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tor, de mareado “Noobstante, entre tos nics 2000 7 2008 existe una serie de iniciativasinves- ssgadoras queee aproviman 2 las comunicaciones méviles desde la perspectivit so- ¢iocnliurai, bien-con-un-entoque-avolutive (Agar, 2003); desde una perspéctiva ‘ceneraé deseriptiva:tirown er ai.; 2001), con un-enfoque conceptual diseiplinar fGenver 20027 5 enforatiae n-se-integracién-en la Sociedad. de la Informacion ido grupo de estudios centradas en la investigacién de sociales en general (Plant, 2000; Katz y Aakhus, raceiones grupales y coordinacién vida privada/trabajo (Grant y Kiesler, 2000), sobre los usuarios adolescentes (Rautiainen, 2000; Eldridge y Grinter, 2001; Fortunati et al., 2003) o sobre aspectos de género ( jos como los de Haddon (2008), que continiia ag iniciados por Silverstone, de Goggin (2008) su vigeneia a medida ispositive movil y su incidencia soc! Jizan: por ejemplo en New Tech, New Ties: How Mobile Coinmunicat es: haping Social Cohesion (Ling, 2008); 0 Katz (2008), con su Handbook of Mobile Communication Studies (2004); Hartmann, Hotlich y Kossler (2009) con After the Mobile Phone? Gosyin y Hjorth (2007), con Mobile Media; 0 K. Nyiri (2007), VANAAQIS sidad de Sydney) ido por Judy Wajem cocecccccecccocaoccoaoccocacocccce’e ‘somunicacién mévil se integra como linea de investigacién transversal a variog fen Ia prensa espafiola 0 os SMS en el 11-M. Menci \aborda tempranamente cuestiones de desarrollo del mercado de las comunica- (CHiones méviles que ilustran Ia emergencia del medio mévil. |S Bn 2006 arrancabames, con el Grupo de Investigacién en Comunteacién So- 1 de los usuarios sobre (Aguado y Martinez, 2006, ‘Scolari, Navarro, Garefa y Pardo Kuk lunya: actors, eontingut ~Nelovante al papel de las comunicaciones méviles en relacién a los contenidos “de ocio (GAPTEL, 2006). Desde 2007 empi 1 estudios sobre el “el periodisme (Pai G Doel audiovisual (Aguilera y Mere, 2000), con algunos enfoques desde la pers a I mismo tiempo, el trabajo de Claudio Feijéo en el Institute nological Studies dependiente de la Joint Research Comm- ‘que vislambran el dispositive mévil eomo un afadido teenolégico) yaa) ‘otros que conceden wn protagonismo especifico al medio movil, recogiendo las cualquier caso, més que proporcionar wna cronelogéa detallada de corrientes, investigadores y contribuciones, busca antes ilustrar hasta qué punto el con junto de curiosas agolpados al borde del eréter de aquel voleén aparentemente tranguilo conformaba un grupo abigarrado y heterogéneo. Después del estallido: la cuarta pantalla sdbamos. Apenss dos jzacién dela telefonin “Apple lanzaba su iPhone y, al {jar con él el esténdar de smart mnaba para siempre no séle las comunicaciones interpersonales, si nido. Otros dos aftes y Apple vol de dispositive —Ia tableta— que abria w ano en sus apenas tos anos de existencit soplantacion pedximia e easo ge oundacitn Tletinic, 20% teibucién, acense | 1 um ed In matratenn acter de noevo media, Pe g, ‘Asi os trow Saree Seen rasmus 38a para atenaar ona autinen 1859 | UG do madio plantands or Me Sin del ca amos de igo, nvr olan 1 pare le preceo de deinicien de snlons eaten ve mie ito interet trun 900 coneciar 9.90 es apenas dos anos para vender 50 millones de unidates 2 ae aera de ls ciate horas diaras de exposieign a [os meios a 2012 Hey sumidor estandar, dedicamos de media 108 minutes $i Sen phone y S7 minutos diarios al consumo en tab terre ia 0 e1 34% det tiempo de exposicién a medi aa omimutos dedicados a internet en la sobremesa, 10s 92 61a teu wean uatio a los 35 mimutos/dia de exposicién media a prensa PE aa o13), La denominada cuarta pantalla