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Esta obra ha recibido una ayuda a la edicion del Ministerio de Educacién, Cultura y Deporte ‘Titulo: 1914. De la paz a la guerra © Margaret MacMillan, 2013 Edicion original en inglés: The War that Ended Peace. How Europe Abandoned Peace for the First World War Profile, octubre de 2013 De esta edicion Eoac icion: IBLIOTECA CENTRAL © Turner Publicaciones $.L., 2013 Sect Rafael Calvo, 42 cuss DSS - 2Bo10 Madrid A www.turnerlibros.com Primera edicién: octubre de 2013 - Primera reimpresién: diciembre de 2013 Segunda edicién: marzo de 2014 MATRIZ “TF See De la traduccién del inglés: © José Adrian Vitier, 2013 tran Correccién y coordinacién: José Antonio Montano NUM, AGG, A S22 Reservados todos los derechos en lengua castellana. No esta permitida la reproduccién total ni parcial de esta obra, ni su tratamiento 0 transmisién por ningtin medio o método sin a autorizacién por escrito de la editorial. ISBN: 978-84-15832-08-9 Disefio: Enric Jardi Hustracion de cubierta: Mapa-caricatura de la Primera Guerra Mundial, Walter Trier. © Archivo Aisa/Ulstein. Depésito Legal: M-27096-2013, Impreso en Espaia La editorial agradece todos los comentarios y observaciones: turer@turnerlibros.com XIX EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA: EL IMPERIO AUSTROHUNGARO LE DECLARA LA GUERRA A SERBIA A mediados de julio, la infatigable pareja compuesta por Beatrice y Sidney Webb se encontraba en un campamento fabiano veraniego, hablando sobre el control de las industrias y los seguros, y quejandose de un discolo grupo de estudiantes de Oxford que cantaba cancio- nes revolucionarias y bebfa demasiada cerveza. Los problemas en el continente atraian de vez en cuando su atencién, pero, como dijera Sidney, una guerra entre las potencias “seria algo demasiado loco”.! De hecho, lo que mas venia preocupando a los ministerios de asuntos exteriores y a la prensa en toda Europa durante la mayor parte de aquel mes no era Serbia, sino el deterioro de la situaci6n en Alba- nia, donde su nuevo gobernante, un desventurado principe aleman llamado Guillermo de Wied, se enfrentaba a una rebelién general y auna guerra civil. El ultimatum austriaco a Serbia el 23 de julio fue la primera sefial para la mayoria de los europeos de que un conflicto mucho mas grave estaba tomando forma en los Balcanes, y cuando la respuesta de Serbia fue rechazada por Viena el 25 de julio, la preocu- pacién empez6 a trocarse en alarma. Harry Kessler, que habia pasado unas placenteras semanas visitando amigos en Londres y Paris, entre ellos Asquith, lady Randolph Churchill, Diaguilev y Rodin, comenz6 a pensar seriamente en regresar a Alemania.” in embargo, muchas personas cercanas a los circulos de poder aban que la guerra atin podia evitarse, como se habia evitado en _ otras crisis similares. El 27 de junio, Theodor Wolff, el editor del Ber- _liner Tageblatt, uno de los principales diarios de Alemania, llevé a su familia a veranear en la costa holandesa, aunque luego él solo regres6 a Berl in Jagow, el ministro de Asuntos Exteriores, le dijo que la situa- _cién no era critica, que ninguna de las potencias deseaba la guerra, y que Wolff podia dejar tranquilamente a su familia en Holanda. Aun a 681 gl. DE LA FAZ A LA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DB BUROPA aquellos cuyo trabajo era la guerra les resultaba dificil creer que ¢ vez la crisis era grave; un miembro del estado mayor aleman escrj} : “Si alguien me hubiera dicho ent [= AUSTRIA DECLARES WAR ON SERVIA. cn dno tela ele The Daily. Mirror ces que el mundo estaria en llamas un mes después, lo hubiera m do con conmiseraci6n. Pues, tras los distintos acontecimientos de Uiltimos aiios, la crisis de Marruecos-Algeciras, la crisis de la anexi de Bosnia-Herzegovina, habiamos ido, de un modo lento pero dejando de creer en la guerra”. Incluso en Rusia, donde los conflictos en los Balcanes tendian a ¢ alarma, la reacci6n ante la noticia del asesinato estuvo marcada al py cipio més por la indiferencia que por la inquietud. La Duma es de descanso veraniego y no parecia necesario volver a convocarla. embajador ruso en Viena le asegur6 a su gobierno: “Hay motivos p suponer que, al menos en el futuro inmediato, el curso de la p austrohtingara sera mds comedido y sereno”.+ No obstante, al igual su aliada Francia y sus rivales Alemania y el imperio austrohti la Rusia de 1914 miraba con preocupacion el futuro. Gran Bretafia Nis, ¥ parecia apurada por cerrar un acuerdo naval, y Persia seguia sien una fuente de tensién. Rusia estaba asimismo rivalizando con el im rio austrohtingaro por ganar influencia sobre Bulgaria ~pugna que parecer iba perdiendo-, y tanto su propia aliada Francia como Al nia estaban haciendo peligrar su posicién en el imperio otomano, influyente diario de San Petersburgo habia advertido a finales de 1g “Un anillo teuténico amenaza a Rusia y a todo el mundo eslavo consecuencias fatales,”> En mayo, el jefe de las fuerzas policiales habia trasladado una advertencia al estado mayor ruso de que, s sus espias, Alemania estaba dispuesta a encontrar un pretexto para a car mientras todavia tuviera posibilidades de vencer.° Para el gob ruso la situaci6n interna era atin mas preocupante que la inte en mayo y junio, el valor del rublo caia, y se temia una depresién : nente. Se habian producido huelgas y manifestaciones en distintas pat estaban de vuelta en su aislada residencia de las afueras de San tes de Rusia durante todo el afio, y en julio habria ms que en cual burgo. El estado de la emperatriz se vio agravado cuando su otro mes anterior? hemofilico sufrié una caida estando a bordo de uno de los yates Para entonces, el zar y su familia, que habian pasado casi to iales a principios de julio y sangré abundantemente. Para em- primavera en Crimea, en parte a causa de los nervios de Alej orar las cosas, Rasputin se hallaba a miles de kilémetros de distan- Como apunta el titular -“tEstamos en visperas de un terrible conflicto euro- e0?”