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Razón y Locura: Erasmo,

Bacon y la herencia del


Renacimiento

Carlos Ham Juárez*


para Alba Sigler M.

Introducción

E . Racionaldad
nun primer acercamiento, podemos entender el tér-
. .
mino como un proceso de coheren-
cia impuesto sobre la diversidad caótica de los fenóme-
nos naturales y sobre los impulsos, deseos y acciones
humanas; la Razón, en esta acepción, es la facultad que
nos sirve para dotar de sentido y organización al mundo
plural y diverso que nos rodea y determinar de la misma
manera, el plan de acción y el pensamiento humano. Al
respecto cabe recordar que fue Max Weber uno de los
primeros teóricos que a inicios del siglo XX enfatizó
este carzícter impositivo de la Razón y la Racionalidad
Occidental. E n efecto, Weber señaló que el desarrollo de
Occidente y s u modernidad obedecían a un creciente
proceso de racionalización que se efectuaba y realizaba
en todas las áreas del pensamiento y en todas las prácticas
individuales o sociales.' Dicho proceso de racionaliza-
ción era peculiar, según Weber, sobre todo a partir de la
IZTAPALA~A41 edad moderna, que se desprendía del antiguo paradigma
ENERO-JUNIODE 1997 medieval y teológico para dar paso a un nuevo enfoque
pp 123.136 sobre la realidad e n general y una nueva explicación

* Profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Administración Pública de


la Universidad Autónoma del Estado de Mkico, campus Amecameca.
I24 Curlos Ham Juárez

sobre las acciones humanas en particu- esto es, que los procesos de racionaliza-
lar. Efectivamente, como Weber seña- ción se enfocan hacia la mayor eficien-
la, las sociedades modernas exhiben un cia en el logro de una finalidad estable-
desarrollo racional en todos los aspec- cida d e antemano, y así, la Razón
tos, de tal manera que sin la existencia significael mejor método deliberado para
de esos procesos racionales la Sociedad alcanzar metas de un modo cada vez
y el Ser humano del siglo xx no sc mis cficicnte.2
explicarían e n su devenir histórico. En a t e sentido, la posición de Wc-
Los procesos d e racionalización de her nos lleva a plantearnos que el con-
los que nos ha hablado Weber se refie- cepto de Razón y racionalidad humana
ren a un modelo característico de enfo- envolviera también un modo de impo-
car el mundo y los problemas humanos; sición y de violencia dirigido a la plurü-
en una nueva perspectiva que coloca en lidad y diversidad de acciones, objetos,
el centro de los problemas a la Razón situaciones, creencias; es decir la racio-
misma, la cual determina el rumbo y la nalidad resulta ser la formación y uni-
dirección de esos problemas, así como versalización que impone una coheren-
regula los intereses de la acción social y cia y un orden sistemático al mundo
proyecta sus posibles soluciones. La im- caótico de las diferencias; este orden sis-
portancia de la Razón misma se puede temátiw tiene relación con un cálculo y
encontrar ahí donde e n los procesos una planificación organizativa y adminis-
cognoscitivos, valorativos, productivos trativa de las acciones y wnductas huma-
o estéticos se eligen los medios más nas y también de sus deseos y susvalores.
adecuados y efectivos para alcanzar Ahora bien, este sentido de Razón
objetivos predeterminados; aunque los Instrumental señalado por Webery que
procesos de racionalización pueden Habermas por ejemplo en las últimas
adoptar los más variados significados y décadas de este siglo ha analizado, va-
aperturas semánticas dependiendo el lorado y criticado, pensamos que ha te-
área y el objeto a que se refieren, a noso- nido su gestación en ese momento clave
tros nos interesa destacar este seniido de la historia que mal que bien se ha
instrumental que han adquirido esos llamado Renacimiento.
procesos racionales e n nuestro mundc Ciertamente el sentido de la razón
moderno y sobre el cual Weber nos enfocada a la consecución de fines e
sensibilizó. E n efecto, si algo caracie- imposición de un orden no fue resulta-
riza los procedimientos y acciones del do de un descubrimiento genial y es-
mundo actual es el sentido instrumen- pontáneo de algunos pensadores, sino
tal que se tiene d e la Razón Humana, que Cue un proceso lento y ambiguo
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Razón y Locura: Erasmo, Bacon y la herencia... 125

