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A) JorisPRUDENCIA DE 1A Corte Suprema DE JUsTIcIA DE LA Nacion § 29. Inrropuccion. — La historia de los derechos individua- Jes homogéneos en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justi- cia de la Nacién no ha sido lineal; se ha visto signada por cons- fantes avances y retrocesos'!. A favor de esta especie de tutela demos decir que, en una mirada proyectiva, siempre ha sido més el terreno que se fue ganando con cada avance que el perdido con el repliegue posterior pero, si bien ello arroja un saldo positivo, Jas cuentas no cierran cuando se piensa que se ha demorado mu- cho en plasmar en normas inferiores lo que la Constitucién nacio- nal prevé de modo expreso desde 1994. Ademas notaremos, si nos tomamos un espacio para reflexio- nar y para contrastar lo que surge de los antecedentes que glosare- mos con lo que se ha elaborado en el derecho comparado, que el camino hacia un reconocimiento medianamente razonable de los derechos individuales homogéneos apenas acaba de iniciarse. En la actualidad, la Corte Suprema, por el voto mayoritario de algunos de sus miembros, ha adoptado una postura proclive a la admision. Sin embargo, y esto hay que resaltarlo, en miras a las Variaciones en la futura composicién del érgano, los miembros del méximo tribunal todavia se encuentran divididos en torno a consi- derar si este tipo de conflictos debe ser considerado dentro de lo ae 1 Ver, en general, Sarcapo, Los derechos de incidencia colectiva en la jurispru- cia de Ia Corte Suprema de Justicia de la Nacién. nséruccién del caso colectivo, LL, 2007-D-787. ns ‘ewer on CSJN, 81/10/00, “Defensoria del Pr, 2 Sxucano, La Corte y ae a 104 ee ies (/Secretaria de Comunicaciones, res: 2629/99 siz oe if 16.956", Fallos, 620:4647, LLuego Lonexzerrt, ZAFEANON!, Magura y Hi ee Nowsco realirmaron la admisiilidad en el caso “Halabi” (CSN, 24/0/09, Ja, ae 715/98, “Procleleo wea 830:2800), MsAMIOS que Taf i pee “ rhacion de as ee Sue ‘Pattimonial no determina en forma alguna la’ 2 ee poreios proc través de la legitimaci xtraordinaria ps oe del art. 43 de la ley omen ao chos en cuestion remitan a bienes extray ene on libertad, no diseriminacién, ete.), su divisibilidad (posibilidad ue lu titularidad y goce de un derecho puedan ser ejercidas sé radamente por Jas personas afectadas) no obsta a veeen del enjuiciamiento colectivo’?*, Lo hace basado en Ja interpreta- cién del consid. 10 del voto del juez citado. En nuestra opinion, en el voto referido no resulta definida la existencia de una postura intermedia; mas bien pensamos que Maguena se enrola en une sion restrictiva respecto de los derechos individuales homogéneos. En definitiva, la cuestién parece circunscribirse a reconocer la posibilidad de que los derechos individuales homogéneos constitu- yan un caso o controversia susceptible de ser resuelta -respetando todas las garantfas constitucionales involucradas— en los tribunales en un solo proceso o si se trata de derechos que sélo pueden ser reclamados por sus titulares”. En este periodo se destaca un caso referido a la materia penal, donde -si bien no se realizaron las consideraciones docentes que 2% ESN, 2618/03, “Colegio de Foncaudidloges de Entre Ries’, Ll 2004-93; td, 968/03; “Camara de Comercio, Industria y ProducciOn de Resistencia AS 7 s Tullos, 396:9007; fd., 7/10/03, “Colegio Pablico de Abogados de Capital Federal ME nisterio de Economia, Obras y Servicios Pablicos”, LL, 2004.C-268; tt 7/0/03, “Co- legio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires c/Administracién Federal de Ingre- $08 Priblicos”, C1969 XXXVIL. 2 Giannini, Los procesos cole mogéneos. Los problemas que suscil EL, 2008-497. Jpansyetn destaca la importancia dé establecer en cad POSS derechos de incidencia colectiva o no, en miras a0 clctay sentences g ‘utoridad de cosa juzgada, a personas que no har sale é rechos de incidencia colectiae 007-C-80 ctivos y la tutela de los derechos. individuales 1a la noctén de “derechos de mcidencia col id d en tanto alirm¢ Fiencign nacional y de Ja Con EI pedido ane en él a is ridica en Ja que se encontraban las personas aeusad i ate cometidos antes de cumplir los c ‘aiios de edad, quienes eran privadas de su libertad aces podrian ser responsabilizadas, por no ser penalmente punib Jos términos del art. 1° de la Tey 22.278. Las normas citat ron atacadas atento a que habilitaban a los magistrados a Ja libertad de los menores, a efectos de realizar estudios d personalidad, condiciones familiares y ambientales. Alegaron éllo era violatorio de su libertad ambulatoria, sin que existiera’ prevision legal que permitiera su revision en una instancia di pugnacién. De tal suerte, en caso de que prosperara el pe solicitaron que se dispusiera la libertad de todos los menores nados en el Instituto General San Martin de la ciudad de Bue Aires, y la extension de tal decision a todos los menores que é futuro se incorporaran a cualquier dependencia en las condi de restriccién de la libertad referidas”®. Ee Sala III de la Camara Nacional de Casacién Penal, Pe eb aiaid iakcietos, ondenande Ie Hbecoiah aaa Ae Bedctonia rpuestos, ordenando la liberacién progre: nidos en el término de noventa dias, plazo en el berfa resolverse también la situacion de qui ee oe del tribunal ingresaran en los instit quienes a parti del La Corte Suprema declar6 a ee nore dinario, sin que ello reece Se un pronunciamiento sobre el los Der TL, 2008-3 lene eal MO ni ae una “mesa Como se advierte, los dos tribunales citados coinciden en cesidad de modificar un estado de cosas: el tratamiento de | nores en conflicto con la ley penal, derivado de una legis inferior que no ha acompafiado el avance de las normas de rango superior; el punto en discordia es el modo en que deben implemen- tarse esas modificaciones. La Camara de Casacién Penal fue mas radical en su decisién, mientras que la Corte Suprema afronté el problema de manera mas moderada. Ambas reconocen la posil dad de efectuar una tutela en clave individual homogénea, que no solo beneficiarfa a los menores de dieciséis afios que actualmente se encuentran internados en el Instituto General San Martin, sino a aquellos que en el futuro entren en conflicto con Ia legislacién penal: § 32. Ex INICIO DE LA CONSOLIDACION A PARTIR DE “Haapr’. La evolucién de la cuestién ha tenido una vuelta de tuerca sustan- cial en el precedente “Halabi”, donde la Corte Suprema reconocié. la tutela jurisdiccional de los derechos de incidencia colectiva®. As{ fue interpretado por la doctrina que se ocup6 de comentarlo™ 2 SIN, 18/3/08, “Garcia Méndez, Emilio, y Musa, Laura 7, Fal y DJ, 2008-1-1168. 2 CSN, 2/19/08, “Carofa Méndez, Emilio”, Ll 2009. 