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El valor de la amistad, un sentimiento que se cultiva

Dicen los poetas que los amigos son ángeles que nos dan alas cuando las nuestras se
han olvidado de cómo volar, que no nos dejan tocar el suelo y que, si lo tocamos, nos
ayudan a levantarnos. Esto es porque, dicho de otra forma, el valor de la amistad es la
fortaleza del castillo de nuestra vida.

La base de todo “contrato” de amistad se recrea en un espacio libre de exigencias,


de condiciones y de caprichos vanos. Es un sentimiento que nos ofrece oxígeno, aire
fresco y vida, que nos acompaña cómodamente, que nos hace sentir queridos, que nos
ofrece seguridad.

Y es que la amistad derriba nuestras murallas, nos ayuda a disfrutar del destino, fomenta
la inquietud, la ambición, la superación, los sentimientos positivos de confianza y
aprendizaje. Porque hay que ser muy amigo para ayudar sin exigir, para acompañar
sin presionar y para mostrar sin condicionar.

Quien conoce el valor de la amistad sabe que la única manera de crear y mantener ese
sentimiento es convirtiéndose uno mismo en el mejor amigo que se puede tener. Esto es
importante porque se nos olvida con demasiada frecuencia que el esplendor y la
incondicionalidad debe comenzar por nosotros mismos.

Asimismo, los amigos permanecen unidos a pesar de las adversidades y de los defectos,

pues precisamente en la unión y en la ausencia de condiciones está el verdadero valor

de la amistad

Cuando llegan malas épocas, el sufrimiento es menor en compañía de nuestros amigos,


pues el apoyo que recibimos con la simple percepción de su presencia nos llenamos de
fuerza para seguir caminando por la cuerda floja.

Cuidar, apoyar, atender y no abandonar a nuestros amigos son los principios


básicos de toda amistad. Esto se refleja de una manera maravillosa cuando contamos
con amigos verdaderos y leales

El valor de la amistad es aquel que se apoya en aquello que une a dos personas sin
máscaras, sin egoísmos y sin intereses.

Quizás el mejor amigo no es aquel que lleva más tiempo a nuestro lado o con el que
hemos compartido cientos de experiencias durante nuestra vida, sino aquel que te hace
sentir especial, que no te abandona y que permanece a tu lado cuando más lo
necesitas.

MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCION Y AMISTAD

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