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CRECIMIENTO Y DESARROLLO
DEL RECIEN NACIDO, LACTANTE
Y PREESCOLAR
iii

DEDICATORIA
A nuestro profesor por la enseñanza
obtenida durante el desarrollo del
curso y a nosotros por el gran
esfuerzo, aptitud, unión,
perseverancia y compromiso para
lograr nuestras metas.
Mancha Paytan Yaquelin Mayra
Meza Quinto Jean Franklin
iv

Contenido
CARATULA............................................................................¡Error! Marcador no definido.
DEDICATORIA...................................................................................................................iii
INTRODUCCIÓN................................................................................................................vi
CAPITULO I.........................................................................................................................6
ENFERMERÍA Y COVID...................................................................................................6
1.1 Enfermería antes del covid...................................................................................6
1.2 Enfermería durante el covid.................................................................................6
1.3 Salud laboral y sus implicaciones.........................................................................9
1.4 El actuar de la enfermería durante la pandemia................................................9
1.5 El proceso de cambio por covid en la enfermería.............................................11
1.6 El desempeño del personal de Enfermería durante la pandemia de la COVID-
19 12
1.7 Enfermería en el primer nivel de atención frente a la pandemia.....................13
1.8 La pieza clave en la respuesta a la pandemia de covid 19: la enfermería
profesional.......................................................................................................................14
1.9 Impacto del coronavirus en estado emocional del personal de enfermaría.....16
1.10 El impacto de la pandemia en el rol de la enfermería.......................................18
CAPITULO II.....................................................................................................................20
INEQUIDADES LABORALES.........................................................................................20
DEFINICION:.................................................................................................................20
REGÍMENES CONTRACTUALES..............................................................................21
NIVELES DE SALARIO................................................................................................24
SUBVALORACIÓN LABORAL EN EL TRABAJO ESPECIALIZADO EN
ENFERMERÍA...............................................................................................................27
LA PROPUESTA DE MODIFICACIÓN DE LA LEY DE TRABAJO DE
ENFERMERÍA...............................................................................................................29
CAPITULO III....................................................................................................................31
¿UNA OPORTUNIDAD LABORAL Y SALARIAL PARA ENFERMERÍA?..............31
DEFINICION:.................................................................................................................31
3.1 Formación y fuerza laboral de enfermería emergente en la pandemia de
covid-19............................................................................................................................31
3.1.1 Interrupción de la formación de enfermería durante la pandemia.........32
3.1.2 Una oportunidad laboral y salarial para Enfermería...............................32
3.2 Empleo y Desempleo...........................................................................................33
v

3.2.1 Empleo..........................................................................................................33
3.2.2 Desempleo....................................................................................................34
3.3 Necesidad de recursos humanos de enfermería por brote de covid-19............35
3.4 Formación y fuerza laboral de enfermería emergente en la pandemia de
COVID-19........................................................................................................................36
CONCLUSINONES:...........................................................................................................38
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS...............................................................................41
ANEXO:...............................................................................................................................44
vi

INTRODUCCIÓN
La nueva neumonía por coronavirus (COVID-19) cuya aparición se originó
por primera vez en Wuhan (China), se ha extendido por todo el mundo, causando una
pandemia que ha generado a su paso muerte y desolación cuyo seno se encuentra
nuestro país, la COVID-19 nos ha demostrado a todos que no reconoce ni toma
partido por ideologías, género o fronteras.

Toda esta situación ha obligado al gobierno a asumir el compromiso de


promover y desarrollar acciones orientadas con la finalidad de fortalecer aquellas
profesiones que asumen una mayor participación como es el de la salud, es ahí donde
presentaron las condiciones laborales y salariales que han sido ofrecidas tanto como
el sector público y privado todo esto a resultado atractivo para los profesionales, por
lo que las autoridades y la sociedad se dieron cuenta de lo imprescindible que resulta
contar con un cuerpo de profesionales de enfermería, y que ellos a pesar de las
dificultades pusieron a prueba su conocimiento y sensibilidad y que a su vez propicie
el reconocimiento social. Por lo tanto, la lección que nos deja esta pandemia desde el
2020 y lo que va desde este año 2021, nos enseña que solo el compromiso colectivo,
la unidad como país y la gobernanza pueden derrotar todo tipo de situación

Por ellos el trabajo está redactado en tres capítulos; el primer capítulo se


presenta Enfermería y Covid, el segundo capítulo trata de inequidades laborales, y el
tercero se desarrolla una oportunidad laboral y salarial para Enfermería.

Es oportuno iniciar este trabajo monografía con la finalidad de saber si


¿Realmente las enfermeras son valoradas por sus labores? ¿Será que una epidemia
más sería necesaria para cambiar las remuneraciones y que aumenten oportunidades
laborales?

Mancha Paytan Yaquelin Mayra

Meza Quinto Jean Franklin


6

CAPITULO I
ENFERMERÍA Y COVID
1.1 Enfermería antes del covid.
La enfermería es una disciplina profesional que abarca cuidados autónomos y
en colaboración que se ofrecen a las personas, familias y grupos poblacionales,
enfermos o sanos; estos cuidados incluyen la promoción de la salud, la Prevención de
la enfermedad y los cuidados de las personas en condición de discapacidad e incluso
moribundas. Según el Consejo Internacional de Enfermería (CIE), las funciones
esenciales del profesional son: la defensa, el fomento de un entorno seguro, la
investigación, la participación en la política de salud y en la gestión de los pacientes
y los sistemas de salud, y la formación. Deben ir anclados al uso de las teorías y
modelos propios de la disciplina que se han generado para impactar de manera
positiva sobre la vida de los pacientes y de sus cuidadores directos e indirectos,
primarios y/o secundarios.
El profesional de enfermería debe estar en capacidad de brindar cuidados a
todas las personas, independientemente de su condición; esta atención debe
garantizar el bienestar y la seguridad de las personas, preservando su salud, que se
define por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “el estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones o
enfermedades”. Para lograr su objetivo debe estar en permanente desarrollo y
fortalecer actitudes y valores que permitan la humanización en su quehacer
cotidiano, siendo reflexivo, crítico, comprometido, humanista, solidario, respetuoso,
honesto, creativo, participativo y responsable para atender al individuo, en un
sistema de salud que busca satisfacer las necesidades de la población a cuidar. La
enfermería se ha identificado como una profesión humanista, centrada en el cuidado
individual, colectivo y de entornos, a partir del desarrollo de sus acciones. (1)
1.2 Enfermería durante el covid.
La principal preocupación de la comunidad médica y científica en el caso del
virus SARS-CoV-2 2 es su velocidad de propagación; tan solo en un mes, durante los
festejos del año nuevo chino, y debido a la densidad de población y la movilidad, se
confirmaron más de 7700 casos y fallecieron 170 personas, además se presentaron 82
7

casos adicionales confirmados en 18 países fuera de China. Por lo anterior, y


siguiendo las recomendaciones del Comité de Emergencia, el 30 de enero la OMS
declaró el brote del nuevo coronavirus como una emergencia de salud pública
internacional.9,10 Desafortunadamente, para el 11 de marzo el panorama no era más
alentador y fue entonces cuando se consideró decretar al COVID-19 como la
segunda pandemia del XXI. Sin embargo, este anuncio no iba solo, incluía múltiples
recomendaciones a los países por el reto que se avecinaba: básicamente se trataba de
puntos clave de los sistemas de salud (recursos humanos, infraestructura y recursos
materiales). Se exhortó a la participación del gobierno y la sociedad civil organizada
como una estrategia integral para proteger a las poblaciones, además de fortalecer a
los equipos de salud, ganando tiempo con medidas de mitigación. Sin embargo, son
estos últimos los que han tenido que afrontar nuevas condiciones laborales (como la
reconversión hospitalaria), a fin de optimizar las áreas físicas, el equipamiento
médico y los recursos materiales para la demanda de atención de la población
usuaria. Pese a ello, queda la inquietud si nuestros recursos humanos están
capacitados para enfrentar una condición de salud de tal magnitud.
Es imperativo contar con profesionales altamente calificados, por lo que
quizás este sea el momento que nos permita homologar nuestros criterios de atención
con los de los más altos organismos internacionales en salud, como la OMS o la
OPS. Además de concientizar a la población en aspectos tan elementales que salvan
vidas, como la adecuada higiene de manos en el medio hospitalario para la
prevención de enfermedades asociadas a la atención hospitalaria y, desde luego, en la
comunidad. Asimismo, es esencial no olvidar esos aspectos éticos que rigen a
nuestro gremio al otorgar los cuidados y acompañamiento a nuestros pacientes, el
humanismo y el conocimiento deben ser el soporte del proceder diario. Igualmente,
es importante no olvidar al cuidador primario, quien es una parte fundamental en este
engranaje y funge como un gran apoyo del equipo de salud si se le sabe encausar y
hacer partícipe del cuidado. (2)
La enfermería ha sido y es una de las profesiones más valoradas por la
sociedad mexicana. Es un campo del conocimiento imprescindible pues la salud no
podría existir, como la conocemos, sin la enfermería. Si siempre ha sido así, en
tiempos de riesgo, incertidumbre y desasosiego, su labor se hace más evidente y
8

