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EDAD MEDIA - Apuntes de Rufino
EDAD MEDIA - Apuntes de Rufino
1 Introducción.
1.1 Contexto histórico: filosofía y cristianismo.
No debemos olvidar que el cristianismo es en primer lugar una religión, y sólo posteriormente aparece una
filosofía cristiana. El cristianismo se vio forzado a hacer filosofía para enfrentarse a los sistemas doctrinales
rivales (el neoplatonismo o el estoicismo) o para precisar su propia terminología y mantener la unidad de la
doctrina ante una diversidad de sectas cristianas.
En el momento, pues, en que se produce el encuentro consciente entre filosofía y cristianismo surge el
problema de las relaciones fe-razón: es decir, puesto que la filosofía es búsqueda del conocimiento –o
explicación de la realidad- llevada a cabo por el hombre desde sí mismo, apoyándose en sus recursos
cognitivos (o razón), y el cristianismo parte de que sus contenidos (al menos los fundamentales) vienen
dados por la fe (que es concebida como gracia divina en forma de revelación), pudiera suceder que ambas,
fe y razón, no coincidieran. En ese caso habría que deslindar qué corresponde a la fe y qué a la razón. Hay,
pues, un debate o conflicto entre razón y fe de enorme trascendencia ontológica, gnoseológica, política,
ética, etc. que históricamente ha ido variando en función de las circunstancias científicas, eclesiásticas,
sociopolíticas y filosóficas.
Por otro lado, se conoce como literatura patrística a los escritos cristianos de los primeros siglos que
ayudaron a la elaboración de la doctrina, y cuya obra ha sido asumida por la Iglesia. La patrística tendrá por
misión, pues, elaborar una terminología religiosa precisa y unificada, y acabar con las distintas disputas entre
las sectas.
Se distinguen tres etapas en la actuación de dichos padres:
hasta el año 200: son conocidos como los padres apologetas (Justino, Taciano e Ireneo). Se
caracterizan por la defensa del cristianismo contra el paganismo y la gnosis (la salvación es posible
vía conocimiento, luego no es necesario ser redimidos);
del 200 al 450: esta etapa se conoce como patrística media (San Agustín y Orígenes), que se centra
en la elaboración de la doctrina; y
del 450 en adelante (hasta Beda el Venerable, 735, para la Iglesia latina, y hasta Juan Damasceno,
754, para la Iglesia griega). Se caracteriza por ser un periodo de reelaboración y sistematización de la
doctrina. Con la excepción de Pseudo-Dionisio, su relevancia filosófica es escasa.
2.1.1 Introducción.
El conocimiento de la verdad ha de ser buscado porque aporta la verdadera felicidad, puesto que pone en
relación el alma con Dios a través de las ideas. [bienaventurado: el que goza de Dios en el cielo mediante
visión directa y en la tierra de forma indirecta a través de las ideas). San Agustín ve el conocimiento en
función de un fin, la beatitud.] Solamente el sabio puede ser feliz, y la sabiduría requiere el conocimiento de
la verdad. Buscó la verdad porque sintió la necesidad de ella, y al considerar retrospectivamente su propio
desarrollo a la luz de lo logrado, lo interpretó como una búsqueda de Cristo y de la sabiduría cristiana, como
la atracción de la belleza divina.
[La certeza de lo que conocemos viene dada por la experiencia interior, por la autoconciencia.]
Resumiendo:
El proceso intelectual de San Agustín está determinado por un proceso de conversión moral (del paganismo
al cristianismo). La evolución la entiende como el resultado de un afán de verdad que le lleva a la sabiduría
misma -que es Dios, y que encuentra en el interior de sí mismo-. Sólo si el hombre alcanza la verdad, la
sabiduría (o verdad en sí misma -en sentido griego-), logra la felicidad.
