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oe ole loo) ferme lela) Pe ee eee Se ee Ey PO uae CRE ele tee uae eR eet mee Rn Es alte RO ed esse sper se pray HernOnT ny seeTng ps Heep He AES NED UE Ne PnvOPIC ONSET TI See ee ee ee eee ted Se ee ee ee ts PR ue Ue Re a) Deen eRe ee RAS ee MU CRC Rl umes eed eee ee ee eet te keen ete Jorge Burga / Juan Tokeshi MIARQUITEXTOS 28 Cuestién previa. Las ciudades en el Peri* Laurbe puede ser considerada como elartefacto artificial mas singular crea- do por sociedades humanas, con distintas escalas. Si en el Pert las agrupamos por el niimero de sus habitantes tenemos desde pueblos con menos de cien familias a una metrépoli de mas de 9 millones de ciudadanos. En el rango de cludades grandes se ubican Arequipa, Trulllo, Chiclayo, Plura, Iquitos, Cusco, Chimbote y Huancayo. Mas allé de estas cludades, que sobrepasan los 300,000 habitantes y que en su mayorla estan ubicadas en la costa, podemos decir, desde una perspectiva cuantitativa, que lo que caracteriza a nuestros asentamientos es la dispersién, yla atomizacién, El caso del Peri es singular, asociado a una geografia muy diversa ha gene. rado territorios complejos, que sélo se puede entender silo relacionamos a sus cuencas y sus memorias sociales y espaciales. Elfortalecimiento de las ciudades est asociado a sus potenciales formas de agrupamiento espacial, social y cultural que permiten a sus poblaciones alcan- zar un nivel més elevado de bienestar. Formular respuestas a la asociacién entre urbanizacién y crecimiento eco- némico es apreciar céme influye la distancia espacial y la centralidad en la ge- neracién de vinculos de escala y aglomeraciones productivas. El proceso de crecimiento de las ciudades peruanas se ha planteado desde tna sola perspectiva: maximizar la rentabilidad econémica del suelo, apelando al crecimiento frente al desarrollo social y espacial, sin relacionarlo con su en- tomo rural, depredando el valle y sin posibilidad de reforzar su identidad como pueblos. La cludad contemporénea termina agudizando el problema, por su extremo crecimiento en periodos breves. Se ha perdido la relacién del habitante con su entorno, la escala la decide el vehiculo y los sentidos comerciales que se pue- dan establecer. El crecimiento de nuestras ciudades no ha formado parte de ninguna estra tegia de planificacién territorial y no ha permitido un desarrollo equilibrado de! campo y la ciudad con una mejor acupacién del territorio nacional y regional ‘Tampaco se ha preservado el patrimonio construido ni una identidad regional que eleve la calidad de vida de sus ciudadanos pobladores. El reto est en buscar un modelo de desarrolla en pueblos donde la hips: tesis de gestacién, formacisn y supervivencia se base en criterias alternativos a la respuesta del capital como nico argumento, valorando y preservando la cultura e identidad de sus espacios regionales. DISTRIBUCION DE LA POBLACION EN EL TERRITORIO PERUANO Lugar de residencia Tamafios 'decentros Distribucién poblados Rural Hasta 2000 +3000 26% Poblados 2000 /20000 320, 16% Cludades Pequefias 20.000 /100.000 29 ox Gludades Medianas _190.000/300.000 2 8% SUBTOTAL 56x ludades grandes 300.000 | 800.000 8 14% Lima metropolitana 9.000.000 1 30%, SUB TOTAL 44% POBLACION TOTAL, 100% ARQUITEXTOS 26 Il La importancia de la cuenca en la historia del desarrollo regional. El habitat es el espacio fisico, econémico y social construido en varios escenarios sobre- puestos y articulados entre si, donde los indi viduos y comunidades desenvuelven su vida social. Existen diversos escenarios como la ‘cuenca, la micro cuenca, el poblado, el barrio ‘ vecindario y la vivienda: la calidad de vida se asocia al espacio territorial. Lo ideal es