resulta ser, pues, la primer primeras, si atendemos a la diversidad de dispo como se argumenta & fexcluyente, cayo uso se ecen la aparicién de nuevos formatos de productos o servicios) ‘caso de Ia consolidacién de las ido y aplicaciones (app ternative a ott cere fate tad, una pantalla social, expansiva y envolvente, que Panel ferente como modelo de distribucién de contenido y acceso a servicios —que deride ride mucstrasinteraesiones cotidianas con una fusiGn sinswlay 0° factualmente se expande a otros dispositivos, como el televisor conectado, las cae easidn y contenido y que, por es0 mismo, tiende a incluir en sus even deo videojuegos, las cémaras de fotos o los propios ordenadores de so- ae ae otras pantaliasy otras formas de consumo, De ahi su povencial com? bremesa— sino que han constituido la base para un mercado en crecimiento que cease tenovacién ¥ como centro de gravedad de convergencia cle funcionc se expande hacia el sector de los contenidos (Bloem, Van Doorm, Duivestein y formatos y modelog en torno al contenido. Sjastrim, 2013). La denominad: “de las apps» movid en Estados Uni ‘No estamos, pues, dnicamente ante un nuevo soport {dos eh 2011 cerca de medio millén de puestos de dient eaian mis on el que ubicar el despliegue de contenidos tradicionales, Not ‘de 18.000 millones de délares (Mandel, 201! caer rena nueva forma de aprovechar los escenarios y ritos de consume exis- lumen de negocio de 25.000 millones de délares, cae saat paisaje mediético hasta la fecha. Se trata de un nuevo medio dotade ap 1019). En Espa, a. entido de actores definidos y relaciones caracte- es {60 y Martinez, 201 ‘eran ya 2,7 mi ‘andicign mediética —institucional, >= Andlogamer sl econcepto de medio movil hace refe- “tispoeitives eomputacionales de pequesio tamano que permiten 2 ae ade caimension tecnologiea) a contenidas o servicios comercializadas XZ {onal} en t6rmainos de consumo cultural (dimer bajo y un volumen de nego- 1013, se perfila un vor ue el 39% procede de relativa, el fenémeno \ciones en tabletas (AB! en 2011 Ia economfa de las apps incose a la barrera de los 10 | en cualquier caso, un euadro trata de un mercado inexis- ccontexta de crisis. fen el esosistema de las indus 508 derivados ‘leanzé a nivel testo de uso y de situacion. Sobre estas premisas, a frontera que separa a dis positives méviles y dispositives personales, a medida que éstos ineorporan nue- imo, es eada vex més estrecha. global los 150.000 ide un 40% superindose la ‘de aplicaciones descargadas 1a teenol6gica. La fica en ou doble dimensién econdmica e institucional, por eusnto arti ; ee TNT EEE TT TS — ceccoccacct! CCE CC ECE ECE EO CEC EEC CE OO industria del contenide: The New York Times, rineipales editoriales norteamericanas), Warner Bros Ty Times Ine. (Lee, 2012). De la cuarta pantalla al medio liquido la potencia insospechada de su desarr’ “a ta, ademas, caracteristicas diferes Dinestable, adaptable, le confiere ventajas, pero tambi Fla perspeetiva de los mereados tradicion: rntenida, En cierto modo po- ‘demos hacer aqui nuestra la reflexion ba fa a propasito de la moxderni- ‘dad liquida (Aguado y Martinez, 2012). fo a la metafora de lo liauido ion 1¢ implantacién, el medio ‘fuider, ‘tes definidos —, coherente con Ia lgica de enfocar algunos de los. En el dmbito de los fo om [Cypermanente proveso de transformacién, resultado inestable de caine formatos adaptados de otros medios y a innovacién Tidad, pero tambien de 1a fas Bn el eccsistema movil Lalas "= pabia eonstituido la base Pra ererRy Tra ¢ ‘de distribueién basados en. Sjucién del relato en mundos @ marcos narrat una caracteristi este pinto cor 2 La naturaleza hibrida de Modo de consumo y acceso