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Unidad 12

Primeros Auxilios

Formación y
orientación laboral
Índice Formación y orientación laboral | UNIDAD 12
Primeros auxilios

12.1. Principios Generales en la Aplicación de Primeros Auxilios: Protocolo de


actuación
12.1.1. Principios Generales
12.1.2. Protocolo de actuación ante una situación de emergencia
12.1.3. El botiquín

12.2. Proteger Avisar y Socorrer (PAS), las tres claves de los Primeros Auxilios

12.3. Actuación de primeros Auxilios: Clasificación de los heridos

12.4. Técnicas de primeros auxilios en función de las lesiones


12.4.1. Heridas
12.4.2. Heridas leves
12.4.3. Heridas graves
12.4.4. Quemaduras
12.4.5. Hemorragias
12.4.6. Fracturas
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Primeros auxilios

Introducción
En esta unidad adquiriremos los conocimientos básicos necesa-
rios para ayudar en caso de accidente laboral o cualquier
situación de urgencia en el lugar de trabajo hasta la llegada del
personal especializado.

Para ello analizaremos las tres claves de los primeros auxilios.


Proteger, alejar al accidentado y a nosotros mismos de la fuente
de peligro, avisar a los servicios de emergencia y socorrer,
proceder a la atención directa de la persona accidentada.

Además, en caso de tener que auxiliar a más de una persona,


aprenderemos a realizar el triaje mediante el que se lleva a cabo
una rápida clasificación de los heridos. De esta manera se estable-
ce la prioridad de atención que requiere cada uno de ellos.

Por último, aprenderemos las distintas técnicas de primeros


auxilios en función de las lesiones. El protocolo de actuación
ante cada una de ellas.

Al finalizar esta unidad


+ Estudiaremos los principios generales en la aplicación de
primeros auxilios. El protocolo de actuación ante una situa-
ción de emergencia y el contenido del botiquín con el que
debe contar la empresa.

+ Conoceremos las tres claves de los primeros auxilios; Prote-


ger, Avisar y Socorrer (PAS).

+ Determinaremos la actuación de primeros auxilios y la clasi-


ficación de los heridos.

+ Analizaremos las diferentes técnicas de primeros auxilios


en función de las lesiones, heridas, heridas leves, heridas
graves, quemaduras, hemorragias y fracturas.

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Primeros auxilios

12.1.
Principios Generales en la
Aplicación de Primeros Auxilios:
Protocolo de actuación

12.1.1. Principios Generales

Una empresa debe tener en cuenta que, dependiendo de su


actividad, se puede encontrar con una serie de situaciones de
emergencia, que es necesario analizar para así poder deter-
minar qué recursos humanos y materiales son necesarios
para actuar ante las mismas, teniendo en cuenta además otros
factores como pueden ser los tipos de tareas a desarrollar, el
número de empleados, u otros factores de riesgo o sinies-
tralidad entre otros que se pudieran dar, teniendo en cuenta
además la coordinación necesaria con el sistema público de
protección civil.

Y una vez analizada dicha situación, debemos tener presente


que la prestación de los primeros auxilios tiene unos objetivos
básicos que son:

1. Preservar la vida de la persona accidentada.

2. Paliar el dolor en la medida de lo posible.

3. Intentar evitar otras lesiones


consideradas como
secundarias como pueden ser las infecciones entre
otras complicaciones.

Primeros Auxilios: Aspectos Generales y Concepto

Tal y como hemos podido ir viendo en unidades anteriores, la


labor de prevención tanto por parte de los empresarios, como
de la administración y los propios trabajadores ayuda a evitar
o minimizar posibles perjuicios, en casos de que se pueda dar
alguna situación que desemboque en posibles daños para
un trabajador durante el desempeño de sus funciones en la
empresa.

Sin embargo, a pesar de que podamos tener planificado un


plan de prevención detallado, esto no impide que se puedan
dar una serie de situaciones adversas que puedan llegar a
ocasionar determinados daños tanto a los trabajadores como
a cualquier persona en general, y que éstos puedan llegar a
suponer incluso un cierto perjuicio tanto a la vida de la persona
como a su integridad física en general.

Por lo tanto, dependiendo de que seamos capaces de actuar


de forma inmediata ante estos posibles casos, es posible que
varíe la gravedad de las consecuencias de forma considerable.
Lo que hace imprescindible que contemos con unos ciertos
conocimientos que nos permitan actuar inmediatamente en
el caso de encontrarnos ante determinados accidentes, enfer-
medades súbitas o cualquier otra casuística similar, mientras
esperamos la llegada del personal sanitario especializado al
lugar de los hechos.