fundamental. Nuestro país, y el mundo entero, están atravesando una crisis de salud
provocada por la covid-19, en la cual los profesionales de enfermería están en el
primer frente de esta ya larguísima batalla, y lo han hecho de manera comprometida,
valiente y generosa. Esto distingue a la enfermería nacional, porque no solo es su
preparación académica que en las distintas modalidades ha conseguido mantener
actualizados conocimientos y destrezas, sino que ha ido más allá: les ha sabido
inculcar una inquebrantable voluntad de servicio y solidaridad y de hacerlo con
empatía y sensibilidad. Durante esta pandemia, en los momentos más difíciles, las y
los enfermeros de México han brindado consuelo, confianza y compañía. Han
mostrado su sincera identidad y su más bondadoso rostro; nos han enseñado su
fortaleza y su amor por su profesión. Y lo han hecho a sabiendas de que se les puede
ir la vida en ello. En nuestro país, en estos ocho meses, se ha registrado un número
muy alto de contagios entre el personal de salud (más de 140,000). También se han
documentado 1,884 fallecimientos, de los cuales casi la quinta parte (18%) fue
personal de enfermería. (3)
La septuagésima segunda Asamblea Mundial de la Salud designó 2020 como
el Año Internacional de la Enfermera y la partera no solo por honrar el bicentenario
del nacimiento de Florence Nightingale, sino también dándole el merecido valor a las
acciones diarias del personal de Enfermería que dejan todo su esfuerzo para el
confort y salud de sus pacientes a nivel mundial.
Como inspiración obtenida dada por los cuidados realizados por la pionera de
Enfermería Florence Nightingale en la guerra de Crimea, la profesora Lystra Gretter
escribió el “Juramento Nightingale”, para recordar el compromiso que hacen los
profesionales de Enfermería, y que está presente durante toda su vida como
profesional, que los lleva a dedicar sus habilidades al servicio del bienestar humano,
poniendo en alto la profesión de Enfermería.
Los profesionales de Enfermería alrededor del mundo son el 50% de la fuerza
laboral de salud. Estas cifras son dadas por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), manifiesta que, de los casi 44 millones de trabajadores de la salud, se
estiman que unos 28 millones son profesionales de Enfermería, y en los países de la
región de América el mismo informe menciona tener menos de 3 profesionales de
Enfermería por cada 1000 habitantes. (4)
9

1.3 Salud laboral y sus implicaciones


La reciente aparición del coronavirus SARS-Cov-2, causante de la COVID-
19, tiene una gran relevancia e impacto en el ámbito de la salud laboral por varias
razones: por una parte, las medidas que se adopten en el ámbito laboral serán uno de
los factores determinantes para lograr el éxito en la contención de la enfermedad, con
influencia determinante en la salud pública y en todos los sectores productivos (no
solamente en las actividades que implican mayor exposición a riesgos biológicos).
Por otra parte, las propias medidas a adoptar durante la aparición de la
enfermedad afectan a la salud de la población trabajadora, tanto respecto a las
perspectivas de mantener su empleo, como a las condiciones de trabajo y de salud y
seguridad en las que tendrán que desarrollarlo de ahora en adelante. Se debe tener en
cuenta que, más allá de las medidas iniciales que se han impuesto en la declaración
del estado de alarma, la potencialidad de expansión del virus continuará presente en
los países, y concretamente en los centros de trabajo, en los próximos meses, hasta
que definitivamente se encuentre una solución médica al problema. (5)
1.4 El actuar de la enfermería durante la pandemia.
La crisis sanitaria causada por la pandemia ha puesto de relieve, con toda su
crueldad, la relevancia de las enfermeras de críticos. Cada día en los medios de
comunicación hemos conocido la demanda de distintos hospitales para incorporar
nuevas profesionales. También hicimos desde la Sociedad Española de Enfermería
Intensiva y Unidades Coronarias (SEEIUC), una llamada a la movilización de
profesionales de comunidades menos afectadas que pudieran dar soporte a las más
saturadas1, aun sabiendo que las opciones eran pocas, porque los recortes en la
sanidad pública de los últimos años han menguado los equipos de enferme-ría de
críticos y formar enfermeras expertas en cuidados críticos requiere de meses de
formación de posgrado.
Todo lo que puede hacer la enfermera sin ayuda lo rea-liza, sea de quién sea
la competencia. Esto nos ha enseñado a trabajar sin categorías y con un concepto de
equipo que supera cualquiera de nuestras anteriores realidades. La cordura se ha
impuesto a todo lo demás, y nuestro objetivo es común, atender al paciente crítico
con el mayor ajuste en el gasto de equipos de protección, lo que favorece no sólo al
individuo, sino al equipo entero’’, comenta Elena. En UCI que disponen de
10

fisioterapeutas en su plantilla, como el Hospital de Getafe, se propone que ayuden a


la enfermera, en los cambios posturales de los enfermos (pronación y supinación). A
raíz del estudio MOviPre8, en proceso de publicación, identificamos que disponían
de un solo fisioterapeuta por unidad el 75% de las UCI con menos de 8 camas, el
59.3% de las que tenían entre 8-14 camas, el 43.8% las de15-24 camas y el 50% las
de más de 24 camas. Es decir, la fisioterapia es otra gran olvidada de los cuidados
críticos. (6)
El elevado riesgo para la salud de los profesionales sanitarios, así como el
deterioro en los niveles de seguridad del paciente, hizo emerger actividades
formativas en línea y el uso de la simulación, que durante la pandemia mostró
beneficios en tres niveles2: Educativo: Permite una rápida cualificación del personal;
Sistemático: Ayuda a compren-der y optimizar los flujos de trabajo; Personal: Da
apoyo a los profesionales mediante el manejo emocional. A nivel internacional, se
describen diferentes programas formativos mediante simulación, como la
capacitación a profesionales sanitarios para la toma de muestrasnasofaríngeas3y
programas de simulación a distancia basada en el uso de vídeos4. En nuestro entorno
nacional, encontramos diferentes iniciativas como la del Hospital Universitario de la
Paz, donde crearon una plataforma virtual mediante videos con paciente simulado5.
Desde el GT-Simulación dela Sociedad Española de Enfermería Intensiva y
Unidades Coronarias (SEEIUC), se puso en marcha, en el Hospital 12de Octubre de
Madrid, un programa en el que se utilizó una plataforma con contenidos formativos
virtuales (vídeos, infografías, simuladores y protocolos de actuación de la pandemia),
que se complementó con simulación a pie de UCI, donde se improvisó un espacio
simulado en el que se pudo entrenar al personal en el uso de equipos de protección
individual (EPI), además de los cuidados imprescindibles al paciente crítico con
COVID-19 (ventilación mecánica, monitorización hemodinámica y técnicas
depurativas). (7)
Cuando los pacientes llegan a la tienda de campaña, un equipo de enfermeras
y enfermeros les pregunta por su historial médico y controla nuevamente los signos
vitales y la temperatura. Luego, se le envía a otra estación para hacerles la prueba del
coronavirus y para ello se obtiene una muestra del interior de las fosas nasales.
11

También se les hacen las pruebas de influenza y de faringitis estreptocócica y, si es


necesario, se realiza una radiografía del tórax. Finalmente, los pacientes pasan al área
donde les examinan enfermeros de práctica avanzada como nosotros. Antes de
prestarles atención de salud debemos prepararnos cuidadosamente.

Nos lavamos las manos. Nos ponemos todo el equipo de protección personal,
compuesto por la bata y la gorra, las gafas de seguridad, el respirador, el protector
facial y los guantes. Llevamos este equipo protector durante todo nuestro turno.
Entre un paciente y otro desinfectamos los estetoscopios con alcohol, nos lavamos
las manos y nos cambiamos los guantes. (8)

1.5 El proceso de cambio por covid en la enfermería.


En las Américas, alrededor del 30% de la fuerza de trabajo de enfermería
tiene 55 años o más, y se espera que casi la cuarta parte de las enfermeras se jubilen
en los próximos 10 años. Si bien actualmente hay 1,2 enfermeras jóvenes disponibles
para reemplazar a cada jubilada, esa tasa de reemplazo será insuficiente para
mantener el ritmo del crecimiento de la población. A nivel mundial, el informe
predice que el actual déficit de unos 5,9 millones de enfermeras aumentará, ya que se
prevé que 1 de cada 6 enfermeras en todo el mundo se retire en los próximos 10
años.

Para reducir la brecha en enfermería para el 2030, el informe estima que los
países tendrán que aumentar el número total de graduados en enfermería a razón de
8% anual de promedio y mejorar sus opciones de empleo y de retención en el sistema
de salud. Esto requerirá inversiones para ampliar las oportunidades educativas y de
formación, aumentar la remuneración del profesional de enfermería y mejorar las
condiciones de trabajo para garantizar una mejor retención. El financiamiento de
estas medidas tendría un costo de aproximadamente 10 dólares per cápita (el
conjunto de la población) al año, señala el informe.

El reporte también recomienda otras áreas de acción para fortalecer la fuerza


de trabajo de enfermería, incluido el desarrollo de habilidades de liderazgo en
enfermería y la creación de nuevas funciones con oportunidades para ejercer esas
competencias dentro de los sistemas de salud. Las políticas sensibles al género
12

también son críticas para la retención, dado que 9 de cada 10 enfermeras en todo el
mundo son mujeres. Por ejemplo, ofrecer horarios de trabajo más flexibles podría
ayudar a satisfacer las necesidades cambiantes de las enfermeras durante sus
carreras. (9)

1.6 El desempeño del personal de Enfermería durante la pandemia de la


COVID-19
Las enfermeras en los escenarios donde se enfrenta la COVID-19 realizan las
acciones necesarias para cumplir con el compromiso profesional y ético de cuidar. Es
decisiva su contribución, ya que debe proveer atención y cuidados directos que ha
salvado vidas y reducido el sufrimiento, brindar apoyo emocional, educar a pacientes
y sus familias, coordinar acciones de prevención y control de infecciones, como parte
de un equipo de salud para ofrecer atención efectiva a los pacientes infectados. El
cuidado es el eje de la actividad humana pues todos los individuos se auto cuidan, en
algún momento de sus vidas cuidan a otros u otros lo cuidan, pues esta actitud es
parte de las actitudes y valores humanos adquiridos por la influencia de la tradición
cultural de la sociedad, lo que se ha hecho más vivencial en este periodo donde todos
contribuyen a prevenir la infección por el virus SAR-CoV-2 y a promover, mantener
o recuperar su salud.

