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Victimas de graves vulneraciones de derechos humanos y abuso de poder: Reconocimiento y reparacién José Luts DE La CuESTA ARZAMENDI* Catedrdtico de Derecho Penal. Director del Instituto Vasco de Criminologia (UPV/EHU) Presidente honorario de la Asociacién Internacional de Derecho Penal (AIDP) I. PRELIMINAR Laarticulacién de sistemas apropiados de reconocimiento y reparacién ~lo mas tempranos y eficaces posibles~ constituye una exigencia victimo- logica de primer orden no solo en el esfuerzo de contencién y reduccion, eno posible, del dafio sufrido, sino también de cara a la prevencién de los riesgos de “victimizacién secundaria’: esa victimizacién ligada al modo de reaccién del entorno y, muy en particular, del mismo sistema social y/o institucional!, cuyas consecuencias perjudiciales para las victimas pueden ser muy relevantes. No son pocas las dificultades que surgen en las victimizaciones de origen delictivo a la hora de tratar de asegurar lo que se acaba de indi- car. Como es sabido, la declaracién formal de la existencia probada de un hecho punible de cara al enjuiciamiento y, en su caso, condena de su autor -primer responsable, en principio, de la reparacién- corresponde exclu- sivamente a los jueces y iribunales en el marco de un proceso penal. Este * Grupo Consolidado de investigaci6n GICCAS (Gobierno Vasco IT 1372-19). Pro- yecto Ref: PID2020-116407RB-I00. La tutela penal de las personas vulnerables: andli- sis de realidades criminol6gicas y propuestas sustantivas de “lege data” y de “lege ferenda”. 1, Recomendacién R (2006)8 del Comité de Ministros del Consejo de Europa, sobre asis- tencia a las victimas del delito, 14 junio 2006, 1.3. 129 ‘CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO se integra por miiltiples actuaciones y requiere la superaci6n de distintas fases procesales antes de que puedan fijarse los hechos y las bases de la responsabilidad penal y civil, lo que, en el mejor de los casos, determina una demora nada favorable para las victimas. La practica pone, ademas, de manifiesto los riesgos de que, por razones procesales u otras, el proceso no acabe en declaracién de responsabilidad penal y civil de los victima- tios 0 que, a pesar de ello, no se haga efectiva la reparacién debido a su demasiado frecuente insolvencia... Il. ViAS DE ASEGURAMIENTO DE LA REPARACION Y RECONOCIMIENTO Hace tiempo que la Victimologia -que rechaza toda identificacién del “llegar a ser victima” con “un incidente individual” y reclama, con taz6n, su condicién de “problema de politica social, un problema de dere- chos humanos’~ se esfuerza en la formulaci6n de propuestas dirigidas a reducir en lo posible lo explicado. IL1. SISTEMAS DE REPARACION ESTATAL Este es el sentido de los sistemas de asuncidn (subsidiaria) por el Estado de la obligacién de reparacién, postulados ya en Espaiia por los Codigos Penales de 1848 (art. 123) y de 1928 (art. 183), y que han acabado encontrando principalmente expresién, junto en la legislacién antiterro- rista (més generosa), a partir de la Ley 35/1995, de ayudas y asistencia a las victimas de delitos violentos y contra la libertad sexualt, inspirada en el Convenio 116 del Consejo de Europa (1983). 1.2. LOS DERECHOS DE LAS AFIRMADAS VICTIMAS Asimismo, y més alla del derecho de las victimas a incorporarse al Proceso como parte acusadora, tradicional en Espafia, se promueve el BERISTAIN, A., Victimologia. Nueve palabras clave, Tirant lo Blanch, Valencia, 2000, 49. 3. MARTIN RIOS, MP, “La reparaci6n a las victimas del delito por parte del Estado: andlisis del caso espafiol”, Rivista di Criminologia, Vittimologia e Sicurezza, all-3, 2008, p. 88 ss. 4. ODRIOZOLA GURRUTXAGA M,, “Valoracién del sistema espafiol de ayudas ptiblicas y asistencia a las victimas de delitos violentos y contra la libertad sexual”, en VARONA MARTINEZ, G. (Dir), Victimologia: en busca de un enfoque integrador para repensar Ia inter- vencién con victimas, Thomson Reuters Aranzadi, Cizur Menor, 2018, pp. 209 ss. POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. aseguramiento de un conjunto de derechos para toda “afirmada victima’® desde su primer contacto con las instancias oficiales de investigacién y persecucién y/o con los servicios de asistencia, acompafiamiento y de jus- ticia restaurativa; unos derechos -a la proteccién, informacién, apoyo, asis- tencia y atencién, a la participacién activa en el proceso penal y a recibir un trato respetuoso, profesional, individualizado y no discriminatorio— que deben garantizarse durante toda la intervenci6n y hasta “por un periodo de tiempo adecuado” tras la conclusin del proceso, “con independencia de que se conozca 0 no Ia identidad del infractor y del resultado” alcan- zado (art. 3.1, Ley 4/2015, del Estatuto de la victima del delito). IL3.. MECANISMOS COMPLEMENTARIOS Y/O ALTERNATIVOS PARA EL RECONOCIMIENTO Y REPARACION DE DETERMINADAS VICTIMAS Incluso, pata victimizaciones generadoras de una particular preocu- pacién y objeto de intenso rechazo social, la legislacién especifica aplica- ble despliega lineas de intervenci6n institucional dirigidas al mas pronto reconocimiento formal pleno de la condicién de victima, al igual que sis- temas de asistencia, acompaiiamiento y reparaci6n, en lo posible integral. ‘Asi, para no tener que esperar a una resoluci6n definitiva por parte de los 6rganos jurisdiccionales competentes, se fijan mecanismos complementa- rios y/o alternativos con el fin de evitar dilaciones en el reconocimiento y reparacién de estas afirmadas victimas. Haciendo abstraccién de lo establecido en la Ley 35/1995, para la con- cesién de ayudas provisionales (art. 10.3 c), y de la regulacién en mate- ria de violencia de género (art. 23 LO 1/2004) -donde la existencia de un informe del Ministerio Fiscal constatando la presencia de indicios (en la Ley 35/1995, “tazonables”) puede bastar, excepcionalmente-, los ejemplos més