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Vor y Eseriwa 109 (10): 109-125,2000, PARA CARACTERIZAR A ANGEL ROSENBLAT, LINGUISTA HISTORIADOR(1) Francisco Javier Pérez Universidad Catélica Andrés Bello Instituto de Investigaciones Historicas Historias ¥ LeNauas Cuando el lingiiista alemén Friedrich Diez (1794-1876) publica su Gramatica de las lenguas romdnicas en 1836 y, mas atin, su Diccionario etimoldgico de las lenguas romanicas, en 1854, estaban naciendo para la investigacién lingtfstica los estudios histéricos. Entendidos éstos como derivacién natural del comparatismo, aquél método eapaz de ofrecer luz por medio de la contrastacién de semejanzas y diferencias entre las lenguas como diferencias y semejanzas entre las culturas, ahora, tratarian de demostrar él verdadero origen de las lenguas y las culturas al recorrer la evolucién de las lenguas en su cargada cronologia, edades y periodos que las lenguas se habfan esforzado por: guir para poder vivir en evolucién. Descarrilado en sus alcances y aplicaciones, el método hist6- rico desembocaria en suerte de aberracién en donde ya no era posible distinguir la naturaleza de los fendmenos en esencia, sino sélo a través del recursode la comparacién y el recorrido histéricos de cada uno de esos fenémenos. Ferdinand de Saussure (1857-1913), el fundador de la lin- guistica moderna, reaccionaria, en 1916, proponiendo una lingufs- no Voe y Escritwra tica sinerdnica, aquélla del uso de la lengua contempordnea al lingaista descriptor, frente a otra diacrénica, s6lo reconstruible a través de los monumentos de la lengua, documento esttico caren- tedel espiritu fugaz y cambiante caracterfsticos de los sistemas de signos: comunicacién, pensamiento y fundacién de la realidad. Hija del estructuralismo primigenio, la estilistica, creada por el saussureano Charles Bally (1865-1947), trataria la materia lingufstica en su condicién de discurso capaz de mostrarnos el camino de la vida. En esta idea, hacer Ia historia de la lingitistica equivalia a hacer la historia de la cultura(2), en la expresion prodigiosa de Karl Vossler (1872-1949), seguidor del pensamiento de Wilhelm von Humboldt (1767-1835). Este ultimo habia pro- puesto que, ademas de la consideracién de las implicaciones entre lenguayraza, precisamentela conexién era posible por las diferen- cias entre las lenguas que provenian de lo que lamé la forma interior del lenguaje, particular manera de entender el mundo por medio de las particularidades de cada lengua(3). Teniendo a la vista estas contribuciones, la escuela espafiola de lingiistica, dialectélogos y estudiosos del texto literario, sin arribar al andlisis del discurso que generarfa el estructuralismo francés maduro, recorrerfan los monumentos literarios mas exi- mios de la lengua, para entender su propia historia y la de los ‘hombres que la habian creado. Cervantes, Géngora y Quevedo, previo el viaje por la poesfa de los santos misticos, se erigirian en Jos textos canénicos de la lengua espafiola, lengua con historia ‘completa desde sus origenes en el latin vulgar hasta el momento ‘eontempordneo, Amado Alonso, entre otros muchos, se levantara ‘como defensor inteligente de la estilistica como via para él eonoci- miento de la lengua coloquial y de la lengua artistica(4). Historias y lenguas se entenderian como legado patrimonial de los pueblos. Historia hecha a través de las palabras, palabras que nos hablan de las edades de la cultura y de los recorridos de los hombres. Afectosy repulsiones, triunfosy fracasos de la vida de los hombres que la lengua ha reflejado en exactitud. Vor y Bscritwra m De esta manera, la lingtfstica histérica que Diez habia creado irfa a resolverse en simple método. Junto a esta lingiiistica histériea, y gracias a la fuerza que la presencia de la historia estaba ofreciendo al trabajo lingitfstico, se estaria produciendo la necesidad de presentar los resultados del trabajo lingiifstico en su consideracién historiea: naefa, ahora, la historia de la lingitistica. ‘Mas alla de notables precursores, se le debe a Vilhem Thomsen (1842-1927), en 1902, la redaecién del primer texto con estos aleanees. Se habian escindido, entonces, tres disciplinas lingiifsticas que tenian como referencia y método el trabajo histérico: la historia de la lengua, la lingiiistica histérica y la historia de la lingiifstica. La primera centrarfa su interés en entender los fond- menos fonéticos, morfolgicos y sintécticos que explicarfan la evoluci6n de las lenguas. La lingifstica histériea proporcionaria, a estos efectos, los métodos y produciria las documentaciones que harfan posible la narracién de la historia de las lenguas. Estos métodos, a su vez, serian el motivo de estudio de la historia de la linguifstica, encargada de justificar el significado de los estu.sios sobre el lenguaje en el marco de referencias diacr6nicas. OBRA DE LINGUISTA ¥ OF... DE HISTORIADOR Hijo afortunado de estas tradiciones, Angel Rosenblat (1902- 1984) (5), formado en