UN CRIMEN PROVISIONAL
23h2 gecmén fis, ARZUBIDE1
AEN qué posicién estaba el cadéver cuando usted penetré en el aposento?
No, sefior, yo soy inocente...
—ePor qué no dié usted aviso inmediato del crimen?
—H sefior me dijo que no estaba para nadie...
~—@esde cusindo conoce usted al interfecto?
—Ayer mismo entré 2 prestar mis servicios.
El Detective hacia estas investigaciones arqueando la ceja derecha como
tun anzuelo psicolégico, y lo hundia en la mirada sumisa de su interlocutor,
queriendo desmantelar Ia sombra de! ctimen.
¢Cuiintos atios lieva usted de servir en esta casa? —pregunté de nuevo el
Detective al sirviente préximo.
j Un silencio protongado y sospechoso embrujé el ambiente infestado de
Preguntas suspicaces y de evasivas comprometedoras, envolviendo 2 los ci.
i ‘cunstantes en un capuchén inpenctrable de elucubraciones...
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