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MOVIMIENTO JUVENIL DE LA DOLOROSA

Quiénes Somos:

Somos niños y jóvenes, que quieren conocer, seguir y hacer que otros sigan al Señor Jesús., con el estilo de las Hnas.
Siervas de María Dolorosa, desde su espiritualidad y carisma específico. Queremos aprender a ser siervos y siervas de la
Dolorosa, conocer a María, amarla, darla a conocer, con nuestra vida, palabras y obras.

Queremos que María nos acompañe, por los caminos de nuestro mundo de hoy, en el siglo XXI.

Profundizar aspectos de la vida de las Siervas de María Dolorosa, de la Sierva de Dios, Madre María Eleonora Giorgi,
quién vivió plenamente como religiosa, la espiritualidad y el carisma de las Siervas de María Dolorosa.

Queremos escuchar a Cristo, decirle si, seguirlo, tener su estilo, dejar que El nos moldee a su manera. Inmersos en su
Misterio Pascual, de Pasión. Muerte y Resurrección.

Queremos ser de la Iglesia y para la Iglesia al servicio de nuestros hermanos, estando al pie de las infinitas cruces de los
hermanos y hermanas que sufren, con la oración y la cercanía.

Queremos prolongar en la historia la presencia activa y silenciosa de la Madre, tratando de hacer nuestras las
características de las Siervas de María Dolorosa, la humildad, la justicia, la sabiduría y el amor.

Organización:

1.- El Movimiento Juvenil de la Dolorosa se diversifica en las siguientes ramas.


1 Amigos de María (T1– 2º )
2 Amigos de Jesús ( 3º - 4º )
3 Magnificat ( 5º - 6º)
4 Nazaret ( 7º y 8º)
5 Mater Dolorosa (1º E. M – 2º E.M.)
6 Cenáculo. (3º E.M - 4º E.M.)

Cada comunidad infantil o juvenil, tiene unos itinerarios propios y objetivos a realizar y vivir también propios.

2.- Una vez realizado este itinerario formativo, un miembro, puede vincularse plenamente, como Laico o laica
Siervo – Sierva de María Dolorosa, y pasa a ser miembro de una COMUNIDAD DE VIDA Y ORACIÒN., que
Tiene sus estatutos y reglamentos propios. Y lleva adelante su Plan de Vida personal que incluye aspectos
Específicos a cuidar, y buscar la Santidad como laico o laica en la vida de cada día y santificarse en el estudio o
en el trabajo que cada uno lleva adelante. La comunidad tiene una animadora.

Espiritualidad.

La espiritualidad del Movimiento juvenil de la Dolorosa, como las Comunidades de Vida y Oración, tiene sus raíces en la
espiritualidad de las Hnas Siervas de María Dolorosa, es una espiritualidad eucarística, de inspiración marina y de
eclesialidad, en dialogo con el mundo de hoy.

Parte de la vida de cada día d de sus miembros, atentos al momento humano, y espiritual en que se encuentra cada uno,
ofreciendo líneas de formación que tomen en cuenta sus carencias, necesidades y que desarrollen sus capacidades y
talentos, como los dones que cada uno ha recibido de Dios., para un desarrollo integral de su persona.

Invita a vivir en la amistad personal con Jesús uniéndose a su corazón, mediante:


1 La oración, que enseña a encontrarse cara a cara con el Dios de la vida y de la historia.
2 La escucha orante de la Palabra de Dios, cada día.
3 La Celebración de la Eucaristía, fuente y cumbre de toda vida cristiana.
4 Tener y cuidar la dimensión apostólica- misionera del bautizado.
5 Vivir el servicio como ofrenda de vida.
6 Ser miembro activo de la Iglesia y vivir en plena comunión con ella.
7 Escuchar los gemidos de la creación, de la historia estar como María al pie de la Cruz, haciendo obra de
intercesión, corrección y ofrenda.
8 Inspirarse constantemente en María, en su estilo.

El M.J.D. y las Comunidades de Vida y Oración, buscan conducir a sus miembros al conocimiento personal de Jesús, se su
Palabra, educar a la capacidad de encontrar al Señor en todas las dimensiones de la vida diaria, mediante una actitud
filial al Padre, celebración comunitaria de la Cena del Señor. Comulgar el cuerpo y la sangre de Cristo, alimento de
nuestras vidas. Dando testimonio de nuestra vida cristiana al estilo de las S.M.D.

Es un movimiento eclesial, vive en, por y para la Iglesia. No es un movimiento centrado en si mismo, sino abierto al
servicio y en comunión con la Parroquia y la Diócesis, característica que cultivan arduamente las S.M.D.

Esta pertenencia eclesial se puede desglosar así:

1 Sentido de Comunión, somos miembros de un solo cuerpo, que es la Iglesia de Jesucristo.


2 Sentido de universalidad, apertura a las necesidades de nuestra realidad y el mundo, somos católicos.
3 Sentido de Pueblo de Dios, somos miembros activos y tenemos una vocación específica, la laicicidad.
4 Sentido de pequeña Iglesia, somos miembros de una comunidad y tememos vida de comunidad.

Es por eso que la tarea especifica del M.J.D. En este ámbito, es educar al sentido de pertenencia y permanencia en la
Iglesia a niños, adolescentes y jóvenes. Los acoge en esta etapa de formación, la de su infancia y juventud. Les inculca
hábitos de vida eucarística, y los prepara para su compromiso eclesial de adulto, en una vida cristiana madura. Después
que ha pasado por las etapas propuestas por el M.J.D. Las comunidades de vida y Oración, les siguen ofreciendo su
propuesta espiritual para vivir la entrega cotidiana al servicio del Reino de Dios. Se trabaja en comunión con las
estructuras pastorales de la diócesis y de la Parroquia, como es propio de las S.M. D. Aportar a la Iglesia lo propio de su
experiencia cristiana al estilo de las S.M.D.

Por el hecho d e ser un movimiento exige de sus miembros un paso más en todo el compromiso de vida cristiana. Po ello
hay ciertos requisitos de ingreso al M.J.D. y a las Comunidades de Vida y Oración.
Carisma:

El modo en que nos situamos ante la vida es:


 Cristicéntrico
 Mariano
 Eclesial
 Fraterno

Viviendo los valores de la Fraternidad, la inspiración mariana y el servicio.


Buscando:
 Interioridad, (para conocer y amar a Jesús desde mi experiencia personal).
 Fraternidad – comunidad (Cfr. Hechos 2, 42 ss. y sus paralelos).
 Evangelización, (como discípulo y misionero, marlo, seguirlo y darlo a conocer).

Requisitos de Ingreso al M.J.D.

1 Ser estudiante de un Colegio de las S. M.D. o exalumno.


2 Tener un compromiso de crecimiento continuo en la fe.
3 Querer y vivir ser al estilo de María.
4 Querer y vivir ser cada día, más al estilo de Jesús.
5 Ser Católicos
6 Preparase y recibir los sacramentos de la Iniciación Cristiana, Bautismo, Comunión, Confirmación.
7 Tener los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, Bautismo, Comunión, Confirmación., para ser monitor o monitora,
si es adulto estar casado por la Iglesia y no ser conviviente.
8 Si pololea o esta en la etapa del Noviazgo, cuidará la castidad y la pureza de costumbres, no adelantar lo que es
propio del matrimonio.
9 Acudir con alegría y disponibilidad el sacramento de la Reconciliación Celebrar la Eucaristía.

Requisitos de Ingreso a las comunidades de vida y oración:

1 Pertenecer a una de las obras de las Hnas. Siervas de María Dolorosa.


2 Tener un compromiso de crecimiento continuo en la fe.
3 Querer ser buscar la santidad en la vida de cada día. Celebrar la Eucaristía.
4 Querer ser un laico o una laica , con vivencia eclesial
5 Ser Católicos.
6 Tener los Sacramentos de la Iniciación Cristiana, Bautismo, Comunión, Confirmación...
7 Estar casado por la Iglesia y no ser conviviente., en el caso de ser separado o separada.
8 Si pololea o esta en la etapa del Noviazgo, cuidará la castidad y la pureza de costumbres, no adelantar lo que es
propio del matrimonio.
9 Acudir con alegría y disponibilidad el sacramento de la Reconciliación
10 Buscar inspirarse en todo en María, preguntarse cómo actuaría ella, cómo lo haría ella, como pensaría ella, cómo lo
diría ella, cómo trabajaría ella… buscara cada día prolongar en donde se encuentre, la presencia activa y
silenciosa, de María.
11 Querer crecer como laico o laica en la integridad de su persona,

Niveles:

Es una propuesta dirigida a Niños, jóvenes y adultos, en todos los sectores en donde están presentes las Hnas. Siervas
de María Dolorosa, especialmente en el campo de la Educación.
Las distintas ramas son dinamizadas por monitores en el caso del M.J. D. Las Comunidades de vida y oración son
animadas por un miembro, nombrado por la asesora, que será siempre una Hna. Sierva de María Dolorosa.
Cada comunidad de Vida y oración no tendrá más de 12 miembros, elegirán un nombre elegido por los miembros, con
alguna característica mariana, que se transformará en el programa de vida de esa comunidad.

Los miembros del M.J.D. y las Comunidades de Vida y Oración, cuidarán de la calidad comunitaria del testimonio,
como del compromiso personal, no se recibirá ningún miembro, que antes no haya sido entrevistado por la Asesora.

Ramas de Movimiento Juvenil de la Dolorosa:

Amigos de María:

 T1 A 2º de Educación General Básica.


 La Inspiración Mariana es iluminada por tres textos claves, La Anunciación (Lc. 1, 26 – 38);La Visitación
 (Lc. 1, 39 – 45); El Magnificat (Lc. 1, 46 – 55).
 Es una comunidad de niños y niñas, que quieren conocer a María, amarla y darla a conocer, porque quieren que todos
los niños del mundo sean amigos María, la Madre de Jesús.
 Busca tenerla como modelo de vida, conocer sus actitudes y valores, para vivir con su estilo en la familia, en el curso,
en el colegio, cuando juega, cuando reza, cuando esta con sus amigos y amigas, con su vida refleja que es amigo de
María.
 Si pertenece a esta comunidad , el niño o la niña tiene que estar dispuesto a:
 Hablar con María todos los días. Rezarle 10 Ave Marías diarias.
 Aprender a decir Si como ella en la Anunciación.
 Ofrecerse como ella para servir, como lo vemos en la Visitación.
 Vivir actitudes de ella, la acogida, el silencio, el respeto del otro…
 Ir transformando el corazón, con sencillez y alegría. Saber ser agradecidos con Dios como ella en Magnificat.

Amigos de Jesús:
 3º Y 4º de Educación General Básica.
 La inspiración Mariana es iluminada por los siguientes textos: Nacimiento de Jesús en Belén, (Lc.2, 1 - 20); la Huida a
Egipto (Mt. 2,12–23); Presentación al Templo (2, 22– 39).
 Es una comunidad de niños y niñas, que quieren conocer a Jesús, amarlo y darlo a conocer, porque quieren que todos
los niños del mundo sean amigos de Jesús.
 Busca tenerlo como modelo de vida, conocer sus actitudes y valores, para vivir con su estilo en la familia, en el curso,
en el colegio, cuando juega, cuando reza, cuando esta con sus amigos y amigas, con su vida refleja que es amigo de
Jesús.
 Si pertenece a esta comunidad, el niño o la niña tiene que estar dispuesto a:
 Hablar con Jesús todos los días. Rezar con amor el Padrenuestro.
 Decir Si como Jesús, obedecer al papá , a la mamà o sus profesores y monitores, para crecer como Jesús
 Querer a todos como Jesús, perdonando siempre, recordar el, “70 veces siete” de Jesús (Mt.18, 21-19,1), diciendo
siempre la verdad, ayudando al que lo necesita, estando siempre en comunicación con Padre Dios como Jesús.
 Ser files y confiables siempre. Nunca engañar a nadie, ni querer el mal para nadie.
 Vivir la consiga “No hagas a nadie, no que no quieren que te hagan a ti”. (Tobías 4, 15) Amara a prójimo como si
mismo.

Magnificat:

 5º Y 6º de Enseñanza Básica.
 La inspiración Mariana es iluminada por los siguientes textos: Jesús Perdido y hallado y en templo
(Lc.2, 41-52); Juan Bautista el Precursor (Mt. 2 ,11 -15), EL Bautismo de Jesús en el Río Jordan (Mt.3, 13 – 17).
 Conocer, profundizar y recordar los misterios gozosos del Rosario.

Los Misterios Gozosos:


 La Anunciación. (Lucas 1, 30-32, 38)
 2- La Visitación de María a su prima Santa Isabel( Lucas 1, 39-43)
 3- El Nacimiento de Jesús .(Lucas 2, 6-11)
 4- La Presentación. (Lc 2, 22-25, 34-35)
 5- El Niño Perdido y Hallado en el Templo (Lc 2, 41-47)

Nazaret:

 7º y 8º de Enseñanza básica.
 La inspiración mariana es iluminada por los siguientes textos:
Las Bodas de Cana (Jn. 2, 1 -11); El sermón de la Montaña (Mt. 5); María nos dice: “Hagan todo lo que El les diga.”.
 Conocer, profundizar y recordar
Los Misterios luminosos del Rosario.
 1. Su bautismo en el Jordán (Mt 3, 13, 16-17)
 2. Su autorrevelación en las bodas del Caná. (Jn 2,1-5)
 3. Su Anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión. (Mc. 1, 15, 21; 2,3-11; Lc 7, 47-48)
 4. Su Transfiguración.(Mt 17, 1-3, 5)
 5. Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual. (Jn, 13, 1; Mt 26, 26-29)
 Es una comunidad de preadolescentes, que busca trabajar el propio conocimiento para conseguir un concepto
positivo de si mismo, una autoestima adecuada. Se trata de descubrir los caminos que Jesús nos plantea, para
contrastarlos con la sociedad en que vivimos.
 Descubrir la oración como encuentro personal con Jesús, especialmente a la oración de intercesión
 Reconocer y aceptar al Jesús del Evangelio, como modelo de persona creyente.
 Revisar la propia vida desde los valores que Jesús nos propone.
 Acercarse a María, como modelo de creyente.
 Descubrir la vida de grupo como lugar que favorece el crecimiento personal y de otros.
 Vivir el sentido de pertenencia al M.J.D.
 Realizar accione s sencillas de solidaridad en el propio ambiente.

Mater Dolorosa:

 1º y 2º Enseñanza Media.
 La inspiración mariana viene de conocer, profundizar y recordar:

Los Misterios Dolorosos del Rosario.

