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Prologo Lic. Lujan Iuale Discapacidad es uno de eso 8, Hue tiene un efecto de plomada en la red. Un significante impar que resiste a dejarse encadenar. Es uno dé esos significantes que logra precipitarse enletra, escribiéndose en la estructura como estigma indeleble, al tiempo que releva el nombre de nifios, jovenes y adultos: “Es ciego”, “Es sordo”, “Es mudo”, “Es débil mental”, “Es ADD”, “Es TGD o TEA”, “Es discapacitado”. Y como si eso no fuera suficiente, tenemos, ademas, toda una deriva metonimica: “Es diferente”, “Es especial’, “Es un angelito”, “Es un monstruo”, “Es imposible”, “Es retrasado”. Y todos los circuitos que se abren Ose cierran segun ese significante entre a jugar la partida. Se trata de una categoria donde pueden ir a parar toda una serie de cuerpos capturados por los discursos juridicos, del campo de la salud, pedagogicos, etc. Es de esos signifi- cantes que se nos infiltran, incluso, a los profesionales de los diversos campos epistemoldgicos y de las distintas discipli- nas. ¢Quién no ha caido en la tentacién de decir “Yo trabajo con discapacidad”? O, en su defecto, quién no ha caido en la trampa de contestar con un “si”, claro y contundente, cuan- dole preguntaron con las mejores intenciones: “eVos trabajas Con discapacidad?” Después de haber escuchado salir de mis labios, y de los de tantos otros, tales aseveraciones ~sobre todo ahora que las escribo—, siento el peso y, al mismo. tiempo, el malentendido que engendran. En verdad, yo no tr: abajo.con discapacidad, trabajo con nifios, jovenes y adultos que presentan. —SCapacidad, trabajo con Scanned with CamScanner algun | padecimiento subjetivo, un padecimiento que no Cuerpo. Pero como al equivoco me presto por ser ine; €Ssine} | aut: inconsciente, tal vez deba preguntarme: cuando dije “trabag con discapacidad”, o cuando contesté que si, sin vacilar. ae discapacidad de quién me referia? ;Quién no tiene algin disco un poco rayado, que no suena bien? ¢Quién no porta alguna opacidad? gQuién no se dis-capacita cada vez que se sale de| molde? Banda de Moebius, torsién, cuerpo afectado, falta en ser de mi lado, “piedra libre” y “pica para todos mis compa- fieros”, para poner un poco de juego a ese territorio en el cual se despliega nuestro quehacer y al cual van a parar todos los que no responden a la norma de los supuestos cuerpos sanos, socialmente aceptados, reconocidos por el Otro social. Discapacidad es, a veces, una carta de presentacién, el efecto de una maldicion, la ironia del destino, el resultado de un accidente, la realizacién de una escena temida, la confir- macion de un castigo merecido. Formas fantasmaticas que intentan velar eleal) n juego, ese que se ha puesto en cruz para que las cosas no marchen. Formas de la tragedia que coagulan al sujeto por venir. En el cuento “El hijo”, Juan Pablo Gomez deja caer todos los velos. Muestra sin reparos qué ocurre cuando el Ideal se ve destituido y el amor no hace de soporte. Aquello que acontece cuando la crueldad es la moneda de cambio y en- tonces lo que adviene es la deyeccion, un dejar caer que pue- de romper la trama simbélica y abandonar, sin red alguna, al sujeto por venir. El cuento empieza sin anestesia y no cesa en enrostrarnos el desamparo en el que un nifio puede quedar cuando un hombre no puede devenir padre, no puede reco- nocerlo como su hijo: “;Puede ser esto un hijo? Apenas uno lo ve, piensa que es un chico como cualquier otro, que no tiene nada malo. Apenas uno lo ve no se da cuenta del infierno ue me toca vivir, y digo “infierno” en el sentido infernal de Ja palabra.” Asi empieza, y va haciendo un espiral €stragant donde queda claro que “eso” no es su hijo. “Nunca fuj aes e cumpleafios que organizaba su madre. Para