destacados se hallan en la legislaci6n de victimas del terro- rismo, cuyas previsiones encuentran plena justificacién victimol6gica y no han sido objeto de cuestionamiento*. En este sentido, el Real Decreto 671/2013, por el que se aprueba el Reglamento de la Ley 29/2011, de 22 5. SUBIJANA ZUNZUNEGUI J, “La igualdad y la violencia de género en el orden jurisdiccional penal. Hacia una estrategia actuarial en el tratamiento punitivo de la violencia del hombre sobre la mujer en la relaci6n de pareja”, Revista Electr6nica de Ciencia Penal y Criminologia, 12-05 (2010) pp. 15 s. 6. DELA CUESTA ARZAMENDI, [-L., “Torturas y malos tratos: sistema penal y nece- sidades de las victims”, en SUAREZ LOPEZ, J. / BARQUIN SANZ, be BENITEZ. ORTUZAR, LE. / JIMENEZ DIAZ, MJ. / SAINZ-CANTERO CAPARROS, J.E. (Dirs.), Estudios juridico penales y criminolégicos. En homenaje al Prof. Dr. H.C. Mult. Lorenzo Morillas Cueva, vol. I, Dykinson, Madrid, 2018, p. 948. 131 CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO de septiembre, de Reconocimiento y Protecci6n Integral a las Victimas del Terrorismo, realizadas “las oportunas diligencias judiciales o la incoacién de los procesos penales para el enjuiciamiento de los delitos”, admite con amplitud, a falta de sentencia, la competencia administrativa ala hora de la apreciacién del nexo causal determinante, con base en la “prueba admi- sible en derecho” aportada por los interesados sobre “la condicién de vic- tima o derechohabiente, la entidad de los dafios sufridos, la naturaleza de los actos 0 hechos causantes” y demas requisitos (art. 3.2. b). El ejercicio por las personas interesadas de las acciones que procedan de cara a la reparacién del dafio es también una exigencia comuin de la legislacién autonémica, la cual permite, por lo‘demés, que la condicién de victima del terrorismo pueda resultar acreditada por otras vias: deci- siones administrativas o informes de las fuerzas y cuerpos de seguridad, completados en su caso por una declaracién (6 ratificacién) judicial... El Decreto Vasco 290/2010 (arts. 12 y ss.) declara, por ejemplo, la plena competencia de la Administracién vasca en cuanto a la tramitacién y resolucién de los procedimientos y el pago de las indemnizaciones y repa- raciones: ordenando la comprobacién “de oficio (...) de los hechos 0 datos alegados”; solicitando de otras instancias (policiales, fiscalfa, judiciales) cuantas informaciones se precisen; y requiriendo de la Ertzaintza u “otros 6rganos policiales competentes, informe (...) sobre la relacién causal entre los datos acaecidos y actos terroristas”, la cual, a falta de “reivindica- cién”, se dictaminard con base en “lo que racionalmente se deduzca de una valoracién conjunta de los antecedentes, y circunstancias coeténeas y posteriores de los que se tenga conocimiento” (art. 13). Ill. NORMATIVAS, PRINCIPIOS Y DIRECTRICES INTERNACIONALES La potenciacién de cuantos mecanismos permitan superar las dificulta- des a las que tantas veces se enfrenta la acreditacién y reconocimiento de la condicién de victima constituye una exigencia victimolégica incuestio- nable y creciente en relaci6n con la generalidad de las victimas, y muy en particular en cuanto a las victimas de delitos graves-, no solo por razones de solidaridad, sino como condicién elemental para el efectivo disfrute de os derechos que, en su calidad de victimas, les ha de corresponder en un Estado social y democratico de Derecho. En este orden de cosas, por razo- nes criminolégicas y victimolégicas, deberian merecer una especial aten- cion las victimizaciones derivadas de vulneraciones graves de derechos hhumanos conectadas con la actuacién irregular, indebida y/o despropor- cionada tanto de personas erigidas en autoridad (0 que ejercen funciones 132 POLITICA CRIMINAL, VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS... publicas), como de otras instancias o entornos con su apoyo, aquiescencia © tolerancia: manifestaciones particularmente rechazables del abuso de poder estatal, objeto de repulsa internacional tanto por parte de la Decla- racién Universal y los instrumentos internacionales y regionales de dere- chos humanos, como a través del Derecho Internacional humanitario, del Estatuto de la Corte Penal Internacional y de declaraciones e instrumentos en materia de tortura, desapariciones forzadas, ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias, detenciones arbitrarias y prolongadas, deportacién y/o traslado forzoso de poblacién, discriminacién racial sistematica...”. I.1. LAPARQUEDAD DE LOS TEXTOS CONVENCIONALES Tradicionalmente, las previsiones relativas a las victimas contenidas en los instrumentos especificos, con valor formal de fuentes del derecho internacional, no han sido abundantes. Sin perjuicio de lo dispuesto por la Convencién contra la tortura’, cabe destacar en este plano las referencias de la Convencién Internacional para la proteccién de todas las personas contra las desapariciones forzadas (2006). Esta obliga a los Estados los cuales han de cooperar y prestarse auxilio “para asistir a las victimas” en el efectivo ejercicio de’ sus derechos (art. 15)- a “garantizar(4) a las victimas de desaparicién forzada el derecho a un recurso eficaz durante el plazo de prescripcién” (art. 8) y a facilitar su dere- cho de denuncia, seguida por su rapido examen e investigaci6n exhaustiva e imparcial, asegurando la proteccién “del denunciante, los testigos, los allegados de la persona desaparecida y sus defensores, as{ como de quienes participen en la investigacién, contra fodo maltrato o intimidacién en razon de la denuncia presentada o de cualquier declaracién efectuada” (art. 12.1). El art. 24 se ocupa de las victimas y de su derecho a “conocer la verdad sobre las circunstancias de la desaparici6n forzada, la evolucién y resul- tados de la investigacién y la suerte de la persona desaparecida”, con- tando con el apoyo de los Estados parte: en general y “para la btisqueda, localizacién y liberacién de las personas desaparecidas y, en caso de LOPEZ MARTIN, A.G., “Los derechos de las victimas de violaciones manifiestas de Derechos Humanos en Derecho Internacional”, Anuario Juridico y Econémico Escuria- lense, XLVI, 2014, pp.5 s. 8 La Convencién de 1984 se limita a declarar los derechos de las victimas de tortura a a quea y recurso (art. 13.1), asi como a la protecci6n frente a nuevas torturas o malos tratos (art. 13.2), y ordena a los Estados reconocer “la reparacién y el derecho a una indemnizacién justa y adecuada”, incluyendo “los medios para su rehabilitacién lo més completa posible” (art. 14). Las victimas pueden acceder a la ayuda del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las victimas de la tortura, creado en 1981 por la Asamblea General. 