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·Estudio Bíblico del Libro de los Hechos·

“La profecía que David no cumplió”


-Tema de estudio de hoy-
[Hechos 2.24 al 32]
1º. -El tema principal de la predicación apostólica-

A. Como ya hemos señalado, la resurrección de Jesucristo no solo fue el tema central de la predicación
apostólica sino también es, sin duda, el punto culminante de la historia redentora.

1. Demuestra más allá de toda duda la divinidad de Jesucristo


y establece sus credenciales mesiánicas.

2. También es la garantía de nuestra propia resurrección, dice


1ªCor.6.14 “Y Dios, que levantó al Señor, también a
nosotros nos levantará con su poder.” La NTV dice: -Y Dios,
que levantó al Señor, también a nosotros nos levantará con
su poder.- [léase Jn.14.19; Ro.6.4-5; 1ªCor.15.16-23]

3. La resurrección es la prueba suprema de que Dios aceptó


el sacrificio de Jesucristo, dice Ro.4.25 “el cual fue
entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para
nuestra justificación.”

a) La NTV dice: -Él fue entregado a la muerte por causa de


nuestros pecados, y resucitado para hacernos justos
(declarados inocentes) a los ojos de Dios.-

b) Sin esta, su muerte se convierte en el acto heroico de un noble mártir, la muerte patética de un
hombre, o la ejecución de un fraude.
2º. -La resurrección de Cristo-

A. Entonces, la mayor prueba de que Jesús es el Mesías no es tanto sus enseñanzas o sus milagros, o ni
siquiera su muerte. ¡¡¡ES SU RESURRECCIÓN!!! Esta se convierte en el tema principal del sermón del
Pedro. Después de dedicar un versículo a la vida de Cristo [ver.22] y otro a la muerte [ver.23], el
apóstol dedica nueve versículos a la resurrección del Señor.
1. Los vv.23-24 forman un pensamiento relacionado.

a) Israel rechazó y crucificó a su Mesías, “al cual Dios levantó” [ver.24] Pedro explica, de manera
clara y enérgica, el punto de que ellos eran culpables por oponerse a Dios, a pesar de sus alardes
de lo contrario [Ro.2.17.20]

 Esta táctica se empleó frecuentemente en Hechos 3.14-15; 10.39-40; 13.27-30]


b) Al resucitar Jesús, Dios le soltó de “los dolores de la muerte.”, lo cual significa lit. dolores de
parto. Igual que el dolor de una mujer en la labor de parto, el dolor de la muerte de Jesús fue
temporal y resultó en algo glorioso: LA RESURRECCIÓN.

 Para los no creyentes, la


muerte es algo muy
doloroso, tan doloroso
como lo es para una mujer
la experiencia de dar a luz.
Pero el hombre no tiene
que sufrir más el dolor de la
muerte, ni tampoco temer
al sufrimiento que esta trae
consigo.

 Cristo ha conquistado y
suprimido la muerte,
haciéndola completamente
inofensiva. En realidad, para
el creyente la muerte es la
experiencia más gloriosa y
feliz, una experiencia que
simplemente sobrepasa la
imaginación humana [léase
Jn.5.24; Heb.2.14-15]
c) Dios liberó a Jesús de la muerte “por cuanto era imposible que fuese retenido por ella.” La
muerte era impotente de retenerlo por varias razones:

 Primera, no podía retenerlo debido al


poder divino. Jesús era -la resurrección
y la vida- [Jn.11.25], quien destruyó
“por medio de la muerte al que tenía el
imperio de la muerte, esto es, el diablo”
[Heb.2.14]

 Segunda, la muerte no podía retenerlo


debido a la promesa divina. Jn.2.18-22
nos lo registra. Nuestro Señor lo
manifestó a los discípulos en Lc.24.46.

 Por último, la muerte no podía retener


a Jesús debido al propósito divino. Dios
ha diseñado que su pueblo este con Él
por toda la eternidad. A fin de hacer
eso, ellos deben pasar por la muerte y
salir al otro lado. Jesús debió ir primero
para hacer ese camino [léase
1ªCor.15.16-26]. Ya que Él vive, su
pueblo vivirá para siempre [léase
Jn.14.19]
3º. –Salmo 16 un pasaje profético-

A. A fin de confirmar aún más que la resurrección era el plan de Dios para el Mesías, Pedro cita un
pasaje profético de Sal.16.8-11. Aunque escrito por “David” el pasaje habla proféticamente del
Mesías en primera persona [por ej. Sal.22]