329. © GSJN, 24/2/09, “Hlalabi, Ernesto ¢/PEN ley. 25,873, ley 16.986”, JA, 2009-I-608, 31 Arent, Las acciones eolectivas in sistema), Lib, 2009-B-740; Azan, En iudad condicién de el caso, un ciudadano, en su com c n6 Lenco de inconstitucionalidad de oe : (ley 25.878 y deer. reg]. 1563/04), por cuanto admitia: la cién de las comunicaciones telefonicas y de Internet, sin : 2009-D-1029; Banen!, El dinamismo tecnolég ees defensa de los derechos hwnanos, LL, 20 Avanza la delimitacion del amparo colectivo, EDA, 2009-420; Banca, estatal de las comiinicaciones privadas y acciones colectioas en un fallo impo EDA, 2009-429: Boico, La nueva etapa del amparo colectivo. El caso Halabi y tual escenario del art, 43 de la CN, LL, 2009-B-208; Cassacne, Derechos de i colectiva, Los efectos “erga omnes” de la sentencia. Problemas del reconocimée la accién colectioa, LL, 2009-B-646; Cuisre - SAncuizz Conaea, La Corte emit doctrina sobre los derechos de incidencia colectiva, EDA, 2009-565; Datta Via, 1 visio dela Corte Suprema puesto en defensa de la privacidad, JA, 2009-T1-636; Roa- Sanavia Frias, Acciones de clase: un avance pretoriano determinante del a bunal, LL, 2009-C-247; Faicon, Algunas cuestiones sobre el Proceso colectit DIT: Gancta Putts, Las seatencias que declaran la inconstitucionalidad leyes que vulneran derechos de incidencia colectiva di mites subjetitos de la cosa tucién nacional y las acciones colectivas: reflexio "axe, A propésite del fallo “Halabi”. dOudles son los nuevos esténdares ‘AUsZ20, Hoy como dyer, la Corte Sup: sombras de “Halabi”, « 100 anos di Los litigios masivo, rocesales. Luce Mey. 2009-49; Ceratano - ey ce la Corte Suprema, u Taciones sobre ol cag m0 D4 clase” tL, 109-B-401, Sacdes, Proceso constituctonal, JA, d: Si ca ‘ale 3] adecuada para debatir la cuestién y que el caso era virtnd del dictado de un decreto posterior que suspend 6 eacién de la norma cuestionada (deer, 357/05). En primer: a tancia se hizo lugar a la inconstitucionalidad olden la Sala tT de la GAmara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Adminis- trativo Federal confirmé el pronunciamiento y, considerando que la legitimacién del actor “no exclufa Ja incidencia colectiva de la afectacién”, dispuso que la sentencia debfa aprovechar a todos los usuarios que no participaron del proceso, El Estado nacional interpuso un recurso extraordinario fede- ral, que fue concedido y luego considerado procedente, en los términos del art. 14, inc. 3°, de la ley 48 y por la repercusién insti- tucional del decisorio. En este punto, el Colegio Publico de Abo- gados de la Capital Federal y la Federacién Argentina de Colegios de Abogados se presentaron adhiriéndose al planteo del actor. Tam- bién el maximo tribunal, segtin lo establecido en la acord. 30/07, convocé a una audiencia publica de carécter informativo. Debe- mos anotar, ademas, que el recurso que debia tratar Ja Corte Su- prema se limitaba exclusivamente a descalificar el efecto erga om- nes del decisorio de Ja instancia anterior. La decisién de la mayoria recepto los derechos individuales homogéneos y declaré la inconstitucionalidad de las normas cues- tionadas con eficacia erga omnes. El fallo estructuré sus argue mentos fijando los cimientos sobre los cuales debe erigirse este tipo de tutela jurisdiccional. A continuacién nos referiremos a las pautas que nos parecen més notables segiin nuestra lectura del fallo, Ello dispararé nue vas vertientes de andlisis a las que yolyeremos cuando expliquemos los perfiles de los distintos institutes que normalmente conforman un proceso colectivo individual homogéneo. a) Cicro msrémco. ‘Los fallos “Mendoza, en. EGO Se lerechos colectivos difusos © indivisibles, y ie We a tutela individual homogénea, resultan sor 2% iit mas, por oe entina, de Joaquin V, GonzkuEz, e 1” 6 iano, se intenta poner remedio a una situa cet ji ist6rico, yuelv E] méximo tribunal, reiterando un eo eairemedion fender la idea de que “donde hay un dere suede yee para hacerlo valer toda vez que sea dee 1 ee Operativas las garantias contenidas en el at “~> Hua actos len Asf como estos casos crearon el ees KOE el nuevo siones del Estado —“Siri”— y entre particula Sos ealect oan tandem constitucional lo conforman los ees individuiales derechos indivisibles —‘Mendoza’— y para Ce homogéneos —“Halabi”— NZ ES CATEGOHL b) Los iwpivinuanes HoMOGENEOS COMO UNA DE LAS TRES Cat) " (As Siguiendo la linea de andlisis iniciada en DE DERECHOS EXISTENTES. el caso “Mendoza”, se postula la existencia de tres categorias de derechos: individuales, de incidencia colectiva que tienen por obje- to bienes colectivas y de incidencia colectiva referidos a intereses individuales homogéneos. ‘ Respecto de los derechos individuales homogéneos, sin perjai- cio de que la Corte Suprema retoma limeas explicativas sobre los derechos colectivos indivisibles, aclara que son prerrogativas que no sé dirigen a un bien colectivo comin, sino que resultan entera- mente divisibles. Todas ellas se encuentran aunadas por un hecho tinico 6 continuado, que proyoca una lesién y, por tanto, es posible identificar una causa factica homogénea. __ bor ello debe demostrarse que los presupuestos de la preten- sion son comunes a esos intereses, a excepcién del dafio indivi pete oe . - oe Factica y normativa leva a ee ean, ; re zacion de un solo juicio con efectos ¢ cosa juzgada, salvo en lo referente a la prueba de SIN, 272/57, “Siri, Angel s/interpone recurso de habeas conpus®, Fale 82; fd, 5/9/88, « 82 td. 5/9/58, “Kot, Samuel SRL s/recurso de habeas corpus”, Wallos, 241 Luego, en el consid, 14 se advierte que el t cuenta que el peticionante ejerce “una adecuada rey fodas las personas, usuarios de los servicios de ee é —dentro de los que se encuentran los abogados aulostact deran los efectos de la sentencia”. De tal suerte s Sea recaudo de la representacién adecuada. ga Lo mismo ocurre con la necesidad de publicidad del proce respecto de la cual la Corte Suprema considera como suficiente audiencia celebrada en su sede y las presentaciones efectuadas. como aimigos del tribunal por diversos organismos referidos a la ac- tividad de los abogados. ; E] tribunal también hace hincapié en la correcta identificacion del grupo o colectivo afectado, en una adecuada notificacion de, todas las personas que pudieran tener interés en el pleito y en brindar la alternativa de quedar fuera del decisorio o de presentar se como parte o contraparte. El consid. 