-, la evolucién de la crisis de los Balcanes en julio de 1914 tom por presa a la mayoria de los europeos. Con la muerte del archiduque, el im- io austrohtingaro presento un ultimatum a Serbia, disefiado para que fuese eptable. El gobierno serbio hizo un esfuerzo considerable por aceptar sus diciones, pero el 28 de julio el imperio austrohtingaro le declaré la guerra. el rey Pedro I de Serbia aparece frente al emperador Francisco José, jentras que, en el circulo inferior, el rey briténico Jorge V viste un uniforme coronel austriaco, simbolo de viejas amistades ya desvanecidas. 682 683 1914. DE LA PAZ ALA GUERRA EL FIN DEI. CONCIERTO DE EUROPA una remota region de Europa. En un iltimo intento por llegar 2 acuerdo sobre qué partes de la protestante provincia del Ulster sbian quedar exentas de la ley de autonomia, que atin seguia su curso parlamentario, el rey pospuso sus vacaciones de verano y savocd una conferencia en el palacio de Buckingham el 21 de julio. srante cuatro dias de calor sofocante, Asquith y John Redmond, el de los nacionalistas irlandeses, se enfrentaron al lider conserva- Bonar Law y Carson, el portavoz de los protestantes del Ulster, en vano intento por lograr un consenso. Fl 24 de julio, al disolverse la ferencia, lleg6 la noticia del ultimatum del imperio austrohingaro i lecidi6 prolongar su estancia en Londres y cancel6é encuentro palabras para describir este horror”. visita habitual a las carreras con su amigo el duque de Richmond. Desde el otro extremo de Europa, Gran Bretafia, el mini sis politica -escribié al duque- es tan aguda, con la cuestion ir- Asuntos Exteriores se mostré en un principio igualmente imp¢ : ‘ay ahora con la posibilidad de una guerra general europea, que ble ante el asesinato del embajador ruso en Viena. quiere que yo permanezca en Londres por el momento [...]. Le de- secretario permanente, dudaba de que el imperio austrohting a que haga buen tiempo y que las carreras sean buenas”.” prendiese accién alguna contra Serbia. La opinién publica bri smenos al principio, adopto una perspectiva mas optimista sobre la fue inicialmente solidaria con la monarquia dual. El rey Jorge ciente crisis europea: “Esto reducira la atencién sobre el Ulster, lo sin previo aviso su embajada a la mafiana siguiente del asesinato bueno”, le dijo a una anfitriona importante de Londres.” expresar sus condolencias, y el conde Mensdorff, su embajador, franceses también fueron lentos en captar la evolucién del peli- el gusto de recibir docenas de cartas de sus muchos amigos de la Es solo un mintisculo conflicto en los Balcanes, pens alta britanica, Grey y Asquith pronunciaron discursos de condal e que acababa de regresar al puesto de ministro de la Gue- en el parlamento; pero seria otra muerte, la de Joseph Cham 5 #2, “Se resolverd solo, como lo han hecho los otros”. En el Quai el 2 de julio, la que provocarfa mayor sensacién de pérdida® Orsay, el ministerio de Asuntos Exteriores estaba ocupado planean- julio, en un debate sobre asuntos exteriores en la camara de los nes, Grey solo mencion6 de pasada los Balcanes, dedicando la parte de su tiempo a asuntos no europeos. Asquith, que por ei se hallaba inmerso en su pasién por Venetia Stanley y le escribia tas de amor todos los dias, mencioné fugazmente los asesinatos de junio y no volvi6 a referirse a ellos hasta el 24 de julio. Sus hablaban sobre todo de la cuestién irlandesa, de sus mascot las que habia un pingiiino, y de su anhelo por verla a ella.” cia. Habfa sido apufialado en el estomago por una loca el mism en que asesinaban al archiduque en Sarajevo. Aunque el zar le, al cirujano imperial para que lo atendiera, Rasputin estaba de: delicado y no pudo viajar hasta mas avanzado el verano. Tal ye desafortunado que él se encontrase lejos del centro de los mientos que estaban a punto de desencadenarse, pues R un decidido pacifista y durante las primeras guerras balcdnica aconsejado al zar mantenerse al margen. Desde su lecho de d Rasputin envi un telegrama en el que advertia: “Una terrible tep pestad se cierne sobre Rusia. Desastre, pesar, tenebrosa os ninguna luz. Todo un océano de lagrimas [...]. (Qué puedo de »8 Ja proxima visita del presidente Poincaré y su primer ministro i a San Petersburgo. La mayoria de los cables entre Paris y el abajador francés en Rusia, Maurice Paléologue, trataban menos de Balcanes que de asuntos tales como la formulacién exacta de los lis que se pronunciarian. Los politicos franceses y el pablico general estaban absortos sobre #o en un escéndalo sensacionalista en torno a la esposa del desta- politico radical Joseph Caillaux. Sus enemigos lo acusaban de Para el ptiblico briténico y sus dirigentes, la prolongada eri ipto, lo que probablemente era verdad, y de amigo de Alemania, torno al autogobierno de Irlanda y la guerra civil que venia ape que con toda certeza era verdad. Después de todo, Caillaux era un da eran preocupaciones mas inmediatas y acuciantes que los. Malista que creia que Alemania y Francia tenian mucho que ganar 684 685 114. DE LA PAZ A LA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA , tal como habia hecho durante tanto tiempo. “Un farol, no es mas un farol -habia escrito Kiderlen, el ministro de Asuntos Exterio- trabajando juntas. Como primer ministro durante la segunda g marroqui, habia hecho lo posible por encontrar una soluci6n pacif Los nacionalistas franceses lo odiaban por esto y por oponerse a introduccién del servicio militar obligatorio de tres afios, conceh para aumentar el ejército francés. (Algo