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Apuntes

Asamblea Regional del 2021


Poderosos Gracias a la Fe
VIERNES | Lucas 17:5

“Danos más fe”

9:20 Video musical

9:30 Canción 5 y oración

9:40 DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA:


¿Cuánto poder tiene la fe? (Mateo 17:19, 20; Hebreos 11:1)

10:10 SERIE DE DISCURSOS: Por qué tenemos fe en...

• ... la existencia de Dios (Efesios 2:1, 12; Hebreos 11:3)


• ... la Palabra de Dios (Isaías 46:10)

MAÑANA
• ... las normas morales de Dios (Isaías 48:17)
• ... el amor de Dios (Juan 6:44)

11:05 Canción 37 y anuncios

11:15 LECTURA BÍBLICA DRAMATIZADA:

Noé: la fe lo motivó a obedecer (Génesis 6:1-8:22; 9:8-16)

11:45 Tengamos fe y no dudemos (Mateo 21:21, 22)

12:15 Canción 118 e intermedio


MAÑANA

9:30 Video musical

9:40 Canción 5 ~“Las maravillosas obras de Dios” y oración

DISCURSO DEL PRESIDENTE DE LA ASAMBLEA:

Hermano Mark Sanderson


Miembro del Cuerpo Gobernante

¿Cuánto Poder Tiene la Fe?


Mateo 17:19, 20 | Hebreos 11:1

Queridos hermanos, ¡bienvenidos a la asamblea regional del 2021 de los testigos


de Jehová, “Poderosos gracias a la fe”! Me gustaría comenzar transmitiéndoles a
todos el cariño y los saludos del Cuerpo Gobernante y de la familia Betel de
Estados Unidos. Y no lo olviden: seguimos orando por todos ustedes.

Poderosos gracias a la fe. ¡Qué título tan positivo y tan animador para esta
asamblea! ¿Qué vamos a aprender? En esta asamblea, responderemos tres
preguntas importantes:
1. ¿Qué es la fe?
2. ¿Qué podemos hacer gracias a la fe?
3. ¿Cómo podemos tener una fe fuerte?

Y, ahora, ya que esta es la introducción a nuestra asamblea, vamos a hablar un rato


sobre cada una de estas tres preguntas. Así que empecemos con la primera…

¿QUÉ ES LA FE? Hermanos, todos nosotros sabemos que la fe es algo que tenemos
gracias al espíritu santo de Dios. De hecho, el capítulo 5 de Gálatas dice que la fe
forma parte del fruto del espíritu santo. Si tenemos el espíritu de Dios, tendremos
fe. Pero ¿qué es exactamente la fe? Vayamos a la Biblia. Veamos la definición que
da la Biblia en Hebreos 11:1.
Hebreos 11:1 — La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera, la prueba
convincente de que existen realidades que no se ven.

¿Se fijaron en que la definición de la fe tiene dos partes? ¿Cuál es la primera parte?
Bueno, primero dice: “La fe es la certeza de que sucederá lo que se espera”. ¿Y qué
quiere decir eso? Bueno, la fe es la seguridad de que vamos a tener la cosas que
esperamos. Vamos a poner un ejemplo. Todos estamos convencidos cuando nos
vamos a dormir de que el sol saldrá al día siguiente. Es la misma convicción que
tiene un agricultor cuando siembra unas semillas, sabe que germinarán y que
crecerán. La fe hace que veamos las cosas que Jehová ha prometido darnos tan
reales que es como si ya las tuviéramos. En otras palabras, la persona que tiene fe
está totalmente segura de que todo lo que Jehová dice es verdad y que todas las
promesas que Jehová ha hecho se van a cumplir sin falta. Veamos la segunda parte
de la definición. La fe es “la prueba convincente de que existen realidades que
no se ven”. ¿Qué quiere decir eso? Para explicar esto, pensemos en algo sencillo,
como este teléfono (celular). Si usted tiene un teléfono como este y tiene servicio
de telefonía, yo podría llamarle ahora mismo sin importar donde viva. Pero este
teléfono no está conectado a ningún cable. ¿Cómo es posible que funcione?
Bueno, sabemos que esta tecnología usa ondas de radio. Claro, no podemos ver las
ondas de radio, pero, cada vez que hacemos una llamada con nuestro teléfono,
vemos la prueba, “la prueba convincente”, de que las ondas de radio existen,
aunque nosotros no podamos verlas.

¿Cuál es el punto? ¡Que tener fe de verdad significa creer en algo que está
demostrado con pruebas sólidas, aunque se trate de algo invisible! Eso significa
que la fe de la que habla la Biblia no es una fe ciega, no es irracional, no es
credulidad o ingenuidad. No es creerse algo porque sí, sin tener pruebas que lo
demuestren. La verdadera fe se consigue al estudiar profundamente la valiosa
Palabra de Dios, la Biblia. El conocimiento exacto que obtenemos de la Biblia nos
ayuda a desarrollar fe. Es ahí, en la Biblia, donde aprendemos de Dios, donde
aprendemos sobre su nombre, donde aprendemos sobre sus promesas, las que ya
se han cumplido y las maravillosas y emocionantes promesas que se cumplirán en
el futuro.

Pero hay algo más que nos puede ayudar a desarrollar fe. ¿Qué es? Pues la
creación. Cuando contemplamos un cielo estrellado y vemos lo bien organizado
que está el universo, ¿cómo nos sentimos? O cuando vemos la complejidad del
cerebro humano o la complejidad de nuestros ojos... nos hace llegar a la
conclusión de que debe haber un Diseñador. Hay pruebas convincentes de que
hay un Creador inteligente.
Ahora bien, ¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE QUE USTED Y YO DESARROLLEMOS FE Y
LA FORTALEZCAMOS? La Biblia también contesta esa pregunta. ¿Me acompañan a
Hebreos 11:6?
Hebreos 11:6 — Además, sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se
acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo
buscan con empeño.

¿Vieron el punto? “Sin fe es imposible agradarle a Dios”. Así que la fe es esencial


si queremos agradarle a Dios y que nos bendiga. Bueno, ya hemos hablado un
poco de lo que es la fe, ahora veamos dos cosas que la fe no es.
1. La fe no es simplemente creer que Dios existe, porque la Biblia dice que
hasta los demonios creen en Dios, pero se estremecen. Implica conocer a
Jehová, confiar en él, tener una amistad inquebrantable con él, que sea tan
real para nosotros que sintamos su amor y tengamos la seguridad de que
está contento con nosotros.
2. Otra cosa que la fe no es: No es simplemente esperar que pase algo. En la
Biblia encontramos el ejemplo de Abrahán. Él tenía pruebas convincentes de
que sucedería lo que esperaba, tenía pruebas de que Dios era real. Pero
¿qué efecto tuvo eso en Abrahán? ¿Cuál fue el resultado? Vamos a leer juntos
un texto muy importante. Romanos 4:20.
Romanos 4:20 — Pero, a causa de la promesa de Dios (estamos hablando
de Abrahán), no dudó por falta de fe. Más bien (¿qué fue lo que hizo?), se
hizo poderoso por su fe, de modo que le dio gloria a Dios

¿Vieron? Abrahán recibió ánimo, recibió fuerzas, recibió poder. Se hizo


poderoso gracias a la fe.

¡Qué bueno que se haya elegido Romanos 4:20 como texto temático para la
asamblea regional de este año! En unos minutos hablaremos del poder de la fe.
Pero, antes, tenemos algo especial. Por favor, presten atención a este mensaje de
nuestro querido hermano Geoffrey Jackson, del Cuerpo Gobernante. Él nos
explicará lo importante que es la fe para los cristianos de hoy.
Hermano Geoffrey Jackson
Miembro del Cuerpo Gobernante

Bienvenidos a la asamblea “Poderosos gracias a la fe” de los testigos de Jehová.


No se arrepentirán de los esfuerzos que hayan hecho por asistir a esta asamblea
los tres días. El título “Poderosos gracias a la fe” está basado en las palabras del
apóstol Pablo en Romanos 4:20. ¿Por qué escogió el Cuerpo Gobernante la fe
como tema para la asamblea de este año? Porque necesitamos una fe fuerte para
hacer frente a las pruebas que se nos presentan ahora y las que vendrán en el
futuro. En Mateo 17:20, Jesús les aseguró a sus discípulos:
Mateo 17:20 — “Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, podrán
decirle a esta montaña ‘Muévete para allá’, y se moverá; nada les será
imposible”.

Gracias a la fe, podemos hacer cosas que jamás hubiéramos imaginado que
podíamos hacer. Para los cristianos, la fe es esencial. De hecho, Dios dice que
debemos tener fe. En 1 Juan 3:23 leemos:
1 Juan 3:23 — “Este es su mandamiento: que tengamos fe en el nombre
de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, así como él nos
mandó”.

Y en Hebreos 11:6 dice:


Hebreos 11:6 — “Sin fe es imposible agradarle a Dios, porque el que se
acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a los que lo
buscan con empeño”.

Está claro, para recibir la bendición de Jehová y obtener la vida eterna, tenemos
que adquirir fe y, además, mantenerla. En Romanos 1:17, citando del profeta
Habacuc, Pablo escribió:

Romanos 1:17 — “El justo vivirá por su fe”.


Con estas palabras, Pablo enfatizó que Jehová recompensará a
los que muestren verdadera fe. Si tenemos fe en el rescate de
Jesús, Jehová perdona nuestros pecados y nos ve como personas
justas incluso ahora. Y, durante el Armagedón, Jehová protegerá
a su pueblo y le dará la oportunidad de vivir para siempre en el
Paraíso. Eso es lo que les deseamos a todos ustedes.
La mayoría de nosotros ya tenemos una fe fuerte, y, como
escribió el apóstol Pablo en 2 Corintios 1:24…
2 Corintios 1:24 — “Ustedes están firmes por su fe”.

Hay informes de todo el mundo que demuestran que ustedes


tienen una fe auténtica y que por su fe Jehová los está
utilizando para lograr muchas cosas. Nos sentimos como el
apóstol Pablo cuando dijo en Colosenses 1:3, 4…

Colosenses 1:3, 4 — “Siempre le damos gracias a Dios, el Padre de


nuestro Señor Jesucristo, cuando oramos por ustedes, 4 pues hemos oído
de su fe en Cristo Jesús y del amor que les tienen a todos los santos”.

Pero la presión constante de Satanás y sus demonios, este sistema y nuestras


imperfecciones pueden debilitar y socavar nuestra fe. El propósito de esta
asamblea es fortalecer la fe. Aprenderemos cómo cultivar verdadera fe, cómo
demostrarla en nuestra vida diaria y cómo mantenerla en los momentos
difíciles. Por favor, preste cuidadosa atención durante todo el programa. Cuando
se cite un texto, léalo en su Biblia. ¡Y que la Palabra de Dios les dé fuerzas para
ser hombres, mujeres y niños de fe!

Muchas gracias, hermano Jackson. Ahora volvamos al tema del que estábamos
hablando, ¿CUÁL ES EL PODER DE LA FE? Vamos a empezar buscando en la Biblia
Mateo 17:19, 20.

Mateo 17:19, 20 — Los discípulos […] se acercaron en privado a Jesús y le


preguntaron: “¿Por qué no pudimos expulsarlo nosotros?”. 20 Él les respondió:
“Por la poca fe que tienen. Les aseguro que, si tienen fe del tamaño de un grano
de mostaza, podrán decirle a esta montaña ‘Muévete para allá’, y se
moverá; nada les será imposible”.

Jesús dijo que la fe es poderosa. Les dijo a sus discípulos que nada les sería
imposible. Tal como Pedro pudo salir de la barca y caminar sobre el agua gracias a
la fe, la fe hace posible que hagamos cosas que desde un punto de vista humano
podrían parecer completamente imposibles. Analicemos seis de esas cosas.

1. Gracias a la fe podemos tener el enorme privilegio de andar con nuestro


maravilloso Dios, Jehová. ¿Y eso qué significa? Bueno, la Biblia dice que
hombres de fe, como Noé, “andaban con el Dios verdadero”. Pero ¿a qué se
refiere cuando dice eso? Bueno, Noé seguía los mandamientos y las
instrucciones de Jehová con tanto cuidado... Noé amaba a Jehová tanto que
era como si Noé y Jehová caminaran juntos por la calle como lo hacen dos
amigos íntimos. Eso es algo que Noé pudo hacer por su fe.

Queridos hermanos, aquí viene un pensamiento maravilloso: ese fue el caso


de Noé, pero también es su caso, y es el mío también. Nosotros también
podemos hacer lo que parece imposible, ser capaces de andar con nuestro
Padre celestial todos los días. Ese es el poder de la fe.

2. La fe nos motiva a obedecer los mandatos de Dios sin dudarlo. Abrahán fue
un buen ejemplo de esto. La Biblia lo llama “el padre de todos los que
tienen fe”. Pero ¿qué ejemplo nos puso Abrahán? Bueno, él no dudó en
obedecer a Jehová incluso cuando Jehová le pedía cosas muy difíciles, como
dejar Ur y ofrecer a su único hijo en sacrificio. Abrahán estuvo dispuesto a
obedecer porque tenía fe.

Piénsenlo hermanos. Piensen en lo que esto hace posible hoy día. Personas
que eran adictas a las drogas, al tabaco, al alcohol, al juego, a la
pornografía; personas que llevaban estilos de vida inmorales de todo tipo;
gente que decía que nunca dejaría esos hábitos, que nunca serían capaces
de cambiar su vida... Pero ¿qué pasó? Desarrollaron fe, y gracias a esa fe y a
su deseo de agradar a Jehová lograron liberarse de todas esas cosas. Hemos
visto a personas como esas. Usted las ha visto. Yo las he visto. Lo sabemos,
personas como esas han podido vencer todas esas cosas gracias a la fe.
Puede que usted sea una de ellas. Queridos hermanos, ese es el auténtico
poder de la fe. No es simple teoría, no es algo imaginario, es algo real.
La gente experimenta ese poder en su propia vida.

3. Veamos la tercera: La fe en el cumplimiento de las promesas de Jehová nos


motiva a predicar las buenas noticias del Reino. Vamos a leer lo que dice la
Biblia sobre esto en 2 Corintios 4:13.

2 Corintios 4:13 — Ahora bien, tenemos el mismo espíritu de fe del


cual se escribió: “Tuve fe y por eso hablé”. Por lo tanto, nosotros
también tenemos fe y por eso hablamos

¿Qué significa esto? Sin fe, si no demostráramos fe en las promesas de Dios,


no seríamos capaces de predicar las buenas noticias. De hecho, es posible
que cuando usted empezara a estudiar la Biblia con los Testigos dijera algo
como esto: “Yo no voy a salir a predicar. No me verán a mí yendo por la
calle tocando puertas”. Pero ¿qué pasó? Que empezó a tener fe. Y ahora sí
quería hablar con otros de lo que aprendía, ahora sí quería hablar de las
cosas maravillosas que estaba aprendiendo sobre Jehová. La fe nos ayuda a
vencer nuestros miedos. Nos ayuda a vencer la timidez. Nos ayuda a
afrontar la indiferencia de la gente. Nos ayuda a afrontar la oposición y la
persecución de los gobiernos. Hitler, Stalin, la Unión Soviética, e incluso
Rusia hoy día, todos ellos han dicho que aplastarían a los testigos de Jehová
y que pondrían fin a la predicación. Pero ¿qué ha pasado? Nuestros queridos
hermanos siguieron predicando a pesar de toda la oposición que tuvieron. Y,
hoy en día, los hermanos que viven en circunstancias parecidas también
siguen predicando. Y no se van a rendir. ¿Por qué? ¿Qué les ayuda a seguir
adelante? Es el poder de la fe. La fe los motiva a actuar y a seguir
predicando, independientemente de las circunstancias.