qué? No eg d fic 1Gémez, J.P. 2014) “El hijo" en Los desquiciados. Buenos Aires: Rojo f, itores, 10 Scanned with CamScanner imaginarlo con esa mirada Perdida, mirando las velitas sin soplar, recibiendo regalos sin abrirlos, Poniéndose chinchudo con la gente.” ; Y si, la primera pagina ya nos deja sin aliento, tal vez porque hemos escuchado, en mas de una oportunidad, relatos similares. Y sigue sin ninguna Contemplacién por e| lector, Pero sabemos que también hay otras versiones dela Otredad, versiones amorosas, que alojan esas que han podido hacer con la caida del hijo idealizado y han Podido jugar una apuesta, Por eso, el sesgo que cobre o el Peso que tenga ese significante en el discurso parental y en el Otro social incidira en las respues- tas del sujeto. Walter Garcia nos dir4 €n uno de los textos que componen este libro, que la a discapacidad es un significante que Do. > puede pensarse sin ellazoal Otro, Rescata el valor conferido ala respuesta del sujeto, y afirma que habria un Pasaje de la discapacidad como la marca de un Sujeto, a un sujeto que hace marca en la equivocidad ncia. Movimiento que se de libertad Para cada Eltrauma de lalengua no es mas que ese decir de los cuer~ Pos hablantes que antecedieron al sujeto?, ese malentendido que nos arroja sin mas a ser afectados irremediablemente. Apertura de una hiancia imposible de suturar —asi la llama Lacan— 0 un defecto 0 falla del lenguaje —dira Quignard—. Ylos moradores de esa falla son los musicos, los escritores y 98 nifios, ellos habitan €n ese punto de estupor de la lengua ¥ de destierro de lo oral. Ese lugar se erige sobre un decir Parental que deja trazas, y que nos importa en la medida en ae el Cuerpo del nifio queda concernido por él. Una madre tra de su hija: “Cuando nacid, me informaron que era ciega. bee Aue iba a ser un vegetal”, éCual es la juntura que retine position’ con el reino casi inanimado de lo vegetal? No seria 1 no hubiese perado alli el lenguaje, ese que hace Lacan, (1980) £1 seminarig 27. Inédito, rent P- 2016) Ein id: Libros del Sino homne 2 rinambre en ta punta de talengua, Madrid: Li 11 Scanned with CamScanner => v a poesia y anuda y empareja elementos diversos, ese lenguaje de las sustituciones y los desplazamientos, y que es también el de las maldiciones que fijan. Es un hecho del discurso que encarné en la nifia, quien inmersa en su ceguera no exploraba el universo circundante, se hundia en gritos desgarradores si se le demandaba algo, el cuerpo se extraviaba en el encuentro, Clinicar la discapacidad es, entonces, el nombre de una apuesta. Un lanzar los dados o un repartir de nuevo las cartas para que el jugar haga su juego. Para que el territorio vedado de jas mutaciones simbdlicas pueda abrirse, para que el cuerpo devenga propio y vaciado de goce, para que el deseo asome en los intersticios de lo que se presenta como ya jugado. Clinicar vuelve al sustantivo, verbo y, por ende, significante no tan ne- cio‘. Implica darle lugar no solo a la experiencia analitica con nifios, jovenes y adultos —que arriban a nuestros consultorios e instituciones bajo el paraguas heteréclito de la discapacidad— sino también teorizar los efectos producidos, abrir preguntas, interrogar nuestra posici6n alli. En definitiva, no dormirnos al amparo de nuestros conceptos ni de nuestros prejuicios,.o si ustedes quieren, hacer operativo el deseo del. analista para que éste no sea un mero sintagma sin consecuencias. Es laconsecuencia de una politica que entiende al inconsciente siempre a producirse. Es una produccién que va a contrapelo del discurso capitalista, apunta, precisamente, allevar al corazon de lo social aquello que elcapitalismo segrega de un modo feroz, y con lo que muchos, incluso, hacen negocios millonarios. Paradojas de los segregados