133 CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO fallecimiento, para la btisqueda, el respeto y la restitucién de sus restos” (apdo.3). Las victimas han de ver asimismo garantizado su “derecho a la reparacién y a una indemnizacién répida, justa y adecuada” (apdo.4 e) de “todos los dafios materiales y morales”, contempléndose como modalida- des de reparacién: la restitucién; la readaptacién; la satisfaccién (incluido el restablecimiento de la dignidad y la reputacion); y las garantias de no repeticion (apdo. 5). U2. LA DECLARACION (1985) Y LOS PRINCIPIOS Y DIRECTRICES BASICOS (2005) Al lado de los instrumentos internacionales formalmente vinculantes, poco pormenorizados en este punto, dos son los textos victimolégicos principales: la Declaracién sobre los principios fundamentales de justicia para las victimas de delitos y del abuso de poder (Res. AG 40/34, de 29.de noviembre de 1985); y los Principios y directrices basicos sobre el derecho de las victimas de violaciones manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones, también aprobados por la Asamblea General (Res. AG 60/14) veinte afios mas tarde: el 16 de diciembre de 2005. La Declaracién de 1985 incluye en el concepto de victima a “las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido dafios, inclusive lesiones fisicas 0 mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera 0 menos- cabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir violaciones del derecho penal nacional, pero violen normas internacionalmente reconocidas rela- tivas a los derechos humanos” (Pr. 18). Los Estados deben proscribir en su legislacién interna estos abusos de poder proporcionando “remedios a las victimas” (Pr. 19). Como victimas, el estatuto juridico de las victimas de abuso de poder se construye sobre el de las demas afirmadas victimas de delitos: en con- secuencia, ademés de ser consideradas como tales “independientemente de que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador e independientemente de la relacién familiar entre el perpetrador y la vic- tima” (Declaracién A.2), disfrutan de sus mismos derechos més basicos*: a la informaci6n; a la asistencia gratuita, de emergencia y continuada; al resarcimiento del dafio y reparacion social y moral; al acceso a Ja justicia 9. DELA CUESTA ARZAMENDI, J.L,, “La normativa internacional como respuesta a Jos procesos de victimizacién”, en VARONA MARTINEZ, G. (Dir), Victimologia, cit., pp. 235 ss. 134 POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. (y/o “mecanismos oficiosos para la solucién de las controversias”); a la interdiccién de toda discriminaci6n y garantia de un trato digno; a la pro- teccién frente a la revictimizaci6n (incluidas las posibles represalias del infractor y su circulo) y frente a la victimizacién secundaria; a la partici- paci6n; a'la prevencién eficaz del delito a través de la prevencién de la victimizacion. Un anilisis comparativo del contenido de la Declaracién y de los Princi- pos y Directrices baisicos pone, con todo, de manifiesto la distinta perspectiva que los inspira. La razén es clara: en el caso de los Principios y Directrices basicos, las normas violadas son precisamente aquellas que imponen inter- nacionalmente el deber de respeto y garantfa de los derechos humanos y que reclaman de los Estados la adopcién de medidas efectivas tanto para la prevencién, diligente investigacisn y persecucién de las violaciones, como para dar satisfaccién a las victimas: unas obligaciones que, al lado de lo exi- gible a los victimarios, corresponden especfficamente al Estado involucrado por la actuacién de sus autoridades, funcionarios u otras personas partici- pantes en las funciones ptiblicas, de aqui que los esténdares exigibles se vuelvan “mas elevado(s)””. Esto es particularmente evidente, entre otros, en relacién con el derecho al acceso a la justicia para conocer la verdad y, muy en particular, en cuanto a la reparacién de las victimas, que los Estados estén obligados a prestar, en su caso, de forma principal y directa (Pr15), estableciendo asimismo “programas nacionales de reparacién y otra asis- tencia” para “cuando el responsable de los dafios sufridos no pueda o no quiera cumplir sus obligaciones”; y sin perjuicio de repetir sobre los respon- sables con objeto de recuperar las cantidades abonadas (Pr. 16). Conforme a los Principios y directrices basicos, las victimas de violacio- nes manifiestas de las normas internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho internacional humanitario han de ser tra- tadas por los Estados “con humanidad y respeto de su dignidad y sus derechos humanos”, garantizando “su seguridad, su bienestar fisico y psicolégico y su intimidad, asi como los de sus familias’. Los Estados deben igualmente “velar por que (...) gocen de una consideracién y aten- cién especiales para que los procedimientos juridicos y administrativos destinados a hacer justicia y conceder una reparacién no den lugar a un nuevo trauma” (Pr. 10). La reparacin ha de ser “adecuada’”, “efectiva”, “répida” y “proporcio- nala la gravedad delas violaciones y al dafio sufrido” (Pr. 15), afiadiéndose alas acciones de restituci6n, indemnizacin y rehabilitacién —exigidas por J0. HERNANDEZ LEON, S. / VELAZQUEZ ZAMBRANO, PS. / GAITAN, M., Manual para Ia defensa de victimas de delitos o violaciones a normas internacionales de derechos humans, Instituto de Justicia Procesal penal, AC, México, 2017, p. 37. 