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De manera que, tal y como indican las distintas instituciones


y organizaciones tanto de ámbito nacional, europeo como
internacional, resulta fundamental que todos los ciudadanos
seamos capaces de actuar ante dichas situaciones, teniendo
para ello al menos, unas nociones básicas y primarias de cómo
hay que llevar a cabo las distintas actuaciones que compo-
nen los primeros auxilios ya que nos podemos encontrar en
cualquier situación de nuestra vida real (sea laboral o no) con
determinadas circunstancias que requieran de la necesidad
tanto cívica como moral de nuestra actuación ante cualquier
enfermedad repentina o posible accidente que pudiera surgir
en un momento determinado.

Así que, debemos tener presente que, poseer un conoci-


miento básico de determinadas técnicas de primeros auxilios
será beneficioso tanto para nosotros a nivel particular como
de forma generalizada a cualquier persona que se pudiera
encontrar ante la necesidad de nuestra ayuda en un momento
puntual.

12.1.2. Protocolo de actuación


ante una situación de emergencia

Tal y como hemos indicado, en cualquier momento puede surgir


una situación de emergencia que requiera de la aplicación de
primeros auxilios y debemos tener en cuenta que, en algunos
casos, la vida o muerte de una persona puede depender de la
decisión de aplicar dichos auxilios y la manera de hacerlos.

Por lo tanto, lo primero que debemos hacer si nos encontra-


mos ante una situación de emergencia es:

1. Mantener la calma para poder actuar de una forma


serena, pero con rapidez, tratando en todo momento de
tranquilizar a la persona accidentada.

2. Es importante examinar el lugar donde ha sucedido el


accidente de forma rápida y comprobar si existen otros
peligros como pueden ser riesgos eléctricos, o gases
tóxicos entre otros, y en el caso de ser así, eliminarlos
y sólo en el caso que sea imprescindible, trasladar a los
heridos a otra zona sin peligro. En el caso de tener más
de un accidentado hay que clasificarlos como expli-
caremos más adelante para poder atender primero a
aquellos que se encuentren más graves.

3. No debemos mover a un herido, salvo en el caso que


hemos indicado en el punto anterior, en el cual es estric-
tamente necesario para apartarlo de una situación de
riesgo. En ese caso, hay que trasladarlo con extremo
cuidado, comprobar su estado y proporcionarle los
cuidados que sean necesarios hasta que llegue ayuda
especializada.

4. Debemos examinar al accidentado de forma detallada,


comprobando el estado de consciencia, la respiración, el
pulso, si existe alguna hemorragia a simple vista, heridas
o fracturas entre otras como también indicaremos más
adelante.

5. Si nos encontramos ante una víctima que no responde,


debemos solicitar ayuda, y abrir las vías aéreas y si aun
así no respira, avisar inmediatamente a Emergencias (112)

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6. No debemos hacer nada más que lo imprescindible,


como curas que sean simples, hasta que llegue el perso-
nal sanitario especializados (servicios médicos).

7. Hay que intentar mantener caliente al accidentado, si


es posible, abrigar a la persona accidentada, tapándolo
con abrigos o mantas si se tienen disponibles.

8. En el caso en el que se encontrara vomitando, hay que


intentar poner la cabeza de lado para evitar que penetre
en el aparato respiratorio.

9. Es importante que no le intentemos dar nada de beber a


una persona aparentemente inconsciente ya que podría
ahogarse.

10. Intentar no dejar solo al accidentado salvo que otra


persona requiera de ayuda por presentar una gravedad
mayor.

11. Intentar evitar lo que se conoce como shock, el cual


se caracteriza por la caída de la presión arterial lo que
dificulta la llegada de la sangre y su oxigenación, Lo
primero que debemos hacer en este caso, es además
de evitar que pierda la temperatura abrigándolo como
hemos indicado anteriormente, hay que mantenerle en
posición horizontal, decúbito supino. Y si se comprueba
que no hay pulso hay que iniciar la reanimación cardio-
rrespiratoria de forma rápida.

Es importante que el empresario adopte las medidas que se


consideren oportunos en materia de primeros auxilios forman-
do e informando a los trabajadores y designando en su caso un
socorrista laboral voluntario.

12.1.3. El botiquín

Todas las empresas deben contar con un botiquín portátil,


además, en aquellos centros de trabajo en los que cuenten
con más de 50 trabajadores, o más de 25 que se encuentre
realizando trabajos peligrosos, que se encuentren ubicados
en un lugar en el que sea complicado llegar a un centro de
asistencia, deben disponer de además del botiquín, de una
camilla y una fuente de agua potable.