que pueden quedar aun asi, generando sin saber: que Jo hacen, plusvalia para otros. ie Ellibro aborda desde distintos lugares un cierto saber hacer este terreno pantanoso. Hace signo de la apuesta con los problemas que se plantea no solo alrededor del diagndstico y sus efectos patologizantes, de la interdisciplina que no se queda en-una mera sumatoria de teorias, de las demandas de otras instituciones, del trabajo con los padres. Se ocupa ademas de no permitirnos el olvido de la apuesta con los adultos que llegan tres afios de derrotero, o incluso de fijacion en esta categoria, para 4. Lacan, J, (2001) El seminario 20, Ain. Buenos Aires: Paidés. 12 Scanned with CamScanner situar que alli también hay mucho por hacer, Y ensefia tambié sobre la importancia del acompajiamiento terapéutico y, sabi todo, el valor conferido a dicha labor, phen Sielsujeto esta en espera, sera preciso un Movimiento quelo lieve ala posibilidad de un acto por venir. Un acto que abra una puerta donde se cerr6, un acto que haga puerta donde nunca hubo, 13 Scanned with CamScanner La discapacidad en situacién de sujeto Lic. Walter Garcia Apartir dela Convencion sobre los derechos de las perso- nas con discapacidad, se ha nombrado de diferentes maneras atodo aquel y aquella que, por circunstancias histéricas 0 de manera congénita, se han incluido dentro de dicha categoria. Se leshallamado discapacitados/as, personas con discapacidad onecesidades especiales, y personas en situacién de discapa- cidad, Estas modificacionesa nivel discursivo han tenido lugar apartir de un cambio de paradigma. Un punto de viraje en - donde la discapacidad pasa de ser un rasgo individual, anclado _ enuna disfuncionalidad, a ser efecto de la relaci6n entre un - rasgo distintivo de un sujeto yla sancién social que loubicaen determinado lugar. Este cambio de perspectivaes consecuencia dela puesta en didlogo de los discursos que intentan ocuparse dela discapacidad, lo que trae aparejado una revision critica del posicionamiento ético de quienes trabajan en dicho campo. El psicoanalisis, desde su discurso, tomaala discapacidad como — unsignificante que signa un modo de lazo, y rescata lapalabra de quienes han quedado detenidosy detenidas en las significa~ Ciones estigmatizantes de un concepto que se propone desde el déficit. La discapacidad no es una condicién del sujeto sino, mas bien, una “condicién relacional cualitativa”, una forma de lazo. Bs desde alli que el psicoanlisis se pronuncia por una Politica del lazo yuna ética del inconsciente, para hacer lugar te voz, a la posicién enunciativa, por sobre el capacitismo 0Z que propone la época. 27 Scanned with CamScanner Clinicar la discapacidad El término “discapacidad’ es un concepto que se utiliza para nombrar una falta o limitacion de una capacidad, quedando rela- cionada estrictamente ala nocion de disfuncionalidad. Es decir, elimpedimento ola fallase ubicanen una funcién especifica, que tiene unautilidad eminentemente practica que, al estar afectada de determinada manera, no otorga los resultados esperados. De este modo se inaugura todo un campo que, en sentido amplio, se conoce como el de la discapacidad motriz, visual, mental, etc. Ahora bien, esto nos permite observar que, por un lado, la discapacidad seasienta en el€uerpo) Es: leidaa partir de aquellas marcas que se leen en el modo em que se presenta un cuerpo. Por otro lado, este cuerpo es considerado, 0 tratado, desde una perspectiva que lo homologaauna: ina. Esdecir, un conjunto de circuitos y sistemas interrelacionados, en donde cada parte tiene sus funciones y cada organo, su mision; el buen funciona- miento de todaslas piezas conforma una unidad que nos permite vivir dia.adia. Este es un modelo de pensamiento que hatenido una fuerte pregnancia en los