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continuar preparindose para Lima 1041, efectuando trabajo de unién de fagrupactones, tratando de. formar fe- males e interdenomi- celebrando convenciones y nacionales, organizando reuniones de estudio, haciendo publi- caciones, reuniendo fondos, y sobre todo, dirigiéndose eonstantemente al Altisimo para que su espiritu sea lav llama viva-que ilumine los corazones, de Jas nuevas generaciones de esta parte privilegiada de Ia tierra y en tun momento de dolor y de incertidum- bre para la humanidad, Con ese espfritu, en el mismo sentir ‘que hubo en el siempre joven maes- tro de Galiles, con la voluntad fir- me de vencer ‘cuantos obsticulos se ‘opongan a la realizacién de nuestro intento, que todos los jévenes evan gélicos’ de ‘los paises latinoameriea- nos oren y se esfuercen por que su primer congreso sea realmente una magnifica oportunidad para dara! mundo, para dar a la iglesia, un elo ccuente’y positive testimonio de ls vietoria de Cristo Jes En 61, nuestro-comtin Guin y Sil dor, los saludamos con toda cordiali dad, (Fdo.) Rafael R. Hill, Presidente, (Fao.).Maraja 1, de Luré Villanueva. Secretaria PUERTO RICO EVANGELICO LA HIMNOLOGIA CRISTIANA Su importancia en el ‘(Conclusién) La primera parte aparecié en el mii- mero del 10 de diciembre de 1939. Bate género artistico, literario-mu- sienl, como todo logro| humano, es susceptible de anélisis. Podremos’se- parar sus dos elementos y examinar separadamente lo que cada uno es, lo que eada uno contribuye al aviva ‘miento. Es lo musical, indudablemen: te, lo que da caracter distintive al mismo, siendo la palabra. si de.gran importaneia, elemento secundario, que ayuda a esclarecer Ia iden 0 el sen Limiento, trasmitida con mayor efiea: cia por In vin de las vibraciones ritmi cas de In composicién musical. Pura matemitica es la misica, ra- zn por lo cual los antiguos Ia estu: diaban_mas come cienein que como arte, Una relncién mineral exaeta, produce el tono 0 sonido, otra rela: cién nomeral, también exnctas prod ce el ritmo, © tiempo. De la combi nnacion de varins esealns tonales y di- iciones del tiempo surge ita variedad de matices melodiosos y_arménicos que Mama: ‘mos mdsien. Esta suma simplifieacion fe medios expresivos, acerca de las misica mis que ningun otro arte, 3 Tn propia esencin de In realidad. de be ee IGLESIA METODISTA DE JAYUYA a pastor de esta floreciente congregacién Réo. Jesiis Amaro, donde algunos fil6sofos, partiendo de Pitagoras, hayan ereido encontrar en ella uns ‘auténtica revelacién de la Sltima naturaleza de las cosas, tanto de lo infinitamente pequefio en’la es- tructura atémica, como de lo infinita- mente grande, en las esquemas inte- restelares. (8) Pasando de 1a especulacién a to concreto, observamos que toda fun cién de los organismos, y muchos fe- némenos del mundo inorganico, se su- ceden ritmicamente, asi, las palpita- tiones del carazén, los movimientos de lng visceras digestivas, el galopar del caballo, el eaer de la iluvia, el ereei miento’y desarrollo de los’ seres, 1a disposicién de las hojas en las ‘ra- mas, el movimiento de las aguas, de Jos vientos, del humo en el espacio, In sucesién de estaciones, el movimiento de los astros en sus rbitas y 1a vibra- cin de los electrones en el ftomo. Es, pues, natural que los fenémenos espi- Fituales se ajusten a este esquema ritmico de todo lo creado, y, en- cuentren en el ritmo musical su’ més adecuada expreaién. Aun el lenguaie articulad es manifestacién ritmica, ¥y cuando se reduce a la més elemental Sucesign de ritmos acbstieos, se pro- duce el eddigo telegratico, y si a sig- nos grificos, el ebdigo tagulgritico; pero cuando se eleva a su méxima expresién, se cren In combinacién de ‘dea, palabra y ritmo, es decir, Ia poe sia lirica, que es la primera forma de! himno cancién. Los Salmos son | poesias ifrieas de una raza profunds mente religiosa. En segundo lugar, qué formas Ii terarias asume el himno a través de su desarrollo? Sin pretender una cla sifieacién exhaustiva, notaremos en cualquier coleccién, himnos de ct récter teolégico, himnos