El botiquín debe contener una serie de materiales que se


consideran básicos como son: desinfectantes, antisépticos,
gasas estériles, vendas, pinzas, guantes desechables, tijeras,
esparadrapos, alcohol de 90º, gel hidroalcohólico, termóme-
tro, tiritas o bolsa de frío entre otras.

Todos los elementos del botiquín deben encontrarse de forma


ordenada y etiquetada y deben ser revisados de forma perió-
dica para sustituir aquellos que sea necesario en caso de
caducidad y reponer lo antes posible. También se aconseja
incluir en el botiquín un listado de los teléfonos de urgencia
más cercanos.

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12.2.
Proteger Avisar y Socorrer
(PAS), las tres claves de los
Primeros Auxilios
Claves de los primeros auxilios

Una vez que conocemos el protocolo inicial, y para realizar


una correcta actuación en cuanto a la aplicación de los prime-
ros auxilios, otorgando el orden adecuado a las actuaciones
indicadas anteriormente, es importante que conozcamos en P Proteger
qué consiste la conocida como técnica PAS¸ que corresponde
a las siglas de los tres principios básicos que hay que aplicar + Tú mismo.
ante cualquier situación que requiera de una actuación de + El entorno.
auxilio y que son: Proteger, Avisar y Socorrer.
+ Al accidentado.

› Proteger. Lo primero que debemos hacer, es intentar


alejar tanto al accidentado como a nosotros mismos
como persona que lo está auxiliando, de la fuente de A Avisar
peligro. De manera que es necesario señalizar la zona
donde ha tenido lugar el accidente, identificando la
Llama al 112:
fuente del peligro tratando de eliminar las posibles
amenazas tanto para nuestra vida como para la persona + Informa sobre el estado
accidentada y no mover al accidentado salvo que sea del accidentado.
absolutamente imprescindible. En el caso de que fuera + Informa sobre el lugar
totalmente necesario desplazar a la persona acciden- exacto.
tada, debemos tener en cuenta que hay que mantener + No cuelgues hasta que
recto el eje cabeza-cuello-tronco. te lo indiquen.

› Avisar. Una vez que hemos realizado las medidas de


protección del accidentado, lo siguiente que tenemos
que hacer, es avisar a los servicios de emergencia (112) S Socorrer
y facilitarles la información de lo sucedido de la forma
más clara posible intentando aportar de forma detallada Valoración 1ª:
tanto el estado del accidentado y sus síntomas, como el
lugar exacto donde deben acudir a prestar sus servicios. + Conciencia y respira-
ción (RCP si preciso).
Ya que debemos tener en cuenta que dependiendo de
la exactitud de los datos que facilitemos a los servicios
de emergencia, pueden depender las consecuencias en Valoración 2ª:
las que el accidente puede derivar. + Cabeza, tronco y extre-


midades.
Socorrer. Tras haber realizado los dos primeros pasos
explicados previamente, llega el momento de llevar a
No mover si es posible.
cabo el tercero que es en el que debemos proceder a la
atención directa de la persona accidentada.

Lo primero que se debe hacer con el accidentado, es realizar una


primera actuación de forma veloz y dinámica, que nos permita
llevar a cabo una valoración inicial de su estado de conscien-
cia, respiración, pulso y comprobar si tiene alguna hemorragia
visible, heridas o fracturas de gravedad entre otros.

En cualquier caso, como hemos repetido en varias ocasiones,


debemos transmitir al accidentado calma y tranquilidad,
informándole en todo momento de todos los pasos que
vamos a ir realizando para ayudarle y que ya hemos avisado a
los servicios sanitarios en el caso de que sea necesario, pues
al transmitirle al accidentado esta tranquilidad, facilitará por su
parte un estado de relajación que puede resultar tan crucial
como la actuación sanitaria directa.

Tal y como recomienda el European Resuscitation Council (ERC


2021), es recomendable mantener una mínima oxigenación de
los órganos vitales y pare ello es necesario realizar un conjunto
de auxilios básicos y actuaciones, es lo que se conoce como
Soporte Vital Básico.

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Protocolo PAS
(Proteger, Avisar
y Socorrer)

Avisar al 112

Valorar consciencia
(sacudir, gritar)

Con respuesta Sin respuesta

Comprobar respiración (OVACE)


Valorar la respiración
Valoración secundaria (10 s ver, oir, sentir)

Respira No respira

PLS R.C.P. (30 compresiones


- 2 ventilaciones)

Imagen 1. Valoración primaria dentro del PAS

Al valorar el estado de conciencia, tendremos que buscar


signos vitales, valorando si la víctima responde a estímulos o
no, sacudiéndola de forma suave por los hombros y pregun-
tándole con un tono elevado de voz como se encuentra, o que
ha sucedido.

