RESUMEN DE La violencia perversa en la vida cotidiana:
Los pequeños actos perversos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan con una sencilla falta de respeto, con una mentira o con manipulación. Pero sólo los encontramos insoportables si nos afectan directamente • LA VIOLENCIA PERVERSA EN LA PAREJA: • A menudo se niega o se quita importancia a la violencia perversa en la pareja, y se la reduce a una mera relación de dominación. • Una de las simplificaciones psicoanalíticas consiste en hacer de la víctima el cómplice o incluso el responsable del intercambio perverso. • El dominio: Una de las simplificaciones psicoanalíticas consiste en hacer de la víctima el cómplice o incluso el responsable del intercambio perverso. • Los procedimientos perversos aparecen con mucha frecuencia durante los divorcios y las separaciones. • El aspecto repetitivo y unilateral del proceso es el que trae consigo un efecto destructor. • Con las separaciones, el movimiento perverso, hasta entonces subyacente, se acentúa, y la violencia solapada se desencadena, pues el perverso narcisista percibe que su presa se le escapa. • En la mayoría de los casos, la violencia se ejerce sobre el cónyuge al que se intenta destruir. • Esto afecta mucho en los niños, Éstos son víctimas porque están ahí y porque se niegan a distanciarse del progenitor agredido. • Reciben una agresión en tanto que hijos de la víctima. • La violencia directa es la señal de una repulsa consciente o inconsciente del niño por parte de uno de sus padres. • Sólo la víctima puede percibirlo, pero la destrucción es real. El niño se siente desgraciado, pero no tiene nada objetivo de lo que quejarse. • Bernard Lempert describe muy bien esta repulsa que a veces sufre una víctima inocente.