al cont e loneole ccosclemo -digetet stows iphones y tabletas no excluye que otras tecnolo- igen eon raiarna concept desarrollo del «internet de las lenominadlas wearable technologies (eaya encarnacién més re seporimento de Google Glass) son buena muestra de el on emerge del . por la asimetria en el posiciona- ves, que determina un proceso de re-intermediacién de los JJaramente desventajoso para los medios convencionales Jad que a lor de los eontenidos por Ios usuarios (ea ‘aun soporte, un dispos supone un desal contemplamos x tmismas del ecosi ‘en cucstién. Contexto y estructura Conviene, :. 2012). «Where the Jobs Are: The App Beononiy», Tech amet: httpz/ivww technet.org/wwp-content/uplonds/2012102/T% ‘obs-Study-pat Costa, 8. (2008). «Pat D. (2006). Mass Communi Gy Sorensen, H. (2004). «1 ne users of mobile phones 1. (2008). «Ciberperiodisme mévil: el peso especifico de la cuarta pantalla en el rama informative intemnacionals. Re-presentaciones. Periodismo, Comunicacién siedad (2) 4, 73-91. (2000). On the Mobile. The Effects of Mobite Telephones on Social and Individual Disponible en internet: http:/www.mnotorola.com/mot/documents/0,1028,533,00. of Children and Teenagers: Case Finland ‘and Branding in Contemporary fia Productions. ‘of Communication, 3, 586-608. Disponible nternet: httpy/ijoc.org/ojs/index.php/ijoclarticle/viewFile/477/396 13).Nay ransmedia. Cuando todos los medios cuentan. Deusto, Barcelona, jarro, H., Garcia, L, Pardo, H., Soriano, J. (2003). «Comunicacis i dispositius mo- a Catalunya: actors, continguts i tendénciess. Consell de Audiovisual de Cata- ya, Recerca i Quaderns del CAC. Jarre, HL, Pardo Kuklinski, H., Garefa Medina, I y Soriano, J. (2009), «Marketing Mirae Cataluna: mapa de ectores, contenidos y tendencias», Pensar lo Publicidad, 1, 147-162. Ey Analytics, (2018). Global Mobile Media Forecast 2012. MA, Boston. FF Date (2012). «Informe sobre apps en Espafia. Tercer cuatrimestre de 2012. se nible on internet: http/imadrid.theappdate.cominforme-apps-septiembre-2012 Me (2007) eTelefonia mv: la cuarta ventana». ZER, 12(29), 199-217. "TE (2008), Mobile Strategies: Understanding Wireless Business Models, MVNOs “d the Growth of Mobile Content. Futuretext, 1 Los actores en el ecosistema movil Andreu Castellet y Claudio Feijéo 1.1. Introduecién: del jardin a la plataforma El entomno actual de los contenidos y aplicaciones méviles no es consecuencia directa del desarrollo lineal y planificado de un modelo i ino que ha sur- gido como resultado de Ia evolucién vivida en el negocio de las telecom nes y su confluencia con otros mercados —como el de las industrias Ies—. Una evolucién con saltos teenolégicos —generaciones—, vaivenes regulatorios y una considerable influencia de actores inicialmente ajenos al Ambito mévi telefonia movil analégica (primera gen viles, 1G) aparece en la década de 1980 como un sei y mas tarde con vocacién de consumo masivo, en torno a los iderado por los antiguos monopolios teleténicos surgidos de los respecti cados nacionales. Bs desde esta primera generacién cuando se pone en marcha el Tamado «eireulo virtuoso de Ins 8 in de comunicaciones mé- acién y competencia uevas inversiones (Ramos n de las comunicaciones mé- ando se produce una en marcha una timida . Un escenario en el que to- 27 ‘con los mercados tradicionales atin permaneceria toda la década practicamé La tinica exeepeisn a este estado de cos: rado- en la evolucién del ecosistema mé y un primer ej spe lo constituyen los mensajes cortos Gervicio de mensajeria corta, SMS). Es un primer servicio de datos que el di- sefo técnico de los sistemas de comunicaciones dejé fundamentalmente para establecer un canal de