en el que vivimos y a lo que desde siempre hemos creído o te han enseñado. «Nada es lo que parece y todo es una gran ilusión». Vivimos todos en algo parecido a la Matrix de la película. El día a día nos llena de actividades, estímulos y distracciones que nos impiden ver la realidad tal y como es. Las noticias, el trabajo, el consumismo, Facebook, las obligaciones, los atascos, las series, Wasap… un bombardeo que nos impide pensar por nosotros mismos. Vivimos en un mundo de estrés, de prisas, de quejas, de falta de tiempo, de insatisfacción, de preocupaciones, de miedos… Navegamos por ese mundo con el piloto automático activado, siguiendo un destino marcado por otros.