discursos de la medicina, hace ya varias décadas, y que vemos resurgir hoy, por ejemplo, en la impronta fuertemente marcada de algunos posicionamientos dentro de las neurociencias. Entonces, el cuerpo, y la mente especialmente, son leidos a partir de un sistema de procesos y circuitos interconectados, desde donde podemos tener una Mejor o peor experiencia de la realidad. Esta Optica hace que la discapacidad quede inminentemen- te asociada a una disfuncion anclada en un individuo, y que provoca una relaciondistorsionada cone mundo Todo discurso que adhiera a esta posicion, ya sea desde el campo dela terapéutica o de la educacion —incluso podriamos extendernos a otros Ambitos como el de las leyes—, configu- rara un modo de tratamiento que se centrara en remediar esa falla, en proveer a cada persona de los medios, recursos materiales y configuraciones de apoyo necesarios para poder acomodarse lo mejor posible a una realidad compartida. Con esto no quiero decir que dichos recursos no sean necesarios, muy por el contrario creo que son de suma importancia. En lo que pretendo hacer foco es en el posicionamiento éticoy IR Scanned with CamScanner politico de quien interviene otorgando estos recursos, Desde dénde alguien interviene alli, en el campo de la discapacidad, acompaiiando | determinado trayecto educativo, llevandoa cabo un tratamiento terapéutico, o dirigiendo una cura, Pensemos como esta organizado elsistema educativo para aquellxs estudiantes con Ixs que trabajamos en educacién es- ecial. Quienes Ilegan a la escuela especial lo hacen con un diagndstico médico, CUD, sumado al estigma de las sancio- nes escolares, y muchas veces también de sus terapeutas, que hace que la familia atraviese angustias desmedidas, pase por un derrotero de instituciones en busqueda de un lugar para aquello que es leido como disruptivo. En los procesos de evaluacién para el ingreso a las escuelas especiales, nos encontramos con que aquellas personas consi- deradas “en situaci6n de discapacidad” son derivadas a partir de una valoracién tal que traduce una presentaci6n discordante del cuerpo, que hace obstaculo al lazo social, (a la relacién con otrxs) como patologia. Y que, por lo tanto, no responde alo esperado desde ciertas normativas, tiempos y ritmos, que propone la ins- titucién tradicional. Escuchamos que a quienes no responden a esas premisas previas se los considera io} severos, hiperactivos; alli entra también toda la gama del espectro icultad para relacionarsé con Ixs Otrxs. Ni hablar sise trata de una “discapacidad mas evidente” como ylamotora, lavisual ola intelectual En Todos easos algodel ‘cuerpo se “nanifiesta dé forma abrupta, desregulada, irrumpiendo en la Hay situaciones especificas queameritan otro tipo deabordaje educativo, pero esto no significa que la condicién se ubique enla bens mas bien, si afinamos el oido, la dificultad se ubica del iene discurso institucional. Yestoocurredebidoala confusién fisincon, sue se da en las escuelas, producto de la filtracion y Que capa 7 psdiscursos, como, por ejemplo, el discursomédico genera May lo por el discurso capitalista y la légica neoliberal, ectiva especie de diagnosticos, Estossecentranen unapers- biologtay is ‘Ca que concierne al cuerpo fisico (elcuerpodela de lag 2 84 expresion Conductual, empujados por la influencia 'S Neurociencj, ; Sciencias, y el retorno ala psicoeducacién-emocio- 29 Scanned with CamScanner nal. Lugar donde el cuerpo no tiene cabida mas que como una maquina a ser reajustada a lo esperable. Escuchamos aqui los ecos del retorno de la ciencia moderna. Esas resonancias que continwan tratando al cuerpo como esa res extensa que debe ser auscultada, observada y reparada en sus fallas por el saber cientifico, Nuevamente sonlos discursoslos. que tornean