casi igualmente malo era habia abogado por Ia introduccién de un impuesto sobre la renta) los primeros meses de 1914, Gaston Calmette, director del impo diario parisiense Le Figaro, mont6 una salvaje campafia contra él articulos titulados “El financiero turbio” o “El hombre de Ale: Ademas, Calmette habia logrado hacerse con algunas cartas de indiscretas que Caillaux le habia escrito a su segunda esposa Hi te, estando ella todavia casada con otro, y amenaz6 con public El 16 de marzo Henriette, tan elegantemente vestida como sien fue hasta las oficinas de Le Figaro. Cuando estuvo ante el director, una pistola Browning de su manguito de piel y vacié el cargador tra Calmette. Le dijo al aterrorizado personal: “En Francia ya n justicia. Era lo tinico que se podia hacer”. Y esperé tranquila ser arrestada por el asesinato. Su juicio comenzé el 20 de julio, dias después, cuando el imperio ausirohingaro declaraba la g a Serbia, el jurado absolvio a Henriette, considerando que habi metido un crimen pasional. Una desafortunada consecuencia. accién fue que su marido, que podia haber sido una voz en fave la moderaci6n en Francia, mientras Europa tendia hacia la g vio obligado a dimitir.4 Hacia finales de julio, el nuevo conflicto que se fraguaba ¢1 Balcanes comenz6 a aparecer en las primeras planas de la europea. Las bolsas de valores se volvieron inestables, al extene los rumores de que el imperio austrohtingaro buscaba forzar ¥ frentamiento con Serbia y que Rusia estaba decidida a respald vez a su pequefio aliado. La gente pensaba que de seguro esta. acabaria por resolverse como las anteriores. Habria algiin tra notas diplomaticas, tal vez incluso preparativos militares por imperio austrohtingaro y de Rusia a fin de ejercer presion, larga las demas potencias intervendrian, promoverian un los ejércitos se desmovilizarian. El concierto de Europa preserv gs aleman en igi2 durante la primera guerra balcanica~. Viviré para elo ahora por tercera vez: Algeciras, Marruecos y ahora esto. Solo ahora uno siempre intenta acabar con el otro yendo de farol. La gerta solo podria estallar si uno resultara tan inmensamente tonto y ase el farol tan lejos que no pudiese echarse atras y tuviese que dis- . Realmente, no considero que haya entre los actuales estadistas milas asi”.’’ Kiderlen no vivié lo suficiente para ver hasta qué pun- equivocaba. Su muerte es otro ejemplo, como el asesinato del hiduque, el apufialamiento de Rasputin o la renuncia forzosa de laux, del papel del azar en la historia. Si wubiera estado cargo en el verano de 1914, acaso hubiera sido lo bastante fuerte para encararse con los militares y convencer a Bethmann y al er de que tomaran el camino de la paz. a crisis de julio de 1914 fue creada inicialmente por la imprudencia Serbia, la sed de venganza del imperio austrohingaro y el cheque blanco de Alemania. Ahora correspondia cada vez mas a las po- ias de la entente hacer lo posible por evitar la guerra o, si esta lle- librarla en las condiciones mas favorables. En tanto que muchos s los debates historicos se han centrado en la cuestion de la culpa- dad de Alemania, del imperio austrohtingaro o incluso de Serbia la guerra, otros han culpabilizado a la triple entente: a Francia por dar a Serbia, a Gran Bretafia por no reconocer la legitimidad demandas alemanas de tener un lugar bajo el sol y mas partici- ion en el reparto colonialista mundial, por no dejar claro desde cipio que si intervendria del lado de Francia y Rusia. Si bien temas han fascinado y continian fascinando a los historiadores los analistas politicos, puede que tengamos que aceptar que nunca dremos una respuesta definitiva, porque para cada argumento hay efutacion s6lida. ¢Estaba Francia realmente decidida a vengarse emania? Hasta los nacionalistas como Poincaré se habian re- do a la pérdida de Alsacia y Lorena, y no estaban dispuestos a sgatse a una guerra para reconquistar esas provincias. Cierto que do de Francia con Rusia Ilev6 a Alemania a sentirse cercada, 686 687 Igl4. DE LA PAZ A LA GUERRA 7 1g. EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA pero desde el punto de vista de Francia y de Rusia este era un t idamente para atacar a las fuerzas alemanas en el este cuando do defensivo, que solo se activaria si Alemania atacaba. (Pero co tantas veces sucede en las relaciones internacionales, lo que d una perspectiva es defensivo desde otra puede parecer una an y ciertamente asi veia Alemania aquel tratado). ¢Cuanta respons lidad tuvo Rusia por alentar el nacionalismo serbio? Sazénov de haber hecho mis por controlar a su embajador Hartwig; pero, pes toda la retérica en los circulos nacionalistas, no todos los lideres deseaban acudir en defensa de Serbia, si esto significaba corre riesgo de entrar en otro gran conflicto, cuando atin estaba tan la catastr6fica derrota en la guerra ruso-japonesa. Los militares aler nes consideraban insignificante la fuerza expedicionaria britanies confiaban en vencer en Francia mucho antes de que el poderio entrase en juego. En cualquier caso, Gran Bretaiia no podria haf hecho semejante declaracién antes de que el consejo de ministre ores, que seguian abogando por un nuevo acercamiento a Ale- aprobase; y este, en las semanas inmediatamente anteriores a la : Paléologue, que habia enviado informes alarmistas a Paris, ra, se hallaba profundamente dividido acerca de qué hacer. jg dijo al embajador britanico en mayo de 1gr4: “El emperador es De las tres potencias de la entente, Francia tenia la politic oluble y el ministerio no tiene estabilidad. Siempre ha habido un clara: garantizar que, si llegaba la guerra, Francia entraria or en la corte a favor de un entendimiento con Alemania”. Asi unida, como el bando inocente, y con Rusia de su lado. Los fra 0 Alemania