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COMUNICACIÓN: ANÁLISIS DE TEXTOS

4° año ABCDE
LITERATURA DE LA EMANCIPACIÓN
Mariano Melgar
(Arequipa 1790- 1815)

¿Por qué a verte volví, Silvia querida?

Elegía I

¿Por qué a verte volví, Silvia querida? ¡Piadosas acabad mi ansioso empeño!
¡Ay Triste! ¿Para qué? ¡Para trocarse Mi
dolor en más triste despedida! Acaba, bravo mar, tu fuerte guerra;
Isla sin puerto vuelve las ciudades;
Quiere en mi mal mi suerte deleitarse; Me Y en una sola a mí con Silvia encierra.
presenta más dulce el bien que pierdo:
¡Ay! ¡Bien que va tan pronto a disiparse! ¡Favor tinieblas, vientos, tempestades!
Pero vil globo, profanado suelo,
¡Oh, memoria infeliz! ¡Triste recuerdo! ¿Es imposible que de mí te apiades?
Te vi... ¡Que gloria! Pero, ¡dura pena!
Ya sufro el daño de que no hice acuerdo. ¡Silvia! Silvia, tú, dime ¿a quién apelo? No
puede ser cruel quien todo cría: Pongamos
Mi amor ansioso, mi fatal cadena, A nuestras quejas en el cielo.
ti me trajo con influjo fuerte.
Dije: "Ya soy feliz, mi dicha es plena". El sólo queda en tan horrible día.
Único asilo nuestro en tal tormento.
Pero, ¡ay! de ti me arranca cruda suerte; El sólo nos miró sin tiranía.
Este mi gran dolor, este es mi duelo; En
verte busqué vida y hallo muerte. Si es necesario que fatal momento
Llegue... ¡Piadoso Cielo! en mi partida
Mejor hubiera sido que este cielo No Benigno mitigad mi sentimiento.
volviera a mirar y sólo el llanto
Fuese en mi ausencia todo mi consuelo. Lloro... No puedo más... Silvia querida,
Déjame que en torrentes de amargura
Cerca del ancho mar, ya mi quebranto En Saque del pecho mío el alma herida.
lágrimas deshizo el triste pecho; Ya pené,
ya gemí, ya lloré tanto... El negro luto de la noche oscura Sea en
mi llanto en solo compañero, Ya que no
¿Para qué, pues, por verme satisfecho resta más a mi ternura.
Vine a hacer más agudos mis dolores
Y a herir de nuevo el corazón deshecho? Tú, Cielo Santo, que mi amor sincero
Miras y mi dolor, dame esperanza
De mi ciego deseo los ardores De que veré otra vez el bien que quiero.
Volcánicos crecieron, de manera Que
víctima soy ya de sus furores. En sola tu piedad tiene confianza Mi
perseguido amor... Silvia amorosa,
¡Encumbradas montañas! ¿Quién me diera La El Cielo nuestras dichas afianza.
dicha de que al lado de mi dueño, Cual
vosotras inmóvil, subsistiera? Lloro, sí, pero mi alma así llorosa,
Unida a ti con plácida cadena,
¡Triste de mí! Torrentes, con mal ceño En la dulce esperanza se reposa, Y ya
Romped todos los pasos de la tierra, presiente el fin de nuestra pena.

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 1


Cuadro de análisis
ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor
 Título de la obra:
 Género:
 Especie:
 Hablante lírico
 Objeto lírico
 Motivo lírico
 Tema central:
 Propósito
comunicativo
 Tipo de estrofa y
rima
 Mensaje:
 Movimiento
literario:

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EL COSTUMBRISMO
El Ministro y el Aspirante
Letrilla
Felipe Pardo Y Aliaga (

"No es posible estar mejor:


El amor al orden cunde, La
hacienda va de primor, Y la
instrucción se difunde.
Gobierno tan bienhechor
Forzoso será que funde
La gloria de este hemisferio."
Este ocupa un ministerio.
"Esto se lo lleva el diablo:
El desorden que se nota No
lo ataja ni San Pablo:
La hacienda está en bancarrota, Y,
o no sé yo lo que hablo,
O hace este gobierno idiota
Del país un cementerio." Este
quiere un ministerio.
"¡Cuánto complace el que sean
Premiadas hoy las virtudes! Juzgar dignos de improperio?"
¡Cuánto ver que solo emplean Este ocupa un ministerio.
A hombres de honor y aptitudes!
"Vilmente hollando la ley
¡Cuánto que su fin ya vean
¿A quién dejarán de herir?
Nuestras largas inquietudes De
Peor que en tiempo del Rey
la ley bajo el imperio!" Este Va el Estado en mi sentir:
ocupa un ministerio. Cada Prefecto es un Dei, Cada
"¡Da horror ver en su apogeo A ministro un Visir: Todo es
viciosos disolutos tapujo y misterio." Este
Y que no se da un empleo quiere un ministerio:
Sino a pícaros y a brutos! La "Si del poder se ensancharan
nación es el recreo Los límites, ¡ay! entonces
De estos dueños absolutos.
Mucho se facilitarán
¿Quién sufre tal cautiverio?"
De esta máquina los gonces:
Este quiere un ministerio.
Proyectos se ejecutarán
"El mandarín más adusto Dignos de grabarse en bronces, Y
Ve en el pueblo a sus iguales, Y algo se hiciera más serio." Este
gobierna franco y justo ocupa un ministerio.
Con afectos paternales.
"Se anhela por una inmensa
¿Y habrá censor tan injusto
Libertad en los negocios,
Que pueda manejos tales
Y a este fin gime la prensa Bajo
el ministro y sus socios.
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¿Quiérenla aún más extensa Los que se metan á jaques
Para entretener sus ocios? Contra cualquiera mandón.
¡O vergüenza! ¡o vituperio!" ¿Piensan estos badulaques Que es
Este quiere un ministerio. la nación monasterio?" Este
"Mas bienandanza cabal No quiere un ministerio.
tendrá la patria mía Sin oír este charlar
Mientras la imprenta fatal Eterno, aunque no administro Ni
No vea su último día, ambiciono administrar, Puedo, si
Y se agote el manantial el alma registro
De calumnia, de osadía De cada hombre, penetrar Que el
De imprudencia y de dicterio." que quiere ser ministro No usa
Este ocupa un ministerio. del mismo criterio
"No hay libertad de opinión: Que el que ocupa un ministerio.
Por la imprenta no hay ataques. -----------------------
Que esperen la Extremaunción
ACTIVIDAD
1. GLOSARIO: Investigar el significado de las siguientes palabras:

 Vil: ………………………………………………………………………………

 Hollar: ………………………………………………………………………….