20 del fallo contiene un buen resumen de todas las cuestiones. Alli se dijo que “es por ello que esta Corte entiende que la admisién formal de toda accién colectiva requiere la verifi- 4 el decisorio que, al ser la “primera oportunidad en la que colectiva que tiene por objeto la proteccién de existe una reglamentacién al respecto, cabe 8 También expres: se delinean los caracteres de la accién derechos individuales homogéneos y que no ser menos riguroso a la hora de evaluar él resto de los recaudos que habré que exigit en lo sucesivo en los procesos de esta naturaleza’. En este pay . ee ae tar que la Corte Suprema toma como pauta la ee le wee I eee En tal sentido, expone que “la accion resultard de toclos mo: ea teen sa a supuestos en los que cobran preeminencia otros aspectos referit : : como el] ambiente, el consumo 0 Bs ake 2 sido postergados, 0 en su caso, débilmente pro's turuleza de esos derechos excedle el interés de cada pats evidencia la presencia de un fuerte interés estatal re a él de Ja sociedad en su conjunte, En tal sentido, lea Const, nacional brindan una pauta en'la linea eee guinentativa habfa sido enunciada por NER al ae Blo Ter gered nacional’, JA, 207 OEO%T cans do: del litigio, 5 oe . arene fuera del pleito co: arte o coutraparte, Es meuester, por | enten adecuadas medidas de publicidad orien’ ién 0 superposicién de procesos colecti un mismo objeto a fin de evitar el peligro de que se dicten 5 ‘cias disimiles o contradictorias sobre idénticos puntos”. Las yariables de andlisis resentadas, que la Corte Supr nala como recaudos a considerar, tienen gran similitud con gencias -sean de admisibilidad general o particular— requei Ta regla 23 de las class actions estadounidenses, sobre las que yeremos 4 ocuparnos més adelante, el obrar del Grgano, si ‘pantas de admisibilidad a | fomos serén objeto de andliie “ 0. En la necesidad ; necesidad de proveer res on aoe individuales ee a Cont mi ‘ ei ee €xperiencias habidas en otro Gab tte se trata de uy fal qu ae tra una senal que a due tendra el ins ito y, a i Ue a g ice ; Ilo advertimos que, de las tres opciones del dere 0 Jas que se hace menci6n, se resalta la estadounidense ‘ otras. ; Ademés, de manera expresa, el alto tribunal puntualiza que los intereses colectivos exceden el procesa de amparo®. : - £) REPRESENTACION ADECUADA Y EFICACIA DE LA DECISION. tra opinién, hay una contradiccién en la estructura interna del fa- Ilo. Esta se advierte al contraponer las ponderaciones del tribunal sobre el control de la adecuada representacién, aspecto evaluado expresamente en el consid. 14, y la posterior eficacia que le otorga al decisorio en el consid. 21, erga omnes. Decimos esto por cuan- to el referido control tendra como consecuencia que la eficacia de Ja sentencia, en términos de inmutabilidad, se impondra a la parte (grupo o clase) que ha sido descripta en el proceso. El tema es tratado con mayor detenimiento y profundidad en el § 75, f, al cual remitimos para evitar reiteraciones. En nues- g) PROCESO GOLEGTIVO Y DECLARACION DE INGONSTITUCIONALIDAD. La Corte Suprema efecttia una declaracién de inconstitucionalidad de una ley en el marco de un proceso colectivo, La incorpora- cién de esta nueva herramienta, que también puede ser utilizada como medio de viabilizar una pretensién mere declarativa de inconstitucionalidad, proyecta las posibilidades de lograr la trascen- dencia del ejercicio del control a una generalidad de personas: los integrantes de la clase involucrada. Sin embargo, como ya puntualizamos, la extension de la sen- tencia tendré proyecci6n a la clase que es parte del proceso: Por ello, cuando la Corte Suprema, en el precedente “Halabi”, lleva ~ a cabo esta modalidad de control, no debe descuidar que la efica- cia del juzgamiento en un pleito colectivo se encuentra ligada al © Savcaso, El amparo como una verdadera tutta dferenciads wipida y sped ta. A propéstto de los conflictas que deben discurrir por su ofa, “Revista de Derecho Procesal”, 2008-11-191. la para | cuando la cuestién se _de una norma: LEC conrLicro. Segiin nuestro c aural loins de los derechos individuales ho nacido en el conflicto deseripto en el precedente a al, Decimos esto por cuanto, al declarar Ja incor ja ley 25.873 y de su decr. regl. 1563/04, 1a Corte. ‘ma dio por concluido el conflicto y no tuvo necesidad di mentar etapas ulteriores para hacerlo efectivo. Como lo hemos anotado en este trabajo, el maximo hizo extensas consideraciones sobre la viabilidad de los individuales homogéneos y sobre las estructuras procesales id para hacerlos efectivos. Muchas de estas argumentaciones, desde el caso conereto, no revisten mas que fundamento obiter dictum. La sencillez de la cuestién factica y su implementacién, nuestra vision del conflicto, alentaba a que la Corte Suprem: diera hundir los cimientos de este tipo de tutela, sin verse en cada en la tarea de delinear una farragosa etapa posterior de cién de una sentencia colectiva. ae con la mera declaracion, hay numerosas cuestion leben oe Por ejemplo, cuando la condena conti una ob! igacton de dar, cada uno de los miembros de la cl: 14 acreditar sus circunstancias hetero; sonal, nexo de causali dra yemos en otro lugar de la obra, ere ciente para oe ae hipstesis. a regulacion de la conducta a desple; 1 Retoutah: oa es un imperativo prseticn ye ee Herons ae ejecucion y que en el proceso colectivo acarrea Scan no encuentran respuesta en la legislacién vigente®® ee Por ello decimos, con una alta dosis lative . nal, tomando parametros de practieidad, “ligie” ae aS a en su extension posterior que le permitié postular sus tha, ake Jas a conocer a los operadores, sin asumir ~abertidimette a que estaba sentando su doctrina— el costo operative de la ejecuci ’ de la sentencia colectiva. J i) OrRA RESPUESTA POSIBLE AL CONFLICTO DE “HAuanr, REAasION. En los parrafos precedentes hemos dejado traslucir que, si bien en términos de proyeccién de los derechos individuales homogéneos, “Halabi” —con algunas salvedades que hemos anotado— es un pre- cedente valioso, existian otras respuestas jurisdiccionales para arri- bar a un resultado idéntico. A ellas nos referiremos en el § 36, cuando estudiemos el ejercicio del control de constitucionalidad en. el caso colectivo. Alli remitimos al lector y, si bien brevemente daremos cuenta de nuestra postura, también queremos anotar que lo que a primera vista podria ser interpretado como una critica, en realidad no hace mds que ratificar el convencimiento de los magis- 46 Una aproximacién en nuestro medio es el art. 54, parm 3°, de la ley 24:240 Gnsoducd entra de In ley 26.361- referdo a las aceiones ipretensiones) de iradencta enteetva, ave ba establedido las siguientes pants: “Si la cuestion CES” contenido patrimonial establecera las pautas pare la reparacion scone oe dimiento para su determinacién sobre la base del principe eee se trala de la restitucién de sumas de dinero se hard por los mises ton percibidas, de no ser ello posible, mediante sistem” que oe itan dos pueda acceder a la reparacion y, si no pudieran se: mcs 4a manera en qué el resarcimiento sea instrumentado, sie al grupo afectado. Si se trata de dartos diferenci usuario, de ser factible se establecerin grupos