cuya mayor representación de su origen replanteado para comprender, también


se ubica en el siglo XVI. la crisis en que ha caído la Racionalidad
Es conveniente, además, que reafir- Occidental.
memos que parte importante de ese
proceso es la relación que en el Rena- I. Razón y h u r a
cimiento estableció entre Razón y Lo-
cura y así, en este trabajo analizamos He mencionado que la Razón Moderna
ese inicio en el que comienza a gestarse puede entenderse a partir de su rela-
un nuevo sentido de Razón muy dife- ción con suotro que es lo opuesto a ella;
rente al que tenía el Medievo. Sin ern- de la experiencia de este enfrentamien-
bargo, el camino de la Razón, a partir to accedemos a un sentido o sentidos
del Renacimiento no ha sido claro ni quevan adquiriendo tanto IaRazón co-
transparente, pues desde el inicio se mo su opuesto, la Locura. Para este
enfrenta ante la posibilidad de perderse análisis, me baso en el libro de Michel
en la Locura, de la que quiere escapar Foucault Historia de la Locura en la
y diferenciarse. Este ensayo trata de Época Clásica que nos sirve de directriz
acercarse a esa relación Razón-Locura, y que aporta ideas muy sugerentes para
determinante para comprender el avan- interpretar la Relación Razón Locura?
ce de una racionalidad instrumental que A lo largo de la Historia, la relación
establece su dominio sobre una base de entre Razón y Locura ha existido y se
separación y exclusión de la Diferencia. ha manifestado de muy diferentes for-
Foucault ba sido, en este sentido, una mas, pero en la edad moderna adquiere
directriz que nos ofrece la posibilidad una peculiaridad que le marca un desti-
de entender la Racionalidad occidenlal no que hasta la fecha seguimos here-
a partir de io Otro. Foucault nos ha dando. Si hemos de creer el juego teó-
mostrado que partiendo de una rela- rico de Foucault, la Razón Moderna
ción de alteridad de la Razón con la empieza adquirir su mismidad, o por lo
Locura se puede observar una dialécti- menos la mismidad que en su tiempo
ca que hace salir a la Razón de sí misma, cree adquirir, en la medida en que se
y del discurso filosófico que le rodea y separa de la Locura. Si algo es propio y
le protege, para encontrarse con una le pertenece a la Razón que inaugura
historia externa, con una historia q u e la Occidente es la distinción que le aparta
hace enfrentarse a lo Otro, la sin razón, de la Locura.
la locura. Pero de esta relación tambitJn La Razón sabe de sí misma desde el
se inicia un proceso del cual el mundo momento que sabe que no es locura,
de hoy es el fruto y que necesita ser desde el momento en que consigue
Hum Juárez

apropiarse dc sí, arrojando a la Sin Ra- examina una imagen ejemplar: La Nave
zón al terreno d e lo Otro. de losLocos, que no se refiere tan solo
Pero esta conciencia no ha sido dada a la NarremchH de Brant, o a las pintu-
de repente, ni en un momento históri- ras de Bosco, Brueghel o Durero refe-
co que pueda fecharse; más bien ha ridas al tema de los locos, ni tampoco es
sido un proceso donde las dos entida- una referencia al elogio de la Locura de
des,Razón-Locura, no existen comocon- Erasmo; La Nave de los Locos es una
ceptos yd acabados y ahistóricos; mas imagen y una experiencia propia del
bien son conceptos híbridos que de una Renacimiento que recorre todo el ám-
pluralidad de acepciones empiezan a bito cultural y social de Europa.
perfilar un sentido moderno a partir de La Nave de los Locos es la imagen
experiencias muy directas y de una reali- que Facault señala como paradigmática
dad que incide sobre estos conceptos. cn el mundo renacentista para observar
D e esta manera, hemos de decir jun- la Relación Razón-Locura y la ambi-
to con Foucault, que el proceso que güedad que esta relación entraña. Me-
culmina en un momento dado con la dis- diante la Nave de los Locos se expulsa
tinción Razón-Locura, tiene un proceso una inquietud, un malestar; se expulsa
lento y gradual y donde son determinm- a quien hace evidente la ridiculez del
tes varios factores de muy diversa índole. mundo y lo absurdo de un orden.
Foucault señala un punto de partida El Loco inquieta porque amenaza la
en el Renacimiento, e n un espacio don- vida social y porque denuncia el orgu-
de fa ambigüedad que priva de la Locir- llo y los vicios humanos. Contra esta
ra, es la misma ambigüedad d e la Razón. amenaza al loco se le embarca y se le
Ambigüedad y mezcla d e sentidos seña- pierde e n el errabundo mar sin destino
lan que e n ese momento histórico no y sin la búsqueda de un lugar específico.
eran muy precisas las fronteras entre Pero en esa expulsión del Loco e n
Razón y Locura; quizá nunca antes lo una barca, un destino, se advierte una
hayan sido, desde el momento e n que característica ambivalente: el loco re-
la razón siempre admitía un espacio presenta un peligro porque tiene cierto
para la locura, desde el momento en poder. Como dice Foucault:
que la locura tenía cierto grado de ra-
zón. Pero quizá en el Renacimiento El Loco (...) recuerda a cada uno de su
csta entremezcla de Razón y Locura, verdad (...) Explica el amor a los ename
csta indistinción aparente se hace con rados, la verdad de la vida a lasjóvenes, la
mayor énfasis. mediocre realidad de las cocas a los orgu-
Ilosos, a los insolentes y a los mentiro-
En el citado libro de Foucault sc sos.4
Razón y Locura,Erasmo, Bacon y la herencia... 127