bfblieos, him- nos misticos himnos de propaganda, Desde e} punto de vista técnico, se es criben himnos para la, congregacién, para sélos, para dios, himnos antifo- ales, e himnos armonizados para ser ejeculados por una masa coral bien ensayada. Cada una de estas formas responde a una diversa necesidad y resulta absurdo, de efecto muy nega- tivo, confundirlas y trastrocarias, 80- metiendo una congregacién, sin pre- vio ensayo, al martirio de cantar I delicadas y dificiles armonfas de un ceuarteto. El ritmo del verso debe ajustarse al ritmo de la frase musical corres- pondionte. Si el himnélogo no es poe- ta y mésico a la ver se impone la e: tudiada cooperacién de ambos artistas, 0 de un tercero que sea capaz de ar- monizar ambas téenieas, la musieal y la Titeraria. Despréndese de estas considera- ciones que la direceién del eanto no debe estar en manos inexpertas. El director debe ser conocedor de misi- ca y de literatura, amante de su labor, de manera que dedique el tiempo ne: cesario al estudio de cada hinmo an- tes de someterlo # ensayo. Por tanto, debe estar capacitado para juzgar del auténtico valor artistico "de Ia obra, ya que de su calidad cristiana s6lo juzgara el que lo escuche. Si el himno subyuga, sugiere, ilumina y conduce a la salvacién, es bueno; no, por bello que fuere, por artis ‘c08 ¥ complicados primores que ofver ca al entusiasmo filarménico del di rector o los ejecutantes, seri adecua: do para el teatro 0 la sala de con: ciertos, pero intil y fuera de togav en el avivamiento perpetuo de la igte sin, Todo lo que no contribuya ,al ob Jetivo tinico y soberano, la ideitifien cién y asimilacién del individuo Cristo, es acioso y debe-eliminarse. Pasamos, pues, ain final consid racién, ceuél es in fanciom le fx bin nologia en el avivamienta? Emperse mos esta breve exposicién de ideas distinguiendo el avivamiento de ts ‘mera exaltacién 0 perturbacién ner viosa, y enearecemos no olvicirle. Hor Jo mismo que el ritmo esti a in yaiz de Ia propin osencin lel ser, es fii estimulo para todas aquellas funcio dle nuestro organisiio que partic: pan de igual naturalezn. Atento iin’ camente a la caida de una gota se agua, puede enloquecer un prisione. ro. Atento al ritmo det golpear desu corazén, simuitineo al reddabie do’ tambor de Ia selva en el reevero de su primitiva y salvaje psicalogia, en loquece Emperor Jones, en el clasicn drama de Eugene O'Neill, EV ritmo puede ser, pues, estimulo para In me va sensacién, para la mente, y° para el espfritu, El himno sera adecuado para el genuino avivamiento del espi ritu, en ‘tanto en cuanto estimule Ia totalidad arméniea de nuestra perso: nalidad y.no una parte de ella en de trimento del reste, Si la religi6n ha de ser Ia mis no- ble y perfecta expresién del espiritu hhumano, el himno religioso ha de ser reflejo de esa noble y perfecta expre- sign. Ninguna poesia de incorrect gramética, falsa en el sentimiento y errénea en las ideas, debe permitirse en la formacién 0 eatimulo del sen: timiento religioso. Ninguna _ misiea sineopada de ritmo procaz, alborata: 40, irreflexive o sensual, puede pro: ducir la Tueidex mental, Ia slum del espiritu pertinente’ para nos al elevado espiritu de Jestis, com- prenderle, aceptar y practicar sus ideales y'entreganos a El para una He ofdo en algunas igletias ejecu tar al Srgano, como umbral de la ora: cién, pianisimo, y con dolorosa buen- na intencién espiritual el mismisimo minueto de Beethoven (Himmario Po- pular nimero 110) que un flautista, PUBRTO RICO EVANGELICO mi amigo, habia usado Ia noche arte: rior para invitar a au predilecta, la mundana y carnal serenata, al mas humano y apasionado amor de los sentidos, Todavia no he ofdo, sin en argo, ¢l magnifico hinmo ‘de gloria de su novena sinfonta Joyful, Joyful We Adore Thee (Hymns of Creative Living N° 35.) La primera es misi ea enteramente superficial, mero jue o de los sentidos: Ia segunda es mii- ica trascendente, ya Ia ver. gloriosit exaltacin del espiritu Sexteto de Lucfa, perfecta ex presion de! mas caldeado amor sexaul va dando traspies por los incoheren tes acentes del himnno Escuchad Jesiis