lograr €l control de pisos ecoldgicos como lo hacian las culturas precolombinas y un concepto de progreso asaciado al acceso y uso de bienes y servicios basicos, sostenido y de calidad. Entender la cuenca como el lugar donde Debemos pensar desde los poblados pe- quefios a los grandes: desde los mas de 5000 poblados de mil habitantes a la megalépolis de Lima, con 9 millones. En todos ellos, la cuenca es portadora de memoria colectiva, historia y naturaleza, lo que hace posible la convivencia en un pals de tradicién y modern- ad. E50 implica pensar un modelo territorial {que se asocia con un modelo de organizacién, por ejemplo, el control de pisos ecolégicos como signo de diversidad. Criterios para la gestién del sistema andino La cuenca es la unidad del manejo terri- torial, 1o que da derecho a acceder a los ble- nes producidos (cosecha) y deberes de par- ticipar en la produccién. Eso se demuestra en el interés y aplicacion tecnotégica, en la planificacién (por ejemplo, predecir el clima y organizar la produccién agricola). E50 im- plica la ritualizacién de los acontecimientos astronémicos, las actividades agricolas como generadoras de tradiciones. La cosmovisién compartida por la comunidad debe sumarse ‘a una autoridad legitima, Paralelamente, hay {que buscar alterativas que permitan asegu rar la alimentacién todo el afi: varios pisos altitudinates, construccién de andenes, repre- sas y acueductos, diversidad de especies y va riedad de plantas, caminos, puentes y colcas, informacién y comunicacién desarrolladas a través de los quipus y mitimaes que permitan la organizacién de las fuerzas productivas. Sintesis del sistema andino Un aspecto fundamental es la descentra- lizacién en ambitos escalonados de la autor dad: la familia, el ayllu, fa comarca, la regién, el Tahuantinsuyo, La configuracién del sistema andino se basa en relaciones: en la diversidad, la unidad; en la variabilidad, la estabilidad; en la incerti- dumbre, la sostenibilidad; en lo disperso, la comunicacién; en lo ciclico, la continuidad, Memoria social y espacial como explicacién de un proceso interrumpido. El valle del Mantaro. Ellugar En un paisaje contemporéneo frégil, di- verso y con fricciones, el crecimiento de los pueblos y ciudades no puede ser resultado de una urbanizacién tradicional, es necesa- rio conjugar otros procesos de consolidacién que permitan su desarrolt. Exploraremos las relaciones de un medio geogréfico particular en proceso de creci- mento, de confrontacién entre [o tradicional y una aparente modernidad, con grupos so- diales y econémicos que construyen en a con- tradicci6n sus aspiraciones de progreso. Uno de esos lugares es la cuenca del Man- taro. Teniendo como ee la relacién entre las ciudades de Huancayo, Concepcidn y Jauja, se integran un conglomerado de pueblos peque- fios y medianos, en un sistema urbano nove- doso y alternativo para el desarrollo nacional De esta manera se puede relacionar ciu dades y pueblos a una micro cuenca, como sistema urbano / regional. También se puede relacionar conglomerado urbano con renova: cién, cultura urbana con patrimonio e identi: dad, as{ como el tejido urbano existente con tipologias. El rosario de pueblos en el valle El valle del Mantaro es uno de los valles poblados mas grandes del pals. Es un labo- ratorio donde se ver ~de primera mano- la evolucién y el destino de la arquitectura po- pular vernécula, asf como de la arquitectura chicha, Silo vernéculo tiene alguna alternativa de supervivencia ante su inminente y gradual desaparicién, lo veremos en este valle. Y silo chicha tlene alguna salida y empieza a produ- cir ejemplos de calidad, también lo veremos aqut. En este lugar se dard el desenlace final. iAsistiremos a una recuperacién