oc drén éstos estimar y demandar lai En lo referente a las medidas cautelares solicitadas p én de Bancos de la Repdblica Argentina, junto con ‘otr: adherentes, en su condicién de e4mara gremial tiva dell sector bancario privado argentino, se dio curso aly interinal en el mareo de una accién declarativa promovida e1 tancia originaria de] maximo tribunal contra la provincia nos Aires”, El caso serd examinado con més detenimient § 82, al referirnos a las medidas cautelares. nulidad de la normativa que autorizaba la facturacién del C01 nente medido de manera global, con cargo al consorcio de co) Pielarios respectivo, en los casos de edificios afectados al re de propiedad horizontal que no poseyeran conexiones indepen Ja Corte Suprema, con el voto de lo: Pes MAQUEDA y ZarFARo iri Ee us we NI —que se adhiriero f > confirid a una decisié: i Tos usuarios afectados®, y la fijacion en ose «: celda, Ally Tanto el Juzgado Federal como ciones de Salta consideraron abstracto el 3 dado que el traslado de once de los det ficaciones estructurales realizadas, habi: mente la situacién lesiva. La Sala Tl de Casacién Penal, al advertir que el nvimero de dete (diecisiete) al que sustent6 la decision del juez fe sideré que debian adoptarse las medidas neces regularizacion de la situacién de las personas 2000 SA y todos los suerto internacional “Ministro Pistarini”, cuya pretensi J cual se habia excinido 6 tasas aeroportuarias. aso, ciremstancia que en nuestra opinién es Suman que deemeale no habfa era una oe ne complejo proceso, dadlo que no estaba P) isto COT dele eo juzgada, la ue inbiera sido perjudielal. tores représentados por una asociacion= como, Pi (CSRN, 11/ 8/09, “Procurar o/Ksstado nacional y O07 velié a exilt la existencia do un ‘caso sex de des Liomogencos, como recaudo imprescindible p N, c/NVAR B Salgelo, sutote operativo el art. 18 in fine de Ja Const. macion jas contenidas en los instramentos internacionales, l procuradoy eneral, Esrepan Ricui, siguid los fit Me ets al maximo tribunal que se deja: el pronunciamiento apelado y se ordenara el dictado d forme a derecho. Agreg6 que, a su juicio, se oto; 26 luci6n naturaleza individual, al exigir que las condiciones den das afectaran a sujetos determinados, impidiendo de ese. ‘examen de los agravios con la extensién pretendida, lo que. una interpretacion restrictiva de las normas que regulan clin to, el que fue reconocido como instrumento deducible colectiva. prema hizo suyos los fundamento, clusiones anotadas y fallé en consecuencia, No cabe duda de esa. Jerarquia, EI norte en estos casos debe estar puesto &ro paulatino de metas que permitan la instauracién de um: ia de una controver: caso” es la Ilave « fun a Decade por la Corte Suprema, que los primeros fallos*. te 3 oe embargo, él concepto y Jos limites de] “case” yiando a Io largo del tiempo, en cuanto al contenido la cuestién a efectos de permitir su examen por p; magistrades. Hay distintos ejemplos sobre este punto. 1) Guesnoyzs routricas. Hay determinados actos em los otros poderes del Hstado que, en razon del principio eién de poderes y por su cardcter constitucional, no p objeto de fiscalizacién o examen por parte del Poder Judi trata de las denominadas “cuestiones polfticas no justiciabl litical questions—, que quedan fuera de lo que denominamos: Recuerda Brancur que la regla general es que no corr que el Poder Judicial examine la conveniencia, oportunida to 0 eficacia del criterio adoptado, traténdose en esos supuesto ejercicio del ambito discrecional de los otros poderes, No se nos escapa que el concepto en si mismo es de dif plicacién. Sin embargo, en este punto nos interesa ort Cuestiones que en otras épocas quedaban totalmente fuera « trol jurisdiccional, es decir, que no constituian un “caso”, ¢euentran en la actualidad —en mayor o menor medida— son al examen de los jueces. anotada encuentra pocas excepciones e la Ce oe ue aunque, estudianda cee aNcHI sistematiza sus excepciones. Asi, estadounidense, ee os Ci le ie el demandante py < do hay datios colaterales qu: dan; a) is ecto el agravio principal; b) cuando ella i a ie ae, corta duracién, generalmente ha cesado do se llega a la sentencia y puede repetirse eon el contra sea para el mismo individuo o para otros dentro el mismo gr en ese sentido, son tequisitos la posibilidad de la reiteracién y ésta sea nuevamente breve; c) cuando el demandado voluntary mente se allana a la demanda pero puede incurrir en la mi conducta en cualquicr momento, y d) cuando se dan las lama “aeciones de clase”, una vez certificado el caso, subsiste el int 4 Suficiente para todos los miembros de que sea resuelto y no impor ta que algunos de los miembros de la clase hayan desistido di accion, o que el caso se haya tornado abstracto para ellos®, 1a temporalidad del agravio, la madurez del caso (ripeness), & otro elemento que limita sus contornos y que lo hace mutar. #; los supuestos de casos colectivos el interés en la decision juris cional debe mirarse con una Optica distinta®, > €n atencién a qui (ne net filo de ta Corte Suprema en Ia materia es “Austin de Ve 1868 (CSN, Fallos, 5:316). Ver ee ee ’ : “ackrs, Exigencias temporales del caso ft La doctrina de los casos devenidos abstractos y S y posibles correcciones, LL, 201-A-S5T. * En la Argentina, los casos se han z n Suscitado en materia de arrestos bi Por aplceton le edictos policiales (CS]N, “Rail 0. Mouviel”, Fallos, 237363 el “4805 nacionales y lo referido a la docirina de los mootness y sus excepei INGH Control de constituctonalidad, 1, p, 296 a 316, declarativa. ice aduciendo que no se potético, consultivo © conjetur; zrid en 1985, con él caso “Santia yeconoci6 el caracter preventive de |, (Glass wars: the dilemma of the mass tor. lise 95-1343), En igual a dscns Ea ae s6lo han estado expuestos, Cason, Standing on its head ie probl manis in mass tort class actions, “Texas Law Review’, 77-215, Nos ref en el § 52, ¢. 