4. La fe nos motiva a hacer cosas por las que Jehová puede bendecirnos.
Piense en lo siguiente: algunas personas que vieron y escucharon lo que
Jesús enseñó e hizo pusieron su fe en él. Creyeron que Jesús era capaz de
curarlos y, como resultado, recibieron bendiciones. ¿En qué sentido?
En algunos casos, ¿qué les dijo Jesús a las personas a las que curó? Les dijo:
“Tu fe te ha curado”. En otras palabras, si esas personas no hubieran tenido
fe en Jesús, no habrían acudido a él, y él tampoco habría podido hacer por
ellas lo que hizo.

¿Cuál es el punto? Hoy día, no podemos esperar que, por tener fe, Jesús nos
cure físicamente. Pero muchos de nosotros tomamos decisiones importantes
e hicimos grandes cambios en nuestra vida para poder ser discípulos de
Cristo. Puede que dejáramos una carrera prometedora o renunciáramos a la
fama o a tener estudios universitarios o a cualquier otra cosa. Pero ¿qué es lo
que Jesús prometió darnos a los que tomamos esas decisiones por nuestra fe?
Veamos lo que dijo Jesús en Marcos 10:29.

Marcos 10:29, 30 — […] “No hay nadie que haya dejado hogar,
hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o campos por mí y por las
buenas noticias 30 que no reciba ahora, en este tiempo, 100 veces más
—casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y campos, aunque con
persecuciones— y, en el sistema que viene, vida eterna.”.
¿Cuál es el punto? Pues que con esas decisiones puede que hayamos
renunciado a muchas cosas en este mundo, pero, por tener fe en Jesucristo,
hemos recibido muchísimas bendiciones. Como dijo Jesús, “100 veces más”
de lo que dejamos atrás. Ese es el poder de la fe.

5. La fe nos ayuda a vencer en nuestra lucha contra el Diablo y sus demonios.


¿Y cómo lo hace? Leamos juntos Efesios 6:16.

Efesios 6:16 — “Además de todo esto, agarren el escudo grande de la


fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del
Maligno.”

Muy bien, ¿cuál es el punto? ¿Se dieron cuenta de que aquí en Efesios 6 la fe
se compara a un gran escudo? Tal como un escudo grande cubre la mayor
parte del cuerpo, la fe en Jehová y en sus promesas para el futuro puede
protegernos... ¿de qué, según lo que dice el texto? De “todas las flechas
encendidas del Maligno”. Estaremos completamente protegidos. ¿Qué
significa eso? Que la fe nos da poder. Nos da las fuerzas para levantarnos y
apagar la televisión, nos da las fuerzas para salirnos de la sala de cine, nos
da las fuerzas para desconectar la computadora si es necesario..., para
rechazar las tentaciones y los malos pensamientos que podrían llevarnos a
hacer cosas que desagradan a Jehová. No nos sorprende que en
1 Tesalonicenses 5:8 se compare la fe a una coraza que puede proteger
nuestro corazón figurado de las tentaciones y del poder del pecado. Ese es el
poder de la fe.

6. Si tenemos fe, podemos estar seguros de que Jehová escuchará y contestará


nuestras oraciones si están de acuerdo con su voluntad. Eso es lo que dijo
Jesús. ¿Lo leen conmigo? Está en Marcos 11:24.

Marcos 11:24 — “Por eso les digo: todas las cosas que pidan en sus
oraciones, pídanlas con fe y denlas por recibidas, y las tendrán.”

¡Y así es! Hermanos, qué bueno es saber que, cuando le pedimos algo a
Jehová, él nos oye, nos escucha, especialmente en estos tiempos, en medio
de esta pandemia, ahora que tenemos tantas preocupaciones. ¡Qué alivio es
saber que Jehová nos está escuchando, que responderá nuestras oraciones y
nos dará exactamente lo que necesitemos!
Así que, después de haber analizado estas seis cosas, ¿verdad que están de acuerdo
conmigo en que la fe es poderosa? La fe tiene el poder de hacer que cosas que
parecen imposibles para los hombres lleguen a ser realidad para los que tienen fe
en Jehová. Cuánto agradecemos que Jehová nos esté ayudando a desarrollar esta
maravillosa cualidad, que se basa en pruebas sólidas, en conocimiento exacto, y
que tenemos gracias al espíritu santo.

Y esto nos lleva a la tercera pregunta: ¿CÓMO PODEMOS TENER UNA FE


FUERTE?

Siendo más específicos: ¿cómo nos ayudará esta asamblea a fortalecer nuestra fe?
El programa de esta asamblea incluye discursos, series de discursos, entrevistas y
las dos partes de la representación dramática. ¡Van a disfrutar muchísimo! En los
próximos minutos, ¿qué tal si abre su PROGRAMA, quizás en un dispositivo como el
que tengo yo aquí, y echamos un vistazo a los aspectos más destacados de esta
asamblea?

Si se fijan en el primer día, verán que el texto temático es Lucas 17:5: “Danos más
fe”. ¿Le gustaría fortalecer su amistad con Jehová? Preste atención a la lectura
bíblica dramatizada. En esta lectura veremos cómo la fe motivó a Noé a obedecer
a Jehová, aunque las cosas que Jehová le pidió eran muy muy difíciles. Escuchen
con atención esta lectura. La sesión de la tarde. ¿Es usted amante de la naturaleza?
Pues la segunda serie de discursos del programa, “Observar la creación fortalece la
fe”, nos mostrará cómo el amor de Dios, su sabiduría y su poder se reflejan en
todas las cosas preciosas que creó. Y también nos mostrará que Jehová no solo
tiene el poder, sino también el deseo de cumplir sus promesas para el futuro. Y una
pregunta: ¿cree que tiene una fe fuerte? Pues no se pierda el último discurso de la
tarde del viernes. Ese discurso se titula “Sigan examinándose para saber si están
firmes en la fe”. Nos ayudará a examinar nuestra propia fe y ver lo fuerte que es.

Vamos al segundo día. Ahí vemos que el texto temático es Judas 3: “Luchen con
todas sus fuerzas por la fe”. ¿Ya está usando el nuevo manual de estudio Disfrute de
la vida? Prestemos mucha atención al discurso “Edifique la fe de otros con el libro
Disfrute de la vida”. Vamos a aprender a utilizar esta nueva publicación para llegar
al corazón del estudiante y también para ayudarlo a desarrollar fe. En la
organización de Jehová hay muchos hermanos y hermanas casados con
no creyentes, hay otros que solo cuentan con uno de sus padres y también hay
muchos que están solteros. La serie de discursos titulada “Luchan con éxito por la
fe” nos enseñará lo que podemos aprender de esos cristianos fieles. Les gustará.
Vayamos a la sesión de la tarde. Aunque ahora la mayoría no podemos viajar,
tendremos la oportunidad de hacer un recorrido por todo el mundo. El video Cómo
demuestran fe nuestros hermanos nos llevará por todo el mundo y nos enseñará la
fe tan grande que tienen los hermanos de distintas partes del planeta. Y, después,
estoy seguro de que les encantará ver la primera parte de la historia bíblica Daniel,
un hombre de fe. Creo que no me equivoco si les digo que esta es con mucho la
mejor producción audiovisual que hemos hecho. Les fascinará. El último discurso
del día trata de un asunto serio, hace un contraste entre las cosas que destruyen la
fe y las que la edifican. Y veremos cómo podemos fortalecer nuestra confianza en
la Palabra de Dios y también en su organización.

Y llegamos al tercer día. El texto temático es Mateo 21:21: “Si tienen fe [...]
pasará”. Analizaremos lo que podemos aprender de mujeres que han sido fieles a
Dios. Se trata de una serie de ocho discursos. Veremos cómo cada una de estas
mujeres demostró fe y qué podemos hacer nosotros para imitarlas. Luego, por la
tarde, veremos el impresionante final de la historia bíblica “Daniel, un hombre de
fe”. Y, aunque no nos gustaría que acabara, la asamblea terminará, y lo hará con el
emocionante discurso “Podemos ser poderosos gracias a la fe”.

Hermanos, ¿les gustaría ver un pequeño aperitivo del gran banquete que nos
espera? Aquí lo tienen.

Por el tono de voz de la doctora, sabía que


no iba a darme buenas noticias. La verdad es
que no esperaba que mi salud hubiera
empeorado tan rápido. Si necesito un arma
para proteger a mi familia, ¿no lo entenderá
Jehová? Sabía que a mi madre le encantaban
las navidades. Pero había aprendido lo que
piensa Jehová. ¿Voy a permitir que el temor al
hombre me impida ser discípulo de Jesús? Fue como
si me quitaran una venda de los ojos. En ese
momento, empecé a conocer a Jehová. En los peores
momentos, las palabras de Jehová me consolaban. Sabía que eso fortalecería mi
fe. “Confía en Jehová y haz el bien”.

¿No se les abrió el apetito al ver este avance de la asamblea? Solo un detalle:
algunos videos de esta asamblea presentan hechos reales, pero otros son solo
escenificaciones, ¿qué significa eso? Bueno, estas escenificaciones no son de
personas ni sucesos reales, sino que representan situaciones que nos ayudan a
entender la verdad. Jehová ama y valora a los hombres y a las mujeres de fe,
hombres y mujeres como ustedes. Él está deseando premiar a los que son así con
una maravillosa recompensa. ¿Quieren ver cuál es? Está en Juan 6:40.

Juan 6:40 — “Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que


reconozca al Hijo y demuestre fe en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en
el último día”.

Todos los que demuestren fe pueden estar seguros de que recibirán esa
recompensa. En Juan 3:36 Jesús dijo: “El que demuestra fe en el Hijo tiene [tiene]
vida eterna”. Así que, queridos hermanos, vamos a tener una asamblea
espectacular. Por favor, tomen buenas notas a lo largo del programa. Y no se
olviden de meditar en la información que se presente, para que puedan desarrollar,
conservar y fortalecer su fe. Si lo hacen, ustedes también serán poderosos gracias a
la fe y recibirán la maravillosa recompensa de la vida eterna.
10:10 AM
SERIE DE DISCURSOS:

Por qué tenemos fe en


1 La Existencia de Dios
Efesios 2:1, 12 | Hebreos 11:3

Hermano David Schafer


Ayudante del Comité de Enseñanza
del Cuerpo Gobernante

El hecho de que creamos en algo, ¿significa que existe? Y el hecho de que no


creamos en algo, ¿significa que no existe? No. La verdad se basa en pruebas. Pero
¿qué tipo de pruebas nos convencen de que algo existe? Creemos en muchas cosas
que no vemos: el aire, el viento, los átomos, la gravedad, el tiempo... También
creemos en cosas que no podemos oír: galaxias, microorganismos, silbatos para
perros... Y creemos en cosas que no podemos sentir, como nuestro cerebro o la
rotación de la Tierra. Pero ¿por qué? ¿Por qué sabemos que existen? Por los efectos,
efectos que podemos ver, oír, sentir y medir. Y por el testimonio de los que
conocen los hechos. ¡Pruebas! La fe se basa en pruebas.

Hoy día, muchas personas no creen que Dios exista. Su falta de fe puede
afectarnos. De hecho, nuestra fe está bajo ataque. Esta serie de discursos nos
recordará por qué tenemos fe y nos ayudará a fortalecerla. Veremos por qué
tenemos fe en la existencia de Dios, en su Palabra, en sus normas morales y en su
amor. Primero, ¿POR QUÉ ES IMPORTANTE TENER FE EN QUE DIOS EXISTE?
Vamos a buscar Efesios 2. Y fíjense en cómo describe el apóstol Pablo a los
cristianos de Éfeso antes de que conocieran al Dios verdadero.

Efesios 2:1, 12 — “Además, Dios les dio vida a ustedes, aunque estaban
muertos debido a las ofensas y pecados” 12 En aquel tiempo estaban sin
Cristo, separados del estado de Israel, ajenos a los pactos de la promesa. No
tenían esperanza y estaban sin Dios en el mundo”.

Lo mismo pasaba con nosotros. Pero la fe en la existencia de un Creador le ha


dado sentido a nuestra vida. Y ahora sabemos las respuestas a preguntas como
‘¿por qué existe el universo? ¿Qué pasará en el futuro?’ Es cierto que hay personas
que evitan esas preguntas porque piensan que las respuestas son inalcanzables.
Incluso algunos aseguran que no hay propósito, que la vida no tiene un objetivo
definido. Pero ¿adónde los lleva eso? A no tener una guía confiable. En cambio,
veamos lo que el Salmo 111:10 dice sobre los resultados de tener fe.

Salmo 111:10 — “El temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría. Todos


los que obedecen sus órdenes demuestran ser muy perspicaces. Su alabanza
dura para siempre”.

Para pensar con claridad y tomar buenas decisiones en la vida, primero tenemos
que sentir por el Creador admiración y profundo respeto. Y, como indica el
siguiente versículo, eso nos hace personas más felices. Por eso tenemos que
proteger nuestra fe, porque es la base de nuestra amistad con Dios, la base de
nuestra esperanza, la base de nuestro futuro. Así que vamos a recordar por qué
podemos tener fe en la existencia de Dios. Volvamos al capítulo de la Biblia que
define la fe, Hebreos 11. Hebreos 11:1 nos dice que la fe es “la prueba
convincente de que existen realidades que no se ven”. Ahora bien, ¿cuál sería un
ejemplo de eso? Leamos juntos Hebreos 11:3.

Hebreos 11:3 — “Por la fe, percibimos que los sistemas fueron puestos en
orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve ha llegado a existir a
partir de cosas invisibles”.

¡Sistemas! ¿Cuáles podrían ser algunos de estos sistemas? ¿Podría ser el sistema
solar? ¿O el sistema galáctico del que es parte? ¿O los ciclos que tienen lugar
dentro del sistema solar? Pensemos en la atmósfera de la Tierra, que nos protege de
los rayos dañinos del Sol pero al mismo tiempo permite que nos lleguen la luz y el
calor que necesitamos. ¿Se imaginan lo que nos pasaría si no fuera por la
protección que nos da la atmósfera? Nos quemaríamos en segundos. Además de
protegernos de la radiación, la atmósfera, junto con el campo magnético de la
Tierra, también absorbe muchos de los objetos que se mueven por el espacio. La fe
nos ayuda a percibir que estos “sistemas” fueron diseñados por un Creador. O
pensemos en los increíbles ciclos de la Tierra. Imaginen lo que pasaría si el aire de
una ciudad no se renovara, si el suministro de agua se cortara y además se
bloqueara el sistema de alcantarillado, ¿cómo sería la calidad de vida en esa
ciudad? Pues nuestro planeta es un sistema cerrado. El aire y el agua limpios no
nos llegan desde el espacio exterior, y los desperdicios no se lanzan al espacio. Así
que ¿cómo se mantiene la Tierra limpia y habitable? El ciclo del agua, los del
oxígeno y del carbono, el ciclo del nitrógeno... todos están diseñados con
precisión para sostener la vida. Claro, eso no quiere decir que no debamos cuidar
de nuestro planeta. ¡Qué sistemas tan impresionantes! También podríamos hablar
de la posición perfecta de la Tierra en el sistema solar o de la inclinación del
planeta, de su órbita, de su velocidad de rotación, de su peculiar luna o de nuestro
sistema solar perfectamente colocado en la Vía Láctea. ¿Son todas estas
ubicaciones tan precisas y estas elegantes medidas fruto del azar, o de un diseño
intencionado?