› Si responde, a través de movimientos y/ o palabras la


dejamos en la posición en la que está, siempre que no se
exponga a mayores peligros y vamos comprobando su
estado, intentando en la medida de lo posible concretar
cuál es su estado y cuáles pueden ser sus dolencias. Y
se solicitara ayuda al 061 o 112.

› Si no responde, se efectuarán estímulos más intensos e


incluso dolorosos y si no se consigue respuesta alguna
convendremos que la víctima se encuentra inconsciente
y debemos solicitar ayuda sin abandonar a la víctima.

Al comprobar la respiración, se pueden dar dos situaciones:

› Si respira con normalidad, controlaremos otras lesio-


nes como la existencia de hemorragias y colocamos en
posición de recuperación o posición lateral de seguridad
(PLS), siempre que no haya sufrido traumatismos, ya que
en este caso no podríamos mover a los heridos, a no ser
que este expuesta a peligros mayores. Procederemos a
llamar para pedir asistencia médica y vigilaremos regular-
mente del estado de respiración y de la persona en sí.

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› Si no respira con normalidad. Intentaremos pedir ayuda,


si nos encontramos a solas tendremos que llamar al
servicio de emergencia 112 sin apartarnos de la víctima
y comenzaremos con las maniobras de recuperación
cardiopulmonar.

Cuando vamos a realizar la comprobación de la ventilación


deberemos comprobar que no existan cuerpos extraños en el
conducto de respiración. En caso de que haya una obstruc-
ción deberemos de aplicar el protocolo de actuación en caso
de obstrucción de la vía aérea por cuerpo extraño (OVACE)
conocida como maniobra de Heimlich.

La maniobra de Heimlich es una técnica de desobstruc-


ción de la vía aérea que consiste en realizar 5 compresiones
abdominales para empujar el cuerpo extraño hacia la tráquea
y la boca para expulsarlo. La maniobra la comenzaremos con
5 golpes interescapulares seguidas de las 5 compresiones
abdominales.

Las compresiones las realizaremos en la boca del estómago,


realizando un movimiento de compresión hacia adentro y hacia
arriba, consiguiendo desplazar el diafragma. Cuando desplaza-
mos el diafragma hacia arriba conseguimos que comprima los
pulmones, aumentando la presión del aire que se encuentra en
las vías respiratorias; es decir, simula una tos artificial cuando el
paciente ya no puede respirar.

Imagen 2. Maniobra de Heimlich (adultos y bebés)

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A tener en cuenta

› En niños podremos colocarnos de rodillas, a la altura del


niño, para poder hacer la maniobra de forma efectiva y
cómoda.

› En mujeres embarazas o personas muy obesas, las


compresiones serán torácicas y no abdominales

› En lactantes las compresiones son torácicas y sujetan-


do la cabeza del bebé con nuestra mano y apoyado en
nuestro antebrazo.

Cuando se encuentra inconsciente y no respira comenzaremos


con la maniobra de recuperación cardio pulmonar más conoci-
da como RCP, siguiendo el siguiente desarrollo:

› Para evitar la hipoxia, podremos utilizar una cánula de


Guedel de instalación bucofaríngea que levanta la base
de la lengua, siempre que dispongamos de ella.

› Abriremos la vía aérea a través de la maniobra frente


mentón, cada vez que vayamos a insuflar aire.

Imagen 3. Maniobra frente-mentón

Finalmente, se procederá al masaje cardiopulmonar que


podréis observar con la siguiente imagen.

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Masaje cardiado - RCP

1. Arrodíllate a un lado del paciente.

2. Coloca al paciente decúbito supino (boca arriba) sobre


una superficie dura.

3. Coloca el talón de una mano sobre el punto de presión


en la mitad inferior del esternón (apófisis xifoides) y el
talón de la otra mano sobre la primera mano, entrela-
zando los dedos de ambas manos.

4. Mantén los brazos rectos y utiliza tu propio peso corpo-


ral para hacer la compresión.
Imagen 4. Colocación de las manos
5. Realiza presión sobre el esternón hacia abajo, con la para el masaje cardiaco externo
fuerza necesaria para desplazar el esternón unos 5 o 6 cm
hacia abajo a un ritmo de 100 compresiones por minuto.

6. Por otro lado, hay que combinar las compresiones con


las insuflaciones, boca a boca o boca nariz.