Las enfermeras son fundamentales para aplicar los cuidados al paciente


hospitalizado con COVID-19, prevenir y detectar complicaciones de forma precoz y
colaborar con el equipo clínico, para valorar la respuesta del paciente al tratamiento
frente al coronavirus. Cuando los pacientes llegan al escenario de atención a la salud,
la enfermera debe indagar información sobre los síntomas y signos que presente y
sobre sus antecedentes patológicos personales y familiares, además de precisar
mediante el examen físico información necesaria para la toma de decisiones médicas
y de enfermería, por ejemplo, los signos vitales y la temperatura. (10)

El quehacer de enfermería va más allá del ámbito hospitalario, en el área de atención


primaria, en su labor de enlace entre la comunidad y los servicios de salud, y entre la
comunidad y diferentes sectores que pueden apoyar. La enfermería se vale de
elementos de comunicación, diálogo, acecinamiento y abogacía que favorecen el
cuidado de la salud y promueven el desarrollo individual y comunitario. Para el caso
13

de la atención primaria y comunitaria de la actual pandemia del COVID-


19, la enfermería desarrolla un papel de enlace entre:

 Las indicaciones preventivas y las posibilidades que el medio ofrece. Para


esto, el profesional de enfermería recurre al diálogo, la creatividad, la
recursividad y la empatía.
 Las respuestas que las personas tienen ante sus condiciones de salud y las
posibilidades que el sistema de salud ofrece para dar atención. En este
caso, el profesional de enfermería recurre al conocimiento que tiene de la
organización del sistema de salud, a su conocimiento disciplinar y a
las habilidades comunicativas para hacer agenciamiento y abogacía en salud.
 Un problema de salud en la comunidad y los recursos que esta tiene para
encontrar soluciones. Aquí, el profesional de enfermería debe conocer
la organización gubernamental y las organizaciones comunitarias, y
fomentar la participación social a través de la construcción de relaciones
basadas en la confianza y el mutuo apoyo. (11)

1.7 Enfermería en el primer nivel de atención frente a la pandemia.


La red más grande de establecimientos de salud del PNA, pertenecen al
Ministerio de Salud y los Gobiernos Regionales, contando con 7851 establecimientos
a nivel nacional, de los cuales 4350 (55%) no cuentan con médico y funcionan con
otros profesionales de salud y técnicos asistenciales. Existe un número reducido de
médicos especialistas en medicina familiar y comunitaria en el subsistema público de
salud a pesar de que la normatividad peruana sobre categorías de establecimientos de
salud del Ministerio de Salud, vigente desde el 2011, establece que todos los
establecimientos de salud de categoría I-4 deben contar con estos profesionales. La
red de establecimientos de salud del PNA, por muchos años estuvo enfocada y
diseñada para la resolución de problemas de salud materno infantiles. Y la carga del
cuidado de las enfermedades no transmisibles, como las oncológicas, las
cardiovasculares, la diabetes, y la salud mental no han sido eficientemente manejadas
desde estos establecimientos.

El Ministerio de Salud a través de la Dirección General de Gestión del Riesgo


de Desastres y Defensa Nacional en Salud (DIGERD), como órgano de línea del
14

Ministerio de Salud, dependiente del Viceministerio de Salud Pública, es el


encargado del planeamiento estratégico para desarrollar en el sector Salud los
componentes, procesos y subprocesos de la Política Nacional de la Gestión del
Riesgo de Desastres. Coordina con los órganos competentes del Ministerio de Salud,
la atención de las emergencias sanitarias que correspondan; así como, la prevención
y control de riesgo de desastres. Tiene tres campos de acción:

 La Defensa Nacional que consiste en identificar los factores que dificultan el


logro de los objetivos nacionales, sectoriales e institucionales de mejores
niveles de salud, especialmente en los estratos de menor desarrollo relativo y
en las poblaciones de las comunidades nativas.
 La gestión de la información estratégica y operativa a través de la elaboración
de reportes de situación donde se consolida la situación actual de los distritos
o regiones afectadas y el riesgo antes de la manifestación del daño o la
sobresaturación de servicios de salud, lo cual permite anticiparse e intervenir
oportunamente. En el COVID-19, ello permitió la intervención oportuna
mediante el despliegue de logística para la defensa en salud y en la primera
ola la conformación que Equipos médicos de emergencia Traje y especialistas
en el manejo de insuficiencia respiratoria grave (IRAG) en las regiones: San
Martín, Huánuco, Arequipa, Amazonas.
 El manejo de emergencias y desastres que alteran significativamente la
situación de la salud de la población y la capacidad de oferta de los servicios
de salud. Aquí, la gestión se orienta a un conjunto de actividades de carácter
preventivo y de mitigación, de respuesta o de recuperación de las condiciones
normales: antes, durante y después de la emergencia, desde la perspectiva de
salud. (12)

1.8 La pieza clave en la respuesta a la pandemia de covid 19: la enfermería


profesional.
Las enfermeras abogamos y defendemos un modelo de atención
biopsicosocial, donde se tiene en cuenta los aspectos que contribuyen en el desarrollo
de cualquier proceso de salud-enfermedad, pero a menudo, influenciadas por el
propio entorno sanitario, desarrollamos nuestra práctica basada en guías y
15

protocolos, que en sí mismos pueden llegar a fraccionar también los cuidados. Estos
protocolos o guías, aunque basadas en la evidencia científica, tienden a la
especialidad, y en ocasiones dejan en un segundo término aspectos propios del
cuidado, como el acompañamiento y la transferencia de conocimientos al paciente y
familia. En el hospital, somos las enfermeras las que asumimos el gran peso de los
cuidados, pero en la comunidad estas tareas son mayormente delegadas al paciente y
a su familia. Por eso, la enfermera de atención primaria asume un rol
mayoritariamente de educadora, fomentando la máxima autonomía dentro de cada
entorno familiar y social.

Pero, ¿nos hemos parado a pensar cómo hacemos este traspaso de


responsabilidades entre el hospital y la atención primaria? Desde el punto de vista
asistencial, sabemos que la intercomunicación entre ámbitos asistenciales es todavía
escasa o ineficaz. Se precisa de ideas sencillas, pero a la vez innovadoras, que no
supongan un coste añadido a los cuidados pero que favorezcan esta coordinación.
Garantizando, a su vez, el apoderamiento de los pacientes.

Este abordaje puede ser considerado desde el punto de vista político o desde
el punto de vista asistencial. En política, las enfermeras debemos estar al frente de
decisiones en materia de salud y debemos posicionarnos en puntos estratégicos, ya
que solo de esta manera podremos incluir en temas transversales como es el gran reto
de la continuidad asistencial. Pero parece ser que todavía necesitamos obtener mayor
visibilidad y reconocimiento para liderar decisiones estratégicas; o eso nos quieren
hacer entender. En cambio, sí que está a nuestro alcance aplicar acciones directas en
nuestro día a día asistencial que conlleven mejoras visibles a corto plazo. Estas deben
propiciar un cambio en el modelo de cuidados y en la manera de comprender nuestro
rol con los pacientes.

Hace tiempo que me planteo ¿por qué no implicamos más a los pacientes
desde los propios hospitales como una estrategia para mejorar la continuidad
asistencial? En estos momentos no existe mejor entorno de aprendizaje en simulación
real, siendo supervisados y acompañados veinticuatro horas al día, para prepararlos
para el propio cuidado. Deberíamos dejar de seguir costumbres heredadas, como
16

invitar a salir a los familiares de las habitaciones o excluirlos en la gran mayoría de


actividades del cuidado que realizamos nosotras mismas día tras día. También
deberíamos evitar altas hospitalarias apresuradas sin evaluar el conocimiento
adquirido por parte de los pacientes. La información se proporciona correctamente,
pero a menudo no llegar a ser comprendida por nuestros pacientes y familiares, que
suelen acabar recurriendo a consultas de urgencias en busca de aclaraciones sobre los
propios cuidados.

Cada vez más, las enfermeras tendemos a la especialización para


proporcionar cuidados de excelencia, convirtiéndonos incluso en profesionales con
nuevos roles y nuevas competencias. Esto ha supuesto un gran avance para el sistema
sanitario, pero debemos recordar que es básico y fundamental interactuar entre
nosotras. Solo estando bien coordinadas garantizaremos el bienestar de los pacientes.
Sabemos que en las transiciones asistenciales se produce un proceso desestabilizador
que afecta a todos los actores implicados en el cuidado, usuarios y profesionales. Por
eso, únicamente conociendo de primera mano las realidades de ambas partes (por
ejemplo, cómo recibe la enfermera a un paciente en el domicilio tras ser dado de alta,
o cómo una enfermera hospitalaria realiza las curas) podemos mitigar los efectos de
la propia transición. En conclusión, para contribuir notablemente a hacer frente al
gran reto de la continuidad asistencial debemos:

1. Integrar al paciente y familia como una estrategia de aprendizaje y autonomía


que mejorará el bienestar de estos en el domicilio.
2. Intercambiar aspectos de nuestro día a día con otras compañeras que
desarrollan su rol en otros ámbitos de actuación, de tal manera que
establezcamos objetivos comunes y por último, creernos que debemos tomar
responsabilidad en decisiones sanitarias que mejoren la coordinación. Y es
que así, simplemente así, la enfermera podrá ser la clave. (13)

