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Lan | TOMI LA PIKDRA DEL SOL. ESTUDIO ARQUEOLOGICO POR ALFREDO CHAVERO. (coxnteta.) XXV Nahui Ollin: primer dia del filtimo cuatriduo. He aqui el simbolo més famoso dela cosmogonia nahoa. Hasta ahora no so ha fijado de manera clara su significacion, Pin— tase’e generalmente como una. cruz de San Andres acostada y con una estrella en el contro, & la cual atraviesa de abajo arriba ana flecha. La tradnecion de las palabras nahui éllin es cuatro mavimientos, y se refiere esto simbolo 4 los cuaito periodos del curso anual del sol. Es la segunda combinacion del néimero 4 on la cuenta del tiempo. Los cuatro dias dcatl, téepall, calli'y tocktli son la base de Ia série de los cuatriduos; ahora tenemos los 4 movimiontos.iel-sol en el aio; y_ ya hemos visto que son 4 los afios inicinles deal, teepatl, calli y tockiti, y que de 4 Ralpillé-de:estos.alios so forma el ciclo 6.xinkmolpilli de 52 afios. Fs, pues, muy interesaititeprecisar la verdadera sig— nificacion del signo que nos ocupa. Sahagun nada nos dice de su significado: limitaso & referir* que los sefiores lo tenian por su signo, quo en su dia le mataban codornices, ponfan lumbre é incionso delante de Ja estatua del sol, y le vestian un plumaje que se Hamaba cxetsaltonamelutl, y al me= diodfa mataban eautivos. Despues agrega:* En el catélogo del Museo Nacional, refiriéndose & los monumentos marcados con los mdmeros 27 y 28, y bajo al titulo de Los ewatra movimicntos det sot, sodice:? «Los mo- xicanos tenian algunos conocimicntos astronémicos. Desde lo alto do sus tomplos, en for~ ma de pirdmide, los saceriotes observaban el curso de los astros para sefialar el tiempo do sus fiestas 6 las horas del dia y de Ia noche, anuncidndolo al pitblico por medio de ins- trumentos que se ofan 4 grandes distancins. [El sol principalmente fué objeto de sus in ‘vostigaciones, y su trayecto aparente por In héveda cclesto lo representaron por modio de tun signo llamado en moxicano Nahi ollin tonaliuh, es decir, «Los cuatro movimien- tos del Sol, las cuatro estaciones de! aiio, déndole una forma parecida & la cruz formada por las aspas de un molino de viento.» Hasta aqui vemos que a idea general sobre el simbolo Nahui Odin es que se rofiere & Ja marcha del sol, y pareoo dominar la opinion de que estos cuatro movimientos son re= forontes & las cuatro estaciones del aiio; y hallamos como hipétesis accesorias, Ja de Hum- Doldé que supone la cruz del signo marca do los puntos eardinales, y Ia do Gama que re~ Taciona las cuatro aspas con Jos cuatro soles 6 cides. Lo mis notable que encontramos es ln creoncia del mismo Gama, quo refiero los brazos del Nafewi Ollin a los puntos sols~ ticiales, viendo en él dun los equinoceiales y Ia meridiana. Materia tan importante nos obliga éntes de vor opiniones mas modernas, 4 examinar los jeroglificos y estudiar lo que dicen los intérpretes. ELP. Rios, interpretando los jeroglificos del eédice Vaticano, dice:* «la cuarta era fi- gura del temblor quo se llama Nahuolin, porque dicen que en ese dia fué ereado el sol.