de nues- tra arquitectura popular, bajo la forma de una sintesis entre lo rico y valioso de las solucio- nes tradicionales vernéculas, y lo expresivo, pero desalifiado, de las propuestas chicha? O por el contrario gveremos consumirse hasta desaparecer nuestra tradiclon verndcula, a la vez que entronizarse a la chicha sin ningtin recaudo por el pasado, arrasando con la tra- dicién? Ms de setenta asentamientos, en las mar- genes derecha e izquierda, engalanan este Los puebles del Mantaro Il valle, Pueblos mayores como Concepcisn y Chupaca, pueblos medianos, como Sincos, Sicaya, Chongos y caserios pequefios como Marco, Santa Rosa de Ocopa, Ataura, unen los extremos de las cludades de Jauja y Huan- ayo, sigulendo la forma de un rosario, con el rfo Mantaro al centro. Las dos carreteras pa- ralelas se unen pasando y, sin entrar a Jauja, se dirigen en una sola via hacia La Oroya, y por lotro extremo la ruta desde Huancayo se di- rige hacia Huancavelica. La margen izquierda es la més desarrollada, contando con la ma: yoria de los afluentes det Mantaro y con los cultivos mas extensos y ricos. Allf se ubican ciudades importantes como Jauja, Concep. cién y la propia Huancayo, que se expande dominantemente en esa margen, uniéndose con los pueblos vecinos de San Agustin de Cajas y San Jerénimo de Tundn, hasta llegar a Concepcién. Falta poco para que se conso. lide sobre ese lado una gran ciudad lineal de tn extremo al otro. En realidad el 90% de la poblacién de todo el valle se asienta sobre la margen izquierda, mas plana y extendida. Mientras en la margen derecha, mas angosta y empinada, con cultivos més pobres, domi- antemente secanos, se suceden pueblitos como Huaripampa, Muquiyauyo, Sincos, Mito y Orcotuna, menos tocados por la fiebre co- mercial y el desarrollo, y por eso mejor pre- servados. Pero mas cerca a Huancayo nueva- mente se dan quebradas elevadas y rios, con pueblos como Chupaca y Chongos. En gene- ral, podemos decir que todavia existen luga- res bien conservados en ambas margenes. Huancayo y Jauja: una rivalidad, pero una uunidad Muchos siglos atrés, se piensa que el va- lle fue un gran lago que terminé desaguando por la quebrada de Izcuchaca en Huancayo, uedando un valle regado por el rio Mantaro. Antes de a llegada de los espaficles, los valles EARQUITEXTOS 28 eran ocupados por la poblacién en las cabe- eras delos ros, como en Cajamarca y Cusco Elvalle del Mantaro noes a excep, y los inkisles asentamentos se dleron en Jaua, cerea aro que antiguamente level mismo nombre, Edgardo Avera Martinez, en su lbro ‘imagen de Jaua”, hace un exhaustivoreco- rrido desde la época colonial basado en las Gplniones de muchos escritores, polls, mt itaresy vijeros sobre este lugar, que siendo capital tena como distito Java, Mito Chu- paca, Huancayo y Concepcién Los adjetivos sobre las bondades de su paisaje, su clima, su produccién minera, agropecuara y su po- blacién son Innumerables.Jaua era un lugar famoso de paso oblgado, tanto para os que vialaban alo largo dela sierra, como para ls ave venian de ima, Pero, en opin de este autor, fueron precisamente los beneiloscu- ratives contra la tuberculosis los que comlen- Zana corroersuliderango en eval “Durante la repubica, en el siglo XIX se acentia ta declinacién de Jaua, sobre todo ambi, laimportancia de Huancayo.” No sla Se ha detenido en ela el progreso, sho que Bedemas se rca una emigracign mas o menos notable de sus prinepalesfamilas. A mecla dos dela centura, "se hace més notoria la afluenca de enfermos de tuberculosis pulmo nar, quienes vienen en busca de salud. Proba blemente este fenémeno bien signifies para Jaujauna elativa vente de ingresos, contribu yoaretrasar, en cambio, su desarallo:”" La plaza de Jauj, segin dibujo