1.9 Impacto del coronavirus en estado emocional del personal de enfermaría.


El personal de salud de Latinoamérica enfrenta la pandemia de COVID-19
con escasez de insumos médicos, sobrecarga de trabajo, falta de infraestructura y
sistemas de salud debilitados; al mismo tiempo, se enfrenta a un fenómeno social
caracterizado por discriminación, rechazo y agresión. Este fenómeno fue descrito
17

inicialmente en México y se ha extendido a la gran mayoría de los países latinos. Los


ataques varían en modalidad y espacio, pro son más frecuentes en el personal de
enfermería. Los reportes exponen casos de discriminación, rechazo, agresión verbal y
física, hasta el grado de ocasionar lesiones que comprometen la funcionalidad y la
vida de los afectados. Aún no se han descrito las causas de las agresiones al personal
de salud en esta región; se piensa que la población desinformada culpa a los
sanitarios por la propagación del virus, los consideran una fuente de infección y los
responsabilizan de la epidemia.
Además de la infección causada por el SARS-CoV-2, se hicieron presentes
alteraciones del estado emocional y anímico en los afectados y en la población
general. El gran impacto de la COVID-19 en la salud general y la salud mental está
provocando problemas como estrés, insomnio, negación, ira y miedo. Ha aumentado
la prevalencia de ansiedad generalizada, trastorno depresivo y estrés; en lo colectivo
está causando pánico, desconfianza, desinformación, xenofobia y racismo. Lo
anterior ha generado más morbilidad y necesidad de atención en salud mental en el
mundo, tanto para la población general como en grupos específicos. Las personas
que contraen la enfermedad, personas con factores de riesgo de infección y personas
con enfermedad psiquiátrica previa son más vulnerables a padecer afecciones
psicoemocionales. (14)

Los profesionales de enfermería no son ajenos a esta pandemia, se


encuentran en la primera línea de atención enfrentando esta batalla con o sin armas,
fomentando y apoyando en la implementación de todas las medidas de bioseguridad
como parte de protocolos hospitalarios y para brindarles una atención de calidad a los
pacientes.
Así también tenemos a los profesionales de enfermería que se encuentran
realizando una gran labor administrativa, desempeñando los cargos de jefes de
servicio o departamento de enfermería, al proponer cambios que redefinan e
impulsen las actividades del futuro de las enfermeras, con un plan de gestión
elaborado de acuerdo a las necesidades del profesional asistencial. Nicolau en una
investigación nos refiere que lo más primordial para un jefe de enfermería es
preservar la seguridad de su personal.
18

En los ambientes laborales los jefes de servicio se encontraban con la


preocupación de cuidar y proteger a su personal asistencial por lo que diariamente
realizaban sus entregas de equipo de protección personal y así mismo realizar sus
petitorios aun sabiendo que no siempre les darían la cantidad requerida, por otro
lado estaban con la incertidumbre de que cada día aparecía un trabajador más
contagiado por este virus y algunos fallecían, lo que provocaba en los jefes de
servicio una profunda pena por la pérdida del trabajador, compañero y amigo. (15)
1.10 El impacto de la pandemia en el rol de la enfermería.
Los casos de muerte, en su mayoría, ocurren en pacientes del grupo de riesgo:
anciano, con comorbilidades graves o con desequilibrios (cardiopatías, neumopatías,
inmunodepresión, enfermedades renales crónicas en etapa avanzada, diabetes
mellitus, enfermedades cromosómicas con estado de fragilidad inmunológica);
fumador; obeso; gestante y puérpera, pasaron a formar parte de este grupo De esta
forma, hospitales de todo el mundo están sobrecargados, con escasez de
Equipamientos de Protección Individual (EPI) para el equipo de salud y problemas
estructurales, tornándolo como un desafío nuevo para ser enfrentado por sistemas de
salud públicos, como el Sistema Único de Salud (SUS) al nivel de Brasil.

Por la falta de vacuna y de tratamiento específico, la principal medida para


contención de la pandemia y la minimización de la sobrecarga de los servicios de
salud es la mitigación alternativa (combinación de aislamiento de casos, cuarentena
domiciliaria y distanciamiento social de la población). Medicamentos como
oseltamivir y cloroquina, asociada o no a la azitromicina, son recetados, a criterio
médico, además de medidas de soporte, para prevenir complicaciones/agravamientos.
Sin embargo, aún no fueron científicamente evidenciados, en el contexto
internacional, la eficacia y la seguridad de estos ni de otros tratamientos en estudio.

El examen diagnóstico estándar oro confirmativo del diagnóstico clínico del


SARSCoV-2 es el laboratorial RT-PCR en tiempo real (qRT-PCR), a partir de
muestra del tracto respiratorio superior en la primera semana de las señales o
síntomas de SG. Otros exámenes incluyen los test inmunológicos para identificación
de anticuerpos IgM e IgG contra el SARS-CoV-2, como el test rápido. Además, es
necesaria la identificación de personas enfermas, asistencia médica, acompañamiento
19

de contactos y preparación de instituciones de salud para manejar la aparición de un


brote de pacientes y entrenar profesionales de salud con el fin de que la cantidad
prevista de muertes se reduzca en más de la mitad y el auge de la demanda por
servicio de salud en un 66%. En esta perspectiva, las unidades de salud deben estar
preparadas para atender la demanda provocada por el SARS-CoV-2 y proteger su
equipo de salud, el cual configura la fuerza de respuesta fundamental para la
situación actual. Siendo así, el compromiso de la composición en cantidad y calidad
de esta puede generar un notable impacto socioeconómico para el país. La presión
sobre los profesionales de salud, por lo tanto, aumenta, además de los riesgos de
contaminación, el estrés físico y emocional. Ante esto, por considerar la enfermería
como parte integrante fundamental del equipo multiprofesional de salud, este estudio
tiene como fin, bajo la perspectiva de evidencias científicas, analizar, describir y
explicitar el impacto de la pandemia en el papel de la enfermería. (16)

La pandemia de coronavirus ha demostrado que el déficit del número de


enfermeras es tan importante que deben figurar en los registros de riesgos nacionales
de los países. No contar con suficientes enfermeras supone un gran riesgo no solo en
relación con la salud de la población sino también con la economía, las normas y
libertades sociales. A lo largo de los años, los gobiernos de todo el mundo han
hablado largo y tendido sobre planificación de personal y acerca de sus intenciones
de ser autosuficientes formando a sus propias enfermeras, pero sus acciones no han
reflejado sus palabras. Las evidencias demuestran que la enfermería es una inversión
que garantiza una mejor salud global como retorno positivo. Y tal como se expone en
el informe la mejor forma de garantizar que un país dispone de suficientes
enfermeras es formar y retener a más enfermeras propias porque lo inteligente es
optar por la autosuficiencia. Por tanto, la recomendación es que cada país comience a
utilizar un sencillo indicador de autosuficiencia sobre la base de la proporción de
enfermeras en activo que han nacido o recibido formación en el extranjero porque es
un método simple para conocer y monitorizar el progreso realizado en el camino
hacia la autosuficiencia.

Esta pandemia ha evidenciado también la necesidad e importancia de


disponer de profesionales de salud con buenas condiciones de trabajo (inclusive
20

equipos de protección individual y otros recursos, apoyo al trabajo en equipo y


educación continuada), así como el rol relevante que desempeñan los profesionales
de enfermería en los sistemas de salud. Los profesionales de enfermería son la
primera línea de cuidados y tienen un rol crucial en la mejora del acceso y de la
calidad de la atención de salud. El escenario actual puede tornarse especialmente
fértil para que los países inviertan en mejorar las condiciones de trabajo y educación
en enfermería, lo cual redundará en importantes avances para la cobertura universal
de salud y el acceso a la salud de las poblaciones.

En conclusión, los gobiernos deberían invertir mucho más en la educación de


enfermería, crear puestos de trabajo y promover el liderazgo de enfermería para
garantizar que haya suficientes profesionales de enfermería con las competencias
adecuadas para contar con sistemas de salud eficaz, equitativa y sostenible. (17)

CAPITULO II
INEQUIDADES LABORALES
DEFINICION:
El informe que nos muestra la OMS (Organización Mundial de la Salud) nos
habla sobre la situación de enfermería en el mundo y la OIT (Organización
Internacional del Trabajo) define a la enfermería como trabajo decente como la
oportunidad de poder acceder a un empleo productivo que les genere a todos un
ingreso justo, y la seguridad y protección en el lugar del trabajo, mejores
perspectivas de desarrollo personal e integración social, libertad para que los
individuos expresen sus opiniones que todos se organicen y participen en las
decisiones que afectan sus vidas, y la igualdad de oportunidades y trato para todos,
mujeres y hombres y agrega como afectaciones negativas las “cuestiones
relacionadas con el género, el riesgo de violencia, la excesiva duración de las
jornadas de trabajo y el trato injusto con el personal migrante que afectan a la
profesión de la enfermería”. (18)

Según los datos de la Dirección General de Recursos Humanos del MINSA, a


un aproximado de 8 mil enfermeras, llegando en noviembre del 2020 a un total de 43
21

mil 250 profesionales. No obstante, esta incorporación de nuevos profesionales al


sistema de salud, los expuso a empleos precarios, esencialmente sin derechos
laborales, y al riesgo de desempleo conforme la gravedad de la epidemia iba
fluctuando. En los meses de octubre y noviembre de 2020 ya se tenía noticia de
despidos de enfermeros que habían servido bajo esas modalidades de contrato. (19)

Tomando en cuenta todas esas condiciones que nos muestran decimos que
claramente la enfermería carece de condiciones de trabajo decente así definido,
porque no todas las enfermeras tienen un ingreso justo, algunas ni siquiera cuentan
con protección y seguridad en sus lugares de trabajo, algunas enfermeras carecen de
vocación que no dejan que los individuos expresen sus opiniones y ni siquiera tratan
a todos por igual, como en otros aspectos, la crisis de la Covid-19 en el Perú nos
demostró la profundidad de esa carencia pero cuando analizamos nos daremos cuenta
que no es solo la simple ausencia de condiciones lo que marca la impresión de las
enfermeras, sino la inequidad de esas condiciones entre profesiones. Se tenía por un
lado la sensación de urgencia, las demandas extremas que recaían sobre los
profesionales de la salud, la pronta respuesta de estos y las expresiones públicas y
oficiales que reconocían su sacrificio. Y por otro lado, las condiciones reales de
trabajo. Y esta contradicción era agudamente sentida como tal, y como fuente de
frustración entre los y las profesionales de enfermería. Para combatir con las
deficiencias del sistema, se crearon contratos para reducir la insuficiencia de
profesionales.