> ‘Tambien el intérpreto del cddiee Telleriano-Remonse lo tradace cuatro temblores. El P. Rios agrega despues:* « mientras que los que morian «en cl contraste de la guerra,» cran ' Siendo el lugar destinado al pre= mio eterno mansion de delicins, eada pueblo segun sus tendencias y segun su religion, de distinta manera so lo figura. Es el cielo cristiano eden de dicha en la contemplacion de Dios; pero pootas y pintores manifiestan esa dicha con miisicasy cantos, y lo llenan de her= mosos ‘ngeles que pulsan arpas y Iiudes y entonan dulefsimos cantares. Hs el paraiso de Mahoma jardin de delicias poblado de hurfs encantadoras que brindan amor ¢ los ereyen- tes. Los nahoas, puchlo més sencillo, y que vivia on nnestros arbolados de eterna prima- vera, esmaltados de flores y de plumajes de aves de mil eolores, eonvirtieron su cielo en tun bosque, y Jas almas en colibris que gustaban rosas-y mirtos siempre frescos. Y aquf es de notar tambion, por lo que respecta al culto do los prineipales astros, que los nahoas pusicron sus tres mansionos de Jos muertos en la tierra, en In luna y en el sol; dejando & Inestrella de creador de los hombres. «Ta padre y madre Quetzalcoatl, decia al confeso el sacerdote,* te forms como una pietlra preciosa, y como una cuenta de oro de mucho valor.» Supnostas todas ostas ideas, extratio parecer que los mexion lovaran preces por Ia conclusion de In guerra & Tescatlipoca, que enténees tomaba el segundo nombre de Yautinecociauttmonenequis* pero al mismo tiempo le podian la vietoria y el premio do los valiontes guerroros. ra, pues, Tescatlipoea, dios de paz, bajo Ia condicion de que triunfara cl ejército que lo imploraba; de otra manera, era tambien dios de guerra. Pero el verdadero dios de las batallas era el sol; Tezcatlipoca venta despues con mix sion de paz & promiar 4 los muertos. Es que durante el dia combaten los ejércitos, y con In noche so reposan y dan tregua 41a poles. Los nahoas no paraban el sol como Josué, para continuar la matanza; invocaban la. luz duleisima de la lana para que se extendiose como blanco sudario sobre los muertos gloriosos que iban 4 habitar en Ja casa del sol. : La porsonalidad de Tezcatlipoca, y de la luna en 6), so ve con dlaridad en todo lo que de él se decia, Cunndo so aparecta, hablaba y tomaba Ja forma de un hombres y s2- ia y aleanzaba Jos secretos que en la noche se ooultan: enténces le lamaban Telpuctli, porque so presentaba como maneebo muy hermoso. Ponfanle en los caminos, encruel~ Jadas y divisiones de las calles, ricos icpaili en que nadie se atrevia 4 sentarse; formé- banlos de piedra, y se Hamaban momoztli dichialoca: y oran para que descansase el astro en su curso, Pero para la multitud evan verdadero descanso do la persona del mismo dios, ¥ por eso se Jos enramaban de cinco en cinco dias.t Asi ol astro se eonvirtié en dios, y ‘al dios en persona. Lo mismo debia saceder y sucelié, con Ia estrella de la tarde, Pash 4 ser como dios Quetza2coatl; y como no era posible separar al astro del dios, piisosele 4 éste como adomo y distintivo el Opanéilin, Ins dos eraces griegas. Mas tarde las leyendas astrondmicas de que tanto hemos hablado, y las luchas teocrétioas de Téllan, se confunden con un personaje real, un Quetealcoad!, gran sacerdote de Ia estre- 4 Torquemada, tomo 2.°, pig 2 Sahagun, tomo 2°, pigina 61. 3 Ibil., pigina 42, 4 Torquemuada, tomo 2.°, pagina 40, 530, 24 ANALES DEL MUSEO NACIONAL Ia, y que como de costumbre usaba el traje del dios con las eruces. De aqui resultaron dos hechos hist6ricos importantisimos. La estrella que moria en su perfodo de la tarde, dobia aparecor por el Oriente on su periodo de In matiana: la tradicion convirtié esto en una verdad y una profecia. Quetzaleoatl, el rey-sacerdota, habia desaparecido de Téllan, y debia volver invencible por el Oriente. Nadie dudaba de ello en México, y Motecau- ma II tomé & Cords por el dios que volvia 4 reconquistar su reino. Hallando do esta tradicion dice Torquemsda:* «Ista mentira se conservé en aquellos Tiempos, y se fué reforgando con mucha maior opinion, en todos los que despues le suce~ dieron: y fué tan ereida su buelta de estos Mexicanos, que los que entraban Reinando, recibian al Reino con esta condicion, de que eran Tonientes de su Sefior Quetzalcoatl, y que en viniendo se lo dexarian, y lo obedecerian, como Vasallos, en d.