Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Autoestima Física
Autoestima Física
No debemos olvidar que somos nuestros peores jueces. Todos tenemos referencias
mentales para todos los aspectos de nuestras vidas. Es decir, la sociedad nos dicta
patrones en todos los sentidos. Patrones de comportamiento. Patrones estéticos.
Patrones físicos, etc. Nos regimos por esas referencias y constantemente intentamos
encajar en esas reglas marcadas. Ello nos lleva inevitablemente a tener que
compararnos con los demás. Es importante tener una buena autoestima física.
Cada persona es un mundo, como lo es su físico y su mente. No podemos caer en la
trampa de compararnos con los demás. Tendemos a ser exigentes con nosotros
mismos, y podemos llegar a odiar aquello que somos.
Las personas cuya autoestima física es baja o muy baja llegan a evitar mirarse en un
espejo, o hacerse fotografías. Los cánones de belleza actual y la percepción errónea
sobre nosotros mismos, nos hace caer en el rechazo a nuestro físico, y por
consecuencia a todo lo que somos.
¿Nos gusta nuestro cuerpo?: La inmensa mayoría de personas están disconformes con
su físico. Normalmente, anhelamos características físicas contrarias a las que tenemos.
Por ejemplo, a personas con pelo rizado les gustaría tenerlo liso, a personas con poca
altura anhelan ser más altos, etc.
Para cambiar cierta parte de tu cuerpo, deberías primero reflexionar si es
necesario esa modificación, y qué razón o motivo se esconde en querer dicho
cambio. Debes pensar si ese cambio es porque no te gusta a ti o por
comparación con los demás. Se puede mejorar lo que no nos gusta. Pero si ese
cambio se produce por una convicción personal, no por una presión social, y
siempre que dicho cambio se acerque a un objetivo real y propio, no por
parecerse a nadie, ni para entrar dentro de los cánones sociales establecidos
respecto a la belleza.
Cómo aumentar la autoestima física: Cuando hablamos de aceptar nuestro
físico no queremos decir que debemos quedarnos de brazos cruzados y no
cambiar, significa que debemos empezar a querernos y a entender cómo es
nuestra propia belleza.
Habrá aspectos de nuestro físico que podemos cambiar y existen otros que
debemos aceptar porque el cambio no es posible.
Tenemos que entender que todos tenemos nuestros propios defectos
y virtudes. Se trata de aceptarnos tal y como somos. De las virtudes cabe decir
que siempre hay que resaltarlas, y de los defectos aceptarlos y mejorarlos en la
medida de lo posible.