nuestro cuerpo, los que lo capturan e intentan ordenarlo, disciplinarlo, Pero sabemos que este es siempre disidente en alguna parte. Si pensamos un sistema educativo inclusivo, desde estas Coordenadas, el mismo termina siendo exclusivo. Su exclu- sividad se da para quienes pueden adaptarse a sus ritmos y demandas. Incluso con todo tipo de dispositivos pensados Para ello: acompafiantes terapéuticos, maestra de inclusion, reducciones horarias y terapias varias. Esta exclusividad, al transformarse en condicién necesaria, termina siendo expul- siva, en algunos casos, y el Precio es la subjetividad. Es decir, quienesno puedan acatar losmodos instituidos, deberan partir en busca de otra instituci6n, alli la escuela especial. Resumiendo, ‘sipensamosladiscapacidad como una disfunci6n, es decir, en términos deficitarios, no podremosleer nunca loque eas la figura de Cayo tulio César, quien luego de haber triunfado entas «us: Se ve impedido de volver asu tierra Por el Senado, y Pompeyo, suantiguo *Celoso desu ambicién, A César se le ordena abdicar el mando, so pena de Ser considerado como, €nemigo y acusindolo de alta traicion. Deallilas famosas Palabras pronunciadas por César “acta Alea est" (‘lasuerte esta echada’)al cruzar el rio Rubicén para enfrentar a Pompeyo. Sibien, el hecho en si no tiene nada de épico, podemos tomar el acto mismo de cruzer Ja frontera impuesta, ¢l rio Rubicbn, como ese designio atrevido que se asume luego de cierta meditacion. Esta referencia es tomada por Jacques Lacan, en uno de sus seminarios, para trabajar el acto analitico, como ese momento inaugural, momento de lectura, donde se suspende la vacilacin y se realiza un corte significante. Scanned with CamScanner Por lo tanto, se hace necesario cambi: fi iar nadas de lectura. Si hay algo que nos pechienee Coorde- movimiento es lo que hoy llamamos el modelo social de is oi la dis- idad. Di Hi ni capacidad. esde al i podemos definirala discapacidad ese {ina condicion relacional cualitativa, Es decir, un; ay que apunta al fazo, a la relacion, y'no al individuo, rose efecto de la relacién que se establece entre un Tasgo me lar de un individuo ~en el que muchas veces se canines Gace otorga a dicha cualidad un valor en menos. El juicio social, promovido por los discursos de época, convierte esa diferencia significativa, distintiva, en una minusvalia. Y de ese modo se constituye el mecanismo segregatorio, de frag- mentacidn social, que empuja, a quienes caen bajo el rétulo de la discapacidad, a ser parte de una minoria, cuyo derrotero laberintico por incontables dispositivos institucionales, ins- criben —muchas veces de manera violenta— la dependencia como destino infranqueable. Esa través de los discursos que intentamos ordenar el lazo social, otorgarle un lugar a los cuerpos y sus (des)arreglos, y en determinadas ocasiones ese lugar esta signado por un menos, por un no lugar. Los discursos son un modo de leer la realidad, de posicionarse frente a ella, y es en esa lectura que pueden ser inclusivos o no respecto de la voz de cada quien. El psicoanilisis es un discurso que se pronuncia desde una politica del lazo y una po-ética del inconsciente. Y es el ana- lista en tanto dispositivo, como lector, quien pone a dialogar los diferentes discursos que atraviesan las instituciones, (con latensi6n inherente que esto conlleva) desde un légica signifi- cante. Es decir, propicia una lectura que equivoca los sentidos_. cristalizados, que abre una hiancia necesaria, y permite que. aT sujeto se abra paso como un efecto inédito. Abre wn nNc Vo margen, establece una pausa, al clinicar la iscapacidad un lugar para la invencidn singular de cada sujet. ce UN Momento, Esas diferencias de las que hablabamos hat que se presentan en el cuerpo, esos rasgos dis Sujeto, y