—Sabida, pues, esta Historia, decimos, que como estas Gentes aguardaban 4 este Quetzalcohuatl, y tenian por mui cierto, que avin de bolver Reinar & estos Reinos, de esta Nueva-Lispaiia, cual quier demostracion, y amago, que avia de alieracion, y rumor de alguno, que aparecia, Iuego pensaban sor él: “Y como traxeron las nuevas, uo en el Capitulo pasado dexamos dichas (el desembarque de Grijalva), y mas de la parte por donde vinieron, en que se avia dosaparecido (Quotzalcoatl), y en Navios tan grandes, camedio de vn Mar tan ancho, y poligroso, persundieronse 4 que era él, y no otro; y por esto pusieron major cuidado, en la vigilancia do su buclta, atalaiando ol Mar... de Dia y de Noche, todo el Afio enteroz Al fin do cl qual, como Juan de Grijalva fue Cuba, y do su ida, result la venida de Fernando Coriés, por la misma Derrota, que ol primero, fué fucrga, que los Indios vie~ sen los Navios, y con el Mandato expreso, que tenian do su Rei, fueron por Postas é dar el aviso de ello, Hevando pintado, el Numero de los Navios, yla manera de la Gente, que vieron andar en ellos: Lo qual todo mostraron 4 Motecahcuma; y con el nuevo avisoy que tuvo de esta segunda Armada... higo Junta de los de su Consejo, y de otras Perso- nas de Prondas, y Autoridad, y diéles parte de las nuevas... . estos Indios de el Consejo do ol Rei, turbados con él, y confusos, dixeron: que pues era verdad, que su Dios, y Ret Quetzalcohuatl avin ido a los Reinos do Tlapala, a verse con el Dios Sol, al qual todos sus antepasados avian esperado, que tambien lo seria, que era el que en los Navios avia aparecido. . .: y que pues venia, era ragon, que fuesen Embajadores y Personas Prinei= pales «i darle Ia Ohedioncia, de parte de aquel Senado, y 4 recibislo.» ‘Vernos, pues, que el haber personificado 4 Ia estrella Quetzalcoatl, y ol haber con vertido en profecins las leyendas astronémicas, abrié camino ficil & Cortés para Ia conquista. Cuando se desvanecié el error, y el sentimiento patridtico se sobrepuso & ls preooupaciones dol fanatismo, ya ora tarde; y el tltimo Quetsadcoall triunfé reali zando Ja profecia.* Tales ideas discalpan mucho Moteeauma, tan maltratado per ero nistas 6 historindores: fué error y preocupacion de todo un pueblo, que si en un principio temblé ante los que erey’ sus didses, hizo despues Ia mayor hazafia que hacerse pudiera, caer luchando y morir por su patria y por su religion. Pero si esa personificacion de Quetsalcoat! produjo un error de tantas consecuencias en la época de los mexica, grave ba sido el que hasta nuestros dias han venido cometien— do historiadores de nota. Pintabase al dios con el Opandllia, y no de otra manera se le ‘ve en los jeroglificos, sino finieamente con dos ertces. Ya Torquemada aumentaba el ni 4 Tomo 4.°, nigina 380. 