Entendemos por poder la capacidad de un grupo o de un individuo de influir en el
comportamiento o en el resultado de una organización. Para que exista una relación de
poder entre dos o más personas es necesario que exista una relación de dependencia entre ellas. Existen 5 bases de poder: Poder sobre las recompensas (o poder basado en el premio): supone por parte de la persona que ostenta el poder un control sobre los medios de que depende otra persona para satisfacer sus necesidades (p.ej. la persona que determina a quién conceder un aumento de sueldo en la empresa tiene poder de recompensa) Poder coercitivo: similar al anterior, pero las recompensas son negativas o punitivas. Hace referencia a la posibilidad de privar a una persona de los medios para satisfacer sus necesidades (p.ej. la persona que tiene la capacidad para despedir a un empleado/a en la empresa tiene poder coercitivo) Poder legítimo: se basa en la aceptación de las normas y valores sociales que le dan al individuo un derecho de influir en los otros (p.ej. por la posición que ocupa en la jerarquía) Estas tres bases de poder se asocian a la autoridad formal. Poder de referencia (poder carismático): se genera por la identificación de los influenciados con la persona que ostenta el poder (p.ej. fenómeno fan, donde determinados cantantes, grupos de música influyen en sus seguidores). Poder experto: depende de los conocimientos o habilidades del individuo en comparación con la persona que es influenciada. Estas dos últimas bases del poder van más ligadas al liderazgo.