 Disoluto: …………………………………………………………………….

 Censor: ……………………………………………………………………….

 Visir: ………………………………………………………………………….

 Gonces: ……………………………………………………………………..

 Vituperio: …………………………………………………………………….

 Dicterio: ………………………………………………………………………

 Bienandanza: ……………………………………………………………….

 Extremaunción: ……………………………………………………………

 Badulaque:…………………………………………………………………

Cuadro de análisis
ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor:
 Título de la obra:
 Género: POÉTICO O LÍRICO

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 Especie: LETRILLA
 Tema central:
 Característica
principal:
 Estribillo:
 Mensaje:
 ¿Qué es una letrilla?
 Movimiento literario

COSTUMBRISMO SATÍRICO PERUANO:


LA COMEDIA ÑA CATITA (1856)
MANUEL ASCENSIO SEGURA (1805-1871)
“FUNDADOR DEL TEATRO NACIONAL”

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ACTO II Se creen que no tienen mérito
ESCENA
XXI
DON JESÚS Y DOÑA RUFINA
JESÚS.- ¡Anda con dos mil demonios!
¿Cuándo saldrá una sanción
declarando en comisión
a todos los matrimonios?
Pero si son amovibles
ya por la ley los empleados,
¿por qué solo a los casados se
nos deja inamovibles?
¿Por qué causa los maridos,
aún con pruebas relevantes, no
podemos ser cesantes, ni
siquiera indefinidos?
¡Ni en los tiempos coloniales
tal injusticia hizo el rey!
Sí, señor, ante la ley
hoy todos somos iguales.
RUFINA.- ¡Iguales...! ¡Oiga! Sí.
JESÚS.- (¡Loca!)
¡Pues no ha estado allí escuchando!

ESCENA XXII
DOÑA RUFINA Y DON JESÚS
RUFINA.- Siga usted filosofando
que lo hace a pedir de boca.
¡Iguales! Debía de ser; mas
los congresos y reyes, no
oyen nunca a la mujer. Por
eso a tan poco costo reparten
en zafarrancho,
para ustedes siempre lo ancho,

ESCENA I
DON JESÚS
¡Qué mujer! ¡Si es una víbora! Y
va a armar algún escándalo.
¡Por vida de...! Me dan ímpetus...
¡No es tan violenta la pólvora
ni hay un diablo más sarcástico!
¡Qué carácter tan satánico!
Así son todas, idénticas,
y nosotros unos cándidos.

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para nosotros lo sino nos ven como a zánganos.
angosto. JESÚS.- Y no hay medio: si benévolo el
¡Qué sabe usted...! hombre las trata y plácido,
RUFINA.- dicen que es uno un cernícalo, un
¡Igualdad! bonachón, un gaznápiro;
¡Sí! ¡Cómo no! o que lo hace porque otra ánima les
JESÚS.- ¡Poca zumba! muestra el rostro simpático,
RUFINA.- ¿Iguales...? ¡Ante o que de bóbilis bóbilis
la tumba! De otro modo... ¡Ja! viven en ilícito tráfico.
¡Ja! ¡Ja! Si, a la inversa, un hombre es íntegro, le
JESÚS.- Hágame usted llaman déspota y áspero,
la merced de retirarse a su y le soplan una pócima
cuarto.
Mire usted que ya
estoy harto de la
conducta de usted.
No pasa un día, ni una hora
en que no arme usted
quimera: parece que
usté estuviera
hidrofóbica, señora.
¡Qué juicios tan insensatos
no harán los criados,
por Dios, al vernos
aquí a los dos
siempre cual perros y
gatos!
Entre usté a su
cuarto, presto, que le
juro por mi nombre,
que o yo dejo de ser
hombre o muda
usted de bisiesto.
RUFINA.- ¡Qué tal! ¡Con
lo que me viene!
Risa me da.
JESÚS.- ¡Quite ahí!
RUFINA.- Está usted muy
sobre sí, y yo no sé a qué
se atiene.
Yo me tomaré el
desquite... JESÚS.-
Hágame usted el favor
de irse a su cuarto.
RUFINA.-
¡Ay, señor!
Me dan
antojos...
JESÚS.- ¡Eh! ¡Quite!
RUFINA.- Me voy...
mejor es... No quiero
incomodarme.

ACTO III
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por el método más diáfano;
Déjeme usted con sus cánticos.
y si ha traído, aunque en hipótesis, al
CATITA.- De otro modo...
matrimonio metálico,
JESÚS.- Allá a los clérigos.
entonces uno es un trápala, un
CATITA.- Respete usted el santo
cuadrúpedo, un carángano.
hábito.
¡Por cierto que el lance es poético!
JESÚS.- Respételo usted.
Es preciso ser un pánfilo para
CATITA.- Herético.
no mostrarse antípoda de un
¡Dios trastornará tus cálculos!
proceder tan maniático.
Aunque me acometa un cólico
caerás en la trampa, pájaro.
ESCENA II
DON JESÚS y ÑA CATITA ESCENA III