7. Se realizan a un ritmo de 30 compresiones torácicas y 2


insuflaciones. Se aconseja cambiar de reanimador cada
dos minutos, ya que es una técnica agotadora. Si no se
consigue ventilar, no perdemos el tiempo y pasamos a
efectuar las compresiones torácicas.

Este tipo de acciones que se realizan sin ningún tipo de equipa-


miento, se le conoce como Soporte Vital Básico (SVB). Las
maniobras de reanimación las seguiremos hasta que llegue la
ayuda, hasta nuestro agotamiento o hasta que la víctima se recupe- Imagen 5. Colocación de las manos para el
re. En este último caso, colocaremos a la víctima en Posición Lateral masaje cardiaco externo. Brazos rectos
de Seguridad (PLS) reevaluando continuamente su estado.

La Posición Lateral de Seguridad o PLS

En el caso de tener que poner a una persona en posición lateral de


seguridad (PLS), se hará con el objetivo de que no se atragante con
los fluidos que necesite arrojar por la boca. En la próxima imagen
mostraremos como se adopta dicha posición de seguridad.

Boca - boca/nariz 2º. Masaje cardiaco


Imagen 7. Posición Lateral de Seguridad (PLS) 1º Iniciar RCP con 5 con dos dedos con
ventilaciones lentas los pulgares en el
durante 1 segundo apéndice xifoides
Tal y como vemos en las imágenes, debemos poner el brazo más de duración. (mitad inferior del
próximo a la persona que está ayudando a la víctima en ángulo esternón) En niños 15:
2 personal entrenado.
recto con el cuerpo, con el codo doblado y la palma de la mano
hacia arriba. A continuación, hay que traer el brazo que se encuen-
Imagen 6. RCP en niños
tra más alejado cruzando por encima del tórax y apoyando el
dorso de la mano contra la mejilla del lado contrario de la persona
accidentada. Después se debe agarrar con la otra mano la pierna
más alejada y ponerla justo por encima de la rodilla, levantándo-
la y manteniendo el pie apoyado en el suelo para poder girar el
cuerpo, hasta que finalmente quede de lado dejando el dorso de
la mano del lado externo de la mejilla de la víctima.

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12.3. Actuación de primeros Auxilios:


Clasificación de los heridos
Los distintos riesgos a los que cualquier persona se puede
encontrar sometida pueden variar mucho dependiendo de
múltiples factores, de manera que la forma de actuar ante
dichas situaciones también debe ser múltiple y variada. Por lo
tanto, tener una buena preparación en materia de primeros
auxilios es esencial para cualquier persona, y en el caso concre-
to de la empresa, facilitarla a sus trabajadores, ya que, dicha
preparación, permitirá abordar distintas situaciones realizan-
do diferentes actuaciones según sea el caso, lo que permitirá
afrontar con mayor seguridad cualquier posible accidente o
enfermedad súbita con la que nos podamos encontrar y actuar
intentando contrarrestar y tratar los posibles efectos tales
como quemaduras, caídas, cortes, mareos o cualquier otro
que se pudiera dar, con la mayor eficacia posible.

Por otra parte, debemos tener en cuenta también, que, depen-


diendo de las circunstancias, nos podemos encontrar con que
la actuación de socorro sea demandada por una sola perso-
na o por varias personas de forma simultánea, y esto es algo
que tenemos que ser capaces de constatar a través de un
primer análisis rápido de la situación inicial.

En el caso en el que tan sólo una persona precise nuestra ayuda,


le atenderemos de forma inmediata, no obstante, si nos encon-
tramos ante una situación en la que varias personas requieren de
nuestra intervención en materia de primeros auxilios, a la misma
vez, tendremos que realizar lo que se conoce como triaje.

Cuando hablamos de triaje, debemos conocer, que se trata


de una técnica a la que hace referencia un término de origen
francés, y en la cual hay que realizar una rápida clasificación
de heridos que nos permita garantizar la supervivencia del
mayor número de ellos en función de la prioridad de atención
que requiera cada uno. Por lo tanto, a través del triaje, se
pretende atender en el menor tiempo posible al mayor número
de víctimas implicadas en el suceso, mediante maniobras
imprescindibles y sencillas, hasta que lleguen refuerzos y/o
asistencia sanitaria especializada en su caso.

