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7 Paginas Analisis de Resultados
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Entrevista al capellán
Trabajador social
En relación con el papel del sistema educativo, señaló que no considera que haya
programas formativos para los profesionales del trabajo social y que la práctica es el
método que lo ha conducido a tener relaciones exitosas. Un comentario interesante es su
duda al utilizar las palabras correctas para los casos de la contención emocional hacia un
niño y que únicamente la práctica ha sido el factor que lo ha conducido a seleccionar las
palabras adecuadas para interactuar con los niños.
Durante la conversación, el trabajador social enfatizó que las entrevistas, los saludos
en los pasillos y las conversaciones informales que se dan en esos ambientes constituyen un
medio idóneo para el intercambio de ideas, pues ofrecen un espacio alejado de cualquier
factor hostil que pueda inhibir al niño y, por lo tanto, dificultar la comunicación. Es el
momento adecuado para la retroalimentación y la motivación, pues tanto el niño como el
adulto pueden aprender de manera espontánea la forma como deben y quieren ser tratados.
Asimismo, relató que los factores que obstaculizan la transmisión de las normas y valores
son el ruido, el desorden y la poca comunicación, por lo que considera que se deben
mantener abiertos los canales comunicación para que la interacción con el niño sea fluida y
carente de presión social.
Considera además que aún alejado de su rol de trabajador social, como ser humano
su rol debe ser el mismo, lo que significa actuar como factor de influencia para la creación
de valores y el refuerzo del respeto y manejo adecuado de las normas. El adulto es un
agente de socialización por excelencia y al interactuar con niños en la calle, en el mercado
o durante la práctica de algún deporte es obligación ser motivo de ejemplo, de buen
comportamiento, de ser un individuo respetuoso de las normas. Mediante esta actitud, los
niños se sentirán influenciados positivamente y con seguridad imitarán estos
comportamientos.
La primera de las dos educadoras entrevistadas fue consultada sobre las estrategias
para la adquisición de normas y valores en los niños de primera infancia. Ella describió
como muy arduo el trabajo a través del uso de los pictogramas, los cuales servían como
apoyo apara el trabajo con los niños. Este recurso es usado paralelamente con el cuento que
es fortalecido con el recurso visual ayuda a lograr el objetivo de manera más concreta, lo
que apoya, en la opinión de la educadora, en la adquisición de normas.
En relación con los valores y normas más relevantes, enfatizo al respeto como valor
fundamental en la vida real más allá del ámbito pedagógico y trasladándolo al mundo de las
ideas y sus diferencias entre todos los individuos, enfatizo que el respeto mutuo entre
colegas y estudiantes es primordial para el entendimiento en general.
Asimismo, comentó que la adquisición de valores es un trabajo que comienza con la
familia y que la escuela debe reforzar. Al detectar alguna falencia en cuanto a algún valor,
por ejemplo, el del respeto, los docentes están en la obligación de buscar estrategias que lo
desarrollen o lo refuercen. Es importante complementar el trabajo de la familia con la labor
docente y al mismo tiempo actualizar estas actitudes positivas en todos los actores del
hecho educativo. La educadora fue enfática al considerar a la familia con el agente de
socialización fundamental para el desarrollo integral del niño y apoyados indiscutiblemente
con la labor docente.
Al ser consultada sobre las funciones que desempeña para lograr el desarrollo de
habilidades emocionales, espirituales y físicas de los alumnos, destaco que en lo emocional
aprovechan la actividad de las devocionales diarias. Durante esta actividad los alumnos
expresan sus sentimientos y tienen la oportunidad de contar como fueron sus actividades en
los días anteriores. De la misma manera dan su opinión acerca de la actuación de los
docentes y expresan ideas sobre las actividades de clase. Esta actividad has ido fructífera,
pues al principio del año solo repetían lo que decía el primero en participar. En los
devocionales posteriores, los niños mostraban más confianza y aportaban nuevas
percepciones.
Adicionalmente, señaló que los padres eran involucrados a la participación en el
desarrollo integral de los niños a través de la información proveída por medio de reuniones
con el docente y el psicólogo. Estas ocasiones son aprovechadas para escuchar las ideas que
puedan constituirse como aportes significativos para la evolución educativa de los niños.
En este sentido, la educadora acotó que los obstáculos más trascendentales para la
transmisión de valores y normas son los originados en el hogar. Los padres conceden la
acción de muchas actitudes negativas en cuanto a las normas. Permiten en demasía que los
niños no cumplan con sus deberes escolares, pues los notan cansados o simplemente por
comodidad y no sentirse obligados a trabajar con ellos en casa.
Estas actitudes son trasladadas al aula y los niños no se sienten obligados a cumplir con
las funciones características del colegio. Al no haber refuerzo en el hogar sobre las normas
mínimas de respeto, se hace cuesta arriba para el docente tratar de moldearlos a las normas
de la escuela. Los demás compañeros se sienten muchas veces intimidados por ciertas
actitudes que violan las normas, como por ejemplo cuando son interrumpidos por algún
compañero que no respeta su turno para hablar.
En cuanto a los objetivos y principios que se deben cumplir para el establecimiento de
normas y valores, la educadora comentó que posee un plan de convivencia escolar que sirve
de retroalimentación. En este plan se describen con asertividad las normas que se den
cumplir y donde se incluyen las normas espirituales. En este plan se desarrollan
semanalmente temas como la sabiduría, el respeto y otros aspectos que puedan servir de
desarrollo para otros valores. Este plan se complementa armoniosamente con el reglamento
interno del colegio, pues es realizado en con conjunto con profesores, asistentes,
apoderados y alumnos, el cual es motivo de evaluación y actualización constante.
La educadora añadió que los valores y normas a los que le da énfasis son de muy simple
accionar, como por ejemplo levantar la mano para hablar, permitir la participación de los
compañeros, pedir permiso y en fin todas las actitudes que se relacionen con el respeto
como valor fundamental. Considera además que la participación de la familia es esencial
para que las normas sociales sean reforzadas constantemente y deben ser observadas tanto
en escuela como en la calle. Asimismo, comento que el docente debe servir de ejemplo al
mostrar el respeto por su sus colegas y sus superiores lo cual redundara en una segura
imitación de estas actitudes por parte de los niños.
Por otro lado, señaló la importancia de demostrar a los niños el respeto por las
autoridades, ya que los niños sienten que los privilegiados para recibir este valor es
únicamente el docente y que los otros adultos no son merecedores de esta actitud. Por lo
tanto, el docente tiene toma acciones para inculcarle a los niños la existencia de las
jerarquías y que además todos los adultos que lo rodean debe ser tratados de la misma
manera como lo hacen con sus maestros.
Los niños deben ser reforzados constantemente con la idea de que debe cumplir con las
normas en todos los ámbitos exteriores de la escuela.