CATITA.- (Ya refocilé el ventrículo. DON JESÚS


Voy a rezarle a San Lázaro). Quién pudiera a esta sacrílega
JESÚS.- ¡Cuántos, como yo, las ponerle en la boca un cáustico,
vísceras que la dejara de súbito
(sin ver a Ña Catita; pero esta sí repara en sin poder echar el hálito,
él y se queda oyéndolo). y hacer que no hubiera el empírico
las tendrán repletas de ácido y que le entreabriera los párpados.
sufrirán como tísico ¡Ay Rufina, cuán erróneos te
sólo por tener poco ánimo! Mas van a salir tus cálculos!
yo no soy tan estúpido, ni tengo Si a tu hija pretendes, frívola,
el alma de cántaro, para que una casarla con ese vándalo,
vieja ideática me vuelva loco o no me andaré con retóricas lo
misántropo. mismo que un escolástico, sino
CATITA.- Eso es, don Jesús, verídico, que haré tal estrépito
porque un marido es el báculo que me oirán hasta en el Tártaro.
de su casa... ¡Dices bien, he sido un títere, un
JESÚS.- (¡Vieja hipócrita!) autómata y un bárbaro,
CATITA.- Y de su tronco los vástagos, y porque no te he untado enérgico en los
los que forman su círculo, lomos de un buen bálsamo!
deben oírle como oráculo. ¡Maldito el instante horrísono
JESÚS.- ¡Bueno estoy yo para que te conduje a mi tálamo!
algórgoras! ¡ojalá que antes de el vómito
me hubiera dejado estático!

ACTO III
ESCENA XVII
DOÑA RUFINA y ÑA CATITA
CATITA.- Me parece bien que tomes
medidas para ocultar Nada, tenérselas tiesas y
a tu hija y a tu marido saberlos entablar.
que a mudarte de aquí vas; Porque se vislumbran ellos en
porque si llegan a olerlo... nosotros suavidad,
RUFINA.- No hay miedo, no lo sabrán. se nos suben a las barbas y
CATITA.- Una mujer no se debe después trabajos hay.
dejar nunca gobernar ¡Ay, hija! Mis tres difuntos
por su marido o sus hijos fueron como un cordobán, y
como una negra bozal. eso que de uno al diablo no
había disparidad.
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¡Pero, con buena la habían!
a donde quiera que voy va
¡Pobres, descansen en paz!
como rabo detrás; pero yo...
Conmigo se la llevaron con
¡Jesús me libre de una
su pimienta y su sal.
tentación casual!
¿Por qué te parece a ti
No es tampoco porque sea yo
que no me he vuelto a casar? Por
de los tiempos de Amat,
no lidiar con los hombres.
porque, ¿creerás? no me acuerdo,
Porque, hija, ¿quién es capaz de
quizá tú te acordarás,
aguantar sus malos modos sin
cuando entró la Patria?
mandarlos a pasear?
.
¡Te digo que no los viera ni
RUFINA.- ¿Yo?
con la luz que da el gas!
Muy poco...
No ha sido porque me falte quien
CATITA.- ¡Miren qué tal!
me haga algún ademán, ni me
RUFINA.- Tengo una idea remota.
diga esto y el otro,
CATITA.- Pues creía...
y aquello y de más allá...
RUFINA.- Usted tendrá
RUFINA.- ¿Pero quién dice tal cosa?
a la fecha, Ña Catita
CATITA.- Porque, aunque parezca mal
sus cincuenta a más tirar.
que lo diga, cierto pie,
CATITA.- No tengo sino noventa
muy buen mozo, muy formal,
.

ACTO IV
ESCENA XIV
ALEJO.- (¿No es este don Juan encargos me la entregó,
Sarmiento?) cuando del Cuzco salí.
JUAN.- Y he querido, antes de nada, ¿Sabe usted que se ha casado la
entregar a usted esta carta, Petuca con don Gil?
que, al pasar por Ayacucho, me la RUFINA.- ¡Cómo! ¿El señor no es
encargó, pero mucho, nuestro soltero?
amigo don Luis Marta. JUAN.- No, señora.
JESÚS.- ¡Don Luis! Traiga usted. ALEJO.- (C’est fini!).
RUFINA.- (¿Qué harán?). JESÚS.- Pues no podía usted traernos una
JESÚS.- ¡Qué veo! ¡Gracias a Dios! nueva más feliz.
ALEJO.- ¿Qué tratarán ahí los dos? RUFINA.- ¿Es posible don Alejo?
RUFINA.- No sé. ¿Habrá sido usted tan ruin para
JESÚS.- Pase usted, don Juan. tratar de engañarnos...?
JUAN.- Mis señoras... ALEJO.- ¿Y usted lo cree...? Fue un
RUFINA Y JULIANA.- Caballero. desliz
JESÚS.- (Al fin y al cabo don Luis ese que tuve en el Cuzco...
se acordó que era mortal). una contracción en fin,
JUAN.- Señores... ¡Oh qué feliz un trato ilícito, un... JUAN.-
casualidad...! ¡Don Alejo! ALEJO.- Sí,
¡Don Alejo! Mi amigo... un ardid... RUFINA.- Pero
ALEJO.- (¿Qué irá a decir?). el señor… ALEJO.-
JUAN.- Me ha ahorrado usted el Cubiletes...
trabajo ¿Qué hombre en la edad juvenil se
de buscarlo. Tengo aquí ve libre?
una carta de su esposa... JUAN.- ¡Don Alejo!
TODOS.- ¡De su esposa! MERCEDES.- (¡Bribonazo!).
JUAN.- Que con mil JUAN.- ¿Cómo así