apoyaba al imperio austrohtingaro por miedo a per- también confiaban en impedir que su aliado actuase de un moda etlo, Francia se mostré reticente durante el verano de 1914 a poner vocador, para que Alemania y el imperio austrohiingaro no pudi : afirmar que no hacian sino defenderse de la agresion rusa. Co m subray6 en una reunion de urgencia del consejo de ministros el julio: “Por el bien de la opinién publica, dejemos que sea Alem quien aparezca como la mala”.”” Esto era importante, tanto de ¢ lara la guerra. En los aiios que precedieron a 1914, los franceses fan hecho todo lo posible por arrancarle a Rusia un compromiso me de que atacaria pronto a Alemania y asi aliviar la presion de la erada invasion alemana contra Francia. Con enormes préstamos ara la construccién de ferrocarriles y el desarrollo de la industria a, los franceses lograron obtener promesas del alto mando militar 0, pero nunca estuvieron del todo seguros de que se cumplirian. del poderio ruso era incluso una espada de doble filo, pues a Francia en peligro de ser el aliado mas débil: O atin peor, podria llegar a ser tan fuerte que no necesitara su alianza con ia.” mas siempre estaba el peligro -lo que también atormentaba a ceses~ de que aumentara la influencia en Rusia de los conser- io. a Rusia mientras esta se aproximaba a una confrontacién en Balcanes. Jaurés, el gran lider socialista, cuya comprensién de los = asuntos exteriores era profunda, dijo en el parlamento francés el 7 de , mientras se discutia el viaje de Poincaré y Viviani a San Peters- go: “Nos parece inadmisible |...] que Francia se vea involucrada interior como al exterior. Los lideres franceses estaban obsesior lescabelladas aventuras balcdnicas a causa de unos tratados de los con los recuerdos de las derrotas de la guerra de 1870-1871 y ell ella no conoce ni el texto, ni el sentido, ni los limites, ni las aislamiento posterior, por las divisiones internas de Francia, . cuencias”.'° conocimiento de su debilidad demografica en comparaci6n com esar de la oposicion de los socialistasy Poinéaré y Viviani par- mania, y por los temores de que sus aliados no los respalda como estaba previsto el i5 de julio hacia Rusia, viajando a franceses ponian sus esperanzas en la intervencion de Gran B do del crucero France para no atravesar el territorio aleman. Aun- pero nunca contaron del todo con ella, aun cuando Alemania, s no podian saberlo, el dia anterior Tisza habia retirado final- todo el mundo sospechaba, se proponia violar la neutralidad d su oposicién al ultimatum del imperio austrohingaro a Serbia, gica. Sin embargo, para Francia era esencial que Rusia se ° se estaba terminando en Viena. Mientras el buque de guerra 688 689 gig. DE LA PAZ ALA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA francés avanzaba por el mar del Norte y se adentraba en el Balti eran destruidos. Se sabe que ambas partes analizaron las ee rae ea nee ee ee taba en cubierta a leer a Ibsen y a charlar con Viviani. Aun cua oe rusos a emprender una carrera armamentista naval contra los estaba también a cargo de los asuntos exteriores, el primer mi énicos.”' El embajador britanico dijo que el propio Sazénov y el francés no entendia mucho de ellos; era en cambio una enciclop bajador francés le habjan informado en confianza de que las con- ambulante de literatura, y le recitaba largos pasajes en poesia y pre ersaciones habian tratado también sobre el imperio austrohingaro a su compafiero. Los pensamientos de Poincaré giraban ocasion Serbia, y que Francia y Rusia se proponian acercarse conjuntamen- mente en torno al proceso de Caillaux alla en Francia, mas no est a Viena para advertirle de que no pusiese en peligro la indepen- preocupado por la situacién internacional, o al menos eso dijo encia de Serbia.** Ciertamente, los lideres franceses y rusos tenian version de su diario que publicaria mas tarde. Se sentia seguro ¢ yy presente la situacion en los Balcanes. En una recepcién para navegar hacia la paz, escribi6, dispuesto a establecer buenas rel suerpo diplomatico en San Petersburgo la noche del 21 de junio, nes con otros paises, y a reafirmar la alianza de Francia con R caré le dijo al embajador del imperio austrohtingaro que no se Estaba en realidad mas preocupado por la alianza de lo que adn odia responsabilizar a ningtin pais de los complots perpetrados en su existia una gran posibilidad de que el parlamento francés revo sritorio. Serbia tenia “amigos”, entre ellos Rusia, que se quedarian el otofio la polémica ley de los tres afios de servicio militar, cosa {6nitos” si el imperio austrohtGngaro tomaba alguna medida fuerte. bien podria hacer aumentar las dudas de Rusia acerca del vale embajador envio una advertencia a Berchtold en Viena, pero este Francia como aliada.” por ignorarla.** Aunque no hay pruebas de que conspiraran para Cuando la delegacién francesa desembarcé en Rusia el 20 de j una guerra con Alemania, ya el 22 de julio los franceses y los el zar en persona estaba alli para recibirlos y fueron alojados ¢ estaban hablando abiertamente de la posibilidad de un conflic- gran palacio de Peterhof, al oeste de San Petersburgo. (En la p algo, segiin un agregado francés en San Petersburgo, “que nadie ciudad los trabajadores habia convocado una huelga general yb podido ni sofiar hace solo unos dias”.” combates en las calles; Poincaré escandaliz6 a sus anfitriones pr Los rusos, que cada vez estaban mas convencidos, por los rumores tando cudles eran las causas).” Los dias siguientes estuvieron €1 edentes de Viena, habian enviado sus propias advertencias atin de banquetes, recepciones y revistas militares. Viviani, que a Lord : de que Ilegaran los franceses. E] 8 de julio, Sazénov le dijo al estar de vuelta en Paris, donde el juicio de Caillaux habia Mey argado de negocios del imperio austrohtingaro que cualquier in- su climax y donde su caprichosa amante se divertia, se a por parte de Viena de interferir en los asuntos internos de Ser- cesantemente de aburrimiento y de cansancio. Viviani enfe Seria una medida peligrosa que causaria “muy mala impresién” higado y bubo que llamar con urgencia a un médico francés re usia."" Una semana después, durante una fiesta de verano, un en la ciudad. A Poincaré le resultaba imposible solidarizarse }funcionario del ministerio de Asuntos Exteriores ruso le pidié al compaiiero de viaje: “Es violento, hurafio y vulgar, y se envut un silencio higubre”.