97 La Corte Suprema estadounidense ha dicho que, en los supues les se tornan abstractos los reclamos de los representantes de la clase tiva ya fue certificada, ello no convierte en abstiacto el caso coleciiva, pues se tran en juego los intereses de los miembros ausentes, quienes tiene: conflicto sea resnelto [“Sosna v. Towa", 419 US 393(1975)], Sobre este tema, 5 riéndose a la situacién previa a la certificacion del proceso, se q reclamos de los representantes de la clase se vuelyen abstractos antes < cidn, Ja accién deberfa ser desestimada, excepto que se presente alguna de generales que hemos enunciado (vgr, que la cuestién tenga aptitud de futuro y se trate de un agravio de muy corta duracién). El inteo el que contarfa un demandado por una clase para logear arreglar el pl cign de la regla federal 68 -offer of judgment, no obstante lo Suc mos de los representantes de la clase, ofrecer un. acuerdo a y a todos los potenciales miembros de la clase. St Se Ec Ser evaluado por el tribunal en los términos de la rep) este supuesto, Jos recaudos para la certificacion: + ¢> es ser declarado abstracto (Zaniski - FELDMAN = Eaton — SANDS, context Court-created exceptions to the “ease OF aes HI, “The Review of Litigation”, 26-77). Nosotros a 2 otro trabajo, segyin el cual la existencia de un caso.0 4s tenemos un ejemplo del cambio del Con anterioridad a su admisi6n, cl alto tribunal sion de condena a la existencia de una controversi b ro lado, entendia que la pretension declarativa que bus ejar una incertidumbre —no una condena— se asim ba consulta de cardcter académico. Al advertir que se ‘tratab; una pretension sustentada en una relacion Juridica, con un: i dad concreta de prevencién de un dafio, escindié ambos coneey ampliando Jos supuestos en los que se configura un “caso”*, b) Et caso conzcrivo EN 10s rantos pr 1a Gore Suraema, En el transcurso del afio 2006 y de allf en adelante, la Corte emitis varios pronunciamientos que, en nuestra opinién, comportaron wna modificacién sustancial en lo que respecta al concepto de “caso co. lectivo”". Si bien con anterioridad al dictado de ellos el tribunal se habia expedido en materia de derechos de incidencia colectiva, y cll, a la luz de lo que hemos explicado, constitufa en forma im- plicita el reconocimiento de la existencia del “caso colectivo”, su reconocimiento expreso aparece a partir de este periodo. Podria pensarse que este hecho carece de relevancia, argu mentando que lo sustancial es que el maximo tribunal abra sus puertas a la controversia col la hora de engir estructuras de acceso Jurisdiceion, De ahi ‘del tribunal cont tribuya a su construce: a 1 ‘va, Al decidir el caso “Mendoza” chuelo, la Corte Suprema, con el vor bros, reconocié al medio ambiente caracter indivisible, insusceptible de a ropia d6 su conocimiento asumiendo que 2 : mas, en el mismo fallo aparece, por ve del tribunal, el concepto de “dered como elemento que permitirfa la confi, vo”, distinto del derecho colectivo indivisible®. Teg sa “Halabi” se recepto la tipologfa individual homog. la nocién de “caso”®. < 1) Muracion DEL concerTo. Una vez mas, como oc! pasado con las cuestiones politicas “no justiciables” tension —accién— declarativa, la Corte Suprema ad: mente que hay controversias con determinadas caracter deben ser consideradas como “casos”, que pueden: por los jueces de Jas distintas instancias y llegar d ria o apelada hasta el maximo tribunal del ordenami La Corte Suprema ancl6 el origen de dicho carl forma constituctonal de 1994. Ast, refiriénc tal de la cuenca Matanza-Riachuelo, afirmé 81 CSJN, 20/6/06, “Mendoza, Beatriz, y otro 2006-D-88. 6 CSN, 24/2/09, “Halabi, Emesto PEN - ley 16.986”, JA, 2009-I1-608. ee que “el catilogo de los Determinado josturas a Jas dimensiones de: a) los derechos j ne de incidencia colectiva, que a mee indivisibles, y c) los derechos mares hom armas ue coins un sistema que comprende coo chos individuales y derechos publi leer are ae y derechos publicos 0 colectivos de caractc Cada una de las tipologfas de derechos di Sac i cane eee e individuales homogéneos ha sido aay ae del “caso colectivo . La referida a los derechos difusos 0 colecti- vos de caracter indivisible es una tesis compartida por Lonewzetmt y ARGIBAY, de modo concluyente, en tanto que la de los derechos in- dividuales homogéneos —de cardcter divisible— lo es por la decision de la mayoria de los integrantes del tribunal. 3) ELEMENTOS DEL CASO INDIVIDUAL HOMOGENEO. El caso “Halabi” se ha constituido en el leading case al que debemos recurrir para buscar la morfologia del caso colectivo individual homogéneo. Bn él se han conceptualizado sus exigencias. a) Causa factica o juridica homogénea. En este supuesto, el yoto mayoritario del maximo tribunal nos explica que “la Constitu= cién nacional admite en el segundo parrafo del art. 43 una tercera categoria conformada por derechos de incidencia colectiva referen- tes a intereses individuales homogences._ Tal seria el caso de los derechos personales 0 patrimoniales derivados de ae ambiente y a la competencia, de los derechos de los ee consumidores como de los derechos de sujetos ae estos casos no hay un bien colectvo, ya que 8¢ 268 ie 4 dividuales enteramente divisibles. Sin one tmico o continuado, que provoca Ja lesi6n a Es ; o tanto es identificable una caus factica homoge” en tales casos lension enfocada en el aspecto c ( ento que debe exigirse es la existencia de: ina prete enfocada en el aspecto colectivo de los efectos d la constatacién de que el ejercicio individual no apare mente justificado. Sin perjuicio de lo cual, tambien pr cuando, pese a tratarse de derechos individuales, @xasta un interés estatal en su proteccién, sea por su trascendencia ; en virtud de las particulares caracterfsticas de los sector dos... la pretension debe estar concentrada en los efectos ci y no en lo que cada individuo puede peticionar, como ocurre én casos en que hay hechos que dafian a dos o més personas \ pueden motivar acciones de la primera categorfa. De tal mane la existencia de causa o controversia, en estos supuestos, no laciona con el dato diferenciado que cada sujeto sufra en su © ra, sino con los elementos homogéneos que tiene esa pluralidac sujetos al estar afectados por un mismo hecho”. Evidentemente, muchas veces existiran notas individuales alla de la cuestin comtin, que deberan ser dilucidadas luego que el niicleo que atina el conflicto sea decidido, Pero el caso lectivo individual homogéneo se nutrird de la existencia de pretension dirigida a resolver las cuestiones homogéneas. ¢) Injustificacién de las demandas individuales, los dos recaudos anotados que “como tercer elemento ble que el interés individual considerado aisladamente, no just que la promocién de una demanda, con lo cual podria verse afer lo el acceso a la Justicia. Sin Perjuicio de ello, como se anti la acci6n resultard d as le todos modos a ie a ae procedente en aquellos tales como el a que parece importante diferenci: como lo veremos en el § 50; 2) pos tados frente al agente danoso # “ homegeneds “vel aie 3) casccheaee tica de su discusi6n y resolucién en ee ee mayor exigencia de tratamiento ieee 5 5) oe micas indeseadas que se derivan del a oe 7 Sobre las cireunstancias descriptas en estos d e a hemos ocupado en los § 4 y 5. sens § 36, Caso COLECTIVO Y CONTROL DE CONSTITUCIONALIDAD. Ora RESPUESTA POSIBLE AL CONFLICTO DE “Harasr’.— Uno le elementos relevantes del caso “Halabi” fue el de constitucionalidad por parte de la Corte Supremal™. 