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puede usted en mi presencia
¡Judío! ¡Descomulgado!
con tal descaro mentir?
JUAN.- Váyase usted, mi querida.
JESÚS.- ¿Y por qué no? El señor es
CATITA.- ¿Y a usted quién le ha dado
de conciencia matriz.
vela
JUAN.- Don Jesús ¿pero qué ocurre?
en este entierro...? ¡Cochinas!
JESÚS.- ¡No es cosa! ¿Qué ha de
Por eso está Lima así...
ocurrir?
¡Ya se vé, Dios la castiga!
¡Nada! Sino que el señor
¡Por cuenta de ellas no más de
tenía ya dado el sí
repente hay una ruina,
para contraer nuevas nupcias, y
o con más violencia que antes
la presunta del quid
vuelve la fiebre amarilla!
es nada menos que mi hija, que
¡Escandalosas...!
es esa que ve usted allí, y mi
JUAN.- Señora, basta de majaderías.
mujer, la madrina.
CATITA.- ¡Quite que me da calor!
JUAN.- ¿Qué dice usted?
JUAN.- No se exponga usted.
JESÚS.- Pero en fin
MERCEDES.- (¡Qué lisa!)
era muy santo, don Juan,
CATITA.- Mejores habían de ser, no
muy piadoso...
tan sucias, tan mezquinas.
JUAN.- ¡Eso es muy vil!
JESÚS.- ¡Vamos...!
JESÚS.- ¡Disparate! ¿Quién dijo eso?
CATITA.- ¡Vaya usté a la porra!
RUFINA.- (¡Qué mujer tan infeliz!).
¡Espantajo! ¡Sin camisa!
JESÚS.- Quien frecuenta sacramentos se
¡Muñecón! ¡Matusalén!
va al cielo sin sentir.
¡Cómo está en gracia de Dios!
ESCENA XVII
RUFINA.- (¡Tan zonza que lo creí!).
JESÚS.- Ya usted ve: ¡no tiene una JUAN.- Se acabó... Todo es concluido.
alma Acercarse...
más cándida un serafín! MANUEL.- ¡Señor!
ALEJO.- ¡Basta de pullas! JULIANA.- ¡Padre!
JUAN.- (¡Canalla!) JESÚS.- Bien: todo lo echo al olvido.
JESÚS.- ¡Y basta de hablarme a mí! Den un abrazo a su madre.
Si no sale usted al punto le (A don Manuel y Juliana que abrazan a
hago ñiscas un cuadril. doña Rufina).
ALEJO.- Espero que usted en el Y tú abraza a tu marido.
campo (A doña Rufina, con los brazos abiertos,
se sepa también batir... después de que ella abraza a sus hijos).
no digo más; hasta luego... La mayor satisfacción es
JESÚS.- Vamos, lárguense de aquí. esta, amada Rufina, pues
ALEJO.- Madamas... nace del corazón:
JESÚS.- ¡Largo! toda otra cosa es pamplina, un
JUAN.- (¡Tunante!). absurdo, una ilusión.
Desconfía, en adelante, del
ESCENA XVI que ostenta beatitud,
y de todo hombre pedante,
JESÚS.- ¡Salga usted de aquí!
que nunca fue la virtud
CATITA.- ¡Guá! ¡Guá!
ficciosa ni petulante.
¡Habráse visto estantigua!
RUFINA.- Siempre sumisa a tu lado
¡Esto es lo que me faltaba! JESÚS.-
haré que todos me vean.
¡Silencio! ¡Ande usted de prisa!
JUAN.- No hablar más de lo pasado.
CATITA.- ¡Váyase el muy indecente a
MERCEDES.- (Dios quiera que estas
donde no cause grima!
no sean
¿Yo para qué necesito ni
promesas de enamorado).
de usted ni su familia?
Fi

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Cuadro de análisis
ASPECTOS RESPUESTAS
 Título de la obra:
 Autor:
 Género: Teatral
 Especie: Comedia
 Tema central:
 Característica principal:
 Propósito
comunicativo:
 Mensaje:
 Movimiento literario:

EL ROMANTICISMO
CARLOS AUGUSTO SALAVERRY (Piura 1830- París 1891)

“Acuérdate de mí” Ni hay queja al labio ni a los ojos llanto,


Muerto para el amor y la ventura Esta
¡Oh! Cuánto tiempo silenciosa el alma en tu corazón mi sepultura
Mira en redor su soledad que aumenta ¡Y el cadáver aquí!
Como un péndulo inmóvil: ya no cuenta
Las horas que se van! En este corazón ya enmudecido Cual la
ruina de un templo silencioso, Vacío,
No siente los minutos cadenciosos A abandonado, pavoroso
golpe igual del corazón que adora Sin luz y sin rumor;
Aspirando la magia embriagadora De
tu amoroso afán. Embalsamadas ondas de armonía
Elevábanse a un tiempo en sus altares; Y
Ya no late, ni siente, ni aún respira vibraban melódicos cantares
Petrificada el alma allá en lo interno; Los ecos de tu amor.
Tu cifra en mármol con buril eterno
Queda grabada en mí!

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Parece ayer! ...de nuestros labios mudos El Tú eres la misma aún; cual otros días
suspiro de ¡"adiós" volaba al cielo, Suspéndense tus brazos de mi cuello; Veo
Y escondías la faz en tu pañuelo tu rostro apasionado y bello Mirarme y
Para mejor llorar! sonreír;
Hoy... Nos apartan los profundos senos De Aspiro de tus labios el aliento Como
dos inmensidades que has querido, el perfume de claveles rojos
Y es más triste y más hondo el de tu olvido ,y brilla siempre en tus azules ojos Mi
Que el abismo del mar! sol, ¡mi porvenir!
Pero, ¿qué es este mar? ¿qué es el espacio, Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido; Mi
Qué la distancia, ni los altos montes? Ni nombre está en la atmósfera, en la brisa,
qué son esos turbios horizontes Que mira Y ocultas a través de tu sonrisa
desde aquí; Lágrimas de dolor;
Si al través del espacio de las cumbres, De Pues mi recuerdo tu memoria asalta, Y a
ese ancho mar y de ese firmamento, Vuela pesar tuyo por mi amor suspiras,
por el azul mi pensamiento Y hasta el ambiente mismo que respiras Te
Y vive junto a tí: repite ¡mi amor!
Si yo tus alas invisibles veo, ¡oh! Cuando vea en la desierta playa,
Te llevo dentro del alma estás conmigo, Tu Con mi tristeza y mi dolor a solas, El
sombra soy y dónde vas te sigo vaivén incesante de las olas,
Por tus huellas en pos! Me acordaré de ti;
Y en vano intentan que mi nombre olvides; Cuando veas que una ave solitaria Cruza el
Nacieron, nuestras almas enlazadas, espacio en moribundo vuelo, Buscando un
Y en el mismo crisol purificadas nido entre el mar y el cielo,
Por la mano de dios. ¡acuérdate de mí!