En esta técnica se suelen utilizar una serie de cartulinas de


diferentes colores que identificarán y agruparán a las personas
accidentadas asignándoles una prioridad para su atención, a
través de lo que se conoce como código internacional de
colores y que es el que se indica a continuación:

Triaje: código internacional de colores

Rojo Amarillo Verde Negro

Representa la máxima prioridad. Los heridos precisan de cuida- Los accidentados son capaces Personas fallecidas.
El herido precisa para su super- dos pero su superviviencia no de valerse por sí mismos, por lo
vivencia, una atención médica depende de ellos, no obstante que en el caso de tener heridas
de forma inmediata. Se trataría precisan de una evacuación o síntomas éstos son leves y
del caso por ejemplo de perso- para una mejor atención. En tras una exploración médica
nas con hemorragias severas o este caso es importante estabi- pueden continuar con sus
quemaduras graves entre otras. lizar al accidentado. tareas.

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12.4. Técnicas de primeros auxilios


en función de las lesiones

12.4.1. Heridas

Lo primero que debemos saber es que, una herida es una


rotura o desgarramiento de la piel que se puede producir por
un traumatismo y que puede afectar o no a otras estructuras
subyacentes como pueden ser vasos sanguíneos o huesos
entre otros.

En el caso de que nos encontremos con un accidentado que


presente heridas, es importante saber ofrecer la asistencia en
cada caso, dependiendo de la importancia que presenten las
mismas y para ello hay que tener en cuenta la profundidad,
extensión, dónde se encuentra y si están sucias o limpias entre
otros factores.

Es importante intentar como regla general que las manos se


encuentren limpias antes de tocar cualquier herida y utilizar
materiales desechables y estériles en la medida de lo posible.

12.4.2. Heridas leves

Aquellas heridas que sólo afectan a la capa más externa de la


piel y no presentan ningún factor de gravedad específico, son
las que se consideran como leves.

En el caso de este tipo de heridas, lo primero que debemos


hacer es desinfectarla para lo que procederemos a limpiarla
con agua y jabón o suero fisiológico siempre desde dentro de
la herida hacia afuera y una vez limpia hay que aplicarle un
antiséptico que sea incoloro para que nos permita observar si
existe alguna posible infección, se recomienda la clorhexidina.
No son recomendables el alcohol o el agua oxigenada, por su
efecto irritante.

En el caso de que el ambiente no se encuentre contaminado,


dejaremos la herida descubierta para favorecer el proceso de
cicatrización. En el caso de que el entorno se encuentre conta-
minado o con suciedad de manera que exista un riesgo de
infección, se debe tapar con una gasa sujeta con esparadrapo.

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12.4.3. Heridas graves

En el caso de que nos encontremos ante heridas que afecten


de forma extensa a los ojos, las manos, la nariz, la boca, zonas
genitales o incisiones en articulaciones, abdomen o tórax,
estaríamos hablando de heridas graves.

En este caso hay que controlar el estado general del acciden-


tado y realizar un seguimiento de sus signos vitales. A
continuación, hay que buscar los puntos más dolorosos de las
heridas y comprobar si existen síntomas de fracturas, hemorra-
gias o contusiones y actuar de la manera más adecuada en
función de la situación concreta que nos encontremos.

En este tipo de heridas si debemos intentar cubrir y aplicar


presión directa sobre la herida con una gasa húmeda o apósito
que debe ser más grande que la propia herida. En el caso de
que no tuviéramos a nuestra disposición ningún tipo de gasa o
apósito, podemos intentar buscar un trozo de tela o un pañuelo
limpios e intentar realizar un vendaje con ellos para trasladar
lo antes posible al herido a un centro sanitario donde lo pueda
atender personal especializado.

Cuando el accidentado presente heridas profundas en el tórax,


lo primero que debemos hacer, es intentar taparlas de la forma
más rápida posible, con material que no sea transpirable y
mantener a la víctima semisentada. En el caso en el que dicha
herida se encuentre en el abdomen, hay que intentar taparla
con un gran trozo de tela previamente humedecido realizan-
do una presión y vendaje leve. Es importante que sepamos
que, si el objeto que ha causado la herida se encuentra dentro,
nunca podemos intentar sacarlo ya que esto puede causar un
daño mayor tanto en otras estructuras, como de aumentar el
riesgo de hemorragia. Al igual que en el caso anterior, también
se debe trasladar a los accidentados de forma urgente a un
centro sanitario.

Se puede dar el caso de determinadas heridas en las que el perso-


nal sanitario decidirá si procede aplicar una vacuna antitetánica.

El protocolo de actuación general en heridas graves será el


siguiente:

Este tipo de heridas llegan a tejidos internos y pueden afectar


a órganos clave, por lo que su tratamiento debe ser más cuida-
doso y su tratamiento requiere atención especializada. Los
primeros auxilios que podemos aportar hasta que pueda llegar
la ayuda especializada, serán:

› Avisar a los servicios de emergencias.

› Retirar la ropa que pueda obstaculizar el acceso a la herida.