*# La parte crucial del viaje ocurrié tras las bambalinas, en versaciones privadas entre los franceses y los rusos, pero de damente sabemos muy poco de lo que alli se hablo. Los do son vagos, en el mejor de los casos, y bien puede ser que jador italiano que transmitiese al imperio austrohingaro el men- le que Rusia no toleraria ninguna amenaza a la independencia bia. Dos dias después, Saz6nov se propuso hablar con el barén ich Szapary, el embajador del imperio austrohtingaro, acerca de eocupaciones de Rusia. Szdpary fue sumamente tranquilizador © como un cordero”, dijo Saz6nov-, diciendo que su gobierno 690 691 1914. DE LA PAZ ALA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA sentia un profundo amor por la paz y que no queria hacer mas caré, a quienes habia conocido cuando eran estudiantes. Paléolo- ciles sus relaciones con Serbia de lo que ya eran” De modo que e aspiraba a ser escritor, ademas de estadista, y afirmaba descender momento, el gobierno ruso esper6 a ver qué pasaba. una familia bizantina antigua y noble; pero sus muchos enemigos Fue una desgracia para Rusia, y para el mundo, que sus dirigenjag an que sus padres un exiliado griego de Rumania y una misi- no estuviesen a la altura de las circunstancias en un momento a pelga- eran de extraccién humilde, por no decir dudosa. Cuando se avecinaba una tormenta internacional de grandes dimens; destinado a San Petersburgo en enero de 1914 para sustituir a Del- Tanto Sazénov como el zar deseaban la paz, pero ambos eran el primer ministro francés, por entonces Gaston Doumergue, -y facilmente influenciables; ambos tenian ademas un fuerte que la guerra podia estallar en cualquier momento y que la del honor y de la dignidad de Rusia, y recordaban con renco idad de Francia dependia de cuan pronto sus aliados entraran en esta se haba visto obligada a echarse atras en las anteriores | combatel Paléologue, que se veia como un actor independiente mas Jos Balcanes. Goremykin, el primer ministro, era una person omo un sirviente de su gobierno, asumi6 el deber de fomentar la nificante: quienes dominaban el consejo de ministros eran Al entente y, cuando comenzara la guerra, atraer a Rusia al bando Krivoshein, el ministro de Agricultura, partidario de la ancia.## El 24 de julio, al darse a conocer la noticia del ultima- en lo tocante al prestigio de Rusia; y Sujomlinov, imprudent jim austriaco, y cuando Poincaré y Viviani ya habian zarpado rumbo una soberbia que lo levaba a insistir en que las fuerzas a ancia, Paléologue invité a almorzar al embajador britanico, sir Rusia estaban listas para cualquier eventualidad.° El general Na rge Buchanan, y a Sazonov. El ministro de Asuntos Exteriores Yanushkevich, el jefe del estado mayor, solo llevaba cinco mes jo estaba furioso por la maniobra del imperio austrohtingaro, que el cargo y no mostraba demasiadas aptitudes, excepto la de ten hé de “inmoral y provocadora”. Buchanan informé a Londres de favor del zar. El agregado militar britnico dijo que este nombra e Sazonov esperaba que Gran Bretafia proclamase de inmediato to “provocé la sorpresa general. Yanushkevich daba la impresi 41 lidaridad con Francia y Rusia. Paléologue fue todavia mas vehe- més un cortesano que un soldado”.®* Entre los demas lideres milit “A juzgar por el lenguaje del embajador francés, era casi como el gran duque Nikolai Nikolaiévich posefa experiencia y seni cia y Rusia estuvieran decididas a adoptar una postura firme miin, pero abogaba por la movilizacin inmediata, pese al cuando nosotros declinaramos sumarnos. El lenguaje del minis- guerra al intensificarse la crisis. Su esposa, una de las muchas hij de Asuntos Exteriores, sin embargo, no fue tan decidido sobre rey de Montenegro que se habian casado bien, era una apasi ‘a”.°* En los dias siguientes, Paléologue reiteré las garantias del y acritica defensora de Serbia. “Habra guerra ~le manifesto ‘o de Francia a Rusia ante el propio Saz6nov, pero también al em- logue el 21 de julio, durante Ia visita de Poincaré~. No quedara or italiano, que bien pudo transmitir la noticia de esta posicion de Austria [...]. Nuestros ejércitos se encontraran en Berlin, A esa al imperio austrohiingaro y a Alemania. huede que Paléologue se excediera en el cumplimiento de sus ins- ones, pero no estaba lejos de Poincaré, que personalmente ha- lo seguridades a los rusos del apoyo francés en caso de crisis. teunion de despedida con el zar, Poincaré le dijo que sus dos sera destruida”.* 2 Otra voz influyente a favor de la guerra era la del embajado cés en San Petersburgo. Paléologue odiaba a Alemania, y de tiempo estaba convencido de que un conflicto de grandes p nes con ella era inevitable. Inteligente, taimado, emotivo y vi habia ido ascendiendo en el escalafon del servicio diplomatic® cés gracias a su relacién con hombres poderosos, como Deleé 8 tenian que colaborar muy estrechamente si el imperio austro- aro y Alemania atacaban a Serbia: “Cuanto mas dificil se torne lacion, mas unidos y cercanos tendremos que estar”. Ambos 692 693 1gl{. DE LA PAZ ALA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA hombres al parecer también hablaron largo y tendido sobre ¢¢ podrian cooperar militarmente Rusia y Francia.