de Leonce Aangrand (1838), y la vista de esa misma pla za en el ibro de Charles Wiener (1880), que también nos muestra Rivera Martinez’, luce dalemés desu iglesia, herrosas arquertas en €l primer nivel y Balcones coridos a plomo tel segunda, que se pueden ver todavia en Hhatum Cajas, arc ySincos. Mientras, Huan- Cayo es descrto como una calle principal an- cha larga, donde se daba la feria, famosa hasta nuestros das, rodeada de buenas casas y comercios, 1864 esta cudad es elevada a provincia, independizandose de Java, lo que Feflejaba su pujante desarrollo econdmico (6g. Con el correr de los afos se ia const yendo, sobre ese desarrollo y primacia de Huancayo, un mito que nos habla de un “rel no Huanca”, formado alrededor de los afios 1000 después de Cristo. E historiador Walde- mar Espinoza sostene que ofrecieron fuerte resistencia ala conquista inca, pero luego fue- ron derrotados por hambrey sed, y deporta. dos hacia la regi de Chachapoyas Se enfa- ARQUITEXTOS 28 ll tiza asila rebeldia y el coraje de esta “Nacién Huanca”. Pero esta tesis es cuestionada por fl arquedlogo Manuel F. Perales Mungula® quien sefiala algunos reparos. al “En los tiempos previos ala llegada de los incas los pueblos del valle del Mantaro vi- vian en un contexto de fraccionamiento”. b/ Que el palacio del rey “‘citado por Espino- za.en Tunanmarca results ser, luego de lle- varse a cabo las excavaciones arqueolég- «as respectivas, [a amplia vivienda de una de esas familias de élite que ostentaban el poder a nivel de su comunidad.’ Pero, la visién grandilocuente y orgullosa de lo huanca, frente a Jauja, unida al avance arrollador del comercio en Huancayo ha ten: do su contraparte en la destruccién, durante las ultimas décadas, de magnificos ejemplos de arquitectura tradicional, de casas patio, balcones y portadas, construyéndose en su lugar edificios chicha, anodinos, de 5 y 6 pi- 505, revestidos de vidrio espejo verde y azul, con enchapes cerémicos, tomados de obras que hemos realizado los arquitectos colegia- dos en el valle, alas cuales se han afiadido ele- mentos y “adornos” de dudosa factura.® Mientras, precisamente, un desarrollo li- mitado permitiS que se preserve un centro histérico y muchos ejemplos arquitecténicos en Jauia, asf como en varios de los pueblitos en ambas margenes. Esto nos llevaria a cons- Fgura of Pare se Jauiaen 880 Fuente bro de Charles. Wiener “Le Pérou", pr lead en Pars en 880. Obsérvere ta tipologa del eiifiio dele laquirda, con arcos abeio.y baledn cord, orb. ste mo. elo de iter dencie colonial, hha permanecida en algunos pue: bos, como me lp. Los pueblos del Mantaro il In tatar una extrafia tesis: a mds progreso y de- sarrollo comercial, més destruccién y ruptura con la tradicién, mientras que a falta de este, mayor preservacién de estos ejemplos. Un Indice bastante certero de este proceso de modernizacién en los pueblos y ciudades, es el porcentaje de techos de tejas que se man- tienen. Mientras Huancayo y las poblaciones mas cercanas sélo preservan el 10% 0 20% de sus techos de tejas, pueblos més alejados de los ejes viales y de los polos de “progreso”, mantienen més del go% de sus techos de teja y sus casas patio. Pero donde se expresa la presencia de lo chicha con mayor osadia es en hitos y elementos urbanos, presentes en las plazas y centros urbanos: nuevos municipios de vidrio espejo al lado de las iglesias, par- ques y miradores con extrafios personajes fo- Ikléricos, ingresos pretenciosos o paraderos cen forma de chullos y sombreros. El complejo sistema de relaciones del valle rebasa este ambito y esta pugna, alcanzando regiones como Hudnuco, Pasco y Huancave. lica, abarcando otros planos, come et religio. so. Aparte de las efemérides locales, perviven