Veamos en el siguiente VIDEO, otro ejemplo de cómo el orden que vemos en la


creación demuestra que existe un Creador inteligente.

Nuestro cuerpo está compuesto por millones de


millones de células. Y cada una de ellas es una
maravilla del diseño y tiene una organización
impresionante. En el interior de la célula ocurren
procesos biológicos que provocan señales que
se envían a proteínas específicas para que
formen una especie de carriles llamados
microtúbulos. Después, unas diminutas máquinas
moleculares llamadas quinesinas transportan
componentes a las diferentes partes de la célula, y lo
hacen “caminando” sobre los carriles. Desde las
microscópicas proteínas hasta las gigantescas galaxias, nuestro universo está
lleno de ejemplos de organización y de un elegante diseño.

¿CÓMO PUEDE USTED FORTALECER SU FE EN LA EXISTENCIA DE DIOS? Veamos tres


cosas que podemos hacer. Vamos a buscar en la Biblia Romanos 1. Cuando
analizamos ejemplos como estos, del poder y la sabiduría de Dios, puede que nos
preguntemos: “¿Cómo puede alguien negar la existencia de un diseñador
inteligente y amoroso?”. Romanos 1:18 indica que los que hacen eso niegan la
verdad, los hechos. ¿Por qué? Veamos lo que dice Romanos 1:19.

Romanos 1:19, 20 — “Pues lo que puede conocerse de Dios lo tienen


claramente a la vista, ya que Dios se lo ha mostrado con claridad. 20 Porque
sus cualidades invisibles —su poder eterno y divinidad— se ven claramente
desde la creación del mundo, pues se perciben por las cosas creadas, de modo
que ellos [los que niegan la verdad] no tienen excusa”.

La existencia de Dios y sus cualidades ya eran evidentes en la creación cuando el


ser humano llegó a existir. Y las pruebas se han hecho cada vez más claras con el
paso del tiempo y con los avances de la tecnología, que nos permiten descubrir lo
que Dios ha hecho. Esa es la primera MANERA DE FORTALECER NUESTRA FE EN LA
EXISTENCIA DE DIOS: estudiando y meditando, meditando en las pruebas. Algo que
puede ayudarnos a hacerlo es toda la información que se ha publicado sobre la
creación en jw.org, donde podemos encontrar folletos, la serie “¿Lo diseñó
alguien?” y entrevistas a científicos. La segunda manera de fortalecer la fe es
pidiéndole a Dios que nos dé más fe. En Lucas 11:13, Jesús dijo que Dios les dará
su espíritu santo a quienes se lo pidan. Y una parte del fruto del espíritu es la fe.
Tercero, fortalecemos nuestra fe ayudando a otros a tener fe. ¿Cómo?
Enseñándoles las pruebas en las que se basa la verdad. Padres, ayuden a sus hijos
con paciencia a tener fe. Si tienen dudas, hablen con ellos pronto, con cariño, y no
eviten sus preguntas. No se molesten con ellos. Alégrense de que pregunten, eso
demuestra que quieren entender las cosas. Acepten el desafío. Enséñenles las
pruebas, búsquenlas juntos, cuando se sienten, cuando anden, cuando se acuesten
y cuando se levanten.

En el siguiente VIDEO, fíjense en qué es lo


que fortalece la fe de un hermano que es
científico.

Como profesor de diseño mecánico, cuando veo


la naturaleza me fijo en su diseño. En diseño
mecánico, se estudian no solo los componentes
individuales de una máquina, sino cómo
interactúan entre ellos. Desde esta óptica, la
visión humana es un magnífico ejemplo de diseño. En un solo ojo, la córnea, el
iris y el cristalino interactúan para enfocar la imagen que se
produce en la retina, que tiene unas células que detectan la luz
llamadas fotorreceptores. Los fotorreceptores, es decir, los
conos y los bastones, envían señales al cerebro a través del
nervio óptico. El cerebro las procesa, y así percibimos una
imagen. Ahora imagínese cómo aumenta la complejidad de
este proceso cuando interactúan los dos ojos. Es increíble la
cantidad de información que procesan constantemente los más
de 130 millones de receptores de la retina y que se transmite al
cerebro a través de 1,2 millones de fibras nerviosas. Para mí, la
enorme complejidad de la perfecta interacción entre todos estos componentes
demuestra que hay un Diseñador. Algunos lo niegan. Sugieren que el ojo
evolucionó a partir de una mancha sensible a la luz de alguna criatura ancestral
que fue cambiando al azar. A mí me parece que esa explicación es poco realista.
Plantea que no hay ni planificación ni objetivo. Quieren que aceptemos que un
sistema complejo se puede desarrollar sin nadie que lo dirija,
cuando en la naturaleza las cosas tienden al desorden. Pero esto
es aún más impresionante: el diseño del ojo, del nervio óptico y
del cerebro, y de cómo funcionan e interactúan, está
completamente registrado en el ADN. De hecho, el ADN
contiene todas las instrucciones necesarias para formar un
cuerpo humano entero. Aunque la ciencia solo acepta las
pruebas físicas, muchos científicos han llegado a la conclusión
de que la complejidad que se ve en la naturaleza prueba que
fue diseñada. Yo estoy convencido de que el increíble diseño de
la naturaleza demuestra que Dios existe.

¿CÓMO NOS BENEFICIA TENER FE EN LA EXISTENCIA DE DIOS? Tener auténtica fe en


el inteligente y amoroso Diseñador del universo le da propósito a nuestra vida. Esa
fe nos motiva a obedecer las justas normas de Jehová, normas que nos benefician.
Y el futuro no nos da miedo, porque la fe nos da esperanza. Y no tememos a la
muerte, porque nuestra esperanza viene de la Fuente de la vida. ¡Cuánto nos alegra
que Jehová nos haya dado tantas pruebas de su existencia!

Ahora bien, ¿existen aspectos de la personalidad de Jehová que no se pueden


comprender del todo estudiando solo la creación? Sí, y por eso tenemos que
estudiar su Palabra inspirada. ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en la Palabra de
Dios? Por favor, presten atención al hermano Mark Noumair, ayudante del Comité
de Enseñanza, que presentará el siguiente discurso de esta serie, “Por qué tenemos
fe en... la Palabra de Dios”.
Por qué tenemos fe en
2 La Palabra de Dios
— Isaías 46:10 —

Hermano Mark Noumair


Ayudante del Comité de Enseñanza
del Cuerpo Gobernante

¿Está pasando por problemas económicos inesperados? ¿Está sufriendo su hijo


presión de grupo o enfrentándose a los peligros de internet? ¿Le han diagnosticado
una enfermedad grave? La vida en este sistema puede ser un mar de problemas.
Podemos sentirnos solos, desanimados y sin saber a quién acudir. Por eso, ahora
más que nunca, tenemos que fortalecer nuestra fe en la Palabra de Dios. Cuando
estudiamos la Biblia y nos guiamos por ella, nuestra fe en Dios crece y algo
impresionante sucede. Veamos lo que es en 1 Tesalonicenses 2:13.

1 Tesalonicenses 2:13 — “Por eso nosotros también le damos constantemente


gracias a Dios, porque, cuando ustedes recibieron la palabra de Dios —que
oyeron por medio de nosotros—, no la aceptaron como palabra de hombres,
sino como lo que de verdad es, como palabra de Dios, la cual también está
actuando en ustedes, los creyentes”.

¿Cómo influye en nosotros la Palabra de Dios? Ya nos ha transformado en siervos


fieles de nuestro Dios, Jehová. Pero también nos da las fuerzas para aguantar
cuando pasamos por problemas. Es importante que hablemos de esto, porque
vivimos en un mundo en el que muchos siembran dudas sobre la Biblia. Dicen que
está anticuada y que es inexacta. Pero no dejaremos que los puntos de vista
equivocados de este mundo debiliten nuestra fe en la Biblia.

En este discurso analizaremos TRES COSAS QUE NOS AYUDARÁN A CONFIAR EN LA


BIBLIA Y A AMARLA TODAVÍA MÁS: sus profecías, lo que dice sobre la Tierra y su
supervivencia a pesar de los ataques. Hablemos del primer punto…

LAS PROFECÍAS: El ser humano es incapaz de predecir lo que pasará en el futuro.


Solo el Todopoderoso puede. Por ejemplo, la historia seglar dice que, en el año
539 antes de nuestra era, un hombre llamado Ciro conquistó Babilonia y permitió
que miles de judíos volvieran a Jerusalén para restaurar la adoración verdadera. La
Biblia también habla de estos sucesos, pero con una diferencia muy importante.
Los historiadores escribieron sobre esto después de que pasara. Pero la Biblia lo
predijo antes de que ocurriera, de hecho, unos 200 años antes. Vamos a examinar
esta profecía con más detalle. Vamos a buscar Isaías 44. Isaías 44 y leeremos los
versículos 27 y 28. Mientras lo leemos, vamos a fijarnos en cuántas veces se habla
de acciones futuras:

Isaías 44:27, 28 — “Soy el que les dice a las aguas profundas ‘Evapórense.
Secaré todos sus ríos’; soy el que dice de Ciro ‘Él es mi pastor y cumplirá por
completo mi voluntad’, el que dice de Jerusalén ‘Será reconstruida’, y del
templo ‘Tus cimientos serán colocados’”.

Aquí Jehová no está tratando de adivinar lo que pasaría en el futuro. Él decidió lo


que sucedería y se encargó de que ocurriera. ¿Cómo pudo predecir la Biblia estos
detalles con 200 años de antelación? Solo hay una explicación. Vayamos al
capítulo 46 de Isaías y leamos el versículo 10.

Isaías 46:10 — “Desde el principio, yo predigo el final y, desde mucho tiempo


atrás, cosas que todavía no se han hecho. Yo digo: ‘Mi decisión se mantendrá,
y haré cualquier cosa que yo desee’”.

El cumplimiento de profecías como esta fortalece nuestra confianza en la Palabra


de Dios.

Otra razón por la que tenemos fe en la Biblia es por LO QUE DICE SOBRE LA TIERRA.
Veamos un ejemplo en Job 26:7.

Job 26:7 — “Él extiende el cielo del norte sobre el vacío, suspende la tierra
sobre la nada”.

Esto se afirmó hace unos 3.500 años. Lo que Job dijo le habría parecido absurdo al
filósofo griego Aristóteles. Él enseñaba que, si los objetos no están apoyados sobre
algo, se caen. No fue hasta 1687 que Isaac Newton explicó que la Tierra se
mantiene en órbita gracias a una fuerza invisible, como si estuviera suspendida
sobre la nada. ¿Cómo pudo estar esta verdad en la Biblia hace más de 3.000 años?
La respuesta: porque es la Palabra de Dios, y Dios no puede mentir.

El tercer punto del que vamos a hablar es LA SUPERVIVENCIA DE LA BIBLIA. Aunque


los escritos originales de la Biblia desaparecieron, tenemos copias exactas que han
sobrevivido al paso del tiempo y a los intentos de muchas personas por destruirlas
o por cambiar su mensaje. Isaías 40:8 dice: “La palabra de nuestro Dios permanece
para siempre”. La Biblia no ha permanecido como una simple pieza de museo, es
su mensaje lo que permanece. Ese mensaje inspirado se ha traducido a más de
3.000 idiomas. Eso es una prueba irrefutable de su origen divino.

En el siguiente VIDEO, veremos más pruebas de que la Biblia es la Palabra de


Dios. Por favor, presten atención.

La Biblia es un libro de hechos. Habla de personas reales


y sucesos e historias reales en lugares reales.
La arqueología ha confirmado la existencia de al menos
53 personas mencionadas en las
Escrituras Hebreas. Un ejemplo es el
faraón egipcio Sisac. La Biblia dice
q u e e s t e f a r a ó n i n va d i ó Ju d á
exactamente en el quinto año del rey
Rehoboam de Judá. Durante mucho tiempo, el único lugar
donde se hablaba de esta invasión era en la Biblia, hasta que se
descubrió un relieve en una pared del templo de Karnak, en
Egipto, en el que se veía a Sisac y a unos
cautivos. El relieve también incluye nombres
de ciudades israelitas conquistadas, muchas
de las cuales corresponden a lugares de la
Biblia. También menciona el “campo de Abrán”. Esta es la
referencia más antigua que hay en los registros egipcios a este
patriarca de la Biblia, Abrahán. Esto fortalece nuestra confianza y
nuestra fe en que la Biblia es la Palabra de Dios.

La Biblia se escribió en materiales perecederos, como el


papiro y el pergamino. Aunque no hay originales
disponibles, la cantidad de copias antiguas que existen es
impresionante, unos 11.000 manuscritos hebreos y
griegos, muchos más de los que existen
de cualquier otra obra de la literatura
antigua. Al comparar los manuscritos
más antiguos y relevantes entre sí, los expertos pueden
identificar las inexactitudes y errores que se hayan podido
introducir. Pero la gran mayoría de las diferencias no cambian el
significado. Un ejemplo es el de Lucas 4:17, que dice que Jesús
“abrió” el rollo de Isaías. Algunos manuscritos dicen que él
“desenrolló” el rollo. Pero ¿verdad que el significado es el mismo? El mensaje de
Dios se mantiene intacto aunque se haya traducido a diferentes
idiomas. Los escritores de las Escrituras Griegas Cristianas citaron
de las Escrituras Hebreas, pero a menudo usando el texto de la
Septuaginta griega. A veces, parafraseaban estas citas usando
palabras diferentes, pero el mensaje seguía siendo el mismo.
Y gran parte de lo que dijo Jesús, probablemente en el hebreo de
su tiempo, se escribió en griego. Aun así, su mensaje es claro.
Hoy día, la Palabra de Dios se puede leer, al menos en parte, en
más de 3.000 idiomas.

En la historia de la Biblia se da una interesante paradoja:


muchas personas estuvieron dispuestas a morir para
preservar la Biblia y para hacerla accesible a todo el
mundo. Mientras que otras estuvieron dispuestas a matar
para acabar con ella e impedir que se
leyera. ¿Por qué? Por su contenido.
La Palabra de Dios está viva y actúa con poder. La Biblia cambia
la vida de la gente: algunos lo aceptan, pero otros se oponen, a
veces con violencia. Por ejemplo, en el año 303 de nuestra era, el
emperador romano Diocleciano ordenó que se quemaran las
Santas Escrituras. Según parece, Félix, el obispo de Tibiuca, dijo:
“Antes preferiría que me quemaran a mí vivo, que no las
Escrituras divinas”. Lo pagó con su vida. Hoy día, algunos todavía
intentan destruir el mensaje de Dios, “pero la palabra de nuestro
Dios permanece para siempre”.