 1- La Agonía en el Huerto.(Lc 22, 39-46)


 2- La Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo.(Jn 18, 33, 19;1)
 3- La Coronación de Espinas.(Mt 27, 29-30)
 4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario.(Mt, 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15, 21)
 5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor. (Lc 23, 33-34, 44-46; Jn 19, 33-35)
 Esta comunidad pretende ir desarrollando una actitud profunda ante las grandes interrogantes de la vida, la sociedad,
el mundo.
 Conocer el itinerario espiritual, de las Siervas de María Dolorosa, a través de la vida de Madre Eleonora Giorgi.
 Tener momentos diarios de oración con la Palabra de Dios a través s de la lectura orante de la Palabra.
 Acercarse a los acontecimientos, personales, familiares, sociales y mundiales, a la luz del Evangelio, fuente de vida y
confrontación con la realidad.
 Descubrir el sentido comunitario de la fe, viviendo el Proyecto de la comunidad, como experiencia de Iglesia,
implicándose en formas concretas de colaboración.
 Conocer en profundidad la realidad y problemática social, sus causas y consecuencias, especialmente para las nuevas
generaciones.

Cenáculo:
 3º y 4º de Enseñanza Media.
 La inspiración mariana viene de conocer, profundizar y recordar:

Los Misterios Gloriosos del Rosario.


 La Resurrección del Señor. (Mt 28, 5-6)
 2- La Ascensión. (Lc 24, 50-51; Mc 16, 20)
 3- La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés.(Hch. 1, 14; 2, 1-4)
 4- La Asunción de la Virgen Santísima. (Ct 2, 10-11, 14)
 5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-15; Ap. 11, 19;12, 1)
 Es un tiempo de discernimiento y de opción por M.J.D., como estilo de vida., en que el Joven o la joven se plantea, el
Proyecto de Dios sobre su vida. En este nivel el joven quiere ser persona abierta a la verdad sobre si misma; que va
integrando la fe en su vida, se prepara para pensar, sentir, amar como Jesús, se compromete con su Proyecto
comunitaria y se implica con sentido de Iglesia en la comunidad cristiana local, orante, que percibe y descubre los
signos de Dios en la vida, se va configurando el discípulo- misionero o la discípula misionera, en su familia, estudios,
ambiente.
 Se plantea la vocación laical con todas sus dimensiones, sacerdotal o religiosa como un posible proyecto personal de
vida al interior del pueblo de Dios a la luz de Lumen Gentium.
 Se plantea su capacidad de vivir es estilo de las S.M.D. en su vida de cada día.

COMUNIDADES DE VIDA Y ORACIÒN DE LA DOLOROSA.

 La comunidad de Vida y Oración, es un paso definitivo de su itinerario formativo de fe, como creyente, al estilo de las
S.M.D. tendiendo como imagen ejemplar a María al pie de la cruz.
 La inspiración mariana de su fe de cada día brota de la profundización, conocimiento y recuerdo de la :

CORONA DE LA DOLOROSA

 1º María acoge en la fe la profecía de Simeón.(Lc 2,34-35)


 2º María huye a Egipto con Jesús y José.(Mt. 2,13-14)
 3º María busca a Jesús perdido en Jerusalén (Lc 2, 43-45)
 4º María encuentra a Jesús camino del Calvario (Lc 23, 25-27).
 5º María está junto a la cruz de su Hijo (Jn 19,25-27).
 6º María recibe en su seno a Jesús bajado de la cruz (Mc 15,42-45)
 7º María entrega al sepulcro el cuerpo de Jesús en espera de la resurrección. (Jn. 19,40-42)

 Esta etapa significa el compromiso de ser cristiano o cristiana, en la comunidad, en la familia, en el trabajo, en el
ambiente, en la sociedad. Mediante la oración, el apostolado, trabajando para que Cristo sea conocido y amado.
 Buscando la santidad allí en el trabajo de cada día, como laico o laica del Pueblo de Dios., en su familia, con sus
compañeros de trabajo, con los amigos y amigas, en el ambiente, por las actitudes y el modo de obrar no tanto por la
palabra.
 Levando vida sacramental, Eucaristía y Confesión.
 Cada comunidad junto a su Asesora y Animadora, fijara los tiempo de encuentros, oración, formación, revisión de
vida, convivencia.
 Los ámbitos de formación están en torno a la Palabra de Dios, el Discernimiento personal y comunitario, tiempo d
retiro o ejercicios espirituales, adoración…
 Un hondo conocimiento de la espiritualidad y carisma de la S.M.D.
 Sentirse miembro activo y responsable en la Iglesia. Como discípulos y misioneros.
 Seguir el Plan de Formación de las Comunidades S.M.D.
 Seguir el calendario litúrgico y las fiestas litúrgicas celebradas por las S.M.D.

La metodología, la pedagogía del M.J.D. y de las Comunidades de Vida y Oración:

Es un Itinerario de crecimiento humano y espiritual. En el movimiento que abarca todas las edades, una persona se va
construyendo, se va formando, se va transformado, se va convirtiendo a los valores del Evangelio. Para hacer una opción
de vida, desde un estilo de honda inspiración mariana. Allí se plantea la vocación laical con todas sus dimensiones,
sacerdotal o religiosa como un posible proyecto personal de vida al interior del pueblo de Dios a la luz de Lumen
Gentium.

En la visión educativa del M.J.D. y de las Comunidades de Vida y Oración, se percibe como una persona dotada de
libertad, una persona en pie, en equilibrio, feliz, que ha hecho un camino de reconciliación con su historia personal, desde
su riqueza personal, en todas sus dimensiones, física , sicológica, social, afectiva, espiritual. Es una persona en camino
hacia el Padre. , en permanente búsqueda, de la plena realización de si mismo, desde una mirada de fe, que lo impulsa a
buscar la santidad como lo presenta el Capitulo V de la Lumen Gentium del Vaticano II.
La base pedagógica es la experiencia comunitaria, con reuniones semanales, guiadas por los monitores o los animadores e
las comunidades, quien ha recibido una formación para ellos, donde se comparte la vida real y se tratan los temas
necesarios a la formación humana y cristina de sus miembros.

Allí aprende a descubrir el mundo como lugar de encuentro con el Señor y los hermanos. Llevando todo a la Eucaristía
que es de donde comienza todo y donde llega todo.

En los encuentros semanales se viven 4 momentos:


 Desde la vida (nuestra vivencia de cada día)
 La Palabra de Dios (Evangelio del próximo Domingo)
 Conservar en el corazón (Meditación personal, revisar los comprimíos adquiridos en el encuentro anterior)
 Ecos para la comunidad (Reflexión comunitaria)
 Tema de formación.
 Para la vida de cada día (Qué me llevo Hoy).
 Oración delante de la Sagrario.

A B C D E F G H
Estadio Estadios y Crisis Relaciones Fuerzas Patologías Principios Ritualizac Ritualizacion
modos psicosociales sociales básicas básicas relacionados iones es
psicosexuales Sintónica y significativas Antipatía y antipatía y de orden social vinculant desvinculant
distonía fuerza distonía fuerza es – es
distonía integrant desintegrant
es es (sistemas
(institució sociales)
n)
I – infante Sensorio Confianza vs. Persona materna Esperanza Desconfian Orden cósmico Trascende Idolatría
(1 año) Motor – oral Desconfianza díada “yo soy la za Universo nte
respiratorio básica esperanza de Retraimient (religión) (religión –
tener y dar” o iglesia)
II. Muscular – Autonomía Padres Voluntad “yo Vergüenza Ley y orden Judiciales Legalismo
Infancia anal – vs. soy lo que y duda (legal) Ley y
(2 a 3 entrenamiento Vergüenza y puedo querer conscienci
años) higiénico duda libremente”. a
(judiciario
)
III Infantil Iniciativa vs. Familia básica Propósito “yo Sentimiento Prototipos Dramática Moralismo
preescola Genital – Culpa y triada soy lo que de culpa y ideales (artes) s artes,
r edad del locomotor. miedos puedo miedos teatro,
juego Aprendizaje imaginar que inhibición cine,
(3 a 5 sexual seré”. mitología
años) (artes
dramática
s)

IV – edad Latencia Laboriosidad Vecindario y Competencia Inferioridad Orden Formales Formalismo


escolar vs. escuela “yo soy lo que Inercia tecnológico Técnicas
(6 a 12 Inferioridad puedo (tecnologí
años) aprender para (tecnología) a)
realizar en el
trabajo”
V– Pubertad Identidad vs. Grupo de iguales Fidelidad – fe “ Confusión Visión del Ideológica Totalitarismo
adolescen Confusión de y otros grupos. yo soy lo que de mundo. s
cia identidad Modelos de puedo creer identidad Ideología (orden (fanatismo
(12 a 20 liderazgo. fielmente” postergar (cosmovisión) ideológico
años) valores. )
Moratoria
psicosocial.
VI – Genitalidad Intimidad vs. Compañeros Amor Aislamiento Patrones de Asociativa Elitismo
adulto Aislamiento De amor y “nosotros Exclusivida cooperación s
joven trabajo. somos lo que d Sentido ético Solidaried Clase
(20 a 30 Competencia amamos” Narcisismo (asociaciones) ad
años) cooperación. (asociacio
nes
abiertas y
cerradas)
VII – Productividad Generatividad Trabajo dividido Cuidado – celo Estancamie Corrientes de Generacio Autoritarism
adulto Vs. familia y hogar Caridad nto educación y nales o
(30 – 50 Estancamiento compartidos “yo soy lo que Rechazo tradición Productiv
años) cuido y celo. (asociaciones) idad y (poder
creativida degenerado)
d (familia)
VII – viejo Generalización Integridad Género humano Sabiduría Desesperan Sabiduría Filosóficas Dogmatismo
(después de los modos vs. “mi género” “yo soy lo que za (síntesis (teorías (ritualismo)
de los 50 sensuales Desesperanza me sobrevive Desdén existencial) filosóficas
años) de mi”.
Ciclo de la vida completo

“Las ramas de los árboles están mostrando sus primeras flores


¿Es que acaso no lo ven?”

I. IDENTIDAD JUVENIL

Es importante hacernos preguntas respecto a los jóvenes

Preguntas

En el tema de la Identidad Juvenil:¿Consideraremos la Identidad de todos los jóvenes? ¿O la Identidad de los jóvenes
de Iglesia? (Optaremos por lo primero)
Pero sigamos avanzando:
¿Necesitamos definir un perfil de los jóvenes que queremos? Una primera respuesta puede decir que no, porque
trabajaríamos con un joven ideal, no con un joven real
¿Trabajaremos entonces con los jóvenes que tenemos? SI, siempre que eso no signifique inmovilismo, y que también
implique salir a dialogar con los jóvenes que encontremos (perspectiva más misionera). En estos dos últimos
planteamientos podemos decir trabajaremos con jóvenes reales. Pero ¿se puede trabajar sólo con jóvenes reales? ¿no habrá
que llevarlos a vivir ideales? ¿o será que esos ideales ya anidan en su corazón y hay que permitirles que surjan? .Ahora,
para descubrir estos ideales o que se lleguen a expresar habrá que hacer un proceso con el o los jóvenes. Y nuevamente
surgen más preguntas: ¿no habrá que plantear nuestra pastoral en términos de procesos más que de eventos? ¿entonces
los eventos no son importantes? ¿son necesarios? ¿Son tan necesarios como los procesos?
Todas estas preguntas iniciales son para mostrarles que cada pregunta con su respectiva respuesta nos lleva a tomar
posturas respecto a la juventud y al modo de trabajar con ellos. E ineludiblemente lo que digamos implicará una
opción por el mundo juvenil
Es por ello que partiremos de más atrás, preguntándonos:

A partir de ¿qué elementos se construye la identidad juvenil? o ¿de una persona?

Intentando responder estas preguntas primeramente de un modo general descubrimos que:


1) Somos seres creados a imagen y semejanza de Dios (Ejemplo del Cristo moai en el. madero)
En una ocasión, realizando la lectura de un periódico, encontré una noticia que me impresionó, me ha
impresionado vivamente durante mucho tiempo, y aún lo hace, la que también ha influenciado fuertemente la realización
de una tesis que me correspondió realizar.

En ella, a un artesano pascuense, para conmemorar una fiesta de la Iglesia Católica, le solicitaron que hiciera una
escultura tallada en madera del rostro de Cristo. El artesano accedió, y rápidamente logró concluir su obra de arte, lo que
sorprendió a quienes le observaban, quienes no dudaron en preguntarle cómo la había logrado realizar en tan breve
tiempo. Su respuesta fue más o menos la siguiente: “Muy fácil, esto lo pude hacer porque Cristo ya estaba en el tronco de
madera; lo que yo tuve que hacer simplemente era sacar aquellas astillas de madera que impedían ver el rostro de Cristo”.

A partir de este hecho, brotaron en mí una serie de reflexiones que me hicieron comprender por un lado de un
modo de más accesible el tema de la identidad en las personas, y específicamente de la identidad cristiana de los
individuos, y por otro lado, que era posible mostrar a través de un ejemplo muy sencillo la estrecha vinculación e
intimidad que se establece entre Cristo y la persona, comparable a la relación entre el tronco y la figura de Cristo. Dicho de
otro modo, en términos más antropológicos, el testimonio del artesano pascuense permitía comprender con gran sencillez
que no hay una separación entre Cristo y la persona, sino una estrecha unidad entre ambos, en una comunión tan íntima,
que no es posible extraer uno de sus componentes. Ahora la tarea era comprobar en la Sagrada Escritura la veracidad de
esta afirmación.

Buscando en la Sagrada Escritura, esta estrecha e íntima vinculación entre Dios y el hombre, se corrobora
inicialmente con la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios (Gn. 1, 26): Este regalo que surge del infinito amor
de Dios, establece una dignidad altísima en cada ser humano, pues todo su ser guarda una estrecha vinculación con Dios
mismo, quien le dota de sus propias cualidades, que se transforman en dones o talentos que el hombre está llamado a
desarrollar. (Mt.25, 14-30).

2) Siendo ya esta muestra de amor un regalo grandioso, existe un acontecimiento clave en la historia de la
humanidad, narrado por las Escrituras, el mismo Hijo de Dios se encarna en este mundo en la persona de Jesús, es decir el
mismo Dios se hace hombre en el vientre de una joven virgen llamada María, y cumpliendo la profecía de Isaías, nace
entre nosotros y se convierte en el Emmanuel, (Is. 7,15) el Dios con nosotros, asumiendo con ello toda la condición
humana, menos en el pecado. (Hebr. 4,15) “De este modo nada de lo humano le es ajeno a Dios, y nada de lo divino le es
ajeno al hombre, porque lo sagrado y lo profano, lo humano y lo divino, se integran en la persona de Jesús de Nazaret ,
quien de este modo une el cielo y la tierra, lo espiritual y lo terrenal, lo psicológico y lo espiritual, santificando de este
modo lo humano y permitiendo que lo humano pueda acceder a la santidad por pura manifestación de la gracia divina.