Al analizar el conocimiento, San Agustín distingue tres niveles:
a) Conocimiento sensible [ver las cosas, en su multiplicidad]. Se trata del conocimiento que tenemos de las
cosas a través de nuestros sentidos. (Éstos son modificados por influencia de las cosas y esta
modificación llega al alma por medio del cuerpo, y de este modo hay conocimiento.) No se trata de un
conocimiento fidedigno, ya que mientras la verdad y el ser son algo inmutable, las cosas son mudables o
corruptibles.
b) Conocimiento racional. [conceptos: hacerse una idea de las cosas comparándolas con las ideas] [Razón
inferior que razona a la luz de los sentidos.] Consiste en una elaboración efectuada por la razón a partir
de los datos de los sentidos, de la sensación. La razón compara estos datos con los [posibles] modelos de
las cosas, es decir, con las ideas de la mente divina que han dado lugar a la creación y así puede emitir
juicios sobre las cosas. Sólo el hombre puede alcanzar este conocimiento, pues posee un alma racional.
c) Conocimiento contemplativo. [ver las ideas mismas] [Razón superior que razona a la luz de la las ideas]
Es el más alto grado de conocimiento. En él se alcanza la contemplación de las ideas eternas en su misma
realidad, tal cual son. Por tanto, sin necesidad de los datos de la sensibilidad ni del razonamiento. Se
trata del auténtico conocimiento, del conocimiento objetivo de la sabiduría. Este conocimiento sólo se
alcanza en el interior del hombre mismo: es la presencia de Dios en cada hombre. Las ideas eternas, a
diferencia de Platón, no son autónomas, existentes por sí mismas en un mundo aparte, sino que están
en la mente divina, son los pensamientos de Dios [es ésta la única forma de admitir las ideas para un
cristiano].
Para alcanzar este nivel de conocimiento es necesaria una asistencia venida del exterior que lo haga posible.
De la misma manera que el sol nos permite ver las cosas, tiene que haber una especie de luz que posibilite la
visión de las ideas. Es lo que se llama iluminación. Su papel consiste en iluminar la mente finita humana para
que sea capaz de alcanzar lo inmutable (el fundamento de la verdad y del ser), aquello que está más allá de
su propia naturaleza limitada y mudable. Esta iluminación afecta a la parte más noble del alma humana, la
ratio superior, allí donde es posible y se da la sabiduría.
La iluminación actúa en la mente humana, que es donde el hombre puede descubrir la Verdad. Esta Verdad
no consiste en la contemplación de la esencia divina o de Dios mismo, sino el descubrir por medio de la luz
natural –la razón, puesta por Dios-, las verdades esenciales, las que necesita el hombre para alcanzar la
felicidad. (El hombre no contempla a Dios sino los pensamientos de Dios, las ideas, gracias a su razón, que
Dios le ha dado. En este sentido, el hombre descubre a Dios en su interior, en tanto que halla su huella.)
[En San Agustín no aparece todavía una demarcación clara entre fe y razón (ni parece preocuparle): en un
primer momento, la razón ayuda al hombre a encontrar la fe de manera que la razón está subordinada a la
fe: ayuda a inteligir las verdades reveladas, las verdades de fe.]
CUESTIONES
1. Resume el contenido de este texto y define tres de los términos subrayados.
2. Expón la concepción del conocimiento (relaciones entre fe y razón) o la
concepción antropológica de San Agustín.
3. Describe brevemente el contexto cultural en que vivió San Agustín.
4. Relaciona la concepción del conocimiento (relaciones entre fe y razón) o la concepción antropológica de
San Agustín con otro planteamiento gnoseológico o antropológico que conozcas como, por ejemplo, de
Platón, Aristóteles, Santo Tomás, Descartes, Kant, Marx o Nietzsche.
5. Escribe un breve ensayo sobre algún problema que el texto te haya dado que pensar para tu concepción
del conocimiento o del hombre.
SOLUCIÓN
5. Escribe un breve ensayo sobre algún problema que el texto te haya dado que pensar para tu concepción
del conocimiento o del hombre.
Ensayo sobre teoría del conocimiento
La novedad que introduce el texto de Agustín respecto a los de Platón y Aristóteles consiste en que la teoría
del conocimiento tiene que resolver en primer lugar las relaciones entre fe y razón:
¿Puede la fe ser guía de la razón? ¿Puede haber contradicción entre la fe y la razón? ¿Puede la razón pensar
libremente si se admiten las verdades de fe?