1 juncién de dicha facultad, que también puede ser utilizada medio de viabilizar uma pretension colectiva mere deel inconstitucionalidad —como ocurrio en. el fallo citado-, y ol 9 “controyersia” colectiva como marco de su ejereicio, las posibilidades de lograr la trascendencia del test te una generalidad de personas, los integrantes de Ja clase im crada®, i ara intentar justificar la tutela procesal di fog as ee ceraa de los conflictos, ponencia XXV Congreso Nacional de Derecho Procesal, Buenos sAES) Oe i 67 No es posible aqui delineat Jos distintos modelos oe los pecto de la defensa de la supremacia constitucionsl, 7 aa Tiantes importantes. Para su estudio, ver en gene! ir cho procesal constitucional, espetialment® ee 66 5) bien la cuestion relativa al control de oe caso colectivo, tomé realce en © a 60 Veraic, Aleun en materia colectiva. Lajos de | precedente del alto tribunal, a us, Pend Dae caejor di Zale ’ 4 ‘Este rasgo tiene un especial énfasis en los derechos Tes homogéneos, en los cuales, a diferencia de los dereche 5 vos indivisibles, la decision no necesariamente sera impuc dos por igual; ello dado que existiran mecanismos de exclus: proceso o de ataque posterior del decisorio, atento a la divi dad de su objeto. El precedente “Halabi” hace principal | en ello, De alli que concluimos como lo explicaremos en el capi dedieado a la cosa juzgada— que con la decisi6n no se superé cacia inter partes del proceso tradicional (en nuestro crite , 650 es un punto débil de “Halabi”, consid. 21). Ello dado que el suj to de derecho denominado “clase” fue descripto en el proces Sts miembros fueron adecnadamente tepresentados. En consecuencia, ni el ejercicio del control de constitucion: dad en un “caso” colectivo, ni =por légica— el precedente “Hi comportan la modificacién del sistema de c ta en el orden federal, dado que la constit Sera juzgada siempre que ello sea necesa 2 flicto 0 “caso” colectivo y sus efectos se extenderdn hacia la clas debidamente representada”, Cualquier duda con respecto al cambio de modelo de con de constitucionalidad fue despejada posteriormente por el pi tribunal en el fallo “Thomas”. All se puntualiz6 que “la sentenci dictada Por esta Corte en el mencionado caso ‘Halabi’ como no © “Brown v, Board f Educati ” 410 US 113 (1973), 9" PAveation of Topeka’, 347 US 483 (1054), “Roe inst ympero, en “Halabi” la salveda : ae de la clase sélo to; cision y no podrén verse perjudi ee sae dual Accent Se AL OSJN, 15/6/10, “Thomas, Eni . 7 lise In Corte Suprema que, “en eee See nae het delos puros originaros de eontrol de constiaco tivo com fidense y el centralizado 0 austriaco, Conforme al ionalidad: dif puede en un proceso declarar la neoniicoula eee modelo, cn sentenciar sin aplicarla. Conforme al segundo mo a ea gar la inconstitucionalidad de la norma, ‘pero en caso ae fain ica al caso sino que pierde vigencia erga omnes, TB) cent cone « también modelos impuros o combinados, que sin perjuicio de la feculta aa a jueces de declarar la inconstitucionalidad de Ja norma y no aplicarla en Ta a vGmiten también la existencia de un tinico tribunal con eo ‘etencia para conocer atiy hacerle perder vigencia erga omnes, No existe singin modelo snpte mundo que combine Jos modelos puros en forma que la ‘competencia para hacer caer erga omnes la vigencia de la norma se disperse en todos los jucces, simplemente por que la dispersion de una potestad contralegislativa de semejante ‘magnitud es init whle, dado que abriria el camino hacia la anarauia poniendo en peligro la vigenct todas las leyes. El modelo argentino es claramente el diftiso © norteamericano © ma pura. En una accién como 1a precedente, ningtin juez tiene em Ja Republica Argentina el poder de hacer caer la vigencia de una nonnit erga omnes nin tavo desde la sancién de la Constitucion de lf Ja iene en Ta sent que decide el fondo de la cuestién, a fortion me te. La suspensién cautelar de Ia vigencia de una norm’ © presupone que éste se atribuye Ja com yar senitenciay tico poder, Dado que ese poder ne lo confiere I: ni tribunal de la Naci6n, alterando gravemente e| mo Tas leyes por ella consagrado, es claro que ciente como para que esta Corte abra la instane sistema consagrado en Jas normas de maxima jer i ; cneia de Tas leyes sence que introduciria el caos en la vigenct : Nacién lesionando para siempre al ejerciclo de Jos poss Jos doctores Lorenzumri, Hicuron DP Noises ES 7B Ganota Punts, Las sortencias declan a prechos dé incidenctd colectioa cosa fi imo aserto, contrariamente a lo que py 0 eae cue el énfasis y da decision de prema en la adopcién de la tutela colectiva ~especialment vidual homogénea— : b) Si lo que se buscaba en “Halabi” era, Pues, un ¢ constitucionalidad enérgico, que traspasara Tos limites. del caso, no hubiera sido necesario recurrir al proces para lograr ese resultado. Ya otra posibilidad —si se quiere, mas evidente que la q da por el voto mayoritario— fue seguida por Arcmay y Pry Esta era, sencillamente, declarar la inconstitucionalidad de en cuestion con efectos derogatorios erga omnes, sin entrar en) complejos meandros del proceso colectivo. Entendemos también que esta posibilidad, en una prime rada, podrfa verse en contradiccién con el sistema difuso y to, con efectos inter partes, al que de manera pacifica e inve se adhiere nuestra Corte Suprema®, Sin embargo, si observamos el sistema estadounidens probaremos que las leyes pueden ser declaradas inconstitu de distintas maneras, Una es on its face, expresion que que la norma analizada es contraria a la Constitucién en s fronte mternormativo. De tal suerte, no podra ser aplicada ningtin caso bajo ninguna cireunstancia particular; es decir que, este que el control se ejerza de modo incidental, o en norma no pasara el test, sin importar el Supuesto en que ést Sido construida s isiones de ina de he 1a base de los arts, 116 y 117 ns de yes més antiguas del pals: “Taj Hicio y slo ejeree In jurisdiceisy ntenci Egat & sasania do arte” are Iep a, Ces 8S conten ndo Sojo’, de 1887 (SIN, Fullos, 39.190), te estadounidense “Marl s cia a el ‘Ta regla tradicional —t como en el sistema argentino— de constitucionalidad as applic conereto del peticionante, por ejemplo, en derechos (first amendment), que protege las prensa, reunion y peticién, se emplea la os donde el facial challenger es un modo cont decisién que trasciende los limit E] control internormativo de la | todo confronte intersubjetivo emerge, inc jnternormativa —on its face—®, en tanto que su e] vamente, es mucho més diffeil y debe hacerse de rosa para que resulte exitoso, oo que el tribunal del que en ninguna cireuns ineia imaginable la noi valida. Sin embargo, si la ley no pasa. dicho “4 Las casos de control on its fac 4 Jos supnestos de la primera enmien ¢ han quedado mayo da (Fxuton Ja, Asa and third-party standing, “Harvard Tew Review, debe extenderse no slo a ies state and federal statues, “Stanford Laws Review challenges and the valid rule requirement Law Review”, 48-359). 