Cuadro de análisis

ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor
 Título de la obra:
 Género:
 Especie:
 Hablante lírico
 Objeto lírico
 Motivo lírico
 Tema central:
 Característica
principal:
 Propósito
comunicativo
 Mensaje:

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 12


 Movimiento literario:

EL REALISMO: “EL ANARQUISMO”


MANUEL GONZALEZ PRADA

(1844- 1918)

El amor

Si eres un bien arrebatado al cielo


¿Por qué las dudas, el gemido, el llanto, la Si eres nieve, ¿por qué tus vivas llamas? Si
desconfianza, el torcedor quebranto, las eres llama, ¿por qué tu hielo inerte?
turbias noches de febril desvelo? Si eres sombra, ¿por qué la luz derramas?

Si eres un mal en el terrestre suelo ¿Por qué la sombra, si eres luz querida? Si
¿Por qué los goces, la sonrisa, el canto, las eres vida, ¿por qué me das la muerte? Si eres
esperanzas, el glorioso encanto, las muerte, ¿por qué me das la vida?
visiones de paz y de consuelo?

Cuadro de análisis

ASPECTOS RESPUESTAS
 Título:
 Autor:
 Género:
 Especie:
 Hablante lírico
 Objeto lírico
 Motivo lírico
 Tema central:
 Característica
principal:
 Propósito
comunicativo

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 13


 Mensaje:
 Movimiento literario:

MANUEL GONZÁLEZ PRADA


“PÁJINAS LIBRES” (Prada no escribió con “g”)
Primera Parte
CONFERENCIA EN EL ATENEO DE LIMA I (1886)
Señores:
Si los hombres de jenio son cordilleras nevadas, los imitadores no pasan de riachuelos
alimentados con el deshielo de la cumbre.
Pero no sólo hai el jenio que inventa i el injenio que rejuvenece i esplota lo inventado;
abunda la mediocridad que remeda o copia. ¡Cuánta mala epopeya orijinaron la Iliada i
la Odisea! ¡Cuánta mala trajedia las obras de Sófocles i Eurípides! ¡Cuánta mala
canción las odas de Píndaro i Horacio! ¡Cuánta mala égloga las pastorales de Teócrito i
Virgilio! Todo lo bueno, todo lo grande, todo lo bello, fue maleado, empequeñecido i
afeado por imitadores incipientes.
Siglos de siglos persistió la monomanía de componer variaciones sobre el tema
grecolatino, i hubo en la literatura una Roma falsificada i una Grecia doblemente
hechiza, porque todos miraban a los griegos con el cristal romano. Muchos quisieron
seguir fielmente las huellas de latinos i helenos ¡como si tras del hombre sano i fuerte
pudiera caminar el cojo que vacila en sus muletas o el hemipléjico que s'enreda en sus
mismos pies!
La imitación, que sirve para ejercitarse en lo manual o técnico de las artes, no debe
considerarse como el arte mismo ni como su primordial objeto. Imitar equivale a
moverse i fatigarse en el wagón de un ferrocarril: nos imajinamos realizar
mucho i no hacemos más que seguir el impulso del motor.
En literatura, como en todo, el Perú vivió siempre de la imitación. Ayer imitamos a
Quintana, Espronceda, Zorrilla, Campoamor, Trueba, i hoi continuamos la serie de
imitaciones con Heine i Bécquer en el verso, con Catalina i Selgas en la prosa. Como
Bécquer escribió composiciones poéticas de cortísimo aliento, i Selgas artículos no mui
largos en frases diminutas i algo bíblicas, va cundiendo en el Perú el gusto por las rimas
de dos cuartetas asonantadas i l'afición al articulillo erizado de antítesis, concetti i
calembours, quiere decir, entramos en plena literatura frívola.
(….)

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 14


Cuadro de análisis

ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor:
 Título del discurso:
 Género:
 Especie:
 Tema central:
 Característica
principal:
 Propósito
comunicativo
 Opinión: ¿Es bueno
imitar?
 Movimiento literario:

***SEGUNDA PARTE***
GRAU
I
Épocas hai en que todo un pueblo se personifica en un solo individuo: Grecia en
Alejandro, Roma en César, España en Carlos V, Inglaterra en Cromwell, Francia en
Napoleón, América en Bolívar. El Perú en 1879 no era Prado, La Puerta ni Piérola, era
Grau. Cuando el Huáscar zarpaba de algún puerto en busca de aventuras, siempre
arriesgadas, aunque a veces infructuosas, todos volvían los ojos al Comandante de la
nave, todos le seguían con las alas del corazón, todos estaban con él. Nadie ignoraba
que el triunfo rayaba en lo imposible, atendida la superioridad de la escuadra chilena;
pero el orgullo nacional se lisonjeaba de ver en el Huáscar un caballero andante de los
mares, una imajen del famoso paladín que no contaba sus enemigos antes del combate,
porque aguardaba contarles vencidos o muertos. Nosotros, lejítimos herederos de la
caballerosidad española, nos embriagábamos con el perfume de acciones heroicas, en
tanto que otros, menos ilusos que nosotros i más imbuídos en las máximas del siglo,
desdeñaban el humo de la gloria i se engolosinaban con el manjar de victorias fáciles i
baratas. I merecíamos disculpa! El Huáscar forzaba los bloqueos, daba caza a los
trasportes sorprendía las escuadras, bombardeaba los puertos, escapaba ileso de las
celadas o persecuciones, i más que nave, parecía un ser viviente con vuelo de águila,
vista de lince i astucia de zorro. Merced al Huáscar, el mundo que sigue la causa de los
vencedores, olvidaba nuestros desastres i nos quemaba incienso; merced al, Huáscar, los
corazones menos abiertos a la esperanza cobraban entusiasmo i sentían el jeneroso
estímulo del sacrificio; merced al Huáscar, en fin, el enemigo se desconcertaba en sus
planes, tenía, vacilaciones desalentadoras i devoraba el despecho de la vanidad
humillada,

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 15


porque el monitor, vijilando las costas del Sur, apareciendo en el instante menos
aguardado, parecía decir a la ambición de Chile: "Tú no pasarás de aquí". Todo esto
debimos al Huáscar, i el alma del monitor era Grau.
Cuadro de análisis

ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor:
 Título del discurso:
 Género:
 Especie:
 Tema central:
 Propósito
comunicativo
 Opinión: ¿Estás de
acuerdo con el autor?
 Movimiento literario:

DISCURSO EN EL POLITEAMA
I
Señores:

