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Capítulo 5: “Tarzán, el hijo de los tejados”

Zezé le pide al Hermano Luis su hora de estudio para leer los libros prohibidos de su
casa, como lo de José de Alentar que escribe sobre la selva como nadie. Le dice que sí
porque Zezé ya tenía todo bien planificado. El Hermano Luis se llama, en realidad,
Waldemar. Al leer tantos libros, Zezé se colgaba de todos lados como Tarzán (se ganó ese
apodo). Se colgaba hasta de techos y de la campana de la Catedral. Lo retaban mucho y
también amenazaban por esto.

En el colegio inventaron la “guerra de las toallas” (pero no fue Zezé), la cual consistía en
pegarle a alguien con la toalla mientras se distraía. Nadie se animaba a hacérselo a
Arnobio, un alumno muy musculoso. Zezé se animó y Arnobio lo salió a correr por todos
lados. Luego de una larga persecución, al final Zezé se encontró con el Hermano Esteban
(“Frankestein”). Le dijo que iba a tener un castigo muy severo.

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