En este sentido, la encarnación de Cristo no pasa a ser un acontecimiento que surge desde lo externo, a través de un
anuncio, mensaje o llamada que proviene primariamente desde fuera del individuo, sino todo lo contrario, es una
experiencia que hunde sus raíces en la intimidad más profunda del ser humano, traspasando todo su ser, aún cuando por
el hecho de ser una relación que se establece entre el Hijo de Dios y una criatura, no deja de plantear interrogantes que se
encuentran en los caminos del misterio de la acción de la divinidad en el hombre.

Así, comienzan a adquirir sentido diversos textos de las Sagradas Escrituras que pasan a constituir
explicitaciones de la creación del hombre y del acontecimiento de la encarnación:
1 Un texto de gran fuerza lo encontramos en Hch 17, 24-28 donde el apóstol Pablo al referirse al mismo Dios,
señala entre diversos aspectos que lo describen que: “Dios no necesita nada, pues él es el que da a todos la
vida, el aliento y todas las cosas” (Hch 17, 25b) y más adelante agrega: “los dejó que buscaran por sí mismos a
Dios, para ver si lo descubrían, aunque fuera a tientas, y lo encontraban, porque no está lejos de cada uno de
nosotros. Pues en él vivimos, nos movemos y existimos, como algunos de sus poetas dijeron: Somos de la
raza del mismo Dios.” (Hch 17, 27-28). Este texto nos demuestra la estrecha vinculación de Dios con todos los
seres humanos, no sólo con los creyentes, ya que tanto la vida, el movimiento y la existencia están en sus
manos; aún así nos deja libertad para que nosotros mismos le busquemos, y no se encuentra lejos de quienes
le buscan. En otras palabras, se plantea la paradoja de una dependencia de cada ser humano en relación a
Dios desde la vida misma de cada ser, pero al mismo tiempo ese ser tiene la libertad para buscarle.

2 Esta estrecha unidad entre el Hijo de Dios y los hombres, el mismo Jesús en el Evangelio de San Juan, la
compara a una Vid y sus sarmientos. Él es la Vid y nosotros, sus seguidores, y quienes le sigan: las ramas.
Invita a permanecer unidos a Él como un sarmiento se une a la vid, porque de otro modo no es posible dar
frutos; incluso señala que una rama que no dé frutos puede ser cortada; aquélla que si produce frutos, es
limpiada para dar más; y si alguien permanece en Cristo, y Cristo en él, puede producir mucho fruto, pero
sin Cristo no podemos hacer nada. Es más, la característica de un auténtico discípulo es que produzca mucho
fruto, pues en esto encuentra Dios Padre su gloria . Más adelante Jesús insiste en que quien le siga
permanezca en su amor, guarde sus mandatos, para participar en su alegría y ser plenamente felices. ( Jn 15,1-
12) Y cierra este discurso con el mandamiento que sintetiza su mensaje: “Ámense unos con otros, como yo los
amo a ustedes. No hay amor más grande que éste: dar la vida por sus amigos” ( Jn 15,13) Jesús mismo
compromete su amistad si cumplimos lo que nos manda. A sus amigos, Jesús les da a conocer todo lo que su
Padre le ha enseñado, esa amistad surge no de nuestra elección, sino de Él mismo, para que sus discípulos
produzcan mucho fruto, y que ese fruto permanezca, pudiendo incluso tener la gracia que todo lo que
pidamos al Padre en su nombre éste lo dará. (cfr. Jn 15,14-17)

Por esto es tan fundamental descubrir el valor de nuestra vocación bautismal: Somos hijos de Dios y miembros de
la Iglesia, y es tan esencial fortalecer el tema bautismal, partir desde allí. (Este tema estará tratado más en extenso en la tarde
por lo que no me referiré a él.)

Lo que hemos señalado hasta ahora nos permite extraer algunas conclusiones iniciales que creemos son de gran
utilidad para nuestra existencia.
a) Dios nos sostiene desde nuestra esencia (En Dios vivimos, nos movemos y existimos)
b) Una persona es más que la peor de sus fallas, pecados, fracasos, o debilidades
c) Un pecado no hiere la esencia, sólo afecta la cáscara de cada hombre o mujer
d) No existen seres dañados, porque Dios no va a permitir esto, sino más bien enfermos o seres que hablan
desde su dolor, rabia o sufrimiento.
e) Dios comenzó una historia con cada uno de nosotros, la que vamos construyendo con cada elemento de
la existencia: Desde este punto de vista, somos como un diamante en bruto que se va puliendo con cada
elemento de la realidad, pero un diamante, no cualquier cosa, porque ese diamante es creación divina y
nada menos que a su imagen y semejanza.
f) Cada persona es un testimonio vivo de Cristo encarnado: ya no hay un maestro o un discípulo, porque
todos somos maestros o discípulos según determinados momentos, circunstancias o contextos. Por eso,
Aparecida al hablar de misión, habla de un diálogo de interlocutores. Y en el contexto de Misión
Continental, podemos decir que en una mirada más profunda no hay misioneros ni misionados, sino
hermanos compartiendo y aprendiendo de una misma fuente que es Cristo.

2) CLAVES PSICOLÓGICAS DE LA VIDA JUVENIL

La identidad juvenil: también requiere conocer sus claves psicológicas y sus claves en la realidad juvenil hoy: cómo vive
el joven hoy en familia, en pareja, en grupo. Procuraremos ver ambos aspectos.

En relación a las claves psicológicas, la vida juvenil cubre cuatro etapas importantes (tomando como aporte un texto del
Ispaj), que cumplen funciones diferentes para el individuo, y que tienen manifestaciones y necesidades formativas
distintas en cada persona que la vive. Son la:
Preadolescencia (11-13 años) , Adolescencia (14-17 años), Juventud (18-22 años) y Juventud Adulta (23-29 años) (Ver
cuadro sintético Estructura de la formación según períodos de la vida juvenil)

3) ¿PERO QUÉ ELEMENTOS CONSTRUYEN LA IDENTIDAD JUVENIL HOY?

Algunas respuestas a esta pregunta, que después enriquecerán ustedes mismos con su diálogo:
1 Las relaciones interpersonales, especialmente con sus pares (amigos y grupo): Las búsquedas de un joven
son múltiples y variadas, pero dentro de ellas el joven se identifica hasta tal punto con su grupo de pares,
que adoptan sus actitudes, costumbres y modos de vivir. Hoy un joven se reconoce por la música que
escucha, el modo cómo ocupa su tiempo, los temas que conversa, los espacios que frecuenta, las tecnologías
que usa, pero siempre los otros, sus pares, serán un referente esencial. Incluso algunos jóvenes por necesidad
vital darán vuelta la frase: “más vale estar solo que mal acompañado”; algunos de ellos preferirán estar mal
acompañados, pero nunca solos. En este sentido, detrás de cada par o amigo del joven hay elementos de su
búsqueda que necesitan ser indagados más profundamente, del mismo modo que es necesario indagar en los
gustos e intereses que va compartiendo con esos mismos pares. Podríamos decir que podemos armar un
rompecabezas de las búsquedas o de la personalidad de un joven, conociendo quiénes son sus pares.
2 La familia: Familia donde hoy se está produciendo una fuerte transición de roles hombre-mujer
Familia que buscando el equilibrio entre los extremos de firmeza y exigencia (que en su forma extrema es el
perfeccionismo) versus paciencia y cariño (que en su forma extrema es la sobreprotección), ha tendido más
en los últimos años a este último extremo.
Familia donde hoy se pide a un hombre de familia no sólo ser proveedor,
sino también ser un buen padre, una buena pareja, y ser protector de su familia.
Aún así con todos estos cambios, las imágenes paternas (padre y madre)
siguen siendo esenciales en la construcción de una personalidad, pero
sabiendo que cuando los padres están ausentes, (física o espiritualmente,
otros cumplirán ese rol substituto Y del mismo modo, la familia de
Nazaret, sigue siendo un modelo de espiritualidad en la familia de hoy,
pero con una mayor flexibilidad de los modelos paternos cuando éstos no
se encuentran presentes (y se incorporan en suplencia figuras de abuelos,
tíos, profesores, etc.)

3 La percepción de sí mismo (en todos sus aspectos) sus sentimientos, sensaciones y percepciones del mundo y de
él mismo. En este sentido es muy importante señalar que más la experiencia vivida es importante la interpretación o
aprendizaje que se haga de ella; por eso nuestro papel muchas veces será resignificar la experiencia de un joven,
dándole un sentido nuevo a la vida de ese joven, lo que traerá consigo una nueva percepción de sí mismo.
Por otro lado, es muy importante señalar en este punto que el reconocer -en
verdad- aspectos positivos (características de personalidad, actitudes, gestos de
bien hacia los demás) en el joven y expresárselos es una tarea de la más alta
calidad, pues permite construir un yo sólido y estable. Del mismo modo,
reconocer aspectos negativos, considerándolos como una fotografía del
momento, permite que un joven descubra los aspectos que no contribuyen a su
crecimiento, pero sin quedar estigmatizado de una imagen que puede variar en
el tiempo.
4 La realidad social- económica cultural y política de su entorno. A esto se acompañan los referentes o modelos que se
presentan a través de los diversos medios de comunicación social. Pero descubrimos un hecho notable, hoy se
considera la realidad social o económica familiar como un punto de partida, pero el estudio o trabajo se consideran
como escalones que permiten un ascenso social o una mejoría de los propios standards de vida. Aún así descubrimos
jóvenes que postergan su ingreso al mundo laboral, o al matrimonio, o al compromiso definitivo, porque se ven
asediados por una cultura relativista, inestable laboralmente, o con muchas incertezas. Es por eso tan esencial una
pastoral que acompañe procesos largos ya sea individual o grupalmente.
5 Hoy y siempre para cada joven será esencial ser acogido, valorado y respetado. Sólo así podrá confiar, para
poder comenzar a crecer en lo que es Amar y ser amado, y así encontrar progresivamente un mayor y mejor
sentido a su propia vida.

Podemos agregar que hoy destaca fuertemente:


1 La globalización, con un nuevo modo de relacionarnos, donde el mundo es una aldea, y cada aldea es a su
vez un pequeño mundo que se comunica con el Mundo en mayúscula. Hoy hablamos de comunicación
inalámbrica, lenguaje digital, mundo virtual y mundo real, información al instante en vivo, o comunicación
on line etc., lo que ha debilitado tantas barreras entre clases o condiciones sociales pero creando al mismo
tiempo una nueva “clase” de barrera para comunicarse entre adultos y jóvenes. Es por eso necesario que
hayan adultos que no se conformen con ser analfabetos digitales y que actualicen sus conocimientos de las
nuevas tecnologías, para que existan puentes de diálogo entre las distintas generaciones. Los jóvenes
seguirán avanzando en este cambio que ya es imparable. Nuestra tarea es poder dialogar con ellos también
desde esta óptica del mejor modo posible.

2 Hoy las nuevas tecnologías permiten acceder a un mayor número de información, entonces el conocimiento
no es privativo de unos pocos. Hoy me puedo contactar con alguien o se pueden contactar conmigo en
cualquier lugar del país o del planeta. Eso abre nuevos temas sobre lo público y lo privado, sobre los límites
entre el trabajo y el descanso, sobre cuándo y cómo estar disponible para los otros, sobre cuáles son los
medios que voy a utilizar para contactarme con los demás etc. Nuevos desafíos para nuevos tiempos. Pero
fundamentalmente ante tanta avalancha de información necesitamos sentarnos a revisar qué es lo esencial y
lo accesorio en nuestras vidas.
1 Hoy descubrimos que son innumerables los temas que inquietan al mundo juvenil: La espiritualidad y el
encuentro con Jesús; el respeto del medio ambiente; el poder tener acceso a las oportunidades en el mundo
laboral; el mundo afectivo y de la sexualidad; el poder enfrentar situaciones críticas vinculadas al alcohol o
las drogas, etc., pero cada uno de ellos requiere una adecuada preparación nuestra como adultos para prestar
un servicio de mayor calidad.

4) 3 CLAVES EN PASTORAL JUVENIL Y VOCACIONAL

PROTAGONISMO

El protagonismo no es una estrategia. Es un camino de crecimiento para nuestros jóvenes, pero no cualquier
protagonismo: es invitarlos a vivir ideales nobles.

Ideales que los lleven a desarrollar su personalidad, que unan la exigencia y el afecto, (que no cae en el extremo de
la exigencia, que es el perfeccionismo, ni en del afecto que es la sobreprotección o la dependencia afectiva) y que desean
elevar su espíritu al amor y el servicio (“en todo amar y servir”, como la canción). Es invitarlos a hacer la experiencia de
Jesucristo en sus propias vidas, pero la propia, no la nuestra. En este sentido es clarificadora la espiritualidad de Juan El
Bautista: Es necesario que Él crezca y yo disminuya. Es necesario que el joven crezca y el asesor disminuya. Es necesario
que Cristo crezca en el joven y que nosotros disminuyamos.

Esto tiene varias implicaciones en nuestro trabajo: las cosas las hacemos con ellos, más que para ellos, las hacemos
desde ellos, no desde lo que creemos que son ellos; las hacemos unidos a ellos. Por eso no me cabe en la cabeza una
actividad para jóvenes hecha sólo por adultos, porque consciente o inconscientemente terminamos haciendo las cosas para
el joven que llevamos dentro y no para el joven que tenemos al frente.
El protagonismo se hace carne cuando trabajamos con los jóvenes concretos que Dios ha puesto en nuestras
vidas, y les ayudamos a crecer aportando nuestra perspectiva adulta que a veces será útil, y en otros momentos será
desechable, pero entre ambos extremos hay infinitas posibilidades de intercambio y riqueza entre un joven y un adulto.

PROYECTO DE VIDA

El proyecto de vida es un objetivo transversal a a la Pastoral Juvenil, pero haciendo un camino que es mucho más
arduo. Es ayudar en cada joven a hacer crecer al Cristo que ya habita en su interior, (como el Cristo en el madero)
descubriendo los talentos, capacidades, ideales y sueños que anidan en lo profundo de cada joven y hacer que el plan de
Dios para su propia vida se vaya manifestando.

Esto también tiene sus implicancias: es ayudar a admirar la obra que Dios comenzó un día en cada joven que se nos
encomienda, es reconocer sus logros y fracasos, pero descubriendo que de ambos, de logros y fracasos, algún aprendizaje
podremos obtener; es poder aportar a su presente, es reforzar lo que ya se ha obtenido hasta hoy; y desechar lo que
constituye un peso para seguir caminando; y también es mirar con esperanza el futuro, sabiendo que la fe mueve
montañas y como dice la canción del Quijote con fe se puede soñar lo imposible.