Los que pisan el umbral de la vida se juntan hoi para dar una lección a los que se
acercan a las puertas del sepulcro. La fiesta que presenciamos tiene mucho de
patriotismo i algo de ironía: el niño quiere rescatar con el oro lo que el hombre no supo
defender con el hierro.
Los viejos deben temblar ante los niños, porque la generación que se levanta es siempre
acusadora i juez de la jeneración que desciende. De aquí, de estos grupos alegres i
bulliciosos, saldrá el pensador austero i taciturno; de aquí, el poeta que fulmine las
estrofas de acero retemplado; de aquí, el historiador que marque la frente del culpable
con un sello de indeleble ignominia.
Niños, sed hombres, madrugad a la vida, porque ninguna jeneración recibió herencia
más triste, porque ninguna tuvo deberes más sagrados que cumplir, errores más graves
que remediar ni venganzas más justas que satisfacer.
En la orjía de la época independiente, vuestros antepasados bebieron el vino jeneroso i
dejaron las heces. Siendo superiores a vuestros padres, tendréis derecho para escribir el
bochornoso epitafio de una jeneración que se va, manchada con la guerra civil de medio
siglo, con la quiebra fraudulenta i con la mutilación del territorio nacional.
Si en estos momentos fuera oportuno recordar vergüenzas i renovar dolores, no
acusaríamos a unos ni disculparíamos a otros. Quien puede arrojar la primera piedra?
La mano brutal de Chile despedazó nuestra carne i machacó nuestros

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 16


huesos; pero los verdaderos vencedores, las armas del enemigo, fueron
nuestra ignorancia i nuestro espíritu de servidumbre.
II
Sin especialistas, o más bien dicho, con aficionados que presumían de omniscientes,
vivimos de ensayo en ensayo: ensayos de aficionados en Diplomacia, ensayos de
aficionados en Economía Política, ensayos de aficionados en Lejislación i hasta ensayos
de aficionados en Tácticas i Estratejias. El Perú fué cuerpo vivo, espuesto sobre el
mármol de un anfiteatro, para sufrir las amputaciones de cirujanos que tenían ojos con
cataratas seniles i manos con temblores de paralítico. Vimos al abogado dirijir
l'hacienda pública, al médico emprender obras de injeniatura, al teólogo fantasear sobre
política interior, al marino decretar en administración de justicia, al comerciante mandar
cuerpos d=ejército...Cuánto no vimos en esa fermentación tumultuosa de todas las
mediocridades, en esas vertijinosas apariciones i desapariciones de figuras sin
consistencia de hombre, en ese continuo cambio de papeles, en esa Babel, en fin, donde
la ignorancia vanidosa i vocinglera se sobrepuso siempre al saber humilde i silencioso!
Con las muchedumbres libres aunque indisciplinadas de la Revolución, Francia marchó
a la victoria; con los ejércitos de indios disciplinados i sin libertad, el Perú irá siempre a
la derrota. Si del indio hicimos un siervo ¿qué patria defenderá? Como el siervo de la
Edad media, sólo combatirá por el señor feudal.
I, aunque sea duro i hasta cruel repetirlo aquí, no imajinéis, señores, que el espíritu de
servidumbre sea peculiar a sólo el indio de la puna: también los mestizos de la costa
recordamos tener en nuestras venas sangre de los súbditos de Felipe II mezclada con
sangre de los súbditos de Huayna-Capac. Nuestra columna vertebral tiende a inclinarse.
La nobleza española dejó su descendencia dejenerada i despilfarradora: el vencedor de
la Independencia legó su prole de militares i oficinistas. A sembrar el trigo i estaer el
metal, la juventud de la jeneración pasada prefirió atrofiar el cerebro en las cuadras de
los cuarteles i apergaminar la piel en las oficinas del Estado. Los hombres aptos para las
rudas labores del campo i de la mina, buscaron el manjar caído del festín de los
gobiernos, ejercieron una insaciable succión en los jugos del erario nacional i
sobrepusieron el caudillo que daba el pan i los honores a la patria que exijía el oro i los
sacrificios. Por eso, aunque siempre existieron en el Perú liberales i conservadores,
nunca hubo un verdadero partido liberal ni un verdadero partido conservador, sino tres
grandes divisiones: los gobiernistas, los conspiradores i los indiferentes por egoísmo,
imbecilidad o desengaño. Por eso, en el momento supremo de la lucha, no fuimos contra
el enemigo un coloso di bronce, sino una agrupación de limaduras de plomo; no una
patria unida i fuerte, sino una serie de individuos atraídos por el interés particular y
repelidos entre sí por el espíritu de bandería. Por eso, cuando el más oscuro soldado del
ejército invasor no tenía en sus labios más nombre que Chile, nosotros, desde el primer
jeneral hasta el último recluta, repetíamos el nombre de un caudillo, éramos siervos de
la Edad media que invocábamos al señor feudal.