¿Verdad que fortalece la fe ver tantas pruebas de que la Biblia es la Palabra de


Dios? ¿Cómo podemos fortalecer aún más esa fe? Puede ayudarnos realizar
proyectos de estudio concretos. Un proyecto fascinante podría ser estudiar la
profecía de Génesis 3:15. Tal vez se la sepa de memoria, ¿pero alguna vez se ha
sentado a hacer una línea de tiempo con los textos clave que muestran cómo Dios
fue poco a poco dando más información sobre su significado y a quiénes
implicaba? Cuando apartamos tiempo para estudiar y meditar en cómo se conectan
las ideas a lo largo de la Biblia, se fortalece nuestra fe en la Palabra de Dios. ¿Tiene
dudas sobre algún tema? Póngalas por escrito. Y use las herramientas de
investigación, la Biblia de estudio, JW Library® y la BIBLIOTECA EN LÍNEA
Watchtower®, para profundizar. ¡Vale la pena! Y, si usted es padre, ayude a sus
hijos a conocer y a amar al Autor de la Biblia.
Nos queda muy poco para estar en el nuevo mundo. Ahora es el momento de
fortalecer nuestra confianza en la Biblia. Si tenemos una fe fuerte en la Palabra de
Dios, nos sentiremos igual que nuestro hermano Ruslán, de Turkmenistán, que se
enfrenta a una segunda condena de cárcel por su fe. Él declaró: “Estoy totalmente
convencido de que Jehová me va a recompensar. [...] Cuando tienes una esperanza
firme, eres inmensamente feliz; cuando eres feliz, eres fuerte y aguantas. Y una
persona fuerte no se puede doblegar”. Y usted tampoco se doblegará si tiene una fe
fuerte en la Palabra de Dios. El hermano Samuel Herd, del Cuerpo Gobernante,
presentará el siguiente discurso de esta serie, “Por qué tenemos fe en... las normas
morales de Dios”.
Por qué tenemos fe en
3 Las Normas Morales de Dios
— Isaías 48:17 —

Hermano Samuel Herd


Miembro del Cuerpo Gobernante

Este mundo puede debilitar nuestro deseo de hacer lo que está bien. Hasta un
cristiano maduro puede sentirse tentado a hacer lo que está mal. Por favor,
busquen Romanos 7:21-23. Está claro que Pablo era un cristiano maduro. Pero
fíjense en lo que dijo sobre sí mismo.

Romanos 7:21-23 — “Me doy cuenta de que existe esta ley en mi caso:
cuando deseo hacer lo que es correcto, lo que es malo está conmigo. Al
hombre que soy por dentro de veras le agrada la ley de Dios, pero en mi
cuerpo veo otra ley que lucha contra la ley de mi mente y que me hace
prisionero de la ley del pecado que está en mi cuerpo”.

Igual que Pablo, puede que nos demos cuenta de que tenemos una lucha en
nuestro interior, una lucha contra la ley del pecado. Pero, igual que Pablo, sabemos
que para agradar a Jehová tenemos que vivir de acuerdo con sus normas. Veamos
lo que dice 1 Corintios 6:9, 10. ¿Cuáles son algunas de las normas morales de
Jehová? Fíjense en esta lista de cosas inmorales en las que no queremos caer.

1 Corintios 6:9, 10 — “¿O es que no saben que los injustos no heredarán el


Reino de Dios? No se engañen. Las personas que son sexualmente inmorales,
los idólatras, los adúlteros, los hombres que se someten a actos homosexuales,
los hombres que practican la homosexualidad, los ladrones, los codiciosos, los
borrachos, los injuriadores y los extorsionadores no heredarán el Reino de
Dios”.

Tenemos que estar convencidos de que las normas morales de Jehová son correctas
y beneficiosas. ¿Por qué podemos tener fe en sus normas? Para saberlo, busquen
Isaías 48:17. Ahí verán que podemos tener fe en las normas de Dios porque
siempre siempre nos benefician.

Isaías 48:17 — “Esto es lo que dice Jehová, tu Recomprador, el Santo de


Israel: ‘Yo, Jehová, soy tu Dios, el que te enseña por tu propio bien, el que te
guía por el camino en que debes andar’”.
¿Vieron el punto? Jehová nos está enseñando por nuestro propio bien. Podemos
confiar en sus normas sobre lo bueno y lo malo. No cambian y producen buenos
resultados independientemente de las circunstancias y de la cultura. Piense en las
normas de Dios sobre el matrimonio. Jehová creó el matrimonio como una unión
permanente. Una unión de amor entre un hombre y una mujer. Dios le dio a Adán
una esposa, Eva, no dos ni tres ni cuatro, solo una. Les dijo: “Reprodúzcanse, sean
muchos y llenen [...] la tierra”. Leamos 1 Corintios 6:18. Este texto deja claro que
el sexo fuera del matrimonio está prohibido por Jehová.

1 Corintios 6:18 dice: “¡Huyan de la inmoralidad sexual! Cualquier otro


pecado que alguien cometa está fuera de su cuerpo, pero el que practica la
inmoralidad sexual peca contra su propio cuerpo”.

Cuando los miembros de la familia siguen las normas de Jehová, la familia se siente
segura y feliz.

En el siguiente VIDEO, vean cómo una pareja se benefició de seguir las normas
morales de Dios.

Nos conocimos en una fiesta cuando estábamos


en el ejército. Estaba en la pista de baile y cuando
vi a Frenchie pensé: “Tengo que hablar con esa
chica ahora mismo”. Estuvimos sonriéndonos toda
la noche, y nos gustamos. Fue un flechazo.
Al poco tiempo nos fuimos a vivir juntos. Los
meses iban pasando, y todo
iba muy bien. Pero entonces me enteré de que estaba
embarazada. Y él me dejó. Me quedé en shock. No debería
haber sido así, pero eso es lo que pasó. La verdad es que
tenía miedo. Pensé: “¿Y ahora qué voy a hacer?”. Me sentí
fracasada. Y pensaba: “¿Cómo dejé que me pasara esto?”.
Sabía que debía apoyarla y quería hacerlo. Pero no sabía
cómo. Oramos juntos por primera vez como pareja. Eso fue
un viernes por la noche. Y el sábado por la mañana llamaron
a la puerta. Empezamos un curso de la Biblia. Estudiamos un
capítulo que hablaba de la vida de familia y del matrimonio.
Y en aquel momento me di cuenta de que quería que Jehová
aprobara nuestra relación. Aprendimos que Jehová quiere que
el matrimonio sea una unión permanente. El miedo que tenía antes, de que las
discusiones o desacuerdos acabaran en un divorcio, desapareció. Empezamos a
ver cómo podrían ayudarnos en nuestra vida diaria los consejos de Jehová. Por
ejemplo, aprendí lo que debía hacer para respetar a mi esposa y cuidarla. Nos
convertimos en un equipo, nos complementamos. Y eso fue gracias a que Jehová
nos enseñó a hacerlo. Aunque no fue fácil al principio,
tomamos la decisión de dedicar nuestra vida a Jehová, y nos
bautizamos juntos. Llevamos 25 años casados, y todas las
inseguridades que sentía han desaparecido. Me concentro en
todas las bendiciones que hemos recibido por tener a Jehová
en nuestra vida. Nada puede hacerte más feliz que eso.
Puedes hacer las cosas a tu manera, pero nunca tendrás la alegría ni la paz ni la
seguridad que da hacer las cosas a la manera de Jehová.

Gracias a que conocieron a Jehová y tienen fe en sus normas, han podido


mantener una relación estable y llevan nada menos que 25 años casados. ¿Y
nosotros? ¿Cómo podemos fortalecer nuestra fe en las normas morales de Dios?
Pensando en los beneficios de obedecer las normas de Jehová y en las
consecuencias de desobedecerlas. Por ejemplo, Deuteronomio 32:29 nos anima a
ser sabios, reflexionar, pensar en cómo acabaremos. En otras palabras, a pensar en
los beneficios de obedecer las normas de Dios. Por otro lado, las consecuencias de
desobedecer las normas de Dios pueden ser graves.

Gálatas 6:8 — “El que siembra pensando en su carne cosechará de su carne


la corrupción”.

El mundo del entretenimiento a menudo pasa por alto este hecho. Pero nuestra fe
en las normas de Dios aumentará si experimentamos los beneficios de seguirlas en
nuestra vida. Obedecer sus normas morales nos protege físicamente,
emocionalmente y espiritualmente. Las normas de Jehová nos hacen sabios y nos
evitan tener que aprender de experiencias dolorosas. Un ejemplo: Ve una señal en
la carretera que dice: “Zona escolar, velocidad: 25 km/h”. ¿Qué pasaría si no
obedece esa señal de tráfico? Supongamos que va a 80 km/h, y atropella a un niño.
¿La consecuencia de no obedecer esa norma? Una experiencia muy muy dolorosa.
Las normas morales de Jehová nos evitan sufrimiento. Vamos a concluir leyendo
algunos versículos del Salmo 19. Por favor, búsquenlo. Este salmo habla de las
normas de Jehová, sus leyes y sus recordatorios. Leamos primero el versículo 7.

Salmo 19:7 — La ley de Jehová es perfecta, renueva las fuerzas. Los


recordatorios de Jehová son confiables, hacen sabio al inexperto.
➡ No queremos ser ingenuos o inexpertos, queremos ser sabios.
Salmo 19:8, 9 — Las órdenes de Jehová son justas, llenan de alegría
el corazón. Los mandamientos de Jehová son limpios, iluminan los ojos. 9 El
temor de Jehová es puro, dura para siempre. Las sentencias de Jehová son
verdaderas, totalmente justas.
➡ Si obedecemos las normas de Dios, tendremos su aprobación, tendremos la
conciencia limpia y una buena amistad con él.

Y, finalmente, el versículo 11:

Salmo 19:11 — Con ellas se le ha dado advertencia a tu siervo; para quien las
obedece hay una gran recompensa.
➡ Dice que nos espera “una gran recompensa”.

Tengan fe en las normas morales de Dios, obedézcanlas y háganse sabios. Los


protegerán física, emocional y espiritualmente. Tendrán una conciencia limpia y la
aprobación de Jehová. Y en el futuro vida eterna. El hermano Gerrit Lösch, del
Cuerpo Gobernante, presentará el último discurso de esta serie, “Por qué tenemos
fe en... el amor de Dios”.
Por qué tenemos fe en
4 El Amor de Dios
— Juan 6:44 —

Hermano Gerrit Lösch


Miembro del Cuerpo Gobernante

Muchas personas creen en Dios. ¿En qué sentido? Creen que tiene que existir un
Dios, un Creador. La lógica les hace llegar a esta conclusión. ¿Por qué? Porque
entienden que las cosas tuvieron que ser creadas. Si el Creador no existiera,
no existiría la creación. ¿Por qué? Porque nada viene de la nada. Esa es la razón
por la que también sabemos que Dios siempre ha existido. Si hubiera habido un
tiempo en el que él no hubiera existido, ahora no existiría nada. El hecho de que
exista la creación demuestra que tiene que haber un Creador. También demuestra
que Dios siempre ha existido, aunque con nuestra mente humana imperfecta se
nos haga muy difícil entender esto. Nosotros somos parte de su creación. Pero ¿es
suficiente con creer en un Creador solo porque, sin él, no existiría la creación?
¡No! ¿Es suficiente para un niño creer que tiene un padre simplemente porque sin
un padre no existiría? ¡No! Un niño debería amar a su padre. Y un padre
normalmente ama y cuida a sus hijos. El Creador, nuestro Padre, no solo se
preocupa por la creación, sino que también nos ama y nos cuida individualmente.
Él lo ama a usted. Jehová se preocupa por usted. Y usted, ¿lo ama? ¿Ama a Dios de
verdad? No es algo automático. El apóstol Pablo dijo en 2 Timoteo 3:4 que, en los
últimos días, la mayoría de las personas amarían los placeres en vez de amar a
Dios. A veces podemos sentir que no valemos nada, y esos sentimientos pueden
apagar nuestro entusiasmo al servir a Jehová, el amor que tenemos por él, e incluso
hacer que dejemos de servirle. Por eso, tenemos que desarrollar y profundizar
nuestra fe y nuestro amor por Jehová.

Jehová ama a la humanidad. ¿QUÉ PRUEBAS TENEMOS DE ESO? Vemos el amor de


Jehová en la naturaleza. Él creó una gran variedad de árboles, plantas y flores para
que disfrutáramos. No solo creó las cosas que necesitamos para sobrevivir, sino
que también creó cosas que nos llenan de admiración y de amor por él. Él nos da
todos los regalos buenos. El hombre no es capaz de crear ni un solo animal, ni una
fruta, ni una flor. Las cosas que Dios creó nos permiten estar vivos y disfrutar de la
vida mientras dure. Pero Jehová, nuestro Padre celestial, nos ama tanto que entregó
a su Hijo primogénito —a quien llegamos a conocer como Jesucristo— como
rescate por los pecados de seres humanos imperfectos, por quienes lo amamos,
para que podamos vivir y disfrutar del amor de Dios para siempre. Aunque los
primeros seres humanos se rebelaron contra Dios, él sabía que habría muchos otros
que elegirían servirle por amor. Por favor, busquen conmigo Juan 6. El hecho de
que esté escuchando este programa demuestra no solo que usted ama a Jehová y a
Jesús, sino que también demuestra que ellos lo aman a usted personalmente.

Juan 6:44 — “Nadie puede venir a mí a menos que el Padre, que me envió, lo
traiga”.

La Biblia enseña que Jehová nos ha dado libertad de elección. Cada uno tiene que
decidir si le servirá o no. Con cariño, Jehová trae a la verdad a todos los que
tienen la actitud correcta. Para ello, utiliza el mensaje de la Biblia y su espíritu
santo. ¿DE QUÉ MANERA NOS TRAE JEHOVÁ A LA VERDAD? El verbo griego que se
traduce “traer” también puede referirse a la acción de arrastrar una red con peces.
¿Significa eso que Jehová nos arrastra y que nos obliga a servirle? No, Jehová nos
dio libertad de elección, así que no nos obliga a amarlo. Un comentarista explicó
que es como si la puerta de nuestro corazón no pudiera abrirse desde afuera,
solamente por dentro. Jehová se fija en los miles de millones de corazones que hay
en el mundo y busca a aquellos que quieren acercarse a él. Cuando encuentra a
esas personas, las trae a la verdad con cariño. ¿Es usted una de ellas? Seguro que sí.
Jehová les ofrece la oportunidad de ser sus amigos a quienes tienen un corazón
dispuesto. Lo hace de dos maneras: mediante el mensaje de buenas noticias de la
Biblia y mediante su espíritu santo. Cuando Jehová ve que el corazón de una
persona es receptivo a la verdad de la Biblia, usa su espíritu para ayudarla a
entender y a poner en práctica esa verdad en su vida. Sin su ayuda, nunca
habríamos podido convertirnos en auténticos seguidores de Jesús y en siervos
leales de Jehová. Jehová atrae a las personas porque ve algo bueno en su corazón y
se preocupa por cada una de ellas. ¿Verdad que saber que Jehová se interesa por
sus siervos individualmente nos motiva a abrirle la puerta de nuestro corazón de
par en par?

Vamos a ver en el siguiente VIDEO lo que hizo que un hermano llamado Carlos se
diera cuenta de que Jehová es el amoroso Padre que siempre quiso tener.

