Está en la página 1de 5

INSTITUTO TECNOLOGICO DE

ZACATECAS

INGENIERIA EN GESTIÓN EMPRESARIAL

Desarrollo humano
Autoestima y autoconcepto

Lic. Floylan Felix Inguanzo

Marycruz Roman Gámez 22450148

06/octubre/2023
¿Qué es la autoestima?
Es el concepto que tenemos de nuestra valía personal, que involucra a
todos nuestros sentimientos, emociones, pensamientos, actitudes y experiencias
sobre nosotros mismos que hemos ido recogiendo por el trayecto de nuestra vida.
Así como el conjunto de evaluaciones, experiencias e impresiones, se
correlacionan para formar un sentimiento positivo de nosotros mismos o, por el
contrario, un incómodo sentimiento de no ser lo que esperábamos ser
(autocrítica). La autoestima, es como nuestra propia imagen, a la luz de nuestros
valores y metas, es decir, la apreciación que tenemos de nosotros mismos, en la
que intervienen las situaciones pasadas, presentes y en las que actúan factores
contextuales y procesos internos.

¿Cómo se forma?
La autoestima se aprende, cambia y la podemos mejorar, pues todos, niños/as,
adolescentes y adultos experimentan fluctuaciones de la autoestima. La persona
no nace con un concepto de lo que es la autoestima, sino que se va formando a
temprana edad, cuando comenzamos a formar un concepto de cómo nos ven las
personas que nos rodean (padres/madres, maestros/as, compañeros/as,
amigos/as, etc.) y las experiencias que vamos adquiriendo. En la formación de la
autoestima, influyen dos aspectos:

El autoconocimiento que tengamos de nosotros mismos: El autoconocimiento y la


autoestima juegan un importante en nuestras vidas. Los éxitos y los fracasos, la
satisfacción de uno mismo, el bienestar psíquico y el conjunto de relaciones
sociales llevan su sello. Tener un autoconocimiento y una autoestima positivos es
de la mayor relevancia para la vida personal, profesional y social. El
autoconocimiento, influye en el rendimiento, condiciona las expectativas y la
motivación, y contribuye a la salud, así como al equilibrio psíquico.

Las expectativas, es decir, cómo a la persona le gustaría o desearía ser. Este


aspecto viene influenciado por la cultura en la que estamos inmersos. El concepto
de nuestra valía personal y nuestras capacidades se basan en la acumulación de
sentimientos, pensamientos, experiencias y vivencias tenidas a lo largo de nuestra
vida.

¿Qué es el autoconcepto?
El autoconcepto o la autoimagen es la comparación subjetiva que hacemos de
nosotros mismos frente a los demás. Es el conjunto de percepciones, ideas u
opiniones que una persona tiene sobre distintas áreas de su persona: su físico, su
personalidad, sus capacidades, sus habilidades sociales… Es la representación
mental en el presente, aquella que construimos sobre nosotros mismos en base a
nuestra forma de interpretar el mundo que nos rodea y nuestros filtros.

¿Qué es la Autoaceptación?
Una autoestima sana parte de la autoaceptación, esta, consiste en
aceptarnos de manera incondicional, libres de juicios, tratarnos con cariño,
reconocer que somos valiosos y dignos de ser queridos y respetados a pesar de
no ser perfectos. Cuando hablamos de autoaceptación nos referimos a la
autoevaluación cognitiva que hacemos de nuestras conductas, creencias, de
nuestra manera de ser, los sentimientos, nuestras experiencias vividas y las
motivaciones que nos marcan y determinan nuestra esencia como personas.

Además, es importante identificar cómo nos relacionamos con los demás y cómo
nos pueden influir las relaciones afectivas que establecemos, ya que a veces
elegimos parejas o amistades dañinas para uno mismo (solo por el hecho de
sentirnos queridos y aceptados), generando patrones de vinculación
desadaptativos. Ser consciente de ese patrón desadaptativo es el primer paso
para aprender a cambiar la forma de interacción y vinculación con el entorno y
para fomentar una sana autoestima y construir un autoconcepto y una auto valía
positiva.