rnos Dice (Hlinnar'e Popular N° 101) Asimisnio, he ville can resignacién amgustiosa ritnos de vals, de tango, tle fox trot, de St. Louis Hine, de ple nna. de bolero y- ain de runiba, pre tendiende estimular a In adoracién y despertar la egpiritnalidad y-el genth mente misticn de las alinas cristin- nas. Cuando Megamos a estas extre- mos, pedtemios consxuir, aya hor ky eorrespondencia natural le fe omenos ritmicas de indole mus ers, una marbosa exaltaciiy ei sensualidad una falsifieacidn dels cmocién religiosa. pero no el texiti imo avivanienta, que nace ve [a ilun rnac’én lel espiritu Mi hijita, que apenas cuenta dos aiwws, reduce a bailable todo. sonido 6 ruide ritmico. al extremo de. dan. ‘ar al compas del batidor de huevos. S'ewendo esta psieologia infantil. p- demos atraer a nuestra danza. rel siosa grandes multitudes de frenét cos, Si Ins multitudes fueran criterie Ge la verdad, los grandes dementes He Ia historia, Alejandra, Napoledn, Hitler, » Stalin serian sus mas gran’ des apéstoles. Las experiencias estética y religio. sa, tan andlogas entre si, ofrecen na: tural cooperacién para ‘el adecuado desarrollo del espiritu. Las diferen: cians individuales, nacionales y racia- les eanalizanse en la actividad artist cay espiritual, de donde disimiles como el Negro Spiritual, Oh T Want to be a Christian, la cancion alemana Cristo u Voluntad, y el vi Hancico americano Oh, Little Town of Bethlehem son perfectas experiencias eristianas, eapaces de estimular en otros espiritus afines, auténticos avi vamientos. No gon tan diferentes los hombres entre si, que en muy numerosos ca- 0s no le afectan de igual manera los ‘mismos ritmos, las mismas ideas, los mismos sentimientos, y he tenido el privilegio de participar en el canto de the Power of Jesus Name ‘reunidos en el 'y procedentes de 60 ‘diversas y a la vex igualmente dominados por el viril 3 ritmo. de ese glorioso canto. He visto ‘esa misma multitud en silenefosa ado- racion del tinieo Dios, bajo el -pode- 050 influjo de los ritmos negros can- tados por 800 voces de color, del es- tado de Georgia. Nuestro pafs, y todos los pafses del forbe, necesitan el poder salvador de Jesis. La himnologia cristiana es un reg'stro emocional, intelectual y artiz- ico de ese poder, obrando prodigios a través de la historia. Es necesario que este pueblo oiga y d'sfrute los imejores himmnos cristianos, bien vivi- dos, bien sentidos, bien cantades, que pueda por ellos sentirge provocade a Ja salvacién, a la suprema vida supe- ior y eterna, de esa gracia de Cris- to, operando como fuente de inagota. Ie virtud, se haga otra ver el Verbo He Dios comprensién y. emocién en nuestro espir'tu, actividad prorluctiva fen nuestro vivir, poesia y ennein en nuestros labios. Angel M. Mergal. Notas Bibliografican, (8) Flaeus, L. W., ‘The Spirit and Substance of Art, N. V., 1931, p. 210- 222, 461-470, Landormy, aul, A History of Music, N.Y. 1923, Romero y Ania, Antonio, Gramati- ea Musical, Madrid. 1856. Rougnon, Paul. La Misien y su His: oria, Paris, 1922. Ruckstull, F. W,, Ant, N.Y. "1924 Smith, H! Augustine, Choral Song, articulo ‘en ‘The Baptist Leader, Nov. 1929. at Works of JUBILEO DE ORO DE LA LIGA EPWORTH amos celebrando el aniversario de In Liga Epworth, la que fué orga: nizada en mayo 15, 1889, La fundacién de’ la Lige Epworth vino como consecuencia de Ia neces! dad sentida por la juventud de las iglesias metodistas de los Estados Unidos en aquella época de tener una sociedad propia. Un nuevo elemento fué introducido” en las mismas. La gente joven que asi Jas escuelas ‘iblieas, quiso tener una sociedad que Nenara sus ambiciones de jévenes, al- go que fuese de ellos, encabezada y dirigida por la juventud misma, no por maestros 'y _ superintendentes. Asistian y amaban las escuelas bibli- ‘cas dominicales, pero sentian que és- tas no llenaban sus aspiraciones, y de aqui nacié la idea de formar una sociedad de jévenes en la cual cada Joven fuese Un iniciador, un colabora- demostrar aus aptitu- smpezaron a formarse varias sociedades locales, las: cuales

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