En este sentido del proyecto de vida creo que la pregunta adecuada no es si te sientes llamado a ser sacerdote,
religioso o laico, sino ¿a qué crees que Dios te está llamado en tu vida? O ¿Cuál es el camino de felicidad que Dios quiere
compartir contigo?

En el fondo, es poder mirar la vida del joven con la mirada amplia, misericordiosa y llena de vida del mismo Dios,
porque como la palabra lo dice, es un proyecto de vida, y sólo con la ayuda de todos nuestros conocimientos, con la
experiencia del mismo joven, y con la gracia del mismo Dios podremos ver cuál es su voluntad de amor para ese joven en
particular.

ACOMPAÑAMIENTO

En este sentido el acompañamiento de cada joven, y en el fondo de cada persona y grupo humano es crucial:
rescatando su particularidad; contemplando la belleza de Dios que sólo necesita de nosotros un acto de confianza por esa
vida; o una escucha abierta, desprejuiciada y sincera, escuchando no sólo las palabras, sino sus sentimientos, su lógica, su
cuerpo, en fin, su vida como un todo; o en otras ocasiones, será un permitir desplegarse al otro porque ya encontró en
nosotros la confianza para hacerlo; o será ayudar a pulir el sarmiento para que dé mucho fruto, respetando la vida que
quiere germinar en cada joven y que llama a más vida; o será dejar que hable el hombre sabio que hay en el interior de
cada persona; o será descalzarnos porque estamos en tierra sagrada cuando ese joven nos revele sus secretos más
guardados, o su espiritualidad más íntima.

Y cuando ocurra ocasionalmente el momento sublime en que Dios nos concede, por gracia, no por méritos, palabras
de amor y sabiduría para dirigirle a ese joven, o palabras que el mismo joven descubrió en su interior, es el momento en
que nuestro corazón y todo nuestro ser necesita ponerse de rodillas, porque Dios ha puesto su morada en medio de
nosotros.

II. ACOMPAÑAMIENTO JUVENIL

Profundizando el tema del Acompañamiento Juvenil, y reconociendo, por lo ya dicho anteriormente, que Dios
comenzó a escribir una historia en cada desde el vientre materno nos podemos preguntar entonces:

¿Cómo descubrir o ayudar a explicitar la experiencia de Dios que ya se encuentran viviendo los jóvenes para -
desde ella - facilitar la maduración de procesos de crecimiento humano y cristiano?

Desde una opción por el acompañamiento psicoespiritual diversos autores y también nuestra propia experiencia,
nos van señalando algunos caminos que ayudan a explicitar la experiencia de Dios que ya se encuentran viviendo las
personas y son los que describiremos a continuación, apoyados fundamentalmente por el aporte de Lola Arrieta, (LOLA
ARRIETA, C.C.V. mayo- agosto 2003) CCV, psicóloga y acompañante del Centro Ruaj de Salamanca, a la que añadiremos
otros aportes. Ella plantea como elemento fundamental: Acoger la vida, acompañando la vida.

1.- Acoger la vida

Señala esta autora que en el acompañamiento lo esencial es buscar a Dios que habita por su Espíritu en cada
corazón que está llamado a consentir libremente esa gracia recibida “porque en El vivimos, nos movemos y existimos”
(Hech. 17, 28) Y es Dios quien va iluminando los ojos del corazón (Ef. 1,18) para reconocerlo en las personas y los
acontecimientos. El acoger la vida lo define como una ciencia del corazón, (LOLA ARRIETA, mayo- agosto 2003: 52) que se
logra aprender mirando a Jesús en la Palabra revelada y en lo que vivimos cada día, y anunciándolo a Él en el diálogo
persona a persona. Es ese pedazo de vida que surge en la escucha auténticamente activa que se produce en cada
encuentro, acogiendo la vida que se expresa, es acoger al Dios de la vida que se expresa en cada persona y en cada
acontecimiento, lo que permite posteriormente con la ayuda del Espíritu, poder consolar, alentar o sostener con la palabra
al abatido (Is.50, 4-5). El acoger la vida implica ayudar a interiorizar y personalizar la fe, para que el mensaje de Jesús sea
el que se interiorice y su persona se convierta en manantial interior e impulso para vivir en misión, como ocurrió con la
mujer samaritana (Jn. 4, 14). Jesús lo afirma así: “Si alguien tiene sed, que venga a mí y beba. Como dice la Escritura, de lo
más profundo de todo aquel que crea en mí brotarán ríos de agua viva” (Jn. 7, 37)

2.- Acompañando la vida

En este acompañar la vida nosotros “no partimos de cero; somos seguidores y seguidoras de Jesús, y nuestro
camino de búsqueda de Dios es posible porque en Jesús ya se ha realizado. Iluminados por su luz, descubrimos su
misterio como Vida y Palabra encarnada, encontramos a Dios”. (Lola Arrieta, mayo- agosto 2003: 54-55). Esta búsqueda de
Dios no es olvido ni huida de la historia, porque desde que el Verbo de Dios se ha hecho carne, nada queda fuera del
misterio de Dios. Aunque a Dios nadie lo ha visto nunca (Jn. 1, 18), Él se revela en la naturaleza (Creador), en la vida
(Salvador), y en la historia (Redentor), asumiendo la condición humana, haciéndose uno de tantos hasta la muerte en cruz.

Acompañar la vida significa:


a) reconciliarse con el pasado: Detenerse a reflexionar sobre el pasado alumbra la verdad del presente, su
relectura llena la vida de sentido, arroja una nueva luz a la experiencia y arraiga profundamente en el
presente. El pasado se transforma en presente. Por otro lado, una experiencia significativa del presente
descubre una faceta nueva para contemplar el pasado. El pasado se transformará en narración cuando,
con la sabiduría del Espíritu, se descubre un nexo misterioso que religa los hechos y brota un sentido
nuevo.
b) Alentar para vivir el presente a fondo: Actualmente vivimos sin tiempo y espacio para la oración, es por
ello que se trata de descubrir, que estemos donde estemos, allí está también Dios; y el Evangelio debe ser,
ante todo, Vida. Acompañar el presente de la vida cotidiana es interesarse a fondo por la calidad de vida
del acompañado, captando su interés por lo real, es decir, por lo que le acontece a él y a los otros, sin
fantasías ni individualismos, lo que lo lleva a relacionarse a fondo y a comprometerse en la vida diaria
con los criterios del Evangelio de Jesús.
Este modo de acompañar la vida cotidiana es un camino de conversión, que en un proceso lento, encara lo
real, abre a lo inesperado, al gozo, al dolor propio y ajeno, y al encuentro con el otro. Así, lentamente,
cambia la mirada sobre la realidad y se van purificando las imágenes de uno mismo, del mundo y de
Dios.
c) Aprender a proyectarse hacia el futuro: El acompañante va más allá de solucionar un problema puntual,
ya que en una relación de más largo alcance, enseña pacientemente a descubrir en cada situación vivida,
lo que el Espíritu va revelándonos.
Esto se expresará en cambios concretos en el modo de estar en la vida,
en la relación con Dios, con los demás y en los intereses y prioridades que nos mueven.

3.- Acompañamiento en la vida cotidiana

Lola Arrieta desarrolla el modo de acompañar en la vida cotidiana, que apunta como vemos, en su contenido de
fondo, a un explicitación de la huella de Dios presente en la vida cotidiana de las personas. Esta supone el desarrollo de
cuatro funciones: Mediar, clarificar, vincular y discernir, las que serán más desarrolladas en un anexo de este texto (Ver
anexo 2. Acompañamiento en la vida cotidiana)

Acompañar, para esta autora, en la vida diaria, requiere de formación, pero ésta debe pasar por la experiencia del
que acompaña, “de lo contrario sirve de poco; eso también la experiencia lo va enseñando.
La tarea de no engañarse, saber esperar, señalar el núcleo más adecuado en cada encuentro, aprender a regularse al
lado del acompañado, exige paciente discernimiento con lucidez sapiencial”. (Lola Arrieta, mayo- agosto 2003: 64) ya que el
acompañamiento si se piensa sólo como una dinámica afectiva que se satisface en la relación con la otra persona, le
quitamos el sitio reservado al Señor. Tampoco se trata de proporcionar siempre bienestar al acompañado sin confiar en
sus posibilidades, pues allí matamos la acción del Espíritu.

El acompañamiento entonces, requiere de “mística y compromiso, confianza y respeto. Sólo así podremos mediar
para acoger la Vida, acompañando la vida” (LOLA ARRIETA, mayo- agosto 2003: 64).

4.- Rescatar las semillas del Verbo


Dolores Aleixandre, profesora de Sagrada Escritura de la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, cuenta que
conversando con una amiga, que por muchos años ha tenido encuentros con mucha gente, le consulta sobre lo que para
ella constituye un elemento esencial de aprendizaje en el acompañamiento, a lo cual le respondió lo siguiente:

“Cuando alguien se pone a hablar en profundidad de sí misma, casi siempre lo primero que emergen son
problemas, fallos, aspectos de su vida que piensa andan mal, defectos de los que no consigue corregirse…Hay que
escuchar todo eso con mucha atención, pero dejándolo caer, porque eso no es lo más verdadero de esa persona. De pronto,
en algo de lo que dice aparece el ‘hilito de oro’: aquello que el Señor ya está trabajando en ella, la huella de la presencia de
su Espíritu, algo que constituye su verdad más honda y hacia lo que Él quiere conducirla. Y entonces lo que hay que hacer
es tirar de ese hilito” (DOLORES ALEIXANDRE RSCJ, mayo- agosto 2003)
Considero que esta alusión al hilito de oro es otro modo de expresar lo que es acoger la vida, y que dicho de otro
modo es rescatar el Cristo que ya está en la persona (como lo señalábamos en el ejemplo del pascuense), explicitando la
experiencia de Dios ya presente en la persona.

En el Concilio Vaticano II aparece otra expresión que va en la misma línea, y que alude al rescate de las semillas
del Verbo, señalando que tanto en las personas, como en las sociedades, existen expresiones del Verbo de Dios que se
encuentran repartidas a lo largo de este mundo, y que muchas veces se manifiestan como pequeñas semillas. Si esto lo
trasladamos a un proceso de acompañamiento, podemos descubrir que en este proceso de trabajo psicoespiritual con una
persona, también es posible vislumbrar estas semillas del Verbo si estamos atentos a observar, mirar y escuchar aquello de
bien que surge en la persona, o la semilla buena, a que se refiere el evangelista Mateo, en la narración de la parábola del
trigo y la cizaña (Mt. 13, 24-30). En este texto se aprecia con claridad que el narrador tiene puesto el interés en el trigo, del
cual describe su proceso de crecimiento: “un hombre sembró buena semilla” “estaba echando espigas” “no sea que al
arrancar la maleza, arranquen también el trigo” “guarden el trigo en las bodegas”. En cambio de la maleza no se aprecia
alguna preocupación, ni siquiera para arrancarla, pues el sembrador está convencido que desaparecerá sin dejar algún
rastro. Más allá de la cizaña que pueda ver el acompañado en sí mismo o en su entorno, el papel del acompañante es
poder descubrir el proceso de este trigo bueno en su acompañado, enseñándole a convivir pacientemente con sus cizañas
propias y ajenas, y tomando conciencia de cómo el Reino va creciendo por su propio impulso como una semilla, sin que
nosotros sepamos cómo se va gestando (Mt. 4, 26-29)

Las palabras de Ira Progoff expresan esto mismo de este modo: “Como el roble está latente en el fondo la bellota, así
la plenitud de la persona humana, la totalidad de sus posibilidades creadoras y espirituales, está latente en el ser humano
incompleto que espera la oportunidad de florecer.” (DOLORES ALEIXANDRE RSCJ; mayo- agosto 2003: p.153).
El acompañante ayuda a preguntarse hacia dónde camina la vida, qué es lo que se desea llegar a ser o qué nos pide
la vida, para que desde la bellota surja el roble que quiere florecer. Esta relación de acompañamiento se produce cuando
ayudamos a otro, a poder descubrir las posibilidades de identificarse con Jesús que se encuentran latentes en su persona,
porque dejándose guiar por el Espíritu, le ayudamos a idear nuevas estrategias prácticas al servicio del Reino. El
acompañante ayuda entonces a crecer, cuando demuestra que tiene fe en el otro, comunicando que cada persona es
valiosa y merecedora de amor, confianza, y de ser tal como ella es, teniendo menos regaño y más cariño hacia ella, y con
más palabras de aliento que de reproche.

Es que las posibilidades de cambio sólo surgen desde una aceptación radical que percibimos o más bien intuimos
en el otro. Sólo con esta acogida incondicional se puede producir una expresión con total transparencia, por encontrarnos
con alguien que no nos juzga ni tampoco nos protege, sino que se sumerge con nosotros en nuestro mundo, participando
en nuestra propia experiencia.

Ahora, cuando descubrimos que alguien se adentra en nuestros problemas, nos ayuda a expresarlos sin anticiparse,
sin adivinar ni frenar o alterar nuestra experiencia, “estamos siendo visitados, aunque no nos demos cuenta de ello, por la
presencia materna de Jesús, que no quiere dejarnos huérfanos” (DOLORES ALEIXANDRE RSCJ; mayo- agosto 2003: p.155).

Acompañar es entonces “asistir al largo proceso de gestación de la vida nueva que el Espíritu está creando en otro y
estar junto a él, atento a los signos de su proceso, sin querer precipitarlo ni controlarlo, estando consciente de que es inútil
sustituir un trabajo que sólo puede hacer el otro, pero estando ahí para animar, sostener, tirar con cuidado y a tiempo de
una vida frágil que apunta y que lucha por salir a la luz” (DOLORES ALEIXANDRE RSCJ; mayo- agosto 2003: p.156).

Pero al poder aguantar con otra persona su angustia y sufrimiento, al leer el texto bíblico de la parábola de la mujer
en el parto encontramos una luz, que nos da un sentido más profundo a ese momento del acompañamiento: el dolor del
parto queda borrado con la alegría del hijo que llega al mundo (Jn. 16,21).

5.- Sugerencia de San Pablo al Acompañamiento


El apóstol en su Carta a los Filipenses (4, 8-9) acentúa este enfoque de partir desde lo positivo de la persona,
recalcando que es importante fijarse en todo lo que encontremos de verdadero, noble, justo, y limpio, y en todo lo que es
hermoso y honrado. Además recomienda considerar cuanto merece admiración y alabanza. Y finaliza agregando: “Y el
Dios de la Paz estará con ustedes”.