Cuando llegué a pasar momentos complicados en mi


infancia, Jehová era como mi padre. En él me refugiaba.
La primera imagen que tengo de mi papá fue cuando lo fui
a visitar al reclusorio donde él estaba. Muchas veces le
pedí a Jehová que mi papá volviera a casa. Un día, mi
mamá me dijo: “Hoy llega tu papá”. Fui a la escuela y, cuando regresé, él estaba
ahí. Yo pensaba que él ya se iba a quedar para siempre. Poco después, escuché
llorar a mi mamá y a mi abuelita. Y me empezaron a explicar
que otra vez había entrado mi papá al reclusorio. A partir de
ese momento, le agarré odio, rencor, a mi papá, coraje.
También a Jehová. Empecé a drogarme, a llevar una
vida inmoral, violenta. Un día, unas
hermanas me dieron una revista.
Al momento de estar hojeándola, leí la
experiencia de Dustin. Empecé a
recordar momentos de mi infancia cuando yo me
refugiaba en Jehová y sentía lo mismo que él. Decía: “Ahí está
Jehová. No me deja”. Dustin no dudó del amor de Jehová y
murió fiel a su Padre. Desde ahí, le hice esa noche una oración a
Jehová. Le dije que me perdonara, porque él no tenía la culpa. Esa noche en
realidad sentí que me desahogaba... esa carga que sentía... Me sentí tranquilo.
Yo sentí el amor de Jehová a cada minuto, porque me lo
demostraba con los hermanos, que no me juzgaban por
lo que había hecho. Por más problemas que tenga uno, o
por mucho que se haya alejado uno de Jehová, él nunca
se aleja de nosotros.

Jehová ha ayudado con cariño a muchos de nuestros hermanos por el amor que les
tiene. Usted también puede contar con el apoyo de Jehová, pues él también le
tiene mucho cariño a usted. ¿Se fijó en cómo Jehová le demostró su amor a Carlos?
Utilizó a sus siervos para cuidarlo con cariño. Por favor, busquen conmigo el Salmo
119. Jehová nunca se olvidó de Carlos, aunque este joven se alejó de él por un
tiempo. Esto nos recuerda las palabras del Salmo 119:176…

Salmo 119:176 — “Me he descarriado como una oveja perdida. Ven en busca
de tu siervo, porque no me he olvidado de tus mandamientos”.

Parece ser que el Salmo 119 fue escrito por el joven príncipe Ezequías. Ezequías le
derramó su corazón a Jehová, y Jehová le respondió. Hermanos, por favor,
derrámenle su corazón a Jehová y fíjense en cómo él responde sus oraciones.
Vamos a buscar Efesios 3. Jehová puede y quiere formar parte de su vida, para
ayudarlo. Fíjese en lo que dice Efesios 3:20.
Efesios 3:20 — “A aquel que mediante su poder —que está actuando en
nosotros— puede hacer infinitamente más que todo lo que pedimos o
imaginamos”.

Esta expresión, “su poder —que está actuando en nosotros—”, ¿verdad que nos
anima mucho y fortalece nuestra fe? Su poder, que está actuando en nosotros,
no solo puede hacer todo lo que le pedimos, sino que puede hacer infinitamente
más que todo lo que podemos imaginar. “Él se acercará a ustedes”, dice Santiago
4:8. Sea que haya escrito el Salmo 119 o no, Ezequías fortaleció su fe en Jehová y
confió en él. Lo hizo aunque estaba rodeado de falsos adoradores de Jehová y de
que quizás se burlaban de él miembros de la corte real. Jehová bendijo a Ezequías.
Y, si usted confía en Jehová, él también lo bendecirá. Con el apoyo de Dios usted
también podrá aguantar durante las pruebas y mantenerse íntegro. Ponga en
práctica los principios bíblicos, y verá cómo seguir los consejos de Jehová siempre
da buenos resultados.

Una fe fuerte en el amor de Dios nos ayuda a ver más allá de nuestras
imperfecciones o de malas experiencias que hayamos tenido en el pasado. Nos
ayudará a vernos como nos ve Jehová, como miembros valiosos de su pueblo.
Todos formamos parte de la familia de Jehová. Leamos juntos las palabras tan
animadoras que encontramos en el Salmo 119:32. La fe en el amor de Dios nos da
la confianza que necesitamos para no rendirnos.

Salmo 119:32 — “Seguiré con empeño el camino de tus mandamientos,


porque tú haces que en mi corazón haya espacio para eso”.

* La nota dice: “O quizás ‘que mi corazón tenga confianza’ ”.

Podremos aguantar cualquier prueba. ¿Hay algo que pueda separarnos del amor
que Jehová nos tiene? ¿Recuerdan lo que nos dice Romanos 8? Nada puede
separarnos del amor de Dios. Vamos a leerlo.

Romanos 8:35-39 — “¿Quién va a separarnos del amor del Cristo? ¿Las


dificultades? ¿La angustia? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El
peligro? ¿La espada? Así está escrito: ‘A causa de ti nos están matando todo el
tiempo. Nos consideran ovejas destinadas al matadero’. Pero, gracias al que
nos amó, salimos completamente victoriosos de todas estas cosas. Porque estoy
convencido de que ni muerte ni vida, ni ángeles ni gobiernos, ni cosas presentes
ni cosas futuras, ni poderes, ni altura ni profundidad, ni ninguna otra creación
podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor”.
Pero hay cosas que pueden disminuir o acabar con nuestro amor por Jehová, así
que tenemos que tener cuidado. En esta serie de discursos, hemos analizado por
qué tenemos fe en la existencia de Dios, en su Palabra, en sus normas morales y en
su amor. Aunque el mundo que nos rodea va perdiendo la esperanza, nosotros
estamos decididos a ser cada vez más poderosos gracias a la fe. Romanos 4:20 dice
sobre Abrahán:

Romanos 4:20 — “Pero, a causa de la promesa de Dios, no dudó por falta de


fe. Más bien, se hizo poderoso por su fe, de modo que le dio gloria a Dios”.

De forma parecida, Jehová también nos ha hecho promesas a nosotros y, a medida


que las va cumpliendo, nos hacemos más y más poderosos gracias a la fe, y le
damos gloria a nuestro Dios, Jehová. Gracias por explicarnos las razones por las
que tenemos fe. Ahora cantaremos la canción 37, titulada Serviré a Jehová con el
corazón.

11:05 Canción 37 | “Serviré a Jehová con el corazón” y anuncios

ANUNCIOS: Se necesitan hermanos para servir en Betel o en proyectos de


construcción. ¿Le gustaría servir en alguna de estas facetas? Si es así, lo
animamos a ver el video ¿Qué tienes que hacer para servir en Betel?
en jw.org. Además, invitamos a los precursores de entre 23 y 65 años que
deseen ampliar su ministerio a hablar con el secretario de su congregación y
a llenar la solicitud en línea para asistir a la Escuela para Evangelizadores del
Reino.

¿Cómo podemos conservar la fe durante los difíciles últimos días de este


sistema? Aprenderemos de personas que vivieron en un tiempo muy parecido
al nuestro. A continuación, el hermano Anthony Morris, del Cuerpo
Gobernante, presentará la lectura bíblica dramatizada, titulada “Noé: la Fe lo
Motivó a Obedecer”.
11:15
LECTURA BÍBLICA DRAMATIZADA:

Noé:
La Fe lo Motivó a Obedecer
— Génesis 6:1-8:22; 9:8-16 —

Hermano Anthony Morris


Miembro del Cuerpo Gobernante

Tres días antes de que Jesús fuera asesinado, sus discípulos le hicieron una
pregunta que es muy importante para todos nosotros. La pregunta fue: “¿Qué señal
habrá de tu presencia y de la conclusión del sistema?”. Cuando les contestó, Jesús
predijo que, durante algún tiempo antes del fin y de la llegada del nuevo mundo,
habría guerras, terremotos, hambre y epidemias. Jesús también dijo:

Mateo 24:38, 39 — Porque en aquellos días antes del Diluvio la gente comía y
bebía, los hombres se casaban y a las mujeres las entregaban en matrimonio...
hasta el día en que Noé entró en el arca; 39 y no hicieron caso hasta que vino
el Diluvio y los barrió a todos. Así será en la presencia del Hijo del Hombre.

Con esas palabras, Jesús confirmó que Noé fue una


persona de la vida real y que el Diluvio de verdad
sucedió. También dejó claro que el tiempo en que
vivimos hoy se parecería al tiempo en el que vivió
Noé justo antes del Diluvio. Por eso es muy
importante que examinemos lo que sucedió en los
días de Noé, pues hay mucho que podemos
aprender. Los primeros capítulos de Génesis nos
dan una idea de cómo vivió la gente durante los primeros
siglos de la humanidad, después de que Adán y Eva fueran
echados del jardín de Edén y antes de que Noé naciera. Todos
hablaban el mismo idioma y, muy probablemente, ya habían desarrollado la
escritura. Ya habían construido una ciudad, o puede que varias, y ya sabían trabajar
el cobre y el hierro. Tenían instrumentos musicales, como el arpa y la flauta. Y,
como eran descendientes cercanos de Adán y Eva —que habían sido perfectos—,
vivían muchos años, ¡siglos incluso! Pero tenían un gran problema: se habían
alejado de Jehová y, como resultado, formaban una sociedad
violenta e inmoral. Era un mundo tan malo que Jehová hizo que
un descendiente de Adán, un hombre de la séptima generación
llamado Enoc, le anunciara a la gente que Dios no toleraría
para siempre toda aquella maldad y rebeldía. ¡Dios acabaría
con los malvados! Claro, a la gente de aquella época no le gustó
nada el mensaje de Enoc. Lo odiaban tanto que parece que intentaron matarlo.
Enoc nunca vio cómo se cumplió su profecía. Pasaron unos 600 años más, y aquel
mundo malvado no hizo más que empeorar. Leamos el relato de Génesis 6:1-7.

GÉNESIS 6:1-7

Ahora bien, cuando la cantidad de hombres empezó a aumentar por toda


la tierra y ellos tuvieron hijas, 2 los hijos del Dios verdadero empezaron a
darse cuenta de que las hijas de los hombres eran hermosas. Así que
comenzaron a casarse con todas las que quisieron. 3 Y Jehová dijo: “Mi
espíritu no tolerará por siempre al hombre, porque solo es carne. Por lo tanto,
sus días serán 120 años”.
4 Los nefilim ya estaban en la tierra para ese entonces, y también después.
En esos tiempos, los hijos del Dios verdadero tenían relaciones con las hijas
de los hombres y ellas les daban hijos. Estos fueron los hombres poderosos y
famosos de la antigüedad.
5 Así que Jehová vio que la maldad del hombre crecía en la tierra y que los
pensamientos de su corazón estaban inclinados solo hacia el mal todo el
tiempo. 6 Y Jehová sintió pesar por haber creado al hombre en la tierra; sintió
un gran dolor en el corazón. 7 Por lo tanto, Jehová dijo: “Voy a eliminar de la
faz de la tierra a los hombres que he creado, tanto a ellos como a los
animales domésticos, a los animales que se arrastran y a
los animales voladores de los cielos, porque lamento
haberlos hecho”.

Como acabamos de leer, algunos ángeles desarrollaron un


deseo anormal e incorrecto cuando empezaron a fijarse en
las mujeres hermosas de la Tierra. Aquellos ángeles
cometieron un acto de rebelión: bajaron a la Tierra y, ya
con cuerpos humanos, tuvieron sexo con las mujeres.
Se convirtieron en demonios, seres malvados y egoístas. Quizás fueran muy
atractivos, inteligentes y hasta encantadores. Encima, tenían superpoderes. Serían
irresistibles para muchas mujeres, en especial para las que no querían saber nada
de Dios. A otras tal vez las hayan violado. Sea cual sea el caso, los demonios
tomaron “todas las que quisieron”. ¿Y quién sería capaz de detenerlos? ¡Estamos
hablando de demonios! Estas criaturas se apoderaron de
las hijas de muchos hombres, de sus hermanas y, quizás,
de sus esposas. Aquellas mujeres quedaron embarazadas,
pero los hijos que dieron a luz no eran como los demás
varoncitos. Eran mucho más fuertes, agresivos y crueles.
Y siguieron siendo así de adultos. En la Tierra, nunca
jamás había habido alguien tan cruel como ellos.
La Biblia los llama los “nefilim”, que quizás significa “los
derribadores”, “los que hacen caer a otros”. Aterrorizaban
a la gente. Igual que sus padres, los nefilim no respetaban
a Dios. Buscaban la fama: ser los más violentos, los más
fuertes. Los ángeles materializados y sus hijos, los nefilim,
conquistaron el mundo de su época y se ganaron muchos
seguidores de entre la gente. Así que Jehová vio que la
maldad del hombre no tenía límites y que sus
pensamientos estaban inclinados hacia lo malo en todo
momento. ¡Qué feliz debió de sentirse Satanás al ver que la gran mayoría de la
humanidad le había dado la espalda a Jehová y se había echado a perder! Pero, en
medio de toda aquella maldad, había un hombre que sí era fiel a Dios. ¿Y quién
era? Leamos 6:8.

GÉNESIS 6:8-12

8 Sin embargo, Noé tuvo la aprobación de Jehová.


9 Esta es la historia de Noé.
Noé era un hombre justo. Resultó ser intachable entre la gente de su
tiempo. Él andaba con el Dios verdadero. 10 Con el tiempo, Noé tuvo tres
hijos: Sem, Cam y Jafet. 11 Ahora bien, el Dios verdadero vio que la tierra
estaba arruinada y llena de violencia. 12 Así es, Dios se fijó en la tierra, y
estaba arruinada. Toda la gente de la tierra llevaba una vida corrupta.
Hay quien dice que Noé nunca existió y que la historia del Diluvio no es más que
un cuento, una simple leyenda. Pero quien escribió estas palabras estaba
convencido de que sí existió Noé y de que el Diluvio realmente ocurrió. También
los profetas Isaías y Ezequiel hablaron de Noé. Y tanto Esdras, el escritor de
1 Crónicas, como Lucas incluyeron a Noé en las genealogías que compilaron.
Además, los apóstoles Pablo y Pedro se refirieron al Diluvio como un hecho. Y,
como dijimos al principio, lo que dijo Jesucristo, el Hijo de Dios, sobre Noé y
sobre el Diluvio confirma que el relato de Génesis es verdad.

La fe de Noé era única. Vivía en un mundo dominado por los


demonios y su prole despiadada, y estaba rodeado de personas
malvadas que se habían rebelado contra Dios. Y no tenía muchas
de las cosas que tenemos nosotros para fortalecer nuestra fe.
No tenía la Biblia, que nos ayuda a conocer mejor a Jehová y a
amarlo, y a aprender del ejemplo de otros hombres y mujeres
fieles que han existido. Tampoco era parte de una congregación,
donde los demás te dan su apoyo y fortalecen tu fe. Pero había
cosas que Noé sí tenía. Tenía constancia de lo sucedido en Edén y podía ver las
consecuencias: la gente envejecía y moría. También sabía que la entrada al Edén
estaba resguardada y que Dios había maldecido el suelo fuera del jardín. Tenía
muy presente lo que había profetizado su bisabuelo, Enoc. También recordaba que
sobre él mismo su padre, Lamec, había profetizado que aquel hijo libraría a la
humanidad del trabajo y del esfuerzo doloroso que implicaba cultivar el suelo que
Jehová había maldecido. Por eso lo llamó Noé, que quizás significa “descanso” o
“consuelo”. Noé debió de pensar mucho en aquellas profecías. ¿Cómo traería él
consuelo? ¿Cómo castigaría Dios a toda aquella gente mala y cuándo? Durante
siglos tuvo aquellas preguntas, y seguro que le oró a Jehová. Para cuando Noé tenía
más de 500 años de edad, ya se había casado y su esposa le había dado tres hijos.
A pesar de la pésima influencia que lo rodeaba, Noé permaneció fiel y ayudó a su
familia a hacer lo mismo. Un día, Jehová le transmitió a Noé un mensaje que debió
de haberlo dejado boquiabierto. Regresemos al capítulo 6 de Génesis y leamos a
partir del versículo 13.