REGÍMENES CONTRACTUALES
La sensación de urgencia descrita anteriormente, por reclamar frente a la
precariedad laboral, no es algo que apareció con la pandemia y dentro de las diez
instituciones del Estado con más quejas en el Perú, por el bajo acceso o uso de
seguros de salud, y escaso personal de salud.

En febrero del 2020, antes del inicio de la pandemia, en el Ministerio de


Salud laboraban 37 mil 241 profesionales de enfermería, de los cuales el 69.77%
pertenecían al régimen laboral del DL 276, es decir nombrados, lo cual les confiere
ciertos derechos laborales (seguro de salud, vacaciones, derecho a huelga, etc.), el
0.36% se encontraba bajo el régimen del DL 728 que especifica que se contrata para
22

una ocasión u objetivo determinado, el 23.35 % contaba con un contrato de


administración de servicios (CAS) es decir, por tiempo limitado renovable, y el
6.02%, estaba contratado bajo régimen laboral “tercerizado” (es decir, subcontrato de
personal a una empresa externa), lo que aumenta el índice de vulnerabilidad de los
profesionales de enfermería en primera línea, frente a la emergencia sanitaria
declarada por el brote del COVID -19. (20)

La precariedad laboral y escasez de profesionales, se vuelve a poner de


manifiesto, así incrementándose en el transcurso de la pandemia, motivada por la
necesidad de inaugurar infraestructura para que puedan atender los casos que se iban
presentando, y la poca planificación del sistema para atender una emergencia
sanitaria de tal magnitud.

La respuesta a la pandemia de Covid-19, donde se emiten las siguientes


recomendaciones para la óptima gestión interna en los centros de salud implicados:

 Reorganización y reforzamiento de la capacidad resolutiva del primer nivel


de atención.
 Protocolo para el diagnóstico y toma de muestras a pacientes con sospecha de
COVID-19.
 Flujos de triaje, atención y pruebas diagnósticas, separados para pacientes
sintomáticos con problemas respiratorios, compatibles con casos sospechosos
de COVID-19.
 Reconversión, habilitación y complejización de camas según riesgo clínico y
dependencia de cuidados de enfermería.
 Coordinación con la red de servicios de atención pre hospitalaria
(dispositivos de atención de emergencias y transporte sanitario: ambulancias).
 Gestión clínica en red para la continuidad de la atención y eficiencia del uso
de los recursos hospitalarios.
 Reorganización, reclutamiento y capacitación de personal con énfasis en
seguridad y protección personal.

La finalidad de proteger al personal de salud durante la crisis originada por el


COVID – 19, incidiendo en la necesidad de proteger a quienes tienen un contrato de
23

corta duración, y contratar a más personal. La finalidad urgente de captar y retener al


recurso humano basado principalmente en dos aspectos: Mejoras salariales, y Mayor
estabilidad laboral a través de una modalidad de contratación, aumentaba debido a la
morbimortalidad del personal de salud, la falta de recursos económicos para su
contratación, y la estigmatización de la sociedad hacia los profesionales de
enfermería, lo cual fue descrito por los entrevistados. (21)

Frente a todo y más que nada a la perdida de parte importante de la fuerza de


trabajo se necesitaba hacer un reclutamiento de personal con contratos que tienen que
hacerse muy rápidamente, cando se dio el covid-19 a partir de agosto y setiembre el
valor referencial para que completen esos pagos, antes de eso era por el propio
presupuesto, la nueva estrategia dirigida a los recursos humanos en salud, permitió
incrementar el 18% el número de profesionales asistenciales, siendo las categorías de
enfermera 7 mil 468 y medicina incremento su fuerza laboral para la atención de la
emergencia. Estos nuevos contratos generaron un mayor reclutamiento de personal
de salud pasando así de 215 mil 275 mil en marzo del 2020 a 255 mil 052 en
noviembre del mismo año, incremento la fuerza laboral del sector salud en un 18%
por lo que esta incorporación de nuevos profesionales al sistema de salud los expuso
a empleos precarios, esencialmente sin derechos laborales, y al riesgo de desempleo
conforme la gravedad de la epidemia iba fluctuando. En los meses de octubre y
noviembre de 2020 ya se tenía noticia de despidos de enfermeros que habían servido
bajo esas modalidades de contrato.

Estos nuevos contratos, por consecuencia con nuevas y mejores


remuneraciones, no fueron percibidos como oportunidad para acercarse a una
reivindicación laboral, por el contrario, los entrevistados describen esta nueva
relación laboral como la continuidad de la precarización de empleo. Lo principal ha
sido la desprotección laboral. El personal de salud es permanente, no debería haber
desempleo, Ni siquiera las masivas contrataciones en régimen contractual de
emergencia fueron suficientes para cerrar la brecha por carencia de profesionales en
el sistema de salud nacional. (21)
24

Entonces ese presupuesto que ponen ¿se pierde cómo? Dejando de contratar
gente, cuando lo lógico es que amplíen el presupuesto y no pierdan lo que han
ganado eso va llevar a una reducción brutal de la oferta de puestos de trabajo los
contratos que se han logrado en el todo el periodo de la pandemia, entonces eso
quiere decir que después que termine la pandemia después de que no se necesite
muchos personales, después que ya no necesiten la atención de enfermeros a
pacientes con diagnóstico de Covid-19, el primero de enero serán despedidos muchos
de ellos se quedaran en la calle. Si todas las enfermeras tienen un contrato, algunas
han mandado cartas de renovación de contrato. Pero la consecuencia para la
enfermería y otras profesionales, es la perspectiva de desempleo, si confirmarían esa
decisión presupuestal, sería una oportunidad más presentada por la crisis y
desaprovechada.

NIVELES DE SALARIO
Género y Enfermería como profesión: Valorizar a las enfermeras y pagarles
lo que merecen, cuando se realizaron investigaciones, muestra que la combinación de
escasez de personal y servicios con personal insuficiente, resultado de una
planificación inadecuada, hace que las enfermeras se consideren sometidas a trabajo
excesivo y mal pagadas, a semejanza de la situación en el Perú. En el presente
estudio el papel de “la planificación inadecuada” se puede notar en el discurso de las
profesionales entrevistadas que constantemente señalan la baja capacidad del Estado
para proponer soluciones a la baja condición salarial que viven crónicamente, y que
se agudizó en la crisis. El mismo documento resalta el hecho de que cuando se habla
de la subvaloración salarial de la enfermería, se olvida que la gran mayoría de esa
fuerza de trabajo está compuesta por mujeres. Sus sueldos siguen la tendencia
mundial de pago comparativamente inferior, determinados por relaciones de género.

La construcción histórica (de la profesión) como una vocación a la que


individuos generalmente mujeres acceden respondiendo a un llamado esto, tal vez, se
note más claramente en la enorme carga de benevolencia demostrada por los equipos
de enfermería, tanto trabajando más que lo que su salario paga, como haciéndolo en
condiciones difíciles, con frecuencia sin una recompensa financiera.
25

No relacionan de forma explícita los niveles, desigualdades e inequidades de


salario, durante la crisis de la pandemia con la situación de género, Esto puede ser
una expresión de la naturalización, la aceptación acrítica, de este aspecto de la
situación laboral. Se considera en posiblemente expresión de relaciones de género
debe ser considerado al interpretar los discursos sobre salario. (22)

Nuestra opinión dentro y fuera del campo de la enfermería es que el manejo


de remuneraciones, durante la crisis que pasamos, evidenció nítidamente niveles de
diferencia salarial, entre profesiones, que son consideradas como técnicamente
injustificadas, cuando se analizan los papeles asistenciales desempeñados por
enfermeras, médicos y otros profesionales del equipo de salud, esas diferencias son
muy antiguas, duraderas y, como se percibirá, ligadas a mecanismos de decisión
profundamente instalados en la estructura del Estado peruano. Lo que es significativo
al analizar el discurso es que la coyuntura de crisis por su carga de temor, cansancio,
y exigencias extremas da la ocasión de cuestionar, claramente, la importancia relativa
que se le da al trabajo de cada categoría, así como la brecha salarial entre estas.

Como un ejemplo de decisiones sin justificación técnica clara, se presenta el


siguiente cuadro. Se nota que, en 2019, seis meses antes del inicio de la pandemia, el
MINSA estableció una remuneración inicial referencial para diferentes profesionales
de salud. Este valor referencial fue incrementado durante la emergencia sanitaria. El
adicional para profesionales no médicos fue superior al adicional para médicos. No
obstante, esto ya en el contexto de una estrategia de control basada en servicios de
alta complejidad tecnológica, el cuadro muestra la considerable distorsión en los
adicionales atribuidos a especialistas, favoreciendo especialidades médicas.

Sugieren para estimar el poder relativo de una profesión, se deben considerar


el prestigio en la sociedad de las prácticas de la profesión, la necesidad social
percibida de la práctica, y el nivel de ingresos alcanzado. En el análisis del discurso
se hizo evidente que la situación de crisis desveló una intensa incoherencia entre esos
elementos y, una vez más, la todavía escasa parcela de poder social efectivo que la
enfermería posee.
26

En varios casos, la responsabilidad es del Estado al no ´poder resolver


adecuadamente las inequidades salariales. Quienes deciden los salarios son los
médicos porque son juez y parte. La diferencia es abismal y el desempeño
profesional no refleja su producción. No debería haber una diferencia tan abismal.
No hay personal de salud que pueda frenar la manipulación de los médicos en la
toma de decisiones. Debe haber mayor participación de otros profesionales de la
salud. Debería haber diferencia, pero no está. (21)

En este tema el discurso estuvo fuertemente marcado por declaraciones que


mostraban descontento e indignación, agudizados por la contradicción entre el
aparente reconocimiento y visibilizarían del “heroísmo y sacrificio” de las y los
enfermeros, y sus reales condiciones de trabajo mientras que la inequidad salarial
tiene un impacto totalmente negativa ya que al estado no le importa el bienestar y la
seguridad de las enfermeras, no les importa que hayan sido como los soldados contra
un monstruo que ha devastado la economía del país y también nuestro sistema
sanitario, si se enferma una enfermera igual no habría preocupación por parte del
Gobierno, Las decisiones sobre los niveles de salario son percibidas como tomadas
“solo por médicos” y de forma tal que, sistemáticamente, acaban favoreciendo a su
categoría en desmedro de los salarios de las y los enfermeros.