3 in i3, nae ly as a ast Fer er”, 458 i iendo en el , c tee de trario, se eae a et util a efectos di fa de aquel b er eee esta ultima era otra respuesta posil caso ue que ies deja, al menos, las er reflle r El voto de la mayoria decididamente buses a una forma de tutela —la de los derechos individuales | omogéne para ello evit6 otras soluciones, procesalmente mas seneill s se encontraban a su alcance. Esta postura, sumada a la Ime, gumental del decisorio (las citas del caso “Siri” y del Manual Constitucién, de GonzAurz, a las que nos hemos referido), re; por si hacia falta— aquella intencién creadora. Asimismo, debe tenerse en consideracién, en el uso futur I la herramienta colectiva, que cuando la cuestién se limita a ejercer el control de constitucionalidad de una norma en el marco de in exists under which the Act would be valid” (1957)]. Si Bien el caso citado impli derechos no comprendidos en la , do con Ia aplicacién que Ta Corte estadounidense ha hecho de ese principio, sefialand que se sirve de él para justificar norms inconstitucionales mediante la busqueda una aplicacién conereta constitucional que lo valide. Sin embargo, agrepa —recordan. do a Monacuan-, todo ciudadano tiene el derecho a Ser juzgado por una norma consti tucional (Challenges to state and federal statues, “Stanford Law Review”, 46-935), Cassienr, Dei , rechos de incidencia colective. Los Sentencia, Problemas del reconocimiento de la accién Bunch, Intervencton estatal de las’ comunicactones priva FL CASO INDIVIDUAL HOMOGENEO 131 gnereto y se busca un efecto generalizado de la decisi6n, el as cone jectivo si bien constituye una modalidad «til, en muchos procestigs ~confronte internormativo con una norma de jerar- Aipaestos org es el mecanismo idéneo, dada su compleja ins g37, Caso COLECTIVO Y DIVISION DE PoDERES. EL row pen yen JUDICIAL: — El debate que se anuncia en el horizonte de esta PO ja de tutela es el respeto de los ambitos exclusivos de cada tipo ‘- Jos poderes del Estado, frente a un necesario activismo por une de eige jueces tendiente a canalizar y resolver los conflictos arte de lo colectivos™: ; Uno de los ejes mis extendidos acerca del papel politico del poder Judicial es el grado de intervencién o protagonismo de los tribunales en la adopeién de las decisiones politicas de una comu- nidad. Esa discusion ha sido planteada con mucho predicamento teorfa constitucional estadounidense -especialmente a raiz del control de constitucionalidad*-, en términos de en la del ejercicio +» Bexvonce ha enunciado algunos de los motivos que influyen en un mayor ac- thismo de parte de los jueces, motivados en la mayor judicalizacion de conflictos: a) [rpraén por el acceso efectivo a la jurisdiccién; b) reciente “inflacion” legislative: e) noredossy cambiantes funciones atribuidas al juezs ) “explosién’” de nuevas conflic- thidades y e) el impacto de la “globalizacién” y los sistemas de proteccin trasna- onales A ellos agrega la “desconstitucionalizaeién”, como un fendmeno de in- tunplimiento por los partidos politicos de la ley fundamental (Actioismo judicial y portcipaciin en la construccién de las politicas priblicas. El derecho procesal en fs- pera; del bicentenario, “Revista de Derecho Procesal”, 2010, n° extraordlinario, p. 169). Ver, también, Vneic, Procesos colectivos, p. 266. ® Gancanetia se refiere a los argumentos que dan sustento a la potestad de control de la constitucionalidad de las leyes por parte del Poder Judicial. Explica que Humtox, luego seguido por Marsiaut. en el precedente “Marbury”, sustent6 dicha bstua afimendo que, en definitiva, Jo que hen ls Juanes ea aces prevalecer la ‘deraia popular expresada en la Consitucién con Jo cual no hhabfa un poder que ret mete elt, sino el pueblo sobre todos los poderes. Frente & este argumento open otras iniradas que puedan rebatilo, La primera -argumento hist6rico- es 1 poe: consttuyente no representaba a la total de la poblaign de los Esta- nous de América (los eselavos, las personas de coor, las mujeres ¥ los pobres paron de aque); sin embargo no Te otorgarelevanca al argumento, dado ave Jena, “atatse con tna conformacién impecable y representativa del proceso constitu- 1 tapped Tugarevahia la argumentaidn aportada por Acwm ~angumen- se pe Sein a cual la Constitueisn es el restiltado de un momento de con- lejos yPulat profundo y meditado diferente del contexto en el que se sancion las =, 10 que ho en ae No quita que, con el paso del tiempo, pueda volver a lograrse wn ese TUTELA INDIVIDUAL HOMOGENEA a dicial que se desarrol iccién judicial que ‘Sarrolla en ¢ activismo y i aiatond Balances del que es tributaris ny del sister nacional. Asi, se sefiala que el foc0 de ates Conse até puesto on la media en que los tribune esta disputa OM Peisiones politicas de los demas poderes, adopts, Para Mocididamente distinto™, 0 autolimitan su actuacigy” i mn rumbo is i tringiendo el dmbito de sus incumbencias. ; ‘Si bien la temitica despierta un interés inversamente Propor. 1 cual la trataremos, intentaremos ty, cional al acotado ess den euenta del rol de Tos jucces en el na deusenal del proceso colectivo que, muchas’ et delinea Ia di. reccién de la politica publica frente a la — n (0 Inacin te los otros poderes del Estado. Trataremos de a eae ante los mi. tos y lugares comunes que normalmente envuelven su postulacién, a) Mortvos pe 1a avtorresraicciox. Un grupo de argumentes que se ha utilizado para justificar la autorrestriccién, como lo anticipamos, gira alrededor de la division de poderes. Ante la po- sibilidad de avance de la judicatura se postula la objecién contra. mayoritaria que se sustenta en la representatividad politica de la rio de similares caracterfsticas al constituyente, Entonces, gpor qué razones deberta prevalecer la voluntad de unos sujetos muertos sobre la voluntad actual de la ctudada. nia? Sin embargo, continia el autor citado, éste tampoco es motivo suficente para invade el mecanismo de control en cabeza de los jueces, sino slo para maifica ss {érminos, invalidando las normas que se opongan tanto a la Constitucién, como a los Sans mt trea n0 problemi, sino mas bien automatia, Sin babar, ‘como sabemos, los jueces, al interpretar la Constitucién, incorporan lecturas y solucio- nes que no se encontraban explicitamente en ella Aquf no puede decirse que los Jucees hagan prevalecer la voluntad de los redactores del texto originario. Siguiendo pre shea. de ensamiento, postulada por Auexwwoen Buns oe The least dangerous bo ee tia, a Jeees se quedan con un exteaordina mone fee ec Eisladores en Ia resolucién de cuestiones i falta de defender el control judtctel de eyes, “Isonomia’, 2° 6, Froid ocién de “renos y contrapesos” entre las dist Gil ejccutivay leilatva— proviene de as td Propuestas por los