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Ultima Practica RyP
Ultima Practica RyP
Nuestra habilidad a la hora de adaptarnos a las exigencias del entorno no depende solo de aquello
que hemos llegado a dominar en el pasado, ni de aquello que conocemos de una manera teórica,
intelectual. Un ejemplo de ello es que, por ejemplo, alguien que en la mayoría de las ocasiones se
muestra muy confiado y extravertido puede bloquearse completamente en un escenario o delante
de una cámara.
Dicho de otro modo, nuestra capacidad a la hora de llegar a nuestras metas con eficacia depende
tanto de nosotros como del contexto en el que nos encontramos. Algo tan simple como poner a
una persona a observarnos puede llegar a transformar completamente nuestra manera de actuar.
Y lo mismo ocurre en el mundo de los medios audiovisuales con las grabaciones utilizando una
cámara, independientemente de si el contenido generado es para televisión, cine o Internet.
Así pues, si nunca te has enfrentado a una experiencia basada en hablar delante de una cámara,
es muy posible que tengas algunos problemas. Afortunadamente, estos son fáciles de pulir con
un poco de práctica y algo de paciencia. A continuación, verás una serie de pautas sobre cómo
conseguirlo. Aplícalas a lo largo de diferentes sesiones para obtener resultados.
Para ello, colócate frente a un espejo y entrena la vocalización, exagerando ligeramente los
movimientos de la boca para acostumbrarte a esa mayor movilidad. Pasadas las primeras
sesiones de entrenamiento. Grábate haciéndolo, para acostumbrarte al nuevo contexto
2. Calienta los músculos
Para hablar frente a una cámara hay que desinhibirse un poco. Para ello, haz un calentamiento
basado en relajar todos los músculos de tronco para arriba mientras das pequeños saltos y emites
sonidos aleatorios sin vocalizar ni decir palabras concretas.
7. Imagínate a tu audiencia
El grado de incertidumbre que puede llegar a experimentarse al hablarle a un objeto inanimado
suele hacernos más propensos a dudar acerca de qué hacer y cómo proseguir con nuestro
discurso. Para evitarlo, imagínate a las personas que te están viendo o que te verán. Por sentido
común, lo harás de un modo realista, fial a lo que seguramente pasa o pasará cuando se emita el
vídeo. De esta manera tendrás un feedback constante que te hará más fácil saber qué tono usar,
qué ritmo imprimir en tus palabras, etc.
5 aprendizajes de tv