Uno de los entrevistados, médico con trayectoria de gestión, relacionó esta


práctica de decisiones inconsultas con “una visión feudal, hacen dataría” del manejo
de las instituciones de salud en general y que en el caso del ente rector esto se
expresaría en la idea de que el MINSA es de los médicos (así como) el Ministerio de
Economía es el campo de los economistas, La percepción más frecuente entre los
entrevistados de diversas áreas es que este tipo de decisiones. En la literatura
internacional esta situación de decisiones laborales, incluyendo salariales, tomadas
sin participación del personal de enfermería, es señalada claramente, y relacionada a
la dificultad de la enfermería para plantear claramente la defensa de sus intereses y
que, por eso, No es casualidad que las decisiones políticas o laborales que afectan a
la enfermería se tomen sin escuchar primero a las enfermeras y este aspecto
específico no es una novedad para el campo. Así, en los años 80, decían son otros
profesionales los que toman las decisiones. No hay acceso al nivel de decisión. En
27

este estudio se observó que esta situación, estructural, antigua, es reeditada no solo
en el aspecto salarial sino en la dinámica de formación de comisiones y comités
estratégicos de todos los niveles. La insatisfacción se explica en tres factores que
actúan sinérgicamente:

 El proceso de decisión sobre los salarios, sin participación de enfermería.


 La magnitud de la diferencia.
 La falta de correlación entre el trabajo asistencial realizado y el salario
percibido por ambas categorías.

Hay una diferenciación muy grande en la apreciación de médicos y otros


profesionales de salud. No se ha tomado en cuenta que los enfermeros han sido los
profesionales de salud más necesitados en la pandemia, y que estos continuaron
siendo distribuidos de acuerdo con las normas tradicionales centradas en las
especialidades médicas. Lo ideal sería decir cuántos especialistas se necesitan. Sin
embargo, no sucede así. Se debe sustentar cada mes por qué se necesita en cada
hospital, sea más especialistas u horas complementarias. En este, como en algunos
otros aspectos de la situación estudiada, se ve que los desenlaces de la crisis (por lo
menos en el período estudiado) en general con poco espacio para innovaciones
significativas durante el auge de la crisis. (21)

SUBVALORACIÓN LABORAL EN EL TRABAJO ESPECIALIZADO EN


ENFERMERÍA
Los conceptos sobre la definición del término “profesión” es unánime el
papel central de un cuerpo de conocimientos técnicos que sean de dominio exclusivo
de una categoría. El crecimiento y fortalecimiento de este dominio es considerado
esencial en el proceso de profesionalización de una categoría. El perfeccionamiento a
través de crecientes especializaciones es una de las estrategias de construcción de la
profesión y se espera que ese perfeccionamiento se convierta en mayor valorización
social y salarial.

En una situación crítica como la pandemia es razonable esperar que esa


especialización sea crecientemente reconocida, y ello aún más, cuando la estrategia
general de control favorece servicios de alta densidad tecnológica que requieren de
28

competencias complejas. Como se verá, después de la inversión personal que


representa la especialización para un enfermero, el bajo reconocimiento genera un
alto grado de frustración que se intensifica por la desigualdad de trato entre
especialistas médicos y de otras profesiones. En el Perú, el apoyo gubernamental a la
especialización para profesionales no médicos, tales como enfermeras, obstétricas,
odontólogos, químico farmacéuticos, aunque comienza a existir, todavía es muy
escaso.

Si quieren hacer una especialización, cada uno tiene que pagar de su bolsillo,
ahí cada uno bailaría con su pañuelo, la situación hace 10 años era que nadie les
pagaba por hacer su especialidad como a los médicos y esto , de hecho es una
situación desigual entre todos los grupo de profesionales. (21)

No solo es el tiempo dedicado sino también su preparación en todo el cuidado


del paciente, como tiene que ser el trato, si muchas son enfermeras especialistas que
ellas mismas han tenido que pagar de sus propios recursos para que se preparen. El
Residentado de enfermería es una capacitación de posgrado lo cual esta tiene pocos
años, sin embargo hay muchos profesionales preparados con sus propios recursos
que están motivados a ser mejores profesionales

La distribución es desigual del trabajo especializado de enfermería,


concentrado en grandes áreas urbanas, a pesar de ser muy necesario en regiones
menos desarrolladas, así como la dificultad generalizada para fidelizar a esos
profesionales en esas regiones. Los datos levantados durante el estudio muestran que
la crisis sanitaria pese a estar basada en servicios de alta complejidad y densidad
tecnológica, en los que la actividad especializada de enfermería sería indispensable
no se tradujo en una mayor oferta de “trabajo decente” para esas especialistas, ni
siquiera en los casos recopilados de centros hospitalarios urbanos. (23)

Desde ahora vemos estas diferencias salariales en la enfermería. Sin embargo


quienes poseen na mayor calificación y ejercen tareas dirigidas al cuidado tienen na
alta carga de trabajo, menores salarios que otras categorías profesionales y mayor
vulnerabilidad que el resto, Lamentablemente hay una gran diferenciación en lo que
es la apreciación de médicos y otros profesionales de salud, no toman en cuenta que
29

los enfermeros han sido profesionales de salud que más hemos necesitados en la
pandemia. Además la pandemia hizo que se contrataran mayor número de
profesionales en salud, porque antes de la pandemia se contaba con precariedad
laboral de enfermería, precariedad de falta de insumos, el acceso a la seguridad
social, eso fue diferente cuando apareció la pandemia ahí contaban con
especialización, fue todo lo contrario, añadieron mayor carga laboral, mayor
intensidad en las actividades y un mayor desgaste físico y emocional también ya que
era por localidad de cuidado que estas brindarían, lo que superó ampliamente el
salario que ellos corresponden. Entonces podríamos decir que gracias a la pandemia
es que todos nos dimos cuenta el verdadero trabajo de enfermeras y es hora de
valorar el esfuerzo que ellos hacen y que su remuneración sea justa.

LA PROPUESTA DE MODIFICACIÓN DE LA LEY DE TRABAJO DE


ENFERMERÍA
El proceso de profesionalización debe entenderse desde sus diferentes vertientes:

 La vocación de los profesionales para desarrollar su trabajo y consolidarse


como una disciplina con un cuerpo de conocimientos propios y una
responsabilidad frente a la salud de la población.
 El esfuerzo de las disciplinas para organizarse y sistematizar ese cuerpo de
conocimientos propios del proceso de formación, y que luego permitirá
ejercer la actividad profesional; y finalmente.
 La legislación como herramienta de reconocimiento de la formación y del rol
de la profesión que garanticen su accionar.

Las organizaciones representativas y gremiales de las profesiones cumplen un


rol fundamental para consolidar y legitimar ese cuerpo propio de conocimientos, y la
acción diferenciada de cada profesión. Es decir que, en la medida en que se cumpla
con validar el rol de incidencia necesario a través del nivel legislativo, el
reconocimiento de la profesión tendrá mayor solidez. Durante la pandemia originada
por COVID – 19, el Colegio de Enfermeros del Perú, elaboró una propuesta
legislativa para la modificación de la Ley N°27669, Ley del Trabajo de la Enfermera
o, en el marco de la facultad reconocida en el artículo 107 de la Constitución Política
del Perú a los colegios profesionales. Esta iniciativa legislativa presentada por el
30

Colegio de Enfermeros del Perú tuvo por objeto fortalecer el sistema de salud y
protección social, mejorar la calidad de la promoción, prevención y cuidado de la
vida, salud y bienestar del ciudadano, y regular la actuación del profesional de
enfermería, en el sector público y privado, en el contexto del Estado de emergencia
nacional y Estado de emergencia sanitaria vigente, entre las principales causas que se
mencionan para realizar esta modificación se encuentra la de revalorar el trabajo de
enfermería tanto a nivel público como privado, el Colegio de Enfermeros planteó en
su exposición de motivos lo siguiente:

La labor de enfermería (cuidado) no ha sido lo suficientemente valorada por


nuestra sociedad, ya que las enfermeras perciben sustancialmente menor
remuneración que el personal médico. La diferencia trasciende inclusive el aspecto
remunerativo, pues incluye condiciones laborales diferenciadas y otro tipo de
beneficios, que denotan un marcado privilegio en favor de la profesión de medicina
(como el Proyecto de Ley N°6474/2020-CP). El personal de enfermería no solo
percibe una remuneración menor que los médicos, sino que percibe menores
beneficios y condiciones de trabajo. (24)

Si bien es cierto el cambio estructural de la profesión esta desde los primero


ejes principales, los temas como el salario, posicionamiento y acceso a recursos
inmediatos, no se deberían perder de vista la importancia de abordar. En la pandemia
ha sido una oportunidad para identificar el desequilibrio entre la normativa que
teníamos y el desarrollo de la profesionalización de dicha carrera.

