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Il. LOS ACTOS UNILATERALES Y LA CONDUCTA RECIPROCA DE LOS ESTADOS 26. ASUNTO RELATIVO AL ESTATUTO JURIDICO DE GROENLANDIA ORIENTAL (Dinamarca c. Noruega) Nota: En 1931 Noruega declaré bajo su soberania parte de Groenlandia Orien- tal. Dinamarea consideraba que dicho territorio le pertenecia y recurrid ante el Tri- bunal Permanente de Justicia Internacional. Dinamarca basé su reclamacién en el ejercicio continuo y pacifico de sus derechos de saberania durante un largo periodo y en el reconocimiento de dichos derechos por otros Estados. En efecto, durante la Primera Guerra Mundial y en los afios siguientes la diplomacia danesa se esforzé en conseguir que su soberania sobre la totalidad de Groenlandia fuera reconocida por otros Estados. En este sentido realizé gestiones incluso ante el propio Gobierno noruego. El representante diplomdtico de Dinamarca en Cristiania (actualmente Oslo) planted Ia cuestion al ministro de Asuntos Exteriores noruego, sefior Ihlen, Uno de los puntos discutidos ante el TPE. fue el alcance de la respuesta dada por el ministro noruego. El 12 de julio de 1919, él ministro danés de Asuntos Exteriores dirigié al minis- tro de Dinamarca en Cristiania una instruccién en la que le comunicaba que acababa de instituirse en la Conferencia de la Paz una Comisién «con objeto de examinar las reivindicaciones que varios paises puedan presentar respecto al Spitzberg»; el Go- bierno danés estaria dispuesto a renovar ante dicha Comisién una informacién ofi- ciosa transmitida (el 2 de abril de 1919) al Gobierno noruego en la que Dinamarca, que no tenia intereses especiales en la cuestién del Spitzberg, no plantearia ninguna objecién a las reivindicaciones de Noruega sobre dicho archipiélago. Al exponer cuanto antecede al ministro noruego de Asuntos Exteriores, el ministro de Dinamar- ca debia mencionar «que el Gobierno danés se ha propuesto desde hace algunos afios obtener el reconocimiento, por el conjunto de las Potencias interesadas, de la soberania de Dinamarca sobre toda Groenlandia y que tiene la intencion de plantear la cuestién ante dicha Comisién» y, ademas, que el Gobierno danés «contaba con que la extensiGn de sus intereses politicos y econédmicos a toda Groenlandia «no en- contraria dificultades por parte del Gobierno noruego». El 14 de juliode 1919, el ministro de Dinamarca vio al sefior Ihlen, ministro de Asun- tos Exteriores de Noruega, el cual en esta ocasién se limité a responder «que la cuestién seria examinada. El ministro noruego redacté sobre su entrevista con el representante danés una minuta cuya exactitud no es discutida por parte danesa, El 22 de julio siguien- te, el sefior Thlen hizo al ministro de Dinamarca una comunicacién indicando «que el - [132] LOS ACTOS UNILATERALES Y LA CONDUCTA RECIPROCA DE LOS ESTADOS: 133 “Gobierno norucgo no plantearia dificultades a la solucién de este asunto» (es decir, a la ‘cuestiOn planteada el 14 de julio por el Gobierno danés). Estos son los términos que fi- gu ran en la minuta de la que es autor el sefior Ihlen. Segun el informe enviado a su Go- bierno por el ministro de Dinamarea, la comunicacién del sefior Thlen tenia por efecto que «los proyectos del Gobierno real (danés) relativos a la soberania de Dinamarca so- te [a totalidad de Groenlandia... no encontrarin dificultades por parte de Noruega»... © De los documentos daneses que precedieron a la gestién diplomatica del minis- - tro danés en Cristiania el 14 de julio de 1914 resulta claro que, por parte danesa, la actitud danesa en el asunto del Spitzberg y la actitud noruega en el asunto de Groen- fandia se consideraban interdependientes; interdependencia que parece reflejarse fambién en la minuta redactada por el sefior Thlen. Pero, incluso si no se quiere esti- mar establecida esta interdependencia—la que, mediante la respuesta afirtnativa del Gobierno noruega en cuyo nombre hablaba el ministro de Asuntos Exteriores, ha- bria dado origen a una obligacion bilateral— es dificil negar que lo que Dinamarca solicitaba a Noruega («no encontrar dificultades a la solucién del asunto de Groen- landia) era lo mismo que se dejaba entrever en el asunto del Spitzberg (no «opo- eit nerse al deseo de Noruega relativo a la solucion de este asunto»); en efecto, lo que Dinamarca deseaba obtener de Noruega era que no hiciese nada que pudiera dificul- tar los proyectos daneses respecto a la totalidad de Groenlandia. La declaracién que ¢] ministro de Asuntos Exteriores hizo el 22 de julio de 1919, en nombre del Gobier- no noruego, fue claramente afirmativa: «He dicho hoy al ministro de Dinamarca que el Gobierno noruego no plantearia dificultades a la solucion de este asunto». E] Tribunal considera indiscutible que una respuesta asi, dada por el ministro de Asuntos Exteriores en nombre de su Gobierno a una gestion de un representante di- plomatico de una Potencia extranjera, en un asunte que es de su incumbencia (dans une affaire qui est de son ressort/in regard to a question falling within his province) obliga al pais del que es ministro. (Statut juridique du Groenland oriental, arrét 1933, C.PAL série A/B, nim, 53, pp. 36-71.)

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