GÉNESIS 6:13-22

13Entonces Dios le dijo a Noé: “He decidido acabar con todo ser vivo,
porque la tierra está llena de violencia por culpa de los hombres. Por eso voy
a destruirlos y a arrasar la tierra. 14 Construye un arca de madera resinosa
para ti. Hazle compartimientos y cúbrela de alquitrán por dentro y por fuera.
15 Hazla así: debe medir 300 codos de largo, 50 codos de ancho y 30 codos
de alto; 16 debe tener tres niveles: primero, segundo y tercero; a un codo del
techo debe haber una ventana para que entre luz, y la entrada del arca debe
estar en uno de los lados.
”Y yo, por mi parte, voy a traer un diluvio que inundará la tierra y
17
destruirá a todo ser vivo que está bajo los cielos y que tiene aliento de vida.
Todo lo que está en la tierra morirá. 18 Estoy estableciendo mi pacto contigo.
Tú tienes que entrar en el arca con tus hijos, tu esposa y tus nueras.
19 También debes meter contigo en el arca una pareja de cada tipo de animal
—un macho y una hembra— para mantenerlos con vida. 20 Dos ejemplares
de cada animal volador según su género, dos ejemplares de cada animal
doméstico según su género y dos ejemplares de cada animal que se arrastra
según su género irán adonde estés y entrarán en el arca para que los
mantengas con vida. 21 Y tú, por tu parte, debes juntar todo tipo de alimento
y llevártelo para que tú y los animales puedan comer”.
Así que Noé hizo todo lo que Dios le había mandado. Lo hizo tal como
22
él había dicho.

Noé llevaba mucho tiempo esperando que Jehová hiciera algo, y ahora por fin
sabía lo que haría: ¡vendría un diluvio! Aquella inundación tendría efectos
catastróficos. Dios también le dijo a Noé lo que él y su
familia debían hacer. ¡Qué gran responsabilidad tenían!
Seguro que se sintieron muy nerviosos. ¡Tenían que hacer
un arca enorme! Ahora le surgieron a Noé otras preguntas.
Tenía que cortar un sinnúmero de árboles, hacer distintas
piezas de madera y unirlas. ¿Cómo iba a hacer todo eso?
¿Y cómo iba a juntar tantos animales distintos? ¿Y cómo
iba a conseguir y almacenar alimentos para los animales y para su familia? Y,
cuando los malvados se enteraran de lo que iba a pasar, ¿qué
pensarían? Noé sabía lo que les había pasado a los hombres justos
que vivieron antes que él. A Abel lo mató Caín. Y es probable que
los enemigos de Enoc estuvieran a punto de hacerle un daño
terrible, y por eso Jehová vio mejor acortar la vida de su siervo.
La gente vio a Noé trabajar en el arca, y sin duda se enteró
de lo que iba a suceder. Es probable que ellos y los
nefilim reaccionaran de forma violenta. Pero Noé confió
en Jehová y se puso a trabajar. Hizo todo lo que Jehová le
había mandado. El arca no se construyó en un par de
días: tomó 40 o 50 años terminarla. Seguro que no fue
nada fácil, pero la Biblia no dice que Noé se quejara.
Y nadie los ayudó ni a él ni a su familia. Jesús dijo que los de
aquella época “no hicieron caso hasta que vino el Diluvio y los
barrió a todos”. Claro, a la gente debió de llamarle la atención
el arca. Seguro que le preguntaron a Noé qué era aquella
estructura tan grande y para qué la estaba haciendo. Es lógico
pensar que les diera una explicación. Y, aunque saltaba a la
vista que Jehová estaba bendiciendo a Noé y sus esfuerzos, la
gente no fue capaz de verlo. Se negaron a aceptar que aquello
afectaría su propia vida. Estaban muy ocupados en sus propias
cosas. Comían, bebían, se casaban... en eso se les iba la vida.
Para ellos, Noé y su familia no eran más que unos locos.
Se burlaban de ellos con desprecio y, quizás, hasta los
amenazaban. Finalmente, el arca quedó lista. Podemos
imaginarnos a Noé y su familia contemplándola con sentido
de logro, recordando cómo Jehová los había ayudado. Y es
que Jehová siempre les da a sus siervos la guía que necesitan.
Luego, Jehová vuelve a comunicarse con Noé. Leamos lo que
le dijo en Génesis 7:1-5.

GÉNESIS 7:1-5

Después de eso, Jehová le dijo a Noé: “Entra tú con toda tu familia en el


arca, porque he visto que, a diferencia de esta generación, tú eres justo. 2 De
cada tipo de animal puro debes llevar siete contigo: machos y hembras. Pero
de cada animal que no es puro solo debes llevar dos: el macho y la hembra.
3 De los animales voladores de los cielos debes llevar siete también —machos

y hembras— para que su descendencia sobreviva sobre toda la tierra.


4 Porque dentro de solo siete días haré que llueva en la tierra durante 40 días

y 40 noches, y eliminaré de la faz de la tierra a todos los seres vivos que he


hecho”. 5 De modo que Noé hizo todo lo que Jehová le había mandado.

No había tiempo que perder. Aún quedaba mucho trabajo. Solo faltaban siete días
para que lloviera, y había que encontrarles lugar en el arca a los animales y
también a las provisiones. Noé escuchó y obedeció. Esta es la segunda vez que
leemos en este relato que “Noé hizo todo lo que Jehová le había mandado”.
Sigamos leyendo. Es Génesis 7:6.
GÉNESIS 7:6-24

Noé tenía 600 años de edad cuando el Diluvio inundó la tierra. 7 Pues
bien, antes de empezar el Diluvio, Noé entró en el arca con sus hijos, su
esposa y sus nueras. 8 Y los animales puros, los animales que no eran puros,
los animales voladores y todo lo que se mueve sobre el suelo 9 fueron adonde
estaba Noé y entraron en el arca de dos en dos, macho y hembra, tal como
Dios le había mandado a Noé. 10 Siete días después cayó el Diluvio sobre la
tierra.
11 Cuando Noé tenía 600 años, el día 17 del segundo mes, ese día
reventaron todos los manantiales de las extensas aguas profundas y se
abrieron las compuertas de los cielos. 12 Y llovió con fuerza en la tierra
durante 40 días y 40 noches. 13 Ese mismo día, Noé entró en el arca con sus
hijos —Sem, Cam y Jafet—, su esposa y sus tres nueras. 14 Ellos entraron con
todos los animales salvajes según sus géneros, todos los animales domésticos
según sus géneros, todos los animales de la tierra que se arrastran según sus
géneros y todos los animales voladores según sus géneros, todas las aves,
todos los animales con alas. 15 Y todo tipo de animales que tenían aliento de
vida siguieron yendo adonde estaba Noé y entrando de dos en dos en el
arca. 16 Así que entraron machos y hembras de todo tipo de animales, tal
como Dios le había mandado a Noé. Después, Jehová cerró la puerta detrás
de él.
17 Y el Diluvio siguió cayendo durante 40 días en la tierra. Las aguas no
dejaron de crecer, empezaron a levantar el arca y la hicieron flotar muy por
encima del suelo. 18 Las aguas siguieron creciendo e inundando la tierra. Pero
el arca flotaba en la superficie. 19 Las aguas crecieron tanto que cubrieron
todas las montañas altas que hay bajo los cielos. 20 Llegaron hasta 15 codos
por encima de las montañas.
21 Así que murió todo ser vivo que había en la tierra: los animales
voladores, los animales domésticos, los animales salvajes, los animales que
enjambran en la tierra y todos los seres humanos. 22 Murió todo lo que había
en el suelo seco y tenía aliento de vida en la nariz. 23 Dios eliminó a todo ser
vivo de la superficie de la tierra, incluidos los seres humanos, los animales, los
animales que se arrastran y los animales voladores de los cielos. Todos fueron
destruidos. Solo sobrevivieron Noé y los que estaban con él en el arca. 24 Y
las aguas siguieron cubriendo la tierra durante 150 días.
Si Noé se había preguntado cómo reuniría a los animales, ahora lo sabía: vendrían
a él. Jehová los traería. Noé no tuvo que ir a buscarlos; llegaron solos, y vinieron
animales de toda clase; algunos de siete en siete, y otros de dos en dos. ¡Lo que
habrá sido ese desfile! Una multitud de animales
trotando, saltando, galopando y hasta serpenteando...
todos juntos marchando hacia el arca. ¿Pueden
imaginarse a Noé y a su familia recibiéndolos y
tratando de acomodarlos en el arca? Seguro que
acariciaron a algunos y que tuvieron que hacerse a
un lado para que otros no los aplastaran. Imagínense
también a las bandadas de aves que llegaban batiendo sus alas para posarse sobre
el arca e ir entrando en ella. ¡Cuántos colores y sonidos! Noé y su familia tal vez
tenían que gritar para poder escucharse entre tanto alboroto. Cuando ya todos
estaban adentro, Jehová cerró la puerta. Allí estaban Noé y
su familia, todos juntos, esforzándose por escuchar lo que
sucedía afuera. Entonces, después de toda aquella espera,
llegó la lluvia. Puede que al principio fueran unas cuantas
gotas, pero pronto llovió a cántaros. El ruido era
ensordecedor. ¡Lo que tanto habían esperado se estaba
haciendo realidad! Estaban cansados, agotadísimos, pero
seguro que aquella noche apenas pudieron dormir. Había
que atender a los animales y, en medio de aquella
tempestad, habrán orado como nunca. ¿Se pondrían a
pensar en los que quedaron fuera del arca? Seguro que sí.
A muchos los conocían... les habían predicado. Algunos eran sus parientes. ¡Qué
situación tan triste! Al igual que Jehová, Noé no se alegró de que los malvados
murieran, para nada. Que muriera toda aquella gente fue muy doloroso, pero Noé
y su familia les habían dado suficientes advertencias. Incluso los que no hubieran
visto el arca con sus propios ojos habrían oído hablar de ella, no era ningún
secreto. Pero ahora era demasiado tarde: Jehová ya había cerrado la puerta.
La lluvia azotaba el arca. Entonces sucedió algo impresionante; fue un momento
que Noé y su familia jamás olvidarían: el arca se
bamboleó, y poco a poco fueron sintiendo cómo se
iba elevando. ¡El arca flotaba! ¡El corazón se les
quería salir del pecho! ¿Aguantaría el arca? Sigamos
leyendo el relato de Génesis. Veamos, en el capítulo
8, lo que sucedió después.
GÉNESIS 8:1-12

No Pero Dios no se olvidó de Noé ni de los animales salvajes ni de los


animales domésticos que estaban con él en el arca. Así que Dios hizo que un
viento soplara en la tierra, y las aguas empezaron a bajar. 2 Los manantiales
de las aguas profundas y las compuertas de los cielos se cerraron, de modo
que dejó de llover. 3 Poco a poco, las aguas se fueron retirando de la tierra. Y
al cabo de 150 días habían bajado bastante. 4 El día 17 del séptimo mes, el
arca se detuvo sobre las montañas de Ararat. 5 Las aguas siguieron
disminuyendo hasta el décimo mes. El primer día del décimo mes
comenzaron a verse las cimas de las montañas.
Al cabo de 40 días, Noé abrió la ventana que había hecho en el arca 7 y
6

mandó afuera un cuervo, que estuvo yendo y viniendo hasta que el suelo se
secó.
8 Luego Noé también mandó afuera una paloma para ver si había menos
agua en la superficie de la tierra. 9 Pero la paloma no encontró un lugar
donde posarse porque las aguas todavía cubrían la superficie de toda la
tierra, así que regresó al arca. Entonces, Noé estiró la mano para meter la
paloma en el arca. 10 Esperó siete días más y otra vez la mandó fuera del
arca. 11 La paloma regresó al atardecer. ¡Y Noé vio que en el pico llevaba una
hoja fresca de olivo! Así se dio cuenta de que las aguas habían disminuido en
la tierra. 12 Esperó otros siete días y de nuevo envió afuera a la paloma, pero
esta vez ya no regresó.

Llovió sin parar durante 40 días y 40 noches... y, entonces,


no llovió más. ¿Qué habrán sentido Noé y su familia al
mirar hacia afuera y no ver más que agua? Sopló el viento, y
las aguas comenzaron a bajar. Y, 150 días después de que
empezara el Diluvio, el arca tocó tierra. ¡Qué contentos
debieron de estar! ¿Era momento de salir? No. El agua no había bajado lo
suficiente. Y tampoco es que Noé y su familia no tuvieran nada que hacer: había
que atender a todos los animales. Pero seguro que se morían de ganas de salir del
arca, de dejar atrás el confinamiento, de pisar tierra firme. Pero había que ser
pacientes. Aun así, nos los podemos imaginar conversando de todo lo que harían
cuando por fin salieran del arca. Pasaron otros 73 días. Ahora se veían las cumbres
de las montañas. ¿Había llegado la hora de salir? Noé se asomó por la ventana.
Luego, de entre las aves, seleccionó un cuervo y lo dejó libre. Pero regresaba. Más
adelante, Noé decidió intentarlo con una paloma, pero la
paloma también regresó, porque no encontró dónde
posarse. Noé esperó una semana y la liberó de nuevo.
Esta vez, la paloma regresó con una hoja de olivo en el
pico. Cuando la volvió a soltar siete días después, la
paloma ya no regresó. ¿Qué pasó entonces? Veámoslo aquí en Génesis 8:13.

GÉNESIS 8:13-22

13 En el año 601 de la vida de Noé, en el primer día del primer mes, las
aguas se habían retirado de la tierra. Noé quitó la cubierta del arca y vio que
el suelo se estaba secando. 14 Y, en el día 27 del segundo mes, el suelo quedó
completamente seco.
15 Entonces Dios le dijo a Noé: 16 “Sal del arca con tu esposa, tus hijos y
tus nueras. 17 Saca contigo a todos los seres vivos: a los animales voladores, a
los animales y a los animales que se arrastran. Así podrán multiplicarse en la
tierra y reproducirse y ser muchos”.
18 De modo que Noé salió del arca con sus hijos, su esposa y sus nueras.
19 Y todos los seres vivos, todos los animales que se arrastran y todos los

animales voladores —todo lo que se mueve sobre la tierra— salieron del arca
por familias. 20 Luego Noé le construyó un altar a Jehová y sobre él ofreció
algunos de los animales puros y algunos de los animales voladores puros
como ofrendas quemadas. 21 Y a Jehová le llegó un aroma muy agradable. Así
que Jehová dijo en su corazón: “Nunca más maldeciré el suelo por culpa de
los hombres, porque el corazón de los hombres tiende al mal desde la
juventud. Nunca volveré a destruir de esta manera a todo ser vivo. 22 De
ahora en adelante, en la tierra siempre habrá siembra y cosecha, frío y calor,
verano e invierno, día y noche”.