› Localizar la hemorragia y detenerla, aplicando presión


directa sobre la zona.

› Taponar la herida con gasas o compresas estériles hasta


la llegada de los profesionales.

› Mantener la presión sobre las gasas y, si se empapan


de sangre no la retiraremos, sino que se colocarán más
gasas por encima de la primera (si se retiran las prime-
ras gasas arrastraríamos los primeros coágulos que se
forman al taponar la herida).

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Primeros auxilios

› Si la hemorragia esta contralada, retiramos nuestras


manos y aplicamos vendaje compresivo.

› Si la compresión directa no es efectiva o no practica-


ble se aplicará torniquete en extremidades y, en zonas
donde no se pueda aplicar torniquete, utilizaremos un
agente hemostático tópico con presión directa.

› Una vez controlada la hemorragia, colocar a la persona


afectada en una posición lo más cómoda posible.

› Comprobar que órganos pueden verse afectados.

› Nunca extraer objeto clavados, sino asegurarlos en


posición fija para evitar que se produzcan daños mayores.

› Esperar a la llegada de los servicios de emergencias.

12.4.4. Quemaduras

Por quemaduras entendemos, a aquellas lesiones que se


producen por lo general, por la sobreexposición de calor sobre
los tejidos del cuerpo humano.

Dentro de los distintos tipos de quemaduras que podemos


encontrar, se pueden clasificar de la siguiente manera:

Cuando nos encontramos ante un accidentado que presenta


una serie de quemaduras, lo primero que debemos hacer, es
Clasificación de las Quemaduras

Primer grado Segundo grado Tercer grado

Aquellas que afectan a las capas de la piel Pueden producir ampollas con un líquido Pueden llegar a cuasar daño tanto a los
más superficiales. Suelen presentar enroje- amarillento y pueden afectar a la dermis e nervios como a los músculos y el tejido graso.
cimiento. hipodermis. En este caso producen una destrucción total
de la epidermis, dermis e hipodermis, así
como necrosis de las glándulas sudoríparas
y los folículos pilosos.

alejarlo de la fuente de calor y seguidamente intentaremos


establecer qué tipo de quemadura tiene la víctima y si no se
está seguro, se tratará como una quemadura grave, por lo que
tendremos que llamar al número local de emergencias (112).

Hay que evitar que una persona que tiene fuego corra, ya que
esto hace que se aviven las llamas. Por lo tanto, en el caso de
encontrarnos con un herido ardiendo, hay que intentar cubrirlo
con una manta y que ruede por el suelo. Y además es importan-
te que, salvo que la ropa se encontrara impregnada en líquido
inflamable o algún otro tipo de producto químico, nunca hay
que quitársela al accidentado. En grandes quemados se retira-
rá aquella ropa que no esté pegada y lo cubriremos con una
abrigo o manta para evitar la hipotermia.

En cualquier caso, si nos encontramos ante quemaduras leves,


es importante que, además de alejar la fuente del calor como
hemos indicado anteriormente, que se lave la zona quemada
con agua templada y limpia durante unos 10 minutos aproxi-
madamente y después cubriremos con un pañuelo limpio o
gasas estériles que, a ser posible, se encuentre empapado con
suero fisiológico.

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Primeros auxilios

Hay que tratar al accidentado con mucho cuidado para que


no se rompan las ampollas y nunca se debe usar ni alcohol, ni
algodón ni agua oxigenada en las heridas.

En el caso de que se trate de quemaduras graves, se debe


trasladar de forma urgente a un centro sanitario para que lo
pueda atender personal especializado.

La aplicación de los primeros auxilios será el siguiente:

› Neutralizar el agente causante del daño (llama, electrici-


dad, químicas, etc).

› Pediremos ayuda llamando al 112.

› Si la ropa está en llamas, taparemos al a victima con una


manta o podemos hacerla rodar por el suelo hasta que
se apague la llama.

› Retiraremos la ropa que no esté pegada a la piel de la


víctima.

› No se le dará ni comida ni bebida al accidentado.

› Retiraremos los anillos, pulseras y relojes que puedan


comprimir y conservar el calor del accidentado.

› No aplicaremos antisépticos, medicamentos, cremas,


aceites, hielo ni ningún remedio casero en las quema-
duras graves.

› En las quemaduras por productos químicos, sí que


aplicaremos abundante agua en la quemadura al menos
20 -30 minutos, sin salpicar otras partes del cuerpo.

› No tocar las ampollas en las quemaduras.

› Comprobar que la persona está respirando. Si fuera


necesario, comenzar las maniobras de resucitación
cardiopulmonar.