sus modos de hacer con ellos, ya No tintivos de cada son considera~ 31 Scanned with CamScanner dos como fallas en una funci6n sino, mas bien, como fruto de la diversidad una diversidad funcional. El término “diversidad funcional” ya no adscribe al buen o mal funcio- namiento, a lo esperado o lo defectuoso, sino que hace de la diferencia algo inherente al ser hablante, presenta lo diverso como lo humano mismo. Y de esta manera, el acto de palabra habilita una lectura diferente, derribando la mitologia sobre las capacidades atrofiadas (creada alrededor del significante “discapacidad”), y dejando por fuera todo tipo de exigencia de capacidad. Somos todos igualmente diferentes, y la discapa- cidad no es mas que efecto de una lectura posible. : co, lenguajero, que un sujeto Es en su entramado histori puede contar sus andanzas por las travesias del cuerpo. Un cuerpo que es equivoco, incompleto y que se va construyendo con otros, y desde el Otro. Para tener un cuerpo debemos recorrer un camino inacabado de conquistas sucesivas desde cachorros humanos. Los sere’ que venimos al mundo como hablantes nacemos en un estado de prematuracion, con un uaje. cuerpo inacabado, fruto del encuentro mitico con js Esto nos deja a merced de la constitucion de un lazo con otros que, al encarnar ciertas funciones, se convierten en indispen- sables para nuestra vida. De esa manera se configura un Otro que nos permitir4, 0 no, advenir alli como sujetos deseantes, habitar el lenguaje y tener un cuerpo. Esta afectacién inicial es lo que hace que Jos humanos no cuenten con el instinto como programa automatico de respuestas, y tengan que arre- glarselas con las pulsiones, que siempre son desproporciona- das. Es precisamente en la infancia, como tiempo inaugural, constitutivo, donde se juegan las decisiones y elecciones fun- damentales en ese lazo vital al Otro. Los arreglos que vamos encontrando para hacer con esa desproporcién primera, con la dificultad misma que implica la existencia, se presentan de distintas formas, y dan cuenta de un decir. A veces, a través de los sintomas, los actos fallidos, los suefios, las fobias, las ac- ciones sintomaticas; pero también lo podemos ver en las eco- lalias, las ecopraxias, las inhibiciones, las angustias, los pen~ samiento rumiantes, la ideacién delirante, los tics, etc. Todas estas manifestaciones son modos de decir sobre Ja dificultad Scanned with CamScanner que tiene cada sujeto para arreglarselas con el conflicto que implica su existencia. Algunos arreglos son mas riesgosos que otros, 0 dejan al sujeto sufriendo en un penar de mas, es por eso que intervenimos. No para extinguir” sus modos de hacer, mas bien para acompaiiarlo en la basqueda de una solucién menos padeciente. EI diagnéstico es del sujeto y no se basa en la adecuacién de sus conductas observables. Las claves de lectura de su enunciacién estan dadas por su relacién al cuerpo, al mundo, los objetos y a los otros. El uso del lenguaje, verbal o gestual, da cuenta de una posicién enunciativa y, mas alla de lo que se dice, nos importa desde dénde se dice. Cudles son las coordenadas que plantea el decir de un sujeto, y qué lugar hay en el Otro para su palabra. Es desde estas claves de lectura que podemos conside- rar a la discapacidad como un significante que describe un modo de vinculo con otros, y que se encuentra soportada en lazo al Otro. Si el sujeto se define por la representacion de un significante para otro significante, y la discapacidad es uno de estos, entonces sera necesario leer la relacién a ese sig- nificante, que es lo que dara lugar, en el mejor de los casos, a la respuesta del sujeto. Ya no se trata aqui de la discapacidad como la marca de un sujeto, sino de un sujeto que hace marca en la equivocidad de su existencia. Un