Cuando vio que la paloma no regresaba, Noé quitó parte de la cubierta del arca.
Entonces pudo ver que gran parte de la tierra se había secado. Es posible que
notara que la vegetación estaba creciendo como él nunca lo había visto.
Recordemos que, antes del Diluvio, Jehová había maldecido el suelo. Aun así, Noé
esperó a que Jehová le diera instrucciones. Y llegó el día. Jehová le dijo: “Sal del
arca”. ¡Por fin! Se habrán puesto a saltar de alegría. Llevaban 370 días en el arca.
Saldrían del arca felices, llenos de ilusión, deseosos de respirar aire fresco y de
comenzar una nueva vida. Claro, los animales
también salieron, y la familia los vio irse por todos
lados. Se habrán encariñado con algunos de ellos,
pero ahora estaban felices de dejarlos libres. Los
demonios, los nefilim y toda la gente mala eran cosa
del pasado. Noé y su familia estaban muy
agradecidos. Enseguida Noé hizo un altar y se puso a ofrecer sacrificios sobre él.
Jehová se sintió muy complacido. Le prometió a la familia que nunca jamás
volvería a destruir a todos los seres vivos. Pero hizo algo más: estableció un pacto
con Noé y sus hijos, y como señal de ese pacto, les dio algo que aún vemos hoy.
Leamos lo que fue en Génesis capítulo 9. Comencemos en el versículo 8.

GÉNESIS 9:8-16

8 Después, Dios les dijo a Noé y a sus hijos: 9 “Ahora establezco un pacto
con ustedes, con sus descendientes 10 y con todos los seres vivos que salieron
del arca con ustedes —las aves, los animales y todos los seres vivos de la
tierra que están con ustedes—, es decir, con todos los seres vivos de la tierra.
11 Este es el pacto que establezco con ustedes: nunca más traeré un diluvio

para destruir a todos los seres vivos ni para arruinar la tierra”.


12 Luego Dios añadió: “Esta es la señal del pacto que estoy estableciendo
con ustedes y con todos los seres vivos que están con ustedes para todas las
generaciones futuras: 13 en las nubes pongo mi arcoíris. Y servirá de señal del
pacto que establezco con la tierra. 14 Cada vez que traiga nubes sobre la
tierra, el arcoíris sin falta aparecerá en las nubes. 15 Entonces recordaré sin
falta el pacto que hice con ustedes y con todo tipo de seres vivos. Las aguas
nunca más se convertirán en un diluvio para destruir a todos los seres vivos
de la tierra. 16 Cuando el arcoíris aparezca en las nubes, yo sin falta lo veré y
recordaré el pacto eterno entre Dios y todo tipo de seres vivos de la tierra”.

¡Qué espléndida señal de parte de Jehová! Cada vez que aparece en el cielo el
arcoíris, tanto Dios como el hombre recuerdan esa promesa.
Para Noé y su familia debió de haber sido espectacular ver
todos esos colores: violeta, añil, azul, verde, amarillo, naranja
y rojo. ¡Jamás volverá un diluvio a inundar toda la Tierra! Esto
no significa que Jehová vaya a tolerar para siempre la maldad.
Veamos unas palabras que escribió el apóstol Pedro. Están en 2 Pedro 2:5. Allí se
dice sobre Dios:

2 Pedro 2:5 — Tampoco se contuvo de castigar a un mundo antiguo, pero


mantuvo a salvo a Noé, predicador de justicia, junto con otras siete personas
cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente irreverente.

El mundo de hoy se parece muchísimo al del tiempo de Noé. Es muy violento...


y la gente hace muchas cosas malas que Jehová odia. Las personas se preocupan
por lo suyo y nada más. No les importa el mensaje que llevamos; lo ignoran. Hasta
hay personas que se burlan y dicen: “¿Dónde está esa prometida presencia de él?
Porque [...] todas las cosas siguen exactamente igual que desde el principio de la
creación”. ¡Pero se equivocan! Jehová acabó con la maldad en los días de Noé y
hará lo mismo en el futuro. Pero como Noé, los justos sobrevivirán. La Biblia nos
asegura: “Jehová sabe rescatar de las pruebas a las personas que le tienen devoción
y reservar a las personas injustas para que sean destruidas en el día de juicio”.
Jehová convertirá la Tierra en un paraíso, tal y como se lo propuso desde el
principio. Allí solo habrá personas buenas. No habrá lugar para gente rebelde.
¿Y qué les espera a los espíritus malvados? Bueno, cuando vino el Diluvio en los
días de Noé, los ángeles desobedientes se deshicieron de sus cuerpos humanos y
regresaron al cielo, pero en deshonra. Y esos demonios siguen haciendo todo lo
posible por corromper a la humanidad, hasta el día de hoy. Ahora, cuando Jehová
entre en acción, los demonios y su gobernante, Satanás, quedarán de manos
atadas. La Biblia dice:

Hebreos 11:7 — Por la fe, Noé, después de recibir una advertencia divina de
cosas que todavía no se habían visto, demostró temor de Dios y construyó un
arca para salvar a los de su casa. […]

Noé obedeció a Jehová por su fe. Como resultado, él y su familia sobrevivieron.


Noé vivió una larga vida: 950 años. Pero aún hay más. Cuando resucite, tendrá la
oportunidad de vivir para siempre. Y, si imitamos la fe de Noé y obedecemos,
nosotros también podremos ser amigos de Jehová... ¡y nuestra amistad con él será
eterna!
11:45

Tengamos Fe y No Dudemos
— Mateo 21:21, 22 —

Hermano Kenneth Cook


Miembro del Cuerpo Gobernante

Dependemos de potentes máquinas hechas por el hombre para transportar


artículos necesarios. Por ejemplo, un potente tren de carga puede subir por colinas
empinadas para entregar su mercancía a tiempo. Un potente buque de carga puede
surcar los océanos para llevar su mercancía. Pero las cosas que el hombre puede
hacer tienen un límite. Cuando se trata de las cosas más necesarias, como la paz,
la seguridad y la felicidad duraderas, los humanos prometen lo que no tienen el
poder para cumplir. Las instituciones políticas, religiosas y financieras no han
demostrado ser confiables. Con tantas promesas incumplidas, no nos sorprende
que haya tanta gente que vea el futuro con desconfianza. En contraste con esos
fracasos, las promesas de Jehová nunca fallan. Y, cuando confiamos en sus
promesas, nos hacemos poderosos. Él siempre cumple con su palabra. Jehová
promete ayudarnos cuando tengamos problemas, sin importar lo difíciles que sean.
Pensemos en el ejemplo de Jesús. Ningún ser humano se ha enfrentado a pruebas
tan difíciles como las que él tuvo. Sin embargo, Jesús tuvo una fe que lo hizo
poderoso y lo ayudó a aguantar. Él sabía de lo que hablaba cuando animó a sus
seguidores a tener fe y a no dudar. Por ejemplo, en una ocasión mientras caminaba
con sus discípulos cerca de Betania, Jesús se valió de una higuera para enseñarles
una importante lección sobre la necesidad de tener fe en Dios. El relato de Mateo
21 dice que la higuera no tenía higos, solo tenía hojas. En los versículos 19 y 20,
Jesús le dijo al árbol: “ ‘Que nunca más vuelvas a dar fruto’. Al instante la higuera
se secó”. Los discípulos se quedaron asombrados y le preguntaron a Jesús: “¿Cómo
es posible que la higuera se secara de golpe?”. Mientras leemos la respuesta de
Jesús en los versículos 21 y 22, recuerden que él está tratando de enseñarles una
lección importante a sus discípulos. Así que veamos lo que aprendemos sobre la fe
en los versículos 21 y 22:

Mateo 21:21, 22 — “Jesús les respondió: ‘Les aseguro que, si tienen fe y


no dudan, no solo harán lo que yo le hice a la higuera, sino que también le
dirán a esta montaña “Levántate y lánzate al mar” y así pasará. Y todo lo que
pidan al orar, si tienen fe, lo recibirán’ ”.

Esa fue una importante lección sobre la fe, teniendo en cuenta las pruebas por las
que los discípulos estaban a punto de pasar. Pero ¿pueden encontrar otras
lecciones en este ejemplo? Podemos aprender otra lección importante sobre la fe
de lo que ocurrió con la higuera. La nación de Israel, igual que la higuera, no era
lo que aparentaba ser. Aunque la nación había hecho un pacto con Dios, demostró
que no tenía fe y que no producía buen fruto, incluso rechazaron al Hijo de Dios.
Así que, al hacer que la higuera improductiva se marchitara, Jesús demostró lo que
les sucedería a los que no tuvieran fe. Para que nosotros también podamos
beneficiarnos de esta lección, tenemos que tener fe y no dudar. En este discurso
hablaremos de cuatro situaciones que demuestran cómo la oración, el estudio y la
meditación nos ayudan a confiar totalmente en las promesas de Jehová. En cada
situación analizaremos cuál es el desafío, qué ayuda nos ha prometido Jehová y
por qué podemos tener fe en esa promesa.

Hablemos de la primera situación: CUANDO NOS ENFRENTAMOS A


TENTACIONES. ¿Cuál es el desafío? El desafío es evitar caer en la tentación. Hay
muchas cosas que nos pueden tentar a hacer algo malo y a demostrar falta de fe.
Podemos vernos tentados por deseos inmorales que violan las leyes y los principios
de Dios. Podríamos vernos tentados a dejar a un lado las cosas espirituales por
tener cosas materiales. O podríamos vernos tentados a ser orgullosos y querer ser
mejores que los demás. No permitamos nunca que eso suceda. Lo cierto es que
hay muchas cosas que pueden tentarnos a demostrar falta de fe y de confianza en
Jehová. Así que ese es el desafío, ahora veamos la promesa. La encontramos en la
Palabra de Dios. La promesa tiene dos partes. Leámosla en 1 Corintios 10:13.
Mientras lo leemos, fíjense en la promesa.

1 Corintios 10:13 — “No se les ha presentado ninguna tentación que no sea


común a todas las personas. Pero Dios es fiel y no dejará que sean tentados
más allá de lo que puedan soportar, sino que, cuando venga la tentación,
también les dará la salida para que puedan aguantarla”.

¿Cuál es la promesa? Primero, Jehová no dejará que seamos tentados más allá de lo
que podamos soportar. Y, segundo, Jehová nos ayudará. Como acabamos de leer en
este texto, él nos dará la salida ante cualquier tentación si confiamos en él.
Tengamos fe y no dudemos. Hasta aquí, hemos hablado del desafío y de la
promesa. Ahora analicemos por qué tenemos fe en esa promesa. La razón por la
que tenemos fe es esta: Jehová nos conoce mejor que nosotros mismos. Y su
Palabra dice que podemos mantenernos fieles. En Deuteronomio 30:11, Jehová les
dijo a los israelitas que lo que les estaba pidiendo no era demasiado difícil ni
estaba fuera de su alcance. Así que, con razón, esperaba que ellos demostraran fe y
obedecieran. Y él no espera menos de sus siervos hoy día. Veamos algunas COSAS
QUE PODEMOS HACER Y QUE NOS AYUDARÁN A VENCER LAS TENTACIONES. Veamos
primero cuáles son, y luego analizaremos más a fondo dos de ellas.

(1) Pedirle a Jehová a menudo que nos dé fuerzas.


(2) Estudiar y meditar, para mantener nuestra mente centrada en las promesas
de Jehová.
(3) Conocer nuestras debilidades.
(4) Evitar las situaciones en las que se nos puedan presentar tentaciones.

Analicemos más a fondo los pasos tres y cuatro. Tenemos que saber cuáles son
nuestras debilidades y cómo evitar situaciones que puedan ser una tentación para
nosotros.

Pensemos en el ejemplo de una cadena. ¿Verdad que una cadena es tan fuerte
como lo es su eslabón más débil? Por ahí es por donde se romperá primero. Como
una cadena, tenemos debilidades que otros quizás no vean, pero nosotros sí
debemos saber cuáles son. Asegúrese de (3) conocerse a sí mismo y de saber cuáles
son sus puntos débiles. Así sabrá de qué cosas protegerse. En otras palabras, sabrá
cuál es su eslabón más débil. Si nos conocemos bien, podremos estar firmes en la
fe. Una hermana dijo que, cuando se le presenta una tentación la rechaza de
inmediato, que lo que puede meterte en problemas es quedarte pensando en que
quizá no sea tan malo. Así que conozcamos nuestras debilidades y protejámonos
de ellas. El otro paso importante es (4) evitar situaciones en las que surjan
tentaciones. Aléjese de las personas que hacen que hablar y comportase mal
parezca bueno. Evite las situaciones en las que sabe que se enfrentará a
tentaciones. Rodéese de amigos que lo animen a hacer lo que está bien. Proverbios
22:3 dice que “el prudente ve el peligro y se esconde, pero los inexpertos siguen
adelante y sufren las consecuencias”. Somos prudentes cuando confiamos en este
consejo inspirado y evitamos las tentaciones.

En resumen, en el caso de las tentaciones, vimos el desafío, la promesa y por qué


tener fe en esa promesa. Después vimos qué cosas pueden ayudarnos, como orarle
a Jehová a menudo, estudiar la Biblia y meditar en ella. Pues con las siguientes tres
situaciones seguiremos el mismo patrón.
La siguiente situación en la que tenemos que confiar en las promesas de Jehová es
CUANDO NOS ENFRENTAMOS A LA OPOSICIÓN. ¿Cuál es el desafío? No ceder
ante la presión. Todos nos preguntamos a veces cómo nos enfrentaríamos a
problemas que pudiéramos tener en el futuro. Ese tipo de pensamientos pueden ser
buenos, siempre y cuando recordemos que Jehová estará ahí para ayudarnos si
hacemos su voluntad. Y esa es su promesa, que él nos dará su espíritu santo para
que podamos aguantar. Jesús fue alguien que confió en esa promesa. Además, les
dijo a sus seguidores que mantuvieran la calma y mostraran confianza. Veamos lo
que dijo en Lucas 12:11, 12. Mientras leemos las palabras de Jesús, recuerde que
los escribas y fariseos lo estaban presionando con muchas preguntas en un intento
de usar sus propias palabras en su contra. Por supuesto, fracasaron. Y Jesús aquí nos
asegura que, igual que él, nosotros también podremos hacer frente a la
persecución si tenemos fe y no dudamos.

Lucas 12:11, 12 — “Cuando los lleven ante asambleas públicas, funcionarios


de gobierno y autoridades, no se angustien pensando en cómo o qué hablarán
en su defensa, o en lo que dirán, porque el espíritu santo les enseñará en ese
preciso momento lo que deben decir”.

¿Cómo podemos beneficiarnos de esta promesa cuando nos enfrentemos a la


oposición? Obedeciendo con cuidado estas palabras de Jesús: “No se angustien”, o
sea, mantengan la calma, “el espíritu santo les enseñará”, demuestren confianza.
Jesús fue el mayor ejemplo de alguien que vivió de acuerdo con esas palabras.
Podemos imitarlo, pero necesitamos fe. Otra vez vimos el desafío y la promesa.
Ahora veamos por qué tenemos fe en esa promesa. La razón es esta: Jehová es más
poderoso, infinitamente más poderoso, que cualquier enemigo.