Al respecto cabe recordar Elogio a ra parte d e una habilidad natural para


la Locura, obra d e Erasmo donde se evadir o superar los obstáculos d e la
nos plantean las formas como se va ex- existencia, o bien para aceptar y tolerar
presando la Locura y que reflejan ese los golpes y daños que nos hacen nues-
sentido crítico que la sin razón adquie- tros semejantes: sin la Locura toda ex-
re, tal como la menciona Foucault. En istencia sería insoportable. De la misma
efecto, Erasmo nos muestra una Locu- manera, como también lo menciona Jo-
ra polivalente y pluralizada en l a vida han Huizinga al referirse a la obra d e
cotidiana, pero que e n el fondo guarda Erasmo.
el prototipo exacto d e la experiencia
renacentista sobre la Locura: Guarda .._La Locura es alegría, es esa liviandad
una ambigüedad que lo mismo es una del corazón indispensable para la felici-
burla, una sátira, que una imagen real y dad. El Hombre que sólo tiene razón, sin
pasión, es una imagen de piedra, burda,
concreta d e la verdad, jocosa y alegre,
carente de todo sentimiento humano un
pero al fin verdad existente e n el mun- monstruo, un espectro de quien todos
do, sólo que revestida d e disfraces exó- huyen, insensible ante toda emoción na-
ticos y diversos. tural, no susceptible de amor ni de com-
En la obra citada d e Erasmo se nos pasión ...6
cuenta una verdad que no es seria ni
cuantificable según los criterios positi- Efectivamente, la Locura es sabidu-
vistas, sino una verdad que es juego y ría práctica que deviene felicidad o to-
que insensatamente ríe a carcajadas; la lerancia respecto al mundo y los demás;
locura (Sfulfifia) apareceen el teatro d e la importancia d e la Locura e n toda
lavida, e n el gran foro d e una represen- acción humana la encuentra Erasmo en
tación e n la cual cada uno d e nosotros esas expresiones que son el amor pro-
asume su papel, asume su propia foima pio, el orgullo, la vanidad, lavanagloria,
d e Locura que le conduce por la vida y la voluptuosidad; todas ellas pasiones
sus atajos. Así pues, el encomio a la locas, todas ellas máscaras d e un mismo
Locura, nos lo presenta Erasmo desde el desenfreno, pero que mueven cada una
principio en función d e una tarea priic- d e ellas a los individuos para tratar d e
tica para la vida, pues sin la Locura toda elevarse y mejorar la condición huma-
conducta humana sería limitada, escasa e na, o incluso, para alcanzar ideales no-
infeliz; todavía no ha llegado el día e n bles y excelsos. La misma valentía y el
que la Verdad habite e n laboratorio!;, ni amor pasional ejemplifican una locura
en la seriedad d e un gesto científico y que arrastra con peligros y desafíos que
mecánico, pues aun Erasmo la conside- una conciencia cuerda juzgaría absur-
128 Curlus ifurn Juárez