1. Describe la confianza plena en Dios mientras miraba la cruz. Su declaración en el ver.25 “veía al
Señor siempre delante de mí” es la clave para esa confianza. Jesús mantuvo su enfoque en Dios
sin importar qué sufrimientos le llegaran.

a) Él sabía que debido a que Dios estaba a su “diestra, no” seria “conmovido.”

b) La -diestra- simboliza protección. E una ceremonia de Bodas, el novio se coloca a la derecha de


la novia.

c) En el mundo antiguo un guardaespaldas permanecía al lado derecho de quien estaba


protegiendo. En esa posición podía cubrir con su escudo a su protegido y aun tener el brazo
derecho libre para pelear.
2. Debido a su confianza en la protección de Dios, el Mesías pudo decir: “mi corazón se alegró, y se
gozó mi lengua” [ver.26] Ni siquiera la perspectiva de la cruz pudo frenar el gozo de Jesús [léase
Heb.12.2]

a) Además, otra razón para el gozo del Mesías fue su confianza en que también su “carne (cuerpo
físico) descansará en esperanza (plantar una tienda)”, esto expresa la seguridad del Mesías de
que podía encomendar su cuerpo a la tumba con la confianza plena de que resucitará otra vez.
3. La declaración de Sal.16 que viene a continuación de la razón para la confianza del Mesías, dice
el ver.27 “porque no dejarás mi alma en el Hades.”

a) La palabra griega -Hades- en el NT


equivale al término hebreo del AT -Seol-
. Pedro aquí lo utiliza en un sentido más
general de morada de los muertos. Las
almas de los hombres son inmortales y
nunca van a la sepultura. El cuerpo es el
único que va allá porque es la única
parte del cuerpo que es hecha de polvo
[Gén.2.7; 3.19; Stg.2.26] Todas las
almas fueron en un tiempo al Seol o al
Hades, separadas por compartimientos
[Lc.16.19-31] Cristo rescató las almas
justas del infierno y las llevó al cielo
consigo cuando ascendió a lo alto [Heb.2.14-15; Ef.4-8-10] Ahora el alma que es salva va
directamente al cielo al morir la persona [2ªCor.5.8; Filp.1.21-24; Heb.12.23; Ap.6.9-11] Las
almas impías continúan yendo al infierno hasta la resurrección [Is.14.9; Ap.20.11-15]

b) La frase expresa la confianza de Cristo de que no quedaría cautivo en el reino de los muertos.
Dios tampoco “permitirá” (dejaría) que su “Santo (título mesiánico) vea corrupción
(putrefacción)” Durante esos tres días en la tumba, el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo no
experimentó corrupción, pero fue levantado de la muerte como un cuerpo eterno, inmortal, de
carne y hueso, no como ser espiritual [Lc.24.37-43; Jn.20.25-29; Zac.13.6; Hch.1.11]
4. En el ver.28 se nos dice: “Me hiciste conocer los caminos de la vida” es decir, a la resurrección.
Como consecuencia de la resurrección, el Mesías pudo afirmar: “me llenarás de gozo” al
experimentar la “presencia” de Dios.
4º. –La profecía que David no cumplió-

A. Ahora Pedro llega al meollo de su argumento. Dirigiéndose una vez más a los judíos como “varones
hermanos.”, les recuerda “confiadamente” que “el patriarca David” murió y fue enterrado. Es más, su
“sepulcro” proporcionó evidencia visible de que él no había cumplido la profecía de Sal.16. No
obstante, David hablaba como “profeta” (vocero de Dios) no de sí mismo. Él sabía “que con juramento
Dios le había jurado que” uno “de su descendencia” se sentaría en su trono. Promesa que se declara
en el 2°S.7.11-18.

1. David, entonces, “viéndolo” por anticipado, “habló de la resurrección de Cristo” de quién, a


diferencia de David, “su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.”
Deseo concluir este estudio diciendo: El razonamiento de Pedro sobre Sal.16 se puede resumir de la
siguiente manera:

 El Salmo habla de una resurrección. Sin embargo, ya que David no resucitó, no pudo haber hablado
de él mismo. Por tanto, en el Salmo David habla del Mesías. En consecuencia, el Mesías resucitó de
entre los muertos.

 Pedro comunica ahora su poderosa conclusión en el ver.32 “A este Jesús resucitó Dios, de lo cual
todos nosotros somos testigos.”
“Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus muros, Y el
descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros. Diré yo: La paz sea contigo.”
Salmo 122:6-8

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