Esta misma indicación guarda relación con lo señalado en la parábola del trigo y la cizaña, de centrar nuestra
atención fundamental en el trigo. Nuestra experiencia de acompañamiento de largos años es concordante con lo señalado
hasta ahora: la formación tradicional apunta a establecer un diagnóstico que no deja de ser irrelevante en el trabajo con
una persona, aunque sólo tiene el valor de una fotografía en un momento puntual de la vida de una persona; pero cuando
comenzamos a realizar el tratamiento mismo, es fundamental, a través de la gestación inicial de un breve, o a veces arduo
proceso inicial de apertura a la confianza del acompañado hacia el acompañante, el que podamos profundizar y aislar, con
el mayor grado de delicadeza posible, como un médico cirujano utilizando un finísimo bisturí láser, cuál ha sido la
intención positiva que lleva o llevó al individuo a actuar del modo que lo hace o lo hizo, ya que sólo así podremos
agregar lo que le falta (si es que se necesita), o corregir si es necesario, o situar en un contexto más amplio (o distinto) lo
que le sucede a nuestro acompañado. Se permite así que el acompañado despliegue su ser más íntimo y esto lo vuelque
posteriormente en un compromiso con la realidad.

En este sentido no se trata de no mirar la parte dificultosa, compleja u oscura, o evadir el conflicto que puede
aparecer en un relato, sino de descubrir en este mismo relato: la verdad del error, o la semilla del Verbo, el hilito de oro, o
el Cristo que está cubierto en el madero, para quedarse con lo verdadero, noble, justo, limpio, hermoso, honrado,
admirable o digno de alabanza que diría San Pablo. Estimamos que de este modo estamos descubriendo el rostro de Cristo
en el madero y al mismo tiempo sacando, o dejando de lado, las astillas que dificultan ver su rostro.

6.- Partir desde los logros del acompañado

En la perspectiva de tiempo, creemos que lo anterior se traduce en rescatar lo que ya ha logrado la persona, ya que
nunca se parte desde cero. Se trata de separar sus no logros de lo que sí ha podido realizar el acompañado, y partiendo
desde allí, poder elaborar un plan que permita construir el o los pasos siguientes a seguir desarrollando.

7.- Observar y reconocer la presencia de los dones y frutos del

Espíritu Santo (CORAZONES. ORG [s.a.])


Concordante con lo anterior, un camino espiritual de gran riqueza, es poder dejarnos conducir por el Espíritu, “ya
que sólo el Espíritu de Dios conoce los secretos de Dios” (1 Cor.2, 11b) y como sigue diciendo San Pablo: “habita en cada
uno de ustedes” (Rom. 8,9), lo que es válido tanto para el acompañante como el acompañado, y “si el Espíritu de Aquel
que resucitó a Cristo de entre los muertos está en ustedes, el que resucitó a Jesús de entre los muertos dará también vida a
sus cuerpos mortales; lo hará por medio de su Espíritu que habita en ustedes” (Rom. 8,9). Y en este contexto, se trata de
descubrir en cada acompañado la presencia actual de los dones y frutos del Espíritu Santo en su vida y su actuar. (Ver
anexo 1 Los Dones del Espíritu)

El reconocimiento de los dones y frutos del Espíritu Santo en la persona del acompañado permiten descubrir la
presencia viva de Dios en su vida, y a partir de éste, comenzar a trabajar en aquellas zonas interiores necesitadas de un
mayor auxilio.

Todos estos elementos que parten de la huella de Dios presente en cada persona, y por ende también en los jóvenes,
nos permiten poder comenzar a conocer herramientas de contenido y metodológicas para el acompañamiento
psicoespiritual que faciliten la maduración de procesos de crecimiento humano y cristiano.

III. UNA PASTORAL DE LA ESCUCHA ESPIRITUAL PROFUNDA

Todo lo dicho hasta ahora nos lleva a señalar que necesitamos una Pastoral de la Escucha Espiritual Profunda del
joven (y en el fondo de cada persona)

Pero surgen nuevas preguntas

¿Qué es lo que yo escucho? (¿lo que me gusta?, ¿lo que yo quiero?, ¿lo que se parece a mí?) No, es escuchar al otro,
es escuchar todo el ser del otro, desprejuiciado de mi yo, algo nuevo se está gestando decíamos al principio ¿es que no lo
veis?
Escuchar las palabras: es insuficiente; los sentimientos, insuficiente; los argumentos; insuficiente; el cuerpo,
también; es necesario escuchar el todo del otro, pero el todo, desde el amor, viendo desde dónde se va humanizando,
desde dónde se va divinizando lo humano, desde la vida que se va gestando en su interior y en su exterior (experiencia)

¿Cómo escucho?
Ejemplo: Siguiendo el ejemplo de una joven que la vi. ponerse de rodillas para escuchar a los más pobres. Se trata
de escuchar reverencialmente, de rodillas.
Yo también escucho con mi historia, con lo que he aprendido, con lo que he escuchado de otros, pero como apoyo
para empatizar, no para que el otro sea como yo, con la impresión que me va dejando lo que escucho, que lo pongo
humildemente a los pies del otro.

“Me da la impresión que…. estás sufriendo,…que hablas desde la herida que te produjo tal experiencia”; o usando
metáforas: “estás como un barco a la deriva, pero quieres llegar a buen puerto”

Escucha ¿de qué? Fundamentalmente de las claves positivas del otro si no somos capaces de escuchar lo positivo
que está en el centro de cada comportamiento, aún el más vil de los pecados, no hemos escuchado a esa persona. Sólo así
podremos corregir (para poder decir: quisiste hacer esto, te faltó esto otro: es lo que necesitas mejorar o lo que no pudiste
ver). Pero no condenemos al hombre de hoy por lo que hizo ayer, porque hoy tenemos más elementos de juicio. Hay que
ver el ser humano en la situación que le tocó vivir, lo que él veía, lo que él sentía en ese momento sólo así lo podremos
ayudar.

IV. MIRADA A LA REALIDAD

Pregunta
¿Cómo es mi mirada de la realidad?

Veamos algunos acontecimientos:


1 Ha sido un año difícil, duro, de gran dolor: un terremoto y un maremoto remecieron no sólo nuestros hogares,
sino lo más profundo de nuestras conciencias. Este fue un terremoto del alma, como lo dijo la psicóloga Pilar
Sordo. Pero desde ese mismo momento empezamos a valorar lo que teníamos cuando nos empezó a faltar la luz y
el agua, elementos esenciales para la vida. Empezamos desde los escombros, o desde el desorden de nuestro hogar
a consultarle a nuestro vecino cómo estaba, tal vez comenzando un diálogo que nunca antes habíamos
comenzado, porque pasábamos al lado de él(o ella) sin siquiera saludarlo (a). Pero también empezamos a
reconstruirnos desde dentro, con el testimonio de tantos: del hombre que levantó la bandera chilena rasgada, en
medio de toda adversidad; del Zafrada, quien en medio de los escombros de su pueblo con su mirada inocente de
niño nos mostraba, sin abatirse, la realidad en que vivió y en la que estaba viviendo. ¡Qué mejor enseñanza que
ésa!
 Y este abrirnos al otro, este volver una y otra vez a ser solidarios, y reconoceros como hermanos no se nos puede
olvidar, porque es una gran enseñanza para cada uno de nosotros y también para nuestros jóvenes. Podemos
descubrir algo tan simple como que una y otra vez en la vida hay que levantarse, aunque sea desde los escombros
de un hogar, o desde los escombros del alma.

2 En el contexto eclesial nos tocó vivir un segundo terremoto con todas las acusaciones a diversos sacerdotes,
especialmente en lo que se refiere al tema de abusos sexuales, lo que nuevamente nos llevó y nos lleva a ahondar
nuestro comportamiento como seguidores de Jesús, cada uno en su estado de vida respectivo, y en nuestro
proceder como Iglesia respecto al tratamiento de este tipo de situaciones. De aquí, si hacemos una reflexión seria y
profunda pueden surgir innumerables frutos: la vivencia de un sacerdocio, un laicado y una Iglesia más humilde;
la vivencia de un celibato realmente asumido en Cristo; el reconocer que sin el Señor no somos nada; el
redescubrir que la verdad nos hará libres; el diferenciar la canción, que es el mensaje de Jesús, y el cantante, que
puede ser cualquiera de nosotros, recociendo que algunos cantan mejor los temas espirituales, otros, los temas
sociales, otros la opción por los pobres, etc. pero entre todos, cada uno aporta aspectos del Cuerpo Místico de
Cristo que lo construimos entre todos.

3 Simplemente un equipo de fútbol: Aunque a todos no les gusta el fútbol un grupo de jóvenes futbolistas chilenos y
un equipo técnico argentino nos llenaron de alegría, como pocas veces se ve en nuestro país, al demostrarnos que
toda tarea que se asume con disciplina, con esfuerzo y entregando lo mejor de sí puede cambiar la mentalidad de
lo que a veces hemos vivido: la del menor esfuerzo, la de jugar a la defensiva, la de entrar derrotados a lo que
enfrentamos. Es por eso que valoramos tanto a un entrenador como Marcelo Bielsa, porque nos llevó a creer que
se puede crecer, que necesitamos creer en nosotros mismos; quizás si no avanzamos más fue porque este es un
equipo nuevo, muy joven que aún no llega a su madurez futbolística, pero pudimos durante algunos días
alegrarnos y abrazarnos por el trabajo bien hecho de un grupo de muchachos que nos hizo sentirnos un solo país
vibrando con la roja de todos.

4 Y el ejemplo de los mineros de San José: Y desde lo más profundo de nuestra tierra 33 mineros desde un lugar
llamado Esperanza, nos han devuelto la esperanza, y nos han recordado que la vida se vive con coraje, se enfrenta
con coraje, se asume con coraje. Ellos desde lo profundo de la tierra nos han mostrado como nos gustaría siempre
vivir sobre nuestra tierra, decía un noticiario hace unos días: organizados, con espíritu de equipo, solidarios y
siempre con buen humor, a pesar de que a veces nos visite la adversidad.
Quisiera para terminar soñar y orar por una Iglesia que aprenda de lo que hemos vivido y se quede con lo positivo,
con lo que da vida, para sacar las astillas del madero que impiden ver a Cristo y transparentar más su rostro, y que al
igual que Jesús y la joven que me tocó conocer, se ponga de rodillas a servir en la realidad a sus hermanos; y que además
sea humilde para reconocer sus errores, porque el camino a la Casa del Padre pasa por un proceso de conversión de todos
nosotros.

Quisiera una Iglesia, que somos todos nosotros, que siga teniendo sueños para Chile, que nos sigan conectando con
el alma de Chile, y que nos lleve a preguntarnos ¿cuánto tiempo ha transcurrido que he hecho algo que me ha permitido
vivir, o dar vida? Y que esto me lleve, y nos lleve, a darnos por entero una y otra vez, a veces descansando en el camino,
para comenzar nuevamente con renovadas fuerzas. Y que cuando el Señor nos pregunte: “¿Me amas más que éstos?” Le
podamos decir apoyados en Él y en nuestra madre María: “Señor, tú sabes que te quiero”.

Quisiera una Pastoral Vocacional transversal a las demás pastorales, haciendo Pastoral Orgánica, pero con el
corazón abierto a lo que Dios quiera decir en el corazón de cada persona y a lo que ella libremente con el auxilio de la
gracia divina le quiera responder

Para vivir esto con firmeza necesitamos suplicar a Dios poder tener una mirada de los Signos de los tiempos, una
Mirada contemplativa de su acción en la realidad, una mirada de un Dios que es Amor, y al que le interesa regalarnos
vida y vida en abundancia a cada uno de sus hijos muy queridos.

Necesitamos implorar entonces por una mirada más integradora, más misericordiosa del mundo, más de Dios y
que le permita a Dios ser Dios con nosotros.
Queremos así con esa mirada del Señor mirar a los jóvenes y las jóvenes, sus grandes sueños, y sus fracasos para
resignificarlos, aprendiendo también de éstos para seguir caminando y no para quedarnos pegados en el camino.

Sólo así podremos junto con la Virgen elaborar nuestro propio Magnificat, dando gracias a Dios por las maravillas
que hizo, hace y seguirá haciendo en medio de todos nosotros y especialmente de nuestros jóvenes

Que el Señor nos conceda a todos volver al primer amor, en ese llamado que nos hizo arder el corazón, para
entregarnos nuevamente por Cristo y nos llene de sus bendiciones para vivir esta experiencia y muchas más que tiene
reservada para los jóvenes de hoy, para ustedes y en general, para todos nosotros sus hijos muy queridos.
Que Dios les bendiga ahora y siempre
ANEXO 1. LOS DONES DEL ESPÏRITU

Los siete dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
Pertenecen plenamente a Cristo, Hijo de David (Is 11, 1-2). Estos dones completan y llevan a su perfección las virtudes de
quienes los reciben, haciendo a los fieles dóciles para responder con prontitud a las inspiraciones divinas. ( CATECISMO DE
LA IGLESIA CATÓLICA. 1994) Si tuviéramos que describirlos brevemente sus características principales son:
1 Sabiduría: Es el gusto para lo espiritual, la capacidad de juzgar según la medida de Dios, siendo el primero y
mayor de los siete dones.
2 Inteligencia (Entendimiento): Es una gracia del Espíritu Santo para llegar a comprender la Palabra de Dios y
profundizar las verdades reveladas.
3 Consejo: Ilumina la conciencia en las opciones que la vida diaria le impone a cada uno, sugiriéndole lo que es
lícito, lo que corresponde, lo que conviene más al alma.
4 Fortaleza: Fuerza sobrenatural que sostiene la virtud moral de la fortaleza. Permite obrar valerosamente lo que
Dios quiere de nosotros, y sobrellevar las contrariedades de la vida. Ayuda a resistir las instigaciones de las
pasiones internas y las presiones del ambiente. Supera la timidez y la agresividad.
5 Ciencia: Ayuda a quienes lo reciben a conocer el verdadero valor de las criaturas en su relación con el Creador.
6 Piedad: Sana nuestro corazón de todo tipo de dureza y lo abre a la ternura para con Dios como nuestro Padre y
para con los hermanos como hijos del mismo Padre. Clama ¡Abba, Padre!
7 Temor de Dios: Espíritu contrito ante Dios, pero dentro de la fe en la misericordia divina. Temor a ofender a
Dios, humildemente reconociendo nuestra debilidad. El alma se ocupa de no disgustar a Dios, amado como
Padre, de no ofenderlo en nada, de "permanecer" y de crecer en la caridad (Jn 15, 4-7).