intercambio de informacién de control y que cuando los, operadores lo pusieron a disposicién de los usuarios aprovechando la incipiente digitalizacién de esta segunda generacién (2G) de comunicaciones m6 puso un éxito tan intenso como imprevisto. ‘En paralelo con estos primeros pasos de las comunicaciones méviles, tenian lugar desarrollos en el mundo de los datos que mas tarde se revelarian como claves en la evolucién del ecosistema mévil. En particular, en internet, la confi- guracién actual de la red, con el arranque del World Wide Web Council en 1994, toma impulso. Sin embargo, muchas de los gigantes del negocio de la informatica y las telecomunicaciones parecen no comulgar con la idea de una red univer- sal y proliferan las apuestas por las redes propietarias: desde Compuserve hasta ‘America Online (AOL), pasando por un Microsoft que tampoco cree en internet ¥ apuesta por orientar su negocio hacia su propia red, The Microsoft Network (MSN). En Bspaiia, Telefonica se orienta en un sentido parecido, buscando crear ‘un Smbito de oferta controlada al mismo tiempo que se abrian las puertas a una conexin a internet en general. Ninguno de estos intentos particulares termina por afirmarse como alternativa a internet. Sin embargo, s{ lo consigue un shere- dero» mévil de esta aproximacién. De hecho, en 1999, NTT-DOCOMO lanza en Japén el servicio mévil i-mode, llegando a alcanzar los 20 millones de suseripto- res en dos afios (Fransman, 2003), Se trataba de un servicio digital de datos —denominado de 2,5G para senalar su situacién a medio camino entre la se gunda y tereera generacién de comunicaciones méviles— que cor nar el interés de usuarios, desarrolladores de servicios y de contenidos. Era un lo, accesible y seguro que la red de redes. Con €1 nacfa el modelo de «jardin valladoe (Jaokar y Fish, 2006), donde el usuario aceptaba restricciones —no estaba exactamente en el navegaban los ordenadores de todo el mundo—a cambio de una muy interesante oferta de servicios y contenidos, todo ello a partir de teléfonos de prestaciones, muy inferiores a pero que anticipaban el interés de Gisponer en cualquier momento y lugar de acceso a servicios de datos y no camente a serv ese patio particular queera del jucs fijaban quién y eémo podta ofrecer ap! 28 pasando por Vodafone y ATS&T—, en muchos casos en Japonesa intentaron importar el modelo, jspanes +=Preferian —segsin W. red de valor nueva que eontrolaran antes que existente que no controlaran» (2010: 270). Ss gue eumnacs sito del i-mode también sivi6 de inspiracin para e lane torcera generacién (3G) de comunicaciones méviles Ep logar acomienzas de la désada de 2000, Siguiendo le lgien ls poradores de comunicciner mies aumento as expectativas de negocio— invrtieron, aun con dudao sbre le po des de un internet movi odo daar on ade tro radioelétrico y en Ia puesta en funcionamicnte de mucvas tes, y eon eapacisad para ir mao al pasar a un negocio de nuevo cut relevancia en que podian eae ancha, dejando a de dispositivos hecho, opera principios del itré en repensar el wra los ya maduros evos! 29 ‘Ay Gooule con su sistema Android, p -jaodeTo de platatormas que ha dado forma al e Las plataformas méviles, en eite ea en > servicios, fanciones y contenidos agrupados en tone a '~ es, liderada ya soa por un sistema operative —el Andro tes, en el esquema de plataformas es “res, y especialmente se modifi tipologia depende sobre to mismo (Gawer, 2011), de consigue apoyandose en un Ggreacién de informacién; Apple. se bas Cada uno po ‘propenen el desan jenda de aplicacio- the Google—o por el iyo al iPhonefiPad movido por et 1OS— ‘Android existfan todos Tos componentes ‘Nokia se puede decir que fue pioners