Para que podáis reconoceros en las características de una baja o una sana
autoestima, veremos algunas características de ambos tipos:

Personas con Alta autoestima:

 Tienen buena valoración de sí mismos, se conocen y se aceptan con todas


sus virtudes y defectos, sabiendo que sus limitaciones y errores no
disminuyen su valor como persona.
 Se muestran seguros de sí mismos y positivos.
 Generan conductas de autocuidado, sacando tiempo para ellos mismos y
sabiendo priorizarse si es necesario.
 Tienen capacidad de autocrítica y aceptan las críticas del resto, ya que son
conscientes de sus puntos fuertes y debilidades y los aceptan sin problema.
 Ni juzgan, ni hablan mal de los demás y saben regularse emocionalmente.
 Emplean una comunicación asertiva en los entornos afectivos y laborales
 Realizan peticiones de ayuda a otros y están abiertos a ser agentes de
ayuda, aunque no sean excesivamente conocedores de la materia, están
dispuestos a sumar desde rol, no a ser los solucionadores

Personas con baja autoestima:

 Se dejan influenciar por los demás y se comparan con el resto siempre


posicionándose por debajo.
 No saben poner límites, tener conductas de autocuidado o establecer una
comunicación asertiva.
 Minimizan sus cualidades y capacidades.
 No respetan su cuerpo, no son capaces de hablar en positivo de sí mismos.
 No se creen igual de valiosos que el resto, y por ello, indirectamente
dependen del reconocimiento de los demás para generar esa auto valía.
 Su estilo de comunicación suele pendular entre el estilo pasivo y agresivo
 Les cuesta pedir ayudar, ya que reconocer no tener conocimiento sobre
alguna cuestión les hace sentirse inferiores, cuestionados o poco valiosos
 Son poco proclives a recibir cumplidos, tienden a minimizar sus
capacidades ocultándolas, negándolas o sobreentendiendo que «todo el
mundo» sabría hacer por lo que se les está reconociendo

Por otra parte, es importante señalar que no todas las personas se definen o
conceptualizan de una manera positiva o negativa en global, es decir, podemos
encontrar personas que pueden percibirse con una alta autoestima en un aspecto
y no en otros, por ejemplo, positiva a nivel profesional, pero no a nivel social.

Además de todo lo comentado anteriormente, veamos algunas pautas para


aprender a modificar este sistema de creencias asociados a nosotros mismos.

 Tomar conciencia de cómo nos vemos y cómo nos sentimos. ¿Nos gusta
nuestra imagen?, ¿Cuáles son nuestras cualidades?, ¿Nos valoramos
positivamente y nos validamos?
 Entender por qué nos sentimos así, de dónde venimos, en qué entorno
familiar nos hemos criado y cómo nos hemos sentido en el ámbito social,
académico, profesional, etc.
 Independientemente de la imagen que tengamos de nosotros mismos, es
importante querernos y aceptarnos, tratarnos con respeto y cuidado.
 Estar alineados con nuestras necesidades y coherentes con valores y
prioridades.
 Generar una congruencia en acciones y relaciones, viviendo acorde a
nuestros valores, necesidades, siendo fiel a uno mismo.
 No juzgarnos a nosotros mismos ni limitar nuestras capacidades.
 Tener la capacidad de establecer unos límites claros y saber comunicarnos
de manera asertiva.
 Construir amor propio y madurez emocional para así sentirnos libres para
SER, y sentirnos dignos y merecedores para recibir amor.

Para terminar, es importante que sepamos que la baja AE no se debe


conceptualizar como una enfermedad que aplica un tratamiento y se soluciona el
problema, es un constructo vivo, en el que podemos y debemos trabajar de
manera continua y sostenida en el tiempo, puesto que afecta a varias áreas en la
vida del individuo como la social, relacional, familiar, laboral. Por ello es importante
que se aborde desde un marco más amplio y general, como una dificultad global
en el que van ligadas las emociones, conductas, pensamientos, motivaciones…

También podría gustarte