hy Pose jute 7 res fundado- res” de la Constitucién estadounidense au ci "de I ¥ tiende a neutraliz laa “{ nes etando los excesos de ls mayoris frente ae Were a della le las minorias. ® Cours, Reyes desnudos = ries de caracterizacién de Ig actividad po- litica de los tribunales, tea rNIUK (comps,), “Filosofia, politica, derecho”, r — EL CASO INDIVIDUAL Homose, ENED mma la decisién, donde s soidad Be politico $e apeya e © confia en q = 4 ft ae a Pe el acclonar ‘le las we coberanta pute Sti ie mayor antes que el de la autorid: ee por lave. Sa Beha preference so asienta-etiean sal ee mia posbilidades de control por par linea de ad Or parte del electart pgs mayors 2 anales del ft proceso politico®. electora- ue to? Bre te 18 © jpn nde gre argumentos se enfoca jpnale> enalando Ta incapacidad de los trib en cuestiones fun. coal. se que implican el virtual reemplazo bundles de llevar ee se Pafirman que el tio no de las decisiones & soe gst ‘cuestiones, de Politica pablica que puedes inp p28 ar objetivOs: distribuir recursos y equilirar ee eee ambie” distremen Ta falta de formacién profesional J P ump gesolver_cuestiones que requicren Prolene oe pare fos informacion sobre os hechos pacers jencia administrative especlalrata ona wobt jor i ademés, que el mantenimiento del std de is deestones de los jueces eae we papel acti ‘La premisa ha sido postulada en términos de fonsistencit i ‘dad de las decisiones, apego @ a tradicién o 6n ori de los autores de un texto normativo, de ofan ramiento de Ja seguridad jurfdica, del calculo de las posibilidades El rol de los jueces, bajo esta perspectiva, es- tener los pilares ya establecidos en la cons- tava destinado a man trcién de la obra colectiva, donde cualquier modificacién brusca la debilita y Ja hace tambalear. La maximizaciOn de las deferencias por part cal hacia los otros poderes se ha traducido en distintas doctrinas € institutos juridicos como 980, CPCCN), las cuestiones politicas no justiciables de un caso 0 controversia®®. 1e del Poder Judi- la postulacion el certiorari (art. 0 la exigencia oe Reyes desnudos. a ‘en Bencats - p hs Ver, también, Lonenzern, Justicia Lonenarrn, Justicia colectva, p- 241- % Cours, Reyes desnudos. Algunos Je de ca ;, en BenGALlt ~ Maxryntuk (coo! uh TUTELA INDIVIDUAL HOMOGENEA 134 vismo. Las razones que fy b Mere ein or De pare eget yy mmo judicial. rigen la actividad de los tribunales S iy funcionales Te cambio y adaptacién de la ley a la evolueis? we neoesidads te oe impone abandonar la previsbilges del pee vida soca, J auceferimos previamente. "Desde el Danio ee dente a ase han generado teorfas para superar 9 Aesiiizg impediments procedimentales y entender en asuntos ye oe ire enor belo la Sption de Tos requisitos elaboradoy pene side ta gatorresesol6n fUcherienjtaher Sido rag Fe pera iaarsersalhad pltnteado (elaborations a ios ge waar aa una aotited aotva y comprometida en la deine® ae Sir cne -seftala Courris- el metivo jus leatorio mis in, rtante del activismo judicial esté vinculado a la salvaguarda de upremacta consttucioal, donde los jueces asumen el rol oe dy otc ee la vida politico-partidaria, que se presentan normalmente en as otras ramas de los poderes del Estado, Por ello se le aignas Poder Judicial una tarea de contrapeso de las mayors pole, donde prima la nocién de contol de los abusos de las mayors del propio Estado sobre las minoris y la posibilidad de que cad iltinas gocen de los derechos reconocidos en el texto constr: nal®. A su vez, el Poder Judicial estarfa limitado en su actuacién, al marco de los litigios y a la necesidad de contar con la eolabers cién de los demas poderes para que sus decisiones Puedan ser eje. cutadas. Aunque ello no resuelve el conflicto entre demoed ~voluntad mayoritaria~ y constitucionalismo decision contramayo- ritaria~ sobre el que ya nos ocuparemos, Desde el prisma procesal, lo valecer la nocién de justicia materi ag “Yer Haro. Maou «Ja, Ef Federalista, p. 334 | EL CASO INDIVIDUAL HomocEN SENEO 1a legitimaci6n, el caso 0 ¢ sd ro on i Mtroversia susceptible. le opto em sede judicial” «9 Auctvss REPLEMIONES SOBRE EL. ESFOOUE Dr 14 up sue is siguientes rellexiones al respecto, STION, Cabe }) En primer término debemos notar, como lo ses; ve toda actuacion de los tribunales, activa 0 ras Courns, qui icionamiento politico, sea por accién u oman significa m esetfamente debemos vincular el activism judiial a wa yon” netica progresista 0 la restriceién al conservadurismo". Pent, f Pie las afirmaciones debers ser ponderada en miras de Cada 0 contextual en el que sea expresada”, De hecho, una ue m: meras reacciones activistas de nuestra Corte federal net, las pi conservadora~ fue la convalidacién oficiosa, sin caso y aa de una acordada, del cuartelazo de 1930 que derrocé el ie 2 Yrigoyen”. La consecuencia de admitir esa afirmacién sitéa las argumen- taciones que se enfocan en el apego a los precedentes, la evolucin socal como fundamento de cambio y la mayor o menor tendencia 5 Couns sefiala la creaci6n de diversas doctrinas dogmitico-jurisprudenciales que ban resultado funcionales al desempefto de wn ro activist It doctrina del re- ho extrordinario por arbitrariedad; b) la gravedad institucional c) la denominada categoria de leyes sospechosas o sospechadas; d) el empleo de la jurisdiecién per sal fume) la jurisdiccién epistolar en la India, y f) la justificacién de innovaciones inter pretatvas y creaciones pretorianas de acuerdo con la formula “no hay derecho sin re; hedio” [Courns, Reyes desnudos, Algunos ees de caracterizacién de la actividad pultica de los tribunales, en Bencatsa = Marrestcx (coords), “Filosofia, polite, dere cho”, p. 313 y 314] % Courns, Reyes desnudos. Algunos ¢jes de caracterisa ién de la actividad po- = a los tribunales, en Bencatsa - Martynivx (coords), “Filosofia, politica, derecho", p3 © Bl caso “Dred Scott v. Sanford”, 60 US (19 Howard) 983 (1857), es wn bret jemplo en el cual la Corte estadounidense deckaré inconstitucional un acuerdo inte- Festal de reconocimiento de libertad de los esclavos y fugitives. aie © Acordada CSJN, 10/9/30, Fallos, 158:290. Explica Faucon que, luego pe Pe. el presidente de facto (Uriburu) le eursé una comunicacion al tribunal Racer S6 recibo y manifests que era un gobierno provisional, cuyo etlo no pal ren ho judicialmente, pues ejereia una funcién administrativa y politica que se fun fuerza como re i ial, Asimismo, los gobernantes A fuerza como resorte del orden y la seguridad social Tt os fines pesegidos e eee los actos necesarios para poder Bune wibilidad de dietat eyes or elem. No se pronuneté speaticamente sobre la posi Try wales jeeutive, admitiendo que se podian dictar decretos Y (Th 7 Fatado de derecho procesal constitucional, t. 1, p- 74

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