Los contenidos de la fe ¿son universales?, ¿han de aceptados por todo el mundo?, ¿se pueden transmitir a
otras personas?, ¿cómo?, ¿por la persuasión o por la fuerza?
SANTO TOMÁS DE AQUINO (1225-1274)
1 Introducción.
1.1 La escolástica.
En principio, escolástica no se refiere a ninguna corriente específica de pensamiento, sino a la enseñanza
que en la Edad Media (V-XV) se practicaba en las escuelas monacales, episcopales (escuelas catedralicias) o
palatinas y más tarde en las universidades. En estas escuelas encontramos pensadores de diversas
tendencias (platónicos, neoplatónicos, agustinianos, aristotélicos, etc.), por lo que no cabe hablar de la
escolástica como un fenómeno en singular sino plural. En esta línea podemos distinguir la escolástica
cristiana, la escolástica musulmana y la escolástica hebrea –con diversos matices dentro de cada una de
ellas-.
Sin embargo, se suele reservar el término <<escolástica>> para la filosofía cristiana medieval, es decir,
aquella especulación teológico-filosófica que se cultivó y desarrolló en las escuelas y universidades cristianas
medievales que buscaba la fundamentación racional de lo que previamente se había aceptado por la fe. La
escolástica no se propone la investigación o descubrimiento de la verdad, puesto que ésta ya es conocida
por la revelación, sino aproximarse lo más posible a su comprensión. En este sentido lo tomamos aquí.
En la filosofía escolástica cristiana suelen distinguirse tres etapas o periodos que cubren seis siglos (IX-XIV)
de pensamiento occidental:
a) Periodo de formación, hasta el siglo XII.
b) Periodo de apogeo o madurez, siglo XIII.
c) Periodo de crisis o decadencia, siglo XIV.
En una primera fase del periodo de formación, la tarea principal consiste en recopilar textos antiguos (Biblia,
Santos Padres y escritores de la antigüedad), convencidos de que contienen un saber que es preciso asimilar.
A partir de los comentarios de éstos, van surgiendo las primeras sistematizaciones de esta filosofía: Escoto
Erígena (810-877), San Anselmo (1033-1109), Pedro Abelardo (1079-1142) y Pedro Lombardo (1100-1164).
El periodo de madurez se caracteriza por las grandes síntesis doctrinales teológico-filosóficas. Con éstas se
logra una idea más clara del papel de la filosofía, de su función relativamente autónoma en el conocimiento,
afirmando una menor dependencia de la teología. Aristóteles, traducida del griego al latín casi la totalidad de
su obra, se convierte en el maestro de todos a quien citan como el filósofo, si bien pervive con corrientes no
aristotélicas. Las universidades son los centros culturales más importantes. Santo Tomás es el autor más
destacado de este periodo.
El periodo de decadencia es visto por muchos historiadores como una consecuencia crítica del intento de
llevar a cabo una empresa imposible: la conciliación entre fe y razón, entre explicación racional y revelación.
Es una época de revisión y crítica de lo que se había hecho el siglo anterior: tratar de sintetizar fe y razón. Los
pensadores de esta época, con Guillermo de Ockham (1280-1349) y el maestro Eckhart (1260-1327/28) a la
cabeza, defienden la peculiaridad de los contenidos religiosos favoreciendo, indirectamente, la autonomía
de la filosofía que tiene que encontrar su propio camino frente a la teología. Este nuevo camino de la
filosofía será el que inaugure la filosofía moderna, siendo Descartes (1596-1650), como veremos, uno de los
primeros en transitarlo.
1
La esencia es compuesta de materia y forma (excepto en los ángeles que son pura forma sin materia) y es potencia (de recibir la
existencia). La existencia es el acto (el acto de existir, actus essendi, , acto de esse).
2.2.2.3 Tercera vía o de lo contingente y lo necesario (Aviceniana, también aparece en
Maimónides).