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 17


Indios de punas i serranías, mestizos de la costa, todos fuimos ignorantes i siervos; i no
vencimos ni podíamos vencer.
III
Si la ignorancia de los gobernantes i la servidumbre de los gobernados fueron nuestros
vencedores, acudamos a la Ciencia, ese redentor que nos enseña a suavizar la tiranía de
la Naturaleza, adoremos la Libertad, esa madre enjendradora de hombres fuertes.
No hablo, señores, de la ciencia momificada que va reduciéndose a polvo en nuestras
universidades retrógradas: hablo de la Ciencia robustecida con la sangre del siglo, de la
Ciencia con ideas de radio jigantesco, de la Ciencia que trasciende a juventud i sabe a
miel de panales griegos, de la Ciencia positiva que en sólo un siglo de aplicaciones
industriales produjo más bienes a la Humanidad que milenios enteros de Teolojía i
Metafísica.
Hablo, señores, de la libertad para todos, i principalmente para los más desvalidos. No
forman el verdadero Perú las agrupaciones de criollos i estranjeros que habitan la faja
de tierra situada entre el Pacífico i los Andes; la nación está formada por las
muchedumbres de indios diseminadas en la banda oriental de la
cordillera. Trescientos años há que el indio rastrea en las capas inferiores
de la civilización, siendo un híbrido con los vicios del bárbaro i sin las
virtudes del europeo: enseñadle siquiera a leer i escribir, i veréis si en un
cuarto de siglo se levanta o no a la dignidad de hombre. A vosotros,
maestros de escuela, toca galvanizar una raza que se adormece bajo la
tiranía del juez de paz, del gobernador i del cura, esa trinidad
embrutecedora del indio.
Cuando tengamos pueblo sin espíritu de servidumbre, i militares i políticos a la altura
del siglo, recuperaremos Arica i Tacna, i entonces i sólo entonces marcharemos sobre
Iquique i Tarapacá, daremos el golpe decisivo, primero i último.
Para ese gran día, que al fin llegará porque el porvenir nos debe una victoria, fiemos
sólo en la luz de nuestro cerebro i en la fuerza de nuestros brazos. Pasaron los tiempos
en que únícamente el valor decidía de los combates: hoi la guerra es un, problema, la
Ciencia resuelve la ecuación. Abandonemos el romanticismo internacional i la fe en los
auxilios sobrehumanos: la Tierra escarnece a los vencidos, i el Cielo no tiene rayos para
el verdugo.
En esta obra de reconstitución i venganza no contemos con los hombres del pasado: los
troncos añosos i carcomidos produjeron ya sus flores de aroma deletéreo
i sus frutas de sabor amargo. ¡Que vengan árboles nuevos a dar flores
nuevas i frutas nuevas! ¡Los viejos a la tumba, los jóvenes a la obra!
(…)
(1888)

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 18


Cuadro de análisis

ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor:
 Título del discurso:
 Género:
 Especie:
 Tema central:
 Propósito
comunicativo
 Opinión: ¿Estás de
acuerdo con el autor?
 Movimiento literario:

“HORAS DE LUCHA*
(1908)
Manuel González Prada
Controvertido e influyente pensador del Perú republicano y gran precursor de las
ideologías políticas que surgieron en el siglo XX. En este libro hace una provocadora y
contundente crítica de la sociedad peruana que se recomponía después de la guerra del
Pacífico.
NUESTRO PERIODISMO
Si por un orgullo mal entendido y risible no reclamamos la formación de una policía
internacional que reprima los golpes de estado y finalice con las dictaduras de Bajo
Imperio, deberíamos trabajar porque los escritores -y de modo singular los diaristas-
organizaran una corporación higiénica para desinfectar el aire saturado
con el miasma político. Mas los grafómanos sin convicciones definidas,
los inverosímiles tipos de oscilación mental
¿poseen la médula suficiente para iniciar una obra de tamaño alcance?
Para sólo concebir la institución de esa nueva junta de sanidad, habrían de ser honrados,
entendiéndose aquí por honradez la adhesión a una doctrina, o cuando menos, la
fidelidad al hombre de su partido.
(…)
Entre los hombres públicos debemos incluir también el diarista, que si no desempeña
cargos administrativos ni ejerce funciones políticas, influye directamente en la
generación y marcha de los acontecimientos. En el campo de las ideas y aún de
los hechos, no hay tal vez una acción tan eficaz ni tan rápida como la del periodista:
mientras el autor de libros se dirige a reducido número de lectores, y quizá de refinados,
el publicista vive en comunicación incesante con la muchedumbre. Él lanza hoy
una idea, insiste mañana,

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 19


continúa insistiendo, y concluye por introducirla en el cerebro
de su público: trepana los cráneos más duros y más gruesos. ¿Qué
abusos, qué supersticiones no acaban por ceder a una embestida de todas las horas y de
todas las plumas? ¡Cuántas obras no realizadas con el discurso de un parlamentario, con
el decreto de un ministro ni con la sublevación de un militar, se efectuaron con el simple
artículo de un periodista!
(…)
Para la multitud que no puede o no quiere alimentarse con el libro, el diario encierra la
única nutrición cerebral: miles y miles de hombres tienen su diario que aguardan todos
los días, como al buen amigo, portador de la noticia y del consejo. Donde no logra
penetrar el volumen, se desliza suavemente la hoja, y donde no resuena la austera
palabra del sabio, repercute el eco insinuante del vulgarizador. Más que el sacerdote, el
periodista ejerce hoy la dirección espiritual de las muchedumbres. Como dice Tarde,
una pluma bastó, para dar movimiento a mil lenguas. También basta para enardecer a
muchos cerebros y armar a muchos brazos. Nadie medirá todo el alcance de un
pensamiento divulgado en las columnas de un periódico: es la piedra lanzada en
medio del Océano, y no sabemos a qué profundidades puede bajar.
El periodismo encauza los arroyos difusos de las opiniones individuales, les unifica y
forma el irresistible río de la opinión pública. Según el mismo Tarde, si las literaturas
sirven para testificar la existencia de una nación, los diarios aguzan la vida nacional,
provocan los movimientos globales de espíritus y voluntades en sus cotidianas
fluctuaciones grandiosas. El periodismo tiende, no sólo a formar el alma colectiva de un
pueblo, sino la conciencia de la Humanidad. (…)

 Tema central:

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 Propósito comunicativo del autor:

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NUESTROS MAGISTRADOS
Nada patentiza más el envilecimiento de una sociedad que la relajación de su
Magistratura. Donde la justicia desciende a convertirse en arma de ricos y poderosos,
ahí se abre campo a la venganza individual, ahí se justifica la organización de mafias y
camorras, ahí se estimula el retroceso a las edades prehistóricas. Y tal vez ganaríamos
en regresar a la caverna y al bosque, si lo realizáramos sin hipocresía ni términos
medios; porque vale más el estado salvaje donde el individuo se hace justicia por su
mano, que una civilización engañosa donde los unos oprimen y devoran a los otros,
dando a las mayores iniquidades un viso de legalidad. Entre el imperio de la fuerza y el
reinado de la