En ese sentido, esta nueva propuesta de ley buscara reorientar el concepto de


dependencia autonomía, así reconociendo a la enfermería como na profesión
autónoma pero interdependiente del trabajo con otras profesiones, si bien es cierto el
proceso de reconocimiento profesional es consolidada en la normativa legal, pues la
nueva propuesta de ley no tuvo mayor incidencia en el espacio público, posiblemente
debido a temas concurrentes, que pasamos desapercibidas. De tal manera es
importante mencionar que la propuesta dada va mejorar muchísimo en cuento a la
valoración de la carrera profesional.
31

CAPITULO III
¿UNA OPORTUNIDAD LABORAL Y SALARIAL PARA
ENFERMERÍA?
DEFINICION:
3.1 Formación y fuerza laboral de enfermería emergente en la pandemia de
covid-19
La pandemia de COVID-19 ha interrumpido los sistemas educativos en todo
el mundo y la formación de enfermería no ha sido una excepción. La magnitud de la
interrupción varía ampliamente entre países. Aquellos que se han visto
particularmente afectados por la COVID-19 señalan niveles superiores de
interrupción de la formación de sus enfermeras. En diciembre de 2020, el CIE realizó
una encuesta en línea a más de 130 asociaciones y recibió 64 respuestas de
representantes de ANE de todas las regiones de la Organización Mundial de la Salud,
con un índice de respuesta del 49%. Al principio de la pandemia, muchas
organizaciones pusieron fin a los puestos de prácticas clínicas para estudiantes de
enfermería al objeto de conservar el cada vez menor número de equipos de
protección individual (EPI) limitando su participación en la atención directa al
paciente. Para reducir la propagación del virus, la mayoría de países cerró las
instituciones de formación presencial, al menos temporalmente, y algunas
permanecen cerradas a día de hoy. Los estudiantes de enfermería se están
enfrentando a obstáculos para la finalizar sus horas de formación clínica requeridas,
lo cual está posponiendo su graduación. Las enfermeras docentes han manifestado su
preocupación por las repercusiones negativas que estos retrasos y modificaciones
pueden tener en la trayectoria formativa de los estudiantes de enfermería.

En todo el mundo hay enfermeras que también han manifestado su


preocupación por los retos sin precedentes a los que se enfrentan de cara a la
realización de desarrollo profesional continuo (DPC) y por cómo esta situación
puede poner en peligro su capacidad de mantener al día su práctica, así como el
avance de sus conocimientos de enfermería y el desarrollo de su carrera. A pesar de
los planteamientos innovadores a la formación de enfermería, en particular el uso de
nuevas tecnologías para permitir el aprendizaje a distancia, estas interrupciones
provocan el riesgo de retrasar o limitar la oferta de personal de enfermería, lo cual,
32

sumado a la escasez prevista a causa del Efecto COVID-19, podría agravar aún más
la carencia actual de fuerza laboral. Sobre la base de datos provenientes de informes
presentados por las ANE y encuestas del CIE, este resumen de evidencia para
políticas ofrece una descripción de la interrupción y las adaptaciones que se han
producido en la formación de enfermería durante la pandemia de COVID-19, además
de poner de manifiesto las repercusiones de dicha interrupción en la oferta de
personal de enfermería y explorar fórmulas para retener a la fuerza laboral de
enfermería existente y atraer a una nueva generación de enfermeras a la profesión.

3.1.1 Interrupción de la formación de enfermería durante la pandemia


Entre las encuestadas, el 73% de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras
(ANE) manifiesta que la formación de enfermería de pregrado se ha visto
interrumpida, y el 54% señala una interrupción de la formación posterior al
registro/posgrado. Son varios los factores extremamente complejos que han
contribuido a la interrupción de la formación de enfermería durante la pandemia. Una
encuesta del CIE realizada en agosto de 2020 concluía que aproximadamente un
tercio de las ANE encuestadas denunciaba una escasez entre moderada y grave de
EPI, en particular en los centros de cuidados prolongados en algunos países.
Asimismo, se habían registrado tasas elevadas de contagio y mortalidad entre las
enfermeras en numerosos países. La fuerza laboral de enfermería estaba al límite de
su capacidad puesto que su carga de trabajo era elevada y estaba trabajando muchas
horas seguidas, lo cual complicaba la labor de los mentores y los preceptores. A
medida que aumentaban los casos de COVID-19 en las poblaciones de pacientes y
enfermeras, se incrementaron también las amenazas tanto para la salud como para el
bienestar junto con las experiencias de aprendizaje de los estudiantes de enfermería.
Muchas instituciones académicas tomaron la difícil decisión de posponer o cancelar
los puestos de prácticas clínicas de sus estudiantes. (25)

3.1.2 Una oportunidad laboral y salarial para Enfermería


En el personal de enfermería estos factores, interfieren en la ejecución del
cuidado, es por eso que los programas de acreditación para las instituciones sanitarias
suponen una garantía de excelencia tanto en la satisfacción profesional como en la
calidad de los cuidados; esto ha motivado el interés por estudios en que se asocian la
33

alta tasa de ausentismo y el síndrome del quemado o Burnout entre el profesional de


enfermería con la insatisfacción laboral,5-7 siendo el hospital el entorno
predominante. Este fenómeno, se puede identificar a nivel mundial; sin embargo, la
respuesta ante esta insatisfacción es variable, un efecto de esto es el alto índice de
rotación de enfermeras entre las instituciones sanitarias y un alto índice de abandono
profesional, produciendo una alarmante escasez de este recurso humano. Bajo este
marco en Toledo España en el año 2001 del Río Moro analizó el cumplimiento del
personal de enfermería y la SL a través de una revisión bibliográfica que incluyó
estudios de 14 años; los hallazgos muestran que las relaciones interpersonales y la
competencia profesional son satisfactores altos de los profesionales de enfermería y
los menos satisfactorios son; el sueldo, la falta de promoción y formación, la
distancia que representa el lugar de trabajo, las malas condiciones laborales, las
relaciones entre la atención primaria y secundaria; así como con otras instituciones y
organizaciones relacionadas con enfermería. Dentro de este mismo estudio se
encontró; que el modelo de enfermera de referencia aumenta el grado de satisfacción
laboral, lo cual es también percibido por el usuario. Los enfermeros eventuales
perciben mayor satisfacción que los fijos. El turno de tarde es el que está más
satisfecho, seguido del de mañana y el menos satisfecho es el rotatorio y el de
veladas. También afirma que los enfermeros que trabajan en medio rural están más
satisfechos profesionalmente que otros que trabajan en zona periurbana, asociado a la
labor social que realizan. (26)

3.2 Empleo y Desempleo


3.2.1 Empleo
La profesión de enfermería, históricamente, ha ido viviendo periodos cíclicos
en el aspecto laboral, con momentos oscilantes de mayor y menor estabilidad. La
fotografía que plantea el momento actual es bien distinta. Las comunidades
autónomas no son capaces de absorber la oferta de profesionales, por la escasa
demanda de contrataciones, mientras que los países de nuestro entorno buscan en
España a unos profesionales que no solo aúnan buena preparación, sino que
desempeñan una práctica profesional que supera, en muchos casos, las expectativas
de esos países. España, que vive aún una delicada situación económica, y que posee
unos recursos muy limitados, está realizando una importante inversión formativa en
34

enfermeras. En cambio, son los países con más recursos que el nuestro los que están
aprovechando las capacidades de nuestros profesionales, a los que, además, se les
están ofertando trabajos residuales en condiciones precarias. (27)

El impacto de la pandemia Covid-19 ha sido nefasto para las cifras generales


del paro tanto de España como de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, la
Enfermería sólo ha registrado paro residual durante este fatídico año, por lo que
puede afirmarse que la profesión cuenta con pleno empleo, hasta el punto de que en
algunos momentos han faltado profesionales para cubrir la demanda asistencial. Sin
embargo y paradójicamente esta ausencia de desempleo provoca un efecto perverso
porque un número muy elevado de enfermeras/os valencianas/os ocupa puestos con
alarmante precariedad laboral, con contratos temporales de poca duración y/o
jornadas a tiempo parcial. Esta reducción del paro, además, ha sido de carácter
coyuntural como consecuencia de la crisis de la covid-19 que ha azotado el sistema
sanitario durante los últimos 12 meses. El Informe Desempleo y otros indicadores
laborales de los profesionales de Enfermería en la Comunidad Valenciana y en
España durante el período 2015-2020, realizado por el Consejo de Enfermería de la
Comunidad Valenciana (CECOVA), arroja que el paro enfermero en la Comunidad
Valenciana durante 2020 se ha reducido un 51,82%, pasando de 822 enfermeras/os
paradas/os hasta 396 en sólo un año. En España en desempleo ha descendido un
42,03% al pasar de 4.809 profesionales desempleadas/os al finalizar 2019, a contar
con 2.788 paradas/os el último día del año 2020. (27)

3.2.2 Desempleo
En la actualidad no existe otro registro oficial y público en España, distinto al
SEPE, que proporcione los datos de enfermeros/as parados/as. Si bien es cierto que
los datos oficiales de enfermeros/as registrados/as como desempleados/as
probablemente no reflejan las cifras reales y totales de enfermeros/as parados/as,
habiendo un número mayor de profesionales de enfermería en paro, pues algunos
enfermeros/as sin empleo no se inscriben en los registros del Servicio de Empleo
Público Estatal pues no es obligatoria su inscripción, aunque se esté en situación de
desempleo, excepto cuando se percibe alguna prestación o subsidio reconocido por el
SEPE
35