› Debemos prevenir el shock. Si la persona no tiene lesión


en el cuello, cabeza, espalda o la pierna, la colocare-
mos en decúbito supino elevando la parte del cuerpo
quemada por encima del nivel del corazón y cubriremos
a la persona con una manta o abrigo.

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12.4.5. Hemorragias

Una hemorragia, supone la salida de sangre fuera del sistema


circulatorio.

Nos podemos encontrar con tres tipos de hemorragias que son:

› Internas. En este caso, la sangre no sale al exterior y se


trata de un tipo de hemorragia muy grave. Es necesa-
rio mantener al accidentado quieto en decúbito supino
y vigilando los signos vitales. Aplicar paños de agua fría
sobre la zona afectada mientras acuden los servicios
sanitarios a los que hay que avisar urgentemente. Es
importante no darle de beber al paciente y protegerlo
del frio, calor y retirar las prendas que puedan oprimir el
cuerpo.

› Externas la sangre en este caso sale al exterior, a través


de una herida que se encuentra abierta. Debemos
taponar la zona con un apósito limpio y presionar para
tratar de detener la hemorragia.

En el caso de que ni con esta presión se detuviera la


hemorragia, hay que intentar realizar una compresión
arterial para intentar cortar la circulación de la zona y
si esto tampoco la detiene habría que intentar realizar
un torniquete. Para el torniquete se puede utilizar un
pañuelo y un palo, de manera que, al hacerlo girar corte
el flujo de sangre de la zona. En el caso de que tuvié-
ramos que realizar un torniquete como último recurso,
debemos anotar la hora en la que se realizó y nunca
debemos aflojarlo.

› Exteriorizadas: Este tipo de hemorragias se caracterizan


por ser internas, pero pueden producir salidas de sangre
de manera secundaria a través de orificios naturales
(oído, nariz, boca, vagina, ano, etc.).

Es importante que sepamos que, las zonas de comprensión


arterial se encuentran en el cuello (sobre la vena carótida), en
la cara interna del brazo (arteria humeral), en el muslo (donde
se encuentra el triángulo de Scarpa y la arteria femoral).

Además, el hecho de que un accidentado presente una


hemorragia de oído, puede ser síntoma de un traumatismo
craneal, por lo que es muy importante no moverlo, así como
facilitar la salida de sangre y controlar en todo momento los
signos vitales mientras llega la ayuda necesaria que puede
que lo traslade al servicio de neurología.

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12.4.6. Fracturas

Una fractura, supone una rotura del hueso, ya sea completa o


incompleta.

Existen varios tipos de fracturas.

› Aquellas fracturas que además presentan una herida, lo


que puede representar un riesgo de posible infección y
que se denominan fracturas abiertas.

› Las fracturas cerradas son aquellas en las que no hay


herida y la piel se encuentra intacta. En estos casos
debemos tener mucha precaución si hay que mover
al accidentado ya que pueden existir fragmentos de
huesos que son puntiagudos y pueden atravesar el
músculo o dañar algún vaso sanguíneo.

Ante una fractura, lo primero que debemos hacer es, además


de tranquilizar a la persona accidentada, inmovilizar la zona
que se encuentre afecta, y nunca intentar recolocar en su sitio
el brazo, sino que debemos avisar a los servicios sanitarios
para evacuar al accidentado a un centro hospitalario donde
realicen el diagnóstico y tratamiento adecuado, según el crite-
rio del personal especializado.

Para realizar las inmovilizaciones hay que tener en cuenta las


siguientes situaciones:

› Fractura de mano: hay que colocar la mano encima


de una tablilla o similar que sobresalga de la muñeca y
poniendo el brazo en cabestrillo.

› Fractura de hombro: es importante sujetar el brazo


contra el tórax con el cabestrillo.

› Fractura de brazo: hay que inmovilizar el hombro y el


codo con cabestrillo y en este caso la función de férula
la realiza el tórax.

› Fractura de codo: Intentar mantener la misma posición


de manera que en el caso en el que el codo esté flexio-
nado, se debe utilizar un cabestrillo, y si está extendido
una férula.

› Fractura de vértebras: en ese caso hay que mantener al


accidentado a temperatura adecuada y tumbado sobre
su espalda mientras se espera a los servicios especiali-
zados.

› Fractura de cráneo: Intentar una evacuación urgente a


un centro hospitalario y mientras llega la ayuda especia-
lizada, poner al herido en posición lateral de seguridad
(PLS).

› Fractura de pierna y rodilla: hay que inmovilizar,


bloqueando con férulas y ligaduras, tanto el tobillo como
la rodilla.

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