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Carta abierta a las y los integrantes de las fuerzas de seguridad


Por Guillermo Torremare - 20 de diciembre de 2023 – _(foto de policías,
eliminada)_
Al tercer día de asumir la titularidad del Ministerio de Seguridad, Patricia
Bullrich dictó la Resolución 943/2023 titulada “Protocolo para el mantenimiento del
orden público ante el corte de vías de curculación”.
La norma dice que, sin orden judicial, las fuerzas de seguridad federales
intervendrán frente a impedimentos al tránsito de personas o medios de transporte y
cortes parciales o totales de rutas, debiendo despejar mediante el uso de la fuerza
a los espacios públicos en los que hubiera personas manifestándose.
Ello es abiertamente ilegal por impedir la libertad de expresión y los derechos que
de ella se derivan –reunirse, peticionar, protestar-, todos de raigambre
constitucional, a los que el Estado debe garantizar.
En los últimos días numerosos juristas, muchas organizaciones políticas, sindicales
y sociales, y observadores de órganos internacionales de derechos humanos, se han
expresado en el sentido expuesto a la manda del Ministerio de Seguridad.
Ante la flagrante contradicción entre la Constitución Nacional y la Resolución
ministerial es pertinente señalar a las y los integrantes de las fuerzas de
seguridad –personas instruidas y dotadas de razón y discernimiento-, que cuando
sean llamadas a trabajar en la aplicación del “Protocolo” deberán tener en cuenta
que esa norma es abiertamente ilegal y si aplican lo allí establecido y a
consecuencia de ello detienen arbitrariamente, lesionan o matan a un manifestante,
ese accionar también será considerado ilegal.
La existencia del “Protocolo” y la orden dada por un superior jerárquico de cumplir
lo que este indica no significará eximente ni atenuante de la conducta del agente
de seguridad que prive ilegalmente de la libertad, lesione o mate a un
manifestante. Cualquiera de esas conductas será considerada delito -porque así lo
establece el Código Penal- y sus autores serán procesados, juzgados y sancionados
por el Poder Judicial, sin que la ministra autora de la norma ni las autoridades
superiores que dispongan su aplicación puedan evitarlo.
Las y los integrantes de las fuerzas de seguridad deben saber que tienen obligación
de obedecer al superior en relación con toda orden que se encuentre de acuerdo con
el ordenamiento jurídico y, correlativamente tienen obligación de desobedecer toda
orden contraria al ordenamiento jurídico.
El acatamiento íntegro a la Constitución Nacional y el consecuente respeto
irrestricto de los derechos humanos de todas las personas –que ante todo incluye la
obligación de velar por la libertad e integridad física de ellas-, constituye el
principio fundamental de actuación de todas las fuerzas de seguridad del Estado.
Ningún juez o jueza tomará como causal de justificación de la comisión de un delito
a la obediencia debida a una orden superior cuando esta orden se funde en una norma
manifiestamente ilegal. La o el agente de una fuerza de seguridad que prive de
libertad, lesione o mate a una persona amparado en lo dispuesto por el Protocolo de
la Ministra Bullrich no verá judicialmente justificada su conducta ni eximida su
culpabilidad.
Sobran antecedentes de lo que estamos planteando. El policía Luis Chocobar fue
públicamente felicitado por el ex Presidente Mauricio Macri y la propia Patricia
Bullrich por haber protagonizado una conducta por la que fue condenado a prisión e
inhabilitado para trabajar. Hace 20 días los cinco prefectos que participaron del
asesinato de Rafael Nahuel en Bariloche, también defendidos por la misma
funcionaria, fueron condenados a prisión e inhabilitados para trabajar. La
interminable causa seguida contra varios gendarmes responsables de la muerte de
Santiago Maldonado, igualmente apañados por Bullrich, está abierta y en manos de
una Cámara de Apelación que deberá decidir la suerte de aquellos.
Esos son solo algunos de los casos en que integrantes de las fuerzas de seguridad,
confundidos por el aval momentáneo e irresponsable de algunas y algunos
funcionarios prepotentes, debieron rendir cuentas frente al Poder Judicial y
padecer en soledad las consecuencias de sus actos ilícitos.
Frente a normas y ordenes ilegales la única protección de que disponen las y los
miembros de las fuerzas de seguridad es actuar con absoluto respeto a los derechos
humanos, como la Constitución Nacional manda.
Guillermo Torremare es presidente de la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos (APDH) y miembro de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).
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• Nota aclaratoria de Bruno Capra: Guillermo Torremare es: Co-Presidente, ya que
APDH tiene tres Co-Presidentes, los otros dos son; Eduardo Tavani y Soledad
Astudillo. •• Sugiero distribuir mucho está nota intentando que
llegue a las familias de los policías de Argentina. Para proteger a todos los
argentinos, policías y ciudadanos de este flagelo que los quiere imponer esta
desquiciada de la ministra. Bruno

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