135 CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO la Declaracién para la generalidad de las victimas-, las garantias de no repeticién y la satisfaccién". Esta tiltima demanda, junto a la apropiada sancién de los responsables: el restablecimiento oficial o judicial de la dig- nidad, reputacién y derechos de la victima y personas de su entorno mas cercano; disculpas piiblicas con reconocimiento de los hechos y acepta- cin de responsabilidades; conmemoraciones y homenajes; referencias a las vulneraciones de derechos humanos en el material didactico y docen- cia a todos los niveles... La satisfaccién requiere, ademés, un compromiso ptiblico para impedir la continuidad de las violaciones, para asegurar la verificaci6n de los hechos y relevacién publica y completa de la verdad”, para la biisqueda de desaparecidos y/o secuestrados, y en orden a la recu- peracién, identificacién e inhumacién de los cadaveres de las personas asesinadas, respetando el deseo explicito o presunto de la victima o las prdcticas culturales de su familia y comunidad (Pr. 22). En todo caso, los Principios y Directrices reclaman también de los Esta- dos Ja lucha contra la impunidad®, lo que les obliga a comprometerse en la investigaci6n de este tipo de violaciones “de una forma eficaz, rapida, completa e imparcial”, declarando, en su caso, su imprescriptibilidad (Pr. 6) y garantizando a las victimas un “acceso equitativo y efectivo a la jus- ticia” (Pr. 3). IV. DERECHO ESPANOL IV.1. UNATOZUDA REALIDAD A pesar de su extremada gravedad y extensién, y no obstante el tiempo transcurrido, en Espajia, el reconocimiento y reparacin de la victimiza- cién individual y colectiva generada por ei franquismo contintia susci- tando dificultades y controversias. Relevantes y bien conocidas son, a su vez, las vulneraciones de derechos humanos procedentes de actores esta- tales (o de sus entornos) durante la transicién, asi como las denuncias ~en particular, de torturas y malos tratos— presentadas hasta en décadas muy posteriores, de las que se han ido haciendo eco prestigiosas organizaciones il. DELACUESTA ARZAMENDI, J.L,, “La normativa internacional”, cit,, pp. 239 $5. 12, Siempre que no resulte contraindicada por la proteccién de la seguridad e intereses de las victimas, sus familiares, testigos y personas que intervinieron en apoyo o para prevenir nuevas violaciones. 13. Demasiadas veces favorecida, de hecho, por los espacios legales de excepcionali- dad abiertos en la lucha contra determinados fenémenos criminales. MUNAGORRI LAGUIA, L, “Privacién de libertad. y derechos fundamentales (notas sobre la tor- tura)”, en Azpilkueta. Cuadernos de Derecho, 20, 2008, pp. 215 ss. 136 POLITICA CRIMINAL, VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. defensoras de los derechos humanos y sobre las que recientes estudios han recopilado no poca documentacién, en especial en el Pais Vasco. Frente a ello la respuesta institucional se ha caracterizado por la defensa a ultranza: del respeto de los estandares internacionales por parte de la legislaci6n interna (jincluso, en relacién con la detenci6n incomuni- cada!)5; de la amplitud generosa de los mecanismos internos de control’; de la existencia de suficientes garantias legales de investigaci6n; de la cobertura de las necesidades de estas victimas por la normativa general... Sin embargo, no son pocas las fallas e insuficiencias constatables a la hora del cumplimiento por parte del Estado espafiol de los compromi- sos internacionales en relacion con las victimas de graves vulneraciones de derechos humanos (vgr. en materia de tortura)”. De otra parte, en los primeros meses de 2021 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha afiadido a las anteriores -que superaban ya la decena—"* dos nuevas 14. ETXEBERRIA, F. / BERISTAIN, C.M. / PEGO, L. (Dirs.), Proyecto de investigacién de Ia fortura y malos tratos en el Pais Vasco entre 1960-2014. Informe final, Instituto Vasco de Criminologia, diciembre 2017. 15, Semillero de “restricciones, cuando no vaciamientos, de Jos derechos de las personas detenidas durante su aplicacién”, MUNAGORRI LAGUIA, L, “Detencién incomuni- cada y contenidos de los articulos 577 y 578 del Cédigo penal. Anélisis y propuestas”, Hermes: pentsamendu eta historia aldizkaria/revista de pensamiento e historia, 47, 2014, p. 21. También, PEREZ MACHIO, A.L, “La detenci6n incomunicada en los supuestos de terrorismo: guna medida lesiva de derechos humanos?”, en DE LA CUESTA, J.L. / MUNAGORRI, I. (Dirs.), Aplicacién de la normativa antiterrorista, Servicio editorial UPV/EHU, San Sebastian, 2009, pp. 167 ss. Para la nueva regulaci6n de la detencién © prisién incomunicada derivada de la reforma de los arts. 309 y 527 LECrim inter- venida por Ley Organica 13/2015, de 5 de octubre, JUAN SANCHEZ, R,, “El nuevo régimen de la incomunicacién cautelar en el proceso penal espafiol”, InDret, 4/2017. 16. No obstante, a pesar de lo permitido por el art. 17 del Protocolo y de las multiples razones que cabia aducir en apoyo de la existencia de mas de un mecanismo nacio- nal de prevencién (MUNAGORRI LAGUIA, I., Informe sobre la aplicacién en Euskadi del Protocolo Facultativo de la Convencién contra Ia Tortura y otros Tratos 0 Penas Crueles, Inhumanos 0 Degradantes aprobado por Ia Asamblea General de las Naciones Unidas en su 772 sesién plenaria de 18 de diciembre de 2002, elaborado a solicitud del Director de Derechos Humanos del Gobierno Vasco, San Sebastidn, 5 de marzo de 2007 (inédito), la STC 5 marzo 2015 declaré inconstitucional la atribucién al Sindic de Greuges catalan de la condicién de Autoridad Catalana para la Prevencién de la Tortura y de otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, por entender que en Espafia el mecanismo nacional debe ser tinico. 