Daño Causado Por Animal

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RESPONSABILIDAD POR EL DANO CAUSADO POR ANIMAL BB articuto 1979 EI duefio de un animal o aquél que lo tiene a su cuidado debe repararel dafio que éste cause, aunque se haya perdido 0 extra- viado, a no ser que pruebe que el evento tuvo lugar por obra o ‘causa de un tercero. ERO e eee See ee Ste eee 49 Comentario Federico G. Mesinas Montero 1. Introduccién EI Derecho Romano, como lo recuerda Santos Briz, consider como casos encuadrados en los cuasidelitos cuando un animal causaba un dafio sin culpa de nadie, concediéndose accién contra el duenio. Asi, mediante la actio de pauperie el perjudicado por los dafios causados por el animal podia dirigitse contra el pro- pietario de este para exigirie el resarcimiento del dafio o la entrega del animal, alternativas entre las cuales podia elegir el demandado. Por supuesto que en la actualidad los darios producidos por animales no son ten comunes como en épocas pasadas, en jas que se empleaban animales hasta para el transporte e incluso en las ciudades era frecuente toparse con animales propios del campo. No obstante, el tema de un tiempo a aca ha recobrado notorie- dad dada una serie de casos de dafios ocesionados por animales, principalmente canes de razas consideradas peligroses, como el american pitbull terier, entre otros. EI Cédigo Civil peruano, entre otros supuestos especificos de responsabilidad extracontractual, regula en el articulo materia de comentario el régimen de la res ponsabilided por los dafios producidos por animales. En las lineas que siguen desarrollaremos los alcances de esta norma. 2. sObjetividad? Como se observa del dispositive analizado, se atribuye responsabilidad al pro- pietario o custodio por los dafios producidos por el animal, a no ser que pruebe que el evento tuvo lugar por obra o causa de un tercero. Nos adherimos a la ‘opinion de autores nacionales como Espinoza Espinoza, Taboada Cordova o De TTrazegnies Grande en el sentido de que la presente es una regia de responsablli- dad objetiva, al desprenderse de la norma que el resarcimiento no est supedita- do a la negligencia o imprudencia (culpa) del responsable. Es decir, se deben RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL ART. 1979 resarcic ls dafios ocasionados sin que import sila conducta de propietario 0 tear del animal se acecud o no a un patron esperado de dligencia La regia de objetvidad fjada, en todo caso, no inhibe a8 vicina del animal, 0 cus representantes 0 sucesores, de demosirar [a relacion 40 causalidad. Vale sein debe probar, primera, que ol dao se produjo por ol hecho del animal, y, en Segundo lugar, que el dernandado es su Guefio ola persone lo culdaba. Pro- bara finalmente los dafios coneretos producidos y ol monte indemnizatorio res- pectivo. ‘Ahora, noes pacifico en la doctrina que el régimen del Codigo civil en materia da anbos de enimaies sea objtivo. Le6n Hilario considera que Cdigo Civil no oe Sacuce que este sistema de responsabiidad extracontracival pueda calificarse ‘emo subjetivo u objetivo. Admit lo contrario, on su opinion, implicaria, por ejem- plo, que en nuestro sistema no operaria ni siquiera Une de los supuestos mas ae scntes eximontes de responsabilidad, planteado por Trimarchi la generacion sens onfermedad cesconocida, aouble a un animal; pues al N9 mediar el Sbrar o ta conducta de un tercero, que es la nica eximente reconocida en el articulo 1979, el duefio seria responsable. Elautor parte ademas de una premisa para nosotros totalmente cierta: no todo animal calffoa como bien riesgoso. En efecto, deben distinguise 08 tems de ani- ipa, pues no todos encierran un peligro de dati per se (el reales derespon- ‘abilidad no puede ser igual para la sefiora que tiene un Pere poodle que para quien se le ocurre criar un tigre). En ocasiones, fe calificacion de peligrosidad depende no solo de la propia naturaleze del animal sing de factores culturales. El scoop autor cle @ Prosser y Keeton, pare hacer ver que, por ejemplo, tn elefante puede calficar como bien riesgoso en Inglaterra pero ne On Burma, en donde su vemngstcacion es extendida y los dafios que praducen son rmenores; ‘A nuestro parocer se justfica plenamente la regla de objetvidad cuando el cenimol es verdaderamente riesgoso, en fos trminos expresades, Incluso, como anade