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Entre las características de los cuadriláteros vale la pena recalcar que estos pueden ser
regulares o irregulares y simples o complejos. Además, se pueden representar en formas
distintas.
Los tipos de cuadriláteros derivan de dos clasificaciones: según la suma de sus ángulos
interiores y según el paralelismo de sus lados. De las cuales hablaremos a continuación.
Los cuadriláteros son polígonos (figuras geométricas planas) de cuatro lados y dos diagonales.
Se caracterizan por tener cuatro vértices y cuatro ángulos, y la suma de sus ángulos internos
siempre es de 360°. Por ejemplo: un cuadrado, un trapecio o un rombo.
Estas figuras son también conocidas como cuadrángulos y son usadas en disciplinas como la
geometría. La palabra cuadrilátero deriva del latín, de los términos quadri (cuatro) y latus
(lados).
-Pueden ser simples o complejos y en todos los casos tienen cuatro lados y cuatro vértices.
-Tienen cuatro ángulos externos y cuatro ángulos internos (que suman 360°).
Lados. Son líneas o segmentos que se unen a los vértices y que pueden o no ser iguales entre
sí.
Vértices. Son los puntos de intersección de los lados. Cada cuadrilátero tiene cuatro vértices.
Ángulos interiores. Son los ángulos visibles que están determinados por los lados que los
conforman. Los ángulos interiores de un cuadrilátero suman 360°.
Ángulos exteriores. Son los ángulos que se forman con líneas (lados) imaginarias que continúan
las líneas del cuadrilátero.