17, DELACUESTA ARZAMENDI, J.L., “Torturas...”, cit., pp. 943 ss. 18. Ast, Martinez Sala y otros c. Espafta (STEDH 2/11/2004); Iribarren Pinillos c. Espafia (STEDH 8/1/2009); San Argimiro Isasa c. Espafia (STEDH 28/9/2010); Beristain Ukar ¢, Espaiia (STEDH 8/3/2011); Otamendi c. Espafia (STEDH 16/10/2012); B.S. c. Espafia (STEDH 24/7/2012); Ataun Rojo c. Espafia (STEDH7/10/2014); Etxebarria Caballero c. Espaiia (STEDH 7/10/2014); Arratibel c. Espafta (STEDH 5/5/2015); Beortegui c. Espafia (GTEDH 31/5/2016); Portu, Juanenea y Sarasola Yarzabal c. Espafia (STEDH13/2/2018). 137 CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO condenas por violacién del art. 3 del Convenio Europeo “en su vertiente procesal”, debido a la falta de investigacién “profunda y efectiva” de las denuncias de los demandantes: de tortura y maltrato en el marco de una detencién incomunicada (asunto Gonzilez Etayo contra Espafia, STEDH 19/1/2021); y de uso desmedido de fuerza policial y trato degradante en el curso de una manifestacién (asunto Lopez Martinez c. Espaiia, STEDH 9/3/2021). Ademés, en el caso Portu, Juanenen y Sarasola Yarzabal c. Espafia (STEDH 13/2/2018) Espafia habia sido condenada por vulneracién del “aspecto material, sustantivo” del art. 3, al considerarse probados unos tratos inhumanos (para la mayoria: 4 votos) que, a juicio de la minoria (3 votos), debian haber recibido la calificacién de torturas®. IV.2, LOS PRIMEROS TEXTOS NORMATIVOS DE LA COMUNIDAD AUTONOMA DEL PAIS VASCO Y COMUNIDAD FORAL NAVARRA Bien entrado el presente siglo, la preocupacién por la falta de una adecuada respuesta estatal y la ausencia, en la practica, de mecanismos efectivos de reconocimiento y reparacién de las victimas de estas graves vulneraciones de derechos humanos se ha acabado traduciendo en el impulso de nuevos instrumentos legislativos”, en particular, en la Comu- nidad Auténoma del Pais Vasco y en la Comunidad Foral Navarra. En 2007, el pleno monogréfico del Parlamento Vasco sobre victimas del terrorismo (5 de octubre) encarg6 al Gobierno Vasco: un Informe sobre vic- timas del terrorismo practicado por grupos incontrolados de extrema derecha y él GAL, a la Direccién de Atencién a las Victimas del Terrorismo; y el Informe sobre victimas de vulneraciones de derechos humanos derivadas de Ia violencia de motivacién politica, e elaborado por el entonces Director de Derechos Huma- nos Jon-Mirena Landa Gorostiza (Vitoria-Gasteiz, 24 de junio de 2008). Encauzado el tratamiento de las victimas del GAL a través de la Ley 4/2008, del Parlamento Vasco, relativa a las victimas del terrorismo, la cuestién del reconocimiento y reparacién de las victimas de vulne- raciones de derechos humanos volvié al Parlamento en 20112. Un aiio ALVAREZ RODRIGUEZ, L,, Sobre la prevencién de la tortura, Servicio de Publicaciones. Facultad de Derecho. Univ. Complutense de Madrid, 2020, p. 49. 19. ALVAREZ RODRIGUEZ, I,, ibidem, pp. 49 ss. 20. Como en materia de memoria hist6rica, DE LA CUESTA, J.L. / ODRIOZOLA, M., “Marco normativo de la memoria histérica en Espafia: legislacién estatal y autond- mica”, Revista Electronica de Ciencia Penal y Criminologia, RECPC 20-08 (2018). 21. Proposicién de Ley 61/2011. En 2010 se habia hecho publico un nuevo Informe titu- lado Victimias de oulneraciones de derechos humanos y sisfrimientos injustos producidos en POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. después el Consejo de Gobierno aprobé el Decreto 107/2012, de decla- racién y reparacin de las victimas de sufrimientos injustos como con- secuencia de la vulneracién de sus derechos humanos, producida entre los afios 1960 y 1978 en el contexto de la violencia de motivacién poli- tica vivida en la Comunidad Auténoma del Pais Vasco. Objeto central del Decreto era establecer los cauces y requisitos para el reconocimiento ofi- cial de la victimizacién padecida, que debia llevar a la “compensacién por los dafios sufridos” (art. 10), a cuyo efecto se creaba una Comision de Valoracién (art. 6) y se establecia un “procedimiento para la declaracién de la condicién de victima de sufrimientos injustos” (art. 9)”. En la Comunidad Foral Navarra -que desde 2013 contaba con la Ley Foral 33/2013, de reconocimiento y reparacién moral de las ciudadanas y ciudadanos navarros asesinados y victimas de la represin a raiz del golpe militar de 1936- en 2015 se aprobé la Ley Foral 16/2015, de 10 de abril, de reconocimiento y reparaci6n de las victimas por actos de moti- vacién politica provocados por grupos de extrema derecha o funciona- rios puiblicos, la cual creaba igualmente, y a tal efecto, una “Comisién de Reconocimiento y Reparacién’ (art. 3), ala que se encomendaba analizar los casos presentados y, de resultar procedente, elevar al departamento competente “una propuesta de resolucién vinculante” de “declaracién de la condicién de victima de motivacién politica” (art. 4), que daba paso a las correspondientes “indemnizaciones econdmicas por dafios fisicos 0 psicolégicos, por dafios materiales en bienes, viviendas habituales o vehi- culos 0 en sedes de partidos politicos, organizaciones sociales o medios de comunicacién” (art. 5). IV.3. DECLARACION DE INCONSTITUCIONALIDAD: LA STC 85/2018; VOTOS PARTICULARES Tanto el Decreto vasco de 2012 como la Ley Foral navarra de 2015 fue- ron objeto de recurso. El Decreto 107/2012, ante el Tribunal Superior de Justicia del Pais Vasco, dio lugar a la Sentencia 267/2015 de 24 de abril. Por su parte, recurrida la Ley Foral Navarra de 2015, por el Gobierno, ante el Tribunal Constitucional, el Pleno resolvié por Sentencia 85/2018, de 19 de julio de 2018. un contexto de violencia de motivacién politica, Vitoria-Gasteiz, 2010, que daba cumpli- miento al mandato parlamentario de 22 de diciembre de 2009. 