dos y descabellados.’ Pareciera que con la existencia misma del hombre cuando
ello Erasmo nos quisiera comunicar la suplanta por el temor a la muerte: los
con el insensato mundo de la verdad. hombres son locos que llevan siempre
que para existir requiere de un toque una vida absurda. Así,la Locura es bur-
absurdo e irracional, y ciertamente. la la de los defectos morales, de las caren-
verdad de Erasmo no sólo pide razón y cias humanas, de su falta de perspectiva
cálculo, sino pasión y arrebato incon- y su empecinamiento e n actitudes cie-
mensurables, de lo contrario toda ver- gas. Ésa es también la locura, su poder
dad sería ridícula e inútil. Pero, si bien para reírse de todo y de todos?
la Locuru es el motor de l a accibn hu- Pero éste no es sólo su poder, su po-
mana y la condición d e su posible ver- der de denuncia, de rebelión, de burla. Su
dad y felicidad, no debe olvidarse que poder también es un saber de la fascina-
también es una clara muestra de crítica ción, su poder radica en fascinamos con
moral hacia la sociedad. En el doble imágenes locas que nos pierden en inter-
gesto de la escritura de Erasmo, que es pretaciones. Foucault nos habla de las
a la vez sabiduría y falsedad, verdad y imágenes de la Locwn, de cómo el hom-
error, se adivina una conciencia crítica bre descubre en las figuras fantásticas,
que a través de las formas de la Locura una forma de saber y cómo esas formas
en forma sarcástica se burla de los or- de sueño o pesadilla, que todo lo mez-
gullos y las banalidades humanas. Cier- clan, redundan e n un conocimiento eso-
to, la pasión humana convertida en térico de adivinación y magia? El loco
locura, motiva la creación y el desarro- también tiene iaverdad, pues a través de
llo de los hombres y mujeres, pero tam- esas imágenes adivina y acierta en el
bién los envuelve en un mundo absur- carácter esencial del mundo; el loco
do, y así, la Locura se winvierte en trasciende el mundo ordinario, s u sabi-
denuncia e inquietud. La dialéctica de duría se refiere a esas imágenes inquie-
la razón y la locura muestra que la ra- tantes que el hombre común no percibe;
zón envuelve su verdad en grados de se requiere de una sensibilidad y de una
locura sabios y polimorfos, pero a su perspectiva que nos adentre al mundo
vez la Locura e n sus rostros insolentes verdadero, que sólo la locura puede dar-
y tipos infames inquieta a la sociedad nos. Interpretar esas imágenes caóticas
por su poder y razón crítica. es sabiduría de un orden trascendente,
De ahí que Foucault tenga razón de otra especie de conocimiento que
cuando seíiala que la Locura es denun- entrelaza arbitrariedades y figuras al-
cia,escríticadelasociedadyde lamoral teradas, pero a su modo y e n su mo-
establecida. También la locura ironiza mento, verdades también.
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Im MYC de lar daos. El Barn. 1490-1500. Park,,Museo del Louvn.


Vemos así, que la Locum para el Re- necía una verdad que era temida y en su
nacimiento entraña un poder y una sabi- caso respetada, y por ello tenía un po-
duría; también una palabra y una lógica, der que le permitía acceder a un lugar
una voz que se escucha y un ordena- dentro de la sociedad.
miento, eso síesotérico, de IaRealidad, L a propuesta de Foucault nos per-
pero no hay esa frontera que sitúa a la mite reflexionar sobre el papel de la
locuray a la razón e n lugares totalmen- Razón también. En su sentido más ge-
te contrapuestos. neral IaRazón es la facultad que guía al
Si bien es cierto que a lo largo de la hombre, es decir una facultad propia
historia de las ideas la Razón ha ocupa- del ser humano que lo distingue de
do unlugar que unas veces se opone a los otros animales. Por ello mismo, así co-
instintos, a las pasiones, al sentimiento y mo el instinto guía a los animales en su
la locura, es cierto también que se dejaba sobrevivencia, el hombre utiliza la Ra-
un puente que el loco podía transitar, zón para saber manejarse en el mundo
existía igualmente su palabra que lo que le tocó vivir, y asíla razón es instru-
acercaba a mundos divinos, y le perte- mento de investigación y apropiación
IW Carlos Hum Juárez