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 20


hipocresía, preferiríamos la fuerza. Queremos hallarnos en una selva, frente a frente de
un salvaje con su honda y su palo, no en un palacio de Justicia cara a cara de un
leguleyo pertrechado con notificaciones y papel de oficio.
La tiranía del soldado exaspera menos que la del juez: la primera se desbarata con un
levantamiento popular o con la eliminación del individuo, la segunda no se destruye ni
con trastornos sociales y conmociones políticas. Asesinamos, colgamos y calcinamos a
los Gutiérrez: pero nunca nos atrevimos a cosas iguales con tanto juez venal y
prevaricador. A esos tres soldados violentos y amenazadores no les sufrimos ni una
semana; a muchos magistrados, más perniciosos y más culpables que los Gutiérrez les
soportamos medio siglo. Que mientras desaparecen Cámaras y Gobiernos, los
Tribunales de Justicia permanecen inalterables, como si poseyeran la incorruptibilidad
del oro.
El tirano asume la responsabilidad de sus violencias resignándose a concentrar en su
persona el odio de las muchedumbres; el juez causa el daño sin arrostrar las
consecuencias, parapetándose en los Códigos y atribuyendo a deficiencias de la Ley
excesos de la malicia personal. Una Corte de Justicia es una fuerza irresponsable que
desmenuza la propiedad, la honra y la vida, como las piedras de un molino trituran y
pulverizan el grano. Su impasibilidad de estatua se parece a la codicia sin entrañas de
una sociedad anónima. Y sin embargo, ninguna clase disfruta de más seguridad ni de
mayores privilegios. El militar nos despachurra con su bota o nos atraviesa con su
espada; mas da su vida por nosotros, cuando el país se ve amenazado por la invasión
extranjera. El sacerdote nos adormece con sus monótonas canciones de otros días y nos
explota con sus sacramentos, sus indulgencias y sus hermandades; pero asiste a los
enfermos, consuela a los moribundos y expone su cuerpo a las flechas del salvaje. El
Magistrado lo gana todo sin arriesgar nada: reposa cuando todos se fatigan, duermen
cuando todos velan, come cuando todos ayunan, ejerciendo una caballería andante en
que Sancho hace las veces de don Quijote. ¿Qué le importan las guerras civiles? Vive
seguro de que, triunfen revolucionarios o gobiernistas, él seguirá disfrutando de
honores, influencia, pingüe sueldo y veneración pública. En los naufragios nacionales,
representa el leño que flota, la vejiga que sobrenada. Mejor aún, es el pájaro guarecido
en su peñón: no se cuida de la tempestad que sumerge los buques ni piensa en el clamor
de los infelices que naufragan.
(…)
 Tema central:

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 Propósito comunicativo del autor:

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Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 21


NUESTROS LEGISLADORES
Volvemos a preguntar ¿de qué nos sirven los Congresos? sirven de prueba irrefragable
para manifestar la incurable tontería de la muchedumbre, al dejarse dominar por
una fracción de gentes maleables, a medio civilizar y hasta analfabetas,
sin la más leve inclinación a lo bello ni a lo justo, con el solo instinto de husmear por
qué lado vienen los honores y el dinero, o hablando sin mucha delicadeza, la ración de
paja y grano.
A más tenemos por cerca de medio siglo bajo la Constitución retrógrada de 1860, los
Congresos no han dictado la Ley de Elecciones y el Código de Justicia Militar: la
primera que pone toda la máquina electoral en manos del gobierno, es decir, del
Presidente; el segundo que sanciona todas las iniquidades posibles, desde la pena capital
hasta la confiscación de bienes, y coloca perennemente a la Nación bajo un régimen que
no se disculpa sino en el estado de sitio.
Mas, no sólo el Perú, casi todos los pueblos del orbe civilizado abrigan la ilusión de que
el sistema parlamentario inicia y afianza el reinado de la libertad. Como un autócrata
domina por la fuerza, valiéndose de genízaros o de cosacos, así un presidente
constitucional ejerce tiránicamente el mando, apoyándose en cámaras de
servidores abyectos y mercenarios. Congresos tuvimos en el Perú que valían
tanto como un batallón de genízaros o un regimiento de cosacos. Venga de un solo
individuo, venga de una colectividad, la tiranía es tiranía.
Los Congresos sucederán a los Congresos, pareciéndose los unos a los otros, legándose
sus dos cámaras y su elocuencia, como los camellos se transmiten sus jorobas y los
cerdos su gruñido. Nuestros legisladores seguirán legislando, sin averiguar si causan
admiración o menosprecio ni cuidarse de si el país acepta o rechaza las leyes, no
pensando sino en recibir la consigna oficial y captarse la benévola y aprobatoria sonrisa
del gran elector. En lo que muestran honradez relativa o fidelidad al compromiso: no
siendo elegidos de la Nación sino hechuras del amo, al amo deben servicios y
complacencias. Legislen, pues, los legisladores, hagan y deshagan de nosotros, quiten y
pongan leyes, engorden y medren con su interminable secuela de parientes, electores y
ahijados: Cromwell no se diseña en el horizonte, el pueblo no da señales de coger el
azote y cruzar rostros en que rara vez asomaron el pudor y la vergüenza.
 Tema central:

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 Propósito comunicativo del autor:

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Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 22


EL MODERNISMO
JOSÉ SANTOS

CHOCANO (1875-1934)

BLASON

Soy el cantor de América autóctono y salvaje: mi


lira tiene un alma, mi canto un ideal.
Mi verso no se mece colgado de un ramaje con
vaivén pausado de hamaca tropical.

Cuando me siento inca, le rindo vasallaje al


sol, que me da el cetro de su poder real;
cuando me siento hispano y evoco el coloniaje, parecen
mis estrofas trompetas de cristal.

Mi fantasía viene de un abolengo moro; los


andes son de plata, pero el león, de oro;
y las dos castas fundo con épico fragor.

La sangre es española e incaico es el latido; y de


no ser poeta, quizá yo hubiera sido
un blanco aventurero o un indio emperador.

ASPECTOS RESPUESTAS
 Autor:
 Título del poema:
 Género:
 Especie:
 Tema central:
 Propósito
comunicativo
 Tipo de estrofa
 Rima
 Mensaje
 Movimiento literario:

Chiclayo, agosto- setiembre 2023

Antología Literaria elaborada por Mg. Víctor Hugo Cobeñas V. pág. 23

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