devociones regionales, como la del Sefior de Muruhuay, originado cerca de la ciudad de ‘Tarma, a partir de la aparicién de una imagen de Cristo en una roca, que luego fue pintada, como para no dejar nada a la imaginacién, ro. deada por una ura de vidrio, y por una fla mante iglesia, rodeada ~a su ve2- por cientos de vendedores ambulantes, restaurantes y bares. “Este culto ha calado tanto en el ima: ginario colectivo, que no hay club deportivo, agrupacién o asociacién, en toda la regién, que no se dispute el nombre y proteccién de tan afamado Cristo”. Distribucién de pueblos en el valle del Mantaro Para comenzar, es un caso (nico el que tan- tos pueblos se asienten en un mismo dmbito continuo, tan cercanos unos de otros. Sin em- bargo existen jerarquias y agrupamientos. En cuanto a jerarquias, primero esté la ciudad de Huancayo, capital de departemento. Le sigue la cludad de Jauja, Después estén los pueblos mayores como Concepcién y Chupaca, Luego 10s pueblos, terminando con los caseros. Los pueblos del valle se podrian organizar en 3 grandes grupos, y uno menor. 1. Los asentamientos cercanos a Huancayo, de una y otra margen, bien conectados por un puente. 2. Los que rodean Concepcisn, conectados por varias vias interiores, sobre la margen izquierda. HEARQUITEXTOS 28 3. Los que estén rodeando a Jauja, de una y ‘otra margen, bien conectados por el puen- te que une las dos mérgenes en esa zona. 4. ¥ un grupo de pueblos sobre fa margen derecho, entre Jauja y Huancayo, que 2 pesar de su cercanfa a Concepcién no se vineulan a ella, pues no hay buenos puen- tes que los relacionen Vemos que la presencia del rio y las dos mérgenes sdlo son determinantes en el tlt ‘mo caso, mas no en el de los grupos mayores, que 2 pesar del rfo se encuentran bien inter- conectados. nivel vial, existe una buena conexién en Jas rutas principales (carretera central que se desarrolla en paralelo sobre ambas mér- genes) y las vias secundarias de penetracién hacia los pueblos mas altos. Sslo en el centro del valle no hay puentes para relacionar am- bas margenes. tra explicaciin, sobre los tipos de asenta- rmientos, puede ser que los pueblos o agrupa- rmientos urbanos con predominancia ganade- rase ubicaron en las partes més altas del valle, mientras los de caracter agricola hicieron en valle bajo, como lo sefala Manuel Perales* Este mismo autor indica que los asentamier tos originales (Horizonte intermedio Tardio), fen su gran mayoria fueron compuestos por edificios circulares en piedra y barro, (post blemente techados por ramas y paja), que se corganizaron alrededor de patios, que él lama “grupos de patio”, sobre terrazas artifcales preparadas para atenuar las pendientes natu rales. Las edificaciones rectangulares son traf das posteriormente por los Incas. Primeras observaciones? ‘Algunas caracteristicas de los pueblos A nivel de distribucién de poblados en el valle La organizacién de estos poblados prece- dealas vias modernas y obedece més bien ala cercania de los poblados mayores, que tienen sus constelaciones alrededor. Las concentra- clones principales son Huancayo, Concepcién y Jauja. Ese esquema se ha enriquecido con la generacién de concentraciones intermedias y agrupaciones o dispersiones que generan una red alo largo del valle Sobre el patrén de poblados Se dan poblaciones con un trazo reticular definido y plazas centrales, sobre todo en las zonas bajas. Mas arriba el trazado es més irre- gular, afectado por la topogratia y los cami- nos de herradura. ARQUITEXTOS 26 Il La configuracién del pueblo en su con- junto, puede adoptar una forma concéntrica alrededor de a plaza. En otros casos puede adoptar una forma extendida en una direc-

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