22, MARTIN BERISTAIN, C. (coord.), Saliendo del olvido. Informe de Ia Comision de Valora- cin sobre victimas de violaciones de derechos humanos y otros sufrimientos injustos produ- cidos en un contexto de violencia de motivacién politica en la Comunidad Autonoma del Pais Vasco (1960-1978), Vitoria-Gasteiz, 2017. CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO Puntos centrales de los recursos eran: el cuestionamiento de la com- petencia de la Comision de expertos para declarar la existencia de unos hechos incriminados como delitos; y el riesgo para los derechos funda- mentales de las personas involucradas en los mismos. Ambas sentencias dieron sustancialmente la razén a los recurrentes por considerar incompatible el sistema establecido con la extensién que, para la mayorfa del Tribunal, ha de reconocerse a la reserva constitucional de toda investigacién de los hechos delictivos a favor del orden jurisdic- cional penal, y con el respeto de las garantfas constitucionales de las per- sonas potencialmente afectadas. Por su parte, a través de los votos particulares, los cinco magistrados del Tribunal Constitucional discrepantes® criticaron la delimitacién con- ceptual de la “investigacion penal” mantenida por la mayorfa y el alcance otorgado al principio constitucional de preferencia del orden jurisdiccio- nal penal en materia sancionatoria, que no deberia impedir que los hechos delictivos puedan ser investigados por instancias no jurisdiccionales (en realidad lo son, y no s6lo por fiscalfa y policia judicial) o indagados fuera del proceso penal (en el seno de procedimientos administrativos, por comisiones parlamentarias; incluso desde un prisma técnico, cientifico, hist6rico, periodistico...), algo mucho més acorde con las obligaciones internacionales de investigaci6n (si es preciso, extrajudicial) de las graves violaciones de derechos humanos, y de asistencia y proteccién integral a las victimas, asi como con sus derechos al esclarecimiento de la verdad, al reconocimiento de la victimizacién, a la justicia y reparacién; todo ello, sin perjuicio del pleno respeto de las garantias que corresponden a las personas presuntamente involucradas a ser ofdas, a la reserva, en su caso, de su identidad y a la impugnacién judicial de las decisiones. IV.4. REFORMAS LEGISLATIVAS 4. Dos afios antes de la publicacién de la STC 85/2018, y sobre la base de un nuevo informe elaborado por encargo de la Secretaria General de Paz y Convivencia®, el Parlamento Vasco habia aprobado una nueva nor- mativa, esta vez con rango formal de ley, de reconocimiento y repara- cin de victimas de vulneraciones de derechos humanos en el contexto 23, Juan Antonio Xiol Rios, Antonio Narvéez Rodriguez, Candido Conde-Pumpido Tou- 16n, Maria Luisa Balaguer Callején y Fernando Valdés dal Ré, adherente al voto par- ticular de esta dltima. 24. CARMENA, M. / LANDA, J.M. / MUGICA, R. / URIARTE, J.M., Informe-base de pulneraciones de derechos humanos en el caso vasco (1960-2013), Gobierno Vasco, Vitoria- Gasteiz, junio 2013. 140 I | POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS... de la violencia de motivacién politica en la Comunidad Auténoma del Pais Vasco entre 1978 y 1999. Dirigida a superar las dificultades suscitadas por el cardcter reglamentario del texto anterior y a dar cumplimiento alo acordado en el marco de la Proposicién no de Ley 70/2015, la Ley 12/2016 mantenia fundamentalmente el esquema del Decreto 107/2012, si bien perfilaba mejor el procedimiento (arts. 12 y ss.) y la Comisién de Valora- cién (arts. 16 y ss.), cuya profesionalidad reforzaba. También aftadia a los derechos a la teparacién (art. 8) e indemnizacién (art. 9) y a la asistencia sanitaria (art. 11), el reconocimiento puiblico (art. 6) y la verdad (art. 7); y prevefa su aplicacion retroactiva a las victimas reconocidas con base en él Decreto 107/2012 e incluso a victimas no amparadas por el mismo (dispo- siciones adicionales 1.° y 2"). La Ley 12/2016 fue nuevamente objeto de recurso de inconstitucio- nalidad (ntim. 2336/2017). Ahora bien, en cumplimiento del acuerdo alcanzado en la Comisién Bilateral de Cooperacién Administracién de Estado-Administracién de la Comunidad Auténoma de Pais Vasco (30 julio 2018), el Gobierno retiré el recurso y se aprob6 -por Ley 5/2019, de 4.de abril, del Parlamento Vasco— la nueva redaccién acordada de los arts. 2y 4 (4mbito y principios de actuacién), art. 7 (derecho a la verdad) y art. 14 (instruccién), asi como la supresi6n de la disposicién adicional 6.°, refe- rida a la “aplicaci6n de la ley a las vulneraciones de derechos humanos donde no pueda establecerse una relacién concreta de culpabilidad sobre los hechos constitutivos de tales vulneraciones de derechos humanos”. 2. También en la Comunidad Foral navarra, la STC 85/2018 dio paso a un nuevo proceso legislativo que se tradujo en la aprobacién de una nueva Ley foral -la Ley 16/2019, de 26 de marzo, de reconocimiento y reparacion de las victimas por actos de motivacién politica provocados por grupos de extrema derecha o funcionarios publicos- con el propésito explicito de corregir las objeciones de constitucionalidad suscitadas por la Ley 16/2015: en particular, en cuanto a la independencia y procedimiento de actuacién de la Comisién —de cometido resarcitorio, ajeno a todo juicio de culpabili- dad, y cuya propuesta dejaba de tener cardcter vinculante-, el respeto de la esfera jurisdiccional penal y la garantia de los derechos de terceros. IV5. STC 83/2020 YCONCORDANTES: CONSTITUCIONALIDAD, CON CAUTELAS La presentacién de recursos de inconstitucionalidad contra los nue- vos textos legales no se hizo esperar, habiendo dado lugar ya a cuatro 25, Compatibles con otras compensaciones econémicas (art. 10). 