sujeto que es supuesto, al igual que su saber, y que es fruto del vinculo transferencial que lo trae a la escena de su anilisis. Acontinuaci6n voy a presentar una pequefia vifieta para poder ilustrar los desarrollos previos. . Res un joven de 15 afios que concurre a una escuela espe- cial de trastornos emocionales severos, con jornada completa (8:00 hs. a 16:30 hs.). Al momento de ingresar ena institucion su Certificado Unico de Discapacidad (CUD) presenta una gran variedad de trastornos disimiles: “Trastorno generalizado del desarrollo no especificado. Trastorno de ansiedad generali- Zada. Trastorno opositor desafiante. Trastorno en las con- Pits snd el 2 . a . Muchas corrientes terapéuticas, de corte cognitivo conductual especial- iad dirigen el tratamiento en base a la extincién de conductas, las cuales Juzgadas como desajustadas, desproporcionadas, 0 disruptivas. 33 Scanned with CamScanner on y habilidades escolares. Trastornos por tics motores ales Mu tiples y combinados (Sindrome de Tourettes)”, Mas alla de todas sus manifestaciones conductuales, que se ofrecian a modo de profecia autocumplida respecto de dichos diagndsticos, comienza a manifestar, dentro de la dinamica aulica, que un compafiero le hace bullying. En un principio sefiala a dos de ellos, pero luego se fija con uno que, particularmente, lleva su mismo nombre. Este compaiiero lo mira todo el tiempo, le dice cosas, y hace sefias raras que R no puede decodificar, pero tampoco evitar. Esta situacion lo tortura.de tal modo que varias veces ha salido corriendo del salon de clases, y en otras ha intentado agredir a su compafie- ro, incluso a todo aquel que sé interponga en su camino. Las reacciones de R en un principio eran estruendosas, se tiraba al piso, y roto en llanto gritaba que se queria ir a su casa, que no podia seguir viviendo de ese modo. Esto ocurria incluso cuando el otro R,a quien llamaba “enemigo”, no s¢ encontra- ba presente. En esos momentos tan angustiosos sus tics se acentuaban atin mas, impidiéndole poner en palabras lo que nadie lo entendia, solia vociferar le estaba ocurriendo. AR “iSon todos unos jdiotas!”, alterando el clima de trabajo en clase. Frente a estas situaciones se realiza un contacto con el profesional que lleva adelante su tratamiento, quien confir- ma que los modos de proceder de R se deben a la afectacion de un circuito neuronal especifico que le impide interpretar adecuadamente la realidad. Desde la institucion se pensaron distintas estrategias para hacer dela jornada escolar, un momento placentero de aprendizaje con otrxs. Se le propuso ubicarse en el salon de clases, donde no tuviera contacto con estos dos compaieros que lo acosaban; por otro lado, contaba con la posibilidad de dirigirse hacia mi, como psicdlogo de la escuela, las veces que necesitara hablar; y por ultimo, durante Ja media hora de espera para concurrir al comedor, armabamos un juego de roles entre él y yo (eventualmente se sumaba algin compa~ fiero) donde debiamos sobrevivir a un apocalipsis zombi. Alli sorteabamos diferentes obstaculos entre los cuales aparecian Jas miradas furtivas de esos muertos vivientes que queria Scanned with CamScanner devorarnos, y de las cuales debiamos €scapar encontrando una salida que estaba oculta. A partir de alli, se empieza a escuchar un detalle singular en los modos de expresin de R, En algunas ocasiones, tanto en clase como en los juegos, co- mienza a.utilizar el idioma inglés. Su pronunciacién es mucho mas fluida, logra sortear mas facilmente los obstaculos que le imponen sus tics, y ademas le concede el beneficio de en- contrar las palabras necesarias para decir lo que quiere decir, Esto, a su vez, le permite traducir sus dichos, acomodar su decir de una manera que puede “explicarle al otro lo que