en ‘no basta con disponer de Tos ingredien- wyo la relaeién entre los diferentes acto- tipo de liderazgo. fo pera que les diferentes tipos de actores que ‘Bn las plataformas hay espa ~ comeibayen desarrelladores de todo tipo de software y de contenidos, PO ~, Gores de dispositivos, operadores de telecomunicaciones, considerables ventajas y oportunidades de su interacc fetcétera— obtengan mutua, Su diferente evide Las actividades que el Iider se reserve para sf Jo en que se regula el acceso alos clientes finales fon modesto ejercicio de obser ‘ontre los dos lideres del mer~ Vera a partir de sus dispositivos, Google lo Prema operativo vineulado con sus servicios de ny on el control férre0 de sus bases ‘dos y apps a través de iTunes y ls ’ @e datos de clientes, a los que ‘vende conteni fs a Sark de datos de cen ee tamen amar cine metinntons Gov a ‘ta informacién personal explicita de eign comercial pinentacién contextual y conductual i idoe, servicios y publicidad a anuncian- Sehasa en combinar los tres elementos, tambil ferentes. Por ejem- or que los usuarios de iPhone gastan més can mnée tiempo a Tos medios social ote similares prestaciones (Advertising for poseedores de smartphones Andrei ‘Age, 2013). wp éxito masivo de los teléfonos pletas— ba impulsa mejore sobre todo en ‘a la denominada 3,5 pmunieaciones moviles argo, también ha tral .gentes —y més recientemente I espa de eomunicaciones méviles se dad dando ingar 30 cecosistema mévil, ya que en el mismo compiten y eolaboran nu: ites de sectores como Las teleco- ‘de la informacién, tal como © ‘con propiet meros0s agentes tanto conten jente apartado. “iaformas méviles agrapan las relaciones entre vontral del canal de distribucién de contenidos ie denominadas tiendas de aplicaciones (app tema operativo, del que dependen mmo la interfaz de usuario. As, ademas de Imente externas y no pocas veces tensas) plataformas méviles articulan el hardware de ‘acceso (dispositivos méviles. stema operativa y su interfaz de usua- se an software de gestién del contenide/aplicaciones que también opera come TIehnento de control de la actividad del usuario (recopilando informacion sobre eins y Timitando las formas de inggreso y ejecucién con el fin cgracién de contenido ajeno a le plataforma) y, fnalmente, tun kit de ode software (0 SDK) con el lenguaje y parémetros de pro- ramacién propios de la plataforma. Las tiendas de aplicaciones y conten Brerie de canal de distribucion, ejercen el rot de agregadores, tal y como esp Cifleamos mas abajo. A estos tema de pago y facturacién integrado y, en oc taria que ofrece a los desarrolladores 1a posi sae aticaviones como via de fnanciacién compartida con ta plataforma (ver anitalo 10), Las plataformas més consolidadas (especialmente sauél catategia pasa por distribuir contenidos en diferentes tipos de di tienden, ademds, a ofvecer servicios de almacen: con los operadores de redes, ‘A titulo de ejemp! Store) integra el hardware ( sistema operativo iOS, el software de ‘Tunes como Soft y contenidos. Adicionsl- Ya plataforma ad ‘softtoare de Google Play como ele- ores, con Google Wallet con AdMob servicio de aN Windows Phono Markotplace— \/ SOFTWARE Vf if oc cestion fl Socran ommovprroma>omo Puente: elaboracin propia. 