en el regimen peruano, con exclusion de hipotesis de fracture del nexo ‘causal, Finalmente, quien introduce el riesgo de criar Un ‘animal feroz debe res- ponder por él en todos los casos, mas alin cuando est of ee posicién para poe riesgo o siquieratrasladaro (choepest cost avoider).As!, Pues, ht elem pio, s un ferremoto quiebra la jaula del lebn que se escape ¥ ataca a alguien no hay razin para no hacer responsable alz00K6gico, el que incluso pudo trasiadar el riesgo de si mediante un mecanismo de seguro. Cuando el animal no es (natural o culturalmente) riesgose, el Factor de atribu- cin a apivar es menos claro, Puede opiarse por una regia de ‘objelividad con la posiblidad de aleger todos los supuestos de fracture do Her® causal, pero tam- bien podria plantearse una subjetividad con culpa presunta, © los terminos que exprasa Bianca. Debemas admitir que nos resulta dificil definimos por una de RESPONSASILIDAD EXTRACONTRACTUAL estas reglas, pues en nuestra opinién lo ideal seria que no se | regule expresamen- te esta responsabilidad extracontractual y que el factor de atribucién sea definido ‘caso por caso, analizandose las capacidades de prevencién de las partes (aun- que también puede cuestionarse una solucién asi teniendo en cuenta que los jueces peruanos no resuelven de modo idéneo los temas de responsabilidad, prefiriéndose las soluciones legales expresas). Pero definitivamente no creemos que elementos como el caso fortuito ola imprudencia de la victima, sean elimina- dos de plano como eximentes de responsabilidad para los dafios de animales. Puede apreciarse, por ejemplo, la relevancia dal hecho impradente de Ta vie ma como eximente de responsabilidad. Visintini cita el caso italiano en el que no ‘se consideré responsable al propietario de un perro que al momento de verificarse el evento datioso se hallaba en un patio atado a una cadene, puesto que la causa exclusiva del dafio derivado de una mordida del animal fue el hecho deta victima, una nifta que habia entrado al patio no obstante la prohibicion establecida por los propietarios. Por el contrario, los jueces condenaron al propietario en un caso en ‘que una sefiora habia entrado a un jardin ajeno, donde los perros estaban en libertad y no estaba obstruldo el acceso a terceros extrafios, En suma, y sin perjuicio de las criticas formuladas, para nosotros queda claro que el Cédigo Civil peruano ha optado por una regia de objetividad que no hace distincién alguna por el tipo de animal, a diferencia de otras codificaciones, como 18GB aloman, o la legistacién de! common law. El problema, en cusiquier caso, ro estaria tanto en la regia de objetividad misma sino en que se acepte el hecho de! tercero como Cinico eximente de responsabilidad, regia sumamente rigida que lleva al propietario o custodio a responder en ocasiones en las que resulta conve- niente exigir el comportamiento diligente de la(s) victima(s). De ahi que deba bus- carse un criterio interpretativo que palie esta situacién. 3. Ampliando las causales que eximen de responsabilidad Como se ha visto, el hecho de que el duerio 0 el custodio del animal solo pueden alegar la conducta del tercero para liberarse de responsabilidad crea una diferencia relevante entre esta regulacion y la regla de responsabilidad objetiva por bien riesgoso (articulo 1970), que admite también como hipétesis de fractura causal al caso fortuilo o fuerza mayor y al hecho o imprudencia de la victima. Es asi que si, por ejemplo, una persona ingresa imprudentemente al jardin ajenoy es atacado por un perro, el duefio del animal responderé por los dafios pues no nos encontrariamos ante el hecho de un tercero. Distinto seria el caso en que un tercero incite y/o dirija a un perro a atacar a otra persona, pues aqul frente al dafio causado por el animal el duefio podrd verse liberado de responsabilidad probando el hecho de tercero. Heros advertide lo equivocado que resulta no permitir el caso fortuito y la ART. 1979 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL imprudencia de la vietima como eximentes de responsabilidad on determinados supuestos, particularmente para el caso de animales domésticos 0 no feroces. Para solucionar esta problemética autores como Leén Barandiaran o Espinoza Espinoza plantean una interpretacién sistemética de los aticulos 1979 y 1972 del digo Civil, de modo