d e la realidad que se convierte en la riencia de la Locura se define la posi-


fuerza del pensamiento. bilidad de comprender la Razón.
Pero e n el Renacimiento, la Razón Quizá una forma de entender el cam-
no es esta fuerza que libera de prejui- bio mencionado se deba, en cierto mo-
cios, mitos y de las opiniones arraigadas mento, a una percepción y una sensibi-
pero falsas, d e las apariencias y que lidad social que encuentran en el loco
permite establecer un criterio universal el motivo de nefastas consecuencia. Ai
o común para el hombre en todos los mal se le excluye como primera defensa
campos. Es una Razón que entraña una para conservar el orden social; las insti-
confusión de la que más tarde la moder- tuciones, la ley, los edificios creados
nidad se congratulará de haber salido. expresamente para confinar a los dife-
Asume eso sí, una actitud crítica que rentes corresponden a una necesidad
vislumbra ya la exclusión que habrá de social. Foucault señala:
hacer de la locura.
Así como hemos mencionado el po- Hasta el Renacimiento la sensibiidad
der trágico de la Locura, su verdad y su ante la locura estaba ligada a la presen-
palabra, poco a poco se empieza a asis- cia de trascendencias imaginarias.En la
edad clásica, por vez primera, ialocura
tir en los siglos que siguen ai Renaci- es percibida a través de una condena-
miento, a un despojo, a un cambio de ción ética de la ociosidad, y dentro de
ideas y de perspectiva frente a la Locu- una inmanencia social garantizada por
ra. Ésta empieza a tomarse como iiu- la comunidad del trabajo. Esta comuni-
sión-error, el mundo del absurdo; surge dad adquiere un poder ético de reparto
esta conciencia crítica de la Razón que que le permite rechazar, como a un
relega al mundo d e la apariencia y la mundo distinto todas las formas de inu-
Fantasía a una otredad a la que perte- tilidad social . $0
nece la insensatez.
Pero ¿a qué se debe este cambio'?. En la búsqueda de la consolidación
i.cuálesson lascausas d e tal transforma- de un orden burgués, la locura resulta
ción en esta relación Locura-Razón? una amenaza; pero a diferencia de la
Indiscutiblemente el cambio es d e suma amenaza del loco en el Renacimiento
importancia pues define los horizontes que denunciaba la vida absurda de los
de la Razón Moderna. No queremos seres humanos, la amenaza de la locura
señalar una causa o causas absolutas de para una sociedad moderna e n ciernes
tal cambio, tan solo apuntamos a hipó- radica en que ésta representa la trans-
tesis que delinean futuras investigacio- gresión a una economía y a una ética
nes. Es decir pensamos que e n la expe- pragmáticas del desarrollo social. Por
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eso en un primer momento, a los locos 2. La Razh sin la h u r a


se les confina junto con toda una mez-
cla de tipos ociosos de desempleados, Pero ¿qué ha ocurrido con la Razón
de libertinos y viciosos. Todos ellos re- moderna mientras se ha confinado al
presentan la pernición humana, la loco? E n este proceso de internamien-
esencia deteriorada del hombre, pues to del loco, la razón se ha separado casi
no trabajan, no son Útiles. El loco así,es totalmente. L a incipiente conciencia
castigado, condenado por su condición crítica de Erasmo y los pensadores rena-
de transgresor social. Y toda una ética centistas se desplaza cada vez más a un
del trabajo ayuda a justificar esta con- terreno que diferencia los errores y fal-
dena. sedades de la Locura; si Erasmo conce-
L a exclusión sirve en este primer día una parte de verdad a la Locura y
momento para identificar al diferente, con ello ésta adquiría un estatus onto-
para denunciar a los tipos asociales y lógico e n la vida humana, e n otro terre-
para fijar la mirada en aquellos indivi- no, también teórico, ocurría un proceso
duos extraños que salían de sí para no que a su manera era un gesto de segre-
volverse a encontrar nunca. L a clasifi- gación científica de la Locura.
cación de los Locos, su taxonomía y s u Para entender esa transformación
ordenamiento más tarde como enfer- que ahonda más en la diferencia entre
mos mentales y del espíritu, tiene su razón y locura, sólo pensemos en un per-
origen en ese reclutamiento de desem- sonaje paradigmático a fines del mundo
pleados e inútiles. renacentista: pensemos en Francis Ba-
Y eneste reclutamiento encontrare- con, quien sin saberlo quizá, pone las
mos toda una serie de discursos religio- bases de una racionalidad entendida en
sos, morales, económicos, políticos, así un sentido instrumental, y con ello tam-
como prácticas institucionales que con- bién fortalece en cierto modo indirec-
figuran un cerco y un molde a la locura; tamente, la separación de una Locura
y ofrecen una clasificación que redunda alegre y festiva y una Razón sena y
en una Ciencia y un conocimiento mé- metódica.
dico; en ese encierro se conforma a la Efectivamente, Bacon es un caso
locura como un objeto de estudio, un ejemplar de un nuevo espíritu que se
objeto creado a través de la política del quiere independizar de la magia y los
orden, la economía de la utilidad, la mundos ideales que sólo fabrican una
religión del trabajo, la moral del comer- pluralidad de sentidos e interpretacio-
ciante y del usurero, de una policía que nes y que no consiguen fortalecer ni
actúa frente a lo extraño. hacer más práctico el conocimiento hu-
€32 Carlos Ham Juárer