*° Esta no era, por: puesto, la primera vez que conversaban sobre este tema; durante mg de una década, los militares rusos y los franceses habian hecho p conjuntos para una guerra contra Alemania, y sus vinculos, inehuy do las comunicaciones telegraficas directas, se habian estrecha el tiempo.” En julio de 1914, movidos por su ira contra el i austrohiingaro, los rusos estaban resueltos a declarar la guerr: los franceses tampoco querian detenerlos. De hecho, al igual homdlogos alemanes, muchos lideres franceses pensaban q guerra habia de Iegar, el presente era el mejor momento. E de 1914, un informe del estado mayor sefialaba que Rumania e: ra un enemigo potencial para el imperio austrohtingaro y que constituia una amenaza de primer orden para Alemania.s* La primera reaccién de Saz6nov en Ja mafiana del 24 de julio, terarse del ultimatum, fue: “Esto significa la guerra europea”. que asistia a las maniobras de verano en la aldea de Krasnoie sur de San Petersburgo, dijo tan solo: “Esto es perturbador”. mente, él al menos crey6 en las aseveraciones de Guillermo d Alemania no sabia nada del ultimatum, y se consolé con el reco rio del kaiser de que Alemania y Rusia siempre habian logrado aun acuerdo en las crisis anteriores. El consejo de ministros se. de emergencia en Krasnoie Sel6 aquella tarde. Aunque Sa via confiaba en que seria posible evitar la guerra, adopto la de que Rusia no podia permitir que el imperio austrohtinga yera su influencia en los Balcanes aplastando a Serbia. En P como comenté mas tarde, sorprendentemente al embajador d perio austrohiingaro le disgustaban las demandas que Serbia | a Rusia y el modo en que la involucraba en conflictos, pero otra alternativa en ese momento que ofrecerle apoyo. El pre Rusia y la opinién publica rusa no tolerarian otra cosa.39 en un discurso que result6 significativo por su influencia en off que Rusia debja adoptar una postura firme, aun si esto comp riesgo de una guerra. Su colega Peter Bark, que solia ser la prudencia, coincidia con él: “Cuando se trata sia, asi como de su supervivencia como gran potencia, el minis- de Finanzas debe sumarse a la mayoria del consejo de ministros”. je decidio colaborar con las demas potencias, inchuida Alemania, convencer al imperio austrohtingaro de que ampliara el plazo de puesta al ultimatum impuesto a Serbia, a fin de que hubiese tiempo encontrar una solucion diplomatica. Pero para presionar todavia el consejo también habia autorizado una.movilizaci6n parcial ajército de Rusia en cuatro distritos militares. Aunque esta movi- cién constitufa una amenaza més para el imperio austrohiingaro para Alemania, de todos modos era una maniobra sumamente jesgada, pues desafiaba a la monarquia dual a responder. Ademas nlto poco practica desde el punto de vista militar, pues el ejército habia trazado planes para una movilizacién tinicamente contra el rio austrohtingaro. Goremykin resumi6 la politica de Rusia hacia inal de la reunion: “No queremos la guerra, pero no la tememos” la noche Sazénov informé a un visiblemente alterado embaja- paleman de que Rusia estaba extremadamente disgustada con el atum.* iI dia siguiente, al acortarse el plazo previsto para que Serbia res- iese al ultimatum, la postura rusa comenz6 a endurecerse. “Ru- le dijo Saz6nov a Buchanan, que enseguida cablegrafidé a Lon- no puede permitir que Austria aplaste a Serbia y se convierta potencia hegemonica de los Balcanes, y, segura del apoyo de ia, afrontara todos los riesgos de una guerra”. Paléologue, que ién estaba presente cuando ambos hombres se reunieron, decla- le Francia estaba lista para combatir al lado de Rusia, y exigio si Gran Bretajia cerraria filas con sus amigos. Los britanicos que elegir, afiadié Sazénov, entre brindar a Rusia un apoyo o perder su amistad. El consejo de ministros ruso, que habia areunirse aquella mafiana, habia aprobado ya nuevas medidas s. Todas las fortalezas debian ser puestas en pie de guerra, las s fronterizas guarnecidas en su totalidad, y debian efectuarse los preliminares para la movilizaci6n en el resto de los distritos es. Los principales generales rusos al parecer vieron esto en su fo como un paso hacia la movilizacion general y la guerra. 604 695 19)4. DE LA PAZ A LA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA fan a la esperanza de que el moribundo concierto de Europa fa resucitar de algiin modo y resolver aquella nueva crisis. Poincaré y Viviani discutieron también la posibilidad de abando- sus visitas programadas a los paises escandinavos y poner rambo inmediato a Francia; pero decidieron que esto tal vez ofendiera anfitriones y alarmara innecesariamente a su propio pais. De lo que continuaron rodeando el Bialtico, cada vez mas preocupa- conforme iban empeorando las noticias que Hegaban desde los anes. Como ahora los alemanes estaban interfiriendo todas las smisiones de radio entre el France y Paris (y también entre Francia Rusia), era dificil enviar y recibir mensajes. En Paris sus colegas scidieron por iniciativa propia tomar medidas de precaucién. Los ales del estado mayor fueron Ilamados de vuelta al servicio y se jaron tropas para la custodia de los ferrocarriles y de otros puntos gicos. El general Joffre, el jefe del estado mayor, afirmaria mas e que él no se hacia ilusiones sobre la gravedad de la situacién: stabamos abocados a una guerra, y Rusia iba a verse arrastrada a al mismo tiempo que nosotros”. Joffre y el ministro de la Guerra eguraron al agregado militar ruso que Francia estaba lista para ar su alianza. Hacia finales del mes, este pais habia adelantado iderablemente en su preparaci6n para la guerra, y en las tiendas os pueblos y las ciudades que vendian ropa masculina, comenza- ofertar botas pesadas y medias gruesas."” tanto que el gobierno francés habia estado desempefiando un bastante pasivo en el periodo que mediaba entre el ultimatum imperio austrohtingaro a Serbia y su declaracion de guerra del de julio, Gran Bretafia habia desviado finalmente su atencion de Aunque los rusos continuaron negando durante varios dias que vieran haciendo algo fuera de lo comin -Sujomlinov dio su pa de honor al agregado militar aleman el 26 de julio-, los obse que cruzaron la frontera oeste de Rusia vieron sefiales redobla actividad militar por doquier.