Veamos TRES COSAS QUE PODEMOS HACER QUE NOS AYUDARÁN A ENFRENTARNOS A
LA OPOSICIÓN Y LA PERSECUCIÓN:

(1) Primero, orar con frecuencia y, cuando lo hagamos, expresémosle nuestros


temores a Jehová y pidámosle que nos dé su paz. El escritor del libro de
Lamentaciones animó a los siervos de Dios a derramar su corazón como
agua. Como cuando derramamos hasta la última gota de agua de un gran
balde, no nos guardemos nada cuando le oremos a nuestro Padre celestial,
especialmente cuando estamos afrontando oposición o persecución.
Derrámele su corazón a Jehová. Él ha prometido que lo va a ayudar.
Tengamos fe en el poder de Jehová para ayudarnos y confiemos en su
promesa. Como dijo Jesús: “No se angustien”. Una fe fuerte nos ayudará a
evitar la angustia.
(2) También nos ayudará a afrontar la oposición estudiar la Biblia y meditar en
ella. Leer la Biblia todos los días fortalecerá nuestra convicción de que
Jehová nos ama y de que nunca nos abandonará. Cuando la lea, fíjese en las
bonitas cualidades de Dios. Perciba el amor de Jehová por usted en las cosas
que él dice y hace. Al meditar en las palabras y las acciones de Jehová,
piense en el tiempo que lleva sirviéndole. Seguro que podrá recordar
muchísimas cosas que Jehová ha hecho por usted desde que empezó a
servirle. Leer la Biblia y meditar en ella nos acerca a Jehová, la fuente de
nuestras fuerzas. Cuanto más confiemos en Jehová, más fuerte será nuestra
amistad con él y más fuerte será nuestra fe en él.

(3) La tercera cosa, relacionada con lo anterior, que nos ayudará a afrontar la
oposición es reflexionar en cómo Jehová nos ayudó a afrontar pruebas en el
pasado. Y eso es exactamente lo que hizo David. En el Salmo 18:6, dijo:

Salmo 18:6 — “En mi angustia llamé a Jehová, a gritos seguí


pidiéndole ayuda a mi Dios. Desde su templo oyó mi voz, mis gritos de
auxilio llegaron a sus oídos”.

¿Se acordó David de que Jehová lo había ayudado? Por supuesto. “Oyó mi
voz”, dijo David, y “mis gritos de auxilio llegaron a sus oídos”. David
no solo recordaba lo que había pasado, tenía fe en que Jehová lo había
escuchado. Seguía beneficiándose de las bendiciones pasadas porque
nunca olvidó lo que Jehová había hecho por él. Si en alguna ocasión
percibe que Jehová lo ayuda y está seguro de ello, nunca lo olvide. Así
demostrará su agradecimiento. Experiencias como esas nos fortalecerán
para cuando vengan pruebas en el futuro.

Hasta ahora hemos visto que necesitamos fe para enfrentarnos a las tentaciones y a
la oposición. Sigamos el mismo patrón que dijimos antes con la tercera situación:
CUANDO SUFRIMOS ENFERMEDADES. ¿Cuál es el desafío? El desafío que
afrontamos cuando estamos muy enfermos es no dudar de que Jehová nos cuidará.
Tenemos que seguir recordándonos que Jehová nos ama y que nunca nos
abandonará. Recuerde la promesa: Jehová sostendrá a sus siervos fieles que están
enfermos. Esa promesa no es una ilusión que usted se hace por lo que ha leído en
la Biblia. No, se trata de una afirmación muy clara que encontramos en Salmo
41:3. Busquemos Salmo 41:3. ¿Promete Jehová curarnos? Veamos lo que dice…

Salmo 41:3 — “Jehová lo sostendrá cuando esté enfermo en cama; le


cambiarás por completo la cama durante su enfermedad”.
¿Usó aquí Jehová la palabra curar? ¡No! Usó sostener. Jehová nos “sostendrá”.
La curación vendrá en el futuro. Pero podemos confiar en su promesa de que
sostendrá a sus siervos. ¿Por qué tenemos fe en esa promesa? Porque sabemos que
Jehová siente compasión por los que tienen mala salud o pasan por otras
dificultades. En el versículo 1 de ese mismo salmo, Jehová nos asegura que
rescatará al desfavorecido. Jehová expresa con cariño algo parecido en Isaías
57:15. Ahí él dice…

Isaías 57:15 — […]“Yo vivo en el lugar alto y santo, pero también con los
aplastados y los de espíritu humilde, para revivir el espíritu de los humildes y
para revivir el corazón de los aplastados”.

“Yo vivo en el lugar [...] santo”, dice Dios, “pero también con los aplastados y los
de espíritu humilde”. Jehová se preocupa mucho por nosotros, ¿no es cierto? Como
es compasivo, está cerca de sus siervos que están enfermos. Aunque debemos tener
fe en que Jehová nos sostendrá, especialmente cuando estamos pasando por una
enfermedad grave, ¿qué tenemos que hacer nosotros para aguantar? Podemos hacer
TRES COSAS PARA BENEFICIARNOS DEL APOYO AMOROSO DE JEHOVÁ.

(1) Pídale a menudo a Jehová que le dé sabiduría práctica para lidiar con su
enfermedad. Santiago 1:6 dice: “Siga pidiendo con fe, sin dudar nada”.
Y Jesús también dijo que tuviéramos fe y no dudáramos. Cuando a una
hermana le diagnosticaron una enfermedad grave, se dio cuenta de que
tenía que hacer algo. Ella dijo: “Cuando me diagnosticaron cáncer de
pulmón y de colon, fue como si me hubieran sentenciado a muerte. Pero, al
llegar a casa, pensé: ‘Bueno, no es lo que esperaba, pero tengo que
encontrar la manera de hacerle frente’ ”. ¿Qué hizo entonces? Orar, pero
no de cualquier manera. Ella dice: “No le pido a Dios que me cure. Le pido
que me ayude a ser fuerte y a sobrellevar mi enfermedad”. ¡Qué buen
ejemplo! Esta hermana entiende lo que dice el Salmo 41:3, ¿verdad?
Si tenemos una enfermedad incurable, tengamos fe en que nos curaremos
en el nuevo mundo. Mientras tanto, también tengamos fe en la promesa de
Jehová de sostenernos durante las pruebas y las enfermedades. Cambiará
nuestra cama, como dice el salmo. O sea, Jehová se asegurará de que
no perdamos la esperanza, aunque estemos enfermos. Más bien, nos
ayudará a aguantar con fe y confianza. Muchos han comprobado que lo que
más les consuela es la oración y leer textos animadores de la Palabra de
Dios. Cuando hacemos esto, Jehová nos da fuerzas y nos ayuda a tener paz
mental. Esto nos lleva a la segunda cosa que podemos hacer para
beneficiarnos de la promesa de Jehová y de su apoyo.
(2) Estudiar y meditar en las promesas de Jehová para fortalecer nuestra
convicción de que en el nuevo mundo habrá salud perfecta. Esto sucederá.
Pasará lo que dice Isaías 33:24: “Ningún habitante dirá: ‘Estoy enfermo’ ”.
Pero, para meditar en estas maravillosas promesas, tenemos que sacar
tiempo para leerlas. Así que saque tiempo para leer algo de la Biblia todos
los días. Dedique tiempo a estudiar los Salmos y todo lo que Jesús hizo
cuando estuvo en la Tierra. En esos pasajes, encontrará ejemplos reales
no solo de aguante, sino de cómo mostró Dios compasión a los enfermos.
Hoy día, también podemos encontrar ejemplos de compasión entre
nosotros.

(3) La tercera cosa que pueden hacer los que están enfermos es beneficiarse de
la compañía de sus queridos hermanos tanto como les sea posible. Después
de estar viviendo durante una pandemia, entendemos mejor lo importante
que es esto, ¿verdad? Una hermana que ha tenido que luchar con una
enfermedad grave dice: “No se aísle. Permita que sus amigos lo ayuden.
A veces se sentirá solo, pero no se aísle”. Son consejos sabios, y están
basados en la Biblia. Recuerde siempre que el amor que vemos en el pueblo
de Jehová es solo un reflejo del amor que él nos tiene a nosotros. Después
de todo, él nos dio la capacidad de amar a otros, y cuando lo hacemos
estamos demostrando el amor de Dios.

Así que tenga fe en que Jehová puede sostenerlo. Tenga fe en que las Escrituras le
consolarán y en que sus familiares y amigos lo apoyarán. Tenga fe en las promesas
de Jehová. Y tenga siempre presente que la vida vale la pena aunque esté pasando
por una enfermedad grave. En todas las situaciones que hemos analizado hasta
ahora, hemos visto que la fe es una cualidad imprescindible. Cuando somos
tentados, cuando nos enfrentamos a oposición y cuando tenemos una enfermedad
grave, necesitamos fe. También la necesitamos cuando tenemos problemas
económicos. Está claro que necesitamos ciertas cosas para sobrevivir y para
continuar en nuestro servicio a Jehová.

La pregunta es ¿cómo reaccionamos cuando conseguir las cosas necesarias se pone


difícil? Comida, ropa, casa, transporte, etc. Cuando conseguir estas cosas es difícil,
podemos sentir ansiedad. Es un hecho, sucede. Y evitar esa ansiedad es un desafío
que tenemos que afrontar. Si esa es nuestra situación, ¿qué debemos recordar?
La promesa de Jehová. Jehová nos promete que, si ponemos el Reino en primer
lugar, él nos dará las cosas que necesitamos. Debemos tener fe en esa promesa,
una fe muy fuerte. Jesús nos ayudó a ver esta promesa con claridad. El Hijo de Dios
sabía que, en este sistema, los problemas económicos afectarían al pueblo de Dios,
y por eso incluyó algunas ideas sobre este desafío en su famoso Sermón del Monte.
Pero también habló de la promesa que Jehová nos hace. Vamos a leer juntos Mateo
6:33. Jesús vino a la Tierra como humano. Recordemos eso mientras leemos este
texto. Él se crio en una familia humilde. Puede ser que conseguir las cosas
necesarias no siempre fuera fácil. Pero confiaban en Jehová y tenían lo necesario
para servirle. Así que lo que dijo Jesús aquí, en Mateo 6:33, lo dijo como un
humano que entendía las dificultades a las que nos enfrentamos. Y ese es el
contexto en el que Jesús animó a quienes lo escuchaban a dejar de angustiarse y a
confiar en que Jehová los ayudaría. Y mencionó la promesa del versículo 33…

Mateo 6:33 — “Por lo tanto, sigan buscando primero el Reino y la justicia de


Dios, y entonces recibirán también todas esas cosas”.

La convicción de Jesús al decir “recibirán esas cosas” provenía de su confianza en


las promesas de Dios. Jehová no puede mentir, y su Hijo tampoco miente.
Si nosotros ponemos el Reino en primer lugar, veremos cómo se cumple esta
promesa en nuestra vida. Hay muchas razones para tener fe en esas palabras.
Piénselo: Jehová les da a las plantas y a las aves lo que necesitan para vivir. Con
más razón hará lo mismo por sus siervos. Sabemos que esto es cierto no solo
porque lo dice la Biblia, sino porque lo vemos en nuestra propia vida. En Mateo
6:26-29, justo antes de decirles a sus discípulos que pusieran primero el Reino,
Jesús les pidió que observaran con atención las aves del cielo. ¿Por qué? ¿Qué
quería que vieran sus discípulos? Quería que vieran cómo nuestro Padre cuida a
esos animalitos, cómo está pendiente de que tengan con qué alimentarse. Tienen lo
que necesitan. Las aves no están todo el día preocupadas. Así que no nos
preocupemos. Jesús hizo la pregunta “¿No valen ustedes más que ellas?”. Esto nos
recuerda que debemos confiar en la promesa de Jehová y en que él quiere y puede
cumplirla. El Sermón del Monte nos enseña que la felicidad y la seguridad
verdaderas no dependen de las cosas materiales. Lo que importa es nuestra amistad
con Jehová. Eso es lo que nos enseñó Jesús. Pero, en la práctica, ¿cómo evitamos
angustiarnos cuando tenemos problemas económicos? Recuerde orar con
frecuencia. Cuando tenemos problemas que nos agobian, podríamos pasar por alto
cosas que normalmente tendríamos en cuenta. Siga orando y tenga fe en la
promesa de Jehová. Él escucha nuestras oraciones. Cuando le ore, no le pida tener
seguridad económica, sino las cosas necesarias, el pan de cada día, como dijo
Jesús. Además, recuerde estudiar la Biblia y meditar en ella todos los días. Esto es
algo que podríamos pasarlo por alto cuando nos sentimos agobiados. No permita
que le pase eso. Jehová verá su esfuerzo y lo bendecirá por confiar en él. Estudiar y
meditar fortalecerá su convicción de que Jehová lo cuidará. Él promete hacerlo.
Tampoco olvide cómo lo ayudó en el pasado. Reflexione en lo que Jehová hizo por
su pueblo en el pasado y piense en lo que ha hecho por usted. Él no ha cambiado.
Meditar en eso fortalecerá su fe y su convicción de que Jehová seguirá ayudándolo
en tiempos difíciles.

Vivimos en un mundo sin fe y escéptico, ¿verdad que sí? Necesitamos fe y, cuando


la tenemos, debemos mantenerla fuerte. Cuando tenemos fe en las promesas de
Jehová y no dudamos, podemos enfrentarnos a cualquier problema. Él nos ayudará
cuando se nos tiente, cuando suframos oposición, cuando pasemos por una
enfermedad grave y cuando tengamos problemas económicos. En estos últimos
días tan críticos, todos y cada uno de nosotros debemos fortalecer nuestra fe.
Seamos como los apóstoles, que quisieron tener una fe más fuerte. Ellos le
expresaron ese deseo a Jesús. Veámoslo en Lucas 17:5. Lucas 17:5. Búsquenlo, por
favor. Y también leeremos lo que Jesús les respondió en el versículo 6. Después de
la advertencia de Jesús sobre los que hacen tropezar, el versículo 5 dice:

Lucas 17:5, 6 — “Los apóstoles le pidieron al Señor: ‘Danos más fe’. 6


El Señor les dijo: ‘Si tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, le
ordenarían a este moral “¡Arráncate de raíz y plántate en el mar!”, y este les
obedecería’ ”.

En otras palabras, tengan fe y no duden. Eso les dijo. Ahora, sería muy raro que
alguna vez en su vida usted tuviera que pedirle a un árbol que se arranque de raíz
y se plante en el mar. ¿Qué quería enseñar Jesús? Lo siguiente: somos poderosos
gracias a la fe. Hasta los desafíos que parecen insuperables se pueden vencer
gracias a la fe en el poder de Dios. La fe nos ayuda a rechazar cualquier tentación
que se nos presente; la fe nos ayuda a vencer cualquier oposición que surja contra
nosotros; la fe nos ayuda a aguantar cualquier enfermedad que podamos pasar, y la
fe nos ayudará a confiar en que Jehová nos apoyará cuando tengamos problemas
económicos, o sea, a arrancar el árbol de raíz y plantarlo en el mar. En cada una de
estas cuatro situaciones, vimos que la oración, el estudio y la meditación nos
ayudarán a seguir cerca de Jehová, quien nos dará más fe. Pídasela cada día. Imite
los ejemplos de fe que encontramos en la Palabra de Dios, así como los de siervos
de Jehová de hoy día. Siga confiando en Jehová. Él cumple todas sus promesas y
bendecirá sus esfuerzos por tener fe y no dudar.

12:15 Canción 118 | “Danos más fe” e intermedio

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