mano. Kant, años más tarde - e n otro que tiene la Naturaleza por susemejan-
siglo-, señalará que la Ihsiraciún puede La en rasgos y característica^,'^ sino de
definirse por el “advenimiento del hom- descubrir nuevas leyes ynuevas relacio-
bre a su mayoría de e d a d , y podríamos nes entre los hechos; Bacon es pragmá-
decir que con Bacon ya empiezan los tico y no entiende otro conocimiento
destellos de esa flusrmción que luego yue no sea en el mundo; Bacon no con-
brillará en todo su esplendor en el siglo templa la obra divina, se asegura más
XWI; ciertamente, alcanzar la mayoría bien en que todo conocimiento sea ex-
de edad del hombre moderno consiste, perimentabie y acreciente su acervo.
según Kant, en liberarse y romper con De nada sirve el SiZoNmo de Aristóte-
antiguos mundos, con dogmas anteriores les, que sólo nos muestra lo ya sabido,
y con el pensamiento de antexsores que interesa mejor, por el contrario, el co-
no usaban la Razbn como guía ni via de nocimiento sintético que aúna nuevas
comprobación y de análisis. A Bacon le experiencias y hechos, y avanza y re-
corresponde ese mérito en el Renaci- dunda en un quehacer práctico.
miento, el de haber roto con una tradi- Por ello, Bacon estima en grado ma-
ción aristotélica y mágica, y con ello, el yor la inducción y la experiencia que el
mérito también de haber iniciado una mundo teórico y deductivo de la Lógica
etapa de transición que culmina con el aristotélica; el conocimiento debe estar
triunfo de la Ciencz’a como paradigma de basado en la experiencia de los hechos
toda acción y pensamiento humanos. y desdoblarse a su generalidad teórica y
Recordemos que a Bacon le intere- abstracta, a diferencia de un proceso
saba desde Instauratw Magna y El No- deductivo que partiendo de premisas
vum Organum, el establecimiento de generales trata de ajustar la empiria a la
una nueva Ciencia y un nuevo método teoría; pero Bacon es claro ai señalar
para el avance científico.” Mientras el que no se trata de dos corrientes ten-
mundo con una herencia aristotélica y dientes a transitar por el mismo camino
envuelta en los sueños de una episte- con la diferencia de que uno es de subi-
mología mágica no hacía sino girar en da y el otro de bajada; por el contrario,
juicios analíticos y decir de otro modo cada forma de Lógica -la inductiva y
las mismas cosas sin avanzar a ninguna la deductiva- señala un cambio total
parte, Bacon plantea la necesidad ya no de visión respecto al mundo, por la sen-
de contemplar el mundo sino de trans- cilla razón de que la inducción experi-
formarlo (¿ Marx?). Y a no se trata co- menta, controlay calculaeventos futuros
mo menciona Foucault en las Palabras y preve nuevos resultado y aplicaciones,
y las Cosas, de conocer los mil nombres lo cual la deducción no rea1i~a.I~
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Razóny Locura:Erasmo, Bacon y la herencia... 133