1.2, Actores en el ecosistema mévil ‘Una primera vision de las actividades que tienen lugar en el evosistema mévit 1y de sus actores prineipales es posible a partir del esquema que se presenta a ‘continuacién (figura 1,2), Uiliza una organizacién en eapas, muy habitual en los estudios sobre telecomunicaciones, ¥ se complementa eon algunos actores anadides En el cuadro se localizan tres tipos ps \cipales de actividad: In de crea ‘entroga-distribucién-accer gadores de contenidos; y 61 uso-eonsu Actividades de los provesdores de terminales y operatives. Fuera de la visién por eapas, pero fn Droductivos: I actividades de real sector publicitari, con los anunciantes y agencias come irapulsoren de un 2 wmstatinsaanrc nop (2 3} $49IIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII ISD coccoocecococooncecece ce? tim CoOOLCEOC cu Puente: Constantino, Vaklenko y Kap Las desarrolladores consti ‘que conviven desde mul posicién minoritari efecto boca-oreja apoyado La realidad ofrece re: «, deserefdos de Ia larga col por la fortuna en grado méxime de Google Play recibieron parte de las disponibles, Ia mitad del beneficio ge ‘en el mercado estadouni 34 ‘Tabla 1. Los cambioe en el ent aspiran aque su historia si ‘tienen una oportunt ‘nerado por las apliencio esarroltadorea PARADIGMA SOFTWARE Niner de apeadonos PARADIGNA, sTetecousy rango dices 2 Empendidar! ecards, jtayen una comunidad amplia y heterogénea, en In facionales @ microempresas de garaje: unas ¥ 0 rva como ejemplo werd los canales convencion: sfertas suficientemente atractivas que partan de una (dad si se beneficion de una especie de se sins redos sociales y en los bajs precios de las apps. ssultados que dan la ia. in todo caso, son poe stim, 2011) s6lo un 0,1% de apps de pago ‘mnis do 50.000 descargas en todo el mundo, ‘un 79%, se desea dense se concontraba i lentes del soctor de videajuagor (ver espstuto 5). trative: el 10% tes (i jad son los das mayores retos a os que se enfrenta la fores, que persiuen tin mode da que el fruto de su ‘de a masas en un mercado con una oferta tal vez joes, y euantas mas Teroz competencia entre plataformas por atraer a desarrolladores y Industrias eulturales conveneionales: mas alla de la perplejidad Mientras los desarrolladores destacan por su capacidad para producir un fajo Conales miden sus pasos con cautela en el universo de la mov tipos de consolidadas jdegjucgo supone quizs la gran excepeién. Las aplicaciones para jugar est las favoritas del publico, particularmente cuando se trata de apps de page (ver capitulo 5). Su eapacidad para conectar con los gustos del piblicoy para adaptar sus formatos y sus modelos de ingresos proviene del hecho Ge haber nacido en la era digital, libres del corsé de la sujecién al soporte fisico, como sefalan algunos autores (Bogdanowiez et al., 2010). Otras ramas, como la industria musical, han necesitade mas tiempo para adaptarse a estos cambios, aunque sus eafuerzos reciben recompensa: las discogrsificas aumentaron su Vo Jumen de negocio global en 2012 por primera vez desde 1999, sein datos de la Federacién Internacional de la Industria Fonografica (WY Times, 2013), que atri- Duye esta mejora a las ventas en formato digital. La vet gables por separado en la web, a través de portales como Tune servicios de strea’ -omo Spotify, que no roquiet En resumen, para los productores tradicio ‘vos méviles apenas empiezan a ser algo mass que soportes adicional productos aan dominados par los patrones convencionales. Precisamente la es- trecha vinculacién entre modelo de negocio, estructura de distribucién y natu- raleza del soporte que caracteriza al mateamiento de las industrias tradicio- rales del contenido parece, como veremos, uno de los pri obstdculos a In hora de adaptar sus estrategias al entorno digital, en general, y al contexto de le movilidad, en particular. Operadores: un modelo en constante transi ‘Los operadores de redes son los actores que hacen posible el eeosistema me- diante la gestién del espectro radioeléctrica y el despliegue de infraestructuras IIIIIIIIIII III )

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