2 Vésse ol iltimo capitulo de mi Apéndice at P, Duran. ANALES DEL MUSEO NACIONAL 25 mero de las eruces, y decia desu traje:' «Dicen de este Dios Quetzalcohuatl, que viviendo- en esta vida mortal, vestin do vestiduras largas hasta los pies, por honestidad, con vna. manta encima, sembrada de cruces coloradas.» Ya Duran, hablando de la peregrinacion de Topillzin (que es ol mismo Quetzalcoatl), decis:* eque yba entallando en las pefias cruces.» Esta circunstancia de las cruces fué sin duda el principal motivo para que los cronistas tuviesen é aquel personaje por un apéstol eristiano. Asi lo ereyé Duran: «po= demos probablemente tener, dice,’ que este baron fue algun apostol de Dios que aports & esta tierra;> y 61 fué el primer cronisia en quien encuentro la idea de que Quetzaleoatt pudo sor el apéstol Santo Tomas. Pero nadie se empeiié tanto en esta suposicion como el sabio Sigiienza en el siguiente siglo. Sabido es que, preparaba una obra al efecto con ol titulo de Fénie de Occidente: el manuscrito existe, comprentiendo los trabajos del P. Duarte sobre la materia, con el titulo de Phuma Rica. Nuevo Féniv dela Amé- rica.! Natural fué, atendidas las ideas de la época, que por verdad pasase esa cristiana suposicion. Pero lo mis notable es, que la siguieron acogiendo orénicas 6 historias hasta niuestros dias, Hl mismo Sr. Orozco, que se desprendié en su magnifica Historia, de tra- diciones absurias y de leyendas nacidas de las preoeupaciones religiosas, no pudo sus traerse 4 ln idea de que Quetsalcoat? fué un predicador del cristianismo. La época de su reinado historico, el siglo X, le demostraba que no podia ser el apbstol TomAs; pero cre— yéle un misionero islandés,* que enseiié nueva ley, con practicas en muchos puntos se mejantes 4 las cristianas, dejando derramado el culto dela cruz.»* Y sin embargo, ni faé ni pudo ser tun misionero cristiano, ni introdujo el culto de la craz, ni fué tampoco un sa cerdote deificado:” todos estos errores que aiin persisten, tuvieron origen de las dos cru cos que representan los dos periodos de la estrella, del Opandlin que simboliza sus apa- riciones vespertina y matutina, Pues todavia el dios del cuadro jeroglifico del Ollin, nos viene & explicar un hecho cronoldgies que se confunde con un suceso al par que histérico religioso; pues ya hemos visto emo en una misma leyenda los nahoas confundian diversos acontecimientos, de- Jando al pucblo ol relato sencillo de los hechos, en que veia sucesos que realmente pasa~ ron, y reservando 4 los sacerdotes el sentido religioso 6 astronmico. Ya he hablado amucho de la ereccion de las piramides de Teotihuacan, el Tonatiuh-sacualli y el Meztli- sacualli; ya he explieado que como suceso religioso representan al triunfo de los dioses- astros sobre los antiguos dioses-animales de la civilizacion del Sur: como hecho histérico, son monumentos que paténtizan la conquista que de la ciudad sagrada hicieron los tolte- ca;"y el St. Orozco ereia que fueron tambien muestras de un gran suceso cronolégico, del principio del quinto sol.* Yo no he opinado porque el quinto sol comenzase enténces, si- no enel ailo 1116, fecha de la destruccion de Téllan; pero hoy encuentro en esa leyenda una nueva relacion eronolégica y astronémica, que da la explicacion del relato que de 4 Tom, 2°, pag. 52, 2 Tom. 2°, pig. 3 Ibid, pig. 74. 4 MS. de mi coleccion. 8 Historia, tom. 4.°, pig. 102, Sobre esta leyenda eseribi el Quetzaleatl. 6 Ibid., pig. 69. 7 Véase el estudio extenso que he hecho sobre estos puntos en el Apéndice al P, Duran. 8 Véose mi Apéndico al P. Duran, 9 Tom. 4.