que se admiten tambien a dichos eximentes de respons@b\- Iidad. Finalmente, “la responsabilidad por el dafio ocasionado por los animales 2s una responsabilidad de tipo objetivo y, por lo tanto, una interpretacion sistematica deeste supuesto, nos hace llegar ala conclusién de que no se justiica una dispa- dad de tratamiento con otros casos de responsabilidad objetiva (ESPINOZA ESPINOZA). Leén Hilario opina que no cabe un interpretacién sistemética dol articulo 1972 pues “esto significaria que considerar que poseer un animal, cualquiera que fuere, Equivale siempre a poseer un bien riesgoso 0 peligroso”. Es de notar, sin ember (90, que la problematica no seria grave siguiondo el parecer de este autor en la tredida en que para ét la responsabilidad por davios de animales del Cécigo Civ peruano no es necesariamente objetiva. En nuestra opinion, si bien es indudable que no todo animal es riesgoso 0 peligroso, puede interpretarse que el fundamento del factor de atnbucion objetivo Sel articulo 1979 es justamente el riesgo; es decir, que la ley (equivocadamente, ‘laro esta) atribuye al comin de los animales la calidad de bienes riesgosos, 1 que permit la aplicacién sistematica del aticulo 1972, Notese que ello expica- fia la rgidez de la regla del articulo en comentario; esto es, que en la t6gica del Cédigo Cini el particular riesgo que deriva de los animales justificaria el hecho de tercero como tnica causa eximente de responsabilidad. Por supuesto, el tema es por demas discutible, pero aun sino se acepta que el riesgo informa al articulo 1979, ceemos que es menester optar por una interpre= tacién que viaolice la aplicecién de les demas causales eximentes del articulo 41972, al ser ello socialmente beneficioso para la prevencién de los darios de ani- rales, por cval legado el caso debe seguirse el criterio mencionado de Espino. Za Espinoza, Lo importante es encontrar el fundamento para darle al artioulo 1978 Un alzance mas adecuado que ol que su Iiteralidad nos ofrece y permitir a aplica- cin sistematica planteada. 4. Los animales y sus conductas dafiosas Como lo precisa Alpa, “aquellos eventos esencialmente debidos, no 2 fuer as rreprimioles de la naturaleza externa o 2 hechos imprevisibles e inevitables Ge terceros, sino a impulsos intemnos propios de la naturaleza de los animales, no pueden considerarse casos foruites por cuanto aun ellos son imprevisibles & jnovitables con la comin diigencia del custodio". Y es que aun siel animal est ldomado 0 es manso, pueden tener reacciones de agresion o violencia o procu- cir dafios con su simple actuar irracional RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL ART. 1979 pe eee ee eee La responsabilidad de la que hablamos no esta referida a los darios produci- os por cualquier animal, sino solo a los que son propiedad o estan bajo el cuide- do de alguien, a quien debe hacerie soportar los dafios “mas que por la culpa o negligencia in vigilando, por la exigencia social de hacer soporiar los datios procu- rados por los animales 2 quien obtiene ventaja de estos: id est cuiuis comoda eius ‘et incommoda” (ALPA). En ese sentido, no interesan aqui los darios producidos por animales callejeros que no pertenecen a nadie o por animales salvajes que feventualmente pueden encontrarse en la propiedad de un individuo y que ataquen aun visitante 0 extrafio cualquiera. En la produccién misma del dafio se exige la intervencién activa del animal \Vale decir, no basta con que esté presente un animal sino que el dafio debe ser consecuencia de su actuar. Asi, por ejemplo, no estaremos ante el tipo de respon- sablidad que analizamos si el dafio se lo produjo la misma persona porque no ‘supo como subirse a un caballo y finalmente cay6 al piso. Aqui el animal no parti- cipa activamente en la produccién del dafio, por lo cual el duerio no deberia res- ponder. Le participacion activa a la que hacemos referencia incluye no solo los dafios {que el animal produce directamente, como en el caso de un perro que ataca y dafia a la victima, sino también los que se dan de un modo menos directo, como en el tipico ejemplo de la vaca que ingresa intempestivamente a una via de tran- sito vehicular y que genera una colisién al obligar a los conductores a realizar maniobras peligrosas para esquivaria. Otro aspecto que interesa tratar es si la responsabilidad objetiva