*8 Aquella noche un diplomAtico ruso retirado se encontraba cen; con un amigo en su casa de campo, en la carretera entre Peter] y Krasnoie Sel6, cuando oyeron a un regimiento pasar march hacia San Petersburgo: “Todos nos precipitamos hacia la puerta jardin y nos paramos a mirar las gigantescas siluetas de los gua avanzando pesada y silenciosamente por el camino polvoriento, la luz del creptisculo. Nunca olvidaré la siniestra impresién de | dad inminente que me produjo aquella visién”.*4 El advenim no de esta fatalidad dependia de un solo hombre, lo mismo ¢ tucién de 1906, el zar todavia controlaba la politica exterior y el cito. Como Jules Cambon, el embajador francés en Berlin, le d a un colega justo después del ultimatum del imperio austro a Serbia: “Hoy el destino de Francia y la conservacion de la Europa dependen de una voluntad extranjera, la del zar. Qu dira hacer, y quiénes habran de aconsejarlo?”.+ Mientras el gobierno ruso se preparaba para la guerra, Poines Viviani, tal como esperaba el gobierno del imperio austrohin se hallaban en el mar, y desde el 24 de julio en adelante solo pt ron comunicarse intermitentemente con Paris y con las embaj francesas en el extranjero. La noticia del ultimatum le legé al camino de Estocolmo, y(Viviani se apresur6 a enviar un cable, blemente redactado por Poincaré, a San Petersburgo, solicitand fuese reenviado a Paris y a Londres: en él recomendaba qi aceptase todas las condiciones del ultimatum compatibles con. nor e independencia. El cable sugeria también que la triple internacionalizara el asunto, solicitando una investigacion interna nal sobre la complicidad de Serbia, en vez de dejar que el imy austrohtingaro evara a cabo una por su cuenta.!° Durante siguientes, los franceses, los italianos y en particular los brit da hacia el continente y comenzado a emprender acciones. Grey a sido lento ~demasiado lento- en darse cuenta de la magnitud eligro que se gestaba en los Balcanes y en reconocer que Gran ia estaba constrefida de algtin modo, por ser miembro de la le entente. El g de julio, el embajador alemn, el principe Karl von it sky, se lo encontré animado y optimista con respecto a una resolucién del conflicto. Grey insistié en que Gran Bretafa, ‘Supuesto, ejerceria su habitual libertad de accién, pero aiadié 696 697 AQld. DE LA PAZ A LA GUERRA EL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA an un acuerdo. éTal vez, sugiri Grey, Rusia podria presionar a bia, y Alemania al imperio austrohingaro? Cuando quedo claro ia estaba de parte de Serbia, Grey se aferré a la posibilidad que su pais estaba estrechamente unido a Francia y a Rusia, SE mitié haber tenido “conversaciones” con los franceses sobre militares, pero quitandoles trascendencia. En una reunion que : tuvieron una semana después, Grey advirtio a Lichnowsky de, ne Francia, Gran Bretafia, Alemania e Italia pudiesen persuadir si la opinién publica rusa se exaltaba en relacién con Serbia, y al imperio austrohtingaro de que hablaran directamente Bretafia tendria que “seguirle la corriente a esa sensibilidad”.# Qype 4 , Cuando finalmente se produjo la declaracién de guerra del por no explicarle al aleman lo preocupados que estaban él y e] : io austrohtingaro a Serbia, Grey propuso la idea de un alto en nisterio de Asuntos Exteriores a causa de las relaciones con lo para las fuerzas austrohtngaras a fin de dar tiempo a las Una nueva fuente de tension habia surgido en torno al contr ciones. (A Guillermo, que rehufa la guerra cuando tenia que petréleo en Mesopotamia (hoy parte de Irak), continuaba la frentarse a su realidad concreta, se le ocurrié al mismo tiempo una por la influencia en Persia, y el gobierno de la India estaba day muestras de inquietud por las intrigas rusas en Afganistan. Ni y sus colegas en el ministerio de Asuntos Exteriores no con del todo en que el acuerdo anglo-ruso de i1go7 pudiera ser reno cuando expirase en 1915. “Me asaltan los mismos temores que a habia escrito Nicolson a Buchanan en San Petersburgo aquella primavera~ de que Rusia se canse de nosotros y llegue a una con Alemania”? Ante el agravamiento de la crisis en igi4, sus funcionarios dudaban sobre presionar en exceso a Rusia pat se retractase de su confrontacién con el imperio austrohan miedo a que esto empujara a Rusia hacia Alemania. (Este pais supuesto, tenfa un temor parecido: si no apoyaba al imperio hiingaro, se arriesgaba a perder a su tinico aliado importante). de julio, el dia en que el imperio austrohingaro le declaré la, Serbia, Nicolson le escribié en privado a Buchanan: “Yo pret que ti que Rusia podria usar esta crisis para poner a prueba. amistad, y si la defraudaramos desapareceria toda esper entendimiento amistoso y permanente”.