Los frutos del Espíritu Santo son: caridad, alegría y paz; generosidad, comprensión de los demás, bondad y
confianza; mansedumbre y dominio de sí mismo. (Gál. 5, 22-23)
ANEXO 2. ACOMPAÑAMIENTO EN LA VIDA COTIDIANA

Acompañar en la vida cotidiana para Lola Arrieta (autora ya mencionada anteriormente) supone el desarrollo de
cuatro funciones: Mediar, clarificar, vincular y discernir, las que desarrollaremos a continuación.

Las respuestas planteadas por esta autora calzan perfectamente con la explicitación de la experiencia de Dios
presente en las personas adultas. Ella señala que básicamente este acompañamiento se resume en cuatro funciones:
a) Mediar: El verdadero acompañante en este proceso y quien lleva la iniciativa es el Espíritu de Dios. Es por
ello que en un encuentro de acompañamiento asistimos “como testigo a un diálogo entre Dios y cada
persona que nos elige para presenciar y mediar en ese quehacer del Espíritu en ella” (LOLA ARRIETA, mayo-
agosto 2003: 57). El acompañado quiere descubrir las huellas de Dios presente en su realidad cotidiana; allí es
donde necesita quien le ayude y confirme en su modo de leer e interpretar estas visitas del Señor.

b) Clarificar: Implica prestar la presencia y la palabra para que la persona pueda pronunciar la verdad interior
que le hace libre y le hace conectar con su centro vital. Consiste en ayudar a nacer, para que la persona,
recibiendo las preguntas adecuadas, una sus sentimientos y su razón, simbolice la palabra con la experiencia
y se conecte con su interioridad, que en el fondo es poder captar y nombrar la experiencia, para poder
guardar el acontecimiento en el corazón (Lc. 2,521b).

c) Vincular: La vinculación se produce a lo largo de todo el acompañamiento, siendo compañero con el otro en
todo el itinerario, especialmente en los momentos más áridos y duros, sin derivar en una relación afectiva
dependiente.
La vinculación se produce cuando la persona se siente comprendida, clarificada e iluminada en aquello
que le sucede y se siente movida a compartir. En una relación de más largo plazo apunta al compromiso
acordado de encontrarse con determinada periodicidad, para compartir la búsqueda de Dios en esa
determinada etapa de la vida.
La experiencia va enseñando que el modo de de alentar, sostener, acoger, confrontar, se hace más
efectivo si se hace con sobriedad, serenidad y discreción, siendo uno mismo al lado del otro, dejándose
guiar por la situación concreta del acompañado y las insinuaciones del Espíritu. (LOLA ARRIETA, mayo-
agosto 2003: 62).
d) Discernir: Va más allá de clarificar, siendo una función sapiencial realizada desde una sabiduría que suplica,
escucha y mira a Jesús en su palabra y acción. Supone experiencia, en una vivencia honda y verdadera de
nuestra propia condición de discípulos, los cuales también somos acompañados y procuramos descubrir la
voluntad de Dios en nuestras propias vidas.
Los recursos más frecuentes y efectivos para ayudar al discernimiento considerando lo anterior son:
4 Mirar la vida y la persona del acompañado con los ojos de Dios, superando los intimismos, que se
quedan sólo en lo agradable, y yendo más allá de los contenidos, a descubrir la huella de Dios
mismo.
5 Descubrir lo que hay de signo y sacramento de Dios en los acontecimientos que vive la persona y
en su misma persona, intuyendo la presencia del Espíritu que todo lo
llena de su fortaleza.
6 Discernir profundamente las emociones que acompañan a cada experiencia, descubriendo si lo que
se vive es de Dios o no, rastreando las mociones del Espíritu.

Julio Olate
Sicólogo Pastoral vocacional
C.E.CH.
ESTRUCTURA DE LA FORMACIÓN SEGÚN PERÍODOS DE LA VIDA JUVENIL

AMBITOS PREADOLESCENTES ADOLESCENTES JÓVENES JÓVENES ADULTOS


(11-13 AÑOS) (14-17 AÑOS) (18-22 AÑOS) (23-29 AÑOS)
Desafío de Necesitan ser estimulados y Necesitan ser Necesitan ser Necesitan ser acompañados a
acompañamiento contenidos para superar el acompañados en el acompañados en el fin de superar el temor a ser
de la etapa Aburrimiento y soledad que los reconocimiento de su proceso de consolidar la adultos, a definir las tareas
amenaza. identidad personal y en
identidad personal en generacionales, fortalecer su
Necesitan cercanía sin invasión; los nuevos vínculos que
un proyecto vital de autonomía personal y abrirse
apoyo, pero no sobreprotección; establecen para superar
sentido que desarrolle generosamente al
autonomía, pero no abandono la apatía y la depresión.
la tarea de intimidad y establecimiento y cuidado de
disponibilidad que les los vínculos.
permita superar el
temor y aislamiento.
Objetivos Acompañar su proceso de Acompañarlos a Acompañarlos en el Su crecimiento atendiendo al
pastorales crecimiento en un espacio de resolver sus tareas proceso de elaborar desarrollo de la intimidad
acogida, donde se sientan vitales en una sentido de pertenencia afectiva y al despliegue de la
contenidos y estimulados en el experiencia que legitime orientada en una disponibilidad en la vocación
encuentro con Jesús, que los su necesidad de perspectiva de al trabajo y la participación
invita a “levantarse”, como el independencia, confianza en el futuro y social, profundizando en las
héroe que encarna y da autentifique sus ternura social, Bienaventuranzas, como
respuesta a sus deseos de diversos ensayos de encontrándose con Jesús Vocación al Reino.
audacia y necesidad de ternura. identidad y anime sus quien les dice: “Ven y
esperanzas, sígueme” y a responder
descubriendo a Jesús a este llamado como
que los confirma y fieles discípulos
reconoce. (misioneros, le
agregaríamos hoy).
Vivencia eclesial Grupo mixto, de alrededor de 25 Grupo mixto, con La pequeña comunidad Grupo mixto con
personas, de convocatoria alrededor de 15 de 8 a 12 jóvenes, de indeterminado número de
permanente, con ritmo de miembros, de tipo mixto, con miembros, con un estilo
encuentros semanales o convocatoria bi. o participación estable de comunitario de convivencia,
quincenales, desarrollando un trimestral, que tiende a sus miembros y que se encuentran en
programa anual. estabilizarse hacia el encuentros semanales jornadas mensuales
final de la etapa
Ejes de la I. Autoconocimiento o I. Identidad personal I. Crecimiento de I. Trabajar como expresión
experiencia en que Desarrollo personal. Y grupal. Cada persona. Vocacional y ciudadana.
la formación busca II. Fraternidad o desarrollo II. Identidad de la fe II. Crecimiento del II. Amar como expresión
desarrollar de las relaciones III. Identidad social grupo en cuanto de encuentro familiar,
habilidades Interpersonales. Grupo. De pareja y de amigos.
III. Bondad o desarrollo III. Crecimiento del III Creer como
de la responsabilidad grupo y de cada profundización y
Social. persona en la Celebración de la fe.
IV. Recreación o desarrollo dimensión social
de la expansión sana en el De la vida.
Tiempo libre. IV. Crecimiento del
V. Vivencia de la fe o grupo y de las
educación y celebración Personas en la fe.
de la fe
Secuencia I. Reconocer lo que viven y I. Profundizar en los I. Descubrir las I. Descubrir la experiencia
formativa que se Lo que quieren vivir. Sueños. experiencias Personal.
propone para II. Reflexionar sobre los II. Reconocer los Personales. II. Desmitificar la
abordar la desafíos personales para desafíos de II. Desmitificar la experiencia personal y
experiencia acortar la distancia entre Crecimiento. experiencia Colectiva.
Ambos. III. Encontrarse con personal y III. Restaurar el sentido de
III. Celebrar la experiencia a Jesús. Colectiva. la experiencia
La luz de la fe. IV. Servir III. Restaurar el personal y colectiva a
sentido de la La luz de la fe.
experiencia
personal y
colectiva a la luz
De la fe.

Julio Olate
Sicólogo Pastoral Vocacional .C.E.CH.
SECUENCIACION DE OBJETIVOS DEL M.J.D.

CAPACIDADES T1 – 2º 3º -4 5º- 6 º 7º - 8º 1º - 2º 3º - 4º
Descubrir y dar Aceptar y Aceptar que Iniciarse en el Valorar y aceptar Trabajar el Persona abierta
sentido a la vida. valorar ser mi vida tiene conocimiento en forma positiva propio a la verdad
hijo o hija de un inicio y un de si mismo, la propia conocimiento sobre si misma
Dios. fin y en ella en todas sus transformación para adquirir que se plantea el
tengo una dimensiones. física, sicológica y un concepto Proyecto de
misión que es afectiva. positivo, Dios sobre su
una e integrando las vida.
irrepetible. Iniciarse en la dificultades
visión critica de si propias de la Ir desarrollando
mismo, de los adolescencia. una actitud
otros y de los profunda y
acontecimientos. Vivir en una contemplativa
sincera actitud ante las grandes
de búsqueda interrogantes de
desde un la vida, la
análisis plural sociedad y el
de la realidad, mundo.
usando y
encauzando Seguir
su vitalidad profundizando
juvenil. el propio
conocimiento,
Descubrir para ponerse e
nuevos al servicio de los
caminos y demás.
modos de ser
feliz, ajenos al Elaborar a partir
consumismo. de si mismo un
pequeño
proyecto de
Vida que
unifique su
persona.
Celebrar la fe Hacer Celebrar el Celebrar la fe Iniciar a la oración Descubrir la Conocer el
experiencia bien que con su curso. personal en el oración como proceso de fe de
de confiar hacen otros. grupo desde los encuentro María.
en Dios Rezar por sus acontecimientos personal con
Padre. vecinos de de la propia vida Jesús. Conocer el
Prepara un casa. y de su entorno. proceso de
Renovar el altar familia Iniciarse en la oración de
bautismo, junto a su Seguir Participar dando práctica diaria María.
conocer a familia. vivenciando la sentido en la de los 15
sus Eucaristía y Eucaristía y la minutos de Tener momentos
padrinos. Agradecer el Sacramento Reconciliación. oración y de oración, con
poder del perdón... participar la Palabra de
preparase a Valorar la Vida de activamente Dios.
la comunidad. en la oración d
Comunión. e su Tener un
comunidad... momento diario
de oración desde
Descubrir y los
vivir los acontecimientos
sacramentos personales y
como sociales.
encuentros de Participar
la Comunidad activamente en
cristina con el la celebración de
Dios de la la Eucaristía y
Vida. de la
Reconciliación.
Vivir de el
sacramento de la
confirmación,
como momentos
central de su
opción por
Cristo.
Vivir los valores Conocer la La Sagrada Jesús y su Jesús nos promete El sermón de El Mandamiento
del Evangelio. Vida de Familia de amor al Padre un Consolador. la Montaña. nuevo.
Cristo desde Nazaret Dios.
su El Espíritu Santo
nacimiento a Jesús, María
su ascensión y José.
al cielo,
como
historia
sagrada.
Vivir con sentido Yo y mis Soy Pertenezco a Formarse a la La comunidad Ser acogedor
comunitario amigos importante una escucha del otro, es un lugar con otros, Ser
para mi comunidad al respeto de las que me ayuda participativo y
comunidad. quiero opiniones ajenas, a a crecer, como fraterno, somos
permanecer en decir lo que persona y pequeña Iglesia.
ella. pienso con respeto como Colabora en mi
y claridad y ser discípulo de medio en lo que
consecuente. Jesús. puedo.

Dar razones de Jesús Hijo Conozco y Conozco y Buscar respuestas Logra mi Ir iluminando la
su fe de Dios y de profundizo profundizo las alas dudas e primera vida diaria
María las verdades 7 peticiones interrogantes que síntesis desde una
del credo. del me aparecen personal de fe, opción de fe
Padrenuestro. respecto de mi el Dios en madura.
experiencia de fe. quien yo creo. Significado de
Así es mi mi testimonio
Iglesia., así la cristiano allí
amo... donde estoy y
con quienes me
encuentro.
Aprender a dar
razones de mi fe,
sin vacilar, sin
imponerse. Pero
siendo
convencido y
convincente.
Comprometerse Hay niños A mi Sufro por Descubrir las En mis Conocer y
en la que sufren alrededor y causas necesidades del trabajos profundizar la
transformación ¿Por qué? en mi hay personales, propio ambiente, buscare realidad y la
de a realidad dolores familiares, de y asumir empezarlos, problemática
causados por convivencia en pequeñas desarrollarlos social,,sus
la mi curso, y en responsabilidades y terminarlos causas,
enfermedad, la sociedad en para aliviar lo que bien. consecuencias,
la soledad, el que vivo .Hay se pueda. Mi fe tiene Especialmente
egoísmo, la guerras, hay una en las personas.
guerra , la cosas que me dimensión de
separación de duelen en el testimonio Tomar
los padres, alma. otros s e fijan conciencia del
¿Quien me en mí como compromiso
da respuesta cristiano y ven público de la fe
al por qué ¿Qué puedo mi coherencia desde distintas
sucede estos hacer para y mi vocaciones al
y qué sentido estar mejor? debilidad. interior del
tiene ese Pueblo de Dios.
dolor? No da lo Conocer el
mismo qué compendio de
camino tome a Doctrina Social
futuro, deseo de la Iglesia.
conocer al
voluntad de
Dios sobre mi.
Tengo una
vocación. Que
es el proyecto
de dios sobre
mí.

ITINERARIO FORMATIVO MOVIMIENTO JUVENIL DE LA DOLOROSA.

T1 – 2º 3º - 4º 5º - 6º 7º -8º 1º -2º 3º - 4º
Formación Descubro los Dios me ha Tengo Experimentos Mi relación con Asumo mis
humana dones que hay dado muchas deberes. A cambios en mi. la autoridad necesidades,
en mí. Capacidades. veces me valores,
Soy único e equivoco. limites,
irrepetible Mis afectos y el
otro sexo.
Grupo Formo parte Soy necesario Mis amigos y Decido y Me comprometo, Soy Siervo de
de un grupo. para el grupo. amigas. tomamos nos Dolorosa junto
acuerdos. comprometemos. a otros.
Sacramentos Bautismo Eucaristía Eucaristía Eucaristía Eucaristía Vivencia
Confesión. Confesión Confesión Confesión. sacramental.
Confirmación
Vida de María , mi Hablo con mi Intercedo por Conozco los La oración de la Lectura Orante
Oración amiga amigo Jesús. las Salmos. Iglesia. La
necesidades Liturgia.
de la Iglesia y
del mundo
Jesús Hijo de Dios. Bautizado en Prepara su Llama a sus Enseña con El
Que viene a Jordán misión en el para que estén Parábolas. mandamiento
nosotros por Desierto por con El y nuevo.
medio de 40 días. enviarlos a Hace Milagros.
María. predicar.
María La Visitación Magnificat Nazaret Discípula de Cenáculo.
Anunciación Jesús. María y las
Madre al pie de la primeras
Cruz. comunidades
Cristinas.