por el dafio causado en estos casos se aplica solo cuando el animal na actuedo con indepen- dencia, vale decir que el dafio sea consecuencia de su conducta natural también se incluyen supuestos en los que el animal na sido manejado 0 i por una persona y como consecuencia de ello se da el dafio. Sobre este punto, por ejemplo, autores como Peirano Facio sefialan que cuando un animal es ta causa determinante de un dafio se esta frente al hecho del animal, sin que intere- se entrar a juzgar la autonomia de la actuacion de la bestia, esto es, si el dafio se hha cometido por el animal actuando en forma espontanea o si lo ha cometido conducido por el hombre. Sibien en un trabajo anterior concordamos con ls posicion recién mencionada, actualmente nos inclinamos por la posicién contraria que resume Santos Briz, en €l sentido de que el comportamiento del animal tiene que ser manifestacién de su naturaleza inconsciente, de modo que la responsabilidad queda excluida cuando, aunque no sea culpa del perjudicado, el animal siguié exclusivamente los mane jos de otra persona. Y es que el papel del responsable en uno u otro caso (pasiva ‘cuando el animal acta solo y activa cuando este es conducido a dafar) exige un tratamiento legal diferenciado. Como lo precisa Leén Hilario, es “distinta la situa- ART. 1979 RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL ion si el animal es s0!0 un instrumento PATS ocasionar dafios (como evendo una persona azuza a un perro para alate! Pio) dal caso en que el animal aca Pot Breolo, dentro de su irracionalidad sto, es aplicable la clausula normativa general sobre 12 responsabilidad civil (en el COdioe ‘Civil peruano, la primera parte del rticulo 1969).¥ ‘pata pesara sobre el autor a titulo personal (yn0 rfuncién de su nexo juridico con! ‘animal dafiador)’ Finaimente, puede verse que la ley no limita la responsablidad ovando Se ela de animales que se hallen simplemente perdidos o extraviados. Aan eh duefio del srimal se vera obligado @ responder Un Syando fa perdida del animal no Se Pro dujera por su culpa. 5. Propietario y custodio nla mayoria de os casos, quien tiene 2 cuidado el animal sera también su propietario, de modo que solo Gontra este podra dirigirse la vietina & efectos de Poner objetivamente el resarcimionto respectivo. Sin embargo, si quien resulta tcustodiando al animal dafoso 10 21 propietaio sino un tercero, envonces la cesta debe drgise contra este cimo- Gomolo sefiala Leon Hilario, que la responsabilidad involucre al custodle 0 = sing una imposiion de sentido comen, PLS eno puede exigtse 1a demostracion son ligamen de propiedad (de un d ‘animal, porque Se oe gumamente gravosaiastuacion de 10s 9% > Elcustodio es enten- vrdo como aquel que tiene un efecivo poder ¥y disposicién sobre animal (BIANCA). en opinion de De Trazegnies Grand, 198e ‘exige una previa constitucion come guardador del animal pare que 6° quiere responsebiidad por los dares que Produzca. En realidad, dent dee Saesion "todo aquel que To tiene belo Prydado" queda incluida toda persona She. “Jetonte Jato sensu a un animal ¥ 72s pponde por fos darios que couse. one Hyestra opinion, sin embargo, 2 custodio Pome toner poder de contol y dsposicgn pre el animal, pues en caso contrao io excluira ta responsabilidad det propietario. sobre este punto, debe tenerse presene que la regta det aticulo 1979 no do solvdarided, por no sefiaato asi) Codigo Civil, Como fo sefiala Franzen ta presencia del custodio excluye la responsabilidad det propietatio. 4 vocTRINA ALPA, Guido. Responsabiidad chil ¥ aceta Juridica. Lima, 2001. DE AAP OEGNIES GRANDA, Fomando. 18 roche cuikdad extracontractual, Tom0 |. BE Dianeca Para Leer et Codigo Chi. Fondo ee oyat dota Pontificia Unversigad C=¥6lee RESPONSABILIDAD EXTRACONTRACTUAL ART: 197° {PTT ene eer del Peri. Lima, 2001. ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de 12 responsabilidad oe Saceta Jurdics. Lima, 2002. LEON HILARIO, Leysser ba responsabilidad cv fermas Legales. Trujillo, 2004. PEIRANO FACIO. Jorg, Responsabilidad Nora dat Tams, ogo, 1981. SANTOS BRIZ, Jaime, Dereon 4 dafios. Re- extracoipocl prvi, Mads, 1953, TABOADA CORDOVA Lizard, era de ‘Dresponsabilided cl Gijey, Li, 2001. VISINTINL Giovanna, Tratado de la respomn- esbildad civil, Tomo I, Astrea, Buenos Ales, 1999.

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