141 CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO sentencias del Tribunal Constitucional: de un lado, la STC 83/2020 y la STC 131/2020, ambas sobre la Ley 5/2019 del Parlamento Vasco, y, del otro, las Sentencias de 108/2021 y 135/2021, relativas a sendos recursos contra la Ley Foral 16/2019 del Parlamento Navarro. Todas ellas recha- zan la inconstitucionalidad de las normas impugnadas, siempre que sus preceptos se interpreten en el sentido expresado por sus fundamentos juridicos. Asi, en la STC 83/2020%, el Tribunal Constitucional contintia insis- tiendo en la inadmisibilidad constitucional de toda alternativa de fijaci6n de la verdad jurfdica de hechos potencialmente delictivos por cualquier via que no sea la jurisdiccional penal, afirmada ya en la STC 85/2018 y que los votos particulares se esforzaron en matizar. Entiende, no obstante, que, tras la reforma de la ley autonémica vasca en 2019, no es esa la fun- cién que se atribuye ya a la Comision de Valoracién, cuyo cometido se centra en valorar “los hechos que le aleguen los solicitantes” para “deter- minar precisamente la relacién de causalidad existente entre los hechos y la produccién del resultado dafioso”. Siendo esto “imprescindible para que se produzca la compensacién”, a juicio del TC, no ha de presentar inconveniente si no implica “investigacién de posibles ilicitos pena- les”, ni “indagaci6n alguna sobre los concretos responsables”: esto es, si queda descartada toda confusién entre “los cometidos publicos de carac- ter asistencial con los que son propios y reservados al Poder Judicial”, cuya actuacion preferente garantiza la Ley reformada al exigir, cuando proceda, el reenvio de los hechos a la jurisdiccién penal para su enjuicia- miento. En este sentido, y puesto que “en el sistema de la Ley 12/2016 la comisién no debe realizar valoracién alguna que pueda ser reputada como jurisdiccional (...), pues no le corresponde declarar la existencia de conductas punibles y la determinacién de su autoria”, a juicio de la STC 83/2020, “no se pone en cuestién la investigaci6n del eventual delito y la verificacion publica de su comision y circunstancias y de su posible autor que es tarea exclusiva del Poder Judicial”. De aqui que el fallo declare que no deba reputarse inconstitucional lo dispuesto en relacién con el derecho a la verdad (art. 7) 0 en materia de instruccién (art. 14), siempre que se interprete en el modo indicado: en particular, por lo que concierne al art. 14, entendiendo que ~ “i) las menciones ‘a la més completa resolucién de los expedien- tes’, que se emplea en los arts. 14.2 e) y 14.4, no permiten una activi- dad indagatoria propia de la comisién de valoracién, sino solamente que, a partir de la documentacién aportada por el solicitante y en 26. La Sentencia (ponente: Magistrado don Alfredo Montoya Melgar) cuenta con dos votos particulares, de los Magistrados Sr. Xiol Rios y Sra. Balaguer Callején. 142 POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. defecto de resolucién administrativa 0 judicial, se determine la exis- tencia de la relacién de causalidad necesaria para articular los meca- nismos compensatorios previstos en la norma; y ~ ii) el resumen de los hechos del art. 14.8 se circunscribe a la apre- ciacién del nexo causal que ha de existir entre tales hechos y el resul- tado dafioso alegado ante la comisién”. La misma linea argumental y decisoria marcada por la STC 83/2020, es la seguida por la STC 131/2020” para rechazar las objeciones de inconstitucionalidad suscitadas por los recurrentes, reafirmar las pautas interpretativas a las que deben sujetarse algunos preceptos y declarar la constitucionalidad de los no impugnados en el primer recurso, pero sf en el segundo. En cuanto a las SSTC de 13 de mayo de 2021 y 135/2021”, sobre la Ley Foral 16/2019 del Parlamento Foral Navarra, declaran también la consti- tucionalidad de esta, insistiendo en que la interpretacién de sus preceptos (y muy en particular los relativos a derecho a la verdad, iniciacién e ins- truccién del procedimiento, y resolucién de las solicitudes) debe hacerse. por referencia al marco de actuacién de la Comisi6n, constitucionalmente admisible: que -se reitera-, a juicio de la mayoria del TC, no ha de ser la indagacién de los hechos ni la fijaci6n extrajudicial de responsabili- dad individual alguna, sino la valoracion de nexo causal entre los hechos aportados (en su caso, ya fijados judicial o administrativamente) y el dafio generador de la reparacién, presupuesto de la aplicacién del sistema de reconocimiento y reparacién victimal establecido. IV.6. BREVE COMENTARIO Destaca con razén la Magistrada Balaguer Callején en su voto particu- lar a la STC 83/2020 que las limitaciones impuestas a la actuacion de la Comision en cuanto a la indagacién de los hechos no dejan de ser “incon- gruente(s) y contradictoria(s) con lo que la propia sentencia afirma reite- radamente”, en especial, en el Fundamento juridico ntim. 7. En realidad, contintan siendo plenamente aplicables a las nuevas SSTC las contundentes objeciones desplegadas por los votos particulares de la 27. Igualmente, con dos votos particulares, por parte de los mismos Magistrados. Ponente en este caso el Magistrado don Candido Conde-Pumpido Tourén. 28. Un voto particular, por parte del propio ponente de la Sentencia: el Magistrado Xiol Rios. 29. Ponente, el magistrado don Andrés OlleroTassara; voto particular, por parte del pro- pio ponente de la Sentencia: e! Magistrado Xiol Rios. 143 ‘CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO STC 85/2018” a la existencia de una reserva exclusiva del orden jurisdic- cional penal en la investigaci6n de hechos delictivos. Es esta una preten- sion no s6lo carente de fundamento constitucional explicito, sino contraria a la legislaci6n y la practica en no pocas areas, cuya contradiccién con las obligaciones internacionales de investigaci6n resulta palmaria, y que lle- varia a impedir toda posibilidad de satisfaccién del derecho a la verdad y a la reparacién cuando en el seno de la justicia penal no se alcanzara a conocer (v.gr. por prescripcién u otra catisa obstativa de incoacién del proceso...) y/o a probar los hechos, o a