esta diciendo”. R tiene un excelente manejo del inglés, lengua que le permite, entre traducciones, soportar al otro al ponerlo a cierta distancia, y anular su posicién en el saber. A través del inglés encuentra la punta del ovillo para hacer deconsistir la presencia avasallante de la mirada. En una de sus clases le pregunto si le gustaria ir a Estados Unidos ya que, evidentemente, sabe hablar muy bien inglés. Alo que me responde “Yo no sé hablar inglés, sé usar bien elidioma”. Esta sutileza en el decir nos permite abrir otro mundo. No es lo mismo hablar una lengua que saber usarla. El uso ya implica una distancia con eso de lo que se habla. Poder abrir ese juego permitid otra lectura posible de la situacion, que impacté en su desempeiio escolar y en la telaci6n con los demas. Empezé a articular su decir, primero, €n una especie de spanglish® maravilloso con el que lograba entablar, de modo esquivo, na especie de didlogo con los demas, incluso le permitid ocupar el lugar del gracioso en el Curso, al contar chistes de un tono elevado que podian disimularse en el cambio de lenguas. También esto le sirvié Para afinar sus insultos. Pero lo mas impactante ocurrié en sn Segundo momento, cuando se dio lugar a una invencion Shgular, un nuevo idioma, una lengua propia que denomind °S espafioles”, Alli R realmente podia formular su decir 3 a ian Liliza spanglish para nombrar un modo de hablar en el que se fusionan Ormas ne SPaHO! y el inglés. Esta modalidad mezcla tanto Iéxicos como losinm er naticales y préstamos fonolégicos; es utilizada mayormente por 'grantes hispanos en Estados Unidos. 35 Scanned with CamScanner desde un entrelenguas. Al momento de pronunciarse, y frente al signo de incomprensién del otro, R explicaba: “Yo hablo espajioles, un poco inglés, un poco mexicano, un poco espaiiol, yun poco Argentino”. Esta mixtura de lenguas le proporciona una posicién enunciativa diferente, ahi donde su saber tiene un lugar privilegiado. De esta manera inaugura una nueva textura en su decir que le permite generar cierta distancia con eso Otro que le impedia estar con otros. Los conflictos con el otro R continuaron, pero en menor medida. R ya no huye de! aula despavorido, enfrenta la situacién, insultado 0 cargandoa su contrincante, desarmando a su enemigo desde su estrategia lenguajera. Algo de la afectacion de su cuerpo —efecto del bafio de lengua materna—, cedi6, y entonces pudo anudarse de otro modo, permitiéndole hacer-se de un cuerpo Otro, desde un tejido lenguajero singular. 3 Para finalizar, me gustaria poner el acento en una cuestién: Clinicar la discapacidad implica deconstruirla, analizarla en tanto concepto y, por lo tanto, ubicar su funcién dentro de una ldgica discursiva, como significante. Asi podemos leer sus efectos y adscribirla a un modo de lazo, donde el sujeto ya no queda detenido en significados estigmatizantes, sino que puede equivocar su condicién y abrir paso.a su voz. Esto tiene claros efectos subjetivantes. En la vifieta trabajada podemos ver que el analista entra en funcién como dispositivo de lectura, en tanto pone el acento en un decir, en cierta posicién enunciativa, y de ese modo equivoca la telaci6n entre los discursos, desde sus inconsistencias. De €sa manera permite que la palabra pueda ser alojada y tenga un sentido otro. Es por medio de una escucha respetuosa y con-sentida que habilitamos la posibilidad de que un sujeto se (des)cuente y, entonces, modifique su relacion al sintoma. Esta es una posici6n ética que busca ofertar un lugar posible a las respuestas de un sujeto, a sus arreglos singulares, sus creaciones y Sus invenciones, Un analista es aquel que hace de la discapacidad una situacion de sujeto. 36 Scanned with CamScanner

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