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El documento resume la historia del telar Jacquard. Comenzó como una simple rama de árbol que se movía para formar tejidos toscos. Con el tiempo, los telares evolucionaron para incluir lanzaderas y luego pedales para separar los hilos. Joseph Marie Jacquard inventó un telar en 1801 que usaba tarjetas perforadas para tejer patrones complejos de manera automatizada, revolucionando la industria textil. Aunque su invención causó temor por la pérdida de empleos, el telar Jacquard permitió que un solo
El documento resume la historia del telar Jacquard. Comenzó como una simple rama de árbol que se movía para formar tejidos toscos. Con el tiempo, los telares evolucionaron para incluir lanzaderas y luego pedales para separar los hilos. Joseph Marie Jacquard inventó un telar en 1801 que usaba tarjetas perforadas para tejer patrones complejos de manera automatizada, revolucionando la industria textil. Aunque su invención causó temor por la pérdida de empleos, el telar Jacquard permitió que un solo
El documento resume la historia del telar Jacquard. Comenzó como una simple rama de árbol que se movía para formar tejidos toscos. Con el tiempo, los telares evolucionaron para incluir lanzaderas y luego pedales para separar los hilos. Joseph Marie Jacquard inventó un telar en 1801 que usaba tarjetas perforadas para tejer patrones complejos de manera automatizada, revolucionando la industria textil. Aunque su invención causó temor por la pérdida de empleos, el telar Jacquard permitió que un solo
donde y cuando se inventó el telar, existen vestigios que lo colocan en tiempos prehistóricos. Se cree que el primer telar debió ser tan simple como una rama de árbol moviéndose de manera más o menos paralela al suelo formando tejidos toscos. Se cree que los egipcios fueron los primeros en utilizar una lanzadera para sostener y manipular la trama en telas. En la evolución tecnológica fue el denominado telar de cintura, cuyo uso en la actualidad continua en nuestro país por algunos pueblos indígenas. Posteriormente, con la especialización del trabajo y la necesidad imperante de aumentar la producción, el mecanismo de barras de madera fue transformado en mallas y lizos, que se fijaron a pedales de madera en el cual el tejedor podía separar la urdimbre con los pies. Este tipo de cambios, que requirieron una estructura con mayor estabilidad dieron lugar a los telares de piso. Durante mucho tiempo el tejido fue realizado bajo un sistema de producción autosuficiente utilizando telares de cintura operados por dos personas. Sin embargo, el aumento poblacional demandaba mayor producción. A principios del siglo XVIII, comienzan a dase los primeros intentos de mejora tecnológica; la necesidad de dichos cambios se vio impulsada alrededor de 1700 cuando los tejidos de la India empiezan a sustituir a los europeos en los mercados, esto debido su alta calidad y bajo costo. Los objetivos de los productores ingleses fueron entonces incrementar la producción y reducir los costos a través de la sustitución de procesos manuales por operaciones mecánicas más precisas. Este ciclo de mejoramiento marcó el inicio de la Revolución Industrial; la evolución tecnológica permitió la posterior motorización, aumentando la eficacia productiva. Una de las innovaciones más importantes en el desarrollo del telar fue introducida en Francia en 1801 por un tejedor y comerciante francés llamado Joseph Marie Jacquard. Jacquard comenzó a trabajar a los ocho años con su padre, quien era tejedor en una hilandería de seda. Trabajó en telares de seda, y posteriormente automatizó estas máquinas con el uso de tarjetas perforadas. Conforme fue creciendo fue ideando distintos modos de resolver uno de los principales problemas que tenían los telares de esa época: empalmar los hilos rotos. Motivado a ir inventando máquinas cada vez más sofisticadas su fama como inventor fue en aumentando cada vez más, hasta que en 1799 Napoleón I le dio trabajo en el Conservatorio de Artes y Oficios como “Maestro inventor”. Su telar empleaba un sistema de tarjetas para conseguir tejer patrones en la tela, permitiendo que hasta los usuarios más inexpertos pudieran elaborar complejos diseños. La invención se basaba en los instrumentos que anteriormente diseñaron Basile Bouchon (1725), Jean-Baptiste Falcon (1728) y Jacques Vaucanson (1740), todos ellos de nacionalidad francesa. El funcionamiento se basaba en una serie de tarjetas perforadas, una por cada pasada de trama perforada y acomodada de acuerdo con el patrón (ligamento) de diseño. Esta técnica fue tan exitosa que, para 1812 el dispositivo fue incorporado a más de 18,000 telares en Francia. El telar en sí es la máquina inferior que entrelaza los hilos para producir la tela, mientras que lo que verdaderamente inventó Jacquard es la máquina que produce el movimiento independiente de los hilos de urdimbre para conseguir el dibujo solicitado a través de las armaduras o ligamentos insertados en las diferentes zonas del tejido. Se cree que el telar Jacquard desciende de un telar oriental, el telar de tirantes, el cual era usado para tejer telas con diseños de ligamentos complejos. Su operación requería dos operarios: el tejedor que lanzaba la lanzadera y operaba el batán y el tirador que subía y bajaba una serie de cordones o tirantes que controlaban el diseño, debiendo trabajar arriba del telar mientras el tejedor se sentaba abajo. Debido a que el tirador podía cometer errores en la selección de los tirantes se hicieron modificaciones en la estructura del telar. Las primeras máquinas desarrolladas a partir de su invento, denominadas Vincenzi, utilizaban el propio cartón perforado para el movimiento directo de las agujas que hacían subir y bajar los hilos, lo cual implicaba una movilidad limitada en el tiempo. Más tarde apareció el tipo Verdol, en el que el cartón pasaba a ser papel continuo con un mecanismo transversal que duplicaba la velocidad de la máquina. A pesar del impacto comercial del telar de Jacquard, que permitió que un sólo hombre realizara el trabajo de varios, el hecho ocasionó el temor de la pérdida de empleos de los obreros textiles, incluso quemaron públicamente uno de sus telares. Posteriormente Jacquard recibió la medalla de la legión de honor y un pago de 50 francos por cada telar que se comercializara. La reproducción de patrones de tejido con tarjetas Jacquard es una tarea muy especializada. Actualmente el papel perforado ha sido sustituido por señales electrónicas que hacer reaccionar unos electroimanes que activan o desactivan el movimiento de las arcadas de la montura que mueve los hilos triplicando la velocidad de las maquinas.