la Argentina bajo la mirada tutelar de Amado Alonso, emprenderia la nada comin tarea, improba por su complejidad, de entender la historia de la lengua espafiola en América y en Venezuela Se impondria la realizacién de un conjunto de investigacio- nes interconectadas que generarfan un cuerpodeobrassustantivas para la comprensién lingijstica de Venezuela y para el estudio de sus registros en el tiempo. Este proyecto estaria desde el principio pensando que no bastaba la consideracién del documento linguis- tico en pureza, sino que, al contrario, ereeria en las fraternidades disciplinarias y en sus acercamientos afectivos. Historia, antropo- logia, literatura, folklore, entre otras, consolidarian junto a la in Vor ¥ Escritwra Jengua una cosmovisién de la vida venezolana, en todo momento, tejida y destejida por el roce del tiempo. Compilard las voces de Venezuela para entenderlas en su veracidad y en su magia, humor y expresividad de las palabras, Fundamental, a este respecto, Buenas y malas palabras en el castellano de Venezuela (1956) (6), asi como el ensayo sobre el Sentido magico de la palabra (1949)(7), serén capaces de resolver algunas de las cuestiones basicas de la disciplina lingdistica. Labor de clasificador y diferenciador, Rosenblat establecera sus estudios lingiisticos teniondo como base una clara matriz distintiva: lengua literaria frente a lengua popular, espafiol frente a lenguas indigenas, diversidad frente a pureza de la lengua, buenas palabras frente a las malas, lengua y estilo, lengua y cultura, lengua y educacién, variacién y unidad; muestras repre- sentativas de una inteneién bipolar contrastiva. ‘Sus estudios estilisticos también estén signados por el sen- tido histérico. Tanto en La lengua del “Quijote” (1971)(8), como en ol ensayo Ortega y Gasset: Lengua y estilo (1958) (9), parecen dimensionarse las consideraciones de que “la cultura es siempre un hecho histérico” (10). Esta densa propuesta de descripcién del léxico de Venezuela, de su fonetismo, gramética y tonalidad discursiva exigird el acercamiento ala materia histérica. Obsesionado por el momento genético, Rosenblat dedicara sus mas extensos tratados al estudio de la poblacién indfgena y al fenémeno de la hispanizacién como fendmeno de creacién imaginaria. Tres pueden considerarse sus trabajos mas determinantes de naturaleza historica: La poblacién indigena y el mestizaje en América (1954) (11), Los otomacos y taparitas de los Llanos de Venezuela (1964) (12) y La primera visién de América (1969) (13) En todos, el momento creador de lo americano parece condi: cionar los resultados y métodos empleados. Clculos poblacionales indigenas en donde Rosenblat comparte criterios con Peter Boyd- ory Bseritura ns ‘Bowman, para su tiempo el especialista ntimero uno en estas materias, buscan, mas alld del dato, una descripcidn de los tiempos fundadores americanos, de interaccidn indigena e hispanica. Sera esta integracién indohispénica la simiente para acerearnos a las visiones miticas de lo americano, febril alucinacién productora de esta visién americana que, dird, es la vision de un suefio en donde lo europeo se ve nuevamente recreado. Posiblemente, sea esta pequefia obra maestra, sobre La primera vision de América, su ensayo histérico més perdurable. Los conquistadores y su lengua (1977) (14) nos transportan aotro Ambito de reflexion. Se trata aqui dela conjuncién magistral entre lengua ¢ historia, explicaciones de reciprocidad, explicacién Tingiifstica que refuerza la historia y documento historico propicia- torio de la lengua primera de América como largo proceso de hispanizacién, imagen de la Conquista desdela lengua, imagen de Ja lengua desde la Conquista. Retumba en el texto recurrentemente la pregunta: “{Cémo hablaban aquellos soldados?”(15). Se pregunta, ademés, si la lengua no reflejaré el boato y la grandeza de los hombres que hicieron la Conquista americana. Concluye en desmitificacién de la creencia de que los pobladores iniciales eran la escoria de la his- panidad, que la base de nuestro espafiol del siglo XVI es el espaiiol delas clases privilegiadas dela vida espaiiola: “La base del espaiiol americano es el castellano hablado por los sectores medios y altos de la vida espaiiola, como se ve en el estudio de los tratamientos, en el Iéxico comtin y en el estilo general de la lengua” (16). Como violentandola realidad histérica, que las investigacio- nes més recientes afirman en relacién con la estirpe poblacional de Ja hispanizacién inicial, Rosenblat sostendra una opinién contra ria a estas verdades histéricas al considerar el documento lingitts- tico por encima del histérico. Su hispanismo, traducido en el orgullo de la lengua y en su imagen de perfeecin, invisibilizaré al ente social execrado. Los documentos, datos, informaciones y autores que invoea en refuerzo de su tesis hablan més bien de una hidalguia social y de una hidalguia lingitistica. Sera la razén, la

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