Parte de que hay cosas contingentes (cosas que existen pero que bien podrían no existir), para remontarse
hasta algo necesario por sí mismo. Es decir, algo que por sí mismo tiene que existir es algo en que el existir
es su constitución misma, que es pura existencia, luego el "ipsum esse" es, existe.
2
De nuevo se muestra la inspiración agustiniana-neoplatónica del pensamiento de Tomás: la imperfección como ausencia de ser.
3
Tomás de Aquino considera siempre la relación causa-efecto como una jerarquía en la que la causa es superior al efecto. De aquí nace
el principio de la imposibilidad de una serie infinita de efecto a causa, y ésta a su causa, etc. Dentro de un mismo grado, buscar la causa
de lago en otro algo del mismo grado permite racionalmente una continuación hasta el infinito.
COMENTARIO DE TEXTO DE FILOSOFÍA
La tercera vía considera el ser posible o contingente y el necesario y puede formularse así. Hallamos en la
naturaleza cosas que pueden existir o no existir, pues vemos seres que se producen y seres que se
destruyen, y, por tanto, hay posibilidad de que existan y de que no existan. Ahora bien, es imposible que los
seres de tal condición hayan existido siempre, ya que lo que tiene posibilidad de no ser hubo un tiempo en
que no fue. Si, pues, todas las cosas tienen la posibilidad de no ser, hubo un tiempo en que ninguna existía.
Pero, si esto es verdad, tampoco debiera existir ahora cosa alguna, porque lo que no existe no empieza a
existir más que en virtud de lo que ya existe, y, por tanto, si nada existía, fue imposible que empezase a
existir cosa alguna, y, en consecuencia, ahora no habría nada, cosa evidentemente falsa. Por consiguiente,
no todos los seres son posibles o contingentes, sino que entre ellos, forzosamente, ha de haber alguno que
sea necesario. Pero el ser necesario o tiene la razón de su necesidad en sí mismo o no la tiene. Si su
necesidad depende de otro, como no es posible, según hemos visto al tratar de las causas eficientes, aceptar
una serie indefinida de cosas necesarias, es forzoso que exista algo que sea necesario por sí mismo y que no
tenga fuera de sí la causa de su necesidad, sino que sea causa de la necesidad de los demás, a lo cual todos
llaman Dios.
Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 1q.2.a.3. Traducción de Raimundo Suárez, Editorial B. A. C., t. I,
Madrid, 1957.
CUESTIONES
1. Resume el contenido de este texto y define tres de los términos subrayados.
2. Expón la concepción del conocimiento (relaciones entre fe y razón) o la
concepción teológica de Santo Tomás.
3. Describe brevemente el contexto cultural en que vivió Santo Tomás.
4. Relaciona la concepción del conocimiento (relaciones entre fe y razón) o la concepción teológica de Santo
Tomás con otro planteamiento gnoseológico o teológico que conozcas como, por ejemplo, el de Aristóteles,
San Agustín, Descartes, Kant o Nietzsche.
5. Escribe un breve ensayo sobre algún problema que el texto te haya dado que pensar para tu concepción
de la realidad.
SOLUCIÓN
5. Escribe un breve ensayo sobre algún problema que el texto te haya dado que pensar para tu concepción
de la realidad.
La concepción de la realidad de Tomás de Aquino presenta una naturaleza creada por Dios y por tanto
subordinada a Dios. Los seres de la naturaleza son, sin embargo, un camino (el de la razón, el otro camino es
la fe) por el cual los hombres llegan a conocer la existencia de Dios.
¿Crees posible una demostración racional de la existencia de Dios? ¿Esta demostración puede partir de los
sentidos externos, como en Tomás de Aquino? ¿O la cuestión de Dios ha de ser más íntima e interior, de la
conciencia, como en San Agustín?
¿La naturaleza es algo imperfecto y subordinado a Dios? ¿O entiendes la naturaleza como algo perfecto y
valioso por sí mismo? Puedes comparar, por ejemplo, la concepción de la naturaleza y del hombre en la Edad
Media y en el Renacimiento.