*° La esperanza de Grey, al agravarse la crisis, era que Gran no tuviese que tomar decisiones dificiles. Si las potencias act una vez mas como el concierto de Europa, deberian poder aquel conflicto de algin modo, ya fuese mediante una cont de embajadores en Londres, como se habia hecho con buenos tados durante la primera y la segunda guerras balcdnicas, 0 nando a las potencias mas directamente involucradas para qu puesta parecida). Sin embargo, mientras presentaba propuesta propuesta, Grey iba diciéndoles a los franceses y a sus propios gas que, pese a todas las conversaciones militares y navales a lo o de los afios, Gran Bretafa no estaba ligada a Francia por nin- obligaci6n ni ningiin tratado secreto, y que actuaria segiin su pio criterio. Nunca fue completamente franco con sus colegas, ni el pablico britanico, ni tal vez siquiera consigo mismo, respecto ta qué punto él y los militares habian comprometido la cola- cién de Gran Bretafia con Francia. Por otra parte, como habia cho muchas veces antes, advirtié a Alemania de que Gran Bretafia odia cruzarse de brazos mientras Francia era aplastada, y de que acon intenso disgusto cualquier violacién de la neutralidad de ica. 23 de julio, Mensdorff, el embajador del imperio austrohtingaro ondres, le dio a Grey una idea de la naturaleza del ultimatum estaba a punto de ser presentado a Serbia dejandolo, al parecer, ernado. Aquella noche él y Haldane, el ministro de la Guerra, on con el industrial aleman Albert Ballin, que habia sido en- 0a Londres por el gobierno alemén, en mision extraoficial, para sondeara las posibles reacciones de Gran Bretaiia si estallaba la @rra en el continente. Como con tantos otros momentos de aque- ultimos dias frenéticos, los recuerdos de este suceso divergen. gidane recordaba que él y Grey habian advertido a Ballin de que Ontara con la neutralidad de Gran Bretafia si Alemania atacaba cia; Ballin, por su parte, llevé a Berlin un mensaje diferente: 698 699 1Q14. DE LA PAZ ALA GUERRA BL FIN DEL CONCIERTO DE EUROPA en su opinién, Gran Bretafia se preocupaba ante todo por el egy brio de poder en el continente, y que en tanto Alemania. prom no tragarse a Francia después de cualquier guerra (limitando vez a tomar unas pocas colonias francesas), Gran Bretafia no la noche del 24 de julio, Grey hizo llamar a Lichnowsky y le pi- sal embajador que comunicara a su gobierno que Gran Bretaiia es- a dispuesta a hacer una peticién conjunta con Alemania para que " Jimperio austrohtingaro ampliase el plazo de respuesta. Entonces las emas potencias tendrian tiempo para distender el enconado conflic- entre el imperio austrohtingaro y Rusia. “Inutil -escribid Guillermo leer el informe de Lichnowsky al dia siguiente. No participaré, a os que Austria me lo pida expresamente, lo cual no es probable. vendria.* . Al dia siguiente, Grey leyé el texto integro del ultimatum. “Ag nota me parecié -dijo a Mensdorff- el documento mas treme més dirigido por un estado independiente a otro”. Siguiendo ing ciones de Berchtold, Mensdorff hizo un timido intento porn su trascendencia; en realidad no era tanto un ultimatum. co tramite con un limite de tiempo, y si bien el imperio austroh se proponia iniciar preparativos militares al cumplirse su pla tos no equivalian a una accion de guerra.* Durante una reuni consejo de ministros de ese mismo dia, convocada para discuti caso de la conferencia irlandesa en el palacio de Buckingham, sacé el tema de la crisis de los Balcanes por primera vez, y dij seguro de que, si Rusia atacaba al imperio austrohtingaro, Ale n defenderfa a su aliado. Aunque una mayoria de sus colegas firmemente a que Gran Bretafia se involucrase en una guerra, sibado 25 de julio, Grey vio nuevamente a Lichnowsky para scutir la situacién general. Al embajador aleman le costaba cada més trabajo defender la posicion de su propio gobierno. Siendo gran admirador de Gran Bretafia y de sus instituciones, aboga- desde hacia tiempo por un mejor entendimiento entre Londres y in. E] kaiser lo habia sacado de su retiro en 1912 para asignarle go de embajador, encomendandole ganarse la simpatia de los gleses. A Bethmann y al ministerio de Asuntos Exteriores no les (6 este nombramiento, pues sentfan que le faltaba experiencia y cambiando durante el transcurso de la semana siguiente, en, era demasiado ingenuo en relacién con los britanicos.5t En rea- dida por culpa de las acciones de Alemania. Grey dijo sombri , Lichnowsky no hizo otra cosa durante la crisis que dar buenos que, a causa de aquel ultimatum, estaban mas cerca del Arm: 2 nsejos: que Alemania habia tomado un rumbo peligroso al dar alas que en ningéin otro momento desde las primeras guerras bale: : imperio austrohuingaro, y que, si estallaba una guerra general, Gran Su solucién era considerablemente menos dramiatica: sugeri fa se veria involucrada. Sus superiores, les informaba, estaban Alemania, Francia, Italia y Gran Bretafia unieran fuerzas para ido si crefan realmente que cualquier conflicto se quedaria con- al imperio austrohtingaro y a Rusia a no combatir. Sin emba lo en los Balcanes.%5 (Y, como escribiera mordazmente Nicolson ese mismo dia Gran Bretafia también inici6 sus preparativos | hanan: “Creo que todo eso de regionalizar la guerra significa nares para la guerra. La totalidad de la flota britanica en aguast ni ‘Mas que todas las potencias formaran un corro mientras Austria nales habia estado realizando maniobras navales de verano la trangula tranquilamente a Serbia”).5° anterior, y el gobierno le ordené permanecer en activo. Al ij Aquella tarde, mientras seguian volando de un lado a otro de Euro- las medidas preparatorias rusas y francesas, y las que estaba telegramas urgentes, Grey decidié ir como de costumbre a ciarse en Alemania, puede que tales maniobras fuesen de el fin de semana en su retiro campestre cerca de Winchester.” defensiva; pero no necesariamente lo parecian desde el ext e era posible enviarle un telegrama, resulta una decisién curio- por lo tanto constituyeron otro factor que elevé los ya altosn medio de unos acontecimientos que se sucedian con tanta rapi- tension en Europa. z. De regreso en Londres, Grey se enteré el lunes 27 de julio de que

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