E n todo ello, en el discurso de Ba- encontramos un concepto de razón que


con, la Locura ha dejado de estar pre- empieza a orientarse hacia una visión
sente. No sólo la verdad se ve despoja- instrumental, que encuentra en el cál-
da de su ingrediente loco que le s e d a culo y en la previsión de consecuencias,
para satirizar o elevarse a otros mun- el momento de su esencia. Pero sin lu-
dos; no sólo la Verdad para Bacon re- gar a dudas, esta necesidad de creci-
corre el terreno de lo experimentable y miento del conocimiento, es propio del
lo visible y dentro de los límites de los alma ilustrada que confía en el progreso
sentidos y lo que puede calcularse con y en la perfectibilidaddel conocimien-
ello. La locura no sólo pierde Verdad to. La perfección del conocimiento no
o locura la verdad, sino que también el consiste en adecuar los fenómenos a
nuevo método de Bacon anula cual- una finalidad específica, sino más bien
quier tipo de poder capaz de tener la - c o m o señalará mas tarde Habermas-
insensatez. Al no hablar de ella, sino en desarrollar lo que está en la naturale-
referirse a ella a distancia en silencio, la za de las cosas, es decir descubrir su
locura no es conocimiento, tampoco un verdad y aprender a utilizarla.’6
poder de reflexión, ni siquiera un límite Ebien cierto que el principio moder-
trágico; casi no existe. no deRaz6n implicaunatareaemancipa-
El hecho de que el Saber sea Poder dora que libera de prejuicios (ideas reli-
indica en Bacon un conocimiento pro- giosas, filosóficas, mágicas, morales,
ductivo, que vaya más hacia lo que pue- míticas) a la condición humana. La Ra-
de hacerse para cambiar la realidad y no zón humana suple el dogma religioso
para contemplarla o gozarla. Bacon se por la ciencia, entendida ésta como ex-
da cuenta perfectamente que el cono- perimental y cuantificable. Pero en esa
cimiento de la Naturaleza redunda en liberación de laRaz6n humana también
un dominio sobre ella, que el conoci- se ha perdido y segregado al mundo del
miento entraña un poder de domina- saber mágico.
cióny produceefectos reales; pero para Años más tarde, cuando Descartes
que el conocimiento despliegue una inaugura el pensamiento moderno olvi-
fuerza y un mayor control y dirección dando el sueño renacentista, podrá con
sobre la Naturaleza y sobre los mismos toda naturalidad, excluir sin más a la
hombres se requiere una depuración, Locura. D e por qué la Locura no habla
una filtración que deja a un lado la para Descartes, quizá sea explicable a
magia y los “ídolos” que son prejuicios partir de que en el conocimiento ésta ya
y dogmas sin sentido.” no encuentra lugar desde Bacon.
D e esta manera, a través de Bacon Como señala Foucault, Descartes
114 Curlor Ham Juárez

excluye a la locura d e toda relación y las mismas cosas. No es suficientetener


seguridad con el Yo que piensa. La fi- el espíritu sano, sino que lo principal es
losofía cartesiana opone ai Yo que aplicarlo bien”.’7
piensa el sueño, el error y la locura; en
la medida en que se tienen ideas claras En estas palabras se nota unrechazo
y una exclusión, así como una manera
y distintas se está más alejado del error y
de entender a la Razdn misma. La Ra-
la locura. La Locura no tiene más ver-
zón misma. La Razón es universal, y es
dad y el poder irónico, su crítica social, se una facultad que nos ayuda a distinguir
conjura al mandarlo al reino de la Fal- lo verdadero de lo falso. No es que en
sedad y la Apariencia. Entonces, la Lo- el Renacimiento no existiera esta dis-
cura se vuelve impotente, y d e la tinción, también podría aplicarse esta
misma manera que el loco será clasifi- acepción que menciona Descartes; lo
cado entre uno más d e los parias socia- que hace diferente a la Razón moderna
les, la Locura será entendida- su dis- es la necesidad de hacer unbuen uso de
curso, su palabra, su verdad-, como la razón y aplicar un método que nos
irrazonable, es decir, mala compren- lleve a la verdad que buscamos; por
sión y confusión d e la Realidad,es inútil supuesto el fundamento sólido de tal
ya creer en su palabra fantasiosa. La reflexión será el yo que piensa, el sujeto
Locura será ese otro que en adelante que edificará sobre sí la Realidad y el
sólo sirve para definir mejor a la Razón. mundo mediante ideas claras y distintas.
No afirmamos que exista una causa-
lidad directa entre el confinamiento del Conclusión
Loco y la Razón moderna, pero la ex-
clusión del loco puede esclarecer un Hoy al parecer, asistimos al rompimien-
UFO que es patente en l a h z ó n Moderna.
to de un mundo para el surgimiento de
Pensemos en Descartes cuando afirma: otro nuevo. Nuestro siglo se ha separa-
do de aquellos años y pensamientos del
La Capacidad de juzgar bien y distinguir
lo verdadero de lo falso, que es justo lo
Renacimiento y sin embargo, en nucs-
que se denomina el buen sentido o la tra crisis donde todo modelo teórico es
Razón, es naturalmente igual en todos seguido de una desconfianza e n él, pa-
los hombres; por lo tanto, la disparidad rece muy cercano a ese mundo d e tran-
de nuestras opiniones no resulta del he- sición donde Erasmo o Bacon fueron
cho de que los unos sean más razonables paradigmáticos. Un mundo en transi-
quc los otros, sino sólo del hecho de q u i ción es un mundo que desata posibili-
conducimos nuestros pensamientos por dades, rompe con todo esquema habi-
diferentes caminos y no consideramos
Razón y Locura: Ernsmo, Bncun y la herencia ... 135

tual y con toda visión establecida, y así, económicos.