Madre. Señor, me “ Nuestro amor Ascender ha


Eleonora Nace en el “Soy Sierva ofrezco a ti, Servir a María por Jesús s e sido mi ideal
bosque y entre tuya, Madre” estoy a tu Es Reinar. demuestra en siempre. La
los castaños. disposición. obras” casa paterna
está muy alta.

Iglesia Por bautismo Soy miembro La Parroquia Tiempos María madre de La Iglesia es
soy miembro vivo de la es mi casa litúrgicos. la Iglesia. Santa por
del Pueblo de Iglesia. espiritual. Jesús y
Dios. pecadora por
nosotros.
Valores La alegría y la La generosidad La confianza La fortaleza y La justicia y la La fraternidad
S.M.D. comprensión. y la y el servicio la prudencia misericordia y la paz.
responsabilidad
Proyección Cuido De mis Me debería Soy miembro Hay realidades Somos discípulos La Doctrina
Social compañeros, distinguir por de una dolorosas que mesoneros. social de la
amo mi mi parroquia, la puedo aliviar. Iglesia.
familia. responsabilidad quiero
y compromiso conocer
en lo que hago porque es mi
casa espiritual
Oraciones Padre Nuestro. La Salve Misterios Misterios Misterios Misterios
Ave María Credo Gozosos Luminosos Dolorosos Gloriosos.
Gloria Gloria de la Sta.
Ángel de la Misa.
Guarda La Eucaristía
Bendita sea tu completa.
pureza. Examen de
conciencia.
Confesión.
COMUNIDADES DE ORACIÒN Y VIDA DE LOS LAICOS Y
LAICAS. SIERVOS DE MARIA DOLOROSA

PERFIL DE UNA COMUNIDADES DE VIDA Y ORACIÒN DE LASICOS Y LAIACS SIERVOS DE MARIA


DOLOROSA.

La comunidad de Vida y Oración, está formada por hombres y mujeres cristianos que, atraídos por la persona y el
carisma de las Siervas de María Dolorosa, , intentamos orientar nuestra vida desde el Evangelio, y según los rasgos de la
espiritualidad las S,M.D.
Optamos por seguir a Jesús al estilo de María desde nuestra condición laical.
Nuestra opción responde a la llamada gratuita que hemos recibido de Cristo para asemejarnos a Él y a la misión que nos
ha confiado. Nuestro seguimiento brota de la íntima vivencia del amor de Dios Padre, así como de la apertura a los
acontecimientos y a las personas.

Vivimos y compartimos nuestra fe en comunidad.


Nuestra Fraternidad es una manera concreta de vivir como Iglesia. En ella experimentamos la cercanía de Dios, que se nos
hace presente en el encuentro con las personas, especialmente las más desatendidas, los acontecimientos cotidianos, la
oración, la Eucaristía, la Palabra de Dios y el compromiso apostólico en las distintas realidades temporales. Queremos que
nuestras relaciones fraternas sean un reflejo del espíritu de familia de Nazaret, que se caracteriza por la sencillez y la
búsqueda de la unidad, en un clima de alegría.

Reconocemos en María nuestro peculiar camino de vivir el Evangelio.


Nos sentimos llamados a ser memoria viva de María en la Iglesia. La asociamos siempre a Jesús,. El amor y la admiración
que sentimos por ella nos impulsan a reproducir en nosotros sus actitudes. Acudimos a ella confiadamente, la llamamos
Madre Buena y la presentamos como discípula perfecta, compañera de camino en la peregrinación de la fe, mujer valiente
y profética, camino que lleva a Jesús.

Nos comprometemos en el acrecentar el Reino.


Seguimos así los pasos de Jesús, que entregó su vida por esta causa. Evangelizamos, ante todo, con el testimonio de vida,
siendo fermento en nuestros propios ambientes. También, con la oración y la palabra. Queremos construir el Reino entre
los niños y los jóvenes, especialmente los más pobres y abandonados, en el mundo del trabajo y de la profesión, y en
nuestras familias, entregándonos a esta misión con la misma pasión apostólica que inflamó el corazón compasivo.

Nos hacemos sensibles a las situaciones injustas y somos solidarios con quienes las sufren.
Despertamos en nosotros el sentido crítico que nos permite analizar la realidad desde el Evangelio para comprometernos
en su transformación. Este compromiso, diversificado según las capacidades y posibilidades e cada miembro de la
Fraternidad, permite ir haciendo más efectiva nuestra solidaridad con los pobres y los que sufren. Juntamente con otros
hombres y mujeres, promovemos la fraternidad y nos empeñamos en el trabajo por la paz, la justicia y la salvaguarda de
la creación.

Vivimos en Comunión con la Iglesia.


Insertos activamente, como miembros del Pueblo de Dios, en nuestras parroquias y diócesis, a través de una apertura y
colaboración sinceras, ofrecemos la contribución de una Fraternidad que pretende vivir con talante misionero, al estilo de
las Siervas de María Dolorosa. Favorecemos también la comunicación y acciones conjuntas con otros movimientos o
grupos eclesiales.

Asumimos nuestra formación permanente, de manera personal y colectiva.


Esta formación, medio excelente de crecimiento humano y espiritual, parte sobre todo de la Palabra de Dios, tiene en
cuenta las situaciones reales de la Fraternidad y se esfuerza por integrar fe, cultura y vida.

Capítulo IV LUMEN GENTIUM VATICANO II

LOS LAICOS

1. Estatuto propio de los laicos


en la Iglesia (LG 31-33)

Introducción (LG 30): se habla de «estado» de los religiosos y el clero siguiendo una óptica histórico-jurídica clásica de la
Iglesia entendida como sociedad con «estados» —que posteriormente se calificarán, y mejor, como «condiciones» (LG 43)
—. Se subraya con fuerza teológica que «los pastores no asumen ellos solos» la misión de la Iglesia y que su «función es
reconocer los servicios y carismas de los fieles».
La peculiaridad de los laicos (LG 31): texto central del capítulo IV donde se afirma la peculiaridad de los laicos en estrecha
conexión con los religiosos y los presbíteros, por medio de una «descripción hipológica», según la misma explicación
conciliar. Por un lado, los laicos, negativamente, no son ni religiosos ni tienen el orden sagrado; por otro lado,
positivamente, su identidad surge del bautismo, que les hace participar a su manera de las tres funciones mesiánicas de
Cristo (sacerdotal, profética y real) y, «en la medida que les pertenece», realizan la misión de la Iglesia.

De ahí surge la famosa expresión sobre lo que es «propio y peculiar» de los laicos —no «exclusivo», tal como el texto
conciliar previo decía—, que es su «carácter secular»: es decir, los laicos son primariamente «Iglesia en el mundo».
Negativamente, se recuerda que los «clérigos» deben dedicarse «principalmente» a su ministerio, y que los «religiosos»
por vocación y opción dan relieve a la «transfiguración y ofrenda» del mundo a Dios. Por esto, positivamente, los laicos
tienen «la vocación propia de buscar el reino de Dios tratando las cosas temporales y ordenándolas hacia Dios», y así
privilegian su relación de «vivir en el siglo..., en las condiciones ordinarias de la vida...».

El valor de la condición laical (LG 32-33). Se afirma significativamente que en la Iglesia «la dignidad de los miembros es
común» (LG 32) y que, por tanto, los laicos participan propiamente de «la misión salvífica de la Iglesia» y no por
delegación o sustitución. Se recuerda, además, que los laicos «pueden ser llamados de distintas maneras a una
colaboración más directa con la jerarquía», así como ser convocados a ejercer «ciertos cargos eclesiásticos. Afirmación que
está en la base del desarrollo postconciliar de los llamados «servicios y ministerios confiados a laicos».

2. Las tres funciones de los laicos: sacerdotal, profética y real (LG 34-36)

La participación en la misión sacerdotal (LG 34): repite elementos de LG 10-11, y se habla de sacerdocio «espiritual» en
sentido fuerte gracias a las cuatro referencias explícitas que se hacen al Espíritu Santo; «sacerdocio» que se ejerce de forma
prevalente con una vida santa. Todo esto hace posible «consagrar el mismo mundo a Dios», frase en la que resuena la
expresión tradicional de la consecratio mundi como tarea propia del laicado (M. D. Chenu).

La participación en la misión profética (LG 35): texto con notables reflexiones teológicas en el que se cita de nuevo el
sensus fidei (LG 12), al que se une «la gracia de la palabra (gratia verbi)» como don para poder comunicar la propia
experiencia de fe, unida «al testimonio de su vida y a la fuerza de la palabra». En este contexto aparecen mencionados
particularmente el matrimonio y la familia por su carácter profético. Finalmente, se recuerda la ayuda que los laicos
pueden realizar en «algunos oficios sagrados (Cf. ficia sacra)», y se invita a todos para que conozcan «más profundamente
la verdad revelada», primer texto del Vaticano II en el que se habla de una teología abierta a todos.
La participación en la misión real (LG 36): se ofrecen principios que desarrollará la Gaudium et spes. Así, la libertad
cristiana es calificada como «real» por su carácter de servicio para la promoción de los valores humanos. A su vez, se
afirma la autonomía de las cosas temporales, que se fundamenta en la creación. Finalmente, se indica que el lugar decisivo
de la autonomía «secular» del mundo es «la conciencia cristiana» formada a la luz del Evangelio que debe armonizar el ser
miembro de la Iglesia con el ser ciudadano del mundo.

Las relaciones con la jerarquía y con el mundo (LG 37-38): de forma insistente y casi enfática se trata de la relación con el
clero y se subraya el diálogo, el derecho de los laicos a «manifestar su opinión», el sentido de obediencia, «el trato
familiar», «la justa libertad»..., todo en una perspectiva de comunión en clave de comunicación «interna». El número final
(LG 38) cierra el capítulo con la famosa expresión de la Carta a Diogneto: «Lo que el alma es al cuerpo, así han de ser los
cristianos en el mundo».

Vocación y Misión de los Laicos en la Iglesia y en el Mundo

Síntesis de la Exhortación Apostólica de S.S. Juan Pablo II: CHRISTI FIDELES LAICI.

INTRODUCCION

LOS LAICOS son llamados por JESÚS para trabajar en su VIÑA construyendo el REINO DE DIOS en este MUNDO,
tomando parte activa, consciente y responsable en la misión de la IGLESIA en esta hora dramática de la historia, ante la
llegada inminente del TERCER MILENIO. (Ver No.2, párrafo 4 de la Exhortación Apostólica: Christifideles Laici).
A nadie le es lícito permanecer ocioso dentro de la Iglesia; no hay lugar para el ocio (No. 3, párrafo 2). Por eso se nos invita
a mirar cara a cara este mundo con sus valores y problemas, inquietudes y esperanzas, conquistas y derrotas y
preguntarnos ¿cuál es el rostro actual de la "tierra" y del "mundo" en el que los cristianos han de ser "sal" y "luz"? Se nos
insiste en que es muy grande la diversidad de situaciones y problemas que hoy existen en el mundo y que además están
caracterizados por la creciente aceleración del cambio. Por eso es absolutamente necesario guardarse de generalizaciones y
simplificaciones indebidas. Presenta algunas tendencias que sobresalen en la sociedad actual aunque en forma de
contraste: secularismo (No. 4, párrafos 1 y 2) y necesidad de lo religioso No.4, párrafo 3); exaltación y desprecio de la
dignidad de la persona humana (No. 5).

Reconoce como uno de los grandes signos de nuestro tiempo la creciente necesidad de PARTICIPACION. Finalmente
insta a la Iglesia a realizar esfuerzos para que la humanidad llegue a una verdadera sociedad de COMUNION Y
PARTICIPACION (No. 7, párrafos del 1 al 4).

Jesucristo, esperanza de la humanidad (No. 7, párrafo 5).

Reflexión personal

Recordando la frase de San Gregorio Magno: "Fíjese cada uno en su modo de vivir y comprueben si ya son obreros del
Señor. Examine cada uno lo que hace y considere si trabaja en la viña del Señor". ¿Qué es lo que nos dice la
INTRODUCCION de Christifideles Laici?

CAPÍTULO I

Yo soy la Vid, vosotros los sarmientos

La dignidad de los fieles laicos en la Iglesia-Misterio.


1. Los laicos no son simplemente los obreros que trabajan en la viña, sino que forman parte de la viña misma: "Yo soy la
Vid y ustedes los sarmientos" (No.8, párrafo 1).

2. La Iglesia misma es la viña evangélica. En ella se revela el misterio de vida y amor del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, como don absolutamente gratuito que se ofrece a cuantos han nacido del agua y del Espíritu (No.8, párrafo 5).

3. Sólo dentro de la Iglesia como misterio de comunión se revela la identidad de los laicos y su original dignidad. Y sólo
dentro de esa dignidad se pueden definir su vocación y misión en la Iglesia y en el mundo (No.8, párrafo 6).

4. Laicos, parte integrante de la Iglesia. Carácter peculiar de su vocación (No.9, párrafo 2).

5. Los laicos no sólo pertenecemos a la Iglesia, sino que somos Iglesia (No.9, párrafo 3).

6. Por el Bautismo hemos sido incorporados a la vida trinitaria, para ser Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo (No.12), Templo
del Espíritu Santo (No.13), asumiendo la triple función de ser sacerdotes, reyes y profetas (No.14, párrafo 2).

6. Llamados a la santidad (No. 16, párrafo 1), para contribuir desde dentro a modo de fermento, en la santificación del
mundo, siendo sal, luz y levadura.

7. Santificarse en el mundo (N.17, párrafo 1).

Reflexión personal

Todos los bautizados están invitados a escuchar de nuevo estas palabras de San Agustín: "ALEGRÉMONOS Y DEMOS
GRACIAS, PORQUE POR EL BAUTISMO HEMOS SIDO HECHOS NO SOLAMENTE CRISTIANOS, SINO
CRISTO...PASMAOS Y ALEGRAOS: HEMOS SIDO HECHOS CRISTO".

CAPÍTULO II

Sarmientos todos de la única Vid.

La participación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia-Comunión.


1. Si en el primer capítulo se nos decía que por el BAUTISMO nos insertamos en la Iglesia-Misterio que participa de la
VIDA TRINITARIA, convirtiéndonos en un pueblo congregado en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
(como decía San Cipriano), esta participación en el misterio trinitario es la que genera en nosotros una vida-de-comunión
(No.18).

