, mensajes, valores… No sólo es crucial en el caso de los
líderes, sino en cada uno de los trabajadores.
5. Pensamiento crítico: No vale aceptar las cosas tal cual. Tener ideas propias, diferentes y ponerlas
en común se valora cada vez más.
6. Creatividad: Vinculado a la anterior, en un escenario cambiante cotiza alto quien proponga
soluciones inteligentes y creativas en lugar de seguir la inercia.
7. Transparencia: Hay que perder el miedo a comunicar los problemas y los desafíos; una gestión
transparente se revela un buen paso para afrontar los retos.
8. Cooperación: Contar con los demás, implicarse en el grupo y hacer sinergias; al nuevo trabajador
se le pedirá espíritu de cooperación más que individualismo.
10 Competencias laborales más demandadas en el 2023

En los últimos años se ha vivido un ambiente de alta volatilidad, incertidumbre y de grandes desafíos en
casi todos los frentes, es de vital importancia para hacer crecer nuestra empresa. Además el tener claro
que competencias laborales no pueden faltar en nuestro equipo es fundamental para contar con laborales
competentes.

En un mundo laboral que ha evolucionado rápidamente los últimos años, con el viraje profundo hacia la
digitalización de empresas y la «explosión» del fenómeno del teletrabajo.

1. Mentalidad de crecimiento:

Impulso, curiosidad, ambición. Cualquier definición es válida para definir a aquel o aquella candidata que
no se conforme con el status-quo,que no tenga miedo a tomar riesgos, hacer preguntas e intentar cosas
nuevas, todo con el fin de desarrollarse profesionalmente y ampliar los horizontes de la compañía.

2. Toma de decisiones en base a datos:

En un mundo en crisis es crucial que nuestros trabajadores (sobre todo cuando se trata de managers),
sepan cuándo, dónde y cómo elegir qué camino seguir, siempre orientado a maximizar resultados y utilizar
recursos de la manera más eficiente posible.

3. Comunicación efectiva:

Comunicarse de manera directa, ser sinceros y responsables de nuestra manera de comunicar sin dañar
los sentimientos de los demás mientras nos relacionamos, será ideal para mantener un clima laboral
óptimo y relacionarnos de manera efectiva.

4. Resiliencia:

Se trata de no solamente poder lidiar con la frustración y las negativas de la vida en general y del trabajo,
sino de poder rápidamente volver al ruedo. Un empleado o empleada ideal en estos tiempos debe poder
“barajar y dar de nuevo”, sin mayores inconvenientes.

5. Flexibilidad:

En el mismo tono que la competencia anterior, debemos apuntar a que nuestros trabajadores cuenten
con la capacidad intrínseca y de recursos, de poder (entre otras cosas), adoptar nuevas formas de trabajo
ya sea presencial o remota, utilizar nuevas herramientas y aceptar cambios en la estructura de los equipos.

6. Comodidad en un entorno digital:

Parece una obviedad pero no lo es. Ya no se trata de poder utilizar una plataforma de video llamadas o
un tablero de organización interna, sino de encontrar personas que puedan gestionar su tiempo y
desempeño laboral en manera 100% remota y en un contexto puramente virtual, operando desde la nube.

7. Alta productividad:

En un contexto social de crisis, ya mencionamos que optimizar recursos es clave, y uno de estos recursos
es el tiempo. Nuestro trabajador ideal en 2023 debe poder aprovechar al máximo y sin descuidar su
bienestar, las ocho horas diarias en las que debe dedicarse a sus tareas.
8. Compromiso:

Esto es crucial al trabajar en manera remota. A menudo sucede que fuera de la oficina, sin el contacto con
otros y la comodidad de estar en casa, es fácil tentarse a enfocarse en tareas que no son estrictamente
laborales. Asistir a reuniones, estar en línea cuando corresponde, cumplir con objetivos y poder ser
responsable de los resultados, es hoy más importante que nunca.

9. Aprendizaje independiente:

Buscar nuevas formas de realizar tareas, incorporar nuevos hábitos, consultar con colegas cómo realizan
ciertas actividades o solicitar tiempo para hacer un curso o mentoría dentro de la empresa. Todas estas y
más variables son importantes a considerar de cara a incorporar un empleado, se trata de buscar a quienes
estén dispuestos a crecer con la empresa.

10. Trabajo en equipo:

Más que nunca y en entornos 100% digitales, poder confiar en otros trabajadores, respetar sus tiempos y
contar con una comunicación clara y concisa, es un aspecto que no se debe descuidar bajo ningún
concepto. El trabajo en equipo es la herramienta clave para alcanzar objetivos de negocio. Y yo, ¿qué
puedo hacer para adaptarme?

Los softs skills tienen cada vez más peso en los procesos de selección. A pesar de no ser cuantificables, a
diferencia de la formación académica o técnica de un candidato, las empresas empiezan a buscar en este
tipo de habilidades un perfil de empleado más adaptado al entorno.

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