nos enfrenta a pensar y actuar en la No pedimos un nuevo vínculo, ya
búsqueda de nuevos paradigmas. La irrealizable de nuevo, de la Razón con
ambiguedad y la falta de certeza son el la Locura en nuestros días, sino más
resultado del resquebrajamiento d e bien un diálogo con las diferencias y el
modelos que ya no son funcionales ni otorgamiento de la palabra a quien ha
dotan de sentido a nuestra vida, a nues- sido anulado por ese paradigma positi-
tra realidad; así sucedió en el Renaci- vista de la Razón.
miento y puede ser que ahora e n este En este sentido, habrá que plantear
siglo xx nos pase lo mismo. nuevamente, quizá el diálogo que ini-
Foucault ha tenido el acierto de mi- ciara Erasmo y Bacon cuya herencia
rar hacia los orígenes de nuestra mo- aún perdura.
dernidad, d e mirar al Renacimiento en
un plano en el que se mira a la Razón NOTAS
desde el trasluz de la Locura.
Pienso que lo rescatable del estudio 1 Ai respecto Cf:Max Weber,L a Éticn Protes-
de Foucault es recordarnos que la Ra- tnntey elEspírifudel Cnpitnlkmo,"Introduc-
zón moderna es el resultado d e una gé- ción", Orbis, pp. 5-22.
nesis que se pretende olvidar, pero cu- 2 El Estudio de Habermas es sumamente ilus-
yo resultado híbrido resalta apenas se trativo para entender el sentido de la Razón
instrumental, en Teorín de la Acción Comu-
interrogan los principios racionales en nicntiva, Tomo I Parte 11, Madrid, Taurus,
su fundamento. Ya sabemos que si la pp. 197-284.
Razón Moderna hoy resulta cada vez 3 Cf:Michel Foucault,Historin de In Locura en
más inoperante en algunas áreas cultu- la Épuca Claiicn, Tomo I Parte 11, México,
rales y hasta científicas, quizá esto se FCE, pp.13-253.
deba a ese rechazo del vínculo que, 4 Ibid. p.24.
alguna vez, lo unió con la insensatez, 5 C j Erasmo de Rotterdam,Elogio n In Locu-
con la pasión desbordada, con el reino ra, Madrid, Alianza, pp. 29-124.
obscuro de lo Ofro.Una Razón cada vez 6 Johan Huizinga, Erarmo, Barcelona, Tiriel,
más separada de la Locura, es la carac- 1946, p. 61.
terística d e la Ciencia que hoy gobierna 7 Erasmo de Rotterdam, up. cit.,pp. 23-25.
nuestro mundoydelacual noaceptanios 8 Cf.Foucault,op. cit.,p. 37.
ni toleramos los usos destructivos, que 9 Ibid, p. 39.
sólo conciben al conocimiento como ins- 10 Ibid, p. 116.
trumento de poder o medio de domina- 11 Cf.Kant, Filosofin de in Historia, México,
ción d e firmas comerciales o gremios FCE, 1987 "¿Que es la Ilustración?", pp. 25-65.
I2 [:rancis Baain, I’hilosophicnl Workv, 1.m 15 Ibid, aforismo XXXVIII-I.XVIII,
pp. 41-52.
dres, J. M. Roherlson, 1905. 16 CJ: Ildhermas op. cii., pp. 200-212.
lj Michel Fuucalul, Las I’alnbrav y Im C.’CJ,SUS, 17 KeneDescartes,~lDi.~cursodclM~fodo, pri-
MéxiUI, Siglo XXI. 1984, CdpÍlUlO I1 y I l l , pp. mcra parte, México, Austral, 1982, p. 2‘).
26-82
14 I:rancisBacon,op. <if., Novum íkgunumaio-
rismus I-XVII, pp. 37-39.

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