*, pag. 47. ouo I~, 26 ANALES DEL MUSEO NACIONAL ella hace Sahagun.' En Ia primera parte de é1, hemos explieado ya el triunfo militar de los tolteca, simbolizado por Nanahudlzin que en sol se convierte; miéntras Ja antigua raza nonoalea, representada por Tecucistécall, solamente alcanza 4 tornarse en luna. Hemos visto cdmo murieron los dioses antiguos, los dioses-animales, y cémo el principal de ellos, Xétotl, es ol que mas resiste, so eonvierte en Meadlot?, en maguey que tiene dos cuerpos, ¥ despues en el pez que se lama Aaxilot?; sucumbiendo al fin, como todos Jos dioses-animales ante los dioses-astros. Veamos ahora el nuevo simbolismo que se nos presenta, El dios que tiene las dos cruces en el cuadro jeroglifico del dia Oz0in, en el e6- dico Borgiano, y que con sus manos y sus pi¢s toreidos forma cl Opandilin de la estrella, tiene por nombre Xolotli 6 Tlacazolotli,segun Pabrega. Este es el Xdlot! de la leyenda de las pirdémides; el dios que sufre dos trasformaciones, aunque Sahagun parece referirse 4 tres; el que se oculta una vez on la tierra convirtiéndose en Mexdlotl, y otra en el agua volviéndose Aadlotl. Siendo Xéloi! la estrella de la tarde, acaso el nombre que tenia entre los nonoalea, se explican perfectamente las dos metamérfosis: en su periodo ves pertino desaparece y se hunde en Ja tierra, y es Mexdfotd; en el matutino se pierde en el mar y es Awdlotl. El triunfo del nuevo dios Tonatiui, cl sol, simbolizado por Nana- Audtzin, se explica por la transicion del afio de la estrella al afio solar. El dios Xélot! era el afio de 260 dias; se adopta ol afio de 365 dias; aparece el dios nuevo lu- chando con el antiguo; persigue 4 ste que huye, y que cuando termina su periodo ves pertino se oculia en la tierra y toma Ia forma do maguey doble, de Memélodd; pero la estrella no muere, dentro del afio solar vuelve 4 aparecer por cl lado del agua, por el Oriente; es ent6nces Awdlotl; y sé:émprende nueva lucha entre los dioses, hasta que el sol concluye su espléndida carrora, y queda vencida la estrella. Asi, pues, el vencimiento de Xélot/, es el abandono del aiio primitivo de 260 dias, y la adopeion para la vida social del afio de 365 dias. De esia manera nos conserva la le- yenda, velados bajo podticas y sublimes alegorias, los recuerdos de sucesos que debieron impresionar profundamente & un pueblo que habia formado su cielo y su religion en el es~ tudio y culto de los astros. Hemos encontrado, pues, los didi de los tres astros: el del sul en sus cuatro movi- mientos anuales, el Nafui Ollin; cl de la luna en su perfotlo propio, el Ollinemeatliz yel de la estrella en su doble aparicion, vespertina y matulina, el Opanditin. Ahora bien, Ja consideracion de los movimientos de los tres astros, no fué un hecho sin objeto y sin consecuencias, porque de la combinacion de sus é//in se formé el admirable ca~ Iendario nahoa; y esa combinacion tan importante fué y con justicia, para aquellos pue~ blos, que la hemos visto deificada, y es ella la que representa el dios Tole. Por eso en Ja magnifica cabeza del dios, que posee el Museo,? se ve, no solamente los rayos de Jos tres astros que forman el colgajo de la nariz, en los circulos y rayos de las orejeras, sino que en Jas mejillas tiene 4 cada Indo por adornos tres efrculos, el inferior abierto que representa la luna, el medio simbolo del sol, y el superior con la cruz de la estrella, Toda esta prodigiosa combinacion produce los periodos, que adelante explicarémos, y que estén expresados en Ja borla que eae por la parte posterior de Ja cabeza. Podemos, pues, decir, que los dllin do los tres astros formaron 4 la mayor de las deidades, 4 Totec. 1 Tom. 2.°, pig. 249. 2 Veanse las adjontas laminas, (Continward.)

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