condenar a los culpables. Se da, ademés, la paradoja de que -como subrayaran los Magistrados Xiol Rios (11.3) y Narvéez Rodriguez, en sus votos particulares a la STC 85/2018- no fue este el criterio seguido por el propio TC a la hora del andlisis del alcance de lo dispuesto por el art. 8 del Convenio europeo de 1983, en relacién con la aplicacién de Ja disposicin adicional primera de la Ley 29/2011: se entendi6, entonces*', que informes policiales aportados en el marco del correspondiente procedimiento administrative podfan bastar para acreditar la circunstancia de participacién “en la delincuencia orga- nizada” o la pertenencia “a una organizacién que se dedica a perpetrar delitos violentos”, aceptando, en consecuencia, la constitucionalidad del rechazo de la indemnizacién con base en esas informaciones policiales®. En todo caso, es preciso reconocer el avance de las nuevas sentencias respecto de la recaida en 2018 sobre la Ley Foral Navarra 16/2015, al per- mitir el despliegue del procedimiento desarrollado, algo absolutamente imprescindible para ir superando las injustas carencias que presenta la actuaci6n relativa a las victimas de las vulneraciones més graves de dere- chos humanos procedentes de agentes piiblicos (0 de sus entornos)®. Y es que, sin perjuicio de la aplicacién de lo establecido en la Ley 4/2015 del Estatuto de la victima del delito® y por la Ley 35/1995 de Ayuda y 30. De hecho, el Magistrado Xiol Rios se remite a lo expresado en su extenso y pormeno- rizado voto particular a la STC 85/2018. 31. Por ejemplo, ATC 30/2017, con voto particular de la Magistrada Astia Batarrita. 32. MUNAGORRI LAGUIA, I. / PEREZ MACHIO, A.L, “Aproximacién al sentido y alcance del articulo 8.2 del Convenio Europeo sobre indemnizaciones a victimas de delitos violentos de 1983: tensiones con el principio de legalidad”, Revista Vasca de Administracién Piiblica, 99-100, 2014, pp. 2017 ss. 38, DE LA CUESTA ARZAMENDI, J.L / FERNANDEZ DIAZ, E. / PEGO OTERO, L. / PEREZ MACHIO, ALL, Impulso de Ia Paz y de Ia Memoria de las victimas del terrorismo. Evaluacién de las politicas priblicas de impulso de Ia Paz y de la Memoria de las victimas del terrorismo, Editorial académica, Saarbriicken, 2012, pp. 304 ss. 34, Esta se refiere a las victimas de los “delitos de tortura y contra la integridad moral” autorizandolas a recurrir los autos del juzgado de vigilancia de acceso al tercer grado sin haberse extinguido la mitad de la condena (art. 13), pero olvida mencionar esos delitos para la evaluacién de necesidades especiales de proteccién (art. 23). 144 POLITICA CRIMINAL. VICTIMAS DE GRAVES VULNERACIONES DE DERECHOS. Asistencia a las Victimas de Delitos violentos y contra la Libertad Sexual (0 por la legislacién de memoria histérica), cuando los hechos victimiza- dores caigan en su ambito respectivo, su reconducci6n a las reglas gene- rales de responsabilidad civil ex delicto en lo relativo a su reparacion e indemnizacién, resulta como en otras victimizaciones completamente insuficiente, y no solo en el plano victimolégico. V. CONSIDERACION FINAL Como la Criminologia ensefta, en la prevencién y control de los fen6- menos criminales esperar s6lo en la eficacia de la intervencién penal no es en modo alguno razonable, de aqui la necesidad politico criminal de articulacién de sistemas a otros niveles. La cuestién se agrava en la criminalidad ligada al abuso del poder, donde la realidad de la mayor parte de los paises pone de manifiesto la escasez 0 minimo porcentaje de las denuncias que, tramitadas jurisdiccio- nalmente, acaban en condena: por falta de pruebas, falta de relacién de causalidad, falta del elemento intencional...®. Si no se quiere asumir el riesgo de que queden ayunas de toda aten- cién y reparaci6n, resulta por ello indispensable la apertura de vias com- plementarias de fijacién de la verdad, sin alcance penal, que permitan el reconocimiento y reparacién de las afirmadas victimas, “independiente- mente de si el/la autor/a ha sido identificado/a, de si se ha abierto una investigaci6n o de si se ha iniciado una causa judicial”. Y, en este orden de cosas, en el marco de las imprescindibles interven- ciones legislativas integrales especificas dirigidas a la prevencién de estas victimizaciones y a la reparacién del dafio por ellas generado” -y con las debidas garantias— el establecimiento de Comisiones independientes, integradas por personalidades de competencia y prestigio incuestiona- bles, se presenta, en general, como un recurso particularmente valioso de cara a la declaracién de la concurrencia de una victimizacién injusta nece- sitada de publico reconocimiento y reparacin. 35. PEREZ MACHIO, ALL, “La tortura y los tratos inhumanos y degradantes como con- secuencia de algunas précticas de luicha contra el terrorismo”, en DE LA CUESTA J. / MUNAGORRI, I. (Dirs.), Aplicaci6n..., cit., pp. 213 y ss. 36. COMITE CONTRA LA TORTURA, Observacién general Neim. 3: Aplicacién del articulo 14 por los Estados parte (13 de diciembre de 2012), Doc. ONU CAT/C/GC/3 par.16. 37, DELA CUESTA ARZAMENDI, J.L., “Torturas...”, cit., pp. 949 ss. 145 ANAL PEREZ MACHIO / JOSE LUIS DE LA CUESTA ARZAMENDI (Dirs.) LEIRE BERASALUZE GERRIKAGOITIA. / HELENE COLOMO IRAOLA (Eds.) CONTRA LA POLITICA CRIMINAL DE TOLERANCIA CERO Libro-Homenaje al Prof. Dr. Ignacio Mufiagorri Laguia Primera edicin, 2001 THOMSON REUTERS PROVIEW EBOOKS trabajo se a desazroliado en el marco del Grupo Consolidados GICCAS /Grapo de Investiga- Gin en Cuncis Cirncpian Coban Ves Chane caesar h Ha By raones Selcput eiscuc tao (©200 (Thomaon Reuters (Legal Limi / Ana Pérez Machi Jo Ls dela Cust Araznnd (Diss) Laie Beraselze Garaget Helne Colom iol (25) (© Ported: Thomson Reuters (Legal) Lit Printed in Spin presen Espasa Fotocomposicia: Baitrial Anaad, SAU. Iimpresién: Rodona Industria Grafica SL Poligono Agustnos, Calle, Nave D2 ‘3018 Pamplona THOMSON REUTERS ARANZADI

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