2. La Iglesia debe ser COMUNIÓN por exigencia de su propio misterio. Es el KERYGMA (Trinitario) el que produce la
KOINONÍA (comunión) y la DIAKONIA (misión). Solamente una IGLESIA-COMUNIÓN puede ser en el mundo
auténtico sacramento de la Trinidad. La eclesiología de comunión es la idea central y fundamental de los documentos del
Concilio (No. 19).

4. Los ministerios y los carismas, dones del Espíritu a la Iglesia y al mundo (No.21, párrafo 1).

5. Los Ministerios ordenados son servicios a la iglesia "in persona Christi capitis" (personificando a Cristo Cabeza) (No.22).

6. Ministerios, oficios y funciones de los laicos (No.23, párrafo 3), diferentes a las de los ministros ordenados (No.23,
párrafo 9).

7. Los Carismas son dones e impulsos particulares con los que el Espíritu enriquece a su Iglesia (N. 24).

8. La participación de los laicos en la vida de la Iglesia se da a través de su compromiso en las Iglesias particulares, de las
diócesis (No.25, párrafos 1al 4) y de manera especial en las parroquias (No.27, párrafos del 1 al 4).

9. La participación de los Laicos en la vida de la Iglesia puede ser de cada persona singular (No. 28, párrafos 4 y 5) y a
través de asociaciones de fieles (No. 29,párrafo 2), que es un derecho (No.29, párrafo 7 y 8). El juicio de estas formas de
asociación de los fieles laicos debe tener en cuenta los criterios de discernimiento (No. 30).

Reflexión personal

Medita esta frase de San Gregorio Magno: "El bien de todos se convierte en el bien de cada uno; y el bien de cada uno se
convierte en el bien de todos. En la Iglesia, cada uno sostiene a los demás y los demás le sostienen a él".
CAPÍTULO III

Os he destinado para que vayáis y deis fruto.

La corresponsabilidad de los fieles laicos en la Iglesia-Misión.

1. La comunión y la misión están profundamente unidas entre sí, se compenetran y se implican mutuamente hasta tal
punto que la comunión representa a la vez la fuente y el fruto de la misión: la comunión es misionera y la misión es para
la comunión (No. 32, párrafo 4).

2. Los fieles laicos están plenamente implicados en la misión evangelizadora de la Iglesia (No.34, párrafo 4).

3. Ha llegado la hora de emprender una nueva evangelización, que debe llegar a formar Comunidades eclesiales maduras,
y en esta tarea los laicos juegan un papel importante (No.34, párrafos 9 y 10).

4. La Iglesia tiene como fin supremo el Reino de Dios que es fuente de plena liberación y salvación para todos los hombres
(No. 36, párrafo 1).

4. Los fieles laicos, por su "índole secular" ocupan un puesto concreto en la tarea de la Iglesia de hacer de la más humana
la familia de los hombres (No. 36, párrafos 4 y 5).

5. El matrimonio y la familia constituyen el primer campo para el compromiso social de los fieles laicos (No.40, párrafo 4).

6. Los laicos de ningún modo pueden abdicar de su participación en la acción económica, social, legislativa, administrativa
y cultural (No. 42, párrafo 2).

7. Evangelizar la cultura (No.44, párrafo 1).

Resumiendo: Amplio y complejo es el CAMPO DE LOS LAICOS para su actividad evangelizadora: la política, la realidad
social, la economía, la cultura, las ciencias y las artes, la vida intelectual, los medios de comunicación social; y también
otras realidades particularmente abiertas a la evangelización, como la pareja, la vida conyugal, la familia, la educaci6n de
los hijos, el trabajo con adolescentes y jóvenes; el trabajo profesional, el sufrimiento.
Reflexión personal

Los laicos, por el dilatado campo de nuestra acción evangelizadora, tenemos una gran responsabilidad en la
transformaci6n de la sociedad, por medio de la gestación de una "cultura de la solidaridad" en estructuras de "comunión"
y "participación".

CAPITULO IV

Los obreros de la Viña del Señor.

Buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

1. El Dios de la Vida nos llama a trabajar por el advenimiento del Reino de Dios, según la diversidad de vocaciones y
situaciones, carismas y funciones. Es una variedad ligada no só1o a la edad, sino también a las diferencias de sexo y a la
diversidad de dotes, a las vocaciones y condiciones de vida; es una variedad que hace más viva y concreta la riqueza de la
Iglesia (No. 45).

2. Una especial atención se pone en los jóvenes. Ellos representan la mitad de la entera población y a menudo la mitad
numérica del mismo pueblo de Dios (No. 46, párrafo 1). Ellos deben ser sujetos activos de la evangelización y de la
renovación social (No. 46, párrafo3).

3. También reconoce que los niños y los adolescentes son una parte de la Iglesia que no se puede descuidar (No.47).

4. De los ancianos dirá hermosamente: "La entrada en la tercera edad ha de considerarse como un privilegio; y no sólo
porque no todos tienen la suerte de alcanzar esta meta, sino también porque este es el período de las posibilidades
concretas de volver a considerar mejor el pasado, de conocer y vivir más profundamente el misterio pascual, de
convertirse en ejemplo en la Iglesia para todo el Pueblo de Dios" (No. 48).

5. Dedica un largo espacio a reflexionar sobre la dignidad, identidad, derechos y misión de la MUJER en la sociedad y en
la Iglesia (No. 49, 50 y 51).

6. También dedica un largo numero a los ENFERMOS, ya que también ellos son enviados como obreros a su viña. Señala
que hay que considerar al enfermo, al minusválido, al que sufre, no simplemente como término del amor y del servicio de
la Iglesia, sino mas bien como sujeto activo y responsable de la obra de evangelización y salvación (No.53 y 54).

7. El último número lo dedica a los diversos ESTADOS DE VIDA que existen en la Iglesia. Obreros de la viña son todos los
miembros del Pueblo de Dios: los sacerdotes, los diáconos, los religiosos y religiosas, los laicos; todos trabajando en la
única y común viña del Señor con carismas y ministerios diversos y complementarios (No.55).

Reflexión personal

Reflexiona en esta frase que nos dice San Pedro: "Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido,
como buenos administradores de las diversas gracias y dones de Dios" (I Pedro 1,10).

CAPÍTULO V

Para que deis más fruto.

La formación de los fieles laicos.

La formación de los fieles laicos se ha de colocar entre las prioridades de la diócesis (No. 57, párrafo 5).

2. La formación de los laicos tiene como objetivo fundamental el descubrimiento cada vez más claro de la propia
VOCACION y la disponibilidad siempre mayor para vivirla en el cumplimiento de la propia MISIÓN (No.58, párrafos 1).
3. Dios me llama y me envía como obrero a su viña; me llama y me envía a trabajar para el advenimiento de su Reino en la
historia (No.58, párrafo 2) y en esa tarea me va revelando su plan amoroso para mi vida (No. 58, párrafo 3).

4. Lo que hace falta para descubrir la voluntad concreta del Señor sobre nuestra vida (No. 58, párrafo 4).

5. No se trata sólo de saber lo que Dios quiere de nosotros, sino de hacer lo que Dios quiere (No.58, párrafo 6).

6. La formación debe llevar a vivir su vida en la unidad, no vidas separadas en lo espiritual y lo secular (No. 59).

7. Enfatiza los diversos aspectos a subrayar en la formación laical: la formación espiritual, bíblica, litúrgica, catequística,
teológica, social, pastoral, moral, sexual (No.60).

8. Señala que la formación no es el privilegio de algunos, sino un derecho y un deber de todos, para poder realizar su
plena vocación humana y cristiana (No. 63, párrafo 1).

9. No se da formación verdadera y eficaz si cada uno no asume y no desarrolla por sí mismo la responsabilidad de la
formación... En esencia, la formación se configura como auto-formación (No. 63, párrafo 2 y 4).

10. Usando los medios y métodos de las ciencias humanas, la formación sin embargo, es tanto más eficaz cuanto más se
deja llevar por la acción de dios (N. 63, párrafo 6).

Reflexión personal

"Solo el sarmiento que no teme dejarse podar por el viñador, da más fruto para sí y para los demás".
A CONTINUACIÒN ENCONTRAS UN CAUDRO TOMADO DE Erik ERIKSON QUE PRESNETA UN
DIAGRAMA EPIGENICO DEL ADULTO

VIII – VIEJO Integridad Existencial INTEGRIDAD


(Después de los 50 Versus Versus
años) Desesperanza y DESEPERANZA -
Dogmatismo Sabiduría
VII – ADULTO Confianza y Autonomía y Realización Profesional Identidad Intimidad Afectiva GENERABILIDAD Integración
(30 a 50 años) Esperanza: en el Libertad mediante profesional cualificado y Integrada. Caridad y amor Productividad Ideológica y
Amor (Familia), en el la Ley y el Orden Afirmación de Eficiente Versus Fidelidad en el Universal Versus Creatividad Filosófica Sabiduría
Trabajo (profesión y en Principios Valores Profesional amor, en el Exclusividad Versus Versus
en la fe (religión) Éticos Universales Versus Ineficiente e Inerte Trabajo y en la Narcisismo y ENSIMISMAMIENTO Autoritarismo
Versus Versus Fracaso y Fe Versus Rechazo Rechazo – Cuidado – Celo. Desespero
Retraimiento y Incertidumbre y ansiedad Identidad
Desconfianza duda. Confusa e
Infidelidad
VI- ADULTO INTIMIDAD Intimidad Mutua en el
JOVEN Versus Amor
(20 a 30 años) AISLAMIENTO Versus
- amor Carencia Afectiva
Elitismo
V– IDENTIDAD Identidad Personal y
ADOLESCENCIA versus Profesional
(12 a 20 años) CONFUSIÓN Versus
DE ROLES Confusión y Fanatismo
_ Fidelidad – fe
IV – EDAD INDUSTRIA Competencia y
ESCOLAR Versus productividad VERSUS
(6 a 12 años) INFERIORIDAD Inercia y Formalismo
- competencia
III – PREESCOLAR INICIATIVA Creatividad e Intereses
Edad del juego VERSUS Versus
(3 a 5 años) CULPA – Inseguridad y Moralismo
MIEDOS
- propósito
II – INFANCIA AUTONOMÍA Autonomía y
Versus determinación
VERGÜENZA Y Versus
DUDA Heteronimia y legalismos
- voluntad
I – INFANTE CONFIANZA Confianza y Generatividad
(1 año) Versus Mutua
DESCONFIANZA Versus
BÁSICA esperanza Aislamiento e Idolatría

EL Encuentro.

1 Planificar el año a partir de la realidad del grupo


2 Tomar un primer contacto con las principales voces de Dios que nos interpelan este año
3 Cuidar que la vida del grupo se desarrolle en forma armónica a lo largo del tiempo.

Desarrollo del Encuentro :

El grupo es una comunidad de vida, su fin es ayudar a llevar a la realidad personal los ideales propuestos, de acuerdo a la
vocación de cada uno. Para los que han hecho una opción, el grupo (si lo tenemos) normalmente acompaña durante largos
años y, por eso, tenemos que velar en forma creativa para que responda siempre a la vida.

Para que esto suceda hay cuidar que el grupo no pierda su vitalidad y se desarrolle siempre en forma armónica. Es decir:
Que no se transforme en un grupo sólo de reflexión teórica y no tenga presente la vida de cada día.
Que guiado por la Fe y la confianza en la Divina Providencia responda a las voces de Dios que se manifiestan en los
anhelos, las necesidades, las carencias, la problemática real de sus miembros y los acontecimientos importantes del mundo
en que vivimos.

Que cultive permanentemente la vinculación a las fuentes de vida que es la Eucaristía y la oración personal.
Que sea receptivo a las corrientes y acontecimientos en la vida de la Iglesia, y también del mundo. En el grupo debe
ejercitarse la actitud de María la escucha y la meditación. (Lc. 2, 19.52)

Que se mantenga abierto y flexible a aceptar, si las circunstancias lo requieren, nuevos miembros que sean afines y que
puedan enriquecer a la comunidad.
Por lo tanto, para planificar este año la vida de grupo, tomar en cuenta los siguientes aspectos:

LA REALIDAD DE LA COMUNIDAD:

 Identificar claramente:
 Los intereses de la comunidad ¿qué los mueve?
 Las necesidades de acuerdo a la edad, realidad familiar, etc.
 Las carencias: lo que no se ha conquistado o logrado aún.
 El ideal de la comunidad (si lo tienen) o las fortalezas de ella.
 Tener en cuenta el desarrollo que ha hecho el grupo; conciencia de qué etapas ha tenido; procurar tener
continuidad con los pasos dados.

Cada matrimonio o miembro de la comunidad reflexiona sobre cada uno de estos aspectos para descubrir dónde cree que
hay una clara voz de Dios que tomar en cuenta para la planificación del año.
Compartir lo reflexionado entre todos y definir un objetivo de crecimiento de acuerdo a la realidad de la comunidad.

EL DESARROLLO ORGÁNICO DE LA COMUNIDAD:

Cuidar que la vida de grupo se despliegue en toda su riqueza, tomando en cuenta las 5 dimensiones de las comunidades
de vida y oración.

1 Comunidad de oración

 Comenzar cada reunión con un momento importante de oración profundo y personal donde todos participen (ver
sugerencias para cada reunión).
 Asegurar cada cierto tiempo un buen momento de oración frente al sagrario..
 Fomentar concretamente la oración de unos por los otros.
 Otros.

2 Comunidad fraterna
 Asegurar al menos una jornada de grupo al año.
 Hacer un paseo, que si es posible, incorpore a los niños.
 Celebrar los cumpleaños de sus miembros.
 Celebrar los aniversarios
 En general, cultivar los contactos interpersonales.
 Otros.

3 Comunidad de formación e ideales

 Establecer una meta clara de crecimiento como grupo y evaluarla cada cierto tiempo.
 Asegurar y darle prioridad a la participación en las Jornadas, Retiros y actividades de las comunidades de vida y
oración.
 Estudiar y definir cómo y desde qué perspectiva van a asumir la Línea que se proponen y el Material de trabajo
sugerido (anillado).
 Velar porque siempre las reuniones se orienten a la vida (reunión taller) y se concluya con un propósito a realizar.
 Distribuir funciones a los diferentes miembros del grupo para desarrollar el espíritu de corresponsabilidad con los
animadores y asegurar una participación activa de todos..
 Rayar la cancha: fijar día, hora (comienzo y término) y metodología de las reuniones formativas.
 Incentivar la lectura de textos de relacionados con María y las S M.D.
 Línea de Año Otros.

4 Comunidad apostólica

 Velar que todos los miembros de la comunidad tengan un apostolado de acuerdo a sus talentos, situación y vocación.
 Proponerse y definir una acción apostólica como grupo al año.
 Dejar una reunión en cada semestre para comentar, evaluar y enriquecerse con el apostolado de los diferentes
miembros del grupo.

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