Además de los datos del paro de la profesión enfermera y con el objetivo de


elaborar un informe más completo se incluyen en el presente documento datos de
interés sobre otras variables de la realidad laboral de la profesión enfermera. En
concreto, se incluyen y analizan los datos sobre el número de enfermeros/as
egresados/as en la Comunidad Valenciana durante el período estudiado según la
información proporcionada por las distintas Universidades de la Comunidad
Valenciana que imparten los estudios de Grado en Enfermería. Se señalan también
las cifras oficiales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) del
número de enfermeros/as colegiados/as no jubilados/as (en activo) en la Comunidad
Valenciana y España durante los mismos años, así como las tasas de enfermeros/as
por cada 100.000 habitantes y las ratios enfermeros/as por cada médico/a de las
distintas Comunidades y Ciudades Autónomas del último año analizado, esto es, el
año 2018, entre otros datos. También se reflejan y analizan las cifras publicadas por
el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social sobre el número de
profesionales de enfermería que trabajan en el Sistema Nacional de Salud
distribuidos entre los distintos Servicios de Salud de las Comunidades Autónomas así
como las tasas de profesionales enfermeros por cada 1.000 habitantes existentes en
los distintos Servicios de Salud y en el Sistema Nacional de Salud, tasas que
computan la totalidad de los profesionales enfermeros del SNS así como tasas
diferenciadas en profesionales enfermeros de atención primaria y de atención
especializada. Estos datos corresponden al año 2017 estando reflejados en el
“Informe anual del Sistema Nacional de Salud 2018” publicado por el Ministerio de
Sanidad, Consumo y Bienestar Social el día 18 de diciembre de 2019. (28)

3.3 Necesidad de recursos humanos de enfermería por brote de covid-19

El conocimiento producido en el campo de la salud en los últimos años viene


señalando la necesidad de articular otros constructos teóricos a la categoría proceso
de trabajo como, por ejemplo, la necesidad de incorporar las cuestiones de género, el
impacto de las violencias, la precarización de las relaciones en el trabajo entre los
propios trabajadores y usuarios, así como diferentes tipos de retrocesos de los
derechos de protección a los trabajadores, tales como modalidades de contratación
36

regresivas y la ausencia de inversión en equipos de protección individual, entre otros.


Todo ello apunta insistentemente a la existencia de una relación displacentera o de
malestar de los trabajadores con el trabajo que hacen. La existencia de esta relación
displacentera o de malestar se agudiza aún más en tiempos de pandemia, donde la
necesidad de recursos humanos, recursos económicos y logísticos será aún mayor.

El Perú afronta la pandemia por COVID-19 con un sistema sanitario


descentralizado, administrado por cinco entidades: el Ministerio de Salud (MINSA),
Es Salud, las Fuerzas Armadas (FFAA), la Policía Nacional (PNP), y el sector
privado, que proporcionan servicios sanitarios a la población peruana lo que resulta
un sistema deficiente en coordinación y en superposición de funciones, lo cual
constituye un desafío. La Organización Panamericana de la Salud – OPS, establece
que el objetivo principal de los servicios de salud en respuesta al COVID-19 es
“Salvar Vidas” y esto dependerá de la capacidad de respuesta que tenga el país ante
esta pandemia; por tanto, todas las acciones que disminuyan el número de pacientes
en el tiempo contribuirán a evitar el colapso de los servicios de salud.

Teniendo en consideración lo establecido por la Organización Panamericana


de la Salud (OPS), el desafío que enfrenta el sistema sanitario no solo está
relacionado a la poca articulación entre las instituciones prestadoras de salud,
adicionalmente enfrenta desafíos como la poca resolución del primer nivel de
atención, el hacinamiento de los hospitales, la falta de infraestructura sanitaria y la
precarización de los recursos humanos en salud. En el Perú existen pocos
antecedentes de investigación que se vinculen a la brecha del personal de enfermería,
las condiciones laborales y la oferta de recursos humanos en salud. En consecuencia,
este trabajo pretende analizar la situación actual de la enfermería en el país y
contribuir a un análisis que permita evidenciar la brecha enfermero/a – paciente, la
poca inversión del Estado en la formación de especialistas en enfermería y la
necesidad de recursos humanos en salud en el contexto de la emergencia sanitaria por
COVID -19.
37

3.4 Formación y fuerza laboral de enfermería emergente en la pandemia de


COVID-19
Entre las encuestadas, el 73% de las Asociaciones Nacionales de Enfermeras
(ANE) manifiesta que la formación de enfermería de pregrado se ha visto
interrumpida, y el 54% señala una interrupción de la formación posterior al
registro/posgrado. Son varios los factores extremamente complejos que han
contribuido a la interrupción de la formación de enfermería durante la pandemia. Una
encuesta del CIE realizada en agosto de 2020 concluía que aproximadamente un
tercio de las ANE encuestadas denunciaba una escasez entre moderada y grave de
EPI, en particular en los centros de cuidados prolongados en algunos países.1
Asimismo, se habían registrado tasas elevadas de contagio y mortalidad entre las
enfermeras en numerosos países. La fuerza laboral de enfermería estaba al límite de
su capacidad puesto que su carga de trabajo era elevada y estaba trabajando muchas
horas seguidas, lo cual complicaba la labor de los mentores y los preceptores. A
medida que aumentaban los casos de COVID-19 en las poblaciones de pacientes y
enfermeras, se incrementaron también las amenazas tanto para la salud como para el
bienestar junto con las experiencias de aprendizaje de los estudiantes de enfermería.
Muchas instituciones académicas tomaron la difícil decisión de posponer o cancelar
los puestos de prácticas clínicas de sus estudiantes. La interrupción de los puestos de
prácticas clínicas puede afectar a la calidad de la formación y retrasar la graduación
Una exposición adecuada a los entornos clínicos ya constituye un reto en la
formación de enfermería. La encuesta del CIE a las ANE ha mostrado que el 46% de
los países ha experimentado retrasos o cancelaciones de los puestos de prácticas
clínicas de los estudiantes de enfermería.

Otro 41% de los países ha señalado que estos puestos se limitaron a


determinadas áreas. Los entornos en los que los puestos de prácticas clínicas se
cancelaron por completo fueron aquellos que estaban gestionando pacientes de
COVID-19, cirugía electiva, procedimientos no urgentes y atención primaria (para
las enfermeras de práctica avanzada). En lugar de para la prestación de cuidados
directos al paciente, los puestos de prácticas clínicas fueron sustituidos por la
participación en experiencias en laboratorios de habilidades, y los estudiantes se
perdieron la oportunidad de exponerse al trabajo en estas áreas clínicas. En algunos
38

países, se ha señalado que la formación de posgrado para enfermeras se había


suspendido para que quienes la estaban cursando pudieran reanudar su trabajo en las
instalaciones sanitarias. Estas interrupciones tienen el potencial de afectar a la
calidad de la formación de enfermería y suponer mayor estrés para los estudiantes y
las áreas clínicas. (25)
39

CONCLUSINONES:
El impacto de la pandemia en el papel de la enfermería engloba cambios en la rutina
de la asistencia, mayor adhesión y comprensión de la importancia y necesidad de
disponibilidad de equipamientos de protección individual adecuados, así como
intensificación de otras medidas preventivas de infección ocupacional. Se sostiene la
preocupación con el bienestar biopsicosocial de la enfermería y de las demás
profesiones de salud, para enfrentar no solo el COVID-19, sino también la rutina de
trabajo, dado que el cuidado total a la salud de los empleados implica en la calidad
del servicio prestado. Así, este momento volvió el papel de la enfermería más
evidente para la sociedad, siendo propicio para que la categoría luche por los
derechos que desde hace tiempo son anhelados. En este camino, la pandemia
posibilita que la enfermería sea reconocida como fuerza de respuesta fundamental al
combate de esta. Además, estimula a la enfermería a enfrentar los desafíos y
adaptarse a las nuevas directrices y condiciones, mirar para sí y prestar el cuidado
necesario a la población con dedicación, respeto y coraje.

Las percepciones de los entrevistados sugieren claramente que la crisis por la


pandemia de COVID-19 en 2020 en el Perú, además de revelar y agravar
inequidades, creó oportunidades que fueron aprovechadas de diversas formas e
influyeron de maneras heterogéneas en el proceso de profesionalización de la
enfermería, dejando un saldo claramente positivo sobre su imagen social, y
señalando la posibilidad de continuar luchas y concretar resultados en aspectos
laborales, de enriquecimiento de su vocación, y de producción de conocimiento
científico. Las acciones de enfermería delante de esas oportunidades, se dieron en
todos los niveles de actuación profesional. Desde el nivel individual hasta el
escenario nacional, pasando por espacios de gerencia de servicios y redes, de gestión
local y regional y espacios de decisión estratégica. En el conjunto del discurso y
datos analizados, el balance es predominantemente positivo, en especial por el
fortalecimiento de la imagen social de la profesión, por la riqueza de las iniciativas
relatadas que destacan las múltiples competencias de la profesión, y por las nuevas
40

oportunidades que se abren, en especial en la necesidad de producción sistemática de


saber técnico – científico de dominio exclusivo de la labor de enfermería, elemento
central de la valorización social.

En varios momentos las acciones emprendidas por la enfermería fueron consideradas


“aisladas” o “individuales” y en el discurso de las enfermeras participantes hubo
pocas referencias a experiencias que estuvieran más allá del entorno de cada
informante. La esencia del proceso de profesionalización situado entre factores
históricos y coyunturas cambiantes y las respuestas de las informantes, pueden
indicar la necesidad de mejor articulación entre los diversos actores del campo de la
enfermería, buscando estrategias de mediano plazo para influir de manera deliberada
en ese proceso.
41

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article/view/241

27. Alincante Castillon y Valencia. ESTUDIO SOBRE EL DESEMPLEO Y


OTRAS VARIABLES DE LA REALIDAD LABORAL DE LOS
PROFESIONALES DE ENFERMERÍA EN LA COMUNIDAD
VALENCIANA Y EN ESPAÑA. 2018 de 2013;42.

28. ESTUDIO SOBRE EL DESEMPLEO Y OTRAS VARIABLES DE LA


REALIDAD LABORAL DE LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA EN
LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EN ESPAÑA.
44

ANEXO:
CUADRO N°1. DIFERENCIA REMUNERATIVA REFERENCIAL ENTRE
LOS PROFESIONALES DE LA SALUD (2019) Y DURANTE LA
EMERGENCIA SANITARIA (2020) COVID-19.

Fuente: Ministerio de Salud. Elaboración propia.

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