Cuando tiene lugar un cambio de estado, se observa que
este ocurre a una temperatura fija. Así, por ejemplo, el
agua hierve –se vaporiza– a 100 ºC y se congela –se solidifica– a 0 ºC. Estos valores son, además, característicos de cada sustancia.
El punto de fusión es la temperatura a la que se produce el
cambio de estado entre líquido y sólido. El punto de ebullición es el valor de temperatura a la cual una sustancia pasa de líquido a gas o viceversa. Ambos son propiedades características de cada sustancia.
Por tanto, el punto de fusión del agua es 0 ºC, lo cual
significa que, por debajo de esta temperatura, el agua se encuentra en estado sólido; el punto de ebullición del agua es de 100 ºC, de modo que, por encima de este valor de temperatura, el agua pasa al estado gaseoso. Entre 0 ºC y 100 ºC, encontramos el agua en estado líquido.