LO X
‘ ; EL sentido religioso
x dentro de la educacién
k tiempo en que nacié la toma de conciencia de la importan-
‘renovacién de la culturayy de la sociedad, le acom-
to epocal la crisis del divorcio entre filosofia y religion. No
desde el punto de vista cronolégico, pero puede
ido de ambos fenémenos culturales en el siglo XVIII.
os siglos de gestacién anterior, la educacién se
> de los Tesortes |
Slemusniyh 285 del i
cgrriet te A,
eco nn econocidas, como
mento apto para mantener un orden
sro cmon
Scanned with CamScannercon cierta frecuencia las fuerzas reaccion;
onstatarse es que
poste de la religi6n para bloquear propuestas de cambio.
‘Aveces el miedo a los cambios ya las adaptaciones necesarias, hace que
apcle x mativos ideolégcos de discutble indole: puede se en algunos cme
tos una conexién demasiado estrecha entre el dogma religioso y determinada
tos a Hosdfcay; a conviccién de que la defensa de algunas teoras cien
fas, como la de evolucién, pueda ser perjudicial para determinados valor,
ropaleso religiosos; el temor exagerado a que las relaciones con otras cultura
dain la propia identidad. Todo esto produce a menudo la impresién de que ¢|
apoyo religioso pueda ser buscado por la ansiedad producida por las novedades
caleurales, més que por una necesidad intrinseca a la educacién misma vista en
arias utilizan,
su integridad.
Como contrapartida de esta mentalidad se afianza, por parte de otros sec-
tores, la conviccién de que para una educacién verdaderamente progresiva y
adecuada a los tiempos es mejor prescindir de toda relacién con el sentido rel
gioso. Pero la tesis de que lo religioso en cuanto tal sea un factor de rémora en
a educacién, es una tesis que acompafia un postulado pragmético: lo que en
otras oportunidades hemos llamado “voluntad de inmanencia”, es decir un pro-
yecto cultural ya prevenido en contra de la idea de trascendencia y revelacién.
~“Hemos dado esta denominaci6n a la actitud filos6fico-cultural que, por la
Se aur de todo compromiso con un determinado orden teligio-
atado por motivos hist6ricos a un status quo sociopolitico inerte y anti-
Mtiucnara ataque hasta tomar una actitud preventivo-negativa
bilidad de revelacién. Esta exclusién aprioristica es entendida
para reestructurar la entera cultura.
ta tuvo inevitablemente sus consecuencias en el modo de
‘
problema, diversos estudios hist6rico filos6ficos
cién entre modernidad filoséfica y voluntad de
caracteristico de la primera, por ejemplo, el giro
ncia de s{ en Descartes, el sentido de la historia, la
técnicas, el ideal de la educacién visto
cambio histérico y cultural. Todos estos ide-
¥y prdcticamente sin la asuncisn de las
propiamente dicho. La distincion
estudio de los autores, y es esencil
de confusiones que retardaron sis”
roblemas.
-voluntad de inmanencia iluminist9
stérico del siglo XVIII, ni al coniun'?
acontecimiento filos6fic cultu-
Scanned with CamScannerscindencia metodolégica del sentido de una
or primera vez en forma neta y explicita en
diversas modalidades hasta nuestros dias.
Iinea de pres
0 de ae se formuld P'
ada ro que perdur6 en
os we vamanencil significa por tanto la autodeterminacién de una
yt S cepta otT0 horizonte que el de la vida temporal y que por lo
que Fin proyecto educativo cultural abierto a la religién reve-
19 3 en dencia, pot considerarlas incompatibles con su total auto-
so agecimiento € sin duda el més importante en Occidente después
st a iC ristianismo, YS ha visto al mismo tiempo triunfante y vaci-
plc dest wen algunas épocas al menos, desorientado.
Ate * 4
i! scincio™ sin embargo, entre modernidad filos6fica, cultural y educati-
1d uminista no debe ser ehietibd hasta’ el Bune de daleano-
aye rie Jando muchas ideas modernas, especialmente en lo
et
icamente habl
acieme I mmoderidad politica, econdmica y social, se abrieron camino
oe ho en medio de la revolucién cultural iluminista, y aun como efecto
Fido 2 nll, Feo un estado detalado del erin deitaPdeas
overs en 10 sociopolitico, deberia llevar a una andloga distincién de
inencionalidad significativa, ya que no de momentos hist6ricos facticamente
dante, entre modernidad politica, educativa, econémica y social, y el acen-
“jado laicismo cultural encarnado en la voluntad de inmanencia.
.queremos expresat, eT. sintesis, es que, aunque de hecho modernidad
cularismo se han unido y mezclado en Ia realidad hist6rica, son en sf mis-
distintos, y que es perfectamente posible tener en lo sociopoli-
Io filos6fico, en lo educativo, una mentalidad moderna abierta al sen-
“es decir no idéntica a la ‘mentalidad iluminista en cuanto tal.
de] cién justamente donde puede entreverse el dolo-
tas y propuestas religiosas, complicadas tam-
io medieval del clero en muchas ins-
1 para eomprender que lalegi-
o implica necesariamente el
ydinada uni-
Scanned with CamScanner~ —a
como principal causa la adopeién apriorstca del principio de
voluy
inmanencia. Es bueno que nos detengamos un poco més sobre este ne de
0.
|
2. Las aporias de la cultura secularista
El tema tiene casi un siglo de existencia en los paises Protestantes. Y ha ;
apareciendo no s6lo en los dramas y comedias de B. Shaw sino tambign ex?
libros de alta teologia. Uno de los momentos culminantes en la teologia yo
testante del siglo XX es la repercusién tenida, después de algunas dbeadar de
influencia barthiana, por Ia obra péstuma de D. Bonhoeffer. Inmeditament,
después aparecieron varios importantes ensayos del grupo de tedlogos den”
minados bajo el rotulo de la “muerte de Dios” o, menos espectacularmente.,
la secularizacién. Aunque la teologia de la muerte de Dios mosteé desde ¢|
comienzo lo efimero de algunos de sus planteos, no deja de tener interés, ain
hoy dia, por lo que significa de diagnéstico religioso cultural en Occideme
El autor imprescindible como punto de referencia de algunos de estos plan.
teos es Max Weber, Conocidos son sus temas en torno al proceso de desencan.
tamiento del mundo moderno, sus tesis sobre la racionalizacién del mundo del
trabajo y de las estructuras sociopoliticas, la burocratizacién de la sociedad y
por tanto sobre la fragmentacién de las diversas areas de la cultura.
| Enun campo todavia més alejado de lo estrictamente teol6gico, buena parte
” de las investigaciones de la escuela de la teorfa critica de Frankfurt se refiere a
_Ta sociedad iluminista y secularista, vista ya en su fase mas avanzada de desa-
__ srollo industrial. Todos estos enfoques interpretan el proceso en forma més bien
trdgica o al menos con una alta conciencia de crisis.
iE bicloaproble -aparecen esté el de la deshumanizacién de la socie-
| parte determinada por lo econdmico, el enfoque fun-
trabajo, y el de la industria cultural, entendida como
de los productos culturales en los modernos medios
ia de una verdadera libertad de opciones, a
y sutil red de condicionamientos y contro-
s estructurado e impersonal que va toma
minos introducidos por J. Habermas, lt
lidad